El BMW i5 Touring compite en el mercado en una zona poco explorada y competida, la de los coches eléctricos con carrocería familiar. De sus características sólo está el Audi A6 Avant e-tron y el Volkswagen ID.7 Tourer.

Respecto a ellos, el I5 Touring sobre sale por su longitud —5,06 metros— y también por la potencia de su versión M60, que es con la que hemos hecho el eslalon y la prueba de esquiva.

El i5 M60 xDrive Touring tiene 601 CV, desarrollados por dos motores, uno en cada eje (ficha técnica). Gracias a este sistema de tracción total no suele haber problemas de tracción en asfalto seco a pesar del elevado par, que es de nada menos que 795 Nm, disponible en cuanto se hunde el pie en el pedal del acelerador.

Además de muy potente es un coche pesado: 2495 kg. La batería supone un lastre evidente, pero aun con ello resulta que este coche eléctrico es más ligero que su némesis de gasolina, el M5 Touring. Este deportivo familiar pesa 55 kg más, aunque tiene una relación entre peso y potencia favorable gracias a los 727 CV de su sistema híbrido enchufable con motor de gasolina V8.

El i5 M60 xDrive Touring no tiene un enfoque tan radical, pero sus prestaciones quitan el hipo. Literal. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, sólo tres décimas más que el M5. Y no deja de ser un coche suficientemente confortable en el día a día.

¿La potencia compensará el peso en el eslalon?, ¿el tamaño supondrá un problema en la esquiva?, ¿servirá de algo la dirección a las ruedas traseras? Las respuestas a estas preguntas (y quizás a alguna otra que tengáis) están en el siguiente vídeo: