El tema de la Seguridad Vial, y muy en concreto los diversos tipos de campañas (oficiales y privadas) que sobre ella se plantean, siempre me ha atraído sobremanera; aunque casi siempre, tras analizarlas, para acabar de mala uva y con acidez de estómago. Ya sé que son multitud los temas en los que ocurre lo mismo, pero cada cual se preocupa especialmente por lo que le resulta más próximo, y para mí en la automoción se reúnen tanto profesión como afición. Y a lo que me refiero que ocurre es que de SV habla gente que no tiene más que un nebuloso conocimiento de lo que de verdad ocurre en el asfalto, otra gente llena de prejuicios y con su conclusión preconcebida digan lo que digan los datos analizados, y otra gente más que se dedica a bucear en aspectos parciales del fenómeno, sin preocuparse de la evidente interrelación que existe con otros aspectos tanto o más importantes.
Simplificando, pero yendo al cogollo del asunto, la Seguridad Vial tiene como objetivo que la gente no se mate al utilizar los medios de automoción terrestre de manejo autónomo y con libertad de trayectoria: automóviles, autobuses, camiones, motocicletas y bicicletas; y por su evidente relación causa/efecto, que no haya víctimas entre los peatones que con ellos comparten, de una u otra forma, las vías de comunicación. Lo primero que debe aceptarse es que el manejo de todos estos vehículos (desde el gran camión articulado hasta la simple bicicleta) es peligroso; no sólo potencialmente, como suele decirse, sino a partir del instante de ponerse en movimiento. Aquí no hay raíles como para el tren o el tranvía, y a los mandos de trayectoria y velocidad van miles, millones de ciudadanos cuya pericia está respaldada por haber aprobado un examen que, aunque mejor planteado en unos países que en otros, todos conocemos hasta qué punto puede garantizar la suficiente capacidad; posteriormente mejorada (o empeorada) por una práctica cuyos vicios quizás nunca les corrija nadie.
Manejar un vehículo (la bicicleta también) es peligroso: para el que lo hace y para todos los que están en un entorno suyo de 0 a 50 metros (y a veces más lejos todavía). Si no admitimos esto, y que la fatal consecuencia es que el accidente acaba por ser inevitable antes o después, es que no hemos entendido nada. No hay peor buenismo, o voluntarismo testarudo, que el de quienes proclaman que “no estaremos satisfechos hasta llegar a los 0 accidentes y 0 muertos”. Que se lo digan a las víctimas del accidente del AVE en Santiago, y eso en un medio guiado por carril y con tropecientas teóricas medidas de seguridad; pero el “factor humano” (el de Graham Greene u otro) acaba apareciendo, para torpedear el adanismo de los soñadores.
De sobra es sabido que en la SV interactúan los tres factores del tráfico: hombre (conductor o peatón), vehículo e infraestructura; pero como aquí no se trata de hacer una tesis doctoral sobre ella, sino de analizar cómo se enfocan las campañas referidas a uno de los tres factores (el humano), dejaremos de lado el vehículo y la infraestructura, pero no sin haberlos citado y dejar constancia de su importancia, también fundamental.
Así que centrándonos en el factor humano que puede dar lugar a un accidente, creo que hay tres causas fundamentales, que luego se subdividen en múltiples subcausas. Estas tres causas básicas son: la impericia o ineptitud técnica, y la incapacidad psicofísica; la distracción, falta de atención o pérdida de concentración puntual en la tarea de conducir (o de circular a pie); y la imprudencia, entendiendo como tal el intento de realizar una maniobra (lícita o ilícita, aquí da igual) sin una más que razonable garantía de completarla con éxito. Dicho de otro modo, las tres causas proceden de: quienes no deberían conducir en ningún caso; quienes tienen un fallo puntual en un momento dado; y quienes voluntariamente tiran por la borda la más elemental prudencia (esto podría ser puntual o poco menos que congénito, en cuyo caso tampoco deberían conducir nunca).
Pues bien, parece ser que 2013 ha sido el año del descubrimiento de la distracción como causa fundamental de los accidentes. Por todo el mundo han ido apareciendo campañas y encuestas relacionadas con lo mismo. Y no es que yo esté en desacuerdo con el diagnóstico; muy al contrario. Creo haber repetido varias veces en este blog que llevo décadas insistiendo en que la distracción, en su más amplio sentido, es para mí el factor número uno de la siniestralidad vial. Lo que me asombra, e incluso me irrita, es que ahora salga gente poco menos que descubriendo este Mediterráneo; y también que, movidos por el ardor mesiánico de los recién convertidos o “zelotes”, se olviden de todo lo demás.
Lo malo de las campañas monotemáticas, al margen de que hacen perder la visión de conjunto, es que son de corta duración; y ya estamos más que acostumbrados a lo del “Día de esto” y “Día de lo otro”, como si todos los días no debieran serlo de todas y cada una de las cosas a las que hay que prestar atención: ya sea el hambre, el cáncer, la SV o el hacer algo de sano ejercicio. Pero no es con la Maratón Popular con lo que se arregla esto último, por poner un ejemplo; sino con los cientos, o miles de ciudadanos que se levantan temprano, o dedican las horas del atardecer antes de la cena, para ir al gimnasio o correr unos cuantos kilómetros.
Hace unos pocos meses apareció un informe, patrocinado conjuntamente por BP-Castrol y el RACE, relativo a la distracción. La conclusión básica es que ya se ha convertido en la causa del 50% de los accidentes, y más en zona urbana. Y cita, a su vez, algunas de las nuevas subcausas que se añaden a las más tradicionales (que no cita, al margen de fumar): el teléfono móvil, manejar/consultar el navegador y los diversos medios de infotainment, el “whasapp”, etc; es decir, lo que yo suelo incluir bajo la denominación genérica de artilugios electrónicos.
Otra encuesta, ésta de origen norteamericano, y ceñida al colectivo de adolescentes y jóvenes (9.000 encuestados); no dice exactamente donde pone el límite de edad por arriba, pero por abajo, allí se puede conducir a partir de los 16 años. Pues bien, el resultado viene a decir que, a causa del teléfono, y fundamentalmente por escribir mensajes mientras se conduce, en este colectivo se producen en USA 3.000 muertes al año, y unos 300.000 heridos; la proporción de 100 a 1 indica, de ser cierta, que la seguridad pasiva del automóvil ha mejorado de forma espectacular, afortunadamente. La peligrosidad de esta causa ya ha superado a la que tiene al alcohol como factor desencadenante (no dice si también incluye aquí, como es frecuente, a las drogas), ya que en este caso las cifras se quedan en 2.700 muertes y 282.000 heridos. El porcentaje de conductores que reconocen practicar tan peligroso hábito asciende al 49% entre los de sexo masculino y al 45% del femenino. ¡Para que luego se diga que las mujeres hablan más!
Bueno, pues parece que ya ha quedado claro que la distracción, y muy concretamente la producida por el manejo de los artilugios electrónicos, es probablemente la causa número uno de accidentes. Porque si parece que ya va habiendo acuerdo en que la distracción, genéricamente hablando, es la causa primordial, y las modernas encuestas también parece que señalan a los artilugios como la subcausa más importante dentro de la distracción, la conclusión está clara. ¿De verdad está clara? Pues parece que no lo está, al menos para los realizadores de otra encuesta también recientemente aparecida; ésta no es española ni americana, sino genéricamente europea.
Todas estas encuestas nos las hacen llegar agencias de noticias que están especializadas en información del automóvil; en cuanto a la fiabilidad de los organismos o entidades que han realizado las encuestas, no sé si les consta a las agencias que nos las transmiten, pero lo cierto es que son las encuestas que luego aparecen en los telediarios, en los informativos de las radios, y en la prensa general. Pues bien, esta otra encuesta nos dice que en Europa salimos a un promedio de 75 muertos diarios por siniestralidad vial; pero agárrense Vds a la silla: las principales causas son las condiciones atmosféricas desfavorables y las carreteras resbaladizas. ¿Quién y dónde hizo esta encuesta: en los países nórdicos? Pues seguro que también tienen datos, al menos parciales, para refrendar ese resultado.
Como dije antes, cuando alguien ya tiene un objetivo preconcebido, y decide olvidarse del resto del panorama para potenciar su argumentación, siempre encontrará la forma de sacarse una encuesta de la manga para respaldar sus conclusiones. En múltiples ocasiones he repetido en este foro que esa cínica expresión de que “existen mentiras, mentiras podridas y estadísticas” no pasa de ser, como mucho, una verdad a medias. Pero lo que sí existen son estadísticas bien realizadas, mal realizadas aunque con buena voluntad, y sesgadas hacia un resultado desde su planteamiento. Una encuesta bien hecha empieza por elegir una muestra suficientemente amplia y porcentualmente bien repartida del campo que se pretende explorar, sigue por un cuestionario que no condicione al entrevistado y le ofrezca todas las posibilidades de respuesta razonables, darle tiempo para que responda con calma y sin sentirse coaccionado, y luego hacer una tabulación honrada de los resultados, sin barrer para casa. Esto, muy a “grosso modo”.
Pero, como hemos visto, si varias encuestas llegan a la conclusión de que la principal causa de los accidentes son tanto las carreteras resbaladizas como los artilugios electrónicos, es que alguien está haciendo algo muy mal, a sabiendas o no. Y también podría ser que lo que no se está haciendo es explicar exactamente el planteamiento de la encuesta; porque no es lo mismo decir que tal o cual sea la principal causa de accidentes, o que esto o lo otro sean los mayores causantes de muertes. Es decir, que habría que distinguir de forma mucho más clara, al publicitar estas encuestas, sobre el nivel de gravedad de los siniestros a que nos estamos refiriendo. Por lo general, el accidente urbano es de menor gravedad que el de carretera, ya que la velocidad media operativa es inferior; no es lo mismo el accidente de “chapa y pintura” que el de “ambulancia y tal vez coche fúnebre”. Lo mismo que no da igual contabilizar los muertos a las 24 horas del accidente, que al cabo de una semana, o un mes.
Por eso las estadísticas, mientras no me expliquen muy clarito el procedimiento de captación de datos, su tabulación y la forma de presentar los resultados, siempre me ofrecen una fiabilidad relativa. Mi percepción de la Seguridad Vial por supuesto que es muy poco científica, pero sí muy apegada a la realidad; y si mentalmente llevo décadas tabulando cuántas veces he visto a un conductor hacer una maniobra claramente despistada que podría haber generado un accidente, cuántas veces veo a otro hacer otro tanto porque no tiene ni pajolera idea de conducir, pero sigue vivo gracias a San Cristóbal, y cuántas veo a un tercero cometiendo conscientemente una barbaridad, tengo muy claro para mí que el orden de las tres causas que al principio cité es éste: primero distracción, segundo impericia y tercero imprudencia. En términos porcentuales ya no me atrevo a poner cifras, pero el orden sí que lo tengo bastante claro, tras de muchos cientos de miles de kilómetros de observación. Y, por supuesto, hay ocasiones en que se entremezclan simultáneamente dos o incluso las tres causas; la realidad no siempre se presta a ser encasillada de forma tan sencilla.
En cuanto a las campañas puntuales, lo más curioso no es que se centren monotemáticamente en un aspecto concreto (de lo contrario no serían campañas, sino programas organizados); sino el hecho de que, en cada una de ellas, se tiende a considerar el objeto de la misma como el mayor de los males. Puede ser la distracción, el cansancio, el alcohol, las drogas, el teléfono, las digestiones pesadas, fumar al volante, o alguna medicación especial; da igual: la causa que es objeto de esa campaña concreta, pasa a ser la causante de un mayoritario porcentaje de los accidentes. Claro que, al cabo de unas cuantas campañas, la suma de los porcentajes parciales se dispara muy, pero que muy por encima del 100%. Conclusión: alguien ha estado exagerando, sea voluntariamente (malo) o por desconocimiento y falta de buenas estadísticas (casi peor).
Al margen de esto, y ya metidos de lleno en el tema, voy a intentar subrayar la simplificación en que caen esas campañas, incluso si apuntan ya a una causa concreta. Así que empezaremos por la que estamos considerando como la más frecuente: la distracción. La variedad de posibles subcausas es impresionante, y voy a hacer un resumen que no pretende ser exhaustivo. Del equipamiento del coche hay un componente del que no se puede ni se debe prescindir: la climatización; ya que una ventilación y temperatura adecuadas optimizan las condiciones de una conducción segura.
Pero ahora vienen los artilugios del infotainment, y sus mandos más o menos complejos, racionales y ergonómicos: la tradicional radio, el ya muy frecuente navegador, las catorce variantes de conectividad para los quince posibles cacharritos que se suelen llevar colgados de la cintura y que nos pueden informar de hoteles, del clima, del tráfico y de las fases de la luna, y el teléfono (manos libres o no). Pero distrae no sólo manejarlos, sino incluso prestarles atención, consultarlos o escucharlos. Una última información (no encuesta): manejar cualquiera de estos chismes mediante el “mando por voz” también rebaja drásticamente (eso dicen) el nivel de atención, porque hay que concentrarse en lo que vas a decir bien alto y claro, y te desconectas de la conducción.
Peugeot 208: instrumentación por encima del volante, buena idea;pantalla central táctil, potencial causa de distracción.
Pues no digo que no tenga algo de razón; pero también esto sería extensivo a mantener una discusión acalorada con un pasajero, por lo general familiar y con edad comprendida entre el año y medio y los noventa años. Y no digamos cuando el conductor y a la vez discutidor, o simplemente conversador, es de los que necesitan volver la cabeza para mirarle a la cara a su acompañante. Vamos, que todo lo que sea salirse del coche antiguo con volante, cambio y tres pedales (si era americano y automático, sin uso del cambio, y con dos pedales), es una potencial causa de distracción; y llevando las cosas al extremo, no deja de ser parcialmente cierto.
Otra subcausa de distracción: el cansancio. Podemos tenerlo ya al sentarnos al volante, o ir apareciendo poco a poco, pero siempre será por lo mismo: por mala condición física (más con la edad), o no haber descansado y dormido bien, o haber realizo un trabajo físicamente duro, o por excesiva tensión al volante si no se tiene soltura al manejar.
Más: preocupaciones laborales, familiares o personales, que nos impiden prestar atención a lo que ocurre fuera del coche, en vez de dentro de nuestro cerebro. Y luego está la pura y simple distracción puntual, como prestar atención a algo que ocurre fuera del coche: un paisaje llamativo, una persona ídem, un lío de gente, o un accidente (con alguna frecuencia, uno genera otro). No olvidemos la insuficiente técnica de conducción: ese conductor que presta más atención dentro que fuera del coche, y tiene que mirar la palanca de cambios para reducir una marcha. Claro que también un coche en mal estado es peligroso aunque no se averíe, al menos de momento: si vamos todo el rato esperando escuchar ruidos sospechosos, o controlando la aguja del termómetro u otra instrumentación, perdemos concentración.
Una responsabilidad extra: del conductor depende la vida de 50 personas.Y para cerrar, no podemos olvidar los peligros del tabaco, desde sacar el cigarrillo hasta la brasa que inopinadamente cae en la tapicería o en la ropa, pasando por el momento cumbre de encenderlo (ya sea con mechero propio o del coche, y no digamos con cerilla). Ejemplo clásico, al que se une el de la no menos tradicional avispa que se cuela por la ventanilla entreabierta, a la que pretendemos espantar y devolver a la naturaleza a la vez que conducimos, y preocupados por si nos pica. Finalmente, un estado de euforia (y no provocado artificialmente por drogas o alcohol) también puede ser peligroso: nos toca la lotería y vamos felices y contentos a reunirnos can familia y amigos, tanto si ya se lo hemos contado por teléfono como si queremos darles la sorpresa en directo. Pues las probabilidades de darles un disgusto en vez de una alegría aumentan, si vamos demasiado eufóricos.
Todo esto -y seguro que se han quedado cosas en el tintero- respecto a la distracción; daría para muchas campañas puntuales, ¿no es cierto? Y al final, para un concepto único: al volante hay que ir atento y ser prudente. Nos quedan todavía dos causas básicas: la imprudencia y la incapacidad. De la primera hay poco que decir, y menos que aconsejar. Su filosofía básica es la de la “ruleta rusa”: estoy “casi” seguro de que esta rotonda la puedo tomar a 80; y luego resulta que era 70, y por los pelos. Pero para entonces ya se ha dado la bofetada, y tal vez llevándose a alguien por delante. No hay que confundir esta imprudencia consciente con la distracción del que se mete en la rotonda a 80 sin darse ni cuenta; esto último es distracción, no imprudencia. La incapacidad o ineptitud ya son harina de otro costal; y es un tema muy serio.
Una mole de semejante tamaño y tonelaje requiere una prudencia máxima en cada maniobra.Aquí convendría distinguir, de entrada, entre incapacidad congénita y permanente, e ineptitud solucionable o transitoria. Lo he repetido en múltiples ocasiones, pero por una más, no hace daño; allá por los años 50/60 un prestigioso psicólogo de la conducción, el francés Roger Piret, sentó las bases de esta disciplina, que pueden darse como los pilares inmutables del tema. Y según él, las cualidades que un ser humano debe reunir para poder ser un razonablemente buen conductor, son las siguientes: inteligencia concreta, resistencia a la emotividad, atención difusa, rapidez de reacción y coordinación sicomotora. Lo malo del asunto es que estas cualidades tienen mucho de congénitas, y poco de mejorables, aunque con la práctica algunas pueden irse afinando. No obstante, su conclusión, tras numerosos análisis, fue que aproximadamente uno de cuatro ciudadanos de la cultura europea occidental, que es el entorno en el que nos movemos, no reúne el mínimo exigible de esas condiciones.
Dicho de otro modo, y dado que hoy en día (y salvo excepciones muy recalcitrantes) casi cualquiera acaba pudiendo sacarse el permiso de conducir -si se gasta suficiente dinero e invierte el tiempo necesario-, casi uno de cada cuatro conductores es potencialmente peligroso, puesto que no reúne ese mínimo de estabilidad psicológica y equilibrio psicofísico para reaccionar con rapidez y acierto en una situación comprometida; y eso al margen de su nivel técnico de manejo, que es capítulo aparte.
