Aunque la prueba anterior a ésta también ha sido de un Ford Focus, y EcoBoost por más señas, ha transcurrido más de un mes desde entonces, debido al parón vacacional de Agosto. De modo que, si no olvidado, al menos todo lo referente al Focus ya está lo bastante distante; espero que no parezca que estoy remedando a Fray Luis de León en su famoso “decíamos ayer”, ya que un mes es bastante menos que cinco años. Por otra parte, aunque el coche en sí sea muy similar, tanto el motor, como su potencia e incluso el planteamiento global del coche es radicalmente distinto al del Focus impulsado por el asombroso tricilíndrico de un litro y 125 CV. Pero aquí tenemos un cuatro cilindros con un 60% más de cubicaje y casi 60 CV más, todo lo cual le coloca en directa competencia con los múltiples segmento C de elevadas prestaciones que disponen de motores de entre 160/170 CV por abajo, hasta algo por encima de los 200; dejemos aparte elaboraciones especiales tipo Mégane Sport, Astra OPC, Focus ST y RS, León Cupra, Golf R y otras “bestias” que disponen de 250 CV en adelante.
Así pues, está claro que la mayor diferencia entre el EcoBoost de hace unas semanas y éste radica casi exclusivamente en el motor; por lo demás, la carrocería y el bastidor son los mismos, los frenos los mismos, así como la dirección e incluso los neumáticos. También la caja de cambios es exactamente la misma en cuanto a relaciones; con la única diferencia de que, si bien ambas llevan la misma corona de 65 dientes, el piñón de ataque aumenta un diente en el 1.6, pasando de 16 en el 1.0 a 17 dientes en el que hoy nos ocupa, lo que supone un alargamiento de todos los desarrollos de un 6,25%. La verdad, es que teniendo en cuenta que hay una diferencia de 57 CV (lo que supone un 45,6%) de incremento de potencia, y que el par máximo también es un 35% más alto en overboost (27,5 mkg frente a 20,4), e incluso un 41,2% superior sin necesidad de superar el “punto duro” del pedal (24,5 mkg respecto a 17,3), está claro que el alargamiento de los desarrollos es bastante menor del que podría haber sido.
Dicho de otro modo, al EcoBoost 1.6 se le reserva un papel mucho más deportivo dentro de la gama Focus; cosa absolutamente lógica, por otra parte. No obstante, la mejora de prácticamente 30 km/h de velocidad punta (222 frente a 193 km/h), ya deja bastante claro el salto prestacional entre uno y otro debida a la diferencia de potencia, al margen de lo que digan los desarrollos. Los cuales, por otra parte, quedan muy inteligentemente repartidos, ya que la punta corresponde a 5.885 rpm en 5ª, que se queda ligeramente “corta”, ya que la potencia máxima corresponde a 215 km/h, un poco por debajo de la punta absoluta; gracias a ello, la 5ª tiene muy buena capacidad de aceleración, ya que a 200 km/h ya está empujando con más de 176 CV, para alcanzar máxima potencia a 215 y luego seguir acelerando más pausadamente hasta los 222 de punta. De todos modos, lo importante es más bien la facilidad para llegar a 200 km/h o algo menos, ya que 200 es una velocidad que no mucha gente va a utilizar en un Focus (que no sea ST o RS, claro), ni siquiera en las autobahnen alemanas. Pero incluso mayor interés tiene el que ya podamos venir en 6ª desde mucho más lento, pues disponemos de par máximo en overboost desde 1.900 rpm (85 km/h) hasta 4.000 rpm, que son 180 km/h; velocidad que alcanzamos fácilmente gracias a los 154 CV disponibles yendo pie a fondo. A partir de ese momento levantamos el pie, y con unos 105 a 110 CV mantenemos un “tranquilo” crucero de 180 a 4.000 rpm.
