Esta es la primera prueba de un Fiat-Abarth que milite en un segmento inferior al B que se publica en este blog; en 2012 apareció la de un Punto Abarth Kit SS (segmento B, y también de 180 CV, como el 595 de hoy). Y de un 500 de gasolina, aunque mucho menos potente, se publicó la de un 1.4 de 100 CV en Enero de 2011; era el motor 16V atmosférico (pero no Multi-Air) con doble variador de fase. Motor que, a su vez, ya había probado en un Panda 100-HP en 2007, antes de que hubiese nacido este blog. Pero sí he tenido, a lo largo de estos años, múltiples contactos con diversas evoluciones de los Fiat-Abarth basados en la carrocería del exitoso 500, y sacando siempre la misma conclusión: era una pena que Fiat forzase tanto la máquina para lanzar al estrellato al 500 -que ya estaba bien asentado en su segmento- dejando de lado al Punto, cuyo bastidor soportaba mucho mejor las potencias por encima de los 160/170 CV.
Pero el caso es que el Punto se encuentra ya en fase terminal; aunque todavía existen (o existían hasta hace poco) versiones con 105, 120 y 135 CV, aquí no se importan más que las de menos de 80 CV. Así que al “pequeño Maserati” (como gusta de llamarle, por el diseño de su frontal, la gente de su marca) no le queda más que el consuelo de su bonito diseño, y poco más. Por el contrario, el 500 prosigue su carrera hacia la consideración de “coche-mito” (como ya lo fue su antecesor, por diseño, el Cinquecento); incluso compartiendo su cifra de referencia con otros modelos que maldito lo que tienen que ver con el original. Y no sólo eso, sino que sus versiones especiales, como este Fiat-Abarth 595 Competizione, han alcanzado por fin un nivel de madurez que nunca creí pudiesen llegar a conseguir. Debo reconocer que me equivoqué, al despreciar las habilidades de los técnicos del departamento filial Abarth, dentro del gran claustro materno de Fiat Auto.
Y eso que siempre defendí que una serie de pequeñas modificaciones en apariencia poco profundas, tanto en mecánica como sobre todo en bastidor, pueden llegar –y de hecho lo hacen con cierta frecuencia- a transfigurar casi por completo a un coche. Y así lo han hecho con este derivado Abarth del pequeño 500; que es pequeño según los baremos actuales, pero no lo hubiese sido hace menos de medio siglo, puesto que cuando nacieron el R.5 en 1970 y el 127 en 1971, medían respectivamente 3,50 y 3,60 metros de longitud, horquillando a nuestro 595. Aunque yo seguía opinando, a juzgar por el tacto que transmitían aquellos anteriores Abarth 500, que su bastidor no era capaz de digerir potencias tan elevadas. Pero bien sea porque desde que dejó de existir un Abarth-Punto los técnicos se volcaron en afinar más el 500, o simplemente porque ya iban encontrando el camino, el hecho es que este 595 Competizione me ha hecho cambiar de opinión.
Un cambio casi tan notable como el de las denominaciones especiales con las que Abarth individualiza sus variantes del 500, dejando muy atrás a Alfa-Romeo en cuanto a variedad de calificativos. Y estos son los que he encontrado en los últimos diez años, más o menos: como cifras 500, 595 y 695. Y como términos, nada menos que lo siguiente, que lo pongo por orden alfabético: Anniversario, Assetto Corse, Biposto, Competizione, Edizione, Elaborazione, Esseesse, Evoluzione, Fuoriserie, Kit SS, Opening Edition, Pista, Racing, Record, SS (SuperSport), Stradale, Track Package, y Tributo.
Pero con o sin el apoyo de semejante retahila de segundos apellidos, un 500 Abarth sigue siendo un cuatro plazas (bastante alambicadas las de atrás), y con poco maletero. La clave de su éxito inicial, que fue repetir el diseño del primitivo Cinquecento, aunque incrementando su longitud en más de un 20% (pero sin que se notase más que al poner uno al lado del otro), también es la causa de que, como habitabilidad, se haya roto la tradicional habilidad de Fiat para tener los segmentos A, A/B e incluso B con mejor relación entre capacidad interior (habitáculo más maletero) y superficie de suelo ocupada. Así que, Abarth o simple Fiat, el 500 es un coche que, para viaje, es un dos plazas en el que una pareja debe utilizar el asiento posterior como maletero suplementario para irse de fin de semana. Pero esto, curiosamente, es menos problema en un Abarth, ya que su condición de deportivo y de coche todavía más de capricho que el Fiat, le hace más proclive a ser considerado realmente como un biplaza que, en utilización urbana, tiene dos plazas adicionales para recorridos cortos.
La cuestión es que el 595 Competizione parece ser la versión en la que finalmente Abarth ha cristalizado la evolución más prestacional, pero de utilización cotidiana, de sus preparaciones (o “elaboraciones”, como gusta decir en la marca) sobre la base del Fiat 500. Así que aquí presentamos la ficha técnica completa, y luego seguiremos “elaborando” nosotros también sobre los datos que en ella aparecen:
Ficha técnica: Fiat-Abarth 595 Competizione 1.4 TB MultiAir 180 CVMOTOR CICLO POSICIÓN ESTRUCTURA COTAS ALIMENTACIÓN DISTRIBUCIÓN RENDIMIENTO TRANSMISIÓN DISPOSICIÓN EMBRAGUE CAMBIO CONTROLES GRUPO RELACIONES ● DESARROLLO FINAL (km/h a 1.000 rpm). Con grupo “largo” de serie. BASTIDOR SUSPENSIÓN DIRECCIÓN FRENOS CONTROLES RUEDAS CARROCERÍA TIPO COTAS PESO CAPACIDADES AERODINÁMICA PRESTACIONES DINÁMICAS CONSUMO EMISIONES |
Como ya hemos insinuado justo antes de poner la ficha, el 595 Competizione es –a pesar de su denominación- una versión para uso diario; los de carácter más especial y menos adecuados para el ajetreo cotidiano empiezan por el 695 Biposto de 190 CV. Y ya de competición pura, o al menos como base para ulteriores “elaboraciones” todavía más radicales, tenemos el Assetto Corse de 205 CV, el Evoluzione de 215, y el R3T específico para rallyes, de ni se sabe (o publica) qué potencia, pero que debe andar cerca de los 230 CV.
