A mediados de Julio de 2015, en la prueba de consumo nº 191, se publicaron los resultados obtenidos por el Seat León 1.4-TGI, que funciona de modo híbrido alternando –en un mismo motor- entre dos combustibles de hidrocarburos: gas natural comprimido (GNC) y gasolina. Dichos resultados, así como el funcionamiento del coche, me parecieron sumamente positivos, tanto por la facilidad y sencillez de utilización, como por la economía de consumo conseguida. Tan solo había un aspecto negativo: la muy escasa y dispersa distribución de surtidores de GNC por todo el territorio nacional. Aspecto que algo habrá mejorado de entonces acá, sin duda alguna; pero lo cierto es que no me he molestado en verificarlo.
Y no lo he hecho porque, a efectos de mis pruebas, tengo uno de esos surtidores situado a unos siete kilómetros de distancia de la estación de servicio BP que es el punto de salida y retorno del recorrido; por lo cual no se me plantea problema alguno. Y así estaban las cosas cuando caí en la cuenta de que, junto con el León TGI, Seat también tiene otro vehículo –si bien bastante más pequeño- con el mismo sistema de funcionamiento: el Mii 1.0 EcoFuel. Y decidí que probarlo era una opción interesante, sobre todo a efectos comparativos entre ambos. Sin duda alguna, parece bastante evidente que, mientra el León puede tener una utilización totalmente abierta, tanto para entorno urbano y metropolitano, o bien de viaje largo en carretera, el Mii se encuadra más específicamente en el primero de ellos.
No obstante, como las pruebas de este blog son específicamente de carretera, la única posibilidad era comparar sobre el itinerario habitual; por otra parte, comparar en el entorno urbano es delicadísimo, puesto que incluso sobre el mismo recorrido y en el mismo horario, las diferencias de tráfico pueden ser muy importantes de un día para otro. Así que me agencié un Mii 1.0-EcoFuel, y me puse manos a la obra. Como creo que todo el mundo sabrá ya a estas alturas, el repostaje con GNC no tiene más problema que encontrar un surtidor; donde yo lo hago, se paga con tarjeta en el propio poste, se pide recibo si interesa, y se marcha uno sin pasar por la oficina (inexistente, por otra parte). Pero la maniobra en sí apenas es un poco más complicada que con gasolina; simplemente seguir el orden del protocolo: insertar la tarjeta, dar el nº del PIN, indicar la cantidad a rellenar (para llenar a tope pedir en exceso, sin problemas), conectar la manguera, y apretar el gatillo. Cuando se alcanza la cantidad anotada, o bien las bombonas ya no admiten más llenado, el suministro se para, se desconecta la manguera, se cuelga, y se pide recibo; y carretera y manta.
No obstante, me encontré con una primera diferencia bastante notable entre el León y el Mii. Primero debo recordar que el funcionamiento de estos dos coches, por defecto (como se dice en informática y en otras disciplinas), es siempre a base de consumir el GNC hasta el agotamiento total, y entonces automáticamente el sistema pasa a utilizar gasolina, sin más advertencia que el consumo pasa a estar señalado, en el ordenador de a bordo, en l/100 km en vez de en kg/100 km. Es lógico: puesto que si el GNC es un combustible más limpio y barato, lo lógico es funcionar siempre con él, y la gasolina queda como apoyo en caso de necesidad. Pero si no interesa mucho el cambio, salvo por curiosidad o por trabajo (como en nuestro caso), no se aprecia el momento más que si se está muy atento a la indicación de la autonomía con GNC que va disminuyendo, hasta caer a cero.
Y aquí es donde surge la diferencia: el León conserva su depósito de gasolina de 50 litros, junto a las dos bombonas para el gas, que tienen una capacidad entre ambas de 15 kilos; la autonomía conjunta garantizada con la suma de ambos combustibles, alcanza los 1.000 km en utilización mixta muy exigente, y puede llegar a superar los 1.300 km en carretera con una conducción tranquila, aunque no cansina. Pero el Mii es un cochecito mucho más pequeño, y hay un problema de volumen disponible, al margen de mantener un imprescindible maletero. Por ello, las bombonas para el gas se reducen a un volumen para albergar 11 kilos; o sea, las tres cuartas partes que en el León. Lo que podría corresponder -suponiendo que el consumo esté más o menos en la misma proporción- a una autonomía similar, siempre con GNC.
