Hola chavales/as,
Perdónenme de nuevo, mi vida se ha convertido en una especie de circo ambulante donde yo mismo soy la mujer barbuda, el enano, el trapecista, el forzudo y los payasos (el alegre y el triste). Como además también dejo ejercer de taquillera me pongo a esto del blog mucho menos de lo que debería. A pesar de todo prometo –tratar de- ponerme al día a la mayor brevedad.
Lo primero que quiero comentar es esa trágica noticia que decía que A serbian film había sido prohibida por un juez de San Sebastián. Justicia y cine combinan mal, huelga decirlo, y esta vez no ha sido una excepción. Una asociación de padres de niños de no-se-qué han dicho que era ofensivo que pasarán la película en la semana de Terror de Donosti por si iban menores y tal y cual y que si el horario protegido y demás memeces.
Cuando leí la noticia y asustado por las consecuencias corrí hacía mi anterior post para ver si el citado juez me había leído (cosa muy lógica por otra parte, sabido es que a mi me lee todo el mundo) y me había malinterpretado.
Tranquilo me he quedado cuando he visto que en ningún momento dije nada de prohibir sino que me limité a sugerir que al director de tamaña gilipollez habría que envolverlo en sus negativos, rociarle de gasolina y lanzarle una cerilla como el que no quiere la cosa. O sea, quemarle sí, prohibirle no.
Pues bien, ahora el indocumentado este serbio ya tiene una excusa para ir por ahí hablando de censura y luciendo luto mientras presume de lo metafórica y radical que es su película. Si es que no somos nada, y cuando somos algo aparece de pronto un metepatas y nos chafa la guitarra.
Dicho esto, que es algo que me apetecía repetir en público después de haber ilustrado a algunos de mis amigos/as sobre este mismo punto, pasamos a otros asuntos.
El asunto, en singular, no es otro que el estreno de Scott Pilgrim contra el mundo, una peliculilla con la que un servidor experimentó momentos cercanos al éxtasis cinematográfico, seguramente por culpa de eso tan nocivo llamado nostalgia (corran despavoridos y sin miedo a hacer visible su pánico en cuanto oigan la palabreja de marras). Y es que Scott Pilgrim es una película para los hijos de los ’80, esa maravillosa época que nos parecía una mierda mientras la atravesábamos y que ahora nos parece el paraíso comparado con el siglo XXI, su venerable crisis económica y de valores, su Rubalcaba y su Rajoy, su Felipe y sus cúpulas, su Trillo y sus Perejiles, su Aznar y sus “estamos trabajando en ello”.
Ay amigos/as. Hay que joderse.
La cuestión es que Pilgrim es la historia de un chaval que para lograr acceder a la chica de sus sueños tiene que combatir a sus siete ex-novios, seres malignos con tendencia a la destrucción masiva. Así esta comedia romanticona con pinta de tontería cara se convierte en una deliciosa historia de superhéroe contra villanos. Influencias del cómic, mucho pop, un gran trabajo de Michael Cera y estupendas escenas de acción completan un lienzo que es goce señores/as. GOCE.
Desacomplejense y acudan raudos y veloces a ese sitio oscuro, solos o en pareja, de mañana, tarde o noche, con bufanda o sin ella. Vayan, vayan y cuéntenme que les parece el tal Scott Pilgrim.
La película, todo sea dicho, fue un fracaso de narices en Estados Unidos… razón de más para confiar en ella.
Abrazos/as afectuosos.
Disfruten hasta que dejen de hacerlo.
T.G.
En base al prohibitivo dispendio que supone ir a ver una película al cine, sin más garantía que un «trailer» que quita las pocas ganas de verla y su recomendación, que no por válida y respetada tiene que ser dogma de fe, me parece que voy a echar mano a mi bolsillo derecho y decir: -¡Vaya, me he ahorrado 12 euros!
Y si después resulta ser un goce como usted dice, pues esperaré a que salga en DVD, que para ver los letreros de comic «SMACK», «SPLOCH» y «ZUMBA» no es necesaria la pantalla grande.
Y todo esto, señor T.G., sin la más mínima acritud o alevosía, se lo juro por la peluca de la prota.
Aplaudo su decisión, faltaría más.
He de reconocer que su crítica del otro día me empujó a ver «A Serbian Film».
Es insana. Más insana que «Anticristo» de LvT.
Ha caido en el tópico de «cualquier tiempo pasado fue mejor».
En los 80 teníamos el drama de la reconversión industrial, a José Barrinuevo de ministro, a Hernandez Mancha de jefe de la oposición, a la Thatcher reconquistando Las Malvinas y a Reagan con su guerra de las galaxias. Si no le parece suficiente le puedo recordar a Pinochet o al mismísmo Chevy Chase.
Hablaba de cine aún cayendo en lectura política. Y lo de Chevy Chase no se lo aceptó.
Sigo manteniendo mi teoría cinéfila: esos tiempos nos parecieron horribles en su momento y ahora se reivindican por doquier… en clave de cine, ojo.
Viva Chevy Chase y Fletch El Camaleón.
….. y que me dice de la pareja Chevy Chase y Dan Akroyd Espias!!! ( como nostros )
Gran Obra
He visto la pelicula en cuestion y me parecio muy buena, no es un producto comercial, o mejor dicho, no es solo un producto comercial. Es cine, de todas maneras.
Recomiendo ir sin complejos eso si, a disfutar o «gozar» como bien dice T.G.
Me encanto.
Salud!
Mariano.-
La pelicula promete todo hay que decirlo. Para un friky declarado como el que suscribe que se ha imaginado barritas de vida al lado de la gente y cuando veía una pelea se imaginaba el street fighter, tiene pinta de estar graciosa. Por aquello de preguntar a la gente que le parece ver el mundo de esa manera. Le haré caso e iré a verla, asi me puede perdonar por las dos siguientes que, cual tratado de tordesillas, vamos a ir a ver la parte masculina y femenina de la casa una por el otro y otro por la una.
Harry Potter y las reliquias de la muerte (parte 1) y Skyline. Dejaré que deduzcan cual quiere ir a ver cual.
Ya os contaré que tal ambas, que se prometen entretenidas, palomiteras, y de nula actividad neuronal, mas que suficientes para pasar un sabado entretenido.
Pues yo el sábado me fuí a ver la última de ese director tan polifacético como es Stephen Frears,
‘Tamara Drewe’.
Parece mentira que un mismo director haga cosas tan dispares como «La Reina» o «Mi hermosa Lavandería»; «Amistades peligrosas» y «La Camioneta», por poner algunos ejemplos de géneros dispares, casi comerciales unos, casi marginales otros.
Eso debe querer decir que es un genio ¿no?.
Pues dentro del género de comedia inglesa, al estilo de «Local Hero» o de la plantación de mariuhuana de la señora esa que no recuerdo (mi bello jardín?), me resultó muy entretenida y de final poco previsible. Buenos actores y bella campiña inglesa. Buen guión, con efectos geniales y algun fallito tonto.
Creo que merece la pena ir a verla.
Antes de ayer vi la película con un par de amiguetes. Y a los tres nos encantó. Una frikada de peli, pero genial.
Saludos