Dicho lo cual, volvamos a nuestro coche de hoy, cuyo motor 1.4-TB MultiAir ya existe con esta potencia de 180 CV desde hace varios años; pero que va modificándose en sus características según varían las normas que cada vez constriñen más el diseño de estos motores muy prestacionales. De este motor, y en sus potencias más elevadas, tenemos experiencia con el de 170 CV montado en el Alfa-Romeo MiTo Quadrifoglio Verde; por lo tanto, no era un Abarth, aunque cerca le andaba. Pero aunque con 9,8:1 de compresión, su turbo era un IHI japonés que soplaba a 2,65 bar; y su rendimiento era de 170 CV a 5.500 rpm, con un par máximo de 25,5 m.kg a 2.500 rpm, y unos datos de homologación de 8,1/4,8/6,0 l/100 km y 139 gramos de CO2.
Y pasamos ya al Abarth anterior, el Fiat-Abarth Punto Kit SS, probado a principios de 2012: aquí el turbo pasa a ser un Garrett; y se mantiene la compresión de 9,8:1, pero subiendo el soplado hasta 3,0 bar. Los datos son 180 CV a 5.750 rpm y 27,5 m.kg (en programa Sport) a 2.500 rpm. Los datos de emisiones fluctúan ligeramente (arriba y abajo, lo que no deja de ser curioso), convirtiéndose en 8,0/5,0/6,1 l/100 km y 142 gramos de CO2. Una décima más económico en ciudad, pero dos más sediento en carretera; quizás cuestión de aerodinámica, de la gestión de inyección, o de la sección de neumáticos en la variante sometida a homologación, vaya Vd a saber.
Y por fin llegamos a nuestro 595 actual, que teóricamente tiene pocas variaciones respecto al de hace cinco años; pero las hay. Y la primera es que la compresión geométrica desciende a 9,0:1; aquí ya asoman la oreja los NOx, ya que rebajando dicha compresión hay menos riesgo de generarlos, al menos mientras el turbo no esté soplando a tope. La gestión parece permitir (aunque resulta extraño) mantener la misma potencia aunque variando algo los regímenes; pero el par máximo es más discreto en el programa Normal, y en Sport se queda en el valor del Alfa-Romeo, perdiendo 2 m.kg respecto al Abarth anterior. Pero no es menos cierto que impulsa a un coche algo más pequeño y más ligero, así que la aceleración no resulta perjudicada.
Pasando a la transmisión, resulta curioso que, pese a lo sofisticado del resto de la mecánica, el cambio sólo lleve cinco marchas. El 1.4-100 CV del 500 y del Panda-HP de hace ya bastantes años llevaba seis para mucha menos potencia; bien es verdad que también para mucho menos par, y quizás eso justificase aumentar el número de marchas para cerrar el escalonamiento entre ellas. Pero dado que el motor que nos ocupa tiene un empuje muy vigoroso, el cambio de cinco marchas hace que la conducción resulte más relajada (un aspecto sobre el que ya he insistido varias veces), dejando que la atención se pueda concentrar más en las frenadas y el negociado de las curvas.
De los dos grupos disponibles, el razonable es el de serie, que ya resulta totalmente “neutro”, puesto que la punta de 225 km/h (dato más bien irrelevante en un coche así) se alcanza a 6.040 rpm; pero con el grupo opcional, la 6ª se acorta hasta 33,5 km/h. Lo cual daría lugar a que, teóricamente, el motor tuviese que girar a 6.725 para alcanzar dicha velocidad; aunque probablemente no la haría por haber decaído ya la potencia disponible. Ese grupo corto podría interesarle a un usuario muy “quemado” que resida en una zona montañosa, porque para viajar en una autopista tal desarrollo queda ridículamente corto; eso sí, la recuperación en 6ª debe ser fulgurante.
De todos modos, parece que en Abarth no están especialmente preocupados porque el motor gire rápido; según el cuenta-rpm, la zona roja no aparece hasta las 7.000 rpm. Lo cual no tiene ningún sentido, habida cuenta de que el motor hace tope de potencia en 5.500 rpm en programa Normal, y en 6.000 en Sport. Y menos aun con la característica habitual de un motor turboalimentado, que es el elevado par que entregan desde un régimen muy bajo hasta la zona donde empalman las “mesetas” de par máximo y de potencia máxima. Así que subir a 7.000 rpm sería, en cualquier caso, un desperdicio, y se conseguirían mejores aceleraciones sin ir más allá, como mucho, de 6.500 rpm.
A pesar de ello, en Abarth distinguen entre dos tipos de usuario: el auténticamente radical, el purista clásico que prefiere el cambio de marchas de manejo manual con pedal de embrague (tal y como era nuestra unidad de pruebas), y el que se decanta por el cambio pilotado, que no es de doble embrague, y por lo tanto más lento en sus reacciones. Y por ello, y para ese usuario que probablemente haga bastante utilización en zona urbana, no está disponible el diferencial autoblocante opcional que puede asociarse con el cambio manual. Aunque nuestra unidad de pruebas no lo llevaba, no lo echamos en falta; y quizás sea en un circuito donde pudiese aportar algo más. Claro que para eso ya está esas versiones de entre 190 y 215 CV a las que antes hemos hecho referencia.
