En más de una ocasión, diversos lectores más o menos asiduos de este blog, han celebrado diversas anécdotas que he relatado de entre las muchas que, a lo largo y ancho de bastantes décadas y muchos centenares de miles de kilómetros, me han ocurrido en el desempeño de mi profesión, y me han animado a que me prodigue algo más en exponerlas en este foro. Pues bien, la de hoy, muy reciente, maldita la gracia que tiene, pero la cuento con la esperanza de que no pase de ser eso, una anécdota, y no el indicio de una situación que pudiera considerarse más o menos habitual; porque de ser así, apañados estamos. En cuanto al titular, el hecho de hacer constar en el mismo la condición de jovencito del agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que protagoniza (al alimón conmigo) esta esperemos que anécdota, no la modifica en sí misma, pero sí que añade el preocupante síntoma de que algunos estilos de actuación no mueren tan fácilmente, pese a que las condiciones sociopolíticas hayan evolucionado a lo largo del tiempo. En concreto, dicho agente no había ni nacido cuando Franco murió, pero representa, evidentemente para mal, la perpetuación de un estilo de trato con el ciudadano que ni siquiera en aquellos tiempos pretéritos era representativo de la mayoría de los agentes del cuerpo; aunque sí, por desgracia, de una minoría no despreciable.
Me han puesto una multa; esto no constituye ninguna noticia, porque le ocurre a todo aquel que rueda mucho. A lo largo del mucho tiempo a que antes hice referencia, he tenido unas cuantas de aparcamiento; no muchas, ya que por suerte ni ruedo demasiado en tráfico urbano (ahora, porque sí lo hacía en los tiempos de mis pruebas para “Velocidad” y “Autopista”), ni tengo que aparcar en la calle con frecuencia, ya que siempre he dispuesto de garaje tanto en mi casa como en la redacción; ni una sola, hasta hoy, por saltarme un semáforo. Algunas más por exceso de velocidad, la mayoría en zona de limitación genérica y unas pocas en zona específica, del tipo de circunvalación despejada pero con limitación de zona urbana (cazadero muy rentable para los radares). Mi conciencia está tranquila, al margen de por mi ya bien conocida postura respecto a ciertas limitaciones, por el hecho muy significativo de que sigo vivo, de que nunca ha causado un herido (ni tan siquiera leve) ya sea peatón u ocupante de vehículo propio o extraño, y de que nunca he chocado contra otro vehículo (a la inversa, por desgracia, sí que me ha ocurrido varias veces). En contadas ocasiones me he salido de la carretera, siempre con tráfico prácticamente nulo, y casi siempre en carreteras secundarias. Creo que, dada mi profesión, es un balance bastante favorable. Así pues, lo de una multa más no constituye motivo de alarma.
Pero sí lo constituyen las circunstancias de la misma: por evidentes razones, los lectores comprenderán que a esta entrada no le acompañe ningún documento gráfico, por lo que tendrán que conformarse con un relato más o menos pormenorizado. Así que, para entrar en situación, empezaremos por reproducir el texto concreto de la denuncia: “No respetar una marca longitudinal continua, sin causa justificada. Dicha línea es rebasada al desplazarse lateralmente invadiendo parcialmente el carril destinado al sentido contrario”. De la redacción se deduce un comportamiento errático e ilógico, porque lo habitual sería hacer eso al recortar una curva o al intentar, iniciar o sobre todo rematar un adelantamiento; pero no, se reconoce que es “sin causa justificada”, y además parcialmente, sólo con las ruedas del lado izquierdo, a juicio del denunciante. No dice que era en plena línea recta, como así fue; pero no adelantemos acontecimientos. Tal y como queda redactado, no parece sino que se trata de la conducción de alguien muy distraído, o que se duerme al volante, o que conduce bajo la influencia del alcohol o de alguna droga psicotrópica o alucinógena.
Y ahora vamos con mi descripción de la situación: todo ocurrió en una recta en suave cuesta abajo tras de un cambio de rasante, alineado con la recta que nos ocupa; la línea continua comienza bastante antes del cambio de rasante (como es lógico) y se mantiene así durante toda la recta e incluso en la suave curva a derechas que le sigue, cuando la carretera entra ya en llano y en una enorme recta con plena visibilidad (en realidad la hay desde lo alto del rasante), acabando la línea continua y pasando a discontinua en cuanto se sale de la citada suave curva y empieza la gran recta. La razón de que, superado el rasante, se mantenga la línea continua, habiendo visibilidad en todo lo que alcanza la vista, es que al final de la bajada, casi coincidiendo con el inicio de la suave curva a derechas, y por el lado izquierdo (visto desde el sentido de bajada que nosotros llevamos), aparece una carretera secundaria; por el lado derecho no confluye ninguna otra carretera. Para hacer un eventual giro a izquierdas según bajamos y entrar en dicha carretera secundaria, no se gira por las buenas, ni hay carril central auxiliar para hacer en él un “Ceda el paso” o un “Stop”, sino que, al contrario, hay un corto tercer carril a la derecha, ensanchando el arcén, para hacer ahí un “Stop” y girar cuando no venga nadie en ninguno de los dos sentidos por la carretera principal, que es la que nosotros traíamos. Dicho giro, y la posibilidad de que de la carretera secundaria salga algún vehículo para tomar cualquiera de los dos sentidos de nuestra carretera principal, justifica plenamente que la línea continua se mantenga hasta salir de la curva de abajo y embocar la gran recta.