Pero ahora viene la diferencia; y es que, por aquello del espacio disponible en la zona posterior, el depósito de gasolina se ha reducido drásticamente de capacidad, desde los 30 litros del Mii normal a tan sólo 10 litros en el 1.0-EcoFuel con GNC. Por lo tanto, la reserva de autonomía, a partir del momento en el que el GNC se ha agotado, queda severamente limitada. Es evidente que, en lógica coincidencia con su tamaño, el Mii 1.0 EcoFuel está planteado básicamente como vehículo para uso urbano y de periferia metropolitana; por lo tanto, con 10 litros de gasolina (entre 150 y casi 200 km de autonomía en ese entorno) hay margen más que suficiente para llegar con desahogo hasta nuestro surtidor habitual de GNC.
Pero en nuestro caso, ¿sería capaz de cubrir el recorrido completo sin necesidad de repostaje intermedio? No es que esto fuese a suponer mayor problema; simplemente parar en una de las varias estaciones de servicio que hay en los últimos 200 km del circuito, repostar unos litros de gasolina y descontar unos minutos. Ya le he hecho antes en múltiples ocasiones, con coches de gasolina que no alcanzan a cubrir los 500 km de un tirón, sobre todo a ritmo “interesante”. Se trataba simplemente de una pregunta retórica que me hacía a mí mismo, de cara a poder considerar al Mii con GNC como potencialmente adaptado para viajar en carretera, aunque no sea su terreno favorito. Y la verdad es que, demostrando que mis temores eran infundados, pudo sobradamente con el reto, pues le sobraron casi 3,5 litros; suficiente para unos 60 km suplementarios al consumo que obtuvimos en el tramo final de nuestra prueba. Más de 550 km de autonomía en carretera; no está mal.
Después de todo este preámbulo, vamos a presentar la ficha técnica resumida de esta curiosa versión del pequeño Mii, cuyo único motor para ambos combustibles es una variante más del 1.0 tricilíndrico que, por otra parte, es la única planta motriz del Mii desde que se lanzó al mercado.
Seat Mii 1.0-EcoFuel GNC:Motor: 999 cc; 68 CV a 6.200 rpm; 9,2 m.kg a 4.300 rpm. Transmisión: Caja de cinco marchas, con 26,8/32,3 km/h a 1.000 rpm en 4ª/5ª. Neumáticos: 185/55-15 (Conti EcoContact-5, de b.r.r.). Cotas (longitud/anchura/altura): 3,56/1,64/1,48 metros. Peso (sin conductor, con depósito lleno): 929 kg. Velocidad máxima: 164 km/h. Consumo extra-urbano: 2,5 kg/100 km (GNC), y 3,9 l/100 km (gasolina). Emisión ponderada de CO2: 79 g/km (GNC), y 83 g/km (gasolina). |
Las otras dos versiones existentes (en realidad tres, para ser exactos) son las de 75 CV (probada hace poco en un Ibiza) y 60 CV, ambas con un par máximo de 9,7 m.kg. Pero el de 60 CV tiene a su vez una variante Ecomotive supereconómica, cuyo par máximo se queda en 9,4 m.kg. Par que todavía es un poco más elevado que el conseguido con GNC, pese a que la potencia sea inferior en 8 CV. Pero es que con el GNC nunca se consigue (si se busca economía) el mismo rendimiento que con gasolina; y los datos que ofrecemos corresponden a los alcanzados con gas, que es el funcionamiento básico de estos motores. En el caso del León ocurría lo mismo: el motor 1.4-TSI es el que rinde 122 CV con gasolina, mientras que con GNC se queda en 110 CV. Echando cuentas, parece evidente que el motor del 1.0-EcoFuel es el de 75 CV con gasolina, que cae a 68 CV, y a 9,2 m.kg de par máximo. En todos los casos, la compresión geométrica es siempre de 10,5:1.
