Hace unas cuantas semanas realicé una maniobra prohibida: adelanté a otro vehículo pisando la línea continua. Pero no saliendo un poco antes de que comenzase la línea discontinua, ni tampoco pisando la continua durante unos cuantos metros con la rueda izquierda (caso bastante frecuente) al abatirme a la derecha tras un adelantamiento demasiado forzado. No; fue un adelantamiento iniciado y rematado en plena línea continua, que venía ya desde bastantes cientos de metros más atrás, y seguía durante otros tantos (poco más o menos) hacia delante. Y fue una maniobra que no me ha dejado el menor trauma de tipo moral por haber hecho algo prohibido; por supuesto, tampoco supuso el menor problema de seguridad vial, como luego explicaré. Pero si bien es algo que, en principio, no se debe hacer, y menos aún recomendar que se haga, mantengo que no me queda ningún remordimiento. A continuación procuraré explicar las razones de tan desenvuelta conclusión.
Pongámonos en situación: realización de uno más de mis recorridos de prueba habituales, sobre el trazado de siempre; ya de madrugada y con el sol por encima del horizonte, aunque manteniendo encendidas las luces de cruce (pese a disponer de las muy brillantes diurnas) para hacerme lo más visible posible. Zona concreta: una especie de garganta, pero muy abierta (no con paredes verticales), con monte a la izquierda y algo más despejado, pero con vegetación de monte bajo y arbolado a la derecha. Tipo de trazado: curvas continuas durante unos 15 km, con tramos más o menos cortos de línea recta en diversas ocasiones. Señalización: alternancia de línea continua y discontinua, con dos o tres zonas de un par de km (poco más o menos) de línea continua ininterrumpida.
El vehículo que yo manejaba era uno de estos modernos turbodiesel de cilindrada media, de los de 120 CV en adelante y cambio de marchas clásico de mando manual. El tráfico suele ser muy escaso, por no decir nulo, tanto por la propia zona en la que nos movíamos como por la hora: habitualmente no te cruzas con otro vehículo durante kms; y tener que adelantar a otro resulta todavía más raro, dado que se consigue sólo por la diferencia de promedio de velocidad. Pero de vez en cuando esto ocurre, y esta vez ocurrió: en uno de esos largos tramos de línea continua, y desde unas cuantas curvas antes de alcanzarlo, divisé que llevaba delante un camión muy grande. Concretamente una cabeza tractora que remolcaba uno de esos grandes depósitos cilíndricos que se utilizan para transportar bien áridos o líquidos. Y también observé que circulaba muy despacio, dado su tamaño y su falta de agilidad en semejante trazado; iría sobre 30/35 km/h, no más.
En vista de ello, y desde unos 100 metros antes de alcanzarle, disminuí mi marcha, puesto que ya conocía la imposibilidad de adelantar; metí 3ª -puesto que en 4ª el motor iba demasiado bajo de vueltas- y me dispuse a armarme de paciencia hasta llegar a la todavía distante primera línea discontinua. Pero el conductor del camión tenía otros planes: sin duda alguna, él también había observado mi rápida aproximación, a una velocidad algo más del doble de la suya; a su paso, le sobraba tiempo para mirar por todos los espejos que llevase. Y también supongo que se había percatado de que dicho coche era conducido con soltura, trazando dentro del carril, yendo rápido pero sin alardes velocísticos. Llegábamos a una curva a izquierdas que daba entrada a un tramo recto de unos 250 metros pero que seguía siendo de línea continua, hasta acabar en otra curva, de la que se veían las primeras decenas de metros. Y aquí viene el momento culminante o, si se prefiere, el detonador de toda esta historia; que no habría ocurrido de no haberse producido el detalle que voy a relatar.
Porque nada más salir su cabina de la curva y enfilar con visibilidad el tramo recto, el conductor del camión acciona el intermitente derecho; y allí no hay (y conozco la carretera al dedillo) ningún camino ni carretera por los que meterse, y menos aún con semejante vehículo. Así que la señal no era, evidentemente, para indicar que iba a girar a la derecha, sino para facilitarme el adelantamiento, haciendo abstracción de la línea continua. Yo no daba crédito a mis ojos, pero comprendí que quería librarse de mi presencia tras de él, y que manifestaba su intención de colaborar. Todo esto sucedió bastante más rápido de lo que se tarda en contarlo; pero es que en estas situaciones, o reaccionas en décimas de segundo o ya es tarde.
Así que, para cuando enfilé la recta unos 30 metros después de haberlo hecho el camión, ya había amartillado la 2ª; y una vez con visibilidad y comprobando que no había aparecido nadie de frente, me eché a la izquierda pisando a fondo. Con una 2ª de 16 km/h, tenía hasta 70 km/h reales, apurando hasta 4.400 rpm; velocidad que, conseguida tras de una violenta aceleración, era más que suficiente para adelantar en cuestión de unos tres segundos a un lento camión. De hecho, cambié a 3ª cuando me estaba abatiendo de nuevo a la derecha, para recuperar el carril normal. Pero no sin antes, al pasar justo por debajo de su elevada cabina, dar dos cortos toque de bocina según el viejo (y casi olvidado) protocolo para dar las gracias a quien facilita una maniobra. Me correspondió, como mandan los cánones, con un único toque de la suya; y con una ráfaga de luces un poco más adelante, cuando yo ya estaba en el carril derecho y podía recibirla adecuadamente por los espejos. Y aquí paz, y después gloria.
Los dos –el conductor del camión y yo- infringimos la norma: él por incitarme a adelantar en prohibido, y yo por aceptar la invitación y hacerlo. Pero rayas aparte, el adelantamiento fue totalmente seguro. De la curva que teníamos enfrente no podía salir ningún coche a más de 90 km/h, y estoy siendo muy generoso; esto son 25 m/sg, por lo que hubiese tardado al menos ocho segundos en llegar al punto en el que yo ya habría rebasado al camión y estaría retornando a la derecha. Eso, suponiendo que apareciese en el mismo instante en el que yo iniciaba mi aceleración; situación en la que yo hubiese podido elegir entre rematar la maniobra sin problema o, ya que había línea continua, frenar y volver a quedarme detrás del camión.
Pero el tráfico era, como ya he dicho, casi nulo; y aunque una maniobra arriesgada (con un tipo de línea u otro) no debe realizarse haciendo cálculo de probabilidades sino en función de la visibilidad, ésta era más que holgadamente suficiente. Y la suma de probabilidades de que alguien saliese de la curva en ese momento, de que viniese a 90 km/h (y no a los mucho más habituales 50 o 60 que suelo observar en quienes circulan por ahí), y de que además siguiese manteniendo dicha velocidad y no aminorando al ver un adelantamiento en lontananza, hacía prácticamente imposible que llegase a haber un momento de tensión, ya que nunca de auténtico peligro, en la maniobra realizada.
