Audi vuelve a cambiar el nombre de sus modelos. Y lo hace, bajo mi criterio, de manera acertada: a mayor número, mayor tamaño de coche. No ha tardado dos años en dejar atrás la idea que tuvo en marzo de 2023 —destinar los números pares a los Audi eléctricos y los impares a los de combustión— y retomar el sistema que empleaba anteriormente.
Decisiones pasadas que tuvieron consecuencias como la existencia en la gama de dos coches llamados Q8. Uno, el Q8 de siempre, el SUV con motores de combustión. El otro, el Q8 e-tron (anteriormente llamado Audi e-tron), que es un SUV eléctrico que nada tiene que ver con el Q8 de combustión, ni en lo que se ve ni en lo que no se ve.
También que el actual A5 es un turismo de cinco puertas —carrocerías berlina y familiar—, que reemplaza al anterior A4 —sedán de cuatro puertas y familiar de cinco— pero no al A5 —berlina de cinco puertas—.
El primer modelo que comenzará a usar la nueva nomenclatura (o retomará en original, lo que ustedes prefieran) es el nuevo A6. Del A6 ya conocemos la variante eléctrica y pronto, el cuatro de marzo, conoceremos la de combustión. Por tanto, en la lista de precios habrá un A6 Avant TFSI y un A6 Avant e-tron. Sencillo.
¿Y si cambiase también el nombre de las versiones?
Si Audi ha cambiado el paso con el nombre de los modelos, ¿podría corregir el sistema que emplea para identificar a las versiones?
De toda la vida (o casi), detrás del nombre del modelo se añadía el tipo de motor. Era fácil saber que un A4 1.8 tenía un motor de gasolina de 1,8 litros mientras que un A4 1.8T lo tenía con turbocompresor. O que un A4 2.4 llevaba el motor de 2,4 litros. Lo mismo ocurría con los TDI.
Pero con otra decisión controvertida tomada en 2017, Audi reemplazó ese sistema por otro, también numérico, con el que se identificaban las versiones por el intervalo de potencias. De este modo, a los motores de entre 81 y 96 kW (110 a 131 CV) les correspondía el nombre 30, a los de 169 a 185 kW (230 a 252 CV) el 45 y así con todos los demás.
Cierto es que tanto BMW como Mercedes-Benz, sus rivales principales, tampoco nombran sus versiones de modo tan claro como el que empelaba Audi, pero ¿tuvo sentido cambiar algo que era claro por algo que no lo ha sido tanto?, ¿en algún momento cambiará también esa decisión?