La Bultaco Albero parece una bicicleta de pedaleo asistido, pero no lo es. En la Albero el motor eléctrico se controla con un acelerador de puño, como en una moto, y funciona con independencia de si se da o no pedales. Con la Albero se circula más rápido y con menos esfuerzo que con las citadas bicicletas, pero al estar clasificada como un ciclomotor, su propietario debe cumplir con una serie de requisitos legales que no se aplican a las bicis, entre ellos, la matriculación y la contratación de un seguro. He probado la Bultaco Albero 4.5 en Málaga y en este texto os voy a dar más detalles de este vehículo, así como mis impresiones a sus mandos.


La Albero mezcla el aspecto de una bicicleta con las prestaciones de un ciclomotor. Es un vehículo híbrido, tanto desde el punto de vista del diseño como desde el de la fuente de impulsión. Para moverse con la Albero se puede utilizar, bien la energía humana, pedaleando como en una bici, bien la energía del motor eléctrico, girando el puño del acelerador como en una moto, o bien, una combinación de ambas acciones.

Hay dos versiones, Albero 4.5 y Albero 2.5. Son idénticas por aspecto, componentes y precio: 5800 euros. La diferencia reside en que el motor de la Albero 2.5 está limitado a 0,34 CV (250 W) y sólo funciona hasta 25 km/h, mientras que en la Albero 4.5 el motor da una potencia máxima de 2,7 CV (2,0 kW) y deja de empujar cuando la velocidad llega a 45 km/h.

Esta diferenciación no tiene, por el momento, sentido práctico en España. En algunos países europeos la Albero 2.5 se puede manejar sin permiso de conducir, sin seguro y sin matricular. Como vehículo que encaja dentro de la categoría L1e, en España se exige toda esa documentación, pasar la ITV (la primera a los tres años) y el uso de casco, como en un ciclomotor de 49 cm³.
El bastidor y el basculante son de aluminio. La masa de la Bultaco Albero es 42,26 kilogramos. Las bicicletas de pedaleo asistido son notablemente más ligeras. Por ejemplo, la BMW Active Hybrid E-Bike pesa 22,5 kilogramos. Esta bici de BMW cuesta 3400 euros, tiene un motor de 250 W y 90 Nm y una batería de 0,5 kWh que da una autonomía de hasta 100 km.

El sistema de pedales es completamente independiente del motor eléctrico. Se puede avanzar únicamente dando pedales y únicamente con el motor eléctrico. Esta es la diferencia fundamental con respecto a una bicicleta de pedaleo asistido, en la que el motor sólo trabaja cuando el ciclista mueve los pedales. En la Albero dar pedales no sirve para cargar la batería, pero su uso ayuda a reducir el trabajo del motor eléctrico y por tanto a incrementar la autonomía de la batería.
La transmisión a pedales está compuesta por un plato de 38 dientes y un paquete de 9 piñones (de entre 10 y 34 dientes) con un desviador SRAM X-9. En el eje de los pedales hay un engranaje planetario que aumenta el desarrollo del plato por 1,65, lo que según Bultaco equivale a llevar un plato de unos 58 dientes. Para conectar y desconectar este engranaje hay que empujar con el pie un pasador metálico que atraviesa transversalmente el eje del pedalier. Si se empuja hacia la izquierda (con el pie derecho) se activa el engranaje y viceversa.

El motor eléctrico es del fabricante Crystalyte, está colocado en el buje de la rueda trasera y mueve dicha rueda. Es trifásico, de imanes permanentes, con refrigeración pasiva (por aire) y tiene integrado una unidad de control electrónica que vigila, entre otros parámetros, la temperatura para evitar problemas derivados de un sobrecalentamiento.
Hay tres mapas de potencia: Eco, Tour y Sport. En Eco la potencia máxima del motor está limitada a 1,1 CV (0,8 kW) y es el modo con el que Bultaco dice que se puede alcanzar la máxima autonomía de la Albero, hasta 100 km. En Tour la potencia máxima es 2,0 CV (1,5 kW) y la autonomía es de hasta 75 km. En Sport la potencia máxima es 2,7 CV (2,0 kW) y la autonomía de hasta 50 km. El par máximo es el mismo en todos los casos, 60 Nm.

