La prueba de este coche se justifica –o al menos tiene un especial interés- por una concatenación de circunstancias: en primer lugar, el éxito comercial de la carrocería SUV es indudable, y ya podemos decir lo que nos parezca los que no vemos claro semejante corrimiento de tierras en su favor, porque la realidad es la que es. En segundo lugar, y ya admitida la carta de naturaleza del SUV (o “crossover”, o “todo camino”) en nuestras calles y carreteras, el Ateca en concreto es la gran novedad de los últimos meses (sin despreciar las continuas incorporaciones de otros modelos a lo que ya no es un nicho, sino todo un segmento de pleno derecho). Un tercer motivo –y éste ya es de carácter más bien sociológico- es que este Ateca 2.0-TDI 4Drive es el modelo de sustitución que se ofreció, sin modificar el precio, a los clientes que habían reservado el de este mismo motor pero con tracción delantera, cuya comercialización se ha retrasado debido al asunto de tener que incorporarle la inyección de AdBlue que el 4Drive ya traía de fábrica desde el primer momento.
Y por si fuese poco, a mediados de Mayo de 2015 habíamos publicado la prueba del León III con carrocería familiar ST y exactamente esta misma mecánica: motor 2.0-TDI de 150 CV, cambio manual y tracción 4Drive. Es decir, la alternativa, con carrocería familiar, al SUV; y en ambos casos con exactamente el mismo sistema propulsor, ya sea motor o transmisión. En más de una ocasión he enunciado el dilema que a su vez deberían plantearse cantidad de usuarios que se compran un SUV simplemente porque está de moda: ¿no les serviría exactamente igual, para sus necesidades, un familiar de mecánica y tamaño más o menos equivalente? Y esto vale exactamente igual para la gran mayoría -que se decanta por vehículos de tracción delantera en ambos carrocerías- que para la minoría que precisa, o al menos prefiere, la tracción integral, por la situación geográfica de su lugar de residencia, por su afición a los deportes de invierno o en campo abierto, o por el tipo de vías de acceso a su residencia, sea la habitual o la segunda. Y este segundo caso -el más completo, y teóricamente más favorable al SUV- es el que podemos estudiar al comparar esta prueba con la de hace veinte meses.
Del Ateca ya hemos publicado una primera prueba, a finales del pasado Octubre: la del 1.4-TSI de gasolina, con 150 CV pero en tracción delantera. La potencia es la misma en ambos casos, pero lamentablemente, dicha prueba no nos sirve más que para tener una impresión previa del comportamiento de este modelo, ya que no hemos probado el 1.4-TSI 4Drive; que como existir, existe, y en diversos acabados por si fuera poco. No obstante, veremos qué se puede hacer, de cara a la comparación de consumos, utilizando las cifras homologadas para ambos tipos de tracción. Así pues, podremos cotejar los consumos de dos modelos (León y Ateca) que comparten bastidor, motor y tracción, y también los de los Ateca de gasolina y gasóleo con la misma potencia (e incluso 4Drive). Pero convendrá empezar por dar a conocer los datos de la ficha técnica completa del modelo protagonista de esta prueba:
Ficha técnica: Seat Ateca 4-Drive 2.0-TDI-150 X-cellenceMOTOR CICLO POSICIÓN ESTRUCTURA COTAS ALIMENTACIÓN DISTRIBUCIÓN RENDIMIENTO TRANSMISIÓN DISPOSICIÓN EMBRAGUE CAMBIO CONTROLES GRUPO RELACIONES ● DESARROLLO FINAL (km/h a 1.000 rpm) BASTIDOR SUSPENSIÓN DIRECCIÓN FRENOS CONTROLES RUEDAS CARROCERÍA TIPO COTAS PESO CAPACIDADES PRESTACIONES DINÁMICAS CONSUMO EMISIONES |
En esta ficha no encontramos nada especialmente sorprendente; en todo caso que el intercooler es del tipo agua/aire (algo habitual en el grupo VAG) y no el tradicional aire/aire. Y por otra parte, que dispone (desde el primer momento en esta versión 4Drive) de la inyección de urea AdBlue para mantener a raya las emisiones de NO2. En la transmisión, la 6ª de 56,7 km/h está ya en el límite de ser “larga” para un vehículo pesado (casi tonelada y media en vacío) y de sección frontal importante (prácticamente 2,5 m2), cuyo motor debe vencer los rozamientos parásitos de una transmisión 4WD, que si bien no trabaja apenas como tal circulando por asfalto, todos sus componentes van girando aunque no transmitan par a las ruedas traseras.