Al margen de esa incapacidad congénita, estaría la sobrevenida a causa de la decrepitud causada antes o después por edad, o por enfermedades crónicas limitadoras de la agudeza de los sentidos o de la capacidad para enjuiciar a tiempo y reaccionar con rapidez en circunstancias de muy rápida evolución. A este respecto, un caso tan asombroso y meritorio como el que nos presentó Javier Moltó respecto al conductor con minusvalía que manejaba el coche perfectamente mediante un “joy-stick”, tiene mucho más de excepción digna de todo elogio que de indicador válido de lo que un afán de superación puede dar de sí; en contados casos, ya hemos visto que sí, pero por regla general, creo que no.
La BMW R.90-S marcó un hito en el motociclismo de carretera; es la marcafetiche del “tragamillas” sensato de dos ruedas.
Y luego están los casos de incapacidad o ineptitud transitorias causadas por circunstancias puntuales: enfermedades pasajeras que reducen la citadas capacidad sensorial y rapidez de reacción; o la medicación para ellas u otras, que produce somnolencia, como sedantes, tranquilizantes y similares. Y por supuesto, aquí encaja el efecto del alcohol y diversas drogas: estrechamiento del campo visual, lentitud de enjuiciamiento de la situación, obtención de falsas conclusiones y, en el mejor de los casos, lentitud de reacción, aunque fuese la acertada. En cuanto a algunas drogas, a ello se une la percepción errónea de la realidad, una euforia que elimina toda prudencia, y un fallo casi total de todos los mecanismos de cálculo.
Esta es la panorámica general de la SV, y repito que queda fuera la imprudencia voluntaria, el estado del vehículo y el de la infraestructura. Ante semejante panorama de poco o nada valen consejitos puntuales, tales como algunos que se oyen por la radio o la TV: las dos manos siempre al volante; no apartes nunca la vista de la carretera; para cada 90 (o 120, o 150) minutos, para descansar 5 (o 10, o 15) minutos. Lo más práctico es lo de revisar coche y ruedas; al respecto, buena la campaña de Michelin, con el simpático Bibendum recordándonoslo desde los “chirimbolos” urbanos. Pero algo tan sencillo, básico y para mí fundamental, como llevar el parabrisas inmaculadamente limpio (por fuera y por dentro), ¿se ha incorporado alguna vez a una campaña? Todo es cargar la suerte por el lado de la prudencia genérica y la demonización de la velocidad (me pone enfermo la encantadora locutora de “Ponle freno” cada vez que dice, así sin más, “no corras”), pero sin aportar apenas consejos positivos, y dando por supuesto que el conductor ya es todo lo bueno que puede ser.
Ahora bien, frente a una panorámica tan amplia, ¿cómo se puede luchar, campañas puntuales al margen? ¿Hay que ser simplemente aconsejador, o impositivo? Porque para lo del casco de los ciclistas en todo momento no se ha considerado que sea suficiente con aconsejarlo; sino que, a partir de 2014, imponerlo. Y no es que yo sea partidario de que “papá Estado” nos organice la vida, lejos de mí tal idea; pero en algunos casos, si se quiere ser eficaz, es mediante “ordeno y mando”. O de lo contrario, dejar que cada cual sea responsable de sus actos, y de sus consecuencias, y no estar dando la vara con advertencias que por una oreja entran y por otra salen. Ejemplo al canto: contra la distracción causada por los artilugios electrónicos, ¿cómo luchar? De momento, está prohibido hablar teléfono en mano, pero poco más. Pero siguen quedando el “manos libres” y todo lo demás: navegador, infotainment, connect de todo tipo, etc. Si la TV en la pantalla delantera no funciona en marcha, ¿por qué todo lo demás sí, al margen de la radio y el navegador? ¿Y por qué no se prohibe fumar conduciendo, sabiendo la cantidad de accidentes que provoca? ¿Porque es una actividad más antigua y ya tiene carta de naturaleza?
La bicicleta, incluso esta ultramoderna y eléctrica de Audi,tienen un elevado riesgo potencial en su utilización.
Una encuesta española más, realizada a 1.000 conductores veteranos; esto no garantiza que tengan mucha práctica ni pericia, sino 65 años como mínimo. La pregunta es, cómo gente de edad, ¿qué es lo que les gusta y no les gusta de los coches actuales, para adaptarlos a sus necesidades? Pues lo que pidieron, por este orden de interés, fue lo siguiente: ventanas más grandes e ir sentados más altos, dirección asistida, airbags, ABS, aire acondicionado, y radio; y ya menos, sistemas de ayuda al aparcamiento. ¿Y el ESP? No sé por qué sospecho que el realizador de la encuesta olvidó incluirlo en la lista de posibilidades, porque si piden lo que va de la segunda a la cuarta exigencia, es raro que no pidan ESP (tal vez, pese a lo veteranos que eran, no les sonaba ni la sigla). Pero teniendo en cuenta que prácticamente todo lo que piden es equipo de serie en el 99% de los coches que hoy se venden, lo único específico que exigen es mejor visibilidad; como para un alto porcentaje del público femenino, su vehículo ideal sería un SUV o monovolumen tirando a compacto, que sería más fácil de aparcar.
Y todavía nos queda no una encuesta, sino una estadística de la DGT, que también se ciñe al colectivo de los de “más de 64 años”: según ella, nada menos que el 22% de los siniestros con víctimas mortales están protagonizados por mayores de 64 años. Ya estamos de nuevo con las redacciones ambiguas: ¿qué significa lo de “protagonizados”? ¿Que en un 22% de los accidentes con víctimas al menos una de ellas tenia 65 años o más? ¿O que en ese porcentaje de accidentes mortales al menos uno de los conductores implicados pertenecía a la “edad dorada”? Parece mentira lo que le cuesta a la gente explicarse con claridad y precisión; y anda que no es rico nuestro idioma en ofrecer posibilidades para matizar. Conclusión de la encuesta, no de la DGT, sino de la agencia que la transmite: “con la edad aumenta el riesgo al conducir”. O sea, más peligro con 41 que con 40 años, y el conductor más seguro, el de 18 años que acaba de sacarse el carnet. Cuando digo yo que actualmente no se estudia gramática en ningún sitio….
Y vamos ya cerrando el tema; las campañas puntuales, y no digamos si son alarmistas o dramáticas, tienen dos inconvenientes, al menos: después de unas cuantas, adormecen las conciencias, puesto que el ser humano tiende a ignorar lo desagradable, al menos mientras no le atañe directamente; y segundo y en el mejor de los casos, el impacto de la siguiente borra el recuerdo de la anterior: no tenemos capacidad, ni ganas, de almacenar en la memoria tanta amenaza de posibles desgracias. Es mejor, como en tantas cosas, la penetración capilar de una prolongada, suave y fina lluvia que el arrastre devastador de una “gota fría” de hora y media.
Conclusión: la SV es un problema multiforme, y hay que aceptarlo como tal. No basta con consejos y campañas simplificadores; al menos, sin haber empezado por lo básico: educación cívica, educación vial desde la infancia y buena enseñanza técnica de la única actividad cotidiana del ciudadano medio normal en la que puede matar y matarse. No vale eso de que “con la práctica ya se irá soltando”; sí, lo hará, y encalleciendo todos los vicios que tenga, también. Y acabo con lo de siempre: mientras no haya segundo examen, que en buena parte llevaría a los cursillos de perfeccionamiento de conducción, la cosa no funcionará. Necesitamos conductores conscientes, prudentes (no lentos), y suficientemente hábiles como para solucionar unos problemas que no tendrían por qué dar lugar a un accidente. Y después de todo eso, sería el momento de las campañas continuas, tranquilas, puntuales y bien argumentadas recordando lo de prudencia, distracción, drogas, alcohol, etc. etc. Y digo recordando, porque ya deberíamos saberlo desde mucho antes; si son las campañas las que tienen que descubrírnoslo, mal hemos empezado, peor vamos a seguir, y fatal vamos a acabar.
Recuerdo un anuncio que decía algo así: «Según un estudio a mas velocidad, mas posibilidades de tener un accidente mortal, coclusion: reduzca la velocidad». Logica pura (claro!, todo reducirdo todo a un solo factor: la velocidad)
Se me ocurre hacer otro estudio (inventado) sobre un solo factor: el tiempo. Según este estudio cuanto mas tiempo pasemos en la carretera mas posibilidades tendremo de tener un accidente logico no?. Solucion: disminuir el tiempo que pasamos en carretera ¿como? aumentaremos los limites de veloc¡dad al doble para que la gente pase menos tiempo en carretera: ciudad 100 km/h, autovia: 240 km/h.
Ahora el señor que circula por la ciudad a 100km/h tendrá menos accidentes porque su tiempo en carrtera es la mitad. Logica pura…
¿porque en las campañas de la DGT son tan simplistas?. Es curioso, cuando hay un accidente de avion (o incluso el de tren de hace unos dias) en los medios se dice que hay una cocatenacion de causas que acaban provocando el accidente (fallo mecanico + fallo de mantenimiento + error humano etc. etc.) ¿porque no hacen lo mismo en los accidentes de coche?
PD. Sr. A. de A. se me olvido darle la enhorabuena por el articulo… grandisimo comentario «me pone enfermo la encantadora locutora de “Ponle freno” cada vez que dice, así sin más, “no corras”» +1000
Don Arturo, mucho me temo -y creo que Ud. lo tiene claro- que estamos en una fase de transición.
La que va del coche que se conducía al coche que nos conducirá. Sin apenas accidentes. Siquiera en las vías de gran capacidad, las más usadas. Exactamente igual que los metros, los trenes, los barcos e, incluso, los aviones. Todos los elementos de asistencia a la conducción van por ahí.
Conducir era un placer -o una angustia- que requería toda nuestra atención. La única distracción era la radio, cuando la había. Conducirnos es tedioso. Y para hacerlo placentero -o angustioso, según se mire- nos llenan los coches de cachivaches electrónicos.
Está a punto de morir una etapa. Si no murió ya. Aunque siempre quedarán las desiertas carreteras secundarias.
Algo más. Muy atinada su referencia a los mayores al volante. Constituyen un grupo y factor de riesgo creciente. Y, con frecuencia, fuente de conflicto familiar.
Mi suegro vendió el coche al cumplir 75 años, y es una de las mejores decisiones que ha tomado. Claro que se sacó el carnet con más de 40…
Al: «No podemos conducir por ti», le falta un: «Si pudiéramos, no dudes que lo haríamos»
Técnicamente ya es posible, pero legalmente creo que las cosas no están tan claras. En caso de accidente, quién sería el responsable, el propietario del coche, el fabricante, el mantenedor, el proveedor de los servicios de información en los que se basa el sistema, quién.
Hace muchos años,en los setenta,TVE ponía de vez en cuando unos minireportajes de unos diez minutos de origen alemán que tenían como misión educar en el manejo del automóvil.Enseñaban cómo frenar en mojado,cómo entrar en una vía rápida por el carril de aceleración,cuándo y en que circunstancias se debían enceder las luces…Era una buena pedagogía del uso del coche.Eso,adaptado a las tecnologías de este momento haría mucho más por la educación vial que las campañas de casquería que únicamente meten el miedo a la gente a la hora de coger un volante.
Don Arturo,muchas gracias por su magisterio;le sigo desde los tiempos de Autopista de la cual soy lector desde hace más de cuarenta años.¿Sigue cambiando en sus coches el cinturón de inercia del conductor por uno fijo?
Un saludo a usted y a todos los que le leemos.
@7 Ese programa me impresionaba de chinorri. Que mayor estoy.
La cabecera para enmarcar, el jaguar empotrandose a toda castaña contra el pedrusco.
¿Que nos querrian decir con esto?
http://www.youtube.com/watch?hl=es&gl=ES&v=GBp7gspN-LY
@7 y @8. Ese programa del que hablan no era «segunda oportunidad» del gran Paco Costas? porque si lo era no sabía que era alemán.
Gran programa y todavía accesible por youtube y supongo que también en la tv a la carta de RTVE.
salud.
@3 Pragmático:
Eso de la «conducción automática» sigue siendo (y creo que por mucho tiempo) de «ciencia-ficción». Incluso con raíles, que es mucho más fácil, no lo conozco más que en pequeños trenes automáticos en los aeropuertos, y casos similares. Hace exactamente año y medio (última entrada de Febrero 2012 en este blog) hablábamos de este tema en «El proyecto SARTRE». Y para lo que Vd dice, no ya para circular unos cuantos coches detrás de un camión, sería preciso que absolutamente TODOS los vehículos que circulasen por esas vías de alta capacidad fuesen equipados para la conducción automática (sea por cable enterrado, por ondas de radio o sistema equivalente). Imagínese la que se organizaría en una autovía si la mitad de los vehículos fuesen automáticos y la otra mitad no. De modo que, para empezar, habría que eliminar de un plumazo a todos los coches que no estuviesen automatizados, a partir de las 00.00 horas del día en que se pusiese en servicio la conducción automatizada.
Por el momento, muchos coches llevan ya cantidad de «ayudas a la conducción», sea para la navegación o para las frenadas e incluso, en plan todavía experimental, para los cruces. Pero en todos los manuales dejan muy claro que «la responsabilidad última» sigue siendo del conductor; por lo cual, el problema de la distracción sigue vigente: te distraes un momento, ocurre algo, y te cae encima la del pulpo. Lo cual nos lleva al muy interesante aspecto que señala @6 Biela Picada: en el caso de accidente en una de esas utópicas carreteras automatizadas, ¿de quién sería la responsabilidad? Pues que ocurriría como con el accidente de tren de Santiago: todo el mundo escurriendo el bulto, pero a los muertos no los resucita nadie.
Hacia lo que vamos es hacia carreteras cada vez más estrictamente vigiladas y controladas, pero la responsabilidad no se la van a quitar al conductor; conviene tener siempre una cabeza de turco. Al margen de la dificultad técnica de dotar a todos los vehículos (incluso a motocicletas y a los más humildes segmento A) de toda la parafernalia tecnológica necesaria, para llegar al nivel de los cómics de Flash Gorden o de aquella interesante película que se llamaba «La fuga de Logan». El aspecto de información del tráfico ya está muy perfeccionado en los navegadores más complejos, con aviso de los itinerarios más rápidos y despejados, y otras informaciones anejas. Pero de ahí a que sea automática la conducción, el puro manejo del vehículo, va un abismo.
Y cuanto más se automatizase, mayor el problema de la falta de práctica de la conducción por esas carreteras secundarias a las que se refiere como nuestra salvación para los que «nos gusta conducir (en BMW u otros)». Si ya están reconociendo a regañadientes que un alto porcentaje de los accidentes ocurre en las carreteras convencionales (que serían las NO automatizadas), por la falta de práctica en capacidad para enjuiciar las curvas y realizar la maniobra de adelantamiento, imaginemos lo que ocurriría al salir de golpe de una autovía automática y entrar en una convencional de segundo orden por una zona de serranía.
La esencia de lo que hoy por hoy llamamos automóvil reside en su capacidad para utilizar cuando nos venga en gana la enorme capacidad de una red muy capilarizada de vías de todo tipo, que nos lleva a los destinos más dispares. Y para ello hace falta que los coches sean conducibles de forma autónoma, y por conductores debidamente capacitados. Lo demás será el ferrocarril o el trolebús, más automatizados o menos, pero no el automóvil.
Y un último problema: la universalidad de los sistemas automáticos, tanto en los coches como en las vías de los distintos países del mundo. De entrada, los de circular por la mano derecha no servirían para ir por la izquierda, y viceversa. A los ingleses se les acabaría lo de pasar «al continente» en coche simplemente poniéndoles unas pegatinas negras a los faros. Todas estas cosas, cuando se va cayendo en los pequeños (o no tan pequeños) problemas prácticos, es cuando revelan la magnitud de lo que se nos presenta como un cuento de hadas.
Excelente artículo, Arturo.
Creo que somos muchos los que pensamos que, en general, la gente no se sale de la carretera por sobrepasar los límites de adherencia del vehículo en una curva. Y a cambio, en cualquier viaje de unas decenas de kilómetros, pueden verse marcas de frenadas en el asfalto atravesando la línea continua del arcén, o incluso acabando fuera de la calzada.
Mi experiencia personal de los últimos digamos 15 años, aunque muy particular, también sitúa a la distracción como una causa fundamental de los accidentes. En numerosas ocasiones, amigos o amigas me han llevado a ritmos cercanos a las posibilidades del coche en curva. La visibilidad y condiciones de la vía y la capacidad de quienes conducían, claramente por encima del ritmo de marcha, me hacían estar tranquilo y sentirme seguro. Sin embargo, a lo largo de lo que podrían ser estos últimos 15 años, he tenido que sufrir dos veces la experiencia de sentir cómo se termina una curva desconocida por el carril izquierdo. El motivo, sendos despistes de personas prudentes, que rara vez circulan a más de 120 Km/h., pero cuya atención a la conversación impidió frenar a tiempo.
Por intentar aportar algo, cada vez que me abrocho el cinturón dedico un instante a pensar que podría ser la última vez. Ese instante me ayuda a ser un poco más consciente y a mejorar mi nivel de alerta. También cuando conduzco, a veces imagino el golpe que sufriría si me distraigo y salgo de la vía. Seguramente a todo el mundo no le servirá, pero creo que a mí me ayuda.
Entre las numerosísimas medidas a tomar para mejorar la SV, me llama la atención, por lo fácil que parece y la influencia que tendría, que no se mejoren las pruebas para obtener el carnet de conducir.
Un placer leerle, gracias
Saludos
@10,
No estoy de acuerdo con algunas cosas de las que dices, pero en concreto,
1) No sera necesario que TODOS los vehiculos de la via sean autonomos para que podamos disfrutar de la conduccion autonoma si nuestro vehiculo esta equipado para ello.
2) No es tan de ciencia ficcion. Se estan dando pasos en dicha direccion, y veremos (estamos viendo) sistemas capados.