Y es que, pasando al bastidor, ha aparecido una barra estabilizadora trasera que antes no existía, dejándole todo el trabajo antibalanceo del tren posterior al propio eje torsional. Y así como en otras marcas dicho eje es lo bastante robusto como para cubrir el expediente, el del 500 no lo es, y el resultado era un subviraje mortal de necesidad. Pero dicha estabilizadora (y quizás algunos detalles de tarados y cotas no disponibles) han transfigurado por completo el comportamiento del Abarth 500 en esta versión Competizione, con la doble mejora de que el tren delantero ya no tiende a levantar la rueda interior y a perder tracción (de ahí que no se eche de menos el autoblocante), y de que ha desaparecido casi por completo el carácter muy subvirador de las versiones antiguas.
Cierto que, con una batalla de 2,30 metros y un par disponible por encima de los 22 m.kg a la salida del cigüeñal en toda la gama de utilización, el comportamiento del 595 Competizione los más timoratos lo podrían calificar de nervioso, y otros simplemente de muy ágil; pero desde luego ya no tiene tendencia a irse descaradamente de morro. No tendrá el mismo aplomo de pisada que tenían los Punto Abarth, pero al menos se presta perfectamente a una conducción deportiva sin sobresaltos ni arrastrones del tren delantero.
Otro detalle a tener en cuenta es que, para su tamaño, este 595 es un coche bastante pesado: entre 1.045 y 1.080 kilos, repostado y en vacío, según unos u otros datos. Volvamos a las comparaciones de hace décadas, y tenemos que el también Fiat 127 al nacer pesaba 710 kilos, para una longitud similar. Pero es evidente que la mayor robustez de bastidor exigida por una potencia que cuadruplica la de hace 45 años, la mecánica mucho más sofisticada (turbo-intercooler, culata MultiAir), un cambio mucho más robusto y de cinco marchas, los mismos Koni FSD y frenos Brembo heredados del Punto Abarth SS, y un equipamiento infinitamente más seguro y lujoso, no se consiguen sin aumentar sustancialmente el peso.
Y con ello podemos pasar a verificar lo que todas estas novedades suponen para los consumos de este coche; a un nivel de utilización que, incluso a nuestro ritmo “interesante”, está muy por debajo de lo que admitiría e incluso parece pedir este 595. Pero el valor comparativo de la prueba se iría al traste si a cada coche lo empezamos a conducir, si no a casi todo lo que da de sí (como hacíamos hace ya bastantes años para “Automóvil”), sí al menos en proporción a sus capacidades máximas. Y entonces oscilaríamos entre cruceros a 90 justos para algún segmento A/B, y mejor ni pensarlo para los deportivos de más de 300 CV. Así que ahí van los resultados a los dos ritmos actuales de prueba, y luego comentamos:
Resultados del Fiat-Abarth 595 Competizione en el circuito habitual:Ritmo económico NUEVO: Consumo: 6,89 l/100 km. Promedio: 98,5 km/h. A ritmo “interesante”: Consumo: 7,96 l/100 km. Promedio: 112,8 km/h. |
El recorrido económico al tranquilo ritmo nuevo lo realizamos en el programa Normal, como es lógico. El día fue muy bueno en todos los aspectos; pero como el 595 no tiene control de crucero, el tiempo obtenido siempre se resiente un poco; es de suponer que uno o, como mucho, dos minutos. Y es que conduciendo “a pedal” se pierden fácil hasta 5 km/h, y si para no exagerar recuperas suave, pues durante unos cuantos segundos estás yendo por debajo del crucero elegido; cosa que con el control no sucede, o a un nivel mucho menor. Y cuando te pasas un poco (2 o 3 km/h es lo más frecuente) levantas el pie del todo, y en un momento has vuelto al crucero; así que es más lo que se pierde que lo que se gana. Pues a pesar de ello, el tiempo de 5h 07m es muy brillante, debido a las cualidades de muy rápido y ágil que adornan a este coche, incluso circulando pausadamente.
La prueba a ritmo interesante la hicimos en Sport por aquello de utilizarlo, ya que el coche dispone de él. También fue un buen día, pero tuvimos algo más de tráfico en el retorno de Talavera a Madrid. Como en el caso anterior, el tiempo invertido de 4h 28m pudo haber sido algo más rápido de contar con un control de crucero más estricto que nuestra conducción, siempre preocupada por no pasarse de más, en un coche con una 6ª tan brillante en su respuesta al pedal. Aprovechamos para hacer lo que nunca habíamos hecho: contamos travesías y rotondas, y nos salieron (salvo error u omisión) 20 de las primeras y 15 de las segundas.
En cuanto a los consumos en sí, están en línea con los de coches equivalentes, aunque la mayoría de estos sean del segmento B. Al ritmo económico destaca por su frugalidad el Fiesta ST-200, que se conformó con 6,42 l/100 km para un tiempo de 5h 12m; y luego están muy juntos el 208-GTi de 208 CV (6,82 y 5.10), el Adam-S 1.4 de 150 CV (6,83 y 5.10) y el Ibiza Cupra 1.8 de 192 CV (6,84 y 5.17). Como se puede ver, el consumo del 595 está en la misma décima que los tres anteriores, mientras que el tiempo rebaja bastante el de todos ellos. Como ya se ha dicho, y a pesar de ir a pedal, el tráfico muy favorable y la brillantez de la 6ª hicieron el resto.
Es curioso que, pese al programa Sport, el 595 queda incluso mejor posicionado al ritmo interesante; quizás porque está en su entorno natural. El caso es que, aparte del excepcional Fiesta 1.0-125 CV (mucho menos potente), con 7,59 l/100 km y 4h 29m de tiempo, nuestro Abarth se sitúa en el primer puesto; los tiempos están todos muy próximos, y los consumos se escalonan del siguiente modo: 208-GTI de 200 CV (7,97 l/100 km); Adam-S (7,98); Fiesta ST-200 (8,15); Ibiza Cupra (8,27); 208 de 208 CV (8,30); Ibiza Cupra antiguo 1.4 de 180 CV y DSG (8,39) y Fiesta ST-1.6 de 182 CV (8,46). Y luego vienen sus compañeros de motor MultiAir, ya que el MiTo del que hemos hablado consumió 8,96 y el Punto Abarth subió hasta 9,09. Luego está claro que esta última versión del motor, para ir a un ritmo relativamente vivaz, ha mejorado mucho con la renovada gestión unida al índice de compresión rebajado. También el menor peso habrá influido algo, porque aerodinámicamente no debe haber mucha diferencia.