Como el motor es atmosférico, la inyección es siempre indirecta, en el colector de admisión. No es que no pueda haber atmosféricos de inyección directa; de hecho los ha habido desde los tiempos del Mercedes SL-300 de los años ’50s, el “alas de gaviota”. Pero es que aquí hacen falta dos inyectores distintos, y en la culata empezaría a faltar sitio para colocar cuatro válvulas, más la bujía y además dos inyectores; los motores (Lexus, Toyota y “Toyobaru”) con ambos tipos de inyección, llevan la indirecta en el colector, como es lógico. Y por otra parte, uno de los del Mii inyecta gas; lo cual sería un problema con inyección directa si, a fondo y alto régimen, la inyección de gas todavía continuase durante la fase inicial del tiempo de compresión (tras haberse iniciado en el de admisión) y sería la lucha de un gas que entra contra otro (el aire) cuya presión va aumentando a medida que el pistón sube. Con inyección indirecta, puede ser continua, sin mayor problema. Por otra parte, este motor –en todas sus versiones- dispone de variador de fase en el árbol de admisión. Y al régimen de potencia máxima (6.200 rpm) todavía mantiene un par de 7,8 m.kg. No es gran cosa, pero es que se trata de un 1.0 atmosférico; conviene no olvidarlo.
La dirección es de asistencia mixta: la fuente energética es eléctrica, pero la asistencia física al movimiento de la cremallera es hidráulica. De este modo, un motor eléctrico mucho menos potente del que sería preciso para realizar la asistencia directa, se encarga de mantener una reserva de presión hidráulica en un depósito “ad hoc”, trabajando de forma más o menos discontinua en función de lo sinuoso del recorrido del coche. Pero sin que haya una descarga inútil del exceso de presión como ocurría (y ocurre todavía en algún caso) en los sistemas hidráulicos de bomba movida por correa desde la polea del cigüeñal.
Pero antes de entrar en los datos y el comentario relativos al consumo durante la prueba, convendría repasar el asunto de las capacidades de los respectivos sistemas de almacenamiento de combustible. Ya dijimos más al principio que, oficialmente, disponemos de 11 kilos de GNC y 10 litros de gasolina. En el caso anterior, el del León 1.4-TGI, los datos se cumplían con mucha precisión: entraron 15,3 kilos de GNC (sobre los 15 oficiales) para realizar el repostaje completo; en cuanto al depósito de gasolina, muy sobrado de capacidad, tal vez podría tener el ligero incremento que suele ser habitual cuando se rellena con mucha paciencia; no lo comprobamos, puesto que la autonomía es realmente maratoniana.
Pero en el caso del Mii –y podríamos decir que por fortuna- esto no es así; hay discrepancias relativamente importantes. El resultado de los repostajes a tope, al margen de lo consumido durante la prueba, arroja una capacidad de 12,4 kg de GNC y 11,5 litros gasolina; cálculo este último muy aproximado, por la indicación del ordenador relativa a consumo y autonomía, y por el consumo real verificado. En ambos casos, entra bastante más de un 10% por encima de lo oficial; concretamente, un 13% en el GNC, y un 15% en la gasolina. Lo cual supone un cierto alivio en cuanto a la autonomía real del vehículo. Si bien, en todo caso, lo que cuenta es la indicación de las respectivas autonomías señaladas en la instrumentación. Con la práctica, el usuario pronto llegará a descubrir el margen con el que juega (mejor no jugar demasiado). Y vamos ya con el resultado de la prueba:
Resultado del Seat Mii 1.0-EcoFuel GNC al ritmo económico NUEVO: Consumo: 3,27 kg/100 km de GNC (en 370,0 km), y 6,01 l/100 km de gasolina (en 134,0 km). Promedio: 94,5 km/h. |
El promedio corresponde a un tiempo de 5h 20m; es del orden de unos 10 minutos lentos respecto al valor medio habitual; pero tampoco se puede esperar mucho más de un coche que supera claramente los 900 kilos de peso en vacío, para una potencia de 68 CV y, sobre todo, un par que apenas si supera los 9 m.kg. Y tal y como habíamos anunciado, lo primero debe ser la comparación con lo conseguido por su hermano mayor de similar tecnología, el León 1.4-TGI de 110/122 CV, con un par máximo de 20,4 m.kg (por algo es turboalimentado), que es algo más del doble que el del Mii. Su homologación extra-urbana es de 2,9 kg/100 km con GNC, y 4,4 l/100 km con gasolina. Cifras muy coherentes frente a las de 2,5 y 3,9 del Mii, bastante más ligero y de menor superficie frontal.
