Un privilegio de ser directivo de una marca de automóviles es la de conducir un coche de empresa que cambias con mucha frecuencia. Normalmente el cambio se produce cada seis a nueve meses o cuando se alcanza un determinado kilometraje (raro es el caso en el que se permite sobrepasar los 10.000 Kms.). El cambiar en tales plazos y/o kilómetros se debe a que está estudiado que ese es el mejor momento para compensar la depreciación con un buen valor de venta.
Hace tiempo un amigo me comentó un aspecto de dicha circunstancia en el que no había caído: “Tienes suerte, siempre conduces un coche con olor a nuevo.”
Nunca había dado importancia a la faceta olfativa relacionada con que parte de mi retribución venga en forma de vehículo de compañía, hasta que hace unos meses participé en un análisis de marketing sobre el olor que le debíamos dar a nuestros coches.
Todos sabemos distinguir lo que es el olor a “nuevo” en un coche. Es un olor peculiar, derivado en su momento de las emanaciones de los diferentes plásticos y adhesivos usados en la fabricación. No es un olor agradable (no conozco ninguna línea de fragancias que comercialice un producto con olor parecido, ni lo veo a la venta entre los diferentes ambientadores que se ofrecen en las gasolineras) pero es un olor claramente asociado al hecho de estrenar un coche, a sus primeros kilómetros de vida, a la sensación de estrenar algo caro y especial.
Insisto en la faceta de que dicho olor no es un olor agradable, es un olor sugerente por lo que lleva implícito: el tener coche nuevo. Supongo que es una sensación placentera que todos intentamos estirar lo más posible, hasta que los olores del exterior, de los diferentes refrescos y comidas que tomamos mientras conducimos, de nuestro propio olor corporal, del tabaco, de los niños, de los animales, de los ambientadores etc. acaban por hacerlo desaparecer. Empiezo a creer que llegado ese momento para muchos el coche deja de ser “oficialmente nuevo.”
Lo fascinante del tema de los olores es que, en estos momentos, el proceso de fabricación de un coche da como resultado un producto prácticamente inodoro. Vamos, que el olor a nuevo ha desaparecido.
Desde hace años se ha evolucionado de forma drástica en el tema de las alergias, procurando ofrecer coches que no tuvieran emanaciones que provocaran reacciones negativas en el consumidor, y eso en la práctica ha supuesto crear coches que, literalmente, no huelen a prácticamente nada.
Por lo tanto, cuando usted estrena coche (o se monta en el de un directivo de la marca) lo que está oliendo es una fragancia introducida de forma posterior (pero sí dentro del proceso fabril) con el único fin de dar al coche “olor a nuevo”. Ya no es una consecuencia del proceso de fabricación, es la forma de mantener una característica de cuando se fabricaba con materiales que sí olían.
Por lo tanto, si es un olor añadido, ¿se podría hacer un coche con olor a otras cosas?
Claro que se podría. Sería mucho más fácil (la industria cosmética seguro que colaboraría) hacer coches con olor a lavanda, eucaliptus, rosas o jabón de Marsella, pero es ahí donde los informes te dicen que eso sería un error.
La gente no quiere un coche que huela bien, quiere un coche que huela a coche nuevo.
Por lo tanto, intentos realizados de dar otra serie de fragancias al interior (por ejemplo Citroën con sus dispensadores de olores donde el conductor podía elegir el olor que el sistema de aireación emanaba) apenas han tenido éxito.
La paradoja es que siendo un olor tan apreciado, nadie es ajeno a que no es un olor objetivamente agradable, y que por tanto no está disponible ni en sprays ni en colonia ni como fragancia del suavizante de ropa. Para una marca de coches sería fácil crear un ambientador con dicho olor que permitiese prolongar en el tiempo la sensación de estreno, pero es posible que fuese un fracaso en el sentido que quien lo comprase estaría reflejando su deseo de prolongar artificialmente la imagen de estreno y juventud de su coche. Sería algo así como el botox del automóvil, y eso es demasiada vanidad para muchos.
Por lo tanto, seguiremos adelante investigando sobre olores que incorporar a los coches y que sigan siendo asociados a tener coche nuevo más que ser asociados a un olor agradable.
No crean que es algo fácil, ya que la frontera entre “huele a pegamento” y “huele a coche nuevo” es mucho más tenue de lo que cualquiera podría creer (el pegamento era originalmente el mayor responsable del olor de un coche), y aunque en el entorno ayuda (uno cuando huele algo en un coche nuevo tiende a asociarlo a que el coche es precisamente nuevo) es fundamental no ir más allá de lo necesario tanto en el tipo de olor como en la intensidad del mismo.