Íntimamente unido al tema de consumo está el de la autonomía; en el caso del 595, el depósito de 35 litros nominales queda ligeramente compensado gracias a los 5 litros suplementarios que se le pueden meter rellenando con paciencia. Esos 40 litros en total nos permitieron realizar con desahogo el circuito económico sin repostar; pero para el interesante tuvimos que parar a repostar 10 euros en Talavera. Al final, entre dicho repostaje intermedio y lo que entró en Madrid, el consumo total fue de 40,12 litros; de haber intentado llegar, lo mismo lo hubiese hecho casi de milagro, que me hubiese quedado tirado unos pocos kilómetros antes de llegar. Así que mejor haber parado; una autonomía de 500 km resulta un poco escasa, y eso a un ritmo que, para lo que anda el coche, sigue siendo bastante conservador. Pero es lo que tiene la herencia de estar trabajando sobre la base de un coche que es del segmento A/B.
Respecto a la conducción en sí, el motor tira con fuerza desde menos de 1.200 rpm, que son menos de 50 km/h de aguja en 6ª. O sea, que se puede funcionar en 6ª prácticamente en casi cualquier circunstancia, mientras que el conductor se conforme con una buena recuperación, aunque la aceleración no esté al nivel de lo que de un Abarth es lógico esperar. Pero el caso es que, en plan no ya tranquilo, sino simplemente normal, se puede circular casi como si el coche tuviese cambio automático; o sea, sin cambiar.
En cuanto al comportamiento rutero, ya hemos hablado anteriormente; como se ha dicho, el 595 Competizione está ligeramente penalizado frente a sus rivales del segmento B debido a su batalla corta, que le hace ser algo más nervioso de reacciones; pero en tramos muy revirados, su agilidad resulta sorprendente. Es curioso que, con una batalla idéntica, el Mazda MX-5 (y su gemelo el Fiat 124 Spider) no tengan estos problemas. Pero es que, al margen de la bondad de las suspensiones diseñadas por Mazda, la propulsión trasera tiende a eliminar el subviraje cuando se pisa en curva razonablemente, mientras que en un tracción delantera, poco o mucho, lo incrementa. Y al levantar el pie, el fenómeno se invierte, y de forma tanto más brusca cuanto más corta sea la batalla. Pero a efectos prácticos, el 595 Competizione es ahora un coche muy divertido, rápido y seguro.
Se agradece la presencia del doble ordenador de viaje, que permite ir desglosando a lo largo de un viaje el consumo global respecto de los parciales que se realizan en zonas concretas. Dada la personalidad del coche, puede haber grandes variaciones entre un recorrido a crucero razonable por autovía, y lo que podemos obtener al salirnos de la misma y entrar en una carretera convencional de trazado tortuoso y empezando a divertirnos un poco en la conducción. El ordenador, en ambos casos, nos informa del kilometraje, el consumo y el promedio; justo lo necesario.
Por el contrario, aunque sí hay bastantes elementos de confort en el equipamiento, no hay Stop-Start, ni el ya citado control de crucero, ni entrada key-less, ni botón de arranque. La verdad es que tampoco se echa mucho de menos ninguna de estas cosas. En cuanto a ayudas al conductor, sólo la de aparcamiento; y la doble asistencia para la dirección, cambia la tradicional City de los Fiat por lo contrario: más dura en Sport. Los parasoles, quizás a causa de lo aquilatado del tamaño interior del habitáculo, resultan un poco pequeños. Y el posicionamiento de los faros, un tanto curioso: los de cruce de xenón van arriba, mientras que las “largas” halógenas van abajo. En cuanto a los antinieblas, muy enanos, prácticamente no cuentan.
El programa Sport, como es lo habitual, regula todo lo siguiente: la respuesta al pedal del acelerador; la gestión del motor (que no es lo mismo que lo anterior); la asistencia de la dirección, la presentación del cuadro de instrumentos y el sonido del escape (como se explica en uno de los pies de fotos). En cuanto a la economía de adquisición, el precio básico de 25.000 euros se puede ver incrementado por los 2.900 del Pack Performance (autoblocante y tapicería de cuero) que nuestro coche no llevaba; pero sí montaba climatizador (430 €), pinzas de freno de color (220 €), navegador (850 €), salpicadero en fibra de carbono (800 €) y llantas negras (400 €). En total, nuestra unidad de pruebas se ponía en casi 28.000 €, que ya es una cifra más que respetable.
¿Compensa esto frente a coches de prestaciones comparables del segmento B, más amplios y prácticos? Eso lo tiene que decidir cada cual; pero lo seguro es que causa más impacto en amistades, vecinos y familia lo que anda este compacto cochecito con aspecto relativamente inofensivo (salvo por ruedas y frenos) que en el caso de los otros. La valoración de ese impacto vuelve a ser cosa a decidir por cada cual.
P.D.: Lo mismo que parece ser que conseguimos, tras años de denunciarlo, que los papeles de Ficha de Homologación y Permiso de Circulación por fin pongan el mismo peso para el mismo coche, también parece ser que hemos conseguido que desaparezca –desde hace ya varias semanas- el cono de plástico que parecía haberse empadronado junto a un guard-rail ligeramente torcido (lo sigue estando, pero sin el cono). Parece ser que, mal que bien, lo que aquí se escribe acaba filtrándose hasta algunas instancias de cierta capacidad resolutiva. Menos da una piedra.
Se que me van a saltar encima, pero he de decirlo.
«el R.5 en 1970 y el 127 en 1971, medían respectivamente 3,50 y 3,60 metros de longitud, horquillando a nuestro 595»
El Abarth es mas largo que ambos con 3,66 metros.
A la vista del texto de la sexta foto, Sr. Moltó, queda claro quién es el autor de los mismos.