Esta transmisión es la 5ª generación de la Haldex sueca, que poco a poco se va sofisticando. En un principio, reaccionaba cuando los sensores del ABS detectaban que las ruedas delanteras empezaban a girar más rápido que las traseras, y embragaba la conexión del tren posterior con el motor. Y ahora, en sucesivos pasos, ha llegado a utilizar un sistema predictivo que, basándose en la información de los sensores no sólo del ABS sino también del ESP (velocidad del coche, ángulo y velocidad de giro del volante, exigencia de par al motor, y fuerza centrífuga), calcula cuando la adherencia del tren delantero está próxima a llegar a su límite. Y entonces conecta progresivamente la tracción trasera un poco antes de que llegue a ser realmente necesaria, para evitar la relativa brusquedad que se apreciaba antes al entrar la propulsión trasera cuando ya el tren delantero estaba empezando a patinar. Pero en cualquier caso, y circulando sobre asfalto seco a un ritmo razonable (que puede ser bastante vivaz), el funcionamiento es prácticamente siempre en tracción delantera.
Respecto al Ateca 1.4-TSI de 150 CV en 2WD, hay una diferencia de nada menos que 190 kilos, debido a que el motor TDI es bastante más pesado, y que la transmisión 4WD también incrementa lo suyo el peso. Cierto que el motor TDI tiene un 36% más de par (340 frente a 250 Nm), pero esto queda más que compensado por la diferencia de desarrollo, que en 6ª es un 23% más largo (56,7 frente a 46,0 km/h) y la de mayor peso (1.473 frente a 1.284 kilos), lo que supone otro 15% adicional. En total, agrupando ambos porcentajes, el 1.4-TSI tiene un 41,5% de ventaja, lo que comparado con el 36% de mayor par del TDI, todavía le deja al de gasolina un 4% de ventaja. Porque la elasticidad de ambos motores es la misma: ambos inician su “meseta” de par máximo a 1.750 rpm. O sea que yendo a la misma velocidad, y en la misma marcha del cambio, la aceleración que se consigue (en este caso concreto) es la misma, incluso con una ligerísima ventaja del TSI.
Claro que esta comparación es entre los modelos de las respectivas pruebas, lo cual falsea el resultado, ya que lo correcto sería comparar a igualdad de tipo de transmisión; pongamos que ambos con 4Drive. Y entonces el 1.4-TSI aumenta 100 kilos de peso, hasta los 1.385; con lo cual la diferencia se queda en 90. Pero por otra parte, con la 4Drive el TSI va todavía un poco más corto de desarrollo que con 2WD (43,8 en vez de 46 km/h), y con este 5% compensaría en buena parte lo perdido por peso.
Como venimos señalando en los últimos tiempos, el moderno turbo de gasolina, a igualdad de potencia, ha acabado con la supremacía que tenía el turbodiesel sobre el atmosférico de gasolina en cuanto a capacidad de recuperación. Cierto que, a igual velocidad y en la misma marcha, el motor TSI gira entre un 30 y un 40% más rápido que el TDI, pero para eso tiene un equipo móvil y alternativo más ligero, mucho más apto para soportar regímenes más elevados, del orden de 1.500 o más bien 2.000 rpm, al límite, por encima de lo que puede alcanzar el TDI.
La otra comparación que está disponible es entre el Ateca y el León ST, con idéntico motor 2.0-TDI de 150 CV y transmisión 4Drive; en este caso la diferencia de peso es de 74 kilos a favor del León (es como llevar ocupada una plaza menos), y además el desarrollo es más corto en el León: 52,4 frente a 56,7 km/h en el Ateca. Pero no es sólo esto lo que le confiere al ST una superioridad de aceleraciones y recuperaciones bastante notable respecto al Ateca, sino que además está la diferencia en aerodinámica, que a partir de 90 km/h (y no digamos de 110/115) empieza a contar, y mucho. Y es que las secciones frontales de ambos coches son de 2,20 m2 para el León y 2,49 m2 para el Ateca; una ventaja para el primero de un 13%. Ventaja que está avalada por las velocidades punta: el León ST alcanza los 211 km/h, mientras que el Ateca se queda en 196 km/h.
Con lo cual llegamos al enfrentamiento del que hablábamos en el segundo párrafo de este texto: para la utilización que hace más del 80% de sus usuarios, ¿compensa adquirir un Ateca, algo más caro a igualdad de mecánica, frente a un León ST familiar, compartiendo ambos plataforma, equipamiento, mecánica y transmisión, incluso la 4Drive? Ya hemos visto que por prestaciones, la ventaja es radicalmente favorable al León: misma potencia, menor peso, mejor aerodinámica y desarrollos más cortos. Y también menor consumo –del que hablaremos a continuación- pese a los desarrollos más cortos. A este respecto, es curioso que, siendo más ligero y aerodinámico, el ST 4Drive vaya más “corto” que el Ateca equivalente. Esto no puede tener más que una explicación: intentar optimizar los consumos del de carrocería SUV, aunque sea a costa de perder dinamismo de marcha, y obligando a una utilización mucho más frecuente de la palanca de cambios.