En la próxima entrega hablaremos de otro sentido que influye claramente en el proceso de compra: el oído.
Pues a mi me encanta, ojalá pudiera encontrarlo en spray a ver que tal huele… 🙂
A mí me gusta (el mío aún huele un poco a nuevo, ¡y eso que va a pasar su primera ITV el mes que viene!). Además, es algo implícito a la marca: los coches de una misma marca huelen muy parecido.
En mi coche aun se aprecia bastante ese olor a «nuevo» despues de 11 meses, y ciertamente, es una sensación agradable, que conforme pasa el tiempo uno quiere que ese olor perdure todo lo posible.
Hola a todos.
La idea de Citroen no era del todo mala. El problema era, como siempre, que el precio de los recambios del ambientador era una clavada -como suele pasar con las piezas o recambios originales aunque sean after-market-. Lo sé porque intervine una temporada en el foro del C4 Picasso cuando anduve interesado en ese coche y con los foreros e incluso con algún comercial del foro surgió este tema.
Lo de los olores es como lo de los colores. A cada persona le gusta un tipo de perfume o varios.
También entra su trabajo, el del márketing: Vendan una fragancia publicitando que huele similar al interior de un Ferrari o de un Bugatti y verán cómo se las quitan de las manos.
Saludos desde Zgz.
Se les llama «narices» a los profesionales que determinan cuál es el olor que debe tener un coche. Y también hay «oídos» que escuchan cómo debe de sonar el escape o cómo debe de sonar la puerta al cerrarse. Muchas de estas percepciones son asociadas con ideas de robustez y fiabilidad, deportividad, etc. Antes las marcas ponían mucho empeño en ello. Mercedes lo hizo hasta que decidió convertirse en una más, basta oír cerrarse la puerta de un W124 por ejemplo, y uno de los epítomes de cómo debían oler y sonar las cosas de la historia reciente de la automoción lo hizo Lexus, con su primer LS.
Tengo un XJ40 cuyo interior tiene un olor intenso y que percibo como de calidad. Es un olor del cuero, es fuerte, y es muy agradable.
En cualquier otro coche que haya llevado, un año basta para que los millones de pedos que uno puede dejar escapar entre el trayecto A al B enmascare cualquier olor, de calidad o no, que pudiera traer el coche, afinado por narices.
Sí. Todos nos tiramos pedos en los coches. Sobre todo, cuando vamos solos. La posición fuerza el vientre. Y luego sonreímos.
Niéguenmelo, si tienen valor.
JM
Es usted un guarro. Yo no me tiro pedos en el coche ni cuando estoy solo. Seguro que usted también se hurga la nariz en los semáforos mientras mira hacia el vacío infinito. Que sepa que hacerlo en un XJ40 no hace que sus mocos sean menos verdes ni pringosos, ni sus vegetarianos pedos más distinguidos. Que guarro, chiro, marrano. . 🙂
Apuesto que vuecencia también orina colonia y no necesita desodorante que enmascare una fragancia propia entre la vainilla y el palisandro.
Los demás, mortales, hacemos PRRRRRÁ! (<—mire, mire, con letra negrilla) y se nos escapa una sonrisilla culpable.
Simples que somos :p
JM
[…] “Este es el mejor coche que he tenido jamás. Lo compre en 1957. […]
Tenía ese olor a coche nuevo, que es el mejor olor del mundo.
Reflexionó.
-Excepto el olor a coño, quizá.”
[…]
Extraído de la novela de Stephen King “Christine”
Creo que el olor a coño (como el olor a nuevo, por otra parte) nos agrada mas por lo que evoca que por lo placentero del olor en si.
@6,
Me estoy imaginando mear colonia y lo único que me sobreviene es un profundo escozor. No sé porqué se toma como una expresión de lo más fino, cuando lo que tiene es que doler un huevo.
@7,
Ah… qué recuerdos…
(por el libro, claro)
Vaya, como han ido degenerado el post :-DD so escatológicos.
El de los Seat de la época del 850, 124, 1430 y así también era un olor peculiar, vas a un evento de clásicos, asomas la cabeza para oler, y sigue ahí …
#3 +1
Yo tengo una Grand C4 Picasso y la idea es excelente, con unos perfumes muy bien elegidos, muy suaves y «neutros», pero a 30 euros el recambio cuando el «ambipur car» del Mercadona vale 2… aunque uno huela a rosas y el otro a «mierda», por decirlo de alguna manera.