Desde lo alto del rasante hasta el inicio del tercer carril dispuesto a la derecha para luego poder girar a la izquierda hay casi exactamente 200 metros (lo he comprobado en repetidas ocasiones, tras de la denuncia); entre la longitud de dicho tercer carril, y el desarrollo de la curva a derechas, otros 200 metros hasta salir a la gran recta y que la línea continua se convierta en discontinua. Y lo ocurrido fue esto: antes de llegar al inicio de la línea continua, previo al posterior rasante, alcancé a un Renault Clio que iba a una velocidad muy conservadora (calculo que sobre 70/80 de aguja), pero al que ya desde algo más lejos advertí que no conseguiría adelantar antes de la línea continua, por lo que levanté el pie y me fui aproximando a él durante la subida al rasante. Al coronarlo estaba a una distancia más que razonable, que mantuve durante los primeros metros de la bajada, sabiendo que mi oportunidad de adelantar llegaría 400 metros más adelante, una vez superadas la bajada, el cruce y la suave curva.
Pero resulta que en el tercer carril ya estaban estacionados un coche de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y un turismo, con cuyo conductor (no recuerdo si fuera o dentro del coche) estaban hablando los dos agentes (eso de llamarles “números” siempre me ha parecido muy feo, por más que pueda ser la denominación correcta). Pero al ver que bajaban más coches, uno de los dos dejó la conversación, se situó más o menos en la línea de puntos que separa al carril normal del de desviación, y le hizo señas al Clio para que se apartase a dicho tercer carril. Entonces, a la vista de todo ello, yo me hice la siguiente composición de lugar; que sigo suponiendo que era válida, pues nunca el agente dijo posteriormente nada en sentido contrario: como el pobre hombre del Clio no había hecho nada incorrecto en los 100 metros de línea recta en bajada, que es todo lo que nos pudo haber observado el agente, supuse que estaban haciendo una de esas comprobaciones rutinarias de pedir el carnet y los papeles del coche, y que como ya habían acabado con el coche anterior, ahora le tocaba al Clio. Su conductor frenó, y yo también pero algo menos, desviándome suavemente hacia la línea central y a la vez acortando progresivamente la distancia entre ambos, para continuar viaje en cuanto el Clio se hubiese desviado al carril auxiliar. Pero en ese momento, el agente salió al centro de mi carril, y con gesto conminatorio, me indicó que yo también me desviase a dicho carril auxiliar; así lo hice, y fin del primer acto.
Nuestro agente, el jovencito del titular de esta entrada, se aproxima y me dice: “Le voy a sancionar por haber pisado la línea continua y haber invadido el carril contrario”. No me lo podía creer, así que le pregunté: “¿Pero dónde: arriba en el rasante, bajando, o ya aquí abajo?” Parecerá chusco, pero no conseguí sacarle el lugar, más o menos aproximado, donde yo había realizado la fantasmal maniobra de, en presencia de la Guardia Civil, venir siguiendo a un coche, y echarme a la izquierda hasta el carril contrario, para luego volver al mío. Porque le pregunté, también sin obtener respuesta: “¿Acaso ha observado en algún momento que haya intentado adelantar; y para qué me iba a salir del carril en plena recta, en prohibido, con la Guardia Civil y una curva delante, si el “permitido adelantar” está en la recta siguiente, a no más de 300 metros?”
Sigo indagando y le pregunto que cuánto cree haberme visto haber invadido el carril contrario, y durante más o menos cuanta distancia, y tampoco responde. Le acepto haberme desplazado hasta la línea central, y hago constar que, en cualquier caso, no subía nadie en sentido contrario, con total visibilidad; ¿dónde estaba pues el peligro, aunque hubiese colocado mis ruedas de la izquierda justo tocando la línea durante unos metros? Le pregunto si es que estamos midiendo por las ruedas, o por lo que desborda la carrocería respecto a éstas, y tampoco contesta. La única explicación que obtuve fue: “Yo sé lo que he visto”. Le hago notar que dada su colocación en el carril auxiliar, y dado que yo venía detrás del otro coche y algo más desplazado hacia el centro (el del Clio iba bastante pegado a la derecha), el Clio no le permitía ver la posición de mis ruedas, lo cual le pone muy nervioso, al darse cuenta de que esto era así.
Comprendí que no había nada que hacer, y me resigné; pero finalmente llegó el último fuego de artificio, cuando me perdona la vida diciendo: “y dé gracias que no le denuncio por no guardar la distancia de seguridad”. Le replico que iba un tanto próximo al Clio porque mi intención era adelantar en cuanto estuviese permitido, y por otra parte, como ya me daba igual ocho que ochenta, le pregunto: “¿Podría Vd definir la distancia de seguridad?”; se quedó en blanco durante unos cuantos segundos, y cuando se repuso, y para salir del paso, me contesta: “¿me lo puede decir Vd?”. Ya te tengo, pensé para mí; porque precisamente acababa de escribir sobre ello en mi columna de “Tribuna de Automoción”, por lo que le replico: “Pues sí, sí que puedo. Según el artículo 54.1, lo único establecido es que “todo conductor que circule tras de otro vehículo deberá dejar entre ambos un espacio libre que le permita detenerse, en caso de frenado brusco, sin colisionar con él, teniendo en cuenta la velocidad y las condiciones de adherencia”.
Se quedó absolutamente cortado, y tras pensárselo un momento, dice: “¿Y eso quien lo decide?”; a lo que le respondo que “tal y como de la propia redacción se deduce, quien lo decide es, evidentemente, el conductor que va detrás, que es el que debe saber la velocidad que lleva, los frenos de los que dispone y calcular con sobrado margen la adherencia del pavimento”. Sin saber por donde salir, suelta la frase lapidaria, lo que nos retrotrae en el tiempo entre 70 y 35 años: “Pues aquí la autoridad de Tráfico soy yo, y la distancia de seguridad es la que yo juzgo adecuada”. Ya me daba todo igual, así que le respondí: “Me parece muy pretencioso por su parte pretender saberlo mejor que quien va al volante; y más en mi caso concreto, que llevo conduciendo en plan profesional desde antes que Vd naciera; para una vez que yo me equivocase, Vd lo habría hecho cien veces. Y además es muy subjetivo: según de qué humor esté Vd, una vez la parecerá que basta con 20 metros, y otra que 60”; y aquí se acabó el diálogo. Me sentía muy seguro, puesto que hay dos aspectos de la conducción imposibles de cuantificar, y por ello el Reglamento no lo hace: la llamada distancia de seguridad, y el margen para realizar la maniobra de adelantamiento cuando un tercero viene de frente; es tal la cantidad de variables a manejar que el único que puede hacerlo (bien o mal) es el propio conductor.