Y queda la última cuestión: el tipo de carrocería. Aquí dejaremos al margen la cuestión estética: podrá haber quien prefiera el aspecto macizo y musculoso del SUV frente al estilizado del familiar. Y se podrá también utilizar el argumento de la mejor visibilidad, al ir sentado unos cuantos centímetros más alto; y finalmente, el que yo veo como más razonable: la mayor facilidad de entrada y salida (aunque esto depende de la estatura y agilidad del pasajero), y para instalar, cargar y descargar la sillita infantil. Pero el argumento que aquí ya no vale es el de la utilidad y capacidad de carga. Y vamos con los fríos números, que no engañan.
El León ST es 18 cm más largo que el Ateca ((4,54 frente a 4,36 metros), prácticamente igual de ancho (2 cm menos en concreto), y 17 cm más bajo (1,44 frente a 1,61 metros). Pero no menos capaz para transportar impedimenta, sino muy al contrario: su maletero, hasta el límite impuesto por la bandeja, cubica 587 litros, frente a los 485 del Ateca (datos con transmisión 4WD en ambos casos). Una diferencia de 100 litros, pero con la ventaja de una superficie algo más amplia, pues siempre se aprovecha mejor un maletero extenso que uno de tipo caverna vertical. Y puestos a cargar en altura, en casi ninguno se llegan a meter cosas hasta topar con el interior del techo.
Así pues, el León ST tiene el inconveniente de 18 cm más de longitud (un cierto problema a la hora de aparcar en línea) a cambio de 100 litros más de maletero en la configuración natural (ocultando la carga con la bandeja). Y no olvidemos que estamos hablando de dos modelos de enfoque práctico y utilitario; porque de lo contrario, ahí está el León de 5 puertas (o incluso el SC tipo coupé, para quien lo prefiera). El aspecto psicológico de la mayor sensación de seguridad al ir en un coche algo más alto y pesado es, lo mismo que lo antes dicho para la estética, difícil de cuantificar. La ventaja de visibilidad, al menos para mí, no es tanta como podría deducirse de la diferencia de altura exterior: en los turismos tengo la costumbre de situar el asiento lo más alto posible, o cerca de ello; mientras que en los SUV me conformo con ver el límite del capó y ya no lo subo más, para no ir demasiado sentado como en una silla, y tener que accionar los pedales apretando hacia abajo en vez de empujando (apoyándose en el respaldo del asiento, lo cual es más eficaz y más cómodo).
Por supuesto que la conducción en sí es muy similar, por no decir idéntica; la plataforma es la misma, y el comportamiento, muy parecido. No hay duda de que la diferencia de altura del centro de gravedad se acaba dejando notar, pero no es apreciable hasta que se empieza a pretender ir “de carreras”; y para eso, mejor un León corto que el ST o el Ateca. Las diferencias básicas, pues, son la mayor capacidad de maletero del ST a cambio de mayor longitud de carrocería, y mejor accesibilidad y practicidad para un uso con niños pequeños (o incluso medianos) en el Ateca. Y luego está el aspecto de los consumos, del que pasamos a informar a continuación:
Resultado del Seat Ateca 2.0-TDI 150 4Drive en el circuito habitual:Ritmo económico NUEVO: Consumo: 6,31 l/100 km. Promedio: 97,9 km/h. A ritmo “interesante”: Consumo: 7,42 l/100 km. Promedio: 111,2 km/h. |
Estos son los datos, que en sí no nos dicen demasiado hasta no entrar en comparaciones. Pues bien, del León tenemos unos datos cruzados, ya que con él se hicieron los recorridos “interesante” y antiguo; a continuación intentaremos hacer comparativo este último dato. Pero el “interesante” ya está disponible, y fue de 6,83 l/100 km, y con un tiempo de 4h 28m, frente a las 4h 32 m del Ateca; una diferencia de 0,6 l/100km, siendo el Ateca cuatro minutos más lento.
Como ya explicamos semanas atrás, disponemos de un índice comparativo de consumos entre los ritmos económicos de marcha antiguo y moderno, que arroja (en los TD) un incremento de consumo del 13% en el antiguo respecto al nuevo, con un 10% de mayor tiempo invertido en el nuevo respecto al antiguo. Y así tenemos que para el Ateca el consumo antiguo hubiese sido de 7,13 l/100 km, frente a los 6,17 que se bebió el León ST, que en esta ocasión fue dos minutos más lento. Una diferencia de consumo que se eleva a 0,96 l/100 km, ligeramente matizada porque el coche teóricamente más lento fue un poco más rápido. Y en el ritmo nuevo, del que arriba están los datos deñ Ateca, el ST habría consumido a razón de 5,46 l/100 km, siendo de nuevo dos minutos más lentos que el Ateca, pero a cambo de consumir 0,85 l/100 km menos. En total, una diferencia (totalmente despreciable) de un minuto entre las tres pruebas, y de 0,80 l/100 km exactos, a favor del León ST.