Yo los compro, y una caja con dos recambios aguanta cerca de un año. Puntualmente es caro, que es lo que hace que la gente no los use, pero a largo plazo tampoco lo son tanto comparado con los ambientadores tradiciones y con su calidad de «ambientado».
JC
el problema es que el ambipur car y sucedaneos se come la capa de goma de los plasticos de los aireadores. Y cambiarlos si que sale por un pico.
Me encanta en olor a nuevo. De hecho, algunos fabricantes comercializaban en postventa ese olor embotellado en dosificadores.
La calidad del aire del habitáculo es un caballo de batalla importante para las ventas, asi como la ingeniería de materiales. No me quiero adelantar, pero la elección de materiales del interior tiene que ver con el tacto, el olfato y la vista, supongo que McRae nos informara sobre esto. Pero a modo de avance, decir que hay bases de datos de materiales y de olores. A la hora de diseñar un vehículo se hace encuestas ciegas a clientes potenciales para saber que materiales les agradan mas y cuales menos, que olores son mas agradables, etc, etc. Esta «cartografía de preferencias» determina con mucha precisión las cualidades sensoriales que deben trasladarse a los proveedores para responder a la expectativa de los clientes. Esta cartografía evoluciona constantemente.
En cuanto al olor, los materiales en los que se fabrican los guarnecidos, asientos, salpicaderos y todo tipo de recubrimiento interior si tienen olores aunque ciertamente los fabricantes hacen vehículos neutros, pero por ejemplo, un fabricante de asientos tuvo que cambiar el catalizador que usaba para fabricar la espuma, que contenia aminas que desprenden un característico olor por otro catalizador que hace que la espuma no exhale moléculas de olor al aire del habitáculo. No se si en todas las marcas hay gente con narices sensibles, pero en unas cuantas hay gente muy experta que sabe catalogar las calidades de los polipropilenos solo por el olor que desprenden, por poner un ejemplo.
Perdón por el tocho, me fascina esta fase de la fabricación de vehículos. Es un tema que da mucho de si.
Olor a nuevo es otra forma de decir que huele a limpio. Un coche usado enmascara ese olor con sudor, polvo e imagino que pedos, como dice JotaEme. El suavizante de la ropa – el de fragancia tradicional – no huele particularmente bien, no me lo pondría encima como si fuera colonia, pero es agradable en las sábanas. Lo mismo ocurre con los productos para limpiar el baño o la cocina, reconforta por la sensación de limpieza. Es un olor asociado al objeto y al momento, y sirve para que cuando le enseñas el coche al cuñado, éste invariablemente diga «¡mmmm, cómo huele a nuevo!».
Los fabricantes no deberían descuidar ese momento supremo en que le enseñas el coche nuevo a la familia. Me temo que muchos compradores planifican y fantasean con ese momento mucho antes de decidir la compra. Y los olores, las lucecitas y el ruido de las puertas al cerrar son fundamentales.
Por cierto, ¿alguien sabe cuántos clientes deciden la compra cuando prueban el coche en carretera, y cuántos – o qué porcentaje mejor dicho – cuando se sientan en uno, en el concesionario?
P.D. Ruego me diga qué pegamento puedo comprar en el Mercadona para restaurar el olor a nuevo de mi coche, al poco de comprarlo varios vómitos infantiles arruinaron el momento =)
El adjetivo «objetivo» no está bien usado.
Todo esto se mueve por percentiles. Hay un cierto percentil de la población al que desagrada el típico olor a nuevo en un coche.
A mí señora, sin ir más lejos.
Ella tiene un olfato finísimo… (es capaz de descubrir en cualquier guiso varias especias que yo no sé ni que existen; -«a esta sopa le han puesto coriandro» – ¿Qué leches es el coriandro?).
Le fascina el mundo de los olores y las esencias… y posiblemente por tener un olfato tan fino y delicado, le desagrada profundamente el «olor a coche nuevo».
Sr. McRae, estupendo artículo. Es interesantísimo que nos alcance estas interioridades de los fabricantes de coches. Espero que no tarde mucho la segunda parte.
No se preocupe por la variante escatológica que han tomado los comentarios. Todo es culpa de quien firma el mensaje número 4.
[b]You are not so smart[/b]
@15: FAIL!!!!
JM
Yes you are
🙂
Que complicación más absurda.
