Bueno chavales/as, ya estamos otra vez a lunes y parece que no hay novedades en el horizonte por lo que respecta al cine: nos encanta que destrocen cosas. Cuantas más mejor, y si encima son familiares nos abalanzamos sobre la taquilla.

Naturalmente, hablo de 2012 esa película de dos horas y muuuuucho donde no queda ni el apuntador (vale, quedan unos cuantos, pero como diría Romanones, “joder que tropa”).

En fin, al menos en tercer lugar y con una bajada de entre el once y el catorce por ciento en su recaudación en relación a la semana pasada (lo cual es muy muy poco) encontramos Celda 211.

Ahí dejo el dato: al final no somos tan tontos como parecemos.

Pero hoy quiero hablar de otra cosa, de algo que he estado esperando durante muchas semanas (prácticamente desde que presentaron el filme en el Comic Con de San Diego), el maravilloso trailer de Kick Ass: glorioso cómic de Mark Millar y John Romita Jr. que arrasó en Estados Unidos el año pasado.

Kick Ass (algo así como “pateaculos”) es una historieta magnífica: la de un mocoso con una vida frustrante que decide que quiere convertirse en un superhéroe. “¿Por qué no?” se pregunta el tipo. Y dicho y hecho se dedica a ir por ahí repartiendo bofetones y tortazos (y recibiendo el triple de lo que reparte, obviamente) para impartir justicia.

Seguí el cómic desde el día uno (yo no hago eso, pero que coño, siempre hay una primera vez) y me pareció estupendo: fresco, vibrante, bruto e implacable. Mark Millar, el guionista del asunto, demuestra –como ya hizo en Wanted- que es el tipo a seguir (mi nuevo guionista de cómic favorito junto con Alan Moore y Brian Azzarello) y que no tiene ningún tipo de complejo (las hostias que se dan los protagonistas de Kick Ass solo pueden catalogarse de mitológicas).

La adaptación cinematográfica me daba miedo. Ya se sabe lo que sucede en estas ocasiones, cuando uno llega a la gran pantalla parece que tiene la obligación de endulzarlo todo y hacerlo digerible a todos los paladares, y –ciertamente- Kick Ass no hubiera resistido el habitual tratamiento hollywoodiense (no hace falta decir títulos…bueno, escojamos uno al azar…Lobezno)

Sin embargo, y vistas las primeras imágenes, el trabajo de Matthew Vaughn (el señor que dirigió Layer Cake, que era una película cojonuda) parece absolutamente fiel y viendo los primers segundos de este trailer –para que voy a mentir- una gran sonrisa se asomó a mi cara.

¿Qué os parece? ¿Os apetece o soy yo que me estoy haciendo viejo?

Abrazos/as,

T.G.

P.D.: aún faltan unos meses para que llegue aquí así que no os pongáis nerviosos/as…