Hola señores y señoras,
¿Cómo están ustedes?
Ayer noche mi señor padre sufrió una isquemia intestinal y hoy se encuentra en la UCI, enchufado a una máquina. Nos han dicho que no pasará de esta noche. Luego que igual sí. Luego que igual no. Luego que no saben.
Lo único seguro es que está enchufado a esa máquina, que es como una especie de Skynet que estoy seguro de que aparte de mantener vivo a mi padre podría declarar la guerra a la raza humana si quisiera. Tiene mas botones y válvulas que HAL-9000.
Después otro médico nos ha hecho unas preguntas sobre su autonomía “para ver si valía la pena intentar salvarle”. Estoy seguro que no quería decir lo que ha dicho pero también estoy seguro de que eso era exactamente lo que quería decir. Ya saben, a veces la medicina tiende a ser excesivamente pragmática que es justo lo que no debería ser. Gracias a Dios dejé mi AK47 en casa.
Por cierto, eso que decía el horóscopo del ABC de que en septiembre todo mejoraría es una puta patraña y quiero que se sepa. Si me lees, astrólogo del ABC, que sepas que algún día pasaremos cuentas. Cabrón mentiroso.
Así que esta noche a las 2 de la mañana he cogido un taxi para irme a mi pueblo a ver a mi padre y me he encontrado a uno de esos conductores que insiste en darte sus consejos aunque le expliques claramente que no tienes ningún interés en escucharlos. “Pues mi padre sufrió mucho, ¿sabe?”. Pues no, oiga, ni puta idea, y además me la sopla.
Pero uno aguanta porque le puede la educación victoriana, como esos amigos que te dicen “yo sobre esto prefiero no opinar” y a continuación se pasan dos horas y media dándote su opinión. ¿Qué vas a hacer? ¿Matarles a todos? Lamentablemente no dispongo de tanta munición.
Así que aquí me tienen, en casa, con el teléfono a mano, ya que en la UCI uno no puede quedarse con su familiar, tiene que esperar fuera. Las horas de visita son media hora, cada tres o cuatro horas. No me quejo, sé que todos/as allí están muy delicados y no hay otra manera de hacerlo, pero la idea de estar en mi casa con el teléfono perpetuamente enchufado esperando la llamada de un tipo a las tantas de la noche que te comunique que ya puedes salir echando hostias si quieres despedirte. Pues no sé. Voy a discutirlo con mi perro, pero yo creo que a él tampoco le va a parecer bien.
La moraleja de todo esto es que no hay que creer en los horóscopos, ni en el ABC.
Por cierto, he visto Straight outta Compton, que para aquellos interesados en la historia del rap es una auténtica joya. Ya saben, el nacimiento de los NWA (Niggas with Atittude) y su influencia en el gansta-rap y en el hip-hop, gracias (particularmente) al trabajo del Dr.Dre. Desde un punto de vista cinematográfico la película es impecable, si nos ponemos quisquillosos, la cosa cambia: resulta que Eazy-E y el primer manager de la banda son los culpables de todo el desastre que acabó con la disolución del grupo. Algo difícil de creer con Dre y Ice Cube de por medio, que no son precisamente dos hermanitas de la caridad.
Por lo demás, pues estupendísima banda sonora, fantástico casting (con el hijo de Ice Cube interpretando a Ice Cube… los dos son clavaditos) y una dirección – de F Gary Gray- de lujo. En Estados Unidos ha arrasado. Aquí no se va a comer un colín, pero bueno.
Y ahora, si me lo permiten, voy a seguir mirando el teléfono fijamente, como si me fuera la vida en ello.
Cuídense, abrazos/as,
T.G.