Todos estos cálculos se desprenden claramente de los datos relativos al motor, la transmisión y las prestaciones que figuran en la siguiente ficha técnica, que ya iba siendo hora de ofrecer a los lectores para que puedan hacerse su composición de lugar:
Ficha técnica: Ford Focus 1.6-EcoBoost 182 CVMOTOR CICLO POSICIÓN ESTRUCTURA COTAS ALIMENTACIÓN DISTRIBUCIÓN RENDIMIENTO TRANSMISIÓN DISPOSICIÓN EMBRAGUE CAMBIO CONTROLES GRUPO RELACIONES ● DESARROLLO FINAL (km/h a 1.000 rpm) BASTIDOR SUSPENSIÓN DIRECCIÓN FRENOS CONTROLES RUEDAS CARROCERÍA TIPO COTAS PESO CAPACIDADES AERODINÁMICA PRESTACIONES DINÁMICAS CONSUMO EMISIONES |
Pero lo que los simples datos numéricos no pueden transmitir es la aparente y engañosa suavidad con la que estos valores de par motor se transmiten; no se trata tanto de la cantidad alcanzada como de la calidad en la entrega de la misma. Una referencia: tanto la potencia como el par máximo son prácticamente idénticos a los Abarth Punto con el Kit SS, el cual dispone de 180 CV a 5.750 rpm, y de 27,5 mkg a 2.500 rpm; pues bien, la mecánica del coche italiano, pese a ser simplemente un 1.4, transmite la impresión (indudablemente buscada a propósito) de estar manejando un aparato casi de competición, mientras que el EcoBoost de idéntica potencia y par se comporta como un turismo de elevada prestación, pero totalmente civilizado. La diferencia puede estar de entrada en la sonoridad de la mecánica, que genera efectos subjetivos; y objetivamente, en la rapidez y brusquedad de la entrada en presión del turbo. Es algo similar a lo que, meses atrás, decíamos al comparar el comportamiento de otros dos turbo 1.6, pero más potentes todavía: los del Mini John Cooper Works y el del Corsa OPC Nurburgring Edition. Ambos disponen de 210 CV y 28,6 mkg de par, pero así como el Opel tiene una entrega de par progresiva (tremendamente eficiente, eso sí), el Mini JWC te pega una brusca “patada” a través del respaldo del asiento.
Pues bien, en la zona de los 180 CV, el 1.6 EcoBoost es de los que se comportan de forma muy civilizada, pero también engañosa, tal y como ya se ha apuntado más arriba; la aceleración es poderosa, pero muy gradual, y la habitual elasticidad de un moderno turbo de gasolina permite conducirlo de la forma que mejor le plazca al conductor en ese día y hora: desde en plan “abuelita”, cambiando en cuanto la aguja del cuentavueltas supere por un poco las 2.000 rpm, hasta en el mejor estilo “poligonero”, tirando de vueltas sin necesidad alguna, para acabar frenando a los pocos metros, porque nos salimos del mapa.
Lo bueno es que, con un tratamiento intermedio, se consiguen consumos realmente asombrosos, habida cuenta del nivel tanto prestacional como de comportamiento rutero del que disponemos. Antes de seguir por este camino, lo mejor será ofrecer el resultado conseguido en el recorrido habitual:
Resultados del Ford Focus EcoBoost 1.6-182 en el circuito habitual: A ritmo “interesante”: Consumo: 8,37 l/100 km. Promedio: 112,8 km/h. |
El promedio corresponde a un tiempo de 4h 28m, sólo dos minutos más lento que el del León FR 2.0-TSI de 211 CV, con lo cual sobran comentarios; pero es que ello va acompañado de un consumo que cobra todo su valor si se tiene en cuenta que el Citroën DS-4 Sport 1.6-THP de 200 CV consumió a razón de 8,85 l/100 km para hacer el mismo tiempo que el Focus, que el León 1.8 de 160 CV se bebió 9,17 l/100 km pero tardó 4h 36m, que el Giulietta 1.4 MultiAir de 170 CV subió hasta 9,77 l/100 km (y 4h 32m de tiempo), y que el León FR 2.0 antes citado, si bien es el más rápido (cosa lógica, dada su potencia), lo consigue a cambio de un consumo de 9,92 l/100 km. Y todos ellos son motores que, cada uno en su cilindrada, son de lo mejor que puede encontrarse en el segmento C, al que pertenecen todos los coches citados, así como el Focus que nos ocupa, para que la comparación sea razonable. Pero el argumento definitivo es que, en conducción “interesante” de gasolina, por el momento sólo hay otro consumo mejor: el del Hyundai Veloster, con un 1.6 atmosférico de 140 CV, que está en otra liga.
