Transportar una bicicleta en el coche es algo, por regla general, incómodo. Sus proporciones hacen que requieran mucho espacio en el interior del vehículo, hasta el punto de que en muchos casos anula la posibilidad de llevar a más de dos ocupantes.
No todas las bicicletas de adulto son iguales ni ocupan parecido. Una de carretera es mucho más compacta que una de montaña, que no sólo es más larga sino que tiene un manillar mucho más ancho… y no digamos ya lo que abulta una bici eléctrica.
Por lo tanto las combinaciones son múltiples en función del coche, de las personas que sea necesario transportar y del tipo de bicicleta. En el siguiente artículo vamos a dar un repaso a las formas más habituales a la hora de llevar una bici en el coche (dentro y fuera de la carrocería) con sus ventajas y desventajas. También hablaremos de seguridad y legalidad.
Vamos a empezar por las principales posibilidades que hay para llevar la bici fuera de la carrocería. Se puede llevar encima del techo, fijado al gancho de remolque o sujeta al portón del maletero. Entre las distintas soluciones hay grandes diferencias, que intentaré explicar a continuación.
1. En el exterior de la carrocería, sobre el techo
En este caso la bici se coloca en un portabicicletas que va fijado a la baca del vehículo. Es la solución, bajo mi punto de vista, más cómoda. Cuando no se necesita llevar la bici, el portabicicletas se puede dejar en la baca hasta que se vuelva a necesitar y no estorba en el uso cotidiano del vehículo. Hay que tener en cuenta que es posible que el consumo y el ruido aumenten ligeramente a velocidades altas.
El principal punto negativo de llevar la bici en el techo es que la altura total aumenta de forma considerable. Hay que tenerlo presente y no olvidarlo al pasar por puestos de peaje o entrar en aparcamientos subterráneos para no tener sorpresas muy desagradables.
La aerodinámica es importante
La bici sobre el techo la opción menos aerodinámica de todas. Škoda ha hecho estudios interesantes que aparecen en la siguiente imagen. Se puede apreciar que la bici sobre el techo genera resistencia aerodinámica. Pero no hay que alarmarse: una bicicleta tiene muy poca superficie frontal, por lo que nunca va a suponer un gran freno aerodinámico.
2. En el exterior de la carrocería, parte posterior
En este caso, se coloca un portabicicletas en el gancho de remolque. Si no se dispone de bola de remolque, se puede añadir una estructura que se fija en el portón o en la tapa del maletero donde se pueden transportar varias bicicletas convenientemente fijadas con correas.
Esta solución, la del gancho, es teóricamente la más cómoda ya que sólo hay que levantar la bici unos centímetros del suelo para colocarla en el portabicicletas. También es la mejor opción desde el punto de vista aerodinámico. En el gráfico se puede ver que perturba mucho menos la corriente de aire frente a colocar la bicicleta sobre el techo y apenas incrementa la superficie frontal del vehículo. Los mejores portabicis de bola son los que permiten acceder al maletero aun cuando están cargados. Cuando no se usan conviene desmontarlos ya que afectan a la capacidad de maniobra del vehículo. Su peso suele rondar los 15 o 20 kg y en muchos casos no caben dentro del maletero.
Una o dos placas V20
Si se usan los portabicis de este tipo hay que colocar dos placas V20 que avisan de que la carga sobresale por la parte posterior del vehículo. El artículo 15 sección 2 del Reglamento de Circulación dice lo siguiente. «Cuando la carga sobresalga longitudinalmente por toda la anchura de la parte posterior del vehículo, se colocarán transversalmente dos paneles de señalización, cada uno en un extremo de la carga o de la anchura del material que sobresalga. Ambos paneles deberán colocarse de tal manera que formen una geometría de «v» invertida».