¿Se podría editar el texto y poner en las características técnicas que la caja de cambios es de 6 velocidades? ?
Vaya; yo ya me metía en esta prueba para ver a quién insultaba hoy Arturo Landres. Qué decepción. Las pruebas pasables, pero últimamente esto tenía vidilla cuando el redactor se dedicaba a insultar a sus lectores. O vuelve a hacerlo o dejo de leer esto, que es un blog más.
¿Habrá hecho Arturo el recorrido marcha atras? O como en el chiste malo, cuando ya vas en quinta a toda leche metes la R de Rallye.
El coche en si mola, pero es carísimo. Es de admirar lo bien que se le da a Fiat vender cosas muy caras en los últimos tiempos. Y también el sonido que consiguen sacar y se atreven a vender en un 4l turbo, que bien que algunas tradiciones no se pierdan.
Hola a todos:
En la empresa tenemos varias furgonetas FIAT. Tras muchos años de desempeño no me queda decir más que el resultado ha sido bastante bueno pues tras 350.000 km en todo tipo de uso con un número limitado de averias, no me parece mal.
Una de ellas seguramente ha saltado un segmento y el consumo de aceite se ha disparado. No valia la pena repararla con los años y km que tenia.
Recientemente se han sustituido por las Opel Combo, que no son si no Fiat reetiquetadas pero con el motor 1.242 c.c de 95 C.V. Veremos el resultado.
Pero esta experiéncia indirecta, (yo solo las he cogido puntualmente) me hace que mire los Fiat con otros ojos, olvidando mis prejuicios contra los vehículos italianos. Mi mejor amigo tuvo un Lancia Delta y….. cuesta olivdarlo.
Y el 500 es bonito, y una unidad de gasolina razonablemente potente no deja ser un de mis oscuros objetos de deseo.
Pero el twin air de 105 C.v. no se si encajaria en mi planteamiento.
Un saludo
En el texo aparecen varias menciones dando entender que tiene 6 marchas..,cuando en la ficha y en otras partes pone que lleva 5..
En que quedamos? Yo diría que 5..
Bueno, de verdad, @6 sisu, ¿a usted qué más le da si tiene cinco o seis marchas?. El probador dice que tiene seis, pues tiene seis, diga lo que diga la ficha técnica.
Es que también son ganas de buscarle el fallo, luego dicen que no hay inquina. Pero ya sabrá contar las marchas que tiene, y si dice que tiene seis, pues tiene seis. ¿O es que usted lo ha llevado?. ¿No?. Pues tiene seis, y que diga la ficha lo que quiera, que de Arturo no se duda, qué cansinos. Igual lo que hay que cambiar es la ficha.
La web de Abarth dice que son 5, sea manual o robotizada.
Creo que hay un lapsus en los últimos párrafos.
@7: Poco se habrá leído usted la entrada.., en la ficha publicada por Arturo y en algunos párrafos, pone que tiene 5 y en otras partes, 6..
Y si me da? Pues si. Me da. I no son ganas de buscar fallos ni nada parecido. Admiro el trabajo de Arturo desde hace mucho tiempo. Se que procura ser el máximo de riguroso en estos temas y por eso me ha extrañado la imprecision..
Saludos, y relájese..
No se menciona nada de la posicion de conduccion. La unica y ultima vez que conduje uno de estos coches, a mi modo de ver, bonitos tuve la desilusion que su centro de volante no estaba centrado con el del asiento. Habia un «off-set» entre ambos que me volvia loco.
El coche era guia derecha (UK) y no se si eso se reproduce en los que aqui conducimos, pero era tan apreciable que no compraria el coche por eso. Era como conducir desde el asiento del acompañante (exagerando un poco, claro).
¿Habeis notado eso mismo?
@Sisu, si lleva tiempo siguiendo y admirando el trabajo de Arturo no entiendo el porqué se extraña de la imprecisión. Nos tiene acostumbrados a ellas últimamente, no se explica lo que le está pasando a este hombre.
Pero si es caso de la sexta marcha –> ningún problema. Se habla con Fiat – Abarth, que le pongan la sexta, se modifica la ficha técnica y arreglado. Arturo seguro que tiene razón.
@Simpa, yo también he echado de menos los insultos y el salseo. Entrada muy por debajo de su nivel de las últimas.
Sr de Andrés; no le quepa duda de que el director general de la DGT y todos los departamentos técnicos de todas las marcas se pasan el día con su página abierta y pulsando F5 como locos a la espera de su próxima orden, para ver qué tienen que hacer o corregir, sea quitar un cono, sea añadir o sacar marchas a un cambio, sea variar las suspensiones según sus preferencias…
Resulta realmente estresante, pero se turnan y tienen a negros que les hacen el trabajo duro de estar todo el día pulsando el botón para ver qué nuevas órdenes les da desde su blog.
Nada más recordarle que los coches, normalmente, tienen cuatro ruedas, por si tiene usted el deseo de en la próxima entrada de decir que el coche probado tiene 3 o 5, lo cual resultaría realmente traumático para todas las marcas, tener que parar las cadenas de montaje y rediseñar los autos.
Un cordial saludo,
Lo de que en Fiat le llamen «pequeño Maserati» al Punto que lleva 12 años en el mercado me ha hecho soltar una risita (es cierto que la primera versión se daba un cierto aire en los faros al GT).
Leyendo el pie de la primera foto -provocación en toda regla a sus haters-, no me queda claro si habla en plural porque incluye a su negro, por su innata y propia majestuosidad, o porque ya se considera uno y conjunto con sus «amables» seguidores.
Por cierto, con lo de «troncocónico»; ha demostrado lo demostrable y ha dejado bien clara la brecha cultural con toda esa legión de pobres incultos que intentan, sin éxito, derribarlo de su pedestal, ¡chapó!
Me gustan estas pelotillas atómicas, pude probar un poco un 595 con ese escape Record Monza en un reciente Abarth Day (bien por Fiat por estos eventos) y el coche era un pequeño demonio rugiente.