¿Quiere esto decir que podemos decidir por nuestra propia cuenta cuando podemos adelantar, ignorando la señalización horizontal y vertical? Por supuesto que no; pero ya que estamos metidos en el tema de la maniobra del adelantamiento, vamos a profundizar un poco en ella. Remontémonos unas décadas atrás, cuando había poca y mala señalización vertical, y la horizontal brillaba casi totalmente por su ausencia. ¿Cómo se adelantaba entonces? Pues de la única forma posible: aplicando un cálculo en el que entraban la velocidad del adelantado, la capacidad de aceleración del adelantador, la visibilidad disponible, y quizás también –aunque ya hemos dicho que esto es arriesgado- sopesando la densidad de tráfico de dicha vía. Y es que para esta maniobra, en vía convencional, sólo se puede legislar de dos maneras: o confiando en el acertado cálculo de los protagonistas, o poniendo paneles de prohibición y línea continua.
Recuerdo que, en las décadas 60 y 70 del pasado siglo, la carretera de la Costa Brava catalana que iba de Lloret de Mar a San Feliù de Guixols y S’Agaró pasando por Tossa de Mar no disponía, en sus aproximadamente 40 km de recorrido, más que de una línea discontinua para marcar el eje del trazado. Porque era o esto, o línea continua durante 40 km, dado lo tortuoso y revirado del trazado. Y también era evidente que, con un Porsche 911 Turbo podías realizar adelantamientos sin demasiados problemas ni peligro; mientras que con un Citroën 2 CV, aunque en promedio fueses un poco más rápido que otro coche, no podías adelantarle nunca, por falta de aceleración, porque ir más rápido en curva no servía para nada en absoluto.
Del mismo modo, durante las dos últimas décadas, estamos observando que sistemáticamente se está machacando línea continua encima de tramos que eran de línea discontinua. Desconozco si ello ha servido para rebajar la tasa de siniestralidad (tal vez sí, o tal vez no); pero lo que sí se ha conseguido, y esto es evidente, es restarle fluidez al tráfico. Y lo que también sé es que un tráfico poco fluido, pero sin llegar a atascado, es el que reúne más condiciones para ser peligroso. Porque el conductor que ve que le han prohibido adelantar donde con su coche podría haberlo hecho con absoluta seguridad, lo intentará a la próxima ocasión, aunque la situación no sea entonces la más favorable. Habida cuenta de que la geometría, la dinámica y la cinemática no han cambiado desde los tiempos de los Siete Sabios de Grecia, la única conclusión es que, o bien antes no les importaba que nos matásemos, o ahora nos están tomando el pelo.
En ocasiones se intentaron soluciones muy razonables, pero acabaron siendo arrumbadas por falta de fe del propio legislador y de quienes debían ponerlas en práctica. Una de ellas fue la de la lucecita verde junto a los pilotos traseros de los camiones. Los ya un poco veteranos, entre los seguidores de este blog, sin duda recordarán aquella época. Se trataba de que un camión -habitualmente algo más lento en carretera que un turismo o una moto – disponía de una luz verde en la zona izquierda de sus grupos ópticos traseros; luz que su conductor encendía para comunicar al vehículo que le alcanzaba de que se había percatado de su presencia, y de que le facilitaría el adelantamiento en cuanto fuese posible, accionando entonces el intermitente derecho en cuanto apareciese dicha oportunidad.
¿Y qué pasó? Pues que nunca hubo una campaña de la DGT para explicar debidamente el juego de las dos luces: primero la verde izquierda y, en el momento adecuado, la ámbar derecha. Y muchos usuarios de turismos, tomando como referencia el juego de luces de los semáforos, interpretaban que la luz verde equivalía a darles paso, y se zampaban de narices contra un panel de prohibición o, lo que es peor, contra un vehículo al que no veían hasta estar emparejados con el camión al que adelantaban. No tengo ni idea de cuantos accidentes se produjeron por esta causa; pero sustos, sin duda muchísimos, y de los gordos.
Pero el legislador se creía –y si le conviene sigue creyendo- que con publicar algo en el Boletín Oficial del Estado, toda la ciudadanía ya debía darse por enterada; y no es así. A la inversa, las campañas de Seguridad Vial a base de muertos y accidentes protagonizan, de forma repetitiva, el concepto de Prevención. Cuando en realidad han sido la mejora de las infraestructuras, la de seguridad activa y pasiva de los vehículos, la mayor vigilancia y represión (léase multas y retirada de carnet) lo que ha ido haciendo disminuir la siniestralidad; porque Educación Vial, más bien poca. Pero para la luz verde nunca hubo campañas de TV, ni de radio, ni en la prensa, ni paneles que fijasen el concepto de que luz verde significaba “ya te he visto”, e intermitente derecho “ahora puedes adelantar”. Y la gente lo interpretaba como un semáforo, y pasó lo que pasó; y al poco hubo que retirar lo de la lucecita verde, porque no ganábamos para sustos.
Quisiera dar por supuesto (y quizás sea mucho suponer) que para la señalización de cada curva dentro de cada tramo de carretera se utiliza un algoritmo cinemático en el que se parta de la velocidad media operativa en el tramo y de la visibilidad disponible, y que no se ponga línea continua o discontinua “a ojo de buen cubero”. No obstante, lo ya señalado respecto a lo de machacar línea continua sobre la anterior discontinua ya indica que los criterios no son muy científicos que digamos.
Por otra parte, el concepto de velocidad media operativa es una abstracción de lo más etérea: no tengo ni idea de si es para el global de vehículos que utilizan esa vía, desde ciclomotores hasta camiones articulados, o específicamente para la capacidad de adelantamiento de motocicletas y turismos. Pero incluso aquí hay enormes discrepancias en capacidad de aceleración, que es algo que cuenta mucho más que la velocidad media operativa de crucero; la cual, como mucho, nos podría dar una idea, muy poco aproximativa, de la velocidad que traiga de frente otro vehículo.
En cualquier caso hay que aceptar que la maniobra de adelantamiento en carretera convencional es la más compleja, y con más variables a considerar, de todas las que constituyen la actividad de conducir un vehículo a motor. Negociar una curva –al margen de la orientación que nos pueda dar un panel de velocidad máxima- no depende (y ya es bastante) más que de la planimetría más o menos favorable o traidora del trazado, de la velocidad a la que entremos y de las cualidades de comportamiento rutero de nuestro vehículo. Y por supuesto, de la capacitación técnica de manejo del conductor; pero todo ello depende exclusivamente del conductor, que es el que dicta (salvo que vaya distraído) la velocidad de entrada en curva, que es la base de partida y condicionante de todo lo que ocurra a continuación.