Pasado el calentón, me puse a repasar la situación una y otra vez, y acabé resumiéndola en un par de preguntas: ¿por qué le paró al Clio, que bajaba despacito y bien arrimado a su derecha, y porqué me paró luego a mí? A la primera pregunta ya creo haber respondido; sin duda se trataba de uno de esos controles rutinarios, que no sé si son eficaces de cara a recuperar coches robados, pero al menos sí para detectar los que no llevan el seguro en regla. Pero también sirven para justificar una labor, pues en ocasión he comprobado cómo apuntan el nombre del conductor, su número de permiso y la matrícula, y te dejan seguir sin más explicaciones. Y aquí nos encontramos con un tema bastante espinoso, pero que hoy no estoy dispuesto a obviar: el de la repercusión en el ciudadano de a pie de la situación laboral de los funcionarios en general y de los agentes de la Agrupación de Tráfico en particular. Con el funcionario de ventanilla (o mesa), ya sea municipal, autonómico o estatal, puedes tener problemas que te hagan perder mucho tiempo (y la paciencia); sólo en contadas ocasiones puede dar lugar a una sanción pecuniaria, pero suele ser por lo enrevesado del sistema, más que por culpa del propio funcionario.
Pero lo del tráfico es distinto; de entrada, existe la presunción de veracidad en lo que el agente afirma, cosa que con el funcionario civil no existe, pues trata de papeleo, y si lo llevas todo bien preparado, lo más que te pueden hacer es perder un poco más o menos de tiempo. Y en el tráfico se juzgan situaciones, como la que he relatado y otras similares, que se desarrollan en cuestión de segundos y que dependen de la observación subjetiva y más o menos acertada del agente, y de su estado de ánimo en ese instante. Pero hay más: hace no mucho hemos tenido una huelga de “bolis caídos” durante la cual sólo se denunciaban infracciones muy peligrosas, y desde luego no nos hubiesen parado ni al Clio, ni a mí, ni al otro que ya estaba antes. Y por otra parte, las propias organizaciones sindicales de los agentes denuncian (aunque sus mandos lo niegan con la boca pequeña) que hay presiones para multar más o menos según no se sabe (o sí se sabe) qué circunstancias, y que las presiones se reflejan en mejores o peores fechas para las vacaciones, días libres, etc. etc. Y el ciudadano de a pie, a expensas de todo ello, sin comerlo ni beberlo; no hay duda de que los agentes tendrán sus buenos motivos para quejarse de su situación laboral (¿y quién no?), pero la diferencia es que, en su caso, la solución de su problema pasa por creárselo a alguien que no tiene nada que ver.
En este país todavía nos queda bastante para interiorizar nuestra condición de ciudadano que paga sus impuestos (de “tax payer”, que dicen los anglosajones) y de hacerla valer ante los funcionarios. En una ocasión tuve un intercambio de opiniones con otro agente de tráfico, y como adoptó una actitud un poco brusca le recordé que una pequeñísima parte de lo que cobraba salía de lo que yo pagaba de impuestos, así que le exigía un trato un poco más cortés; como en el caso del jovencito, intentó retrucar diciendo que él también pagaba impuestos, pero le tuve que hacer notar que yo no cobraba ni un céntimo de ellos, porque la empresa que me paga es privada, y a su vez también paga impuestos, parte de ellos para su sueldo.
En cuanto a la siguiente pregunta, la de por qué me paró a mí, no he encontrado más que una respuesta: lo que le molestó fue el hecho de que, al contrario de lo que es habitual en la mayoría de los conductores, no caí en un estado de nebulosa culpabilidad al ver que paraba al Clio que me precedía, y no reducía la marcha tanto como si también me hubiese parado a mí, sino que me posicioné para continuar mi camino con la menor pérdida de tiempo posible. Es significativo que nunca dijo que yo hubiese ignorado una señal de detención, reconociendo implícitamente que en principio había sido sólo para el Clio. Es decir, que lo que estaba en el fondo era una actitud de prepotencia: ¡se ha permitido el lujo de no acomplejarse cuando yo paro a otro! Lo dicho: jovencito, pero con mentalidad de los años 40; ¡qué pena!
La frasecita que empieza por «…y dé gracias que no le denuncio por…» mientras rellena la multa es algo que me irrita sobremanera. Es un «hoy me he levantado con ganas de putear a alguien, te ha tocado a ti, pero no te quejes que podría ser peor». Esa arrogancia de saberse la autoridad es la que hace que algún garbanzo negro dé la mala fama que tiene a todo la agrupación.
A mí me han parado pocas veces, me trataron con cortesía y con la misma les respondí, pero recuerdo una vez que me multaron (en un STOP para girar a la izquierda, en una recta con plena visibilidad y sin nadie de frente, no llegué a detenerme del todo pero casi, metiendo primera y comprobando que no venía nadie) me dijo al finalizar: «Conduzca con precaución y que tenga un buen día». Yo le respondí mientras subía la ventanilla: «siempre conduzco con cuidado y el día me lo acaba de estropear usted con su excesivo celo profesional».
Supongo que será una multa de baja cuantía, o al menos no exagerada… Igual enseñarle dos cosas bien enseñadas a un niñato (no nos olvidemos que el uniforme no hace a la persona, un niñato es un niñato) bien ha merecido el pago…
Situaciones como está, son frecuentes, muy frecuentes.