Por otra parte, si hace poco más de un mes nos quejábamos de que el EcoBoost 1.0 llevaba unos neumáticos innecesariamente anchos para ofrecer un consumo todo lo bueno que su magnífico motor permitiría, en el caso del EcoBoost 1.6 ocurre todo lo contrario, ya que los neumáticos son los mismos, en medida y modelo, que en el 1.0. Dado el nivel prestacional del coche que hoy nos ocupa, se merece algo más que los Primacy HP, que son una monta excelente de tipo medio turístico. Pero lo que no tiene sentido es que el Focus Titanium 2.0 turbodiésel que probamos tiempo atrás, con 163 CV pero turbodiésel al fin y al cabo, aunque muy brillante, dispusiese de unas ContiSportContact3, mientras este EcoBoost, con más caballos y filosofía claramente más prestacional, lleve las Primacy. De ser siempre así, el Titanium de tiempo atrás debería haber montado los Conti PremiumContact, que son las de tipo medio dentro de Continental, horquilladas entre las EcoContact y las SportContact. Dado que para los Focus parece que siempre se monta la misma medida, da la impresión de que cogen la primera cosa negra y redonda que haya a mano y se la colocan al coche que pasa en ese momento por la cadena de montaje.
De todos modos, este es un detalle relativamente marginal, aunque podría resolverse poniendo un poco más de atención en el montaje del calzado más adecuado para cada modelo. Quizás en este blog estemos excesivamente motivados por el aspecto del consumo, pero en este caso concreto lo que nos da pena es que el EcoBoost 1.6 no pudo dar de sí todo lo que lleva dentro, en cuanto a comportamiento rutero. Porque a los pocos kilómetros de rodar por zonas viradas aprovechando lo que su bastidor permite, las gomas se ponían “babosas” y la deriva se hacía más y más ostensible, obligando a aflojar un poco el ritmo de marcha. Vamos, que se sentía uno como los pilotos de F.1 cuando llevan las superblandas más allá de 15 vueltas seguidas y el compuesto dicen “basta, hasta aquí hemos llegado”.
Pero con una panorámica más amplia, lo que se desprende de estas dos pruebas consecutivas de los EcoBoost 1.0 y 1.6 es que, cada cual en su estilo, así se andan en cuanto a la satisfacción que ofrecen para lo que es lógico esperar de ellos, ya sea en consumo o en disfrute de conducción. Está claro que Ford se lo está poniendo muy difícil a toda la competencia con sus nuevos motores de gasolina, miniaturizados y con turbo.
Este Focus sí que tiene un motor eficiente en el aprovechamiento del combustible, y eso en un motor nada enfocado a ello.
Que el Focus 1.0 superminiaturizado sólo consiga rebajarle 0,60 litros ya deja muy vlaro que o dicho Focus estaba mal o que su rendimiento es muy flojito desde el punto de vista del consumo.Y en este caso no puede alegar que iba forzado al ritmo de la prueba, con sus 125 cv iba más que holgado.Cosa muy distinta sería un 1.0 60 cv como el del Mii o el Up
El tricilíndrico pequeño, por peso y tamaño, es el motor ideal para un ciudadano pequeño, como ya se ha dicho. Pero seguro que cuando se lo pongan al fiesta desaparecen unos cuantos cv, como siempre pasa. Que pena que la estética del focus no evolucione tan positivamente (en mi opinión) como sus motores, si no arrasaría.