Pero al adelantar tenemos condicionantes fijos y controlables por el conductor, como el trazado de la vía, la visibilidad disponible y la capacidad de aceleración de nuestro vehículo (si es bien manejado); pero hay otros que caen fuera de nuestro control. Tales como la reacción del conductor adelantado (los hay que aceleran para impedir el adelantamiento, falseando nuestros cálculos), la aparición en una lontananza más o menos próxima de otro vehículo, la velocidad a la que viene, e incluso la actitud de su conductor, que lo mismo puede aliviar un poco su velocidad para facilitar la maniobra, como dar ráfagas y ponerse bien al centro de la calzada para intimidar y buscar que abortemos el adelantamiento.
No obstante, la mayor dispersión entre los factores a tener en cuenta es el de la capacidad de aceleración del coche que adelanta; y si nos ponemos en plan puntilloso, también la del coche adelantado. Porque podría llevar al volante a un conductor víctima de algún trastorno psicótico, de los que pisan a fondo cuando ven que les van a adelantar. Antes he citado el caso extremo de dos coches bien conocidos que pueden representar el máximo y el mínimo de las capacidades de aceleración entre los turismos, al menos entre los que hemos ido viendo de forma más o menos habitual durante más de cuatro décadas: un Citroën 2 CV y un Porsche 911 Turbo. Los ha habido (no sé si ya los hay) más “muermos” que el 2 CV, y en el otro extremo, más vivaces (aunque por poco) que el 991-T. Pero tanto unos como otros, mucho menos frecuentes de encontrar; y el Porsche ya lo es poco.
Ahora los utilizaremos para un adelantamiento entre ellos, y no como en el ejemplo anterior, que era en tráfico normal. El adelantamiento se va a realizar con línea discontinua, no como el que ha dado lugar a esta entrada. Es evidente que, incluso aunque el 2 CV fuese un AZ-AM-6 viajando a su tope de 90 km/h, el 911-T le adelantaría con extrema facilidad. Y eso saliendo de detrás suyo, tras haberse quedado a 90 km/h porque se estaban cruzando con otro vehículo, o salían de una línea continua.
Pues bien, saliendo con su morro desde ocho metros más atrás de la zaga del 2 CV, y no volviendo a la derecha hasta haber dejado de nuevo dicho hueco (el doble de la longitud del coche adelantado, como marca el Código), el Porsche, con una aceleración de 0,8 “g” (550 CV para unos 1.400 kilos) realiza la maniobra en 2,5 segundos, habiendo recorrido 87,5 metros, por los 62,5 del 2 CV (la diferencia es lo que supone pasar de estar detrás a estar delante). Vamos, que en menos de tres segundos y cien metros, para dejar un margen holgado, la maniobra está resuelta. Y eso con el 2 CV viajando a todo lo que da de sí.
Veamos ahora qué ocurre al revés; de entrada, si el 911-T va viajando simplemente a los 90 km/h legales en nuestras vías convencionales, el 2 CV no podría adelantarle nunca (ni tendría motivo para hacerlo) puesto que ya iría a su tope de velocidad. Pero pongamos que el Porsche viaje a 80 km/h (¡qué menos!), y que el 2 CV, viniendo ya lanzado desde lejos, le alcanza yendo a 90 km/h. Para ganarle esos 25 metros necesarios para pasar de ir detrás a ir delante, invertirá exactamente nueve segundos con esa diferencia de velocidad de 10 km/h; en los cuales recorrerá por el carril contrario de la calzada nada menos que 225 metros (2,5 veces que el 911-T para adelantarle a él). Casi un cuarto de kilómetro para pasar, y eso llegando lanzado a tope; porque si tiene que arrancar a 80 km/h, tras haberse quedado durante unos momentos tras del Porsche, mejor ni pensarlo.
Entre estos dos ejemplos, combinando dos coches-límite, caben infinitas variantes de combinaciones. Por ello, lo razonable es confiar, o al menos conformarse, con lo que han calculado los responsables de la señalización de ese tramo. Así que no se tomen muy en serio todas estas elucubraciones, y espero que nadie piense que estoy abogando porque cada cual adelante en función de lo que le parezca; incluso aunque tenga que reprimirse mucho si conduce un Porsche 911 Turbo o algo similar. Todo esto no tiene más motivación que celebrar la curiosa conjunción de dos conductores profesionales en una carretera solitaria, para realizar una maniobra formalmente ilegal, pero desde luego, totalmente segura. Se trató, simplemente, de que hubo una conexión casi telepática entre ambos, como si hubiésemos llevado interfonos para comunicarnos.
Manda güebos, que diría Trillo.
Resumiendo, si tienes un 911 Turbo o eres D. A.deA. que «dicho coche era conducido con soltura, trazando dentro del carril, yendo rápido pero sin alardes velocísticos» puedes adelantar donde te salga de ahí.
Que país…..
Esperando a vicente gómez para que venga a defender que el fin justifica los medios para el autor del artículo.
O la hipotética segunda parte donde comente lo absurdo que es estar detenido en un semáforo en rojo a las 3h de la mañana un miércoles de agosto en un cruce con excelente visibilidad y que se saltó con ¨grand agilidad, presteza de reflejos y ejecución de movimientos impecables¨.
Ninguno somos santos y alguna que otra pirula habremos cometido, pero no abrimos un post para explicarlo, ni menos para justificarlo.
Ansioso por leer el comentario de Slayer, que seguro dará juego su entrada.
Ráfagas, GTO.
Peligroso, creo fruto de la inhibición y el exceso de confianza.
Podría referirme a un joven de 20 años que después de dos conduciendo cree que ya no le queda nada por aprender. En este caso a la inhibición le llaman pasotismo.
Pero, resulta que este comportamiento, muchas veces reaparece a ciertas edades y resulta igual de peligroso.
Solo hay que ver las estadísticas de accidentes y la relación con la edad.
Abrir esta caja, no tiene sentido. Se podrían reinterpretar semáforos, stops, zonas prohibidas de aparcamiento, el sentido de circulación de algunas calles …
Peligroso
La DGT está multando a quienes alardean en Youtube de temeridades al volante.
Harán lo mismo con D. A. de A.?
Yo, en el comentario #4
me refería tanto o más al hecho de haber escrito esta entrada/artículo que al suceso que relata, a pesar de su posterior justificación y conclusión.
Espero y deseo que siga sus pruebas y sus análisis, pero en este caso creo que no ha habido acierto.
Un saludo
En Euskadi, el departamento del Gobierno Vasco que gestiona las carreteras, a decidido que la mejor forma de evitar los accidentes de tráfico es ir eliminando paulatinamente las líneas discontinuas de la carretera.
Hace ya unos años y de forma sistemática, cada vez que toca asfaltar un tramo y volver a pintar las rayas estás se convierten en continuas. Hay trayectos de 20km en la N634 que ya no se puede adelantar cuando antes había más de 10 tramos donde se podía. En el Puerto de Kampazar la velocidad se ha limitado a 60km/h y sólo queda un tramo para adelantar cuando antes había 6.
Sé que argumentan que así bajan los accidentes, pero llevándolo al absurdo, si todos tuviéramos que empujar el coche a menos de 20km/h seguro que los accidentes se acabarían.