Primero: Muy probablemente Vd, rebasó la línea.
Segundo: Su obligación (la del guardia) era sancionarle por ello.
Trecero: Le pareció muy mal que un «niñato» le sancionara.
Cuarto: Y no menos importante…la actitud arrogante aquí es la suya don Arturo.
Pd-A mi tambien me ode que me sancionen y me agarro calentones parecidos al suyo. Por suerte para ambos (Vd. y yo) nada grave.
Bueno, si sirve de consuelo, en Cataluña, la mayoría de mossos d’esquadra, lamentablemente tienen esta actitud, no es una cosa exepcional como indica.
Él tendría ganas de fastidiar a alguien… y usted también. No sé por qué utiliza la expresión «jovencito» con esos fines; puede que si busca por la red encuentre un blog de un guardia civil jovencito que escriba «hoy paré a un viejecito que se intentó poner chulo».
Tanta prepotencia junta tenía que estallar. Por favor, revise lo que ha escrito. Porque estoy leyendo «ya te tengo, pensé para mí», y «Me parece muy pretencioso por su parte pretender saberlo mejor que quien va al volante; y más en mi caso concreto, que llevo conduciendo en plan profesional desde antes que Vd naciera; para una vez que yo me equivocase, Vd lo habría hecho cien veces. Y además es muy subjetivo: según de qué humor esté Vd, una vez la parecerá que basta con 20 metros, y otra que 60”; y aquí se acabó el diálogo». Demasiadas veces ha utilizado en sus artículos eso de «llevo un montón de años conduciendo, así que sé de coches más que nadie». Siento que le tocara la china con el guardia de mal humor, pero probablemente tenía razón. ¿Puede asegurarnos al 100% que, al acercarse demasiado al Clio porque frenó mucho, no giró más de la cuenta el volante para no «tragárselo» y poder seguir con su marcha sin frenar?
Ah, la presunción de veracidad de los agentes está porque se supone (repito, se supone) que están bien seleccionados y van a cumplir con su cometido. También cuando leo sus pruebas presupongo que no me va a engañar, pero leí tantos años VAGtopista…
Sabe más el diablo por viejo que por diablo… buen momento para re-leer esto:
http://documents.scribd.com/docs/u9ngakgrrf5eqzcneok.pdf
Saludos.
(Ficción).
Después de la «chapa» del Sr. Arturo al Jóven Agente, y después de un ¿usted no me conoce?, soy A.de.A. una institución en la prensa relacionada con el mundo del motor…
Agente: Si, le conozco perfectamente, mi padre compraba autopista, aún recuerdo la magnifica prueba del BMW 635 csi.
A.de.A: Qué alivio, me conoce, ¿no me pondrá la multa verdad?.
Agente: Si, le pondré la multa y al igual que usted cito el reglamento yo voy a citar una parte de uno de sus articulos por aquello «llevo conduciendo en plan profesional desde antes que Vd naciera» … :
«La experiencia no
basta por sí sola para corregir los defectos
de una formación deficiente; se conduce
como se aprendió a conducir. (…) Es fácil encontrar personas
convencidas de su falta de capacidad para
una determinada actividad, pero todas las
encuestas realizadas ponen de manifiesto
que una mayoría de conductores se consideran
excepcionalmente expertos».
A.de.A: Paso palabra. Buenas tardes Sr. Joven Agente siempre velando por nuestra seguridad y lejos del afán recaudatorio.
… y me olvidaba… con todo el aprecio que le profeso, lo del argumento del «pago de mis impuestos/tu salario»… no me ha gustado nada, es más propio de una pataleta de un joven indignado que de una cabeza bien amueblada como la suya… si quiere discutimos sobre por qué es un argumento falaz.
Episodio de los simpson.
La policia para a Homer por ir demasiado deprisa. Tiene mucha prisa porque se muere (o eso cree). Les dice a los polis que le multen y le dejen seguir, que para eso sus sueldos salen de sus impuestos. Siguiente escena: Homer en el trullo mientras los polis le dicen, entre carcajadas, que mire para que mas sirven sus impuestos….
CON UN CAMARO BLANCO CON DOS LINEAS NEGRAS EN EL «CAPO» SEGURO QUE NO TE PARA A. de A. PORQUE ENTRE OTRAS COSAS CUANDO EL CLIO HUBIESE LLEGADO AL AGENTE TU YA ESTARIAS JUBILADO O CONTESTANDOME A LA SOLICITUD DE PRUEBA DE DICHO «CHEVI» CAMARO.
ZAPATILLA Y SI ESCRUPULOS QUE LECHES TANTO JABÓN Y TANTA MANTEQUILLA. A «TOA» CEBOLLA Y SE ACABO EL CLIO 10 KM. ANTES.
ATTE. M.S.A.
Por lo explicado, tambien saco la conclusion que el agente se puso en una situacion peligrosa para su propia integridad fisica, pues corria el peligro de que no le viese y no frenase; hay que ser muy macho ( continuando con el tema retroespectivo), para exponerse tanto para luego limitarse a poner una sancion «perdonavidas». Sancion que, como dice Jose GL, son de las mas odiosas.
Yo particularmente considero que si un agente me para es porque ha visto algo, por lo tanto prefiero que proceda a ponerme la multa, aunque yo no la considere justa, pero por favor, que no me suelten la coletilla esta del «y aun gracias que..»
Aqui como dice en el ultimo parrafo, todo vino por no interpretar el tan habitual y teatral gesto de levantar de inmediato el pie y/o frenar, atemorizado porque como al de delante lo estan parando al igual tambien me toca a mi.