3) Hay coches que llevan ayudas en cruces «no experimental», sino de serie
4) No, un vehiculo ingles no requeriria de adaptacion especial para circular de forma autonoma por el continente europeo. Y viceversa.
Comparto tambien el tema de la distraccion como una de las principales causas de siniestralidad; ultimamente veo que el tema de los «whatsapp» puede ser un problema bastante serio, pues el mobil es mas dificil de detectar desde fuera, pero al menos una mano hay que soltar del volante, ademas de ir desviando la vista para ver lo que se escribe..
Ahora ya es mas dificil de ver gente hablando por el mobil sin manos libres ( aunque aun se puede ver); hay algo mas de consienciacion y las llamadas son caras..
Uno de los mayores problemas que veo es que la gente va «acojonada», y en parte lo puedo medio entender por la enorme represion que se sufre, pero hay que tener un poco mas de criterio propio y sin dejar de tener la suficiente empatia y solidaridad con el resto de trafico, aprender a tomar cada uno sus propias decisiones y actuaciones, y no dejarse llevar tanto por los «consejillos» de andar por casa que nos bombardean desde los medios.
Hace poco se hablaba en una entrada, de la falta de educacion para con los camiones y vehiculos pesados en general, y es algo totalmente verificable a diario..; hace poco presencie como un camion rigido con remolque pretendia incorporarse a una carretera de doble sentido desde un vial lateral; yo iba en coche, delante mio dos coches circulando, perdon, paseando, con la tranquilidad mas absoluta, la que da el estar de vacaciones y no tener prisa por llegar a ningun sitio; pues a la que vieron la intencion de incoporarse del camion, de golpe se acordaron de lo mucho que podia hundirse el pedal de gas y le impidieron la incorporacion, que tuvo que frenar drasticamente al final del carril de aceleracion. Yo frene, le di paso con las luces y le deje incorporar, gesto que fue agradecido con el correspondiente doble intermitente izdo.-dcho. ( los que sean del gremio sabran a lo que me refiero).
Si se tuviera mas empatia y respeto por los demas creo que se podrian evitar muchas situaciones de riesgo; esto y todo lo apuntado en la entrada claro.
Estos dias estamos viendo muchos accidentes con ciclistas implicados (algunos con nefasto final), incluso una conductora gravada por una camara «on board» de un ciclista, realizando un peligroso adelantamiento con coches de frente y pisando la raya continua..;
A mi me gusta montar en bici, algo menos que conducir, pero me gusta, pero he dejado de ir en bici de carretera por el peligro que conlleva; y las pocas veces que la piso con la BTT, no voy nada tranquilo..; pero siempre procuro ponerme en la piel del que va en el coche, porque se lo que esta viendo y como estara pensando, y al llevar unos metros de ventaja que me permiten ver mejor el trafico opuesto, intento facilitarle al maximo el adelantamiento, para resolver la situacion lo mejor y mas rapido posible..
Por otro lado, en ciudad, estoy viendo como suben de manera alarmante los que se saltan los semaforos en rojo; no el tipico que salta de ambar a rojo no, sino semaforos des-ca-ra-da-men-te ROJOS.., increible. Yo hace tiempo que lo digo y lo mantengo, por lo que uno llega a ver a diario, y que se queda en nada, NO HAY ACCIDENTES.
PD: Ah, y el tema de las luces ya es clamoroso; aparte de los que las llevan fundidas y/o desenfocadas, hay que sumar los que no las ponen hasta que no ven un pijo..; que contraste con los «guiris» que nos visitan!, luces diurnas por doquier, a la minima que baja el sol, cruce enseguida..; claro, normal, son las todavia muy importantes diferencias de cultura automovilistica, , entre paises del norte y del sur.., y es que..todavia nos queda mucho!
Sr. Slayer, el tuteo es impropio de usted.
Como se decía antiguamente: guarde sala Sr. Letrado.
Desengáñese D. Pragmático.
Eso que dice no lo verán nuestros ojos ni, muy probablemente, los de nuestros tataranietos.
Y me parece bien.
@15,
Es que la confianza da asco, sabe vd?
Señor Slayer y señor Pragmático:
Como mucho me quedan 30 años de conducción, y estoy seguro que salvo en contadísimas vías y determinadas situaciones la conducción guiada automática no la veré en esos 30 años, de ejemplo le pongo la aviación, con las tecnologías mas avanzadas y sin tener que circular por una vía fija, y siendo capaces los aviones de volar automaticamente con radares de todo tipo, radio entre cabina y centro de control, pues con todo, hay 3 personas en cabina, piloto, 2º piloto y mecánico de vuelo. ¿Volaría Vd. seguro sin esas 3 personas al mando? yo no.
Y Además de esas 3 personas, están los famosos controladores aereos. ¿Cuantos aviones estarán ahora mismo recorriendo el cielo de España? 500, 1000, ¿cuantos controladores hacen falta para ese tráfico y con que medios?.
Y del proyecto de Volvo de «tren de carretera» posible si es, pero repito lo que comenté en su día, lo mejor es que el camión que dirige el tren cargue todos los coches y los conductores nos juntamos en cabina, gastamos menos combustible y jugamos una partida al «cinquillo» mientra nos llevan a nuestro destino. (Creo que eso se llama simplemente tren y ya está inventado).
Por cierto, me veo reflejado en los resultados de la encuesta de elección de equipamiento de los conductores veteranos, por supuesto añadiría el ESP en el equipamiento, y buena visibilidad no es necesariamente un SUV, sino un diseño adecuado.
En 25 años he comprado 7 turismos, y se lo que necesito: palanca, volante, pedales, radio con USB, y aire acondicionado, Bienvenidas sean unas buenas luces.
Menciono aparte el navegador. Muy util siempre y cuando lo conozcamos bien, me gustan los navegadores portátiles porque puedo preparar el viaje comodamente sentado en casa.
Un gusto leeros.
@18,
Es que la conduccion autonoma no implica que vd. este fuera del coche. Vd. debe supervisar – en una primera instancia – el proceso. Como en avionica a dia de hoy, basicamente.
30 anyos? Cuan lejos me lo pinta.
La senda de comparar coches con aviones, es un camino equivocado y por tanto cualquier conclusión que se extraiga por esta vía es falsa.
Concurren factores y circunstancias distintas y en algunos casos contradictorias.
Empezando por la aleatoriedad de las trayectorias y si afinamos un poco terminando por los distintos requerimientos al conductor (para obtener su permiso), así como las ayudas y soporte a la navegación.
Llevando esto al extremo sería mucho más propio comprar aviones con barcos.
Y terminamos en la misma conclusión pero por caminos distintos.
El factor clave en la seguridad es la falta de control, pero resulta que la falta de control es lo que se llama libertad de movimientos y si al automovil le quitamos esto ya no hablamos de auto movil, hablamos de otra cosa.
Por no entrar en el tema de la libertad para conducir con una licencia que lo único que aporta es el derecho de la administración a tener una fuente más de ingresos (conductor).
En mi opinión la mitad de los conductores en activo no superaría un examen práctico de nivel mínimamente presentable.
Y de esa mitad, la mitad tendrían que abandonar el volante por seguridad de los demás.
A ver quien dice esto sin ser tachado de fascista primero y de tonto despues, porque apartar a tanto paganini del camino mataría una enorme parte del negocio (multas, seguros, gruas, etc, etc).
Tercera pata, los torpes al volante son una fuente inagotable de negocio.
Una vez más cinismo social.
Hace dos dias en conversación con agentes de la guardia civil, preguntados por qué razón los gitanos siguen por toda España sin sillas infantiles obtuve el silencio por respuesta.
Por ejemplo.
Y por último.
Hay tramos de carretera en los que podemos ver en 100 kms, 20 unidades de la guardia civil de tráfico y otros tramos en los que podemos recorrer 1500 kms sin ver un guardia. Hablo siempre de autovias.
Razón: Por su seguridad.
@10 y @18
Al referirme -o referirnos, por citar al Sr. Slayer- a la conducción autónoma no pienso en coches circulando sin intervención alguna del conductor, sino con su intervención limitada al máximo y sobre todo en las vías principales, bien señalizadas y de trazado sencillo.
Hoy día los coches ya son capaces de evitar salirse de su carril, de adecuar su velocidad al vehículo que les antecede, de frenar en caso de emergencia, de aparcar solos…Y, en fase experimental, pero ya circulando por carreteras, de adelantar, de esquivar obstáculos, etc. etc.
Y lo hacen sin necesidad de que los demás coches estén equipados con esos sistemas. En ese sentido, el sistema SARTRE (vaya nombrecito) de Volvo me parece innecesariamente complicado.
Si eso no es estar en una fase de transición hacia la conducción autónoma…En teoría, la combinación de varios de los sistemas citados permitirían una conducción, en determinados tramos, muy cercana a lo autónomo. Y el potencial de desarrollo es muy elevado.
Al fin y al cabo, mucho de lo que estamos viendo ahora es fruto del trabajo de décadas. De cuando Kitt, el «Coche fantástico», anticipaba ya algunas líneas de trabajo -conectividad, conducción autónoma- que por entonces empezaban a despuntar entre los cerebritos de Silicon Valley.
Luego ya entraríamos en el interesante debate sobre la responsabilidad que apunta Bielapicada -un concepto que la tecnología y la sociedad tienden a diluir- en caso de accidente. Vamos, que si el que se distrae es el «sistema» o el conductor. El caso de Santiago que cita D. Arturo es paradigmático. Pero también nuestra arquitectura institucional, sin ir más lejos.
En todo caso, encantado si todos esos sistemas -y también los de vigilancia- tardan en desarrollarse. Cuanto más, mejor. Y encantado también de conversar con Ud., don Arturo. Y sobre todo, de aprender semana tras semana. Una mina su blog.
@18: Muy de acuerdo, especialmente en los dos ultimos parrafos.
@20: De acuerdo en todo, interesante reflexion..
@20 Jose
Deduzco de su exposición que un tonto al volante lo es proporcionalmente a las veces que ha sido multado, ha recurrido a su seguro o ha necesitado una grua.
Pues no sabe la alegria que me ha dado, oiga.
A todo esto creo que hay que comentar un problema añadido. Los ciclistas.Últimamente está de moda andar en bici. Casi diría que pilotarla (y casi todos disfrazados… Casi igual que si yo pusiera un mono de carreras para conducir. Por lo menos el «kit» lleva casco). Cuando era niño (al lado de mi casa pasa una nacional donde hay muchísimos accidentes y he visto de todo, sin apartarme demasiado de mi casa, aunque ya hace años que, por fortuna, no veo muertos ni accidentes graves. Más o menos desde el año 2002) andaba en bici por la carretera, por el arcén y pegadito a la cuneta y siempre con algo de miedo, cansado estaba de ver accidentes delante de mi casa. Ahora, la mayoría de ciclistas, en carreteras con buen arcén, van de parejas ocupando medio carril de la carretera. Es cierto que pueden circular por el. A veces veo camiones enormes frenar seriamente para no tragárselos… Pero ni se inmutan.
Los apretones que tengo llevado para apartar para mi casa (con una curva a cada sentido de baja o nula visivilidad y una recta en el medio, donde se puede ir a 100) por culpa de camiones y coches que cuando te ven no les da tiempo a frenar. No es la primera vez que esperando para girar arranco a tope para que no me traguen. Es instinto de supervivencia. Si yo lo hago con el coche. ¿Por que no un ciclista? Va de charla o hacer ejercicio? He visto algunas parejas que van en fila, a lo suyo, sin estorbar y son realmente ejemplo y conscientes de lo que hay en la carretera.
Sinceramente muchas veces no se como reaccionar.
En una secundaria con curvas. ¿Que ocurre si en una curva sin visibilidad a la salida de la misma te encuentras con varios ciclistas ocupando tu carril? Es imposible frenar para no «comértelos», puedes reaccionar y apartar para el carril contrario. ¿Y si viene un coche de frente? ¿No son conscientes de eso? A mi no me a ocurrido por los pelos. Siempre me ha dado tiempo de frenar. Pero por fortuna. Basta que saliera 1 minuto antes para encontrármelos en el peor sitio y…
Andar en bicicleta está bien. La crisis hará que se usen más (lo cual es algo bueno), pero muchos de estos usos nada tienen que ver con lo que he descrito. Ahora todos parecen profesionales (por apariencia y bicicletas carísimas). En 4-5 años la moda se ha expandido tanto que tengo compañeros (con bastante sobrepeso) que se gastan bastante pasta en una bici que luego, cuando el polvo la cubre la acaban vendiendo… y no vivo en una zona con cultura ciclista, todo lo contrario.
No se si alguien del foro se siente incómodo o no sabe como reaccionar ante ciertos ciclistas. Yo no. Y he tenido varias veces que andar varios kilómetros detrás de una larga cola de camiones y coches simplemente porque 3 ciclistas no les daba la gana de ir uno detrás de otro por el arcén. Peligro para ellos, y también para los conductores.
@24 Partamos de que soy ciclista y automovilista y que me molestan muchísimo las generalizaciones que por parte de unos y otros se hacen hacia «los otros» pero me gustaría precisar varias cosas.
1. La «moda» a la que usted se refiere tiene que ver con los enfoques de ciertos colectivos de ciclistas -sobre todo urbanos- que hartos de que la gente les «peine» con el retrovisor, decidieron que es mejor «obligar» a un conductor a adelantar por el procedimiento de ocupar el carril. A mi el enfoque me parece erróneo -sobre todo en carretera- porque con el diferencial de velocidad entre coche y bici, me parece que pretender «obligar» al otro tiene mucho más riesgo que acierto. Ahora, en ciudad les doy toda la razón del mundo. Circular pegado a los coches aparcados sólo multiplica las posiblidades de tener un accidente, tanto más cuánto más estrecha sea la calle. Lo cual no es óbice para que, si hay ocasión y uno percibe que lleva un coche detrás, se eche a un lado y le deje pasar cortesmente, claro.
2. Efectivamente, yo, como ciclista, veo cosas que me asombran en otros ciclistas: gente hablando por el móvil, con auriculares de dimensiones estratosféricas, etc pero, ojo, también como conductor veo a diario cosas que me asombran así que no creo que el ciclistas promedio sea peor que el conductor promedio. Lo que sí es cierto es que va más desprotegido y, por lo tanto, me resulta más incomprensible su actitud. (Que alguien en un SUV vaya hablando por el móvil pues oiga, sólo refleja falta la más elemental prudencia y/o de empatía hacia el resto de usuarios de la vía pero que alguien lo haga en una bici por una calzada urbana mientras circula sin manos -visto ayer mismo- refleja que quiere morir joven y/yo de forma espectacular)
3. Si usted sale de una curva en una secundaria a una velocidad tal que le impide frenar antes de colisionar con un objeto que circula a 20 Km/h en su mismo sentido de la marcha, va usted demasiado rápido para la visiblidad en ese punto. Ese mismo objeto podría ser una cosechadora, un tractor o un vehículo de tracción animal y usted se la pegaría con diferentes consecuencias que en el caso del ciclista. (Y se lo dice alguien que disfruta «haciendo curvas» pero que hace muchos años decidió que sólo se puede ir tan rápido como alcance tu vista so pena de tener incómodos sustos)
4. Personalmente, hace mucho tiempo que limité mis escapadas interurbanas a carriles bici y pistas de montaña (No quiero morir joven, ni siquiera levemente viejo) pero en las ocasiones en que recorro unos cientos de metros por la calzada voy absolutamente pendiente y tratando de facilitar la vida a quien quiera que venga detrás de mi. Claro que cuando voy conduciendo, hago exactamente lo mismo así que, a lo mejor, ambas actitudes están relacionadas, vaya usted a saber…
5. En general, mi impresión es que a todos nos iría mucho mejor si nos pusiésemos en el pellejo de otros usuarios de la vía, vayan estos en bici, andando, a la pata coja o incluso aquellos que circulan en (ponga aquí la marca, modelo o tipo de vehículo a la que ud detesta profundamente) Si nos planteásemos facilitar la vida a todos los que nos rodean (en la medida de nuestras posiblidades y sin poner en peligro nuestra propia seguridad, ojo) las incorporaciones serían más seguras, los adelantamientos serían más seguros y, en general, los accidentes se producirían sólo cuando no hay otro remedio (y eso supone que seguiría habiendo accidentes) pero no habría la cantidad de «golpes» que hay mientras el conductor que ha visto al otro saltarse un «ceda» sigue agarrado al claxon, eso sí, lo de pisar el freno lo dejamos para más adelante…
Saludos
Jaime
Lo de algunos ciclistas tiene tela, y digo algunos porque ya se sabe que en un grupo solo es visible el que lo hace mal. He de reconocer que, sobre todo circulando con el camion, a veces paso miedo porque nunca sabes cuando van a hacer un movimiento lateral no señalizado, nunca sabes detras de que curva va a surgir un pelotón de salteados de 40 metros de largo, o uno que cree que va con la carretera cerrada. Y en coche no hay problema, el coche frena mucho y es estrecho, pero con 40 tn es otra cosa.
Realmente son el colectivo mas insolidario, con menor capacidad para ponerse en la piel de otro, que hay en la carretera. Y esto tambien es importante para una buena y segura circulación.
Eso si, el grupo que hace esto esta muy acotado, llevan bicis carísimas de carretera y van por ahí emulando a los profesionales en carretera, los he visto incluso hacer abanicos ocupando todo el carril. Rara vez se ve a uno de los de las bicis de montaña, o a los de las alforjas, hacer esas burradas.
Y por la cuidad mejor no hablar, es divertidisimo emular a los repartidores de NY, pero las posibilidades de acabar aplastado son enormes.
En el fondo de la cuestión esta el apoyo que les da la dgt. Se supone que tienen derecho a todo (incluso estan exentos de cumplir los límites de velocidad, como si una bici no pudiera superar los 100 por hora bajando un puerto), y todo el mundo sabe que si tienes un accidente con un ciclista y tu vas conduciendo te buscas la ruina. Ellos tambien lo saben, claro, y se lo toman como si fuera esa estrellita del supermario que te hace inmune a todo lo que te puede matar.
