Será casualidad, pero la prueba de consumo número 100 ha coincidido con un resultado que puede considerarse bastante excepcional: se ha batido el récord de consumo del segmento B; talmente parece como si el destino hubiese querido celebrar este centenario, tras de dos años y medio de casi sistemático rodaje semanal, tan solo interrumpido por algún corto período vacacional, y por las pruebas “hermanas” realizadas a ritmo “interesante”. Y el coche que lo ha conseguido no es un modelo rabiosamente optimizado de cara a conseguir el mínimo consumo, sino que supone la feliz y armónica conjunción de un conjunto de tecnologías que se vienen aplicando en los últimos años, sin llegar a extremos exasperados.
Se trata del Ford Fiesta ECOnetic, en su tercera edición. Hubo una primera, todavía con el motor de doble árbol, 16 válvulas y compresión de 18,3:1, que oficialmente rendía 90 CV a 4.000 rpm, con un par máximo de 21,1 mkg a 1.750 rpm. Dicho modelo lo probamos en 2010 –concretamente a principios de Agosto, en la prueba de consumo nº 14-, y el resultado fue bueno, aunque no precisamente espectacular: un consumo de 5,62 l/100 km, pero con un buen tiempo de 4h 40m y un promedio de 108,0 km/h. Y eso que ya llevaba neumáticos estrechos 175/65-14 de baja resistencia a la rodadura. Su desarrollo era tirando a corto para una versión económica, con 45,9 km/h a 1.000 rpm, y se le asignaba una punta de 178 km/h (a 3.875 rpm en 5ª) y un consumo extraurbano de 3,2 l/100 km.
Vino a continuación el cambio de culata, retornando a la monoárbol con ocho válvulas y reduciendo la compresión a 16,0:1; a cambio, sin duda, de un incremento del soplado, y el rendimiento pasó a ser de 95 CV a 3.600 rpm, con un par máximo de 23,5 mkg entre 1.5000 y 2.000 rpm. Al menos, este era el motor que probamos en la versión Sport del Fiesta –Febrero de 2011 y prueba nº 44-, con un desarrollo muy corto de 41,7 km/h que le hacía andar como un rayo; claro que a la punta oficial de 175 km/h el motor iba ya a 4.200 rpm. Y eso se reflejaba en el consumo homologado, cuyo extraurbano subía a 3,6 l/100 km; pero más subió en la práctica, puesto que nos salió a nada menos que 6,43 l/100 km, aunque tardando 4h 39m, gracias a que ahora llevaba gomas 195/45-16.
La segunda variante ECOnetic, ya con este motor, no llegamos a probarla nunca, y parece ser que no era sino la que ya habíamos probado en 2010, pero cambiándole el motor. En cuanto a las especificaciones exactas, al margen del desarrollo de 45,9 km/h, quedan en una nebulosa que no hemos conseguido despejar, ni a estas alturas nos vamos a preocupar más de ella. Porque por fin hemos tenido ocasión de probar el Fiesta ECOnetic II (se llama así ahora para distinguirlo del anterior, y con motivo), que en realidad es la tercera versión con esta denominación. Y aunque se presentó en los Salones a lo largo de 2012, de verdad ha llegado muy a finales de año, y se ofrece como año/modelo 2013. Y aquí es donde se nos organiza un laberinto de datos; algo de lo que me quejo periódicamente, pero contra lo que no se puede luchar. Y es que, en los respectivos departamentos de Comunicación, o en su caso en los de Comercial que les pasan los datos, lo de ponerlos en la ficha técnica se lo acaban encargando en muchos casos al último becario recién llegado, y el pobre se organiza un lío entre los datos del modelo anterior y lo que, sin explicárselo a fondo, le dicen que ha cambiado en el nuevo; y así nos va luego a los periodistas.
De modo que, a lo largo de poco más de dos años, hemos tenido cifras de 90, 92 y 95 CV para este motor y de par máximo de entre 20,9 y 23,5 mkg, del mismo modo que en la ficha que hemos conseguido para el motor del coche que hoy nos ocupa reaparece milagrosamente la compresión de 18,3:1, cuando en todos los demás datos (incluyendo las marcas de PSA) es de 16,0:1, como cuando se produjo el cambio de culata. Y el baile entre 175, 176 y 178 km/h como velocidad punta varía de forma caprichosa en función de qué fuente consultes; no es que importe demasiado, o incluso nada, pero es señal de la falta de fiabilidad de la fichas técnicas. Pero lo cierto es que este ECOnetic II algo especial tiene, ya que los datos de homologación han pegado un bajón notable; y aquí no pueden confundirse con ningunos otros, porque son más bajos que cualquiera de los anteriores. En concreto, el dato extraurbano es ahora de 3,1 l/100 km.