Ya tenía ganas de ver lo que da de si este 1.6, y desde luego parece que es bastante. Un miserable litro (muy poco mas) por disfrutar de un motor de gasolina bastante mas rápido que la alternativa de combustión se hace bastante poco para todo aquel que no viva lejísimos del trabajo. Además su bloque ligero le sienta mejor al comportamiento del Focus, y puestos a darse una alegría no hay color. Yo creo que Ford lo ha clavado con este motor, mucho mas que con el tricilíndrico que sin duda brillará en manos de conductores muy tranquilos, o en uso de circunvalación y similar.
Lo único que me parece digno de crítica es la tendencia a hacer que coches ya muy rápidos sean a su vez bastante burgueses, obligando al «quemado» que busca sensaciones a comprarse unos trastos de prestaciones exageradas para andar en carretera. ¿Por qué no hace un Focus como este, pero con el chasis del ST y con un botón que haga al motor un poco menos suave para cuando uno tiene ganas de jugar? En todo caso, esto no solo le pasa al Focus, ocurre con todos los coches de este estilo.
Esta claro que,en gasolina, este es «el motor» (por cierto de muy bonito aspecto). Creo que es un motor muy razonable para todo uso, como bien se explica. Ademas tiene la ventaja de una fiscalidad favorable al no pasar de 1.6.
Por cierto, hacia tiempo que no veia un turbo de la marca Worg-Warner ( es de agradecer lo completas que son estas fichas tecnicas).
Y lo de los neumaticos si es raro esa despreocupacion del fabricante en montar lo mas idoneo a la teorica utilizacion del coche en cuestion. Tambin creo que esa rueda va a ser suficiente para el 90% de usuarios de este coche.
Porque.., seamos realistas, muy poca gente va someter a esos neumaticos a un uso ni siquiera remotamente parecido al que se les somete en la parte revirada del circuito. Para todo lo demas, cumplen perfectamente. Porque la razon de ser de este focus no es la de ejercer de GTI al uso, si no la de ser un turismo para todo uso, rapido y con el añadido del caracter gasolina turbo.
Si luego resulta que hay un usuario que le coge gusto a las curvas, siempre tendra la posibilidad de montar algo mas de su gusto.
@3 En mi opinión es mucho más importante tener un buen chasis bien puesto a punto que no unos neumáticos anchos de altísimas prestaciones y una suspensión dura.
El Mazda MX-5 es un claro ejemplo de que se puede disfrutar conduciendo un coche con una suspensión blanda (quizá un pelín demasiado blanda) y unos neumáticos estrechos tanto como cualquier otro coche de planteamiento teórico mucho más deportivo. Y además en el día a día no te pasa factura y es un coche muy confortable.
¿Cuándo van a dejar de hacer coches con «pararayos»?, esas antenas son horribles… ¿cuál es el coste de la antena integrada en la luneta trasera (desde mi más profundo desconocimiento)?… lo curioso es que luego en las fotos de los catalogos y publicidad borran con el «potosop» las dichosas antenitas…
yo lo tengo hace unos 6 meses,lleva unos 11.000 km,los consumos,a mi que me gusta ir rapidito,por carretera adelantando,preo con una conduccion normal sin ser un suicida son unos 7,5, lo bueno es que si te pones a pisarle fuerte haces unos 9 a los cien(que esta muy bien para 182cv gasolina) si no tienes prisa puedes hacer 5,5 en carretera,preo lo mas realista son 6 a los cien iendo muy pero que muy tranquilo,lo que me encanta es como tira el motor a partir de 1,600 rpm hasta casi las 6.000 sin parar.el unico defecto a mi gusto,es no poder desconectar el (esp) o conjunto de ayudas,solo puedes desconectar el control de traccion. y el (esp) actua muy rapido,y ya sea con o sin freno de mano en seguida te frena la rueda que toca y te pone el coche recto.y esto a los que nos gusta de vez en cuando hacer tonterias ir al circuito o lo que sea,molesta un poco.por lo demas es un muy buen coche en todos los sentidos