El recorrido del León se realizó al antiguo ritmo económico, con unos cruceros 20 km/h más rápidos que los actuales; bajo dichas condiciones, invirtió 4h 47m (105,4 km/h de media), para unos consumos de 3,90 kg/100 km de GNC y 7,66 l/100 km de gasolina. Consumos que estaban un 56% y un 96%, respectivamente, por encima de los homologados para GNC y gasolina. El cambio de combustible tuvo lugar a los 372 km de recorrido con GNC, por lo que con gasolina se cubrieron los 132 km restantes. Hay que decir que a la gasolina le tocó el tirón final de 100 km de autovía a 140 km/h (frente a sólo 50 km previamente para el GNC); por lo cual es bastante lógico que su incremento respecto a la homologación sea notablemente más alto.
Pero estas cifras no son comparables con las del Mii, dada la diferencia de velocidades de crucero. Así que, con todas las reservas que cada cual quiera adoptar, procederemos a convertir esos consumos y ese promedio a las normas actuales, según el ya bien conocido 13% de resta en consumos y 10% en promedio. Y hecha la conversión, el resultado es que, al ritmo actual, el León hubiese invertido 5h 15m, y consumido 3,45 kg/100 km de GNC y 6,78 l/100 km de gasolina. Claro es que, con esos consumos, el León 1.4-TGI hubiese cubierto 420 km (aproximadamente) con GNC, dejando sólo 84 km de autovía para el remate final con gasolina.
Y ahora es cuando ya podemos proceder a la comparación entre ambos vehículos; repetimos que con las salvedades que se quieran adoptar. Con GNC, tenemos 3,45 kg/100 km para el León, por 3,27 km para el Mii; y con gasolina, 6,78 l/100 km en el León, frente a 6,01 en el Mii. El ahorro es del 5,2% en GNC, frente a 10,4% (justo el doble) para la gasolina; no parecen unas diferencias demasiado rentables, habida cuenta de la existente entre los vehículos en cuanto a capacidad interior, confort y eventual poder prestacional en caso necesario. Lo cual nos confirma que, como era de sospechar desde un principio, el León TGI es un coche más adecuado para los recorridos de largo kilometraje, mientas que el Mii mejorará, casi sin duda alguna y proporcionalmente, en utilización de tipo urbano y periférico.
Y vamos, finalmente, a la comparación frente a otros tipos de combustible. Por lo que, en primer lugar, vamos a ver lo que nos costó el recorrido de pruebas: 12,1 kg de GNC a 0,925 €/kg suponen 11,19 €; y 8,05 litros de gasolina de 95 octanos, a 1,21 €/l, suponen 9,74 €. En total, el recorrido completo nos salió por 20,93 €. Pues bien, de realizar el recorrido con gasolina de 95 NO, el mismo gasto hubiese correspondido a 17,30 litros, obligando a tener un consumo de 3,43 l/100 km, absolutamente inalcanzable para cualquier coche. Baste decir que los mejores consumos que tenemos con gasolina a este nuevo ritmo son de 5,05 l/100 km para el híbrido Hyundai Ioniq, y de 5,47 de un coche cuya prueba publicaremos dentro de poco (no quiero adelantar acontecimientos). En promedio, 5,26 entre híbrido y clásico, lo que supone un consumo de 26,5 litros, que son 32,07 €; o sea, un 53% más caro.
Pero también podemos comparar con un coche de gasóleo. En la misma fecha de la prueba, el Normal estaba a 1,04 €/l, por lo que el coste del viaje del Mii obligaría al turbodiesel a consumir tan sólo 20,13 litros, correspondientes a un consumo de 3,99 l/100 km. Y aquí, al nuevo ritmo lo mejor que tenemos son los 4,67 l/100 km del Dacia Logan MCV, lo cual todavía sería un 17% más caro que con el Mii híbrido de GNC y gasolina. Todo ello, por supuesto, es a los actuales precios del GNC, que no sabemos si, a medida que su utilización se vaya popularizando, tenderá a igualarse con los otros combustibles, teniendo en cuenta la conocida rapacidad recaudatoria del Ministerio de Hacienda, que no entiende (o no quiere entender) de la diferencia entre combustibles limpios y menos limpios; porque con GNC emitimos por el escape exclusivamente CO2 y vapor de agua.