Es una actitud bastante habitual entre casi todos los agentes de la autoridad, sean de donde sean, que les proporciona seguridad. Dan por supuesto que todo el mundo les debe de temer por sistema. Trabajo con frecuencia casi codo con codo con algunos de ellos y lo he comprobado en numerosas ocasiones.
Por ejemplo, en el tipico caso de accidente un tanto aparatoso, en el que se suele formar caravana basicamente por el efecto miron. Y he observado que tanto les molesta el que, descaradamente reduce la velocidad para chafardear bien la situcion como el que pasa por delante a una velocidad que para ellos es excesiva ( en realidad no lo es); y por supuesto no han tenido el menor temor ( curioso no..?), en plantarse delante del coche ( o camion, todavia mas curioso..) para darle el alto y propinarle una soberana bronca, y a veces tambien multa.
Incluso en mas de una ocasion, alguno de ellos me ha confesado que prefieren que haya retencion porque eso les da seguridad para hacer su trabajo, comentario que solo en parte puedo compartir, porque es logico que cuando hay un accidente la gente no pueda pasar a la velocidad que quiera y la otra es que se entorpezca la fluidez natural del trafico.
Ah y es algo tan habitual tanto en el recien licenciado como para el que ya esta al borde de la jubilacion; debe ser por aquello de la transmision del conocimiento..
Yo tuve una situación parecida, el guardia no era jovencito, pero al comprobar que no tenía por donde coger el asunto y que no había razón para detenerme, me soltó:
Le he parado por su seguridad. Lleva los neumáticos muy desgastados (iba rodando a 120 cuando me adelantaron y me detuvieron).
Los neumáticos, claro está, erna prácticamente nuevos, pero no entré en la discusión, les di las gracias y me fuí.
Eso si, detuvieron el tráfico (?) para que yo me incorporara con comodidad.
Es curioso creer que la guardia civil deba replantearse una sanción en atención al bagaje profesional del conductor, fecha de obtención del carné o belleza interior/exterior.
¿Cafe para todos? Sorry pero no, el mio que sea irlandes.
¿Cuando se saco el permiso de conducir Ortega Cano?
La solución a esos problemas con la Guardia Civil de tráfico o Guardia Civil a secas la tiene la radiocassete. En mis vehículos nunca puede faltar en el cargador el CD de «Arriba España», creado por mi, y en el que incluye canciones de La Guardia Civil, Marcha Militar, El Cara al Sol (el mejor),…. En cuanto veo atisbos de que me va a parar un guardia, enchufo como un loco el CD y le subo el volumen considerablemente. Les aseguro que los resultados son rotundos. Les voy a decir que hasta se me ponen firmes los señoritos uniformados. Algún amigo suele llevar también una bandera de España atada en el retrovisor interior, pero creo que es poco convincente.
Amigo moderador, le doy un consejo de alguien que también hace muchos kilómetros al día, durante toooodo el año: con los guardias de tráfico mejor darles los buenos días, sonreir, darle la documentación y una vez se la dejas en la mano (no darle tiempo a que diga nada) soltar la típica frase «vaya gozada de día para la moto, ¿no?» y sonreir de nuevo.
Lo siguiente que te dirá es «todo correcto, siga adelante». Es infalible.
En su caso, moderador, y mientras está escuchando «el cara al sol», le aseguro que el guardia le hubiera hecho la advertencia de «le iba a denunciar por….. La próxima vez le denunciaré. Siga adelante.»
Desgraciadamente el sistema de selección de personal para entrar en cualquiera de las fuerzas del orden no es infalible (como tampoco lo son las divisiones de RRHH de las empresas privadas). Esto hace que existan ciertos impresentables con licencia para llevar un arma y una placa que les otorga cierta autoridad frente al resto de ciudadanos, y cuando uno tiene la mala suerte de encontrarse con un gañán que, lejos de ser su vocación la de servir al ciudadano, accedió al puesto porque así tiene un salario fijo y puede dar órdenes, se puede pasar un mal rato o cuando menos llevarse una recetita a casa.
Ayer por la tarde un impresentable intentó hacer valer su condición de policía nacional para que yo, que llevaba un par de minutos esperando para aparcar mi coche en el lugar de otro que estaba yéndose, me largase de allí y le dejase a él aparcar el suyo. Por supuesto estamos hablando de un chaval que iba de paisano y no estaba de servicio, iba simplemente con su coche privado y con unos colegas a a tomarse algo. No tuvo reparos en ¿¡ mostrarme su placa!? para intentar coaccionarme. Obviamente el coche lo aparqué, y la situación de después, con varios municipales de por medio (llamados por él, pero muy correctos en todo momento) para esclarecer lo ocurrido fue totalmente subrealista. Ahora tengo su número de placa y un cabreo muy gordo.
Por supuesto la mayoría no son así. Pero está claro que el psicotécnico falla cuando alguien usa su placa para cosas como esa. Tal vez también la muestra en el Mercadona para sacarse descuentos, quién sabe.
Ese es otro de los recortes propiciados por la crisis.recortes en la educacion de la policia en general,guardias civiles ,ejercito…A estos Franco les importa un huevo,son chulos y groseros porque se lo pide el Cuerpo.Y si, vale la redundancia.
Aquí en Cataluña desde finales de verano (recién terminada la operación «retorno»), intentar ver a un policía era como ver un billete de 500 euros. Se supone que existen.
Desde finales de Octubre hasta hoy día (y todavía falta Navidad!!!!!), parece que molestan en la comisaría y los han sacado a todos. Seguro que para vaciar la libreta a base de recetas (las otras, las médicas, como se han «pulido» el presupuesto, no hacen).
Ahora se instalan en conexiones con carreteras secundarias, a las 7 de la mañana para mirar las ITVs (unos atascos de narices y todo el mundo a llegar tarde a trabajar -como que el horno está para tanto bollo). O cortan sin tapujos una autopista en hora punta laboral, para seguramente, saber si el sol sale de este a oeste o viceversa.
