Amigos/as,
Ya me perdonareis por mi –imperdonable- retraso. Lamentablemente mi agenda está más repleta que la del Papa (no es que me tire al rollo, es que el verano es una época de mucho trabajo para mi).
Prometo ponerme al día en cuanto llegue el frío a mi bonita ciudad mediterránea (espero sinceramente que ese día no tarde mucho en llegar). Pero mientras tanto procuraré ir al grano.
En primer lugar dejadme que os recomiende El soplón!, la última película de Steven Soderbergh. He leído por allí un montón de extrañas críticas sobre el filme con sesudas aportaciones teóricas de todo tipo, color y formato, así que para dejar mi pequeña aportación a este debate voy a aportar un dato: es cojonuda.
De acuerdo, no es una peli para todo el mundo pero el que sea cinéfilo y amante del detallismo enfermizo tendrá uno o varios orgasmos. También hay que decir que el que espere ver un Ocean’ Eleven o algo por el estilo que se vaya olvidando del tema. En esta película Matt Damon, la música de Marvin Hamlisch y la fabulosa fotografía se las bastan y se las sobran para llevar la cosa a buen puerto. Además, es la primera vez que un servidor ve una comedia en la que el tono comédico (valga la redundancia) lo aporta la voz en off, que parece ir en dirección contraria a lo que estamos viendo en pantalla.
¿Raro? Sí, pero –perdonadme que me repita- cojonudo.
En fin, lo dejo en vuestras sabias manos, ya me contaréis. Pero que quede claro que si no os gusta no devuelvo el dinero. Lo siento chavales/as, he empezado a ahorrar para pagar el 18% de IVA. País.
Y ahora, brevemente, la gran sorpresa del año para un servidor: Malditos bastardos.
Digámoslo claro: el espantoso trailer de la película no le hace justicia al resultado final.
La primera media hora de Malditos bastardos me ha hecho sonreir y hasta reírme a carcajada limpia. Después me lo he pasado bien, o muy bien, que para los tiempos que corren es más que suficiente.
Hasta diría que después de ese adefesio fílmico llamado Death Proof el bueno de Tarantino ha recuperado el pulso.
Primero diré lo que no me ha gustado: no me ha gustado el personaje de Brad Pitt, ni él ni su mandíbula de pega. Entiendo que el personaje es necesario para arrancar la acción pero no me lo creo. Mira que me gusta Pitt pero no me lo creo.
Eso es lo único que no me ha gustado (de acuerdo, hay alguno diálogos, especialmente hacía el final, ya en el climax cinematográfico, que me cargaría, pero bien mirado tampoco me molestan tanto).
Lo que me ha gustado (ya me perdonaréis este delirio esquemático que me ha entrado, debe ser la edad) es esa bestia parda, ese tipejo memorable, ese villano implacable llamado Hans Landa, Coronel Hans Landa.
Señores/as, podría marcarme ahora una apoteosis de adjetivos que haría las delicias de Onán pero lo cierto es que no lo necesito: hay muchas razones para ir a ver la última película de Quentin Tarantino pero solo una imprescindible. Y esa razón se llama Christoph Waltz.
Desde aquí pronosticó el Oscar para este señor y su coronel nazi más malo que el hambre. Es más, que se lo den ya y no me hagan perder el tiempo.
¿Quién quiere jugarse algo?
(No sé si el señor Moltó permite las apuestas en este blog, pero ahí arrojo el guante)
Hala, a pasarlo bien.
T.G.
Han sido los 3’90 Eurillos mejor gastados de los últimos meses (por no decir años). Sí, he dicho bien, tres euros y noventa céntimos. Con cada entrada que compras, te regalan un vale para ver otra peli (cualquiera y a cualquier hora de cualquier día) por 3’90 Euros. Ya podría ser así «forever», pero lo bueno dura poco, y ésto se acaba el 7 de octubre. A ver si me da tiempo de ir a ver REC 2.
El amigo Tarantino se ha lucido. Vale que sea un cuento, que no se parezca apenas a la realidad histórica, pero coincido contigo en que es entretenida y hace pasar un buen rato. Además, si ya empieza con un «Érase una vez…» no puedes esperarte otra cosa que una historieta inventada de principio a fin.
Y el coronel es, simplemente, cojonudo. Apoyo la moción. Que le den un Oscar ya, y se dejen de tonterías. 🙂
Saludos,
Gabriel.
P.D.: Si me animo mucho, que será mucho animarme, igual hasta voy a ver al Matt Damon. Ya veremos. Que con estos precios… buff…. 🙂
Aviso para navegantes, destripes de la película a continuación.
Malditos Bastardos es un peliculón (y no conozco a nadie que entienda lo que sucedió con los trailers, yo vi varios y ent odos intentaron vender lo que no era, menos mal que el resultado excedió las espectativas ampliamente).
Coincido en que Brad Pitt fue de lo que menos me gustó (no tanto su mandíbula, en mi caso creo que fue el doblaje el que desentonaba en gran medida). De hecho, creo que los Bastardos propiamente fueron lo más flojo de la película, las otras tramas a mí me gustaron muchísimo más. Creo que entiendo el por qué de tanta cabellera arrancada en vivo, pero no puedo evitar sentir que «un poco menos de cabelleras arrancadas hubiese estado bien». Eso sí, que no me toquen la presentación del Oso Judío, la sala entera se estremecía a cada golpe del bate en túnel… era una escena para disfrutar sufriendo.
