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¿Por qué ya no me gusta absolutamente nada?

¿Qué tal, amigos y amigas?

Arrancamos este mes y yo lo veo todo más negro que de costumbre. No es solo lo de ir por la calle y ver a trescientas mil personas ocupando cara rincón. Es que no puedo evitar fijarme en la cantidad de gente que de pasa las normas por el forro. Seguro que la mayoría lo hacen bien (Dios me libre de ser juez y jurado), pero solo me da la vista para todos esos idiotas sin mascarilla, con los niños, sin respetar distancias, como si se la sudara todo.

No lo sé. Seguro que me he vuelto raro con toda esta mierda y todo irá bien. Pero si ya me costaba ser optimista antes, ni les cuento ahora. Si la recuperación depende de la responsabilidad individual, mucho me temo que estamos bien jodidos.

Ojalá me equivoque. Soy medio tonto, así que es bastante probable que así sea.

Hoy he venido a este bonito foro para hablarles de Little Joe.

Podría hablarles de Hollywood.

Hollywood es la nueva serie de Ryan Murphy, el responsable de series como Glee o The politician o American horror story. Lo cierto es que a mí siempre me ha interesado poco lo de este señor. Siempre me han parecido loables sus intenciones y pedestre su ejecución.

Con Hollywood no me ha hecho cambiar de opinión: vaya turra de serie.

Explica historias del Hollywood clásico y especula con si hubiera podido ser distinto si los estudios hubieran intentado ser más diversos y hubieran apostado por gente distinta, sin tener en cuenta su raza o su condición sexual. Lo dicho: intenciones muy loables.

Luego se rodea de actores con el carisma de un buñuelo, un guion de medio pelo y una obsesión enfermiza por el ‘look’ que acaba dando como resultado un producto aburrido, pedestre y repetido. Algo que ya hemos visto (y mejor) en multitud de ocasiones.

Evítenla: huyan si es necesario.

También he visto Into the night (como Hollywood, puede verse en Netflix). Otra turra.

Sobre un tipo que secuestra un avión y lo pone a volar en dirección opuesta al sol porque el astro rey está matando a la gente. Un show absurdo, con personajes absurdos, en el que nunca acaba de entenderse nada. Mira que me gusta la ciencia-ficción y las cosas apocalípticas (de ficción), pero esta es aburrida de cojones. Estuve cuatro capítulos deseando que saliera el sol de una vez.

Y llegamos a Little Joe.

La tienen en Filmin. Y forma parte de la programación online del festival DA. Debería haberse celebrado en salas, pero las cosas están como están y no hay más.

La premisa era interesante: una especie de (re)versión de La invasión de los ultracuerpos en la que las plantas de un laboratorio se rebelan –a su manera- contra los científicos que las controlan.

La directora es Jessica Hauser y llegaba con buenas críticas de Cannes.

Seguramente, estoy muy mayor para apreciarla. Pero más allá de su ritmo soporífero y su dirección con vocación de fotosíntesis, no he encontrado en ella nada que me diera la energía suficiente como para considerarla una buena película. Solo me faltaba una música (de Kabuki) que acentúa esa sensación de ‘mira tío qué moderna soy) que trata de venderme el filme.

La peli está hasta mañana en la plataforma y no estaría mal que le echaran un vistazo, por aquello que a mis amigos/as les ha encantado y me siento muy solo en este asunto.

Últimamente no me gusta nada. No es que antes me gustara todo, pero coño: algunas cosas me interesaban.

En fin, voy a seguir viendo porquerías.

Abrazos/as desde la distancia y mucha salud,

T.G.

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