EJ25MT5Oiga deje usted de espamearle la entrada al autor.
JM
¡Sorprendente! No puedo añadir nada mas.
Cuando estamos juzgando un coche en un concesionario, somos esclavos de nuestros sentidos.
Hace un par de meses acompañé a una amiga que pretendía comprar un utilitario nuevo, y el olor que tienen los Opel Corsa en el interior (más cercano al de la manteca que al del pegamento) produce cierto rechazo. Finalmente se decantó por otro modelo, aunque el aspecto exterior fuera el argumento decisivo.
Yo sí creo que el olor a nuevo es agradable «per se». Curiosamente, mi viejo Golf del ’93 hasta hace poco desprendía un olor que a todo el mundo le parecía «olor a nuevo». Tenia el tapizado del techo un poco descolgado ya por delante y la cola hacía olor. Cuando cambié el tapizado tuve el techo una semana en el recibidor esperando a poner la nueva tela. El olor del recibidor era delicioso, cada vez que salía de casa me recreaba en él. Ahora, con el nuevo techo, el coche huele básicamente a nada 🙁 (o eso me parece a mí).
El tema de los ambientadores me preocupa especialmente. He «pateado» ya varias tiendas de accesorios para automóvil y algunos hilos en páginas especializadas en detailing y todo lo que se ofrece son fragancias tradicionalmente consideradas «agradables», pero que para mí no van nada con un coche. No tengo especial interés en que el interior huela a limón o a frutas tropicales. Suelen ser olores fuertes además, supongo que para que el consumidor note que realmente compró algo que huele.
Otra cosa que no me gusta de los ambientadores que se venden es que son muy visibles. Soy amante de la sencillez, me gusta ver mi salpicadero libre de apéndices extraños tipo Parrot, radio Cd’s con pantalla, cosas que cuelgan del retrovisor, o el tipico dosificador de Ambipur. Dicho de otra manera, para mí el olor no debería cobrar esa dimensión visual del pino colgado del retrovisor en otras cosas bastante más horrosas.
Serg compra ambientador en spary, lo guardas en la guantera y lo utilizas cuando pases por algún sitio que huela mal.
Un saludo
#12 Exeo.
En el tema de los olores de los plásticos se utiliza una norma y procedimiento similar al que Javier Moltó comentaba para la climatización de los coches.
Básicamente consiste en cortar trozos de plástico de la pieza a analizar (asidero puerta, techo, carcasas asiento, tapas salpicadero, etc), se introduce en un recipiente de cristal con tapa y se calienta a 50ºC (si alguno tiene acceso a las WERS de Ford que confirme los datos).
El jefe/jefa de laboratorio llama a otros dos colaboradores y por turnos van abriendo el recipiente de cristal y cada uno debe valorar si el olor emanado es agradable, desagradable o neutro. Se realiza una tabla con las puntuaciones y se incluye en el dossier PPAP.
Cada marca tiene un olor característico, P.ej Volvo (hace años por lo menos), y a mi sinceramente es algo que me encanta. En esta vida además los coches tienen un olor especial, como los zapatos nuevos, los frigoríficos o los hornos.
Ráfagas, GTO.
Es curiosa la manera tan primaria con la que nos relacionamos con el automóvil, a pesar de ser éste un objeto esencialmente tecnológico.
Al final va a resultar que es nuestro cerebro reptiliano el que toma la decisión de compra del coche.
La segunda parte ya está tardando.
…—- Actualizado un articulo del Blog de muy interesante- Nueva actualizacion de la declaracion de Jane Tanner Durante la operacion antidroga en la escuela de Auch los gendarmes fueron acompanados de un perro pistero para olfatear a los alumnos con el fin de detectar el olor de cualquier sustancia ilegal… En la desaparicion de la pequena en Portugal los perros detectaron en varios lugares del apartamento y en un coche olor a sangre… Por que si estamos buscando justicia en nuestro sistema judicial permitimos a los abogados defender a sus clientes mintiendo para y sobre ellos?Por que una mujer que pierde a su hija durante un mes sin casi preocuparse por la inocente nina que miente sobre haber dejado a Caylee con una ninera y abandona el coche familiar con un cierto olor a cadaver en el maletero se le da el lujo de un equipo completo de abogados sobre pagados para conseguir librarla de su crimen?Por que cuando esta mujer comete obstruccion a la justicia una y otra vez sigue siendo tratada con panos calientes y no es acusada tambien por esos delitos?