Por cierto, al igual que Sisu tambien he pedaleado por muchas carreteras, y llegue a la conclusión de que bici y coche son incompatibles en la mayoría de las vias, me estresa no controlar la situación en absoluto y estar a expensas de que un borracho o una señora atiborrada de valium tenga a bien esquivarme. Ahora solo pedaleo por el monte y es mucho mejor.
A @Pragmático, @Slayer, y un poco a todos:
En primer lugar, lo del tuteo no es ningún problema; hoy en día cualquier chaval de 15 años te habla de tú nada más conocerte, y aquí ya llevamos años de coloquio. Por otra parte, supongo que me rejuvenece; y en todo caso, lo que importa es el mutuo respeto.
Y con todo ese respeto, debo decir que la postura que Vds dos defienden me parece un tanto apriorística, voluntarista o eso que los anglosajones llaman «wishful thinking» (en sociología hispana se entiende como «proyectar tus deseos sobre la realidad»). A Vds les gusta la conducción autónoma, y por ese motivo, tiene que estar ya a la vuelta de la esquina. Pero no aportan ningún argumento concreto; tales como los que, mejor o peor, hemos ido desgranando los que no lo vemos tan claro, nos guste o no dicho tipo de conducción (esa es otra cuestión).
¿De modo que no es preciso que todos los vehículos que circulen por una vía de conducción totalmente autónoma vayan equipados para la misma; ni es preciso que los ingleses deban disponer, como mínimo, de un complejo sistema «inversor» en su tecnología autónoma para poder cruzar el Canal de La Mancha?. Es posible que así sea, pero al menos podían darnos las pistas de por qué defienden esas posibilidades. Porque si en una autopista autónoma de tres carriles, un coche no autónomo va por el de la izquierda del todo, y por distracción o mal manejo, se aproxima bruscamente al autónomo que va por el centro, pero este a su vez lleva otro a su derecha y otro por detrás, ¿cómo se las arregla la conducción autónoma? ¿Hasta dónde llega su capacidad de prever lo imprevisible? Como dije al hablar del proyecto SARTRE, son esos casos concretos los que quiero que me solucionen, y no una global y nebulosa respuesta de que «está todo previsto». Claro, como lo del chiste del piloto del avión autónomo que conté hace unos días, el de «nada puede fallar, click, nada puede fallar, click,…».
El ejemplo de los aviones, expuesto por 18 @Alex, me parece relevante. Si en un medio de traslación que utiliza el espacio tridimensional, infinitamente más amplio que simplemente el de superficie, siguen siendo precisos pilotos, copilotos, navegadores, mecánicos y controladores, amén de todos los automatismos que los últimos modelos de Boeing y Airbus llevan a bordo, ¿que no será para movernos en el entorno mucho más constreñido de una autopista, con unos pocos metros de distancia entre unos y otros?
Ya sabemos que hay coches que, teóricamente al menos, circulan solos sin salirse de su carril. Y pregunto, ¿con qué marcas de señalizacion horizontal sobre el asfalto? Porque con la de nuestro querido país, me produce escalofríos. Por no se sabe qué diabólica casualidad, la pintura provisional de las obras aguanta sobre el asfalto mucho mejor que la que debería ser definitiva, y te saca directamente al sembrado. Y dicen que hay sistemas que no sólo se fijan en la pintura, sino que distinguen el borde de la calzada. En más de una y de dos carreteras de nuestra red secundaria le querría yo ver a ese sistema tan «listo».
Si va a resultar que la conducción autónoma es sólo para autopistas, y eso descontando las zonas de incorporación y deceleración en salida, es una autonomía muy alicorta. Actualmente tenemos, con la moda de las rotondas, vias de sentidos separados en tramo genérico, pero en los que ambos se mezclan en la rotonda. Me gustaría ver cómo resuelve la conducción autónoma una rotonda con bastante tráfico; prácticamente paralizándolo, supongo. Y si sólo sirve para las rectas de La Mancha, pues francamente, me parece muy poco interesante.
Aquí no valen las medias tintas: para mí, autonomía supone que, aunque el conductor siga dentro del coche, pueda no sólo desentenderse totalmente de su manejo en toda circunstancia (y no sólo en una recta despejada), sino que esté eximido de toda responsabilidad si se produce un accidente. Mientras te sigan diciendo eso de que «la responsabilidad última sigue recayendo en el conductor», eso ni es autonomía ni es nada, porque sigue siendo imprescindible mantenerte atento a lo que ocurre. Que no sea necesario hacer pequeñas correcciones con el volante o el acelerador (si no llevas control de crucero inteligente), pero sigues obligado a mantener la vista clavada en la carretera, me parece muy poco progreso; de hecho, más aburrido que mover un poquito el volante. Autónomo sigue siendo, de lo que yo conozco, el trenecillo del aeropuerto de Barajas, el que conecta la Terminal 4 con la 4 Satélite. Sin maquinista, y punto pelota.
@26
Amén.
@27
Manda salero (no esta palabra la que yo pienso..) con los señores.
Acérrimos defensores de la millonésima.
Estrictos cumplidores de los cánones, de los derechos civiles y las ordenanzas militares.
Serios, serenos, sensatos ingenieros, calculadores y respetuosos ciudadanos.
Pues no se pasan todo por el arco del triunfo y tenemos que creer que tal que el jueves que viene los coches van a correr en directa competición con los drones pero más sueltos?
Yo tampoco lo entiendo.
Muy de acuerdo con todo el artículo, es excelente.
Me pregunto: ¿por qué en la DGT no habrá cabezas pensantes así, en pos de la seguridad vial?
Y me autorespondo: -Pueden que estén más tiempo pensando en como «fiscalizar» a tanto conductor como bien dice @20. También añadiría que el combustible lleva un porcentaje de impuestos superior a 3/4 el precio de venta de las gasolineras y el impuesto de circulación municipal, el ticket de la ora… Hace 4 meses estuve en Madrid y quede ojiplático con la extensión de la zona azul y con los agujeros que hay en todas las calzadas (también en el resto de España)
Con respecto al tema bicicleta y conductores, por lo que he observado en carretera ambos «cuecen habas»
Un saludo a todos!
@24. En lo de los ciclistas me refiero a vías no urbanas (que es el 90% de mis recorridos). La moda a la que me refiero no tiene nada que ver con la ciudad. yo vivo en el campo, cerca de una urbe pequeña, y veo que hay 2 modas. Los que llevan bicis de carretera y los que llevan las de montaña (El 99% de estos casos el uso de la bicicleta no es subsanar la necesidad de transporte, como puede ser en una ciudad.). Los primeros normalmente van en grupo. Los segundos pisan menos la carretera y, si lo hacen, van muchas veces solos o en pareja. Varios de mis amigos se subieron a la bicicleta (de montaña, por lo que pisan poco la carretera) bajo la excusa (por que es una moda) del ejercicio. Les dije que correr unos cuantos kilómetros y nadar era mucho mejor para su salud física, pues ponen en movimiento más músculos (por no hablar de todos los inconvenientes de hacer muchos kilómetros en bicicleta. Ellos siempre me hablan de la próstata y del sillín y también de la espalda). Ellos después me dicen que bueno, que en la bici se lo pasan mejor. Pero yo sé que si no estuviese de moda no gastaría XXX en la bici y el equipo. Pues somos amigos desde niños y nos conocemos bien. En fin.
3. Tiene usted razón, quizás vaya muy rápido para la curva (a 80 es perfectamente legal en ese tramo, aunque que sea legal no significa que sea seguro). La diferencia con la cosechadora es que uno puede matarse contra ella, pero no creo que mate al del tractor. Lo cual es una diferencia brutal. No es lo mismo que frene a 80 y tenga un accidente con el tractor a 10, 20 km/h que me pase eso con un ciclista… Por esa regla de tres también puede saltar algo a la carretera (un ciervo, como tantos que saltan por mi zona) y no darte tiempo a esquivarlo o frenar. (mi amigo, uno de los ciclistas, tuvo un accidente con su focus por unos caballos que saltaron a la carretera y su conducción era normal). Y tampoco es lo mismo que salte a la carretera un jabalí que un niño. Y estas cosas pasan, muy a menudo. Aunque por mi zona muchos que tienen accidentes solitarios (viernes y sábados noche en condiciones que no cuentan) destrozan sus coches y sus «culpables» son jabalís o zorros. Lo cual en bastantes casos es cierto (la víctima es la prueba) pero en muchos menos de los que se dice. Y aquí pasa lo mismo. En plena recta a 60, conducción relajada, carretera secundaria con dos carriles, salta un corzo (por poner ejemplos que me pasaron varias veces) y si cruza unos metros antes de que yo pase por ese punto simplemente es un instante de un animal hermoso saltando la carretera… Pero si eso coincidiese 30 segundos antes… ¿Quiere decir que mi velocidad era inadecuada en un tramo con perfecta visibilidad, buen pavimento y de día? Simplemente es la coincidencia. Justamente y simplemente pasó en el peor momento. La velocidad determinará la gravedad del suceso.
Quise decir @25
La gente se mata porquesmúburra.
Toma síntesis.
Croquetas
@31. Estoy de acuerdo en su razonamiento sobre la velocidad. Y además intuyo que he conducido por las carreteras que menciona durante bastantes años porque la flora y fauna (tanto la que va al volante como la que cruza inopinadamente la carretera) me resultan muy familiares. No pretendía demonizar la velocidad con mi argumento. Ni mucho menos. Pero es bueno tener en cuenta cuándo nos podremos detener al tomar una curva cerrada. Yo hace muchos años, con un 207 de alquiler, por las carreteras de Mallorca, casi me llevo a un ciclista puesto de la forma que usted describe y que yo pretendo evitar. Y ahí fue donde decidí que la velocidad la ajusto a la visibilidad que tengo lo que no quiere decir que esté a salvo de imponderables como Corzos, Jabalíes, caballos o hasta algún conductor intrépido que decida ocupar mi carril en una curva a izquierdas. (Cosa que también es en extremo frecuente, si no recuerdo mal, en la zona de España que usted describe)
Saludos
Pd. Y sí, lo del «equipamiento» de los deportistas ocasionales da para un tratado aparte pero creo que se escapa de la temática del blog…
Lo reconozco, yo que soy automovilista, me molestan sobremanera las bicicletas que utilizan la misma superficie/rutas que los automóviles (carreteras, calles,…). Ya se que es muy poco correcto políticamente decirlo, pero es así. También entiendo que hay que respetarlas si así quieren jugarse la vida, y por lo tanto intento ser lo más paciente y cortés posible con ellas.
Lo que si que ya no entiendo es lo que ya han mencionado otros participantes previamente, que los ciclistas en muchas ocasiones campan a sus anchas por las carreteras y yendo a lado los unos de los otros, ocupando tranquilamente medio carril o más obligándote a ti a jugártela para adelantarlas.
Lo peor de todo es que aún te miran mal por «usar» la carretera, como si fuera suya y tu con tu coche sobraras. El automovilista es un personaje que cada día que pasa esta peor visto y a veces hasta es difícil de entender como hemos sobrevivido tanto tiempo.
@A de A,
Es que confundimos «conduccion autonoma» con «conduccion libre de accidentes». Eso con lo que Volvo se llena la boca y que no podra cumplir en un periodo corto de tiempo.
Siempre va a haber imponderables. Y esto es asi en el mundo de la automocion, en el de la avionica y en el ferroviario. Por mucho que se automatice, siempre habra un momento en el cual un eslabon de la cadena fallara. El escenario, la tecnologia… lo que sea. Desde luego, en un porcentaje mucho menos que el puro error humano. De lo contrario, no tendriamos que lamentar accidente alguno en ningun medio de transporte, y lamentablemente eso no es asi.
No se necesita que todo el parque movil se autonomo, como ya he dicho. Lo confundes con la necesidad de que exista una infrastructura adecuada. No es lo mismo. Desde luego, debe haber lineas. Y si, se pueden hacer cosas en carreteras secundarias, ese no seria el mayor obstaculo. Conduccion urbana es mas complejo.
Lo de que sea necesario adecuar los vehiculos entre, Inglaterra / Japon y demas con el resto del mundo de verdad que no te sigo. No sabia que los vehiculos con, por ejemplo, ACC, LKA o frenado automatico de emergencia vendidos en Alemania no funcionasen en Inglaterra, por ejemplo. A ver si de una vez le ponen a los coches algo asi como un mapa, o que se yo, para que sean mas inteligentes.
Creo que limitas en general muchisimo el radio de accion de los sistemas autonomos. No se adaptaran a lo que es para ti una definicion de «la conduccion autonoma» (que como es la tuya habra que tomar por valida, aunque no sea la que utiliza el resto del mundo), por lo que seguira siendo precisa la presencia de un supervisor. Pero, nos pongamos como nos pongamos, es conduccion autonoma.
Pero bueno, lo de arriba es puro «wishful thinking», yo no tengo el acceso a la informacion de las marcas que a buen seguro te proporcionan los doctores ingenieros con los que charlas. Pero ojala llegue todo eso, desde el niputeidismo, porque odio conducir y quiero que me lleven.
@27
Pero, pero…¿cómo que me (nos) gusta la conducción autónoma? Al contrario, Sr. de Andrés, cuanto más tarde en llegar, mejor.
Otra cosa es que ya la veamos en lontananza, a modo de 1984 automovilístico. Todo encorsetado, todo controlado, no sea que alguien se nos rebele (en este caso, y por ejemplo, a través de la velocidad). La creatividad a freír espárragos.
Lo que tardará en llegar, no lo sé. Pero en «Autopista» hace unas semanas (no tengo el número por aquí) ya contaban de coches matriculados, capaces de circular por las freeways californianas sin asistencia del conductor. Y, desde luego, entre coches no automatizados. Y capaces de decidir entre frenar o sortear ante un obstáculo imprevisto. Autónomamente, por supuesto. Un primer paso, pero ya lo dijo Mao: «La Larga Marcha empezó con un primer paso».
Otra cosa son las reticencias que puedan despertar dichos sistemas. Básicamente, si se «despistan» más o menos que un conductor normal. Pero sea como sea, estamos en ello. Y, desde luego, su coste, incluidas las infraestructuras requeridas (incluyendo la básica señalización horizontal). Pero diría que en 10 o 20 años veremos en el mercado la conducción autónoma. O cosas que se aproximen mucho a ella. Además, hay interés en ello por parte de los empresarios -es un nicho de jugoso negocio- gobiernos -que buscan la seguridad y el control- y universidades, que ven una fuente para desarrollar su creatividad y sus menguadas finanzas.
En todo caso, entiendo su escepticismo. Conoce a la industria mejor que nosotros y, desde luego, en medio siglo de profesión habrá comprobado que la agorería la futurología y el pronóstico yerran más que una escopeta de feria. La de cosas que iba Ud. a ver en 20 años y jamás llegaron.
Por lo demás, creo que si le tratamos de Ud. es, sobre todo, y como Ud. seguramente comprende, por respeto a su larga y vigente trayectoria, no porque queramos hacerle viejo…En todo caso le entiendo: a uno, que frisa los 50, son muchos los que empiezan a tratarle de Ud.: desde los alumnos hasta el socorrista de la playa, pasando por clientes o lectores. Y, sí, resulta chocante.
No pensaba hacerlo, pero al final me decido: voy a hablar de bicicletas. Y lo hago, aunque con una panorámica ya muy distante, como antiguo y veterano ciclista. A finales de la década de los 50, y durante algo más de la primera mitad de los 60, le dí de firme al pedal por todas las carreteras de la zona Centro, y en concreto los Puertos de la Sierra de Guadarrama. He ido y vuelto en el día a Segovia por el Puerto del León, varias veces a Toledo, infinidad de ellas a Aranjuez y El Escorial. Y entonces se trataba de ir por esa zona indeterminada (por señalización y calidad del firme) que iba del margen derecho de la calzada, a la cuneta y el puñetero campo. Porque por entonces el concepto de arcén estaba en mantillas, cuando lo había.
Y la primera conclusión que saqué, y eso que el tráfico era entonces mucho menos intenso que hoy, es que la bicicleta y los vehículos a motor (salvo quizás las motos) son incompatibles en una vía que no sea de tercer orden y densidad de tráfico despreciable. Dejando de lado las vías desdobladas, los problemas básicos de la seguridad vial en una carretera convencional son dos (al amrgen de no salirse en las curvas): el cruce y el adelantamiento. Y este último se agrava si al intentarlo se aproxima otro vehículo de frente. Pero la frecuencia de los adelantamientos está en función de la diferencia de velocidades; y la bicicleta será siempre adelantada (salvo en bajadas «a tumba abierta») por todos los demás usuarios de la vía.
En otras palabras, el vehículo más lento (cosechadoras al margen) es el que dicta su ley en cuanto a velocidad en carretera. Y la diferencia de velocidad entre casi cualquier otro y una bici, es mucho mayor que entre casi cualesquiera de los otros entre sí. Pero no se quejen Vds de que muchos grupos de ciclistas vayan circulando «a lo ancho»: es que es legal, y casi impulsado desde la DGT. Ha sido un daño colateral desde que Miguelón Indurain ganó sus cinco Tours seguidos: el ciclista de carretera se ha convertido en un grupo de presión muy agresivo. Ninguno (casi ninguno) lleva faro, como llevábamos antes; algunos sí utilizan reflectantes atrás. Y lo del timbre para avisar se ha sustituido, para los peatones, por el avasallador silbido.
Hace un tiempo, el ciclista debía circular en fila india; ahora, para reforzar su seguridad, le permiten (e incluso le estimulan) a ocupar, si va en grupo, todo el carril; de este modo, el adelantamiento ya no depende del «metro y medio» que se exigía darles antes para adelantar sin necesidad de irse al carril contrario. Cierto que muchas veces se adelantaba (y se sigue adelantando) «afeitando» en exceso al ciclista; pero no es menos cierto que en un sábado por la mañana, y por una carretera que vaya hacia un destino un poco turístico, con que haya unos cuantos grupos de bicicletas, todo el tráfico acaba circulando a 30 km/h, a poco que de frente también venga un poco de tráfico (no hace falta mucho). Sencillamente, la incompatibilidad es flagrante; todo lo que no sea «carril bici» separado, no sirve más que en carreteras terciarias, más que secundarias.