El Reglamento de Circulación (en la sección 3 del mismo artículo 15) también dice que, aunque coloquemos las dos placas V20, «la carga podrá sobresalir por la parte posterior hasta un 10 por ciento de su longitud, y si fuera indivisible, un 15 por ciento». Es decir, en la práctica, si tenemos un coche de 5 metros, el portabicis sólo podría sobresalir 75 centímetros por la parte posterior. Eso nos lleva a la conclusión de que, lo más probable, es que la mayor parte de los coches no puedan llevar una estructura fijada al gancho de remolque para más de dos bicicletas (y eso siendo generosos). Otra consideración a tener en cuenta es el peso máximo que puede soportar la estructura. Si transportamos bicis normales no habrá problemas. Si son eléctricas habrá que tener la precaución de pesar todo el conjunto.
En función de la anchura del vehículo y de las bicicletas, hay que colocar uno o dos paneles V20.
Como hemos dicho anteriormente, también se pueden llevar las bicis colgadas en el portón del maletero mediante una estructura de quita y pon. Este tipo de solución es útil si no disponemos de bola de remolque. Su principal punto negativo es que no suelen llevar luces integradas así como tampoco matrícula. Por ello, hay que cerciorarse de las bicicletas no tapan ni faros ni matrícula. En este caso, también hay que colocar la placa V20.
3. En el interior del vehículo, abatiendo los asientos traseros
Una bicicleta de adulto de carretera tiene una longitud total de aproximadamente 1,70 metros. Una de montaña con rueda grande (llanta de 29 pulgadas) puede estar sobre los 1,90 metros o incluso más (depende de la modalidad de ciclismo). Por lo tanto, esa es la longitud interior que necesitaremos para transportar una bicicleta sin desmontarla. En este caso es conveniente cubrir perfectamente el fondo con una lona gruesa y que sea impermeable (así evitaremos estropear el tapizado y mancharlo si la bici tiene barro o suciedad).
En realidad, resulta que en muchos coches no se puede llevar una bici completamente montada ya que la longitud de carga es insuficiente. Por ello, conviene quitar una rueda, que preferiblemente será la delantera. En la siguiente imagen aparece una bicicleta de montaña desmontada de ese modo en el interior de un Škoda Kodiaq de la gama 2021.
En este Škoda la superficie de carga no es plana porque queda un escalón de unos 10 centímetros entre el piso del maletero y la parte posterior de los asientos. Esto no es un problema a la hora de llevar una bicicleta (sí lo es para otras cargas). De hecho, es hasta conveniente ya que ese escalón permite encajar ahí el pedal y, además, hace que la parte anterior de la bici repose más plana en los respaldos. Cuando la bici va suelta dentro del coche es importante amarrarla convenientemente con cinchas a las argollas que hay en la superficie de carga. Así evitaremos que se muevan, con el consiguiente peligro, cuando se producen maniobras bruscas. Los cinturones de seguridad que quedan libres también se pueden utilizar adicionalmente para trabar las bicicletas.
Algunos fabricantes ofrecen unos accesorios que permiten llevar la bici en vertical dentro del coche y a lo largo de la superficie de carga. Esta solución nos obligará a quitar una rueda y a bajar el sillín para que no pegue en el techo. No será necesario utilizar correas de fijación, ya que la bici queda perfectamente sujeta a la estructura por la horquilla.
4. En el interior del vehículo, otras soluciones
Si por algún motivo no podemos abatir los asientos posteriores entonces tocará complicarse un poco más la vida, pero hay soluciones. Una consiste en transportar la bicicleta a lo ancho en las plazas posteriores, preferiblemente sobre la zona destinada a los pies. Para ello hay que desmontar al menos una rueda (si el coche es muy estrecho y la bici muy larga, habrá que quitar las dos). Uno de los coches más apropiados para llevar la bicicleta de esta forma es el Honda Jazz. Sus banquetas posteriores se pueden levantar como las butacas del cine, con lo cual queda una superficie de carga importante a lo ancho y a lo alto.
En algunos coches con un maletero grande y ancho, se puede llevar una bicicleta (con las ruedas desmontadas) apoyada en el respaldo de los asientos traseros o sobre el piso. Esta solución es muy factible si se trata de bicicletas de carretera y el coche tiene un maletero ancho. Por el contrario, es poco realista en las de montaña, por su mayor longitud y la gran anchura del manillar.
Últimos Comentarios