Pero al motor algo se le ha hecho en su gestión, suavizando la dosificación de la inyección y el soplado en bajo y medio régimen pero manteniéndolo en alto, para seguir teniendo 95 CV como en el monoárbol del Sport, pero de nuevo a 4.000 rpm como en el ECOnetic doble árbol primitivo. También dispone, por fin, de Start/Stop, unido al alternador inteligente del que ya parece ser que disponía en la versión intermedia, así como de la suspensión Sport ligeramente rebajada y de discretas optimizaciones aerodinámicas en los bajos, que van carenados y con deflectores ante las ruedas traseras. A lo que no se llega es a lo del Focus, que dispone de una persiana de apertura variable delante del radiador. Por supuesto, como en otros Ford, se utilizan aceites muy fluidos en motor y transmisión, la asistencia de la dirección es eléctrica, los segmentos y la correa de los accesorios son de baja tensión, la bomba de aceite de flujo variable, y la de vacío para el servofreno, de baja inercia.
Con todo ello, la ficha técnica del nuevo ECOnetic II queda del siguiente modo:
Fiesta ECOnetic 1.6-TDCi SOHC: Motor: 1.560 cc; 95 CV a 4.000 rpm; 20,9 m.kg de 1.750 a 3.000 rpm. Transmisión: Caja de cinco marchas, con 49,8 km/h a 1.000 rpm en 5ª. Neumáticos: 175/65-14, de baja resistencia a la rodadura. Cotas (longitud/anchura/altura): 3,95/1,72/1,48 metros. Peso (sin conductor, con depósito lleno): 1.044 kg. Velocidad máxima: 176 km/h. Consumo extra-urbano: 3,1 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 87 g/km. |
Claro que inmediatamente se advierte una novedad: ¿qué es ese desarrollo de 50 km/h? Porque oficialmente, el coche sigue con el de 45,9 de los anteriores ECOnetic; pero esta es una historia nueva, y fascinante. Para empezar, en los documentos que acompañan al lanzamiento del ECOnetic II (mucho texto y pocos datos numéricos) se habla de “relaciones del cambio optimizadas”, a la vez que se hace hincapié en los nuevos y bajos consumos homologados; luego algún cambio de relación, si se han optimizado, debería haber respecto al anterior. Pero la redacción de los comunicados muchas veces arrastra textos de la presentación anterior, y esa “optimización” podría ser de dos años atrás; pero no en este caso, según hemos comprobado.
Nada más recoger el coche y bajar por la M-30 hacia el Sur, en ligero descenso, apreciamos tres cosas: había poca retención, y el coche recorría, a 90/100 de aguja, cientos de metros sin apenas perder velocidad. Con gran júbilo, lo achacamos al influjo de los neumáticos Michelin Energy Saver de medida estrecha; así estábamos seguros de conseguir el resultado que el nuevo ECOnetic se mereciese. A cambio, se notaba que, en recuperación, la 5ª era algo más perezosa de lo que recordábamos de este motor en sus diversas variantes, y montado en este coche: todo indicaba un desarrollo final más largo de lo habitual.
Pero la tercera apreciación era todavía más sorprendente: a 2.000 rpm exactas de aguja del cuentarrevoluciones, la del velocímetro marcaba, también exactamente, 110 km/h; o sea, un desarrollo aparente de 55 km/h. Desde los 46 más bien escasos que corresponden según los datos, sería demasiado error del velocímetro; nada menos que un 20%. Y dando por bueno que los cuentavueltas actuales suelen ser casi absolutamente exactos, tal error de velocímetro no sería de recibo; estaba claro que algo andaba mal.
Así que por la tarde, y una vez instalado el GPS que amablemente nos señala los radares fijos y los eventuales fijos y móviles, salimos a la M-40 para calibrar la instrumentación. Y lo que salió fue que el cuenta-km era absolutamente exacto, y que los 110 de aguja eran en realidad 102 escasos, por lo que el desarrollo quedaba ligeramente por debajo de 51 km/h, si es que el cuentavueltas estaba perfecto. Esto seguía dándonos un error de velocímetro del 10%; todavía excesivo, ya que la legislación exige que dicho error no sobrepase el 5%. De modo que vuelta a los datos, para “adivinar” donde podía estar el error; porque repetidas consultas a Ford seguían asegurándonos que, según todos sus propios datos, el desarrollo seguía siendo el de 45,94 km/h. Pero como dicen que dijo “el Guerra”, “lo que no pué ser, no pué ser; y ainda más, es imposible”.