Y esto es lo que hay; aunque sea digno de tener en cuenta el detalle curioso de que, cada uno a su ritmo de crucero (una diferencia de 20 km/h a favor del León es lógica, dada la existente a nivel prestacional), ambos coches tuviesen prácticamente la misma autonomía con GNC (372 km el León y 380 km el Mii). Lo cual quiere decir que la diferencia de capacidad de las bombonas parece haber estado muy bien calculada para que ambos tengan una autonomía similar, si bien con un paso algo más vivaz para el León, como por otra parte es lógico.
A titulo de informar en la provincia de Lleida habia 2 cuando se probo el primer GNC uno en Lleida en en concesionario Renault de camiones y otro en Tarrega. El primero hace un año o mas que cerro y el de Tarrega no aparece en el mapa de GNC.
Perdon: Habia dos postes de repostage.
Me alegra ver una prueba con un coche de combustible alternativo, parece que por fin y a pesar de las marcas estos combustibles empiezan a despertar la curiosidad de los conductores. Le animo a seguir con ellos ahora que la demonización del diésel nos aporta un poco de variedad al volante, fiat, dacia y opel tienen una buena apuesta por el GLP y parece que Citroen va a subirse al carro.
En mi opinión buenas cifras de consumo, lástima que siga habiendo tan pocos puntos de servicio GNC.
Eso si, y en mi opinión, la apuesta del GNC parece más una forma de conseguir homologar la gama que una apuesta real, dado él sobreprecio que nos cobran por un modelo de GNC respecto a uno de gasóleo, y más si tenemos en cuenta la escueta oferta mecánica y la mayor simplicidad mecánica de la mayoría de modelos de GNC (casi ninguno tiene FAP, EGR, inyección indirecta en casi todos los casos…)
Un saludo.
En Alemania y sobretodo en Italia son multitud los GNC.
El GLP está más generalizado en la CEE.
@4 Oscar: relativamente, porque en Alemania hay unos 80.000 vehículos de gas natural (un 0.15% del total) y 450.000 de GLP (no llegan al 1%). Uno de los motivos es la facilidad de encontrar talleres para el mantenimiento de coches GLP, pero no de gas natural (no todos los talleres de SEAT pueden hacer reparaciones en estos León y Mii, por ejemplo). También influyen las subvenciones a ambos combustibles, que ahora mismo están en un limbo (hablo siempre de Alemania), y que esperemos que se renueven por otros 5-10 años.
En Italia, Francia y Polonia sí que está más extendido el GLP.
Este Mii tiene un rendimiento muy bueno, como ya se vió en otras pruebas de las versiones de gasolina. Y va muy bien en carretera.
A ver si con más pruebas e intención de compra se extienden, porque el GNC es solución muy buena para los que hacen muchos kilómetros.
En Italia está también más extendido el GLP. Mi suegro ha tenido coches de GLP (adaptados o comprados de fábrica) desde hace más de 20 años.
El tema que haya más que de GLP es por qué, como en España, hasta hace unos años un particular no podía utilizar GNC, y además de por eso por qué las adaptaciones son bastante más complicadas al tener que poner bombonas para los depósitos de mucho mayor tamaño, mientras que las de GLP tienden a ir en el hueco de la rueda de repuesto. (aunque no todas, mi suegro mismo tiene un Pajero corto con un depósito de 100 litros).
Un saludo.
No quiero ser irrespetuoso, ni mucho menos, pero… si no hay imágenes en la página de prensa de la marca de este Mii, ¿no se podía haber aprovechado el tener una unidad para hacer alguna foto de algún elemento diferenciador, como el cuadro de mandos, de algún detalle exterior, del depósito de gas? Es decir, hoy con cualquier móvil se hacen buenas fotos para publicar en la web. Gracias.
Nunca he comprendido porque el grupo Vag ha optado por el GNC en detrimento del GLP; según se lee con el GNC se pierde rendimiento, lo que no ocurre con el GLP y además se pierde capacidad de maletero por las bombonas, mientras que con GLP normalmente solo se pierde la rueda de repuesto. Por último, aquí en España comienza a existir una respetable oferta de surtidores de GLP, mientras que de GNC hay poquísimos.