Y hay un último aspecto muy espinoso, pero que no me queda más remedio que enfrentar: eso de que «la carretera es de todos». Cierto hasta un punto, pero lo es algo más de los que la pagan; también las autopistas de peaje están ahí, pero no pasa por ellas más que quien afloja el bolsillo. Y la verdad es que la bicicleta (al margen de lo que su propietario cotice como cualquier otro en impuestos) no contribuye al erario público más que en el IVA que se paga por ella en el momento de su compra. A partir de ahí, no aporta ni un céntimo; y ese es un precio demasiado barato para los problemas que causa, y de los que se ha hablado en anteriores intervenciones en esta entrada.
Desde los tiempos en los que yo montaba en bici de carretera (la mountain-bike no existía) hasta ahora, las carreteras han mejorado muchísimo; ya hubiésemos querido entonces disponer del arcén actual, que muchísimos ciclistas desprecian, unos porque el asfalto está un poco peor que el de la calzada principal, y otros porque así los coches les adelantan pasándoles cerca. Y no contentos con disfrutar de unas carreteras que tanto han mejorado, ahora pretenden dictar su ley en ellas. Y tanto más cuanto que, en carretera, la bici es básicamente una diversión, o ejercicico físico; vuelvo a mis tiempos, cuando mucha gente iba al trabajo (no hablo en ciudad) en bici porque no había otro remedio (o eso, o a pie), y al campo iban con la azada cruzada tras el sillín. Y se aguantaban con que los camiones les pasasen cerca, porque la carretera era estrecha, y no daba más de sí. Pero lo que estaba levantando el país era el transporte (de mercancías y personas), y el sudor del tío que iba con la azada en la bici, y que no se quejaba cuando el camión le adelantaba.
Lo dicho: o carril-bici (véase Holanda y otros múltiples ejemplos) o no hay solución.
Resulta una vez más políticamente incorrecto, pero de una coherencia sin màcula.
Hace unos dias persiguiendo a mi hijo de 7 años me descuidé e invadí ( a pie) el carril bici en una ciudad a la que acudo por el especial trato y educación de sus gentes, y la casi total ausencia de macarras (al menos yo no los veo).
En poco más de 20 segundos me silbaban y me gritaron ¡Quitaaaaa!, ¡que estás en el carriiilll !
Eran humanoides pertrechados como para disputar las mil millas en bici.
En paralelo a poco más de 100 metros, discurre un amplio paseo con sus aceras y sus bancos por los que gusto de caminar con mi familia como otros muchos transeuntes.
Soportamos estoicamente a los de las bicis que pasan a gran velocidad y con ningún miramiento.
Salgo a la carretera y como bien dice Vd. encuentro verdaderos talibanes del pedal.
Yo tambien tengo bici y la utilizo como y cuando me place.
No quiero ni pensar qué sería de estos «ciudadanos» de las dos ruedas si yo con mi prepotente SUV me comportara en la carretera como ellos con su privilegiado vehículo.
De momento intuyo que subiría varios puntos la siniestralidad en las vias.
Por suerte yo puedo tener una bici y ellos en su inmensa mayoría jamás tendran un SUV.
Pido perdón por adelantado a quienes como yo montan en bici sin molestar a nadie, esto no va con ellos.
@38 Jose, yo no sé si ellos tendrán o no SUV algún día (alguna sorpresa nos podríamos llevar) pero sí le digo que el tipo que viendo niños cerca de un carril bici no reduce su velocidad es que no tiene dos dedos de frente. Cualquiera que haya montado en bici sabe que niños y perros son imprevisibles y que lo único que es razonable hacer es bajar (MUCHO) tu velocidad para evitar el posible choque. Sobre todo, porque en caso de colisión, el niño igual se parte una costilla pero el ciclista lleva todas las de perder (vuelo por encima del manillar, clavícula, costillas, vértebras,etc)
Yo sigo diciendo que veo talibanes del pedal (a montones) pero que veo exactamente la misma proporción de talibanes y maleducados entre la gente que conduce ciclomotores, come en restaurantes, acude a oficinas de Hacienda a pedir información o hasta entre los que hacen uso de los WC públicos y no apuntan como deben. Vamos, que el problema es global: somos un país de cafres y maleducados (con excepciones, of course) y esto no hay vehículo ni remiendo legislativo que lo arregle.
@37 Estimado Don Arturo:
Siempre me ha gustado leerle y en especial hoy que lo ha hecho sobre las bicicletas. En mi doble condición de ciclista urbana (voy así dentro de la ciudad) y conductora es evidente también para mí que lo del carril bici es la única solución razonable. Gustosamente pagaría los impuestos correspondientes si existieran. Saludos y gracias por sus siempre recomendables escritos.
Señor de Andres, la mayoria de los impuestos no son finalistas. Por lo que, antes de arrogarse el derecho de repartir acciones sobre los bienes comunes, deberia usted preguntar a esos ciclistas que tanto le perturban:
– si tienen coche en propiedad
– mansión
– abultada nomina
– cualesquiera otros bienes o rentas susceptibles de mordisco
No vaya a ser que su carretera sea mas suya (de ellos) que suya (de usted).
Estirando su razonamiento, claro.
Yo le tengo terror a montar en bici por carretera, auténtico pavor.
Le tengo verdadero miedo a los coches, no me fío ni un pelo.
He montado mucho en bici, de montaña, he corrido Copa de España de Descenso y los circuitos no me daban miedo, los coches si.
Cuando veo a los carreteros no les comprendo, percibo (erróneamente sin duda) una mezcla entre chulería y temeridad a partes iguales que me asombra.
Que tiempos aquellos en que de camino a los circuitos bajábamos las ventanillas e increpábamos a los carreteros ¡Drogatas! Je je.
Acabo de ver unas fotillos que me han enviado unos amigos en el circuito de Sierra Nevada y me están acelerando el pulso. Al final caigo y vuelvo, o al revés 🙂
Muy recomendables, los comentarios de Jaime.
https://www.km77.com/revista/curvas-enlazadas/5838/por-que-se-mata-la-gente/#comment-14938
https://www.km77.com/revista/curvas-enlazadas/5838/por-que-se-mata-la-gente/#comment-14910
Y 33.
Se pueden meter coches y camiones en un tren, para que hagan parte de la ruta de forma más economica. No es el trasporte de vehiculos de la fabrica al concesionario, se llevan cargados.
Se llama ferroutaje.
Tambien hay un version en la que parte del viaje se hace en barco.
http://www.invertia.com/noticias/estudiantes-alemanes-llevan-premios-formula-student-spain-2897341.htm
@37 A. de A.: Se agradece el «off topic» ciclista..; la verdad es que antes se hacian autenticas «machadas» en bici, y no eran por gusto precisamente. Todos tenemos familiares y/o conocidos que nos han contado alguna vez, alguna de parecida y uno alucina que se pudiese subir por segun que sitios, en bicis de un solo plato y corona..; y ahora a mas de uno se le queda corta una de ocho vel. y dos platos!
Tambien era habitual matricular las bicis; antes si eran un vehiculo mas, con todo lo que ello conlleva. Eran placas parecidas a las actuales de los ciclomotores, quiza algo mas cuadradas, pero parecidas y tambien amarillas.
Yo soy conductor habitual de coches (unos 30.000 kms al año), de bici de montaña (unos 5.000) y esporádico por carretera/ciudad, puedo decir:
1) Los que usan la bici habitualmente como medio de transporte no son muy diferentes en cuanto a educación vial que los conductores de coche/moto. Un tarugo es un tarugo vaya en el vehículo que vaya (es una pena que la clonación no avance más y permita a una persona encontrarse consigo misma a los mandos de dos vehículos distintos).
2) Los arcenes -donde los hay- suelen ser de anchura variable al azar, estar llenos de gravilla, tener sumideros de un palmo de profundidad y acostumbran a ser usados como parte de la vía por muchos vehículos (y no los usan más los más voluminosos, contra lo que pudiese pensarse).
3) Los conductores de coches no pagamos ni de lejos directamente los costes (vías, sanidad, policía, contaminación, ocupación de suelo…) que producimos. En efecto, las carreteras, como casi todo, son de todos los contribuyentes (en España, fundamentalmente de los contribuyentes de las rentas del trabajo).
D. Arturo, no deja ud. de sorprenderme. Despues de muchisimos años leyéndole, ya sabe desde los tiempos de Velocidad, me entero ahora de su pasado ciclista. Bienvenido al club aunque sea de los ex.
Como ciclista ( unos 7000km /año) y conductor de automovil ( ahora unos 10000 pero cuando tenia otro trabajo unos 35000) quisiera hacerle unas puntualizaciones, por aquello de hacer de abogado del diablo.
Los ciclistas de carretera( deporte que practico junto al de montaña) siempre buscamos los itinerarios menos transitados por vehiculos a motor en nuestras salidas.A pesar de ello resulta inevitable el coincidir con los coches a menudo. Las carreteras terciarias como ud las denomina casi nunca suelen tener arcén y precisamente la norma que se legisló de poder circular dos ciclistas en paralelo( que por cierto ud no cita) es precisamente para proteger al ciclista , que en caso de hacerlo en fila india veia con demasiada frecuencia a los coches adelantándole sin dejar la necesaria distancia de seguridad. En dichas carreteras el conductor de vehiculo a motor debe de asumir que no esta circulando por una autovia, que si para adelantar a unos ciclistas que circulan de a dos( ojo digo de a dos, no en abanico que condeno) y dejar 1,5m. de separacion tiene que invadir parcial o totalmente el carril opuesto, puede hacerlo siempre que no venga ningun vehículo. Desgraciadamente hay demasiados automovilistas incapaces de esperar unos segundos para adelantar, lo hacen infringiendo la ley y lo que es peor, aunque sí conozco casos de ciclistas multados por circular indebidamente, no conozco un solo caso de sancion por adelantamiento peligroso.
Y tocando otros asuntos, soy partidario de que todo ciclista tenga un seguro de responsabilidad civil en su uso de la bicicleta.La » iluminada» idea de obligar al uso del casco el cualquier situacion( en ciudad , iendo por carril bici de paseo un fin de semana por ejemplo) me parece descabellada.No seamos mas papistas que el papa y copiemos de nuestros vecinos europeos lo bueno en vez de inventar la pólvora.
Para terminar le diria que mas que incompatibles en la carretera la bicicleta y el automóvil, son vehiculos de una difícil compatibilidad pero que hay que hacer posible renunciando cada colectivo a ser los amos de la via
D.Arturo hace muchos años que leo sus artículos, y le tenía bastante respeto (alguna vez le he defendido) pero lo que dice sobre los ciclistas me ha alarmado, me va a perdonar (si quiere) pero me resulta enormemente intolerante.
– Lo de que les permitan ocupar todo el carril es mentira, ya les gustaría, se puede circular en paralelo, y gracias. De esta forma dar relevos es legal, sino ya me contará como…
Tan sólo en bajadas muy pronunciadas y con curvas se puede ocupar el resto del carril.
– Supongo que a usted le gustaría que los ciclistas circulasen por el arcén, si es que existe, y así poder adelantarlos sin modificar su trayectoria, y al ciclista, que será «empujado» hacia el vacío que deja su coche, y deberá apartarse rápidamente para que el siguiente coche pueda adelantar, que le den (nunca mejor dicho).
Que yo sepa, nadie a atropellado a un grupo de ciclistas circulando en paralelo (esa es la iluminación que ud. exige). En cambio, si se circula en fila india, se les ve mucho menos, y el nº de casos de atropello es enorme.
– Lo de la contribución del ciclista a los impuestos parece obvio, pero se lo explicaré. En las autopistas se paga según el «desgaste» que se le haga a la vía. Básicamente, a más peso (y más ruedas) más se paga. Ha visto ud. alguna rodera en un carril-bici? Pues esa es la razón de no pagar permiso de circulación (igual en sus tiempos de ciclista le pusieron una plaquita en la parte delantera de su bici… en mi pueblo si lo hacían, y había que pagar, se ve que en los caminos de tierra de la época si dejábamos marca)
– Ud. paga los impuestos del combustible y los ciclistas los de las barritas energéticas, que también tienen, o es que un ciclista no consume combustible? es acaso un móvil perpetuo?
– Y ya respecto a otro comentario que decía que los ciclistas no reducen la velocidad cuando hay niños, pues «consejos vendo, para mi no tengo». Tan intolerante es el ciclista que no reduce la velocidad cuando hay peatones que el conductor que no lo hace cuando hay ciclistas.
Y si no aplicamos la ley de la selva, que circule sólo el más fuerte y los demás que se queden en casa para no molestar.
por cierto, y ya fuera de la discusión, que buena escuela de conducción eficiente es el ciclismo!
Yo vuelvo a lo de la conducción autónoma.
Los que creen que en 10 años los coches irán solos, sin tocar nada, se equivoca. Pero eso no impide que haya un número creciente de sistemas de ayuda a la conducción.
Entre radares del vehículo, conectividad, tecnologías de realidad aumentada, etc., la conducción en 10 años, se parecerá bastante a una conducción autónoma.
Hoy, en muchos coches, ya no te tienes que preocupar del acelerador cuando vas por autopista. Pones el control de velocidad adaptativo, y el radar se encarga de mantener las distancias de seguridad.
No te tienes que preocupar demasiado de no pisar el arcén. El vehículo lo detecta, endereza el coche, y te lo deja perfectamente centrado.
No tienes que preocuparte de cómo aparcar… el coche aparca solo.
En caso de aparecer un obstáculo a baja velocidad, el coche se encarga de evitar el atropello.
¿desean que eso tarde en llegar? recientemente, murió un bebé en Madrid, porque se escapó de la sillita donde lo tenían sus padres, que estaban descargando la compra, y un coche la atropelló en plena calle.
Los sistemas de seguridad actuales que hoy ya incorporan algunos coches (algunos de ellos, baratos coches urbanos), habrían evitado la muerte de ese bebé.
Yo sí deseo que eso llegue lo antes posible.
En definitiva, los elementos que automatizan parcialmente la conducción son una realidad ya, hoy. Pero la evolución no se detiene ahí. Continua. Y veremos mejoras muy significativas en los próximos años.
Los coches autónomos no requieren que el resto de vehículos lo sean. Los radares detectan la presencia de otros vehículos con una eficacia similar a la de la vista humana.
Los softwares cada vez más complejos, interpretan esta información, y hacen miles de cálculos por segundo para detectar lo que deben realizar.
En caso de ver un obstáculo, la reacción del sistema autónomo es mucho más rápida que la de una persona. El tiempo de detección/identificación/toma de decisiones, dura centésimas de segundo en una máquina…. contra aproximadamente un segundo en una persona.
Y en el caso de circulación a ambos lados… por favor… nosotros, los conductores, vamos a un ladito del coche… pero los radares se sitúan en el centro. Estan viendo el entorno a 360 º. El hardware no cambia.
Y cambiar el sentido de circulación, es poco más que dos líneas de software.
Los sistemas adaptativos de iluminación de los coches, ya funcionan correctamente en distintos países. Por lo que sé, debes indicar al sistema si estás en un país de circulación por la derecha, o por la izquierda. Aunque es posible que esto no sea necesario, y ya se pueda saber a través de GPS, por dónde se circula en el país en el que estás.
Un tema interesantísimo, el de la conducción autónoma.
@50,
«Los sistemas de seguridad actuales que hoy ya incorporan algunos coches (algunos de ellos, baratos coches urbanos), habrían evitado la muerte de ese bebé.»
No. Ninguno de los sistemas actuales lo podria haber evitado.
@41 sera para tanto; @46 Jota; @47 carlo abarth; @a48 chicane:
Respecto a sus alegaciones y argumentos, voy a responderles mancomunadamente, ya que en varios aspectos son coincidentes. Creo que hay dos aspectos claramente distinguibles, en los que procuraré aclarar mi posición por separado: lo de la circulación «en pelotón», y el aspecto de los impuestos.
En cuanto a la circulación, tengo muy claro lo que decía el antiguo Código: de uno en uno, o sea «en fila india». En cuanto a la norma actual, la leí cuando hice mi comentario, y creo recordar que es un tanto ambigua; cuando dice lo de «en paralelo», no recuerdo que haga referencia a que sea «en paralelo de a dos», sino simplemente en paralelo; y en curvas en bajada, ancha es Castilla. Lo de «hacer los relevos», por favor, no lo utilicen como argumento; antes ya se hacía, y sin problemas. Pero lo que sí tengo muy claro, es cual es la interpretación del «en paralelo» que hoy en día hacen muchos grupos de ciclistas: desde dos en dos, a seis en seis. La mayoría ocupan al menos medio carril derecho;y por cierto, no se aparten ni un centímetro cuando oyen que se acerca un vehículo a motor. Quieren ser considerados como un vehículo más (pero muy lento), y ser adelantados por el carril contrario. Y esa es la intención del cambio de reglamentación, efectivamente.
Quizás los arcenes tengan más gravilla que la calzada principal, pero bastante más tenían las antiguas cunetas, y por ahí teníamos que circular los «antiguos» cuando se aproximaba el ruido de un vehículo. La diferencia es que antes se podía adelantar a un ciclista, o varios yendo en fila india, en línea continua, con tal de dejar ese metro y medio de margen; y ahora te pueden (y de de hecho lo hacen) llevar detrás suyo durante cientos de metros porque no les da la gana de estrecharse durante unos pocos metros. O de lo contrario, tienes que pasarles pisando la línea continua, con el riesgo de sanción, y seguridad, que ello connleva; o resignarse a ir a 30 km/h hasta que se acaba la línea continua.
Porque el problema no es tanto «esperar unos segundos para adelantar» (¿cuántas veces durante un cierto recorrido?), sino tener que frenar de 90 a 30 km/h una y otra vez; ni es seguro ni es agradable, ni es ecológico (tirar combustible). En la mayoría de esas carreteras secundarias y terciarias, los tractores agrícolas circulan muy arrimados a su derecha, y son bastante más fáciles de adelantar que los actuales grupos de ciclistas.