De modo que nos pusimos a echar números; y dando por sentado que el grupo era el 3,050:1 (20/61 dientes), el más largo de los disponibles en el Fiesta Diesel, siempre con corona de 61 dientes y piñones de ataque de 18, 19 y 20 dientes, había que buscar por el lado del piñonaje de 5ª. Y aquí teníamos que la 5ª oficial, de siempre y con cualquier grupo, es de 0,76:1, sin más decimales; lo cual quiere decir, al menos si la aproximación está bien hecha, que puede ir desde 0,7551 hasta 0,7649. Y para conseguir una relación dentro de esa horquilla y con un número de dientes en ambos piñones dentro de lo habitual, teníamos dos parejas: 38/50, que dan 0,76 exactos, y también 35/46, que da 0,7609:1 y resulta más verosímil, ya que ambos número son primos entre sí, y de este modo todos los dientes de uno tocan con todos los del otro, evitando que se produzcan silbidos debido a desgaste irregular.
Muy bien, y entonces, ¿qué otra 5ª podíamos tener, para conseguir un desarrollo ligeramente por debajo de 51 km/h? Al momento apareció una cifra tentadora, y por doble motivo: 0,70:1. En primer lugar, porque nos situaba en el entorno de lo que buscábamos, y en segundo, porque es muy fácil confundir un “6” con un “0” tanto en un impreso si los guarismos son pequeños o la impresión no es muy clara, como a mayor razón si está escrito a mano. Y si esa “relación optimizada” de que se nos habla en un comunicado responde a la realidad, es muy fácil que, al ir pasando el dato de un departamento a otro, alguien no lo lea bien o incluso, si no ha leído el comunicado pero tiene como referencia los datos antiguos, sobre los que va machacando las eventuales novedades, acabe pensando lo siguiente: “vaya, ya han equivocado un “6” con un “0”, y vuelve a poner el dato antiguo, dándolo por bueno y más fiable. Y a partir de ahí, en fábrica seguirán poniendo el nuevo piñonaje, pero en los papeles que ya no son los de un departamento técnico, seguimos teniendo el dato antiguo, del mismo modo que tenemos velocidades punta de 175, 176 o 178 caprichosamente distribuidas, a lo largo de tres años, entre distintas variantes de motor, transmisiones, aerodinámica y equipo de neumáticos. ¿Y a cuál de todos esos números les concedes más valor, ya que no dispones del Libro de Taller?
Así que buscando de nuevo entre posibles piñonajes, encontramos otras dos parejas que daban perfectamente el 0,70 requerido: un 28/40 es exacto, pero se queda un poco corto por número de dientes; pero tanto un 30/43 (0,6977:1) como sobre todo un 33/47 (0,7021:1) son adecuados. En especial este último, cuyos dientes son primos entre sí y suman 80, dando un módulo casi idéntico a los 81 del 35/46 que damos como casi seguro para la 5ª de 0,76. Y de este modo, y con los neumáticos estrechos de llanta 14”, tenemos un desarrollo final de 49,83 km/h, con lo cual todo cuadra a la perfección, ya que el desarrollo aparente de 50,8 por cuentarrevoluciones respecto a GPS, corresponde a un error de sólo un 1,7%, perfectamente asumible para un cuentavueltas. Mientras que el velocímetro sigue marcado con un 8% de optimismo; ese mismo 8% largo que separa a una 5ª de la otra.
Después de tan farragosa explicación, pero que arroja algo de luz acerca de los avatares del periodista si quiere ofrecer unos datos fidedignos, ya podemos pasar al resultado final, que como hemos adelantado, supone el récord en los turbodiésel del segmento B. Estas son las cifras:
Fiesta ECO 1.6 SOHC: Consumo: 5,11 l/100 km. Promedio: 107,2 km/h. |
Apenas es preciso insistir en las bondades del bastidor del Fiesta, sobre todo con la suspensión Sport rebajada que se monta en los ECOnetic; gracias a él conseguimos ese excelente tiempo de 4h 42m, especialmente significativo al ir unido a un consumo de 5,11 l/100 km. En repetidas ocasiones hemos comentado lo apretada que estaba la clasificación, y vale la pena repetirla una vez más. Ahora, por detrás del nuevo campeón, se alinean el VW Polo BlueMotion 1.2 tricilíndrico de 75 CV de 2010 (5,14 y 4h 47m), el Fabia GreenLine de 2011 y similar mecánica (5,17 y 4h 46m), el Peugeot 207 “99gr” 1.6-90 CV de 2010 (5,17 y 4h 40m), el Toyota Yaris 1.4, también de 2010 y 90 CV (5,19 y 4h 48m),y el Ibiza Ecomotive de similar mecánica que los otros del grupo VAG y también de 2010 (5,19 y 4h 45m).