Ahora nos vamos a ir encontrando con cada vez más Guardia Urbana, Mossos, Policía Local y demás fauna de veladores de ¿seguridad?, esos que gustan de decir «Yo soy la Ley» tipo Juez Dred.
Seguiremos viendo como «Jueces Dred», fuera de servicio, siguen atropellando a ciudadanos. Y si no fuese por las cámaras, estarían en libertad. Eso sí, se siguen poniendo «chulos y prepotentes» tras una plaquita de latón. Si es que a algunos, les dan la gorrita y se creen capitanes de barco.
Solo queda la esperanza, de que no todos los policías son iguales y con suerte (de higos a brevas) cuando realmente se necesita, toca uno con vocación de servicio.
Este artículo está escrito en plan vengativo. Se ha recreado. Está en su derecho, pero dice muy poco de Ud. Entre VAGtopista y esto, cada día le encuentro menor credibilidad.
@2,
Lo que yo creí que era una multa de pequeña cuantía me costó dos puntos: circular de moto de día con las luces apagadas.
Saludos
Hola a todos.
A mí me gustaría oír la versión del agente para poder crearme una opinión justa.
En cualquier caso, me parece que este relato lo esté pregonando en la barra de un bar delante de unos colegas en plan bravucón y vacilón. Aunque algunas personas no lo crean, los guardias civiles se tragan muchos marrones, como para que encima venga un listillo a tocarles las pelotas.
Sinceramente, si yo hubiera sido ese agente no habría tenido tanta paciencia con usted, al igual que usted, si tuviera alguna persona que apreciara en el Cuerpo no iría así por la carretera de perdonavidas y de sobrado y les facilitaría el trabajo un poquito.
Cuídese, que aún le quedan muchas muescas por hacerse y muchas fantasmadas de las que presumir.
Pues nos tenemos que conformar con la supuesta veracidad de lo aquí contado,a no ser que se contara con una grabación de la propia conducción del vehículo a modo de «caja negra»,lo cual no sería mala idea.Según el relato expuesto,la posición del agente parece no ser la óptima para juzgar con todo el rigor necesario la situación,pero todos sabemos que una vez toman la decisíon de levantar el boli es muy difícil que echen marcha atrás,así se den cuenta de su error o se les haga ver con argumentos contundentes y razonados,lo cual no implica ser un listillo siempre que se actue correcta y educadamente;y no esperemos que un compañero suyo los ponga en evidencia,pues el espíritu corporativista es alto,lo cual es humanamente comprensible,pero es tremenda la responsabilidad que ostentan,al convertirse en un instante en juez y parte,con las consecuencias que puede acarrear.
Que conste que no tengo casi experiencias desagradables,más bien al contrario,pero como en todo colectivo amplio te puedes encontrar de todo.
Al margen de la conducta del guardia, intentar disuadirlos de que te multen es de las peores cosas que se pueden hacer. Hace unos cuantos años, en un pueblo donde las zonas de carga y descarga sirven para que los de allí aparquen para ir al bar, y la carretera que lo atraviesa sirve para que los que tienen prisa no pierdan un segundo en aparcar para hacer sus recados, me multo un guardia mientras hacía un reparto a una tienda. Le sugerí si no sería mejor empezar por multar a los que estaban en el carga y descarga, y le rogué que me explicase donde quería que dejara el furgón para hacer mi trabajo. Craso error, me multó esa vez y dos meses después me llegaron a casa 6 multas más impuestas por ese mismo agente. Desde entonces «Si a todo», es lo mejor.
Al margen de eso, la conducta del agente que multo a A. de A. tiene un lado a priori bueno, y es que según se desprende de sus palabras lo mismo multa a un anciano con un Picanto que a un joven con un Lancer Evo X, tal vez no sea de los que en los controles de alcoholemia deja pasar al bonachón padre de familia que se ha bajado una botella de rioja para comer por que le parece mejor parar al comercial que va detrás.
Pues, yo la verdad es que en todas mis interacciones con agentes de la ley siempre han sido muy correctos y profesionales. E incluso en ocasiones realmente amables. Debe ser que sólo me tocan los buenos…
Para dar la de cal, en otra ocasión se cayeron al suelo unas barras de hierro del camión que llevaba, por que el que lo había soldado en realidad no sabía soldar. Entre los GC y yo las recogimos de la autopista como pudimos, y los buenos hombres solo me cascaron 60 euros, cuando podían haberme metido 4000 o así. La mayoría son de este palo.
http://www.ideal.es/granada/v/20111115/costa/agente-atacado-conductor-torrenueva-20111115.html
Si no respetamos a los que nos protegen, mal vamos.
#25: http://www.lavozdegalicia.es/ferrol/2011/06/04/0003_201106F4C4994.htm
Venga, lo veo y yo subo a esto. ¿Y ahora que?
«CHAVI» ¡ YA ! (CAMARO- Y DEJATE DE «GANGÁS») Y NO ME OBLIGUES -M —CONA-
#26, pues yo no veo lo suyo, no veo comparación posible ni proporcionalidad.
En mi link se habla de una agresión casi letal a un agente y en el suyo de un error humano.
Las consecuencias de la agresión pueden tener un carácter irreversible pero las del error de evaluación del guardia civil son perfectamente recurribles ante la justicia, como lo son todos días miles de sanciones.
Claro que no son infalibles, pero no les pongamos las cosas más difíciles ni animemos a las masas a tocarles las narices, que son trabajadores que no van siempre a joder al personal y que tienen días buenos y días menos buenos.
En todos los aspectos de la vida en general, siempre se dice que la veteranía es un grado. Quizá sea necesario que los conductores de grado superior, o los que se creen que lo son, en vez de pavonearse lo demuestren en la carretera aportando serenidad, no crispación.