En el fondo se trata, tanto para circular como para el reparto y utilización de los impuestos, del problema de la colisión entre los derechos y obligaciones de colectivos mayoritarios y minoritarios; y en este caso, creo que no hay duda de cuales son unos y otros. Por supuesto que los impuestos no deben ser finalistas; soy defensor acérrimo de la «unicidad de caja». Pero eso no quita para que tengamos muy claro para qué se utilizan y a quién benefician en su justa proporción esos impuestos cuando se aplican a realidades concretas. Y tampoco han duda de que, si la red viaria actual tiene el desarrollo y la calidad de pavimentación que tiene, no es por las exigencias de la locomoción en bicicleta (seguirían siendo caminos de tierra) sino por lo que el transporte de mercancías y personas en vehículos a motor viene aportando a la economía, al turismo y a los más variados aspectos sociológicos de un país.
El problema surge cuando el colectivo minoritario consigue unos derechos desproporcionados respecto a su peso e importancia sociológica; no se trata de, como dice uno de Vds, que esto «se arregla renunciando cada colectivo a ser los amos de la vía». Porque si la renuncia consiste en ser los amos al 50% cada colectivo, apañados estamos. Y por cierto, pasando de derechos a obligaciones, todavía nadie ha expuesto ninguna específica del ciclista; el del coche debe frenar si se los encuentra en línea continua, pero el ciclista ¿qué obligaciones tiene a cambio? Ninguna, parece ser. Salvo respetar el resto de las normas d circulación, que en los semáforos urbanos ya vemos a diario cómo las respetan.
Nos pongamos como nos pongamos, y en carreteras convencionales que no sean de nivel terciario (y con volumen de tráfico en tal proporción) la única solución es el carril-bici independiente. En un país como Holanda, que es el paraíso de la bicicleta pero que también tiene una elevada tasa de vehículos a motor por km cuadrado de superficie, el tráfico (ni urbano ni extraurbano) sería inviable sin el carril-bici: todos circularían a paso de bicicleta (y allí van en bici muchas abuelitas). El automovilista estaría encantado en que parte de sus impuestos (de los que paga como cuidadano modo y lirondo, y de los muchos que paga por comprar y utilizar su coche, autobís o camión) fuesen destinados a construir carriles-bici en aquellas vías en las que la intensidad del tráfico «a pedal» lo justificase mínimamente. Lo que quizás ya no ve tan claro es que, con impuestos «finalistas» o con «unicidad de caja», una red viaria que a todos nos ha costado un riñón, esté condicionada por un colectivo muy minoritario que parece no tener ninguna obligación, y sí todos los derechos. Incluido el de no llevar timbre para avisar a los peatones.
@48, @49 Todo lo que podamos decir no quita lo fundamental: la muy difícil convivencia de ambos tipos de vehículos. Tan difícil, que en muchos países han optado por separarlos. He pedaleado en países con dicha separación y no hay color. No hay conflicto ni razón de haberlo. Es la única solución. Y por cierto, muy rentable en lo que concierne a tráfico urbano.
@52 La bicicleta no paga impuestos, los paga el ciclista. Observación de perogrullo, pero necesaria.
Si observa atentamente al colectivo, afortunadamente minoritario, mientras torpedean el PIB y los cimientos sociologicos de la nación, verá que éste está formado por señor@s de mediana edad, de posición economica desahogada habida cuenta del equipo que manejan, casi con toda seguridad con coche consumidor de derivados petrolaceos y con casa en propiedad.
Añada que los verá usted en grupos, si, en dias de asueto semanal, de preferencia los domingos y fiestas de guardar, antes de la hora del vermú. Añado yo que compartiendo los recursos comunes con conductores de vehiculos automoviles en similares circunstancias, es decir, ociosos.
Resumiendo: no se porque deduce que el reparto del bien comun es al 50%.
@52 Pronto no seremos, estooo, no serán minoritarios. Tiembla, mundo, tiembla.
http://www.enbicipormadrid.es/2011/02/proyecto-un-millon-de-ciclistas-mas-en.html
@48
Como he dicho en comentarios anteriores, vivo junto a una carretera (nacional) con puntos de alta siniestralidad y de gran circulación de vehículos pesados. De niño y adolescente he circulado por tramos de esa carretera muchas veces, sin casco ni nada (eran otros tiempos). la gravilla nunca me ha molestado porque una poca grava poco o nada le importan a una bicicleta de montaña. Recuerdo la sensación de vacío cuando pasaban los camiones y muchas veces podían desequilibrarte. Tenía, y tengo miedo tanto por la situación al ir en bici como por lo que veía muchos días al año. Accidentes muy graves, helicópteros etc. Por fortuna esto hace años que no se ve o se ve muy puntualmente. Hay accidentes, pero no tan continuos ni tan graves.
En el escenario anterior ponga un ciclista, o varios, en paralelo. Buena carretera, muy buen arcén. Muchas curvas y… ¡Pocos lugares donde adelantar! Sus segundos, o cientos de metros que dice, pueden convertirse en kilómetros y si es cuesta arriba uno no va 30, va a bastante menos. Y para colmo, las zonas para adelantar no son muy apropiadas, tanto por espacio como por visibilidad. Es increíble ver el poco miedo que sienten al ver una mole de no se cuantas toneladas amenazante detrás de la bicicleta. Hay muchos camioneros que llevan mucha prisa, incorporarme desde mi casa a la carretera (en recta con curvas a ambos lados) en coche es peligroso. Los camiones te ven pero muchas veces no reducen hasta el último momento, sales con el coche a tope y con el camión pitando y las luces puestas, viendo por el retrovisor a muchos con un cabreo monumental. Y como avances a modo bajo consumo (80-90) y sin frenadas en las señales de 80 y respetando las numerosísimas señales de 50 que hay, se ponen de los nervios. Me encuentro con muchos de estos todos los días (y coches también) en una carretera que es natural para mi.
Ahora póngame una bici a mi en paralelo y preocupado por la gravilla. Menuda risa la preocupación por la gravilla. Con los apuros que paso en el coche, como para poder jugármela en una bicicleta ocupando medio carril. Cada uno hace lo que quiere y lo que le dejen hacer (y puede hacer) pero ese medio carril no es lugar para bicicletas (y siendo justos ni para bicis ni peatones). Y no es una vía que pueda evitarse si se quiere ir a lugares importantes. Valga decir que eses desplazamientos en bicicleta NO obedecen a necesidades de transporte (es muy importante esto, pues la crisis obliga a usar medios de transporte más baratos y donde ocurra las autoridades deberían proceder asegurando una circulación mínimamente segura). El instinto de supervivencia es algo muy olvidado. Tanto por ciclistas, como peatones o conductores.
Habla de lo de la ley de la selva. Yo le hablo de la ley de lo que veo en carretera. Y no es agradable. Por lo que no me extraña la moda SUV. El tamaño importa. Por lo menos para que te metan miedo. Y si no se tiene… Poco importa lo que la ley te deje hacer. Poco vale la ley cuando pasan ciertas cosas.
La pregunta sería. ¿Tiene esto solución viable (y barata estamos en crisis)? Y la respuesta es NO. Porque no pueden habilitarse carriles bici en todos los lugares, y con cambiar la ley no va a mejorar la vulnerabilidad del ciclista (o peatón) en la carretera, ni con debates. Por lo que nos queda es precaución, prudencia y algo de miedo.
@52 A.Andres
Ya que ha tenido la diligencia de leerse y contestar unos cuantos comentarios , entre ellos el mio, le pongo lo que dice la ley de seguridad vial vigente
Artículo 36. Conductores obligados a su utilización
Se prohíbe que los vehículos enumerados en el apartado anterior circulen en posición paralela, salvo las bicicletas, que podrán hacerlo en columna de a dos, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía y colocándose en hilera en tramos sin visibilidad, y cuando formen aglomeraciones de tráfico. En las autovías sólo podrán circular por el arcén, sin invadir la calzada en ningún caso.
Dicho esto me reafirmo en lo dicho sobre circulacion en carretera. El conductor de automovil que circula por una carretera sin arcen( secundaria o terciaria) debe entender que otros usuarios mas lentos tambien la utilizan, que si el un fin de semana se va en su coche a su casita de monte otros ese mismo dia salen en bicicleta por esa carretera precisamente por evitar las vias mas rápidas.La convivencia es posible pero con comprension de las dos partes.
Por cierto conozco varios casos de sancion a ciclistas por no circular correctamente, pero ninguno a conductores de vehiculos a motor por adelantar sin respetar el metro y medio, y eso es muy grave.Los ciclistas raro es el dia que no tenemos que anotar en la memoria el salvaje que nos pasa demasiado cerca.
En cuanto a los carriles bici segregados estoy totalmente de acuerdo con ud, pero que no se olviden en las ciudades que el espacio para hacerlos no hay que quitarselo al viandante
#57 En mi ciudad, y por extensión en toda su área metropolitana, los ciclistas tienen la costumbre de ignorar absolutamente cualquier indicación y norma de tráfico, incluyendo semáforos, cedas el paso, prioridades en rotondas, y pasos de cebra (se caracolea entre el personal). La norma es no pararse jamás. Es un fenómeno que llevo observando detenidamente desde hace al menos 5 años, en un área de notable tradición ciclista, y el recuento en paradas de semáforos observadas en este plazo se eleva a 1. Siendo generoso un 0,1% de mis observaciones.
Lo digo porque los ciclistas también llevan su parte de responsabilidad.
“Los sistemas de seguridad actuales que hoy ya incorporan algunos coches (algunos de ellos, baratos coches urbanos), habrían evitado la muerte de ese bebé.”
«No. Ninguno de los sistemas actuales lo podria haber evitado»
Sí. Lo habría evitado.
El sistema de frenado automático en ciudad que incorporan los Fiat urbanos actuales, o que incorporan los últimos Volvo… entre otros fabricantes, habrían frenado el coche en seco ante la presencia súbita de un elemento en la trayectoria del vehículo, circulando a baja velocidad.
@59,
No. No lo habria evitado.
«El sistema de frenado automático en ciudad que incorporan los Fiat urbanos actuales, o que incorporan los últimos Volvo… entre otros fabricantes, habrían frenado el coche en seco ante la presencia súbita de un elemento en la trayectoria del vehículo, circulando a baja velocidad.»
A lo que yo anyado… «salvo que el obstaculo tenga una altura relativa inferior a 1 metro u 80 centimetros (depende del fabricante) y pueda ser reconocido como un vehiculo».
Aun habria andado mas cerca si no hubiera metido el lidar de por medio, pero aun asi, ningun sistema en el mercado evita el accidente mencionado.
Informese de la letra pequenya de los sistemas.
@57
Ya decia en mi comentario inicial que me ponia de abogado del diablo viendo el sesgo de lo publicado.Por descontado que los ciclistas deben de cumplir el código de la circulacion.
pero le diré algo. No admito la condena de un peaton a un ciclista por circular con precaucion por una acera cuando ese mismo peaton anda por un carril bici.Idem de una persona que condena el paso de un semaforo en rojo por un ciclista cuando el andando tambien se lo salta.Y asi podriamos continuar.O sea que antes de ver los defectos de otros hay que mirarse al espejo.
Por poner un ejemplo, ha visto ud en su ciudad a un peaton a las doce de la noche esperar el verde en un semáforo cuando la calzada está desierta? Yo no, y como ciclista tampoco me espero.Lo que si citico es que pasen los semaforos en rojo , andando mirando al suelo y yo tenga que tocarles el timbre para no llevármelos por delante.Y de eso no habla casi nadie
Me parece que estamos en un diálogo de sordos, sobre todo cuando alguien necesita recordar que las bicis no pagan impuestos, sino sus dueños; gran descubrimiento. Pero a lo que yo me refiero, y creo que no es tan difícil de entender, es que me importa una higa si el ciclista es rico o pobre, joven o viejo, toma el vermú o bebe agua; lo que me importa es si pretende tener un «corralito» para una actividad minoritaria y lúdica (en la mayoría de los casos) por la cual no aporta nada de impuestos. Por otros lados pagará mucho o poco, como los demás; pero por ésa no contribuye, y el problema es que pretenda tener para esa actividad unos derechos que a su vez perjudican a los de un colectivo muchísimo más amplio, y que sí contribuye por esa otra actividad (la de ir en automóvil), y mucho. Que luego el ciclista también contribuya como posible y probable automovilista, no viene a cuento; el problema es que pretenda disponer de ese corralito para su faceta personal de actividad lúdica minoritaria. Porque si nos podemos así, como todos colaboramos en los impuestos, cada cual podría exigir una «parcela» de derechos a todas luces excesiva para una actividad minoritaria que a él le resulta particularmente agradable. Y ya serían demasiadas parcelas; no habría campo para todos.
Y en cuanto a las multas, cada cual conocemos las que les ponen a aquellos con los que más hablamos; a mí no me consta ninguna multa a un ciclista, y sí a la inversa. Así que dejémoslo en empate. Y respecto a la supuesta dialéctica peatón/ciclista, yendo por la acera el peatón tiene todos los derechos y el ciclista ninguno; si rueda por ahí es una concesión graciosa que se le hace, y debe tener un cuidado exquisito, que varios testimonios en anteriores comentarios ya han dejado claro que no siempre exhibe.
Y finalmente, el caso de los semáforos. Por supuesto que a las 12 de la noche, y con buena visibilidad, ni peatones ni ciclistas se paran (no digo si deberían pararse), pero no supone ningún peligro. Pero hay una diferencia: la bici es vehículo, y el peatón no lo es. Y la capacidad de pararse de un peatón (si mira) es prácticamente instantánea, mientras que la del ciclista tiene, aparte del tiempo de reacción (como el peatón), el tiempo y la distancia de frenada, en función de la velocidad que traiga. Y aquí aporto un testimonio directo mío, ocurrido hace pocos días, por la mañana y ya con luz diurna: cruzaba yo a pie, y perfectamente en verde, una avenida bastante ancha, con jardín central y tres carriles por sentido, más aparcamiento. En el semáforo, rojo para el tráfico rodado, estaban parados un turismo en cada uno de los carriles más a la izquierda y un furgón en el de la derecha. Como yo sí miro, asomé la cabeza cuando estaba superando al furgón y a punto de subir a la acera, y me veo que por la derecha del todo bajaba (porque era en ligera cuesta abajo) una bicicleta a buena velocidad. Era evidente que no me había visto, oculto como yo estaba por el furgón y en parte por los coches, y su intención era saltarse el semáforo con todas las de la ley, y a la velocidad que traía. Me paré en seco, y el ciclista me vió en el último momento; su cara manifestó espanto, al darse cuenta de lo que se le venía encima: atropello de peatón y caída suya. Reaccioné de la única forma posible para impedir ambas cosas: le hice una señal muy amplia y clara con el brazo para que pasase; pasó, y resuelto el problema. Pero ese comportamiento es relativamente habitual, porque hoy en día (y esto ya lo señala más arriba otro comentarista) la «mística» del ciclista de ciudad consiste en no echar pie a tierra, salvo que sea absolutamente imprescindible; y eso con las modernas «calas» automáticas. Como dice el comunicante, caracolea un poco hasta que pasan los coches, y en cuanto hay un hueco, se salta el semáforo.
En mis tiempos, con mucho menos tráfico que ahora y con los incómodos rastrales, sacábamos el pie derecho, si era posible lo apoyábamos en la acera (por lo general íbamos por la derecha) y esperábamos a que se pusiese verde, y vuelta a meter el pie en el rastral y darle un tironcito a la correa para ajustarlo. Los tiempos han cambiado, y a mí me ha dado tiempo a observar desde los dos lados de la barrera: volante y manillar, así que sé de lo que hablo. Y aunque desde hace varias décadas haya cambiado ese ejercicio por el del footing, me siguen gustando las bicis, y sigo con cierta atención ese deporte, en su faceta de competición en carretera (lo de la mountain-bike ya me coje un poco más descolocado).
@62 No voy a negar que para circular en bicicleta por la ciudad exigiría unos mínimos, ya sea bien aprendidos por tradición cultural desde pequeños, como en otros países, o en nuestro caso por medio de algún tipo de bici-escuela. Para los que nos trasladamos a nuestros trabajos en bicicleta sin poner a nadie en peligro es una carga muy grande tener que oír siempre quejas justificadas sobre ‘los ciclistas’, por lo que yo también soy partidaria de eliminar del tráfico a aquellos que no saben pedalear con unos mínimos. Tras muchos años de observación puedo decir que muchas atrocidades cotidianas cometidas por ciclistas se deben a que no tienen ni idea de lo que es el tráfico urbano, para el cual no hace falta un gran equipamiento, ni unas grandes capacidades físicas, peró sí unas elementales prevenciones en temas de observación y anticipación, muchas veces completamente olvidadas.
D. Arturo, el dialogo de sordos se termina rápido.
La industria petrolera tiene sus lobbies, la armamentistica los suyos, la farmaceutica, la automovilistica. Ahora también existe el lobby biciclistico, para aterrorizar a las personas de bien, junto al lobby gay y al feminazi. Si éste en concreto ha conseguido tantas ventajas de los poderes públicos, juzgue usted si se debe a su eficacia, a su poder económico o a que no es tan minoritario como usted gusta de creer.
Me encanta que las bicicletas molesten a la vista, que les quiten el sitio a los coches, que tengan preferencia en muchos cruces, me encanta reirme de los conductores atascados mientras yo me muevo en un carrilbici pagado, según su teoria, por esos mismos conductores. En este último caso mi alegria es completa, tanta como disfrutar del último triunfo de la marca España.
PD: Y la verdad es que la bicicleta (al margen de lo que su propietario cotice como cualquier otro en impuestos) no contribuye al erario público más que en el IVA que se paga por ella en el momento de su compra. A partir de ahí, no aporta ni un céntimo; y ese es un precio demasiado barato para los problemas que causa.
Si es un recurso literario, una metafora, o ironia, pues digalo, que uno tiene los estudios justos de retorica y prosopopeya.
Pero vamos, que es cierto la bicicleta no contribuye (al margen de lo que haga su propietario).
Está claro que este post trae cola, cosa de la que me alegro enormemente.
