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Este mes de marzo da comienzo la comercialización de un nuevo neumático de Bridgestone: DriveGuard. Hace unas semanas acudí a su presentación internacional a la prensa, que se llevó a cabo en Niza (Francia) con gran pompa.
Los DriveGuard son unos neumáticos preparados para circular sin aire durante 80 km a una velocidad máxima de 80 km/h. Son, por tanto, unos neumáticos RFT (Run Flat Tire, esto es, que pueden rodar sin presión), pero con la novedad de que son universales, es decir, que valen para la gran mayoría de los turismos actualmente a la venta. Bridgestone explicó su importancia así:

Hay varios tipos de neumáticos RFT. Los que habitualmente fabrica Bridgestone deben su capacidad para circular sin presión al refuerzo de sus flancos, gracias a los cuales son capaces de soportar la masa del vehículo y mantener el adecuado contacto de la banda de rodadura con el asfalto tras un pinchazo. La mayor rigidez de los flancos requiere un ajuste de la suspensión para evitar que el coche que los monta se vuelva incómodo y seco. Por este motivo, Bridgestone desarrolla neumáticos RFT específicos para determinados modelos de las marcas con las que colabora, como Audi, BMW, Ferrari, Maserati y Mercedes-Benz.
La gracia de DriveGuard es que es un neumático RFT universal, que vale para la inmensa mayoría de los turismos (por el momento sólo turismos, no están pensados para ser montados en todoterrenos/SUV ni monovolúmenes). DriveGuard es una suerte de Turanza, pero con la función extra de poder rodar con seguridad después tener una pérdida repentina de presión.

Este neumático está disponible en 19 medidas para su versión de «verano» y 11 en la de «invierno» (disponibles a partir de junio de 2016). Bajo estas líneas se pueden ver todas las medidas con sus correspondientes etiquetas europeas para el agarre en mojado y resistencia a la rodadura.
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Según contó Bridgestone, uno de los problemas a los que se enfrentaron durante el desarrollo de DriveGuard, fue encontrar la rigidez óptima de los refuerzos en los flancos para que fueran capaces de sostener la masa del vehículo sin menoscabo del confort de marcha. La solución fue seguir una filosofía diferente a la que usan en los Potenza RFT. En vez de utilizar unos refuerzos muy concentrados y densos en una determinada franja del flanco, los DriveGuard tienen una franja de refuerzo en el flanco más extensa y menos densa. De este modo, DriveGuard reacciona con mayor progresividad a los impactos de los baches y no es necesario hace un reajuste en la suspensión del vehículo que los monte.
Por otra parte, Bridgestone también señala como una tecnología importante de DriveGuard unas pequeñas aletas que hay en el exterior del neumático, recorriendo la circunferencia del flanco. Se llaman «cooling fin» y su misión es disipar parte del calor (su diseño facilita el intercambio de energía con el aire del ambiente) que se produce en la zona de los refuerzos cuando el neumático rueda sin presión, ya que de lo contrario la degradación del caucho sería más rápida.
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He probado brevemente los Bridgestone DriveGuard en un Peugeot 308. Rodé al principio con el neumático delantero izquierdo completamente deshinchado. Noté dos cosas. La primera, que por el lado del neumático pinchado se oía un ligero ruido que yo atribuyo al movimiento de la goma sobre la llanta. Es un ruido que si se va con la radio encendida probablemente pase desapercibido. La segunda cosa que noté es que el coche tiene mayor facilidad para hacer los giros a izquierdas (hacia la rueda deshinchada) que a derechas. Son unas sensaciones que, en cuanto desvías parte de la atención de la conducción a otras cosas (por ejemplo, a hablar con el acompañante) pasan desapercibidas, porque el coche no da la impresión de volverse inseguro o inestable. Es por este motivo por el que Bridgestone recomienda encarecidamente, aunque no sea estrictamente obligatorio, que los coches que monten estos neumáticos vayan equipados con un sistema de detección de pérdida de presión (o TMPS, de Tire Monitoring Pressure System).
A continuación, un vídeo en el que se ve el comportamiento del neumático DriveGuard cuando va pinchado y se toma alguna curva, así como cuando se circula por una vía rápida entre 80 y 100 km/h. Inflados a la presión correcta, estos neumáticos no me transmitieron ninguna sensación especial: los baches llegaban bien filtrados al habitáculo, el ruido de doradura era normal y el agarre parecía correcto.