Lección de ortografía del día:
«detrás suyo», «detrás mío», «detrás nuestro»
no se dice así, sino:
«detrás de mi», «detrás de mi», «detrás de nosotros»
los pronombres posesivos, esos grandes desconocidos…
El objetivo último de la leyes sociales no es su cumplimiento ciego por parte de todos, sino su capacidad para resolver los conflictos que la vida nos plantea en su natural transcurso, cuando interactuamos con nuestros conciudadanos, de modo que podamos soslayar y superar dichas problemáticas de la forma más pacífica y menos grave o lesiva para todas las partes involucradas.
La cuestión que hoy nos plantea AdeA, desde mi punto de vista, radica en si las autoridades, en un alarde de paternalismo o maternalismo desmesurado, pueden o deben arrogarse la facultad de prohibir adelantar en cualquier tramo de carretera, sin necesidad de justificarlo con la correspondiente señal de peligro adjunta (curva sin visibilidad, cambio de rasante, cruce con otra carretera o camino, niebla, animales salvajes,…).
Resulta paradójico que en cada vez más tramos con visibilidad más que suficiente en condiciones normales, en los que en principio se podría adelantar con seguridad siguiendo escrupulosamente los criterios generales que el propio código de circulación arguye para toda la casuística existente, exista una señal horizontal o vertical que prohiba adelantar a otros vehículos de tracción mecánica con 4 o más ruedas, por «razónes» ajenas al citado código, como presuponer que no todos los conductores son capaces de aplicar con seguridad esos criterios.
Aprendí a conducir por carreteras comarcales sin apenas señalización vertical (algún que otro stop o ceda el paso y poco más) ni horizontal (las carreteras eran tan estrechas que había que circular siempre por el centro de la calzada, y pisar campo y reducir la velocidad para: cruzarse con otro vehículo de frente; facilitar el adelantamiento; afrontar curvas sin visibilidad o cambios de rasante;…). No había líneas continuas ni discontinuas, ni pasos de peatones, ni semáforos, ni quitamiedos, ni señales de limitación de velocidad… y casi todos tratábamos de cumplir con las normas generales de circulación para no sufrir un accidente, sin necesidad de que «papá-mamá estado» nos las tuviera que recordar constantemente.
Con la anchura de las actuales carreteras, y el creciente potencial de los vehículos, si todos los conductores conociéremos y aplicásemos los criterios generales de adelantamiento del código de circulación actual, apenas debería haber accidentes por este motivo, y no habría necesidad de extender la prohibición a cada vez más tramos aparentemente seguros.
Sin embargo, la realidad es tozuda, y cada vez hay más «conductores» que no les gusta conducir, pero necesitan hacerlo, aunque sean incapaces de analizar toda la casuística que se les plantea durante la conducción, y reaccionar en consecuencia de forma segura y previsible. Para disuadir a estos conductores dubitativos y poco atentos para que no adelanten en estos tramos aparentemente seguros, creo que bastaría con señalizarlos con un «se recomienda no adelantar», y dejar que el resto podamos hacerlo.
Resulta ridículo ver » procesiones» de vehículos circulando entre 20-40 km/h con un tractor, o cualquier otro vehículo de tracción mecánica de 4 o más ruedas, a velocidad anormalmente baja, al frente de la misma, por carreteras anchísimas, con arcenes igualmente amplios, pero con líneas continuas en tramos con suficiente visibilidad, pero sin señalizar explícitamente el motivo de dicha prohibición.
Saludos
Pues, aunque sea un camino más largo, se actúa para incidir en el cambio de las señalizaciones o incluso de alguna norma.
Pero mal camino el de justificar porqué algunos en determinadas circunstancias pueden saltarse las normas.
D. A. Vicente A. Gómez, que sí, que sí… Que Ud/Uds son los putos amos y las limitaciones son para los pringaos, pero por suerte o por desgracia, en las democracias, se legisla para TODOS.
Aunque tengan un 911 Turbo…
Me recuerda a D. Erre que Erre. Que película…
Que país…
#3, GTO
No, no voy a decir nada. Simplemente porque el post no me interesa, la verdad, y no lo he leido. He saltado directamente a los comentarios para leer cosas interesantes. Siento decepcionarle.
Si, el de Vicente tambien me lo he saltado.
Si ambientan el relato en la barra de un bar e imaginan al señor adea gesticulando mucho rodeado de parroquianos la entrada gana mucho:
«… Y entonces amartillada la segunda, inicie la audaz maniobra que…»
Perdón,
En el comentario #4 donde figura «inhibición» es «DesInhibición».
Hay cosas que es mejor no hacer, y si se hacen mucho mejor no decirlas. Y si se hacen que sea por un un buen motivo urgente e importante como por ejemplo una emergencia médica o quitarnos de delante a alguien que nos crea peligro.
Pero sólo por no aguantar unos minutos hasta tener línea continua no tiene ningún sentido, es un posible peligro y sobre todo si ese peligro aparece ala que lo hace se crea un problema muy serio. Y si quien lo hace tiene un gran conocimiento y experiencia pues mucho menos
Estas cosas ni con 20 años.
Y ciertamente si alguien lee esto le podría causar algún problema al que lo escribe.
Por cierto, hay varios comentaristas que parecen ser la misma persona o al menos escriben prácticamente igual.
Este post es para crear polémica y darle vidilla al chat?
Preferiría que no se hubiera escrito ni pensado
De los troll, como siempre, mejor ignorarlos
Mantengo mi hipótesis de las cuatro últimas veces que he comentado en este blog. Cada vez que los comentarios flojean, el autor «se saca la chorra» virtualmente, nos habla de sus ruedas de 20 años, sus fantasmadas varias y, hale, a comentar todos.
Espero que, al menos, él se divierta cuando lo hace.
Saludos
Buenas tardes, Don Arturo
Desde la plataforma No+autónomos nos mostramos orgullosos de haberle dado a vd la presidencia honoraria de una plataforma tan grande como la nuestra.
Que alguien sea capaz de contarnos, en tan solo 1202 palabras, que se encontró un camión en la carretera y le dejó pasar, no hace mas que demostrar que lo que vd tiene es una CAPACIDAD DE SÍNTESIS enorme. Por estas cosas es por las que le elegimos Presidente oficial de nuestra (y suya) Plataforma contra los autónomos
Entrada interesante, como es habitual, ante una situación de conducción que se puede dar en ocasiones.
Coincido plenamente con la interpretación de la situación del autor del blog y su decisión, así como con la del comentario 9, Vicente Gómez.
Y en especial con lo apuntado por éste último en el primer párrafo de su comentario.
Saludos
18 Birutasf1 Creo que mi pareja se ha despertado con las carcajadas que me ha provocado su comentario. Gracias, sinceras.
En fin,
La mayor parte de Vds. ¿por donde conducen?.
Creo que es la 1ª vez que estoy al 100% de acuerdo tanto con D. AdeA como con Vicente.