Para D. Arturo; al igual que ud en la circulacion automovilistica, un servidor , algunos no muchos años, mas joven que ud. tiene su experiencia en la circulacion ciclista, tanto en vias urbanas como interurbanas. Hace 30 años , vendí mi Ducati y me pasé a la bici como medio de transporte urbano. Calculo que en este tiempo habré recorrido cerca de 80000 km. por vias urbanas. Mi pasion por la bicicleta como vehiculo de movilidad ha hecho que esté muy vinculado a su acontecer, sin ser profesional colaboro en un programa de radio sobre ciclismo, estuve en el nacimiento de la Comision por la seguridad vial del ciclista, que dentro de sus posibilidades en algo contribuyó a que los poderes nos considerasen al colectivo ciclista como interlocutores.
Dicho esto, y como bien dice una comunicante creo que la educacion vial es una asignatura pendiente en los colegios españoles, deberia haber una educacion transversal donde a los futuros integrantes de la circulacion se les instruyera con el fin de crear una base social mas educada y respetuosa con los demas. Y creo que precisamente la practica con bicicletas a esa temprana edad haria mucho por ello.
Como verá en mi lenguaje jamas utilizo la palabra confrontacion sino entendimiento, y en el caso de la circulacion urbana creo que es el signo de los tiempos.
Para terminar , cuando muchos de uds se devanan los sesos sobre quien paga mas impuestos, señalaré algo que no se ha mencionado: El gran beneficio social que un ciclista acudiendo todos los dias a su trabajo dando pedales produce , tanto desde el punto de vista económico , como de ausencia de contaminacion y descongestion del tráfico. Por favor , pienselo detenidamente y dígame, cuanto vale esto? Para mi mucho mas de las molestias que puede ocasionar
@57 carlo abarth: Le agradezco la cita del Reglamento, que reproduzco textualmente:
«Se prohíbe que los vehículos enumerados en el apartado anterior circulen en posición paralela, salvo las bicicletas, que podrán hacerlo en columna de a dos, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía y colocándose en hilera en tramos sin visibilidad, y cuando formen aglomeraciones de tráfico. En las autovías sólo podrán circular por el arcén, sin invadir la calzada en ningún caso.»
En esta redacción falta concreción: yendo en paralelo, el de más a la derecha, como en los viejos tiempos, está obligado a «orilllarse todo lo posible al extremo derecho de la vía»: pero no se dice nada acerca de cómo debe de ir de arrimado a él el que circula más por la izquierda. ¿Rozando los manillares, o justo al borde de la línea central, sea continua o discontinua? Porque en ambos casos circulan en paralelo, y estamos a expensas de su discrecional buena voluntad.
Otro aspecto irracional: «colocándose en hilera en tramos sin visibilidad»: o sea que, en la circunstancia más delicada, hay que retornar a la peligrosísima fila india de toda la vida; pues qué bien. O sea que lo de circular en paralelo es básicamente para ir de charleta en plena línea recta. Si en zona sin visibilidad (básicamente de curvas) los ciclistas deben ir en fila india, se supone que se les puede adelantar dejando el metro y medio mínimo de margen de toda la vida, con tal de no superar la línea central continua. O incluso discontinua si, a pesar de que venga otro vehículo de frente, la anchura del carril permite dejar al menos ese metro y medio sin pisar la línea. Es decir, como antes, pero en la circunstancia más peligrosa; un gran paso adelante.
Finalmente, todavía es más asombroso lo de «colocándose en hilera … cuando formen aglomeraciones de tráfico». Quiero entender que la intención es decir «cuando hayan dado lugar a que tras de ellos se formen aglomeraciones de tráfico». O sea, una vez que la han liado parda, con una buena caravana de coches detrás suyo, deben volver, una vez más, a la fila india, para que los coches les puedan adelantar simplemente dejando el metro y medio, y aunque venga tráfico de frente. Prque si no, maldita la falta que hace que se coloquen en fila india. Lógico.
@64 sera para tanto???: creo que será mejor que no nos pongamos prosopopéyicos, metafóricos ni retóricos; en todo caso, un puntito de ironía será suficiente. Y permítame que me tome con ironía que, en todo lo que escribe, no se haya dado cuenta Vd de algo que una comentarista como Elisa ya ha dejado claro en un par de ocasiones: que cualquier colectivo acaba siendo catalogado, por la opinión pública general, en función de lo que hacen algunas de sus minorías (más o menos importantes, estadísticamente hablando). Siga Vd actuando, como ciclista, por el camino que señala en su comentario, y tenga la seguridad de que estará mejorando mucho el aprecio que peatones y conductores (dos colectivos bastante más numerosos que el de los ciclistas) sientan por este último. ¿Capta la ironía?
Respecto a la utilización de las aceras, no necesito insistir; varios testimonios anteriores me eximen de ello. Y recordemos el influjo del comportamiento de las supuestas minorías: el colectivo en su conjunto será juzgado por dicho comportamiento, aunque sea a través del genérico e injusto «todos los ciclistas son unos salvajes maleducados»; o quitando el «todos».
Y puesto que hablamos de comportamientos, ahí van unos cuantos botones de muestra, y de primera mano. Yendo en coche, alcanzas a dos o varios ciclistas que circulan de a dos, o de a varios (es lo más frecuente) en ancho; pero en bastantes ocasiones, en cuanto oyen el ruido del vehículo que se acerca, se ponen en fila de a uno, aunque sea en plena recta y no venga nadie de frente. De modo automático, esto crea una situación de cordialidad entre unos y otros. En tal caso, yo me voy hasta casi el arcén contrario, saludo con la mano al acabar de adelantar, y retorno a la derecha dejando innecesariamente muchos metros de más.
Pero hay otros casos, en los que ni se inmutan, por no decir que ensanchan un poco más el grupo; son los del planteamiento belicoso coche/bici, no sé si los conoce (¿capta la ironía?). A estos les adelanto dejando justito el metro y medio, no les saludo, y cierro a la derecha nada más adelantar al primero de ellos. No quieren cordialidad; pues yo tampoco. Cumplo, y basta.
Otro comportamiento: hace por lo menos dos décadas, en Madrid se hizo un experimento, consistente en cerrar los domingos por la mañana nada menos que la amplísima y señorial calle de Príncipe de Vergara, durante por lo menos un kilómetro (creo que de Goya a María de Molina) y dejárselo como circuito privado a los ciclistas, para subir y bajar a su antojo, sin semáforos ni nada, y a la velocidad que quisieran. Pues bien, a los pocos meses la concurrencia había disminuido de tal manera que se acabó el experimento. Justificación: que ya resultaba muy aburrido, todo rato por el mismo sitio. Digo yo que más aburrido sería un velódromo, y hay quienes entrenan en ellos durante horas y horas. O sea, que lo querían era más o menos igual de facilidades, pero por muchas más calles, o quizás por Madrid entero. Como el Día de la Bicicleta, cuando sale quien no ha montado en los últimos 40 años (sería mi caso, de participar), pero les hace mucha ilusión que corten medio Madrid para pasearse. No confundir con el Maratón de Madrid o incluso la festiva San Silvestre, donde se va a competir, aunque sea en plan muy lúdico en este último caso, pero corriendo. Y ahí no van más que los que, mejor o peor, corren; porque hay un tiempo máximo que no se cumple andando, por rápido que vayas, y en cuanto se sobrepasa, abren de nuevo al tráfico.
Y otro de Madrid: en el Parque del Retiro no está pavimentado más que el Paseo de Coches y lo que conformaba, junto con éste, el circuito de las carreras de motos (¡qué tiempos!), desde la Casa de Fieras a la Fuente de la Alcachofa y retorno al Ángel Caído y La Rosaleda; más la subida desde Alfonso XII, y la salida a O’Donnell. El resto está de tierra. Pues bien, ante la presión de los ciclistas, en la recta del Paseo de Coches (varios cientos de metros de la Casa de Fieras a los pinos en los que acaba La Rosaleda) se trazó por su periferia, marcado con pintura, un circuito para los ciclistas, de varios metros de ancho.
Surgieron los problemas: en primer lugar, las dos semicircunferencias para dar las medias vueltas cortaban el tráfico de peatones, cochecitos y bicicletas de niños que hacían un recorrido todavía más largo; y un cierto porcentaje de ciclistas (el suficiente para dar mala imagen) se empeñaban en tomar las curvas casi al mismo paso que utilizaban en las rectas.Y no sólo eso: en plenas rectas, los más rápidos adelantaban a los grupos más lentos saliéndose a la zona peatonal, y a la máxima velocidad. Como es lógico, y en justa reciprocidad, los peatones también invadían el circuito pintado; y como en Príncipe de Vergara, el experimento se fue al traste.
Pero quedaban talibanes dispuestos a seguir dando guerra; como uno con pelo largo y coleta que, hasta hace no muchos años, y cuando ya el circuito había caído en desuso, seguía circulando a toda velocidad por el Paseo de Coches, gritándole a la gente, pasando rozándola y teniendo continuos conflictos; sin duda pensaba que el Retiro era para los ciclistas, y no para los madrileños «de a pie» (en su doble sentido), o bien que éstos tenían que mancharse de polvo los zapatos paseando por los senderos de tierra. En una ocasión, un padre estuvo a punto de tirarle al suelo, porque le había «afeitado» a su niño pequeño, que iba en un pacífico triciclo.
Y un último ejemplo, y en éste estuve implicado directamente. Actualmente, en la carretera que sale de Madrid hasta S. Martín de la Vega ya hay un carril-bici, bastante concurrido; no hay problema. Pero ya dentro de Madrid, por Villaverde y hace unos cuantos años, era una carretera normal y corriente. Iba yo de salida en coche, y alcancé a otro que circulaba mucho más lento (y no porque yo fuese a más de 90); a lo lejos, pongamos que a unos 250 a 300 metros cuando yo alcancé al otro coche, venía un pelotón de ciclistas. Puesto que me sobraba tiempo y distancia por todos los lados, señalé con el intermitente y me abrí al carril contrario para adelantar. Fue verme hacerlo y el «chulito» del grupo (en muchos grupos humanos, y no sólo en el tráfico, suele haber alguno) se echó a su izquierda y se puso rozando la línea discontinua, con el evidente propósito de intimidarme y hacerme abortar el adelantamiento; no sé si de montar en bici sabía mucho o poco, pero de coches, nada de nada.
Cuanado ya había superado ampliamente al otro coche, me sobraban bastante más de 100 metros para cruzarme con el pelotón de ciclistas; pero en vez de reconocer su fallo de cálculo y quitarse de enmedio, el «flamenco» se empeñó en mantenella y no enmendalla, y siguió pegado a la línea central. Tal vez quemado al ver que su plan había fallado; puesto que, de todos modos, yo ya había adelantado. Pero como creo que a la gente hay que enseñarle, y a cada cual con los métodos adecuados a su comportamiento, en vez de volver totalmente a mi mano, me mantuve ya en mi carril, pero yo también muy próximo a la línea central, y levantando el pie para dar más tiempo todavía al jueguecito. Intentó aguantar todolo que pudo, pero cuando no le quedaban más allá de 20 metros para pasar rozando mi retrovisor, se arrugó (cosa lógica, pues el coche era bastante más duro que su codo izquqierdo) y se echó a su derecha, gritando y gesticulando para disimular su amarga derrota. Mal lo de echarse a la izquierda; pero, una vez que el adelantamiento había sido más que limpio y sobraban ciento y pico metros, ¿por qué empeñarse en seguir adelante?
No hay más que una explicación: la prepotencia qaue el colectivo ciclista ha adquirido en España en las últimas décadas, y que como ya dije, viene a corresponder con los éxitos de Indurain (el cual no tiene la culpa de nada). Hace 30, 40 o 50 años, ninguno de esos comportamientos que he relatado se les huibiesen pasado por la cabeza a sus protagonistas. En el Retiro, muchos años atrás, estaba permitido el tráfico rodado a motor, y se prohibió al aumentar su densidad y hacerse incompatible con el disfrute peatonal del mismo. Como excepción, se permitió seguir utilizándolo a ls bicicletas; pero a los amantes de bucear en los textos legales, les animo a que lean lo que dice la Ordenanza de Parques y Jardines respecto a cómo deben circular.
De todo esto creo que no se pueden extraer más que dos conclusiones: al margen de las dificultades prácticas para solucionar el problema, resulta evidente que la bicicleta, por sus diferencias de velocidad con unos y otros, resulta incompatible, sobre la misma calzada, con los otros dos colectivos: peatones y tráfico rodado a motor. La única solución salomónica es el carril-bici; pero mientras llega o no, prefiero mil veces encontrarme con un club ciclista, de los que circulan con un coche de apoyo por detrás, rodando rápido y apartándose en cuanto tienen ocasión (aunque no siempre, ya lo sé), que con un grupo de «tomasines» que salen de excursión por su cuenta y riesgo.
Y la otra conclusión es la del efecto de las minorías en la percepción del resto de la ciudadanía; de esto tenemos ejemplos con grupos étnicos o de distintos orígenes nacionales, en cuanto su promedio de comportamiento incívico, o directamente delictivo, supera el promedio que estamos habituados a contemplar. Y entonces pagan justos por pecadores, ya lo sabemos; pero debería ser el resto (se supone que mayoritario) de los propios miembros de dichos colectivos o practicantes de dicha actividad, los más interesados en no ahondar en la creación de un clima de enfrentamiento. Sobre todo cuando, como en el caso del coche contra la bici, llevan todas las de perder.
@65 carlo abarth:
Ya vamos centrando el tema, y queda muy claro que Vd forma parte del grupo, que quisiera considerar mayoritario, de ciclistas que procuran evitar la confrontación. Pero sus explicaciones de tipo genérico, a las que me adhiero plenamente, no consiguen ocultar lo que no sólo yo, sino bastantes de los comentaristas que han opinado en los posts anteriores, llevan observando desde hace tiempo (y es algo que ha ido a peor): el comportamiento de esa otra parte del colectivo ciclista, a la que Vd procura no hacer ninguna referencia. He puesto ejemplos en mis dos comentarios anteriores, y he recibido la callada por respuesta.
En cuanto a la utilización de la bicicleta para ir al trabajo, especialmente en el entorno urbano (de los de la azada atravesada tras el sillín ya quedan muy pocos en zona rural), conviene hacer una puntualización: la orografía de la ciudad de la que se trate. Para que la locomoción «a pedal» alcance un porcentaje que justifique crear carriles-bici en la ciudad (si en Amsterdan se ha podido hacer, también se podrá hacer en otras ciudades), es preciso que la orografía lo permita, y que gente en un estado físico no precisamente óptimo (lo cual, por suerte, parece que no nos incluye ni a Vd ni a mí) pueda desplazarse en unas bicicletas feas y pesadas de un plato y un piñón, de esas que se dejan a veces sin siquiera candado, porque son todas iguales, y todo el mundo tiene una.
Pero las cuestas pesan todavía más que las condiciones climatológicas; que tambié influyen, pero menos, porque en ciudades nórdicas van en bicicleta incluso nevando, pero en ciudades planas como la palma de la mano. Dicho de otro modo: Toledo nos dio a Federico Martín Bahamontes, pero no parece probable que llegue a ser nunca una ciudad apta para que la bici desempeñe un papel mínimamente importante en el transporte urbano. De hecho, ni siquiera Madrid tiene un relieve adecuado; sí lo tienen, en cambio, Valencia y Sevilla.
En cuanto al ciclista de carretera, en particular si circula en grupos, desarrolla una actividad entre lúdica y deportiva (según el ritmo de marcha), y no laboral; y es cuando van en grupo cuando se plantean los problemas. Curiosamente, no recuerdo haber tenido nunca problemas (ni nadie los ha citado aquí) con esos esforzados ciclistas, en su mayoría extranjeros, que te encuentras por la carretera haciendo el Camino de Santiago, con cuatro alforjas a los lados de las ruedas, y llevando la bici de la mano en alguna subida cuando ya no pueden más. Con esos no hay problemas, incluso cuando van en grupo (y muy en fila india, aunque la legislación actual les permita ir «en paralelo»); o sea, que sí se aprecian diferencias de comportamiento muy notables, y de esas diferencias me gustaría oir hablar un poco más a los defensores a ultranza de los derechos del colectivo ciclista. Por cierto, de sus obligaciones (si es que tienen alguna) tampoco se ha oido hablar en este coloquio.
@65. ¿Puede decirme que porcentaje de gente usa la bicicleta como medio habitual para ir al trabajo o desplazamientos que no sean el placer de andar en bici? ¿Cuanto aumentaron desde la crisis? Hay que distinguir perfectamente entre lo «lúdico» y lo «necesario». La ley está más enfocada a lo lúdico, deportivo (el espectáculo fácil)… Pero sin invertir demasiado o nada, para hacer un entorno proclive al uso de la bicicleta, simplemente ayudándose de una moda, la buena fe, el fácil compromiso con lo bueno, lo sano, no contaminante… Pero sin recursos para implementarlas y porque no interesa. (supongo que esto será un poco diferente segundo en que punto de la península uno viva)
Yo defiendo el uso de la bicicleta como medio de transporte. Pero ¿Es viable? ¿Donde es posible hacerlo? ¿Cuanta gente lo hace? ¿Está la gente concienciada para ese uso, cuando hay chavales bajan con su coche a la facultad, teniendo su vivienda cerca y donde ahorrarían tiempo y dinero usando el transporte público (status que marca el vehículo y su uso)? Si la bicicleta se está usando como medio serio para el transporte, las autoridades deben proceder a promover y asegurarse de que se pueda realizar los trayectos de forma rápida y segura. Pero no con leyes que complican todo y arriesgando la seguridad de los que circulan por las vías, por culpa de las malditas modas (que no veo por Galicia que esta moda ciclista se expanda al uso NO lúdico de una forma habitual en sustitución del vehículo. ¿Donde está la concienciación ambiental y saludable en el día a día de esta gente sana?). Y como son modas, pasajeras, es posible que pase con lo que D. Arturo comentaba de los experimentos en Madrid.