Podemos hacer un pequeño juego aritmético, que me voy a permitir compartir con Vds, puesto que parece respaldar tanto la validez de la conversión como la proporcionalidad con las cifras homologadas; porque una cosa es que los valores del ciclo NEDC resultan ridículamente bajos, por lo suave del ritmo de marcha en el ciclo, y otra que no sean comparativos entre sí para unos y otros coches, y respecto a otros ritmos de marcha algo más alegres. Pues bien, el consumo medio de las tres pruebas es de 6,15 l/100 km para el León, y de 6,95 para el Ateca, con una diferencia de 0,8 l/100 km, como ya se ha señalado en el párrafo anterior.
Pues bien, el consumo homologado extraurbano de estos dos coches es de 4,2 l/100 km para el León ST y de 4,7 para el Ateca; nos fijamos en el extraurbano, puesto que es el que se corresponde con la utilización de nuestra prueba. La media de dichos consumos homologados es de 4,45, frente a los 6,55 de consumo medio de nuestros dos coches en el conjunto de los seis recorridos. Y resulta que, como este consumo medio nuestro es un 47% más alto que el homologado medio, aplicando la oportuna regla de tres, tenemos que esa diferencia de 0,5 l/100 km de diferencia en los valores homologados para ambos coches subiría a casi 0,74; un valor muy próximo al 0,80 real que arrojan nuestras pruebas. Es decir, que la correlación entre consumos homologados y de nuestra prueba se mantiene prácticamente muy similar para ambos coches, ya sea en el banco de pruebas o en carretera.
Frente a otros SUV rivales, también con motor 2.0-TD, tracción 4WD y potencias de entre 140 y 150 CV, este Ateca queda posicionado en un aceptable término medio, con su consumo corregido al ritmo de marcha económico antiguo, que es del que disponemos de algún dato comparativo con vehículos similares. Así, sus 7,13 l/100 km están por encima de los 6,70 del Subaru XV, pero ligeramente por debajo de los 7,28 del Subaru Forester, y ya bastante mejor que los 7,88 del Ford Kuga. Y todos ellos, con unos tiempos invertidos entre 4h 40m y 4h 44 m, bastante similares.
Digamos, para finalizar, que nos hemos encontrado con un molesto defecto común a la práctica totalidad de los SUV que hemos probado en los últimos meses: los parasoles son de un tamaño absolutamente raquítico para ocultar el sol naciente o poniente; les faltan del orden de 10 cm de tamaño para poder situarlos justo a la altura del horizonte. Y cuanto más bajo sitúe el asiento el conductor (o más corta su estatura), el problema se acrecienta. No se pueden mantener los mismos parasoles de un turismo en un vehículo cuya diferencia de altura entre asiento y techo puede ser de 10 a 20 cm mayor en uno que en otro.
Hablando de alturas, en el León ST 4Drive ya sólo existe una única posible alturas de suspensión, la de la versión X-Perience, que viene a ir del orden de 15 mm más alta que la normal que probamos hace año y medio; ya no existe el 4Drive a secas. Por su parte, en el Ateca parece ser que esta versión X-Perience (con detalles estéticos exclusivos, motor 2.0-TDI de 190 CV y transmisión 4Drive) ha sido una versión “non-nata”, después de ser anunciado a bombo y platillo en el Salón de París, a finales del pasado Septiembre. Pero no aparece en las listas de precios de la propia Seat ni en las de “km77”; por otra parte, este motor más potente sí que está disponible ya sea en el Alhambra o en diversas carrocerías del León. Quizás en Seat han llegado a la conclusión de con la altura de suspensión normal es suficiente (no hay variante deportiva FR en el Ateca), y que para cuatro que iban a utilizar de verdad el X-Perience en terreno algo más duro, no valía la pena complicarse la vida en comercializar esta variante. Entonces, ¿a qué presentarla? ¿Quizás es consecuencia del terremoto AdBlue?
Más detalles: las luces automáticas (entre cruce y largas) de xenón abren mucho hacia los lados, hasta el punto de que no se echa de menos ese complejo funcionamiento de algunos coches en las que los faros se mueven más para todos los lados que los ojos del ayudante del “jovencito Dr. Frankenstein”. Pero además los antinieblas, por una vez, son muy eficaces como cuneteros, y todavía iluminan lateralmente algo más que el haz de cruce; aunque realmente sólo resultan útiles en curvas muy cerradas, de las que se toman en 4ª como mucho, y más bien en 2ª y 3ª.
Y un último comentario: en el programa para Nieve, el tarado de la dirección es el Sport, lo cual resulta chocante en un principio; hasta que razonas que, puesto que en Sport hay menos asistencia, se hace así para dejar suficiente sensibilidad en el volante sobre un pavimento tan deslizante.