De cualquier forma no parece que la apuesta de los fabricantes por este tipo de hibridación sea muy comprometida. Parece que solo ofertan vehículos orientados al taxista y otros de escasa potencia para el uso urbano. En general observo que no hay ni uno que ofrezca algún tipo de automatismo para la transmisión, todos son de cambio manual. Y salvo los 1.4 turbo de 120 cv de fiat, lo habitual es que sean motores atmosféricos más bien veteranos como el 1.6 que monta el Citroen C-elysee.
En fin, de cualquier forma se agradece que también nos traiga pruebas de estos otros tipos de hibridación.
Saludos.
@3 q sobre precio nos cobran x el Gnc respecto al diesel?? En Mi no hay diesel pero en Seat leon Si, si va al acabado Refern Plus e iguala el 1.4 gnc al 1.6 Tdi de 115cvs verá q el gnc es al igual potencia y acabado 1100€ más barato…
Actalmente y x numero de surtidores optaria por un coche a Glp si necesitata cambiar.
«con GNC emitimos por el escape exclusivamente CO2 y vapor de agua»
¿No falta un casi, o un prácticamente?
@9, a mí me ofrecieron en el concesionario el TDi bastante más barato que el de CNG, supongo que directamente querían vender el diésel… Por lo demás, me refería a todos los fabricantes y no sólo al grupo VAG, Fiat vende los de CNG más caros que los diésel de acceso…
@8 , opino igual, quitando FIAT que vende mucho en Italia y por eso tiene más oferta de GLP, y Opel, que tiene motores calcados (todos de uno y otro fabricante están basados en el 1.4) la oferta es muy parca. Dacia va haciendo
sus pinitos y Citroen parece que sólo se atreve con los 1.2 pero sin inyección directa ni turbo, que se quedan muy cortos para lo que no sea ciudad. El 1.6 que comenta lo probé y anda bien, es de origen BMW.
dos apuntes sobre la prueba:
1. cuando el depósito de GNC se acaba, se oye claramente un relé (salvo que estemos escuchando «source of icon e» ) mientras la aguja sube y baja unos instantes, para luego pasar a marcar el nivel del depósito de gasolina. y si en ese momento del cambio de GNC a gasolina, hay carga de acelerador, a veces puede haber un ligero tirón.
2. no se pierde vd. nada con las bridgestone ecopia, el mío las lleva y son una basura. se acuerdan de las primeras michelin energy? pues eso
@12
#respect
https://www.youtube.com/watch?v=ecug1j2PYY8
Lo que habláis del desconocimiento del GNC y eso… Me parece normal Yo al menos no conozco a nadie con un coche GLP, y menos con un GNC :S
Es más, mucha gente no sabe ni lo que es. En España pienso que casi hay que dar las gracias por que se conozca el coche eléctrico porque vaya… No tenemos la cultura del motor como tienen otros países :S
Creo que la poca aceptación comercial de estos up/mii/citigo (al menos, en el mercado español) está ligada a su diseño de monovolumen, su relativo elevado precio para su tamaño (mide menos de 3,6 m y su precio no es mucho más bajo que el de un Ibiza de 4 m), y a su exigua gama de motorizaciones (1.0 gasolina de 60-75 CV, GNC de 68 CV, sin Diesel). Con unas vías (1,428/1,424 m) muy similares a las del primer Toledo (1,429/1,422 m), una batalla sólo 5 cm inferior (2,42 m frente a 2,47 m), y un peso 50 kg inferior (929 kg frente a 985 kg), el comportamiento dinámico y la amplitud interior de este Mii debe de estar a gran altura para su categoría, y sin embargo, no son argumentos suficientes para convencer a muchísimos conductores, que seguramente terminan decidiéndose por un Ibiza (u otro modelo de 4 m de la competencia), aunque le resulte menos manejable.
Supongo que la nueva generación de up/mii/citigo será un «micro SUV» (del estilo del nuevo Suzuki ignis), quizá algo más largo (3,7-3,8 m para mejorar su habitabilidad o capacidad de maletero), y con motores más potentes (1.0t 95-115 CV) o incluso con alguna versión híbrida o eléctrica.