El tema va por la demonización del transporte motorizado, sea vía peligrosidad o por contaminación. ¿Es bueno, malo? No lo se. Pero esto camina hacia lo eficiente y ahorro de recursos. Luego vienen las paradojas de que se quejan de que la gente no compra coches. Fíjense en muchas ciudades españolas y europeas. Se dificulta la circulación por las ciudades a los coches, forzando a ir a pie o en transporte urbano (o bici). También se intenta promover el transporte público, del cual soy defensor. Yo no vivo en la ciudad, por lo que el coche (más en Galicia) es IMPRESCINDIBLE. Cuanto me gustaría tener un buen servicio horario de autobuses para ir trabajar o salir por la noche. ¿Por que no el uso del coche? Porque cuando llegas a la ciudad no hay donde aparcar (o resulta carísimo). Por lo que el uso del automóvil resulta poco atractivo, caro y una pérdida enorme de tiempo. El futuro será aún peor y va por esta línea que vivimos, donde los desplazamientos disminuyen y no interesan tanto (además no desplazarse supone mejor control sobre la población). El coche debería ser para lo que es. Pero nos lo venden para decirnos lo que debe ser y cuando y como lo debemos usar. Una especie de accesorio que genera PIB al fabricarlo, venderlo y punto. Después demonizarlo. Con las bicis pasa lo contrario. Si se opta por promover y ser condescendiente con los ciclista que se trabaje para que el uso REAL y no simplemente lúdico sea posible y con una ley clara y firme Todos ganaremos. A lo que estamos asistiendo es a una muerte lente del mundo del automóvil. Por eso el sector está en crisis. Sin olvidar que una línea clara en todo lo dicho redundaría en un aumento de seguridad para todos, pudiendo descender el número de accidentes.
Interesantes refelexiones las de A.de A.,y sin duda, muy reales.
Basicamente solo se me ocurre decir que todos estos comportamientos que ha ido observando, obedecen, como no, a una falta de educacion y empatia enormes; recordemos que el ciclista ( o conductor, peaton,etc..), es ante todo persona, y si ya es su faceta «standard», padece problemas de educacion y empatia, evidentemente en cuanto coja la bici, nada hace pensar que pueda tener un comportamiento diferente ( para mejor, se entiende..).
Encima creo que este tipo de ciclistas, sabedores de su vulnerabilidad, suelen adoptar actitudes chulescas y/o intimidatorias, producidas por el miedo a que les pase algo ( que aunque no le manifiesten, son perfectos conocedores). Supongo que casi todos han visto por la tele noticias de ciclistas atropellados, y automaticamente se ponen una especie de coraza superficial, para evitar que el «acojone», que produce ver estas noticias, haga mella en su capacidad «ciclistica».
Por cierto, ultimamente he visto varias iniciativas de circuitos de velocidad grandes y tambien de karting, que permiten rodar ( es de suponer que pagando algo), a los ciclistas en sus instalaciones los dias que no hay actividad de motor en pista.
Ya entiendo que la idea de subir un puerto de renombre, como los que estos dias hemos visto en «la vuelta», es atractiva, pero esto no da derecho a creerse con derecho a todo, ni a imponer actitudes prepotentes al resto del trafico. Y lo de la tele es la tele, se va por una carretera cortada al trafico, muchas veces recien asfaltada ( a veces por exigencias de la organizacion y otras por aquello de que «ya que tiene pasar la vuelta..); en la vida real, las cosas son muy distintas aunque no le parezca, y la actitud debe ser otra.
Ya he dicho, pero si no, lo repito, que me gustan montar en bici, no de manera exagerada o forofa, pero reconozco que es un deporte que tiene un componente de diversion que quiza no tengan otros deportes. Suelo ir por caminos y carreteras muy poco transitadas a un paso no de paseo, pero tampoco sin mucha exigencia; lo justo para forzar un poco e intentar «quemar» materia sobrante. Luego, la suelo utilizar (no la misma) en algun recado de corta distancia en mi pueblo, muy poco concurrido.
Y, ( toco madera), jamas he tenido un percance, ni tan siquiera un susto. Y creo que, en parte ha sido por el cambio de chip que hago en cuanto me subo a ella..; y es que hay que entender que, guste o no,en la bici se es «el ultimo mono» del trafico rodado, y como tal hay que actuar.
Por ultimo, decir que no veria mal hacer un registro de bicicletas con posible identificacion a traves de una matricula o de lo que sea; creo que se cortarian de raiz muchas actitudes incivicas como las que comentan los que, sobretodo viven en ciudades tipo Madrid o Barcelona; antes de reclamar derechos y demas, pongamos todos la cartas sobre la mesa, con nombres y apellidos. Que la misma posibilidad ( y derecho) que tiene un ciclista para identificar a un vehiculo de motor, pueda ser al reves, y a partir de ahi empezaremos hablar de carriles bici, de impuestos y de lo que sea.
Desde luego este cruce de comentarios ya los querria ver yo en alguna de esas televisiones públicas que nos cuestan tantísimo dinero.
Parece evidente que cada miembro de colectivo tiende a ver mas los problemas bajo su óptica( lo cual no significa que sean irreales ni exagerados). Porque señores automovilistas, de verdad no saben de casos de adelantamiento a un/ unos ciclistas por parte de algun conductor prepotente( coche grande,rápido, imponente…) que apenas deja distancia de seguridad y encima de reprocha el que no te apartes mas aunque esté impracticable la calzada? Claro el es el dueño y señor de la carretera y no puede perder un tiempo esperando que esté libre el carril contrario, faltaria mas!
Pues esos comportamientos, en su casi totalidad sin sancionar. son los que a un ciclista enojan, ponen de rebote. Al igual que a D.Arturo le ocurrio con aquel descerebrado que se puso en medio junto a la discontinua para intimidar. Ante esto solo queda educacion, comprension y convivencia.
D.Arturo, nunca he circulado por Madrid en bicicleta.Tengo la suerte de vivir en Valencia y le puedo asegurar que la convivencia entre peatones , ciclistas y vehiculos a motor es cada vez mejor. Ah! y el porcentaje de gente que la utiliza a diario va en aumento cuasi exponencial. Problemas haberlos aylos, pero la tendencia está ahi y es imparable.
En ciudades con orografia mas complicada en el futuro se impondrá la bicicleta con asistencia eléctrica , que es una maravilla.
En carreteras estrechas de montaña, este verano he tenido la maravillosa experiencia de pedalear por los alpes italianos, concretamente el passo Gavia, el Umbrail( ya en Suiza) y el Stelvio y la verdad es que da gusto el respeto que nos teniamos todos los que por alli circulábamos, ciclistas , motos de gran cilindrada y preciosos coches deportivos. Por aquí no se ve eso tan normalmente.
Don Arturo cuando cita usted al reglamento en #65:
“Se prohíbe que los vehículos enumerados en el apartado anterior circulen en posición paralela, salvo las bicicletas, que podrán hacerlo en columna de a dos, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía y colocándose en hilera en tramos sin visibilidad, y cuando formen aglomeraciones de tráfico. En las autovías sólo podrán circular por el arcén, sin invadir la calzada en ningún caso.” y luego indica:
«En esta redacción falta concreción: yendo en paralelo, el de más a la derecha, como en los viejos tiempos, está obligado a “orilllarse todo lo posible al extremo derecho de la vía”: pero no se dice nada acerca de cómo debe de ir de arrimado a él el que circula más por la izquierda.»
Yo que he estudiado una carrera de leyes, de la redacción entiendo que si dice cuando debe orillarse el ciclista de más a la izquierda, porque en el trozo del artículo que dice en concreto: «que podrán hacerlo en columna de a dos, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía» –> el artículo dice que se deben pegar al extremo derecho de la via y alude a la anterior parte de la frase la que está antes de la coma, es decir, a la columna de a dos. Por tanto AMBOS han de ir circulando en columna de a dos orillados al extremo derecho de la via. Lo que viene a reforzar aún más su teoria D. Arturo.
Como conductor de automovil y como como ciclista, creo que falta un detalle en este coloquio, lo que se conoce como «efecto manada» y que genera muchos de los problemas entre ciclistas de carretera (casi todos de fin de semana), que se transforman al ponerse el maillot.
Normalmente en las ciudades hay puntos donde se reunen los Sábados y Domingos y carreteras clásicas para recorrer. Son pelotones de decenas de ciclistas y el efecto manada consiste en pegarse al «paquete» y olvidarse de la seguridad personal, esos mismos ciclistas se comportan de un modo completamente diferente cuando van solos o en grupos muy pequeños.
Luego está el maleducado sin mas, en bici, a pie, en coche o haciendo footing.
Cuando se produce el efecto manada se olvida el circular en paralelo, el permitir adelantar y todo lo demás, yo suelo acercarme dar 2 pitidos cortos para que sepan que estoy ahí y adelantarlos en cuanto puedo por el carril contrario, y si hay suficiente visibilidad igual que haría con un vehículo que circula «con dificultad» el código permite hacerlo en línea contínua, (si no lo han vuelto a cambiar).
Nos ha costado, pero poco a poco lo hemos ido consiguiendo. Los comentarios 68, 69, 70 y 72 (el 71 me cuesta entenderlo) creo que han acabado de centrar el tema y las respectivas posiciones. Lo único que no tengo claro es lo que de bicicleta eléctrica, o híbrida entre pedal y batería: puesto que la esencia de la bici radica en ser impulsada por el propio pasajero, si empezamos a complicarla con aditamentos mecánicos (peso, complicación, carestía), podemos acabar como en el camino recorrido desde la Velosolex que conocí en mi niñez, con el motorcito auxiliar y un rodillo a la rueda delantera, y que como vehículo de dos ruedas semiurbano, ha acabado convirtiéndose en la Burgman 600. Claro que lo de la carestía es relativo: algunas bicis de carretera, a base de materiales especiales, ya salen tan caras como la Burgman.
D.Arturo, déjeme expliarle lo de la bicicleta eléctrica En realidad es una icicleta normal , con cambio de marchas a la que se le acopla un motorcito de unos 200 w de asistencia al pedaleo.uiere esto decir que si uno no pedalea el motornoempuja. Con las moderas baterias de ionlitio se consigueuna muy buena autonomia y es ideal para ciudades como Madridcuyas calles en cuesta pueden echar para atras a mas de uno, amen de que se evita el llegar sudado al trabajo, Yo afortunadamente aun no la necesito pero cuando me fallen las fuerzas a buen seguro me haré una. Creame que es el futuro .Por lo demas celebro el entendimiento a traves de las distintas aportaciones con las que sus seguidores aportamos nuestro granito de arena a su magnífico post.
P.D. Y anímese hombre , que dar pedales es casi el manantial de la eterna juventud, jeje
Un 2º apunte sobre el «efecto manada» y los ciclistas de «Relaxing weekend»
Vivo en una zona casi rural, la carretera posee un carril bici separado con 3.5 m de ancho, los ciclistas de fin de semana no lo usan, los que circulan solos o en pareja entre semana si.
Para colmo de «efecto manada», un bar de la zona se ha convertido en punto de descanso intermedio de una ruta en bici desde la ciudad mas cercana y allí se agrupan aún mas los ciclistas.
Resultado, algunos de los pelotones de ciclistas aficionados son mas numerosos que el propio pelotón de la vuelta ciclista a España.
Cada Domingo veo: relevos, abanicos, escapadas y regazados haciendo la goma y en alguna ocasión les he visto adelantando a coches que van Domingueando. Se ocupa un carril entero y ocupando parte del otro se dan los relevos.
Estos son los que hacen que los ciclistas tengamos mala fama.
Don A.de A., si le ha gustado pedalear, pruebe una eléctrica y nos lo cuenta, al contrario que el coche eléctrico donde la limitación de autonomía y tiempo de recarga todavía no se ha solucionado, la bicicleta eléctrica es un magnifico sustituto para la bici clásica y para el scooter urbano.
Yo tambien tengo vistos ya varios ejemplares de bici electrica circular por mi zona; generalmente las llevan gente de una cierta edad, y la verdad es que se les ve la mar de relajados, y van a un muy buen paso..
Ademas se han creado numerosos puntos de alquiler de estas bicicletas. Dudo mucho que lleguen a sustituir las normales, pero si estoy seguro que su uso ira en auge, pues casi permiten un uso casi de ciclomotor de los de tipo Vespino, y a un coste muy inferior.
Excelente artículo, don Arturo, que responde casi perfectamente a la pregunta que plantea en el titular. Y digo casi, porque considero imposible dar una respuesta completa a tamaña cuestión. Usted mismo alude al factor humano, principal causante de la inmensa mayoría de los accidentes -de todo tipo-, y éste siempre se resistirá a desvelar todos sus misterios.
Todos hemos visto y vemos, cómo en no pocas ocasiones, algunos conductores (de todo tipo de vehículos) y peatones toman decisiones tan asombrosas como estúpidas, suicidas y homicidas. Y la mayoría de esas veces, esas personas son aparentemente “normales” y están aparentemente bien, carentes de cualquier síntoma de haber tomado drogas ni de haber bebido una sola copa de vino. En este sentido, de un modo muy coloquial y castizo, creo que el comentario Nº 32 da en el clavo, después de todo, hasta mi admirado Einstein dejó escrito que la estupidez humana es infinita. ¿Qué hacer para remediar esto? Creo que solamente hay un camino: educación, educación y educación, en casa y en la escuela desde la más tierna infancia y de continuo. Educación en el más amplio sentido de la palabra, y padres y maestros hemos de predicar con el ejemplo, y cuando no lo hagamos explicar por qué.
Me alegra que aluda también al instinto de supervivencia, por sí mismo, sin duda, evitaría muchos accidentes. Pero parece que hay un virus en el aire que lo anula, no deja de sorprenderme, que de unos años acá tantas personas pierdan la vida ahogadas; este pasado mes de julio en Andalucía han muerto más personas por esta razón que por accidentes de tráfico. Me he criado en puerto de mar y con playa al lado (en Gijón) y que alguien se ahogase era muy raro, la media no llegaba ni a una persona por año. ¿Qué demonios ocurre ahora?
La atención es primordial para conducir, desde luego, pero todo nos invita a distraernos; el Gobierno, imponiéndonos ritmos de marcha adormecedores, abrumándonos con señales redundantes, difíciles de entender y de leer, mal colocadas, ausentes o en mal estado cuando más se necesitan…; los fabricantes de coches, dotándolos de sistemas de “información y entretenimiento”. Las campañas de Tráfico, en general, me parecen contraproducentes, las estadísticas mentirosas y manipuladas… Desde que el teléfono móvil ganó el impresionante protagonismo del que goza me pregunto cómo diablos se puede convencer a quien lo utiliza desde los 8 años que una década más tarde, cuando conduzca, no lo haga. De todos modos, gobiernos, fabricantes, grupos de presión, etcétera pueden decir misa, pero uno tiene al menos 18 años cuando se pone al volante de un turismo, sabe que se puede hacer mucho daño y causarlo, lo sabe. ¿Por qué evita hacerlo lo mejor posible y poner todo su empeño en la tarea?
No quería extenderme demasiado a pesar de lo tentador que me resulta, sólo mencionaré el factor suerte, todos lo conocemos, todos hemos vivido alguna situación en la que el azar acabó inclinando la balanza para bien o para mal, creo que es en un porcentaje muy, muy pequeño de casos, pero también me parece que la mayoría de las personas creen que es determinante, y así, justifican el nulo interés que muestran en aprender y elevar su nivel a la hora de conducir.
Ah, respecto a campañas, estudios y demás, está muy claro que la seguridad vial, para muchos (demasiados) no es más que un medio de vida, que muchas cosas, en apariencia, muy íntimamente ligadas con ella, no son más que un negocio, carnet por puntos, por ejemplo. Y que muchas personas (demasiadas) viven “de” la carretera pero no “en” la carretera.
He llegado hace tiempo a la triste conclusión de que a los poderes del Estado, sus muchos gobiernos (incluyo los municipales) y al llamado “cuarto poder”, les importa un bledo la seguridad vial. Y que conste, que reviso esa conclusión regularmente, pero por desgracia los hechos me reafirman en ella una y otra vez.
Un saludo.
D.: Dejo unos enlaces que pueden ser de interés a los participantes de este interesante debate.
http://www.edu-via.com.ar/2013/06/20/a-quien-le-interesa-la-educacion-vial/
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/09/10/actualidad/1378842120_910385.html
http://www.asextra.blogspot.com.es/2013/09/las-victimas-sin-rostro-de-la-carretera.html
http://www.asextra.blogspot.com.es/2013/09/escritor-luis-del-val-la-direccion.html
@77Esteban: Muy de acuerdo en todo, excelente analisis!
Ah, yo tambien alucino con el tema de los ahogamientos de este verano, la verdad es que da que pensar..
@78
Muchas gracias, sisu. También he leído sus comentarios y comparto su opinión.
Sí que da que pensar esto de ahogarse, es una tendencia al alza y constante. También hay otra tendencia que me parece alarmante: el número de suicidios. Ya supera al de víctimas mortales por el tráfico, eso, sin contar que algunas de estas víctimas lo sean por suicidios encubiertos; estoy convencido de que algunas lo son.
Un saludo.
@777, @78: plenamente de acuerdo.
Interesante artículo. Comparto totalmente su opinión. Un saludo.
He estado buscando un poco por posts de alta calidad o entradas en blogs sobre estos temas. Explorando en Google por fin encontré este blog. Con lectura de esta información, estoy convencido que he encontrado lo que estaba buscando o al menos tengo esa extraña sensacion, he descubierto exactamente lo que necesitaba. ¡Por supuesto voy hacer que no se olvide este sitio web y recomendarlo, os pienso visitar regularmente.
Saludos
Muy buen artículo
La mayoría de las personas lo hacen por descuidos o descuidos de terceros..
Los descuidos sobre todo, no creo que la velocidad sea la causa.
Me ha gustado mucho la explicación sobre la seguridad vial. La forma en que se detallan los problemas que acaban en muerte y se mencionan factores como la distracción, la falta de habilidad técnica y la imprudencia deberían ser de obligatoria lectura para todos los conductores.
Gracias por compartirlo!