Resumiendo: este Ateca 4Drive 2.0-TDI de 150 CV es un SUV muy completo, muy agradable de utilizar y que dará plena satisfacción a las decenas de miles de usuarios que cada mes se decantan por adquirir un vehículo de este tipo. El hecho de que personalmente nos parezca que un León ST de similar mecánica puede dar un mejor servicio en el 90% de los casos no sirve de nada frente a las modas del mercado, y tampoco le quita ninguna de sus virtudes al Ateca. Simplemente indica que el público parece haberse olvidado de que existe la carrocería Familiar; y que si siempre se había llamado así, por algo sería.
De verdad unos desarrollos tan largos «optimizan» el consumo real del vehículo?
El de homologación por supuesto, pero en el uso normal no hacen que consuma más?
Ráfagas.
Por cierto, el público consume lo que le echa la publicidad, no lo que más le conviene.
Y eso lo saben muy bien los equipos de marketing de los fabricantes.
«Como ya explicamos semanas atrás, disponemos de un índice comparativo de consumos entre los ritmos económicos de marcha antiguo y moderno, que arroja (en los TD) un incremento de consumo del 13% en el antiguo respecto al nuevo, con un 10% de mayor tiempo invertido en el nuevo respecto al antiguo. Y así tenemos que para el Ateca el consumo antiguo hubiese sido de 7,13 l/100 km, frente a los 6,17 que se bebió el León ST, que en esta ocasión fue dos minutos más lento.»
Y luego que si yo digo cosas. 7.13 litros. Exactamente, 7.13.
Diferencias de consumo:
– Ritmo económico: 0,85 l/100 km
– Ritmo antiguo: 0,96 l/100 km
– Ritmo interesante: 0,59 l/100 km
Entonces, al ritmo más elevado, el Ateca aprovecha su peor aerodinámica y su mayor peso para acercarse a los consumos del León. Estos SUVs son la bomba!
«En más de una ocasión he enunciado el dilema que a su vez deberían plantearse cantidad de usuarios que se compran un SUV simplemente porque está de moda: ¿no les serviría exactamente igual, para sus necesidades, un familiar de mecánica y tamaño más o menos equivalente?»
Lo mismo podríamos decir para quien compra una berlina.
«En más de una ocasión he enunciado el dilema que a su vez deberían plantearse cantidad de usuarios que se compran una berlina simplemente porque está de moda: ¿no les serviría exactamente igual, para sus necesidades, un compacto de mecánica y tamaño más o menos equivalente?»
O de un coche de 4 puertas.
«En más de una ocasión he enunciado el dilema que a su vez deberían plantearse cantidad de usuarios que se compran un coche de 4 puertas simplemente porque está de moda: ¿no les serviría exactamente igual, para sus necesidades, uno de dos puertas de mecánica y tamaño más o menos equivalente?»
O de un coche de potencia elevada…
«En más de una ocasión he enunciado el dilema que a su vez deberían plantearse cantidad de usuarios que se compran un coche de alta potencia simplemente porque está de moda: ¿no les serviría exactamente igual, para sus necesidades, un coche menos potente de tamaño más o menos equivalente?»
etc.
Por favor, que nadie olvide que soy más alto y guapo que ese fraude periodístico de A de A.
Amadme, míseros mortales.
La gente se compra SUV’s, no por moda.
Se los compra porque tienen más espacio en vertical. Es más fácil entrar y salir. No tienen que ir tendidos, sino que van en una postura más cómoda. Si tienen niños, el tema de la sillita es muchísimo mejor. A igualdad de tamaño, tienen un maletero más fácil de usar. Van más altos y tienen mejor visibilidad.
Personalmente, me he comprado un coche alto, (es el 2º coche alto que tengo)… y a partir de ahora, no quiero volver a coches bajitos.
Aunque gasten un poquito menos.
Entre coches altos, tengo dos opciones: monovolúmenes y SUVs. Normalmente, el SUV es más bonito. Tiene un diseño más «deportivo». La imagen que proyecta es la de un tipo al que le gusta la vida activa. De ahí que sea la elección de muchos, aunque el monovolumen tenga un espacio interior mejor aprovechado.
@8 Los accionistas de Repsol queremos mostrarle nuestro enorme agradecimiento por su desinteresada labor en favor de nuestro bienestar.
Lo de ir más cómodo, será que soy un tipo raro, pero yo hago más km sin cansarme si voy con las piernas estiradas que si voy sentado tipo silla.
Eso sí, para entrar y salir muchas veces, o aparcar pegadito a un bordillo, mejor la silla.
Conclusión: para carretera coche bajo, para ciudad coche alto; tanto por lo antedicho como por economía/seguridad. Aunque mover por ciudad más de 1,5 t no es muy económico que se diga.
Cuanto mas alto el coche mas sufren las cervicales. Recuerden velocidad angular y velocidad real de la cabeza en las inercias laterales.