Lo significativo de este agrupamiento en el estrecho margen de una décima (de 5,1 a 5,2) es que, con independencia del orden, que puede verse trastocado por pequeñas diferencias de tráfico y climatología, el hecho de tener media docena de coches muy similares en tan estrecha horquilla parece marcar el límite de las posibilidades actuales de un segmento B en las condiciones concretas de nuestra prueba. Y lo que le confiere un mayor mérito al éxito cosechado por este renovado Fiesta ECOnetic II es que lo consigue con la mayor cilindrada y potencia nominal de los seis que entran en este apretado final. Lo cual viene a confirmar que la miniaturización a ultranza sin duda ofrece buenos resultados, pero no es garantía de conseguir resultados más brillantes que con la equilibrada combinación de un buen motor, pequeño pero no “jibarizado”, una transmisión adecuada (y de sólo cinco marchas), un peso razonable, un buen bastidor y una aerodinámica debidamente optimizada, además de la inestimable colaboración de unos neumáticos de baja resistencia a la rodadura, tanto por construcción de carcasa como por anchura de sección.
Y un último detalle: en contra de lo habitual, el ordenador de consumo bajó de indicar 5,6 a 5,5 justo en los muy últimos kilómetros del recorrido; no sé si casualmente, un 8% más que el real, cuando lo habitual es que marquen un poco menos. Es decir, ese mismo 8% que separa a las dos posibles quintas marchas, y el mismo 8% que miente el velocímetro. Da la impresión de que incluso en la propia instrumentación del coche todavía hay un desfase en la toma de datos: cuenta-km y cuentavueltas son exactos, y el velocímetro y el ordenador sufre el error de la diferencia entre 5ª antigua y moderna. Pero lo que cuenta es que, en el surtidor de combustible, el coche consume como el proverbial mechero, y no hay que darle más vueltas.
Buff! que trabajo le ha dado el Fiesta eh..? Excelente labor de documentacion, aver si aprenden algunos de sus colegas de profesion..
Y el resultado, magnifico! Poco mas de 5 litritos a 107 km/h de promedio ne esta nada mal..; una vez mas se confirman las excelencias de este bloque, que lleva camino de convertirse en un mito como lo fue antes el 1.9 TDI de vag..
Felicidades Sr. de Andrés. Es Vd. un trabajador infatigable, como demuestra este texto y el centenario de pruebas de consumo en este medio. Tenía muchas ganas de saber de ese coche además, así que excelente.
Por cierto, en este caso no nos ha contado nada de aerodinámica.
Un saludo, mejor un abrazo.
Impresionante la explicación… Me recuerda a mis revistas «Velocidad» de los 60, cuando los usuarios todavía entendían un mínimo de mecánica…
Muy buen artículo. Al leerlo y meditarlo queda patente lo chapuzas que pueden llegar a ser hasta grandes marcas como Ford.Con ese galimatias de cambios, unos certificados y otros no donde lo unico que demuestran es la pobre opinion que tienen tanto de los periodistas probadores como del usuario final. Lo dicho , de pena.
Por otra parte al haber hecho hincapié en la ya aceptada diferencia de resistencia a la rodadura de los neumáticos eco y los normales , si me gustaria una prueba dirigida exclusivamente a cuantificar esa diferencia : Mismo coche y dos juegos distintos de neumáticos , eso di de la misma medida.
Otra idea, por qué no hace la misma prueba comparativa con dos tipos de diesel, el normal y el que nos venden como premium.
Lo del nº de dientes de los piñones, los nº primos y los silbidos… me ha dejado helado. Es la primera vez que leo algo sobre desgastes irregulares por tal motivo…
Excelente prueba, no podía ser menos siendo la nº 100.
Saludos cordiales,
James Marshall.
«Esto seguía dándonos un error de velocímetro del 10%; todavía excesivo, ya que la legislación exige que dicho error no sobrepase el 5%.»
Eso no es cierto. La legislacion exige que el error sea inferior al 10% + 4 km/h. Asi, a 100 km/h, el vehiculo debe marcar entre 100 y 114 km/h.
Fijese que mas adelante incluso vd. afirma que «el velocímetro sigue marcado con un 8% de optimismo»
Por cierto, nunca se fie del GPS si quiere calibrar de forma cientifica un velocimetro. Aunque bueno, tampoco hablamos de metodo cientifico para medir los consumos en ningun caso.