Lo que me sorprende son los soplados citados en la sobrealimentación, 2,65 bares, 3 bares … que descontado el bar atmosférico quedan en 1,65 bares, 2 bares de sobrepresión, parece mucho soplado para la obtención de esas potencias frente a una cilindrada de 1400cc. O funcionan a pico_par a bajo/medio régimen para regular/decaer el soplado en alta (lo que no me pareció al probarlo) o no lo acabo de entender.
Por ejemplo mi Cooper S 1600 cc sopla de máximo a 0,9 bares a 1 bar (1,9 a 2 bares absolutos), muy alejado de los valores del Abarth, para una potencia final parecida, con tan solo 200 cc más
Éste es el único coche que me compraría por capricho como segundo coche. Me encanta, como pelotilla, para tenerlo muchos años y que mis hijos pudieran (si entonces se puede) disfrutar de él. Tenerlo en el garaje y sacarlo a pasear los fines de semana y cada cierto tiempo comprarle una «chuche».
Hasta me podría acostumbrar a ir «sentado en una silla», que es lo que parece cuando te montas en él.
Y ese sonido… Y es tan cuco :-)))
Un gran amigo mío tenia un 600 con motor de 850, y recuerdo tenerlo levantado en el banco y siempre estar cacharreando con él.
Una reflexión: el lider versus la plebe. Un blog, una entrada. O una noticia en un periodico de gran tirada. El artículo, y los plebeyos aullando a centenares. Un nuevo género literario, retroalmientado (sólo lo leen los propios autores). En este sentido , un chapeau más para AdeA (habría que consensuar un anagrama único para el maestro): se lee los comentarios, y se toma la molestaia (criticada, cómo no) de responderlos.
Somos demasiados, sobradamente preparados, pero aquí sobramos todos.
@17 Mire, MIGUEL VALLELADO VILA CON MAYÚSCULAS eso del líder, maestro y la plebe le ha quedado así, sin más, muy estúpido. Tanto que ni voy a desarrollarlo más, creo que se le ha ido la mano en la adulación.
A veces pienso que el propio autor se pasea por los comentarios a escribirse loas y aplausos a sí mismo, de verdad, es que resulta patético y lo peor es que lo mismo piensa que nadie se da cuenta.
Lo que le está ocurriendo a su amado líder, qué norcoreano queda eso, es que el Gran Maestro de usted, en un alarde de inteligencia insondable, ha escupido al cielo.
La gravedad hace de las suyas y la ocurrencia de escupir hacia donde no procede le está resultando en que ahora los escupitajos y las flemas que ha lanzado, le retornan.
Alguno ya se lo avisó al autor.
P.S. Déjese usted las mayúsculas en casa, ande. No le hace parecer más listo. Ni más alto. ni tan siquiera sexy.
@13,
«Así que al “pequeño Maserati” (como gusta de llamarle, por el diseño de su frontal, la gente de su marca)»
https://www.youtube.com/watch?v=McS7w7jUgYQ
@18 Estimado Sam, disculpe esas mayúsculas que tanto parecen molestarle. El primer día puse el nombre así, y como ya se ha quedado memorizado, pues así lo pongo. No busco ser más alto, ni más guapo, ni nada, no sé de dónde saca eso. Al menos reconózcame un mérito: pongo mi verdadero nombre y apellidos, mientras que aquí (lícitamente) todo el mundo tira de seudónimos o nombres incompletos. Y respecto al contenido de mi mensaje, pues no tengo nada que añadir ni que quitar. Es lo que pienso. Paséese por cualquier medio digital, y verá cómo cada día hordas de anónimos se dejan la piel en tratar de ser más sarcásticos que ayer, y menos que mañana. Un pasatiempo lícito (en realidad, no hacen daño a nadie), como lícita es mi opinión. ¿No?
Hola a todos.
Ya que hablamos de épocas pasadas, por qué no recordar aquellas versiones «locas» del 600 Abarth 1000 TCR.
En una revista alemana, Auto Zeitung de 1971(nº20), se hablaba del 600 Abarth 1000 TCR de 112 cv,de su aceleración de 0 a 100 k/h: en tan sólo 6,8 segundos(eso sí con conductor sólo), lástima que su precio fuera tan disparatado que estaba más cerca de un mercedes AMG de 200 cv que de un Dodge 3700 gt(6 veces más que un 600 «normal») y el doble que un Alpine 1300 de la época…
Eso sí, también existieron versiones más modestas del 600 Abarth que con 78 cv(año 1964) su precio era menos de la mitad, y la versión «siguiente» de 85 cv ya estaba por «encima» del Fiat 2300 de aquella época(año 1965).
Podría parecer disparatado compararlo con el actual Abarth 595 competizione, pero veamos los datos:
180 cv frente a 112 cv(60,7%); 25,5mkg frente a 13,2 mkg(93,18%) de la versión de circuitos rápidos del 600 Abarth 1000 tcr,
y de 1070kgs frente a 590 kgs(1070kg+75kg frente a 590kg+75kg:72% de diferencia),
aceleración de 0 a 100 k/h:6,7 segundos(595 competizione) frente a 6,8 segundos(Abarth 1000 tcr de 112 cv y 13,2 mkg)
O en velocidad máxima: 225 k/h(595 competizione) frente a 210 k/h del 600 abarth 1000 tcr
de la versión de desarrollo largo(25 k/h a 1000 rpm en 5ª) y altura de 1,3 metros;
o 200 k/h(23,9 k/h a 1000 rpm en 5ª velocidad) de la versión con menor refrigeración delantera de la versión con altura 1,4 metros,
o 190 k/h de la versión con mayor refrigeración delantera de la versión con altura 1,4 metros,
o 600 Abarth 1000 tcr de 112 cv de cualquier altura(incluso con 1,3 metros) si su desarrollo era «corto»:21,95 k/h en 5ª,(algo menos de la zona roja de 8700 rpm)
(hubo una excepción: un 1000 tcr de apenas 1,2 metros de altura y hasta 215 k/h con desarrollo largo: algo más de 26,2 k/h a 1000 rpm)
(porque existía una versión más «normal» del 600 abarth 1000 tcr que con la misma potencia máxima a las misma rpm: 112 cv a 8200 rpm, que con apenas 10,27 mkg a más de 7000 rpm lo hacía menos complicado de conducir que la otra versión aunque su aceleración de 0 a 100 k/h se iría a 7,8 segundos con 1 sólo conductor,
y hasta 8,8 segundos con 2 personas a bordo y 30 kgs de equipaje).