«Más detalles: las luces automáticas (entre cruce y largas) de xenón abren mucho hacia los lados»
Mas detalles: el Ateca no puede tener faros de xenon
«Por supuesto que la conducción en sí es muy similar, por no decir idéntica; la plataforma es la misma, y el comportamiento, muy parecido. No hay duda de que la diferencia de altura del centro de gravedad se acaba dejando notar, pero no es apreciable hasta que se empieza a pretender ir “de carreras”
He tenido oportunidad de conducir algún compacto-familiar y su variante SUV; siempre he notado una diferencia apreciable en cuanto comportamiento y sin necesidad de ir «de carreras». Lo cierto es que las pruebas sobre este ATECA comentan esto mismo que dice A de A. pero por mi experiencia y los comentarios de personas y prensa no es para nada común por tanto felicidades a SEAT.
Sensores de “exigencia de par al motor” y “fuerza centrífuga”.
Madre mía.
Yo no estoy demasiado de acuerdo en que para circular por la ciudad sea mejor un coche alto. Estas coches ‘grandotes’ pueden tener más ángulos muertos. También estoy de acuerdo con @Manolo xvi. Me parece más cómodo ir con las piernas estiradas. Otra cosa es cuando hay que llevar personas a las que les cuesta entrar o salir. Y desde luego, las modas.
Algunas de las ventajas de los SUV, a nivel de barra de bar, son su aspecto impactante ante los demás conductores, su posibilidad de ver las piernas a l@s ocupantes de otros coches, el estar a la moda de lo que pita en el mercado, el dar imagen de un estilo de vida activo, Un Todo terreno en tiempos pasados presuponía un nivel económico alto, unas aficiones tipo golf, esquí ,caza, piraguismo, etc relativamente poco frecuentes e incluso elitistas. Si ahora le quitamos al antiguo todo terreno su rudeza, su caja de marchas cortas e incluso su tracción total permanente, su espartano acabado, su escasa potencia y gastona motorización pues ya tenemos el huevo de Colón, el SUV, crossover o todo camino al que aspiran muchos compradores de 30/45 años con hijos pequeños. Que cuesta más comprarlo, mantenerlo, que su estabilidad , consumo y prestaciones son peores que los de un compacto, familiar o incluso berlina pues desde luego. En todo caso el consumidor realiza las elecciones que le apetecen.
Si cada vez que uno se sube a su SUV esboza una sonrisa y puede pagar su adquisición y su mantenimiento pues felicitaciones a los propietarios y a los departamentos de marketing de los fabricantes.
Personalmente me parecen adecuados los desarrollos de este Ateca, con una quinta corta que casi puede llevarle a la velocidad máxima y una sexta de desahogo. Me parece un tanto simplón el salpicadero. Y muy probablemente elegiría la versión TSI por su mayor finura de funcionamiento y mayor rango de revoluciones utilizable.
Para ir sentado alto no hace falta un suv..; con un monovolumen clásico hay bastante..
Incluso recuerdo todo terrenos en los que se va sentado bajo y con las piernas estiradas..
Una de las motivaciones «logicas de compra es que su recorrido de suspensión y altura ayudan a no sufrir tanto en baches, badenes,etc.., que nos encontramos con frecuencia hoy en día..
Antes la mayoría de turismos, incluso las versiones deportivas, tenían mas distancia libre al suelo que los equivalentes de ahora. Luego la moda y el marketing han hecho el resto..
Tampoco se le puede poner Ziritione como extra…ains que cruz
Es que este Ateca apenas es SUV, lo he visto en el concesionario y ni la distancia al suelo ni la altura total son como para que se note una diferencia apreciable en comportamiento con un turismo.
Lo de las piernas estiradas, depende, los monovolumenes y SUVs de ahora no con como los Land Rover de antes, las piernas van practicamente estiradas, como en un turismo, siempre que el turismo lo permita, porque los pasajeros de atrás en muchos turismos deben doblar y subir mucho las rodillas para poder entrar.
Para ciudad lo mejor es un Seat Ibiza, por ejemplo, los coches más altos, como bien han dicho, tienen muchos angulos muertos, y el pilar A tan tendido que se estila ahora, resta visibilidad en los pasos de cebra, la de sustos que me llevo con mi monovolumen compacto por este motivo, he aprendido a ir muy atento y estirar el cuello al llegar a ellos, pero a veces me relajo un poco y peatón que se tira delante mio sin yo enterarme. Claro que algunos llaman ciudad a las grandes capitales donde practicamente todos los cruces y pasos de cebra están regulados por semaforos, pero en los pueblos y pequeñas ciudades es otra historia, el coche alto no da ninguna seguridad extra, más bien la quita.
@Blackplus: en las grandes ciudades (al menos en Barcelona) hay multitud de cruces sin regular y sin ninguna visibilidad, entre otras cosas por la multitud de ‘artefactos’ cercanos: contenedores, vehículos aparcados, etc.
Yo antes tenía un ‘monovolumen compacto’ y tenía el mismo problema del pilar A. Ahora, desde ‘abajo’, mi visibilidad ha mejorado muchísimo.