Para mí, la maniobra de D. Arturo es la mas correcta para crear una caravana sin necesidad. Eso si hay que hacerla donde se puede y lo mas rápido posible.
¡Ah!, se me olvidaba, en las autoescuelas de este país no enseñan a adelantar ni a acelerar aprovechando el cambio, ni a reducir, ni a frenar correctamente ni a………
Creo que hasta en algún lugar del reglamento se contempla la posibilidad de adelantar a vehículos que circulen a una velocidad excesivamente reducida si las condiciones de la vía lo permiten.
Vds. que critican, ¿nunca han adelantado un pelotón ciclista en un lugar con visibilidad cuando circulan a 40 km/h?
Perdón «no crear una caravana»!
Primero: Hasta donde yo se, es legal pisar la línea continua para adelantar a ciclistas cuando las circunstancias lo permitan.
Segundo: Ciclistas a 40 km/h? será cuesta abajo, o no se dio cuenta y adelanto al pelotón de la vuelta a España.
Tercero: Una cosa es adelantar a un tractor agrícola o similar y otra adelantar a y trailer, y encima no una plataforma sino una cuba. No me compare, a visibilidad detrás es una mierda.
Cuarta: Lo que daría por ver la cara del Benemérito cuando le explique, Sr. agente, adelanto en linea continua para no hacer caravana. Verá que premio le dan al cómico del día.
Quinto y último: Que tendrá que ver lo de las autoescuelas con esto, porque una cosa que sí enseñan es que en línea continua no se adelanta.
Arrevoire dijo Voltaire.
@23 Juan Gabriel,
Ciclistas a 40km/h y a 50 o más según tramos.
En plano y tirando un poco un grupo cicloturista puede ir perfectamente a 45 durante mas de 1/2 hora.
¿Debo mantenerme detrás de un camión que circula a 40 km/h en una vía limitada a 100, e ir montando una caravana?
Pues oiga, si hay visibilidad, (y para ello lo mejor es no intentar el adelantamiento estando pegado al culo del camión sino haciendo el adelantamiento desde lejos y llegando al camión mas rápido que la velocidad a que circula), y como además en el caso indicado por D. Arturo, el camión me indica con el intermitente derecho que es posible hacer el adelantamiento con seguridad ,(Título II sección 4ª, Artículo 86 del reglamento), pues yo adelantaría. ¿Me pueden multar?, por supuesto. Pero no confundamos que sea sancionable conque sea peligroso.
Creo que se está abusando de pintar líneas continuas.
Y por favor, no hablamos de ir haciendo el cafre.
Que le voy a decir, no todos tenemos una autovía para ir a nuestros centros de trabajo / ocio.
En la Autoescuela en España enseñan lo que es una línea continua. Yo en la autoescuela aprendí 0 sobre conducción
En Francia enseñan a ir al límite legal (por arriba), y en Finlandia a hacer la «maniobra del Alce». O sea lo mismo.
A disfrutar de la Semana Santa.
«Maniobra ilegal, pero inteligente» Discrepo, lo inteligente es perder unos minutos y no arriesgarse a perder 400€ y 4 puntos del carnet.
Dicho lo cual, tampoco me parece una maniobra como para rasgarse las vestiduras, transito a diario por una carretera en la que está permitido el adelantamiento en un rasante sin visibilidad y en diversos puntos donde hay cruces y casas pegadas al arcén, y por sitios de esa misma carretera donde han pintado una continua cuando es el lugar menos peligroso para adelantar. Así que no me suscita menos confianza el criterio de quien manda pintar las líneas que el de un conductor razonablemente experimentado.
Ahora, espero que si a Arturo le pillan con el carrito de los helados acepte la multa con resignación y humildad, porque es hacer algo ilegal se mire como se mire.
Lo que no me parece normal es la conducta del camionero, complicarse la vida así sin saber si el adelantante es competente o va a llegar a la curva en paralelo… No, Arturo, no hay manera de saber desde un camión si el conductor del coche es bueno aunque si la haya de saber que es malo.
Carreteras de esas en las que la línea discontinua marca el centro de la calzada todavía queda alguna por ahí, no me parece peor solución que pintar las líneas al azar aunque en general exigen llevar buen coche y conocer la carretera muy bien para poder adelantar con seguridad.
Y de esto, del coche rápido con el que adelantar, se habla mucho y yo creo que circulando a velocidades normales con un coche de 8 o 9kg/cv hay de sobra. Vamos, de sobra para adelantar al tráfico normal; si lo que pretendemos es adelantar a un coche que ya va rápido en un trazado rápido quizás se agradezca mucha mas potencia, pero también hay que tener en cuenta que entonces remataremos el adelantamiento a velocidades tanto o mas sancionables que adelantar en línea continua.
Alex, la legalidad vigente permite adelantar invadiendo el sentido contrario en continua solamente a vehículos detenidos, peatones, ciclistas, vehículos de tracción animal, ciclomotores y microcoches. Está prohibido adelantar tractores y otra maquinaria como excavadoras. Vamos, que la próxima vez que se encuentre con un Pascualín (si no saben lo que es Google imagenes es su amigo) y lo adelante piense que la sanción va a ser la misma que si adelanta en curva ciega a otro coche con el que va picado. Sin embargo si se encuentra un Aixam de los que andan a 60 puede adelantarlo en cuanto tenga espacio para ello. Curioso esto de las normas.
Yo les preguntaría a los legales qué hacen (o harían) en caso de encontrarse un tractor agrícola (pero de los grandes, no de los que caben en el arcén) con un remolque de esos de 10t, que ocupa todo el carril, mide unos cuántos metros de largo y circula legalmente a 25 Km/h por un tramo infinito de línea continua, como el de 30Km de la N-232.
Si quieren ayuda para responder les puedo decir que es lo que hacen unos señores vestidos de verde en esa situación…
uno. Yo lo adelantaría si puede hacerse con seguridad (tanto física como económica) pero no lo contaría en un medio público ni, mucho menos, lo grabaría y subiría a una red.
Si es absolutamente legal adelantar ciclistas pisando la raya continua cuando no hay peligro… ¿Por qué no va a ser legal adelantar a cualquier otro vehículo que circula a una velocidad parecida a la de las bicicletas. No digo yo que sea como para contarlo en un blog, pero ¿que razones hay para que una maniobra sea legal y la otra no?
@28 Joaquín,
Supongo que la diferencia es la visibilidad, ya que «a través» de los ciclistas se suele ver perfectamente.
#uno# Estoy totalmente de acuerdo con ud. Y a propósito de los verdes y demás uniformados: Como ciudadano estoy hasta el moño de ver a dichos uniformados volviendo a la base tras la jornada de trabajo, sin luces ni sirenas que indiquen urgencia, y saltándose alegremente todos los límites de velocidad.
Y el conductor de a pie, jugándose los puntos si hace como ellos. Vergonzoso !