@28
«son trabajadores que no van siempre a joder al personal y que tienen días buenos y días menos buenos». ¿Esto es antes o después de pedirle un dinerillo a los turistas? 😛 Que mal nombre ha elegido para pedir respeto a la benemérita, no le parece? 😀
Es que cobran tan poco que no tienen ni para llevar a Rociito a una simple caldereta de langosta, jope 🙁
¿A estas alturas, tanto costaría que los guardias llevasen una minicámara en la gorra, que corroborase todas sus actuaciones? Creo que con menos de 200 euros se podría hacer.
Como osa un «guardia Jovencito» por no llamarle número y asimilado a la más ranciosa dictadura franquista, decirle que ha cometido una infracción de tráfico a este señor por no llamarle… licenciado en las artes de la conducción que el otro día se aprendió de memoria un artículo del RGC. interpretándolo a su conveniencia dado que porta el Dón de la palabra en una revista con numerosos lectores de los cuales algunos se sentirán identificados con semejante merma de derechos a que ha sido sometido este contribuyente, por un número de tráfico . Por Dios, que este señor contribuye con sus impuestos a que esos números perciban su más que generoso sueldo, solamente por jugarse la vida en la carretera todos los días y pasando otra variedad de calamidades, por supuesto con la única y esclusiva finalidad de recaudar que es lo que más motiva a una persona con una relación laboral con el Estado, como se suele decir popularmente «es para lo que están». Que este señor tiene muchísimos kilómetros rodados y eso le confiere unos derechos, una inteligencia y un saber superior de la norma que le exime de cumplir la ley como el resto de los mortales que circulamos con nuestros utilitarios a su alrededor. Como osa un guardia jovencito por no llamarle número que es lo que se merece, a interponerse en el camino de este señor.
Por cierto Señor esos «números» tambien pagan impuestos!!!!!!!
¿Cámaras?¿Como las que van a quitar de las comisarias de los Mossos, para que esten mas intimos?¿O como las camaras de vigilancia del cuartel de Roquetas?
O quizás bastaria con homologar el gps y/o cámaras estilo Open eye a modo de caja negra…
Si conduces igual que escribes, deberian quitarte el carnet.
A Usted realmente ¿qué le molesta? La Denuncia en sí, o que sea un Guardia Joven?Por ser Conductor Profesional y por estudiarse el R.G.C quince minutos antes ya es mejor Conductor que nadie y por supuesto ¿Cómo osa el «Pepinillo» Guardia,por no llamarle «número»(patético) a Denunciarle? Si usted observa que el vehículo que le precede por su mismo Carril es Detenido por la G.Civil lo que debe de hacer, es pararse y no intentar adelantar lo más rápido posible aunque tenga que rebasar la línea continua para ello,1º por Seguridad de la Circulación y suya,2º por la propia del Agente y 3º porque no sabe si detrás hay un Accidente o cualquier alteración en la Vía,claro que Usted es Conductor Profesional y lo sabe todo……
Lo mejor es que modifique la edad de entrada en la Guardia Civil, que sea a partir de los 45 años y que se jubilen a los 80, si es que la muerte no les visita antes, de esta forma cuando le paren a este u otro de parecido pensar, no dirán: me ha parado «un guardia jovencito»….., pero pensándolo bien, que más da, la cuestión es criticar, menospreciar con argumentos pueriles….., si el guardia es viejo, dirán que está caduco y no se entera, si habla comedido y en voz baja, que ese guardia es «un cagón de mier….», si habla en voz alta «es un chulo prepotente»……, pero solo le criticarán si hay denuncia, si sólo se les llama la atención dirán «que guardia más atento» independientemente de su edad, condición, etc….Esto ya está muy «mascao» y se sabe de sobra que cuando a uno le denuncian, es muy raro, pero que muy raro que reconozca que se lo merece, y si el guardia de turno le pega una regañina es un acto de prepotencia, en definitiva, que no queremos que nadie nos diga nada, que nuestra caja con cuatro ruedas es nuestra pequeña gloriosa república independiente rodante,de la que nosotros somos presidentes, con lo cual nada ni NADIE puede interponerse en nuestros propósitos de dirigirnos del punto A al C, pasando por el B!!!! ver para creer………
TE APRIETAN -ARTURO-, TE APRIETAN. NO HE VISTO TANTO APRETÓN DESDE LO DE DE «LA NIÑA DE RAJOY» Y POSTERIOR «PRIMA (de riesgo) DE RAJOY» (tambien). EN FIN -de ANDRES-; ZAPATERO A TUS ZAPATOS, Y VENGA YA ESE «CHEVI» 8V, 432 C.V., CAMBIO MANUAL,…….ETC. PERO AL FIN Y AL CABO – CAMARO – «POR LOS CUATRO COSTAOS» (COMO LOS LEGIONARIOS, ESPAÑOLES POR LOS CUATRO COSTADOS).
Y DEJA YA A LOS NIÑOS DE SAN ILDEFONSO, AUNQUE SEAN GUARDIAS JOVENCITOS, PORQUE SINO DESPUES DE LA ÑIÑA DEL GUARDIA, SALDRÁLA PRIMADEL GUARDIA, LA PRIMA TERCERA DEL GUARDIA Y LA AMIGA JOVENCITA DEL GUARDIA, QUE TAMBIEN SE PREPARA PARA NO ENTERARSE CUANDO SEA GUARDIA EN LA CARRETERA, NI PARA ENTERARSE DE CUANDO SE ACERCA -UN CAMARO- AUNQUE SE ADE 6 CILINDROS DE USA.