Saludos.
Manolom.
Interesante comparativa @Manolom. Pena no poderle dar un «me encanta» en toda regla.
Supongo que el 600 Abarth 1000 TCR de aquel entonces, en una época con grandes diferencias socio-económicas, sería un coche sólo para gente muy pudiente y que su intención era utilizarlo como coche para circuitos cerrados. ¿No?.
El actual 600 siendo aún caro, es un vehículo más generalista y «dócil».
Slds.
Lo que pasa es que ese 600 Abarth en sus diversas versiones tenía una polivalencia de uso menor que la de un WRC actual si lo pudieramos matricular como turismo normal. El progreso esta mas ahí que en las cifras. Bueno, y en que al viejo habría que hacerle motor como mínimo 10 veces por cada una que requiera este 595. El perfeccionamiento esta reñido con el encanto, y en eso si gana el de los ’60 por goleada.
Reconozco que me encantan las interpretaciones estilísticas de los antiguos 500 (Dante Giacosa), y Mini (Alec Issigonis), realizada por el diseñador hispano-noruego Frank Stephenson, sobre todo por el aspecto macizo que les ha conferido, a la vez que elegante, superior a la de casi todos sus competidores.
Sólo el actual Twingo (mezcla de R4 y R5 realizada por Laurens Van den Acker), si hubiere una versión de 3 puertas (Twinrun), creo que podría poner en aprietos a los 500 y Mini actuales, aunque supongo que habrá que esperar a que los ingenieros mejoren su delicado comportamiento dinámico, condicionado por su motor transversal trasero y propulsión, para que la combinación sea mínimamente competitiva con respecto a ellos. ¿Habrá probado ya AdeA el nuevo Twingo RS?
Volviendo al 500, no sé a qué espera FCA para ofrecer un 500 de 5 puertas (con la plataforma del Punto), para competir con el Mini 5p y Audi A1 5p.
Saludos
El último párrafo de mi anterior comentario, está incompleto «… ofrecer un 500 5p (con la plataforma del Punto), para competir con el Mini y A1 5p, o mejor aún, resucitar el estilo del 127, para reeditar su éxito comercial»
Sobre los 600 Abarth:
1)Sobre el 850Tc:Es cierto que la velocidad del 850 Tc es de 180 k/h en el peor de los casos(hasta 196 k/h con altura reducida de 1,335 mts),
(y en el mejor de los casos respecto de los desarrollos ultracortos)con altura de 1,4 metros pero con desarrollos «largos» o «adecuados» mientras con desarrollos ultracortos la velocidad es de sólo 118 k/h/140 k/h(a 8200rpm en ambos casos) y en el 1000 TCR la velocidad de 200 k/h sólo con desarrollos «adecuados» y con mínima refrigeración con altura 1,4 metros y máxima refrigeración con tan sólo 1,2 metros de altura: mientras que con 1,3 metros de altura su velocidad máxima llegó a ser de 210 k/h(con desarrollos «adecuados»)
y sólo 190 k/h con máxima refrigeración y altura de 1,4 metros, mientras que una versión de desarrollos ultracortos fuera cual fuera su altura y su mayor-menor refrigeración delantera su velocidad no superaba los 180 k/h…
2)Y respecto de la aceleración:con el 850 tc se llegaron alcanzar los 100 k/h en 12,2 segundos con dos pasajeros y 30 kgs de peso(con sólo conductor tal vez hubiera bajado de los 11 segundos); mientras que el 1000 tcr de 112 cv y apenas poco más de 10 mkg de par máximo y también 2 pasajeros y 30 kgs de peso: no más de 8,8 segundos…
3)Es curioso ver como la versión de «circuito» de 112cv y 13,2 mkg con conductor sólo se llegaron a homologar 6,8 segundos de 0 a 100 k/h(1 sólo conductor) y 6,5 segundos (6,2 segundos de 0 a 60 mph-96,62 k/h)en versiones ultrapotentes, también tcr y de tan sólo 982 cm3(120 cv a 7600 rpm y 123cv a 8500 rpm).