La batería es de iones de litio y tiene una capacidad de 1,3 kWh. Está anclada a la zona inferior de la viga central del bastidor y pesa 8 kilogramos. Las celdas son de Samsung. Bultaco se encarga de su empaquetamiento e interconexión (conectan en paralelo 14 paquetes de 9 celdas en serie). También son los responsables del desarrollo del módulo de gestión o BMS (del inglés, Battery Management System).
La batería se recarga conectándola a un enchufe convencional Schuko de 230 V utilizando el cargador que proporciona Bultaco (con una potencia de 465 W y una intensidad de salida de 8 A). El tiempo de recarga del 0 al 95 % es de 3 horas. Aunque no es necesario para su recarga, la batería se puede extraer y transportarla a donde se desee. La operación de extracción es sencilla y toma unos 15 segundos (hay que desenroscar el cable de alimentación y girar una cerradura utilizando la correspondiente llave que libera un tornillo de seguridad). Esta batería no se recarga en fases de deceleración ni en las frenadas.


La suspensión es de DNM. Delante hay una horquilla invertida y detrás un monoamortiguador, con 130 y 150 milímetros de recorrido respectivamente. La horquilla delantera es regulable en precarga y extensión. En el amortiguador trasero se puede regular la precarga, la extensión y la compresión. No hay posibilidad de bloquearlas.


Las llantas son de 24 pulgadas, de radios y en ellos van montados unas cubiertas Schwalbe Crazy Bob de 2,35 pulgadas de anchura (24 x 2,35). Llevan cámara con válvula Schrader, de pitorro gordo, es decir, que se pueden hinchar con la misma boquilla que se utiliza para los neumáticos de los coches.

Los frenos son de Magura, de circuito hidráulico y con discos en ambas ruedas de 203 milímetros de diámetro. Las pinzas delanteras tienen 4 pistones y las traseros 2.

Las manetas de freno están conectadas con el sistema de gestión del motor de manera que, al presionar cualquiera de ellas, se interrumpe inmediatamente la alimentación de energía eléctrica hacia el motor. Es una medida de seguridad y de protección mecánica para evitar acelerar y frenar al mismo tiempo. No obstante, este sistema se puede anular fácilmente desconectando un par de conectores que hay en el frontal del manillar. La maneta izquierda activa el freno trasero y la derecha el delantero, al contrario que en una bicicleta e igual que en una moto.


Faro y piloto son de ledes. El faro tiene un sensor de luminosidad que cuando oscurece aumenta la potencia lumínica (hasta 1100 lumen). La intensidad de la luz del piloto aumenta cuando se frena. El sillín es el de una bicicleta, con la misma forma y el mismo sistema de regulación en altura.


El manillar tiene una anchura de 695 milímetros y es prácticamente plano y con los extremos ligeramente torcidos hacia el interior (Bultaco dice para darle un estilo Cafe Racer). En la parte izquierda está el retrovisor, el puño para subir y bajar de piñón y un botón azul que sirve para activar una función llamada Power Control. Power Control es un sistema análogo a un programador de velocidad, pero en vez de mantener constante la velocidad, lo que hace es mantener constante la entrega de potencia del motor eléctrico. Por tanto, la velocidad se mantendrá más o menos constante si se circula en llano, pero disminuirá si se sube una cuesta.
En la parte derecha está el puño del acelerador, el botón de la bocina y el botón (de color rojo) que conecta y desconecta el puño del acelerador (es un sistema de seguridad para que cuando se esté parado, no se acelere involuntariamente).

En el centro del manillar hay una pantalla monocroma que hace de instrumentación. En esta pantalla se ve la velocidad, el estado de carga de la batería, la cantidad de energía que se está demandando y los kilómetros totales y parciales. Debajo de esta pantalla hay dos botones, el de la izquierda para cambiar entre los mapas de entrega de potencia del motor y el de la derecha para poner a cero el cuentakilómetros.
A ambos lados de la pantalla hay una serie de testigos que indican diferentes cosas. Por ejemplo, la superior izquierda se enciende de color verde con la figura de una motocicleta cuando el motor eléctrico está conectado y la inferior del mismo lado se enciende de color rojo con el símbolo de una exclamación para alertar de sobrecalentamiento del motor.

Mi experiencia con la Bultaco Albero 4.5 ha sido muy positiva. Ya había probado antes bicicletas con pedaleo asistido, pero esto es diferente. Es una sensación muy curiosa. Es algo con lo que quizás muchos ciclistas han soñado alguna vez: un acelerador y un motor para evitar el sufrimiento de subir algunas cuestas. En total recorrí 20 kilómetros por la ciudad de Málaga, sin la más mínima gota de sudor a pesar de llevar un casco integral.