Gran coche. Las criticas a los SUV’s ya llegan a cansar..Pero bueno hoy en dia se critica todo. Yo no se si al final cambiare mi ST. Y porque? Mas que nada por la anchura de las plazas traseras. Con otro crio mi st va justo y un monovolumen no lo contemplo y una berlina tampoco. Pocas opciones me quedan. Tendría que renunciar al maletero y consumos y comportamiento. Veremos que gana. Saludos
Pues, hablando de los SUVs, habrá por ahí más de uno rebosante de conciencia ecológica conduciendo uno de ellos tranquilamente, mientras:
a) consume más carburante: mayor superficie frontal, ruedas más expuestas, mayor peso.
b) paga más dinero por km recorrido (véase punto A).
c) se tiene que agarrar al volante en las curvas con apoyo fuerte, porque el coche en cuestión tiene el centro de gravedad de una furgoneta, o poco menos.
d) cuando sale al campo (¿un 1% del kilometraje del vehículo? Probablemente sea demasiada proporción), el coche anda de aquella manera, con sus flamantes neumáticos de carretera.
Líbreme Dios de decirle a nadie lo que tiene que hacer con su dinero, pero si hay más de un 1% de usuarios de estos coches que realmente han hecho una compra racional, y no simplemente guiada por el afán de mostrar al resto de los mortales de qué tamaño tienen la p****, me como la camisa que llevo puesta.
Y hay una cosa que me trae por la calle de la amargura. Antaño, en carretera convencional, cuando ibas a adelantar tenías problemas de visibilidad por los camiones, autobuses y furgonetas. Actualmente, la puñetera mitad del parque móvil español no te deja ver un huevo cuando estás en trance de hacer esa maniobra. También podemos hablar de la visibilidad en cruces, aparcamientos, etc…
Pero claro, hablamos de la visibilidad ajena. Una vez instalados en nuestro carro de combate, qué más da. En fin, parece que nos gustan los tractores…
Saludos.
De lo que no habla don AdeA es de la lentitud de las recuperaciones de 80 a 120 de este coche con ese motor, comparado con otros similares de inferior potencia y cilindrada (Nissan, Renault, con motor 1,6).
Para mi es con diferencia lo peor de ese coche, la necesidad de usar el cambio como si fuera un gasolina. Para eso, mejor no comprarse un diesel, que además hay que andar echándole urea cada dos por tres. Y menos mal, porque el que no lleva urea es aun peor ya que se le embaza el filtro en cuanto hace algo de ciudad.
@22 Joaquin. No entiendo del todo este comentario.
Me gusta conducir, y me gusta conducir ligero. Yo conduzco diariamente un Leon TDI 150 cv FR. Pesa 200 kilos largos menos que el ateca… y a cambio tiene unos desarrollos un 5% más largos. Para el Leon, demasiado largos a mi entender (el mismo Leon con el mismo motor pero en versión 180 CV tiene más potencia, más par, y desarrollos más cortos…).
No sé de donde sale lo de las recuperaciones, pero le puedo asegurar que el Leon, incluso con ese maxidesarrollo empuja como un animal con dos condiciones:
– No lo lleve por debajo de 1.600 vueltas aprox.
– Vaya en modo sport (en modo normal y no digamos eco, o hundes abajo o na de na)
Por Dios que en el caso del Ateca hablamos de un 0-100 de 9 sgs.
Dicho sea de paso, estamos hablando de un motor 2.000, en medio de toda esta polvareda de miniaturización… A lo mejor es sólo sugestión, la idea de que tiene que empujar más «redondo» que un 1.600 superturbado… pero lo cierto es que en su día fue algo que valoré para decidirme por este modelo.
Ahora, si de lo que estamos hablando es que en sexta, a 80, hundes el pedal… pues chato es que vas a 1.400 rpm. Por mucho 2.000 diesel que sea… Yo mire usted, en esas condiciones prefiero reducir 3 marchas si lo que necesito es respuesta.
Puestos a comparar yo mejor diría que si ese va a ser el estilo de conducción mejor elijas una caja automática, más que comparar el diesel con el gasolina.
No sé, no se lo tome a mal. Simplemente es mi apreciación. Insisto que en el caso del Leon (y más siendo el FR), los desarrollos me parecen excesivamente largos. Pero empujar, vaya si empuja.
Por cierto, sacado de esta misma web (Ateca 2016):
«El motor de 150 caballos, al menos en la unidad destinada a la presentación internacional a la prensa, tenía mucha fuerza, tanta que acelerando a la salida de las curvas comprometía la tracción si la demanda de potencia era alta y también al hacer lo mismo en recta en marchas cortas. Sin duda, no hace falta más potencia para viajar ni hacer un uso normal del coche, ni tampoco para ir rápido si se desea.
Además de acelerar mucho, la respuesta del motor de 150 CV es buena desde pocas revoluciones. Esto aumenta el agrado de uso —no hay que recurrir frecuentemente al cambio de marchas—, beneficia en consumo y en confort —menos ruido—. »
Saludos
Nunca me han gustado los SUV por innecesarios en zonas urbanas y viaje por carreteras. Pero no se si por el marketing o la moda, ahora veo el problema en la oferta.