Me alegra comprobar que don Arturo sigue disfrutando de la conducción como si fuera un crío despuès de tantos años y tantos kilómetros. El relato tan vívido del adelantamiento -«amartillada la segunda…»- parece de otros tiempos, casi antiguo, de cuando la conducción tenía algo de heroico y se narraban con entusiamo algunas maniobras acaecidas en el viaje recién terminado.
En la actualidad casi nadie vive la conducción con esa intensidad.
Dudo, sin embargo, que proceda contarlo con ese desparpago entusiasta y casi transgresor en un blog público. Entre otras cosas porque puede considerarse casi, y pese a las cautelas que don Arturo de cuida en introducir, una apologia del delito o, al menos, de la infracción.
Con todo, creo que plantea algunas cuestiones inteesantes.
Primero, la obsesión de las autoridades por incrementar la seguridad -en todos los aspectos de la vida, también en la movilidad- incrementando las restricciones: velocidad, adelantamiento,… Que paradójicamente pueden llevar a situaciones de riesgo: no tiene sentido restringir adelantamientos durante kilómetros y kilómetros habiendo puntos donde es posible hacerlos. No es fácil sobrellevar esos kilómetros tras un camión lento o un tractor rápido. Y basta que crezca un poco la acumulación de vehículos para que la el peligro se multiplique. Parece que establecer puntos donde el rebase sea posible es algo de sentido común. Y si no gusta la discontínua, puede servir un tercer carril al modo francés.
Por cierto, a veces es al contrario, y se permite adelantar en puntos donde uno nunca lo haría.
Ignoro los criterios para pintar en contínuo o discontínuo.
Segundo, se plantea el comportamiento en caso de no existir señalización, al modo que ocurría en los años 50 y 60 en muchas carreteras. De aquella se usaba en sentido común, pero parece que no con la abundancia requerida. Las víctimas de aquella eran más que ahora con un parque que era 1/30 del actual. Y no sólo porque los coches fueran menos seguros, al modo de aquellos Azam 6. Parece que la señalización ayuda a reducir el victimario. Y que de aquella no la hubiera no implica que ahora debamos actuar como si no la hubiera.
Tercero, y derivado de la segunda, si antes se nos decía que la línea contínua era «un muro» (eso me enseñaron en la autoescuela, allá por el 87) parece que la eclosión de la bicicleta en carreteras no preparadas para ellas ha flexibilizado esa norma. Es cierto que las bicis ocupan poco sitio -o deberían ocuparlo- y que, incluso manteniendo el metro y medio de distancia, es posible el rebasamiento utilizando en parte nuestro carril, con lo que el peligro no lo es tanto. Las bicis además son, además de estrechas -incluso siendo dos- cortas, si bien no es infrecuente encontrarse con cardúmenes de ellos que alargan considerablemente la maniobra. Y además, no siempre van despacio. Ojo. Algo parecido pasa con los tractores, para los que la línea contínua también es muro. Suelen apartarse y utilizar el arcén cuando lo hay: pero son vehìculos cortos que circulan despacio. Con todo, a veces llevan remolque o circulan, en el caso de los mas modernos, a velocidades considerables. de combinarse ambas variables, no sería muy distinto de un camión.
En fin, que la cosa no está tan clara, al menos con camiones cortos y lentos que facilitan la maniobra. Sin duda adelantarlos como lo hizo don Arturo es una clara y grave infracción, incluso podriamos decir que hizo una maniobra peligrosa. Pero abierta la espita de la flexibilidad y las excepciones ¿tan diferente es un cardumen cliclista a 50 kilómetros por hora o un tractor con remolque a la misma velocidad de un camión de pequeño tamaño -que no es el caso del de Adea-que pone intermitente, se echa a un lado e incluso reduce algo la velocidad para dejarnos pasar (suponiendo que no sea aquel diablo sobre ruedas de Spielberg)?
Lo importante para mi es si la generosa cabellera se le movió con el vortice ventoso generado por los 120cvs. diesel en pleno amartillamiento? XD
En fin, discusiones del «Primer» mundo
@25 Valmho
Cuando aparque el camión pruebe en Google sube na bertolina paramo pictures
Bicos!
Las normas están para que las cumplan los idiotas, y las interpreten los inteligentes.
Yo es que al margen de volver a pensar en el diablo sobre ruedas y en volver a escojonarme con #18, solo pienso que cuando AdeA nos escriba su vision del accidente de Uber, con datos super-contrastados y con su experta opinion, esto va a ser la rision mas absoluta.
O cuando nos hable del «fantastico» informe de INTRAS. Eso si que va a ser porno duro.
menuda chorrada de 1200 palabras. ¿le exigen una entrada por semana y para ésta no tenía coche?
cada vez que veo una entrada offtopic en este blog, ya sean paridas como ésta o la enésima crítica al coche autónomo o al infotainment, pienso que podría emplear ese esfuerzo en mantener una tabla de tiempos de todas sus pruebas en wikipedia. pero claro, eso no se lo pagarían, y la apasionante vivencia de adelantar un camión supongo que sí.
pd: la última vez que un camión me puso el intermitente para que oe adelantase, apareció un coche de cara a los 3 segundos. suerte que no me fié.
Por partes:
– El rápido entendimiento y reconocimiento entre dos profesionales de la carretera seguramente fue muy bonito. Me alegro.
– Yo, los gestos de conductores o ciclistas para que los adelante los tomo como un indicio, pero me fío lo justito. Hasta que no lo vea claro, no salgo. Que hay por el mundo más graciosetes que vidas tengo yo.
– La maniobra descrita en el relato no está permitida. Yo no la habría hecho por miedo a las sanciones.
– Con tanta autovía como hay hoy en día, pienso que el nivel de conducción medio ha bajado bastante. En carretera convencional, mucha gente se amolda a ir detrás de un vehículo lento y santas pascuas, haya continua o discontinua. Pero eso debería ser una elección personal. No me gusta la política de las autoridades de cortar por lo sano con la opción más sencilla y pintar continuas para reducir las situaciones de riesgo de los adelantamientos. Soy partidario de invertir en la formación de los conductores como base fundamental para reducir la siniestralidad.
– De toda la explicación de adelantar a ciclistas, muchos conductores solo se quedan con la copla de que pueden pisar la continua. Y lo hacen. Y ya si eso, pues a lo mejor piensan si ponen en riesgo a los que vengan de frente y tal (nótese el tono irónico)
Saludos.
Muy buenas a todos.
Me resulta muy bueno este comentario. Dado que se conduce cada vez peor, Se abusa de ir chupando rueda, y la señalización CADA VEZ ES MAS INFORMATIVA.
Pues me parece muy bien comentar la maniobra.
Desde siempre, la señalización ha sido para mi MERAMENTE INFORMATIVA.
JUZGO LO QUE VEO CON MIS OJOS. Y MIS DECISIONES LAS TOMO YO. Los margenes de maniobra y seguridad los DECIDO YO.