Saludos
Puedo entender el desconocimiento sobre el GNC entre la población general, pero me choca más en el caso de publicaciones especializadas.
Por un lado está lo del comentario sobre los Kg de GNC que caben en el León o en el Mii, llegando a la conclusión de que en el Mii caben mucho más de los homologados, mientras que en León se ajusta más a lo publicitado.
Vamos a ver… no siempre caben los mismos Kg de GNC en los depósitos. Se homologa una determinada cantidad en unas condiciones determinadas de temperatura y presión. Pero lo que realmente «entra» en cada repostaje depende de la temperatura ambiente y de la presión a la que esté trabajando en ese momento el compresor del surtidor. Yo tengo un León TGI y en invierno me han llegado a entrar 18 Kg. Y sé de casos de más de 20 Kg. Y a veces en verano no llega a 14,5 Kg.
Así que la supuesta capacidad extra del Mii no es cuestión de sus depósitos, sino de las condiciones del repostaje en concreto. Repitan la prueba en julio/agosto en el mismo surtidor. Y en febrero. Jamás obtendrán, desde vacío, un repostaje igual a otro. Así que no se pueden sacar conclusiones al respecto partiendo de un único repostaje.
Sobre el tema de las emisiones contaminantes, cierto es que son inferiores a las de cualquier combustible (incluido el GLP), pero desgraciadamente no es cierto que solamente se emita CO2 y agua. Basta con mirarse la ficha técnica…
También está el tema de la comparación entre consumos GNC y consumos con gasolina. Difícilmente se puede establecer una relación cuando difieren los trayectos y las condiciones para cada uno de los combustibles. La relación es mucho más sencilla: se trata del mismo motor y el mismo coche, y la diferencia de consumos corresponderá básicamente a la diferencia de la eficiencia entre ambos sistemas de alimentación y en la densidad energética de ambos tipos de combustibles. Partiendo de que la primera de las diferencias debiera tender a 0, la núnica diferencia real es la segunda. Y ahí hay un factor fijo de ronda 1,5 (en el caso de GNC de alta calidad, que es el mayoritario en Europa).
Por tanto, a igualdad de condiciones es matemático: el consumo de gasolina en litros será alrededor del 50% superior al de GNC en Kg. Si un coche en unas condiciones concretas consume 4 Kg/100, gastará 6 l/100 (aprox) de gasolina (y unos 8 litros/100 de GLP).
Y, para acabar, es precisamente esta relación matemática la que usa el ordenador del coche para prever la autonomía de gasolina aunque se esté en modo GNC: se hace una previsión de la autonomía en GNC en función del consumo reciente, y a partir de ahí calcula la autonomía en gasolina. Y es por ello por lo que, sin consumir gasolina, se puede ver cómo la autonomía prevista con gasolina puede ir subiendo o bajando.
Aunque es verdad que en la centralita se tiene almacenado un valor de consumo de referencia, que como base coincide con el mixto homologado, según he podido verificar en mi León. Y es un valor que puede ser modificado. Pero se parte del consumo GNC y a partir de él se calcula el de gasolina para obtener la autonomía teórica.
Podría comentar más cosas, preo creo que ya está bien de enrollarse.
… un apunte más… Como consecuencia de que la cantidad de GNC difiere en cada llenado porque es función de varias variables, el método correcto para determinar el consumo real no es el mismo que para combustibles líquidos.
Se debe partir de depósitos de GNC vacíos, llenarlos y anotar la cantidad reportada. Hacer el recorrido que corresponda y agotar todo el GNC, anotando los km recorridos hasta el repostaje. Volver a llenar de GNC en cuanto se tenga ocasión. Y entonces dividir la cantidad que entró en el repostaje ANTERIOR entre los km recorridos con GNC.
Es incorrecto tener en cuenta la cantidad del segundo repostaje. Es incorrecto usar repostajes parciales. Se secesitan dos repostajes desde cero y haber gastado todo el GNC del primero. Estamos hablando de un gas no licuado…
Gracias por la prueba,
A ver cuando podéis hacer una con el nuevo Ibiza a Gnc
Un saludo