!REPLICA YA¡, CON LA PRUEBA INTERESANTE Y DEJA EL CODIGO ARTICULO 54.1 Y AL AGENTE DE LA AGRUPACIÓN DE TRAFICO, QUE COMO OCURRE POSIBLEMENTE CON ALGUNOS JOVENES FUERA O DENTRO DE LA GUARDIA CIVIL; NO ES QUE SEAN «ENTERAOS», ES QUE NO SE ENTERAN DE «NA». YA SABES «LAS GALLINAS QUE ENTRAN POR LAS SALEN» Y NO ES QUE SE DEBA DISCUTIR, PERO SI HAY QUE DISCUTIR SE DISCUTE.
TENGO HIJAS (DOS) Y NIETOS (3) . LO VERAN MIS VIZNIETOS, TATARANIETOS O TENDRÁN QUE ESPERAR A VERLO MIS CHEZNOS. LO DIGO POR LOS DEL «CHEVI». (HAY QUE VER A. de A. CON LO BIEN QUE ESCRIBES CUANDO QUIERES PERO EN PARA LO DEL YANQUI NO TE DA LA GANA).
ATTE. M.S.A.– S.S.S.Q.E.S.M.
Premio Gordo para D.Miguel!!!! seguro que la prima de Rajoy aun te toca en algo en la familia.
Al leer estos relatos, ya sea por solidaridad o por experiencias previas, uno siente cómo le sube la mala leche. No puedo por menos que estar de acuerdo con la actitud de muchos de estos personajes, que sin gran preparación les danla condición de Agentes de la Autoridad y una especie de patente de corso para despreciar a la gente. Nunca he necesitado de la G.C. para nada, siempre que puedo llamo a la Policía Nacional, pero las pocas veces que he tenido que relacionarme con ellos, han sido para enmarcar. Seguro que hay de todo, pero por desgracia solo nos encontramos con los cráneos privilegiados, aquellos quienes consideran que el trato debe ser sobrado y chulesco.
Eso sí, no me gusta nada eso de que los no-funcionarios pagan el sueldo (al menos en una pequeñísima parte), a los funcionarios. Es la mejor forma de enemistarse con el el funcionario que se tenga enfrente, porque además es falso. Y sí, aunque a uno no le pague un Ministerio, Organismo Autónomo o equivalente, sí se beneficia de lo que todos, funcionarios o no, pagamos con nuestros impuestos: cualquier servicio público, carreteras, etc., financiadas con cargo a las detracciones de nuestras nóminas, nos las pague quien nos las pague.
Nada, nada, el guardia tenía razón. Don Arturo pisó la linea (y casi la rompe) aunque el agente no sea capaz de situar el lugar. También tuvo suerte porque se merecía otra multa por no guardar la distancia de seguridad. Ser una persona preocupada y ocupada, por el trafico durante toda su vida profesional por razones evidentes, no solo no le da la razón sino que se la quita con todo merecimiento.
El agente (he estado a punto de escribir «efectivo» como llaman ahora los periodistas a los seres humanos que forman parte de cualquier cuerpo) El efectivo, digo, de la G.C. puede decidir cual es la distancia de seguridad que para eso es un «efectivo», aunque no sepa cual es la definición de tal distancia.
Pero independientemente de quien tenga razón aquí, yo no lo se aunque lo sospeche, he oído en demasiadas ocasiones declaraciones de mandos de los mozos/ertzaina/civiles hablar publicamente de que esto del trafico es como el juego del gato y el ratón (la ultima vez en la radio publica por parte de un creo que sargento de los mozos) que casi con estas mismas palabras repetía este concepto. No se trata de seguridad ni de defender/proteger al ciudadano, sino de salir victoriosos en un juego en el que juegan mejor que nadie y donde es muy importante no permitir que les toree ni el mejor «toreador» de todo el condado.
Mi experiencia en el trato con os agentes ha sido casi la contraria. Cuando me han parado para sancionarme me han tratado con toda amabilidad, con jovialidad incluso, pero cuando ha discutido con ellos por asuntos como el que cuenta aquí Don Arturo, me han «perdonado» dejándome marchar.
Eso me demuestra que no todos son iguales pero me hace sospechar por donde va la «mentalidad dominante».
Por cierto en algunas contestaciones me da la sensación de que no se han leído el articulo, y parece que el preguntar al agente por el motivo, lugar y momento de la «comisión del delito» es una actitud prepotente por su parte y el contestar al totalmente innecesario e hiriente comentario del agente con su, mas o menos apabullante currículum, por parte del Sr Arturo era algo fuera de lugar aunque casi todos nosotros hubiésemos hacho lo mismo (si pudiésemos).
Unos cuya omnisciencia es tal que seguro que estaban allí:3 jose y 36 Motorista
Quien concluye que la experiencia y la orientacíón profesional, ademas de la afición no sirven de nada ni el hecho de ser funcionario publico (eso es lo que significa cobrar de nuestros impuestos y no otra cosa) no significa nada: Freud.
Otros, sin comentarios: David Flores
Otros estoy seguro de que directamente no se lo han leído y ademas son agentes de la «metemerica»: agentrico.
Y algún otro, que simplemente no entiendo nada de lo que quiere decir: 10 y 38 Miguel.
Quiero acabar diciendo, que no crea D.Arturo que me produce ninguna congoja que le hayan sancionado. Es más, me alegro y le agradezco que nos lo cuente. Ya se sabe: mal de muchos….. epidemia.
@41
Efectivamente , cómo lo sabe??!!!
Omnisciencia, ¿lo usa a menudo o solo para ligar?
Y le funciona?
Es para usarlo yo.
Solo si funciona….
Nada más.
Gracias.
D. Arturo, un placer volver a leerle. Me permito invitarle a leer sobre un trabajo que me alegraría le interese.
http://porelpiano.blogspot.com/search/label/MINI%20INJECTION
No quiero abusar de su hospitalidad, así que gracias y que lo sigamos disfrutando muchos años