No va a venir a estas alturas de mi vida un tonto al uso a decirme como tengo que ir por un tramo de carretera.
SI SIEMPRE HAN SIDO INFORMATIVAS, INCLUSO CUANDO EMPEZABA A CONDUCIR Y SE SEÑALIZABA BASTANTE BIEN.
No van a ser menos informativas ahora, que se señaliza de cualquier forma. NO SIEMPRE CON MARGEN DE SEGURIDAD GENEROSO, INCLUSO HAY CASOS QUE ES AL REVÉS.
Continúa
Dicho lo anterior. Añadir que las señalizaciones deben ponerse para circustancias admosféricas desfavorables y también momentos de tráfico que pueden resultar peligrosos.
Tanto las horizontales y las verticales fijas. Habiendo tramos que pueden resultar muy cambiantes, del dia de sol a la noche con lluvia o niebla, con mas trafico o menos.
SE ENTIENDE QUE LA SEÑALIZACIÓN ES VÁLIDA PARA CUALQUIER CIRCUSTANCIA. Luego, el tipo de maniobras pueden ser muy diferentes.
Estaremos de acuerdo que son muchas las variables que lo pueden hacen muy cambiante.
Por ejemplo, en carreteras que no conozco, en rectas, siempre he ido con cuidado de los pequeños cambios de rasante. De donde muchas veces »surjen» vehículos inesperados de frente. Mucho ojito si te pones a adelantar si ves el carril contrario al 100% o no.
Incluso sin adelantar, lo que te puedes encontrar.
Siempre he conducido de acuerdo a lo que veo, lo que no veo me puedo encontrar cualquier cosa.
En ese supuesto tramo puede haber la señalización que haya. Me puede informar o desinformar.
Me puede valer si estoy dispuesto a pagar multas o no y del margen de seguridad que lleve y las ganas que lleve conduciendo en ese momento.
Me estoy acordando por ejemplo del Puerto de Pajares.
Este puerto lo conocí con linea discontínua todo el puerto.
Lógico, circustancias tremendamente cambiantes, subir, bajar, camión, moto, niebla, nieve, etc.
Casi siempre baste bien cuidada su señalización.
Ahora lo han llenado de líneas continuas. Hasta el punto que uno de los sitios donde mejor se puede adelantar tiene continua.
Es un tramo con una curva de izquierdas bastante metida, y a continuación una de derechas.
Si comienzas el adelantamiento y te pones en el carril izquierdo antes de llegar a la curva ves mucho tramo, pero te tragas toda la continua.
En parte lógico, porque si comienzas el adelantamiento ya un poco metido no ves de carril izquierdo casi nada.
Motivo por el nunca se pusieron continuas, siempre fue a criterio. Como no debería de ser de otra manera.
Comentar que Pajares se baja por la ladera izquierda de la montaña, ya que las curvas de izquierda están metidas para dentro. Al revés, volarían para el valle.
Para los que no conozcan el puerto.
Una queja para la DGT, es que les trae al pairo las dintancias a las que van los vehículos especialmente en caravanas.
No hay cosa mas tonta, que ir digamos despacio, incluso chupando rueda descaradamente, e ir anormalmente a una distancia corta o muy corta.
LASTIMA, AQUI LOS RADARES NO SIRVEN. Lo digo con ta la ironía.
Me resulta IDECENTE QUE SE CONSIENTA DESCARADAMENTE. Así como entrar a saco en las autopistas y autovías. SOLO FALTABA QUE QUIEN VA POR UNA AUTOVIA tuviera que ceder el paso al que entra.
EN ASTURIAS DEBERÍAN DE PONER LOS CEDAS AL PASO AL REVES, Y NOS LLEVARIAMOS TODOS MUCHOS MENOS SUSTOS.
Hacía que no entraba eh. Los comentarios de la nieve fueron muy interesantes. ESO NOS DICE DE SOBRA QUE CON APARATITOS NO SE CONDUCE MEJOR.
Saludos
Slayer.
Ten por seguro que no te dejaría mi M, un dia de orbayo por Asturias si tenemos que hacer varios puertos.
jejejeje
Un saludo, sabio
#34 Alex., no sabía que ese artefacto se llamana así, mola aprenderlo de un modo tan gallegamente divertido. Gracias por la pista!
Menuda soberana estupidez de post, redicho y recreándose en la nada.
Si no es fruto de una apuesta, espero en la próxima revisión médica estas mismas conexiones telepáticas con el resto de conductores impidan que el Sr. AdA renueve su carnet.
Menudo loco al volante … menudo desquiciado recreándose en la historia, que seguramente sólo existió en su imaginación.
Sr. de Andrés, no escribo habitualmente aquí pero la noticia del atropello mortal cometido por un coche autónomo de la empresa «UBER» en los Estados Unidos me ha causado un cierto desasosiego.
Me gustaría que usted, como persona de excelente conocimiento en temas de motor y de innegable experiencia -que ha vivido la evolución del automovilismo en sus propias carnes durante los últimos cincuenta años -, me diera su opinión al respecto, puesto que parece que lo del coche autónomo es imparable y no me quedo muy tranquilo.
Gracias por adelantado y reciba un cordial saludo.
Un día tome una decisión que no ponía en peligro a absolutamente a nadie ni aunque los astros se alineasen, no me puse el cinturón y me soplaron 3 puntos. Desde entonces intento cuidar mis puntos y nunca paso de 150km/h. Ante todo legalidad ;-P
Las normas están para cumplirlas, nos guste o no, aún cuando sean una imbecilidad y en algunos casos incluso pueda ser más peligroso cumplir la norma que incumplirla.
Pero, ojo, saltarse la ley en el convencimiento de que hacerlo es la decisión correcta supone una gran responsabilidad.
Lo de adelantar al camión pudo ser inteligente pero si hubiera aparecido una pareja de la Benemérita hubiera sido una risa convencerles de tal condición.
Lo que sí deberíamos hacer es denunciar (como hace sutilmente el Sr. de Andrés) estas normas y no limitarnos al discurso gregario de «quién cumple las leyes no tiene nada que temer» porque coincide, y no es casualidad, con lo que se puede escuchar en Corea del Norte, por poner un ejemplo.
Sin dejar de respetar las normas -aunque sepamos que no sirven para lo que dicen que sirven-, deberíamos cuestionar y ser muy escépticos sobre el paradigma de la seguridad vial consistente en poner cuantas más multas mejor.
El pasado viernes, circulando por carretera de doble sentido, me acordé de este post de don Arturo.
Y es que un camión cuba, lleno de leche, circulaba al ritmo que le era posible -50 en cuestas, 80 en llano- por una carretera donde la profusión de líneas constínuas alcanzaba el paroxismo por sus desesperante continuidad.
Pero, héte aquí que, cuando era posible el adelantamiento, nadie lo practicaba.
