Hola amigos y amigas,
¿Qué tal están ustedes/as?
Supongo que, como yo, esperando ver un poco de luz al final del túnel, o al menos el túnel. Ver el túnel ya sería mucho, porque significaría que podemos aspirar a ver el otro extremo.
Yo de momento no veo una mierda, y mira que lo intento.
Hoy un amigo en posición de responsabilidad me ha dicho que la fecha que se baraja para la reapertura de los cines es diciembre de este año, pero que no hay certeza porque las condiciones deberían ser de control absoluto y nadie confía en que puedan cumplirse.
Traducido: si le pides a un cine de 300 butacas que solo venda 150 y que respete las distancias de seguridad y aplique todos los protocolos, tienes que confiar en que van a hacerlo y nadie confía en nadie. Y yo (por mi parte, y aunque nadie me ha pedido mi opinión) no creo que después de ocho meses facturando nada, abrieran para facturar la mitad.
Ya sé que está muy bien todo lo de Netflix, HBO, Disney y compañía, pero nadie tiene una pantalla de 8000 pulgadas, ni invita a 100 amigos al cine. Sí, ya sé, hay cines en los que la compañía es insufrible, pero luego hay veces en que se produce esa conexión entre la pantalla y el público. Esa comunión maravillosa no tiene parangón en el ámbito de la cultura y me da igual a cuantas plataformas de streaming tengamos acceso.
Solo sé que no sé nada, y ojalá me equivoque, pero qué jodido no poder ir al cine. Creo que desde que tengo 14 años nunca he estado más de un mes sin pisar una sala. Igual me equivoco, pero la presencia del cine en mi vida es tan abrumadora que –más o menos- así ha sido la cosa.
Hoy vengo a recomendarles que se abran una cuenta en Filmin y aprovechen que el mundo se va al garete para bucear en otros tiempos, en los que todo parecía más sencillo (aunque seguramente no lo fuera en absoluto). Para empezar, tienen un buen montón de clásicos de Billy Wilder: El apartamento, Irma la dulce, Testigo de cargo o 1, 2, 3. Putas obras maestras todas ellas.
Luego tienen otro buen montón de clásicos de Alfred Hitchcock. Les falta mi favorita (Con la muerte en los talones), pero tienen Psicosis, La soga, Cortina rasgada o La ventana indiscreta. Además, también hay unos cuantos títulos de la época británica que están francamente bien.
La sección de documentales es espectacular, y el último que han añadido sobre la biblioteca pública de Nueva York (se titula Ex libris) es maravilloso, imprescindible en tiempos de pandemia.
Estos días, después de haberme acabado todo lo que hay en Disney + (no les engaño; no me queda nada), he empezado a ponerme completista allí, en Filmin, y la verdad es que estoy disfrutando muchísimo. Un día me pongo Granujas a todo ritmo, otro Los inocentes, otro Un pez llamado Wanda o El guateque, y así el universo me parece mejor durante un rato.
Les recomendaría que se bajaran Quibi, que es la nueva plataforma para móviles que se ha sacado de la manga Jeffrey Katzenberg, pero es bastante posible que después me persiguieran con palos y antorchas.
De todos modos, los primeros tres meses son gratis. Así que si le quieren echar un ojo allá ustedes/as. Lo más decente es 50 states of fright, de Sam Raimi, con cada episodio de poco más de diez minutos dedicado a una leyenda urbana estadounidense.
Lo demás es totalmente prescindible.
Cuídense mucho. Mucho.
Abrazos/as,
T.G.