Tengo un familiar compacto (P-307 SW), que combinaba muy bien las virtudes de un monovolumen (asientos traseros independientes, posibilidad de tercera fila limitada a niños, etc) y de un familiar (maletero generoso y aprovechable), además es algo mas alto que un turismo normal. Y un comportamiento decente. En breve tendré que cambiarlo (mas de 13 años)
Ahora que se ofrece:
Familiares equivalentes pero sin las virtudes de los asientos traseros independientes, además mas bajos, es decir algo mas incómodos para entrar y salir, (teniendo una hernia discal, madre en silla de ruedas y suegra se valora).
Monovolumenes hay pero ha bajado mucho la oferta, ya no están Nissan Almera, Peugeot 5008, Mazda 5, Seat Almera, entre otros y la genuina Renault Scenic perdiendo modularidad de asientos. Prácticamente quedan: C4 Picasso, Opel Zafira, W. Touran, Kia Carens, los incomodos de asiento y caros BMW serie 2 Tourer o el Ford C-Max al que envidio el comportamiento pero no el espacio y practicidad.
Mientras los SUV: N. Qashqai, H. Tucson, P-3008, R. Kadjar, W Tiguan, S. Ateca, Kia Sportage, Mazda CX 5, Honda, …………………. Todos de reciente factura atractivos, buenos comportamiento y sin mucho mas consumo.
Realmente lo que y quiero es: el espacio del C4 Gran Picasso, el comportamiento del Leon ST o del P-308 SW y en cuanto a motor hay buena oferta, pero faltan hybridos. Habrá que esperar.
No me gustan nada de nada los suv, pero tendemos a descalificar lo que no nos gusta y a justificar lo que nos gusta aunque sea igual de absurdo. También lo es para otros un segmento B de 180cv y precio en consonancia, o una berlina potente de esas que solo se disfrutan delinquiendo por la autopistas. Un cabrio o un coupé tampoco lo son mucho mas, y nada me parece mas absurdo que un M4 actual, postureo puro porque nunca lo puedes aprovechar y hay cosas mas gratificantes de conducir.
Al final si nos ponemos (poco) exquisitos es dificil encontrar algo mas racional que un Mii a gas si no tenemos famila, un Logan mcv si la tenemos o un Panda o Kangoo 4×4 si nos hace falta salir del asfalto con frecuencia.
Creo que juzgamos lo que nos gusta con una manga ancha que no le damos a lo que nos disgusta.
Corsario, desde que el 80-120 en sexta es la medida cuñada de lo que corre un coche pasa esto. Lo que es innegable es que para quien conduce así siempre este Ateca, su León y mi Ibiza 2.0tdi son coches lentos. Una Kangoo de 85cv corre lo mismo.
@25 Valmhö
Por eso comentaba, a lo mejor Joaquin se refiere a mediciones en cuarta (que es por ejemplo la medición de km77, lo que pasa que no hay datos), y si en ese caso hablamos que el Ateca es una tortuga frente a otros, pues estaría bien conocer la información a título orientativo.
Pero insisto. en cuarta a 80 son 2.200 rpm con el Ateca (2.077 en el Leon). Si hundes el pedal, estoy seguro que el coche sale como una bala. Y si Nissan o Renault tienen modelos que lo hacen mejor… ole. Pero de momento esos datos no los he visto.
80-120 en sexta es un dato que no vale para nada. Sólo para detectar un usuario al que le conviene una caja automática.
No estoy seguro, pero diría que se refiere a mediciones en sexta, creo recordar que la competencia lleva desarrollos mas cortos que son lo que cuenta para un diesel moderno en esa medición. Me da que en cuarta si anda mas el Ateca.
#24
Tiene la posibilidad del Toyota Prius +.
Ráfagas, GTO.
Hace muchos años que trabajo en análisis de datos, ¡qué pedante suena esto!, lo siento, pero es necesario para poner en contexto lo que expongo a continuación.
Cuando leo los resultados de estas pruebas, con sus consumos económico e interesante, con sus «índices comparativos de consumos entre los ritmos de marcha» y cómo han sido estimados, no puedo evitar la carcajada al constatar la seguridad con la que el periodista afirma que «la diferencia exacta es», o aquello del «incremento de consumo» es tal o cual, jojojo, me parto.
Sin duda un buen ejemplo de uso incorrecto de la estadística y de falta de rigor.
Por supuesto quiero puntualizar que considero que no será en ningún caso por mala fe del periodista, seguramente más por exceso de atrevimiento y escasos conocimientos específicos en la materia.
Un saludo.
@ 24: Le recomiendo el C4 Picasso. Quiza no tenga el mismo comportamiento que su 307, pero a buen seguro no le anda lejos. A cambio es muy comodo de suspension, sin que ello implique demasiado balanceo en curva.