Mi primera impresión al subirme a la Albero para regular la altura del asiento fue que me quedaba un poco pequeña (mido 1,85 metros). Bultaco no ofrece distintas medidas para el cuadro, pero lo cierto es que al final me acostumbré, yo creo que debido a que como es una «bicicleta» en la que no se hace esfuerzo al pedalear, la postura sobre ella no es tan crítica.
Para «encender» la Albero hay que aproximar una pulsera o una tarjeta especiales a la parte superior de la instrumentación (la comunicación es mediante tecnología NFC). De inmediato, la pantalla se activa y se tiene acceso al uso del motor eléctrico. En realidad, uno se puede subir en la Albero y pedalear sin más, pero es un vehículo pesado para ese tipo de actividad y mientras que en un llano, a velocidad tranquila, no exige mucho esfuerzo, subir cuestas es una historia muy diferente.

La Albero no sale con absoluta suavidad cuando se gira el acelerador desde parado. El motor eléctrico tiene que poner en movimiento unos 120 kilogramos (42 de la bici más unos 80 míos) y en los primeros instantes de la aceleración se notan pequeñas vibraciones. Estas desaparecen rápidamente para dar paso a una impulsión más suave, sin vibraciones, al estilo de lo que es común en los vehículos con motor eléctrico.

La diferencia de aceleración entre los distintos modos no se nota tanto en el mismo instante en que se gira a fondo el acelerador como en los siguientes segundos. Partiendo de parado, la intensidad de la respuesta del motor en modo Sport no me pareció más contundente que en Eco, si bien apenas medio segundo más tarde se siente que la tasa de aceleración en Sport es notablemente mayor.
He cronometrado la aceleración de 0 a 20 km/h en modo Eco y Sport, sin dar pedales, y el resultado es, aproximadamente, 3,4 y 5,0 segundos respectivamente. Con el modo Sport se llega a 30 km/h en unos 5,0 segundos. Si se dan pedales se acelera más rápido.

La velocidad máxima que alcancé fue 60 km/h. A partir de unos 45 km/h el motor eléctrico deja de empujar, pero si se va por una pendiente descendente es relativamente sencillo superar 50 km/h. Para conseguir alcanzar esa velocidad hay que utilizar el sistema de multiplicación del plato y esto es lo que menos me ha gustado de la Albero. Empujar el pasador del pedalier hacia la izquierda golpeándolo con el talón derecho, exige mirar hacia los pedales y atinar con el golpe de pie. Yo no he llegado a pillar el truco para hacerlo con habilidad.
Fui la mayor parte del tiempo en modo Sport y la agilidad de movimiento que da la combinación de motor eléctrico (por su respuesta instantánea al acelerador) con la ligereza del vehículo en sí es fantástica. De los semáforos se sale con mucha rapidez, se puede avanzar entre los coches con la facilidad de una bicicleta y se tiene la capacidad para cambiar de ritmo con inmediatez girando el puño del acelerador. Los frenos son muy potentes y detienen a la Albero en muy pocos metros.

Desde el puerto de Málaga subí al Castillo de Gibralfaro y al Monte Victoria yendo, cuando las circunstancias lo permitían, a más de 30 km/h sin pedalear. Había ocasiones en que movía los pedales por puro entretenimiento, no por necesidad (ya que están ahí). La gente nos miraba pasar extrañados, con la sensación de que había algún tipo de truco, pues no creo que nunca hayan visto a una bici subir a esa velocidad.
El confort de marcha es como el de una bici con una suspensión de buena calidad, pero no alcanza el de un scooter tradicional con motor de combustión de 49 cm³. El sillín es duro, como el de una bici de montaña. Toda la energía que los amortiguadores no son capaces de disipar llega nítidamente al manillar y el sillín. Si se está acostumbrado a montar en bicicleta esto no es un problema, de lo contrario no es el vehículo apropiado para quien quiera algo cómodo por encima de todo.

La Albero está desarrollada sobre la base de la Brinco, un modelo que Bultaco comercializa desde 2015 y de la que hasta la fecha ha vendido algo más de 2000 unidades. Técnicamente son idénticas, pero la Brinco tiene una preparación que la hace más adecuada para circular por zonas no asfaltadas, mientras que la Albero tiene una orientación urbana. La línea de producción de la Brinco y la Albero está en Montmeló (Barcelona), en una fábrica que perteneció a Derbi.