Es de destacar que en el 1000 tcr de 112 cv había dos variantes: una de 13,2 mkgs y que desde 7000 rpm ya alcanza la potencia máxima y otra de no más de 10,27 mkg a 7000-7400 rpm pero más lineal a bajas rpm (a 5500 rpm hay 9 mkg)aunque con muchos altibajos hasta 5000 rpm…
La versión de 13,2 mkg a tan sólo 5500 rpm ya alcanza los 101 cv(en 1500-2700 rpm más arriba sólo hay 11 cv de más) y a 4000-4500 rpm puede que no haya mucho más de 9-10 mkg: mucha menor progresividad…
4)Y otra más: me imagino que os habréis dado cuenta que la versión de 112 cv y 13,2 mkg a 7000 rpm también se llega a la potencia máxima(que corresponden aproximadamente a 11,46 mkg din)y es que durante una época las versiones de competición de diversas marcas daban la potencia máxima en cv din hasta un determinado máximo de rpm(8200 en este caso) y los mkg máximos en normativa din pero las rpm «oficiales» en el que se alcanzaba dicho par máximo coincidían las rpm «mínimas» en el que también se alcanzaba la potencia máxima(en este caso desde las 7000 rpm hasta las 8200). Y las rpm máximas a alcanzar eran las 8700 rpm…
La contrapartida estaba en la falta de progresividad respecto de la versión con la misma potencia máxima a las 8200 pero con muchísimo menos par motor…
5)Y luego están las versiones 1000 tc de 76-80-85-88 cv, muy progresivas(y muy elásticas) incluso desde las 2000 rpm…
6)Y sobre una versión ultrapotente de 118 cv alcanzaba dicha cifra nada menos que a 9200 rpm y en otra fuente se llegó a decir que había una variante de también 118 cv din a 9800 rpm(zona roja de 10000 rpm) de ahí que el par máximo se consiguieran entre más de 7000 rpm y 8200 rpm y no más de 10 mkg y que desde las 5500 rpm ya se llegaran a los 9 mkg…
Y que la aceleración de 0 a 100 k/h con un sólo conductor bien podría ser algo peores que la versión de «circuito» rápido de 112 cv y 13,2 mkg…
7)Y otra sobre la versión de 118 cv, su velocidad máxima fue de «sólo» 198 k/h ya que tendría un desarrollo ultracorto(ya estuviera cerca de la zona roja a 9300-9400 rpm o bien a 9800-9900 rpm)
En cuanto a las versiones de desarrollos ultracortos del 850 tc y 1000 tcr si bien las velocidades máximas de crucero eran de apenas 118k/h/140 k/h(a 8000 rpm-8200 rpm según tipo de neumáticos) y 180 k/h(a 8200 rpm), el límite máximo pero no de crucero sería de 125k/h/148k/h(a 8500 rpm que es la zona roja del 850TC) y de 190 k/h(a 8660 rpm muy cerca de la zona roja de 8700 rpm).
8)Es decir que aunque un 1000tcr ya fuera de 112 cv o de 115 cv con mínima refrigeración y altura de 1,3 metros(distancia mínima al suelo de apenas 11cm) o incluso 1,2 metros(distancia mínima al suelo de apenas 8 cmts),la velocidad máxima estaría limitada a 190 k/h es decir igual a alguna versión de ruedas estrechas del 1000tc 88 cv(aún con mucha refrigeración delantera) e incluso 5 k/h menos que algunas versiones 1000 tc de 80/85cv y también altura de 1,4 metros(altura mínima al suelo de 14 cmts)
y 195 k/h con desarrollos «adecuados» o «largos»(mínima refrigeración delantera:todas las ventajas de los 1000 tcr más aerodinámicos y de tener ruedas mucho más estrechas)…
Sobre los 180 k/h(192 k/h o simplemente +190 k/h,en alguna versión de 1000 tc con los mismos 76 cv, mínima refrigeración y capó trasero completamente levantado) para 76 cv, supone un CxS de apenas 0,56(CxS de apenas 0,47 con +190k/h, con refrigeración delantera mínima), algo impensable en casi cualquier utilitario posterior tanto por su ancho de vías como por su altura,lo que supone un Cx de apenas 0,38
¡¡¡(0,32, con refrigeración delantera mínima, y capó trasero completamente levantado)!!!;
mientras que el 1000 TCR de 112 cv con ruedas tan gordas, más de 200 k/h o simplemente 200 k/h supone un CxS de unos 0,60, un Cx de 0,39(con ancho de vías de 1,215 y altura de 1,405 mts).
9)Siguiendo con la aerodinámica del 600, decir que los 600 normales(altura de 1,4 metros y capó trasero completamente cerrado) se llegó a medir en un túnel de viento un Cx de 0,42.
A finales de 1958, se pudo comprobar con un 600 Abarth de 750cm3 y 46cv que con el capó trasero completamente cerrado, se pudieron medir 133,5 k/h de velocidad máxima.Mientras que ese mismo 600 Abarth de 750 y 46 cv y capó trasero ligeramente abierto(y exactamente la misma altura) se consiguieron 139,3k/h, lo que supone una mejora(disminución) del CxS del 14%.
De ahí que no sea extraño que a igualdad de todos los demás factores(ancho de neumáticos, de vías, altura y refrigeración delantera), cuando el capó trasero estaba completamente abierto(levantado)el Cx(y el CxS) fuera hasta 1,3 veces menor…
Saludos.
Sobre el 1000 Tcr de los más conocidos 1000 TCR de 112 cv decir que también se homologaron «solamente» 190 k/h incluso con desarrollos «normales» (24 k/h a 1000 rpm en 5ª que corresponden a menos de las 8200 rpm ), y es que los 600 Abarth 1000 tcr con altura de 1,4 metros, ruedas «gordísimas», refrigeración delantera máxima, aún con el capó trasero completamente levantado su Cx es de hasta 0,48(con refrigeración mínima a igualdad de todos los demás factores su Cx es de 0,39),
y respecto de los más antiguos 1000 tc con menor refrigeración delantera posible y capó trasero completamente levantado(y ruedas muchísimo más estrechas), la diferencia es de hasta 1,5 veces (la diferencia entre un Cx de 0,48 y de 0,32)
es decir parecido a lo que pasa en la actualidad con el Mercedes CLA AMG(Cx de 0,32 por «culpa» de la refrigeración delantera mucho mayor frente a otros CLA relativamente «gordos» con un Cx de 0,26-0,27) y los Mercedes CLA más «básicos» y «ecológicos» con Cx de 0,22-0,23 y eso que no tienen ruedas muchísimo más estrechas que los CLA AMG: la influencia positiva del carenado inferior).
Saludos.
Un reportaje exesivamente largo para tan poca calidad en la exposición del mismo.
Se ve que no ha tenido un Abarth y simplemente está transmitiendo sensaciones que no conoce.
Una pena que cualquiera pueda dar opiniones sin estar mínimamente fundamentadas.
Un saludo de un enamorado de Abarth
En http://www.rodiautosport.es hemos probado este juguete y si bien es divertido no acaba de transmitir sensaciones acordes a su precio.
Entre la afirmación de que tiene 6 marchas en el cambio manual robotizado y que el motor es el multiair (es el T-Jet)…desmerece mucho el artículo. Saber la técnica es lo básico…