A mí también me ha gustado el artículo. Enhorabuena, Sr. de Andrés. Pero siendo la prueba número 100, excepcionalmente se podría pasar por aquí para comentar cosas con sus lectores.
Gracias de nuevo.
Sólo una anécdota: Esta muy bien todas estas ayudas al consumo, pero… Me prestaron un Fiesta ( modelo anterior) con 90 cv y tuve la mala suerte de averiar el alternador ( normal ) y fueron 700 castañas. ¿Alguien sabe por cuanto puede salir la broma de uno de estos «inteligentes»?
Gracias.
@8
700 € un alternador de un ford fiesta?
Algo no encaja.
Me gustaría que alguien explicara como se produce la medicion de consumo del ordenador de un coche, porque supongo que no tendrá nada que ver con la desmultiplicación de la caja de cambios. Gracias.
@8y9:Quiza 700 eur. no, pero un alternador nuevo de casi cualquier coche pica bastante. Hace poco casco el de un Kia Sportage (modelo anterior) que hay en casa y nos pusiero uno de reconstruido de intercambio entergando el malo. Total creo que fueron unos 300 eur, con MO incluida.
@9 y @11. Es lo que hay, lo que falla o falló fue mi cartera. Era el modelo de la generación anterior al actual, 1.6 tdci 90 cv. Como era de un familiar, un mecánico de confianza me comentó que podía salir por unos 400-500.
Como el coche no era mío lo llevé al servicio oficial ( muy buen trato y rapidísimo servicio ), por cierto a quien dude, cuelgo la factura.
Mi comentario se debe a que entre el dowsizing de los gasolinas y los chismes de los diesel, todos estamos aceptando sus bajos consumos… pero qué vida util tiene P.ej. un turbo de baja fricción y sobre todo ¿que precio ? dado el ejemplo de mi experiencia que expongo.
A mi este modelo antiguo me sorprende por sus bajos consumos, pero esta muy poco insonorizado el motor suena una barbaridad y parece que llevo el turbo en la cabeza oyendo sus silbidos. Frenos mediocres.
Saludos-
@11,@12
Lo normal es efectivamente cambiarlo por uno reconstruido.
300 no son 700.
Lo que me extraña es que valga más que un compresor de A.A. de un Mercedes ml 320cdi por ejemplo.
Pero no dudo que sea así.
Hola! Estoy interesado en comprar este coche. Esta a la venta en España? Es que fui la semana pasada al concesionario y me dijeron que ya no se fabrica, a lo cual me quede extrañado porque segun he leido el econetic II lleva menos de un año en el mercado.
No sé si el comercial que me toco no tenia ni idea, bastante probable.
A ver si alguien me lo puede aclarar. Gracias.
Estoy mirando y en la web de ford si que deja configurar el econetic II, pero solo en version 5 puertas. No va a llegar a España la 3 puertas?
Las tolerancias de velocímetro, creo que son +-4% para Estados Unidos, SAE J1225 (a 100 reales debe de marcar «algo» entre 96 y 104), y más o menos el 10% para Europa, DIN 75521-2 (siempre por exceso, es decir, a 100 reales debe de marcar «algo» entre 100 y 110)
0<=V1-V2<= (v2/25)+5, supongo que v2 la velocidad indicada, y v1 la real
Al menos, según un manual de un velocímetro.
Desconozco si hay otra normativa más moderna.
@16,
En Europa, 10% +4. Es decir, a 100 puede marcar entre 100 y 114. Vea respuesta #6.
@17
Sssque,sssque….no hay manera eh!! :-).
Sencillo y eficaz como pocos.Un peso contenido,un motor suficiente y de cilindrada media configuran un resultado muy bueno sin necesidad de recurrir a motores miniaturizados ni a cajas de cambio de 6 marchas.Coincidencia que el 207-1.6 HDI 90 cv ofrezca también un resultado muy parecido,igual esta es la fórmula ideal, porque si para igualar estos consumos hay que ir a los 1.2 TDI 3 cilindros 75 cv del grupo VAG ni la prestación ni el agrado de conducción ni la finura mecánica son comparables.
Quizá sólo se eche en falta un motor más moderno y silencioso al estilo de los DCI de Renault o el 1.4 de Toyota.
Estar
Sería interesante que probarais el Opel Corsa 1.3 CDTI ecoFLEX 88 gr.
Tengo curiosidad por saber si opel ha logrado rebajar o al menos igualar el consumo de este fiesta econetic.