Hans Landa es lo mejor que he visto en años, que buen guión y que bien actuado. La introducción de la película, la tensión, como fue acorralando al pobre granjero, esa forma tan natural de disfrutar su «trabajo»; la escena del reencuentro años después, con la nata de por medio, la pobre mujer a punto de desplomarse; y, por supuesto, la escena de «¡ES UN BIIINGOOOOOO!» que bien merece un premio.
A mí me encantó y se la he recomendado a todo el mundo.
Yo la ví el viernes pasado y me gustó, pero no creo que sea tal maravilla. Me gustó el capítulo del granjero, el de la taberna, y el del final. Los tres muy buenos. Y por supuesto Landa (no el de aquí).
Sin embargo, sabiendo lo bien que es capaz de hacer las cosas Tarantino, había detalles que sobraban (o merecían haber sido más trabajados).
Sí que recomendaría ir a verla, desde luego, y a poder ser en versión original.
Saludos.
Atención este comentario puede reventar el visionado del film.
La última de Tarantino esta bien pero no es de las mejores. Compararla con Pulp Fiction o Reservoir Dogs seria un sacrilegio. El film aunque largo le faltan cosas que explicar, (según tengo entendido los productores obligaron a cortarla y hasta que no se saque en DVD no sabremos como es realmente) Un ejemplo: Sólo se presenta al soldado aleman reconvertido a caza nazis y no se presentan todos los personajes como en reservoir dogs. Desde el punto de vista històrico es hilarante y me quedo corto. Los violentos de Kelly encajan muchsísimo mejor una historia fantástica en un contexto historico bélico. Tantos jefes nazis en Paris en 1944! No hubiese hecho falta poner una bomba en el cine los aliados hubiesen volado por los aires media ciudad si hubiese sido necesario para cargarselos! Esto y otros detallitos, supongo que han debido poner de los nervios a algún critico. Eso si hay un detalle muy bien cuidado: los uniformes de los alemanes en la gala del cine. Ya se sabe: «erase una vez…
El personaje de Christoph Waltz es muy bueno y es realmente una de las mejores interpretaciones que he visto últimamante ayudado por unos diálogos tarantinianos en estado puro que nos dejan conocer al personaje. Un tipo malvado con matices. No tiene la maldad matices?
Lo que le pasa el final, (el grafitti frontal no! je je) es una brillante metáfora de lo que les paso a muchos oficiales de las SS a los que los aliados ayudaron ante la llegada de la guerra fría.
La historia interracial, auque pueda parecer superflua, en un contexto de racismo extremo es muy original y da que pensar. Resumiendo que me ha gustado, pero la recomiendo sólo para iniciados en el cine de Tarantino en general y del bélico en particular. O sino para quienes quieran pasar un buen rato.
No vayan a verla.
Es una peli de palomitas de sofá [que no está mal] para … no sé para quién.
Le sobra una hora de metraje.
Es la segunda vez en mi vida que pido que me reembolsen el dinero de la entrada. La vez anterior, con «bailando en la oscuridad».
Hasta Kill Bill, en ambas versiones, tenía más sentido como conjunto.
Esta peli se ha ganado cuatro bostezos, de seis posibles.
PS: El concepto de «bostezos»® está registrado, así como su clasificación.
He ido a verla este fin de semana. Mientras, me he cuidado de no leer ningún comentario que pudiera contaminar mi percepción de la película. Ni uno, más allá de que estaba gustando.
He salido del cine muy contento. Sobre todo contento por el cabrón de Hans Landa, hacía mucho tiempo que no me disfrutaba tanto en el cine con un personaje, disfrute en el sentido más amplio y gozoso del término. En las escenas estáticas relacionadas con Landa, que justifican buena parte del metraje, me parecía por momentos que Kubrik y Tarantino se habían fusionado en un solo ser. ¿Diálogos tarantinianos? Y una leche. En esas secuencias son algo bastante mejor que sólo «diálogos tarantinianos».
Sólo un tío que ha llegado a la madurez como director de cine puede tener tal control y maestría en el dominio del tiempo. Me parecía estar ante «teléfono rojo…» o cosas parecidas.
También me ha gustado bastante la historia de la chica, una historia de dignidad, odio y contención, y sus reacciones ante las vicisitudes (increíbles) que encuentra en su camino, siempre dialogando y saliendo a flote en un esquizofrénico diálogo entre la dignidad, la desesperación y el disimulo que su cara resuelve con naturalidad.
Impresionante igualmente el papel secundario de la estrella alemana del cine.
Lo peor, claro, los pistoleros de Pitt, y el mismo Pitt, patético. Es curioso que hayan necesitado vendernos la película como si Pitt y sus bastardos fueran a ocupar toda la pantalla, cuando son lo más anecdótico y desechable de la película. Cosas de la industria. O cosas de reservarnos, en este caso, una agradabilísima sorpresa.
Como no le den el óscar al intérprete de Landa, dimito.
Ah no, que ya dimití en su día cuando le dieron a Master & Commander el óscar al mejor largometraje.