Se formó así una caravana de unos 20 coches, donde nosotros éramos los octavos, más o menos. En algún tramo discontínuo pude rebasar a algún coche, de uno en uno, por lo que, cuando llegó una recta de cerca de un kilómetro, con limitación genérica, iría el quinto o sexto.
Pues bien, cuando uno espera que los que van delante, encarando la la recta, empiecen a adelantar, ¡nadie lo hizo! El único, un menda, que superó a los cinco coches precedentes más el camión con el tiempo justo de volver a la derecha ya justo al inicio de la línea contínua.
Lo peor es que, tras recuperar la línea contínua y pasada una curva bastante abierta, se iniciaba un nuevo tramo recto en el que sólo un vehículo superó al camión.
Y me pregunto.
¿Por qué nadie adelantó? ¿Acaso nos han inculcado un miedo cerval a la carretera? ¿Estamos olvidando las técnicas de conducción? ¿Por qué tan exagerada prudencia -miedo- en la carretera y tanta imprudencia -temeridad- en otros órdenes de la vida?
Y también me pregunto ¿generan situaciones de peligro potencial aquellos que no adelantan así se hunda el mundo? ¿debería obligarse a superar a los vehículos que no alcanzan el genérico de la vía, con el fin de mantener la fluidez de la circulación? ¿Se nos están olvidando maniobras elementales como el adelantamiento, la trazada de curvas (que no se trata de ir fino, sino simplemente de trazarlas con cierta fluidez), etc.? ¿Qué forma de conducir es esta en el que la pruedencia parece sinónimo de lentitud, pero no de cierta fluidez en el manejo del coche, de señalizar las maniobras y hacerlo con cierta anticipación? ¿Por qué en Francia se sigue conduciendo tan bien, lo mismo que en UK, y en España no?
Supongo que algo tiene que ver los radares. Puedes ir a 60 y si hay una señal de 50, pues foto a casa y multa.
Sí en ese momento estás adelantando, la multa se puede incrementar.
Además hay gente que nunca adelanta, incluso en la ciudad ni cambian de carril, aunque puedan cambiar y beneficiar un tráfico fluido.
Por ese motivo a veces se crean atascos, embotellamientos y situaciones extrañas.
Ya.
Pero para algo están las señales.
Entiendo que no es cuestión de ir a 50 todo el viaje si se autorizan genéricas de 100 en la mayor parte del trayecto.
Y más con los 20 km./h. adicionales que permite del Código sobre la permitida para adelantar a aquellos que no la alcancen.
Y es que todo esto me recuerda a aquellos viajes antes de las autovías, cuando ibas a 110-120 por las Redia, adelantando a muchos que, no se sabe muy bien por qué, no superaban los 80. Y al llegar a la travesía correspondiente, respetando uno los límites a 50, veía como era adelantado, en pleno pueblo, por los prudentísimos de los 80, que los mantenían, invariables, también en zonas urbanas.
Era para tirarse de los pelos.
Un detalle que me llama la atención son aquellos que van a una velocidad constante. Van a 100 y si indica 120, siguen a 100. Si indica la señal 80, siguen a 100 y si indica 70, pues siguen a 100.
No adelantan. Van a 100.
Y otros que van a 60 y si indica 80, siguen a 60.
Y si indica 100, pues continúan a 60. Y cuando puedes tienes que jugartela en el adelantamiento.
Es curioso la forma de conducir de los que practican está actitud y comportamiento en la carretera.
Soni, ¿jugársela adelantando a uno que va a 60? ¿Pero que coche lleva Ud.?
Es una frase metafórica. Pero esa actitud y comportamiento provoca un riesgo innecesario. Y un porcentaje de ese riesgo, puede acabar en accidente.
En mi opinión, con tanta nueva línea continua en tramos en los que se podría adelantar con claridad (siempre que las condiciones lo permitieran), lo que han hecho es estropear las carreteras. Ejemplos claros son la N-240 entre Bilbao y el puerto de Barazar, o la N-232, con tramos larguísimos que se convierten en un suplicio cuando delante llevas a alguien a 20 o 30 km/h menos que el límite de la vía. Entiendo que tanta restricción es una manera simple (y no muy bien pensada, por algo que comentaré más adelante) de curarse en salud. Como en otros ámbitos de la vida, acabamos todos reducidos al nivel del peor conductor (o el que lleva el peor vehículo, en términos de peso/potencia), sin entrar en considerar la capacidad de los vehículos, de los conductores que sí saben gestionar un adelantamiento, o el tiempo extra consumido (que ya nos insisten hasta la náusea que el tiempo no importa, cosa que, como mínimo es discutible). A mí me molesta que, tras casi 30 años de conducción sin percances, como unos tres cuartos de millón de km recorridos, y de practicar adelantamientos como ya, por lo visto, la mitad de los automovilistas no saben hacer, vengan a tocarme los cojones simplemente porque hay gente sin el criterio o la honradez intelectual suficiente como para llegar a la conclusión personal de que no saben conducir en condiciones (y por lo tanto, son ellos los que no deben arriesgarse a adelantar).
A mí las limitaciones legales impuestas por las señales me imponen mucho (salvo las de velocidad en autovía, que también me dan acidez de estómago por lo absurdas: ese baile eterno de 100-80-100-80-100… en vías con una genérica de 120, y sin una mala explicación de por qué se hace eso, cuando lo que ves por la proa es prácticamente una pista de aterrizaje). Yo no hubiera adelantado a ese camión, seguramente no por convicción, pero desde luego por obligación.
Y el comentario al que hacía referencia más arriba. ¿Saben qué es más peligroso, con diferencia, que pasar a un vehículo lento (si se tiene esa posibilidad, y Tráfico no ha decidido gastar unos litros adicionales de pintura blanca absurdamente)? Quedarse atrás, junto con otra docena de vehículos. A distancias cortísimas, sin visibilidad, chupando goma, fiándolo todo a los reflejos del personal con el freno. Una máxima, por lo visto nunca escrita en ningún código de circulación, es que la conducción es tanto más segura cuanto más lejos tienes a los otros usuarios de la vía. Por esa razón, cuando en una autovía me encuentro con un apelotonamiento absurdo de gente yendo a la misma velocidad en un pañuelo, absolutamente aterrorizados ante la perspectiva de una multa (se mira más al velocímetro que a la carretera), le pego un zapatazo al acelerador y me voy a buscar espacio y aire fresco. Porque es más seguro.
Ahora vamos y se lo explicamos a los técnicos de la DGT.
A continuación, vamos con una serie de acertijos difíciles orientados para los más pequeños de la casa. Que sean acertijos específicos para niños, no significa que los acertijos sean fáciles.
En ocasiones, los niños tienen cierta facilidad para encontrar y elucubrar soluciones imaginativas. A veces los adultos nos atenemos de la capacidad de un niño para encontrar de manera eficiente la solución. Lamentablemente muchos niños asocian el aprendizaje con el aburrimiento, y esto es una manera muy peligrosa de comenzar los estudios.
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