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Reíd, malditos

Amigas y amigos,

Qué tal va? Escribo esto en día de reflexión. Con lo poco que reflexiono, no me ira mal.

Hoy he visto En el nombre de ellas.

No sé se saben de qué va la historia: un tipo de San Sebastián, fotógrafo, acusado de docenas de abusos. Algo muy turbio, con menores implicados. Y lo que es peor, parece que era vox populi. Vamos, que lo sabía todo el mundo.

Esta serie documental de tres capítulos iba a emitirse en Disney +, pero el día del estreno no apareció en ningún sitio. No hubo ninguna explicación oficial, solo una breve nota de prensa en la que la plataforma decía que se estrenaría más tarde.

Semanas después, supimos que había un montón de problemas legales con el asunto y que Disney + había devuelto los derechos a los productores para que hicieran lo que les diera la gana con el documental.

Ahora se ha estrenado en Netflix, al que probablemente no le ha parecido tan complicada (a nivel legal) como a sus competidores.

Mi problema con la pieza, que por otro lado desvela un asunto asqueroso, que probablemente se repite en el sector en otras ciudades y con otros apellidos, es que no está montado de un modo muy extraño, abusa de determinados mecanismos y hasta amarillea. Luego, cuando ves el nombre del productor, pues todo te encaja bastante más.  No diré más, dejaré que lo descubran y googleen ustedes mismos, si así lo desean.

También ha ayudado que al mismo tiempo se haya estrenado, también en Netflix, Víctima/Sospechosa. Este documental sí me ha parecido notable, con un tema muy delicado como el de las denuncias falsas. Víctima/Sospechosa habla de varios casos en Estados Unidos, donde mujeres denunciantes de violaciones acabaron en prisión. Lo más chocante es ver las cintas de los interrogatorios en los que agentes de policía acorralan a las víctimas con toda clase de tretas para que éstas, después de horas en un despacho de un metro por tres, acaben retirando sus acusaciones y -consecuentemente- resulten detenidas. La verdad es que me he quedado a cuadros.

Uno de los casos es tan salvaje que me dieron ganas de apagar la tele, pero el documental es impecable.

Para que no acabemos todos deprimidos y mirando al cielo a ver si aparece el meteorito, acabaré recomendando una serie llamada Platónico. La tienen en Apple Tv, que no para de manufacturar productos ambiciosos. Algunas veces son excelentes y otros lo son menos, pero siempre mantienen un estándar alto, como el que solía tener HBO antes de arrojarse por el precipicio del olvido.

La historia sigue a dos amigos que se reencuentran después de muchos años sin verse. Ella y él tienen circunstancias familiares distintas, y cuando resulta que los dos se llevan mucho mejor de lo que recordaban, la cosa se complica rápidamente. No voy a hacer spoilers, no soy de esa clase de personas.

Los protagonistas de la comedia son dos actores cojonudos: Rose Byrne y Seth Rogen. Ambos se dejan la piel para que nos creamos a sus personajes, que a pesar de ser muy distintos tienen una química maravillosa.

Solo he vistos dos episodios (creo que hay tres en Apple), pero me lo he pasado pipa. Bien escrita, mejor actuada, muy divertida.

Porque no solo podemos vivir de dramas y complejas tramas de humanos castigados por la vida, que es algo que se ha puesto muy de moda en la tele. O eso o mierdas como la nueva de Schwarzenegger o porquerías de no-sé-dónde que aparecen de repente en alguna plataforma y en dos días son ‘número uno’. Como nadie controla las audiencias, pues lo que tú me digas, niño.

Bonito, eh?

Hala, nos leemos pronto.

Abrazos,

T.G.R.

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