Señores y señoras,
Mañana me voy de viaje e igual les dejo dos semanas abandonados (o igual no, ya lo veremos). Sudáfrica me espera, en uno de esos viajes de periodista que me convencen de que debe de haber algo bueno en ser periodista. Ya saben, la ilusión de que tu trabajo te lleve un sitio al que otra profesión no te llevaría jamás.
Bueno, en esas estamos. Me voy a tierras lejanas, a ver rinocerontes, elefantes y algún león. Deben saber que el viaje no me lo paga el congreso, ni el senado. Que ya les veo a ustedes yéndose a comisaria para hacer que me detengan en el aeropuerto.
Hoy no voy a hablar de política aunque haya estado por mis tierras Mariano Rajoy, cuyo partido aparece como séptima u octava fuerza política en las próximas elecciones catalanas según todos los sondeos. Ha venido a decir que él si que sabe lo que queremos todos.
Cuando ha venido llovía; cuando se ha ido llovía.
Hasta aquí mi crónica del viaje de Mariano.
Escribo porque hace días que quería recomendarles unas cuantas series de televisión y nunca encontraba el momento. Había dejado el mundo televisivo pero alguien me recomendó un par de cosas, seguí su consejo y estoy encantado.
Soy de la opinión que la era dorada de la televisión se acabó con la era dorada de HBO. Después ha habido cosas cojonudas (la maravillosa Breaking bad, algunas temporadas de Mad men, la primera de Masters of sex, etc) pero jamás con la potencia creativa de The wire, Los Soprano, Deadwood o A dos metros bajo tierra. Les recuerdo que todo esto lo daban a la vez. Es decir, que uno podía seguir todas esas series al mismo tiempo. ¿Se imaginan qué nivel de programación tenía HBO en aquellos tiempos?
En fin, que perdí –un poco-la fe y estoy tratando de recuperarla.
Así que aquí van algunas cositas que les recomiendo.
- Peaky blinders. El nombre de la serie responde a unos gansters casi victorianos que ocultaban una hoja de afeitar en su gorra y que cortaban el párpado de su víctima cuando se daba la ocasión. El protagonista, Cillian Murphy (actorazo) es el líder espiritual de una organización criminal con pocos escrúpulos y muchas ganas de fiesta. La canción de los títulos de crédito es Red right hand de Nick Cave (una de mis canciones favoritas de todos los tiempos) y supongo que por eso me gusta aún más. Deben verla. Ya.
- The fall. Es una serie impresionante sobre un asesino en serie al que persigue una investigadora (Gillian Anderson, para la que no pasan los años) la mar de competente (a la par que morbosa). De factura británica, la atmósfera de la caza a la que somete el asesino a sus víctimas mientras es cazado a su vez por la detective, es de una intensidad que aplastaría a un elefante. Es una serie inteligente, sensual y sumamente estudiada, con uno de esos guiones de cemento armado. La primera temporada es muy breve (seis episodios) y extremadamente satisfactoria y acaban de estrenar la segunda en el Reino Unido. Háganme caso, incrédulos.
- The missing. Esta la acabo de empezar y me parece una cosa tremebunda. Cuenta la historia de un hombre destruido por el secuestro de su hijo mientras ambos estaban de vacaciones en Francia. El hombre –lógicamente- pierde la cabeza- y se vuelve un ser salvaje, enfurecido con la vida, con el mundo, con él mismo… hasta que algo pasa. The missing tiene el piloto más brutal que he visto en mucho tiempo y creo que a ustedes les parecería lo mismo.
Vean estas tres cosillas y después vengan aquí a cascarlo.
Abrazos/as y hasta ahora,
T.G.