Hola señores,
Perdónenme por estas ausencias… bueno, ya me conocen ustedes y además me quieren por ello: soy el caos.
Hubiera querido escribir más y mejor estos días pero la cosa ha estado difícil, he tenido que atracar dos bancos para llegar al final de mes y lo de escribir con el pasamontañas aún no se me da tan bien como debería. Encima, el tiempo no me acompaña y cuando la gente me ve con el pasamontañas en la calle (aquí, en Barcelona, sigue haciendo calor) ya empiezan a sospechar de mí.
Y así no se puede robar, señores y señoras.
En fin, iba a hablar un poco más de Monago que ayer dijo que se vendía la residencia de toda la vida de los presidentes extremeños para ayudar al pueblo. O sea, se vende propiedad pública (patrimonio) a saber tú quién y aún hay que quererle.
Iba a hablar de ello pero resulta que se acaba de saber que hay un señor de Buñol (Izquierda Unida) al que acaban de detener por prevaricar en la tomatina.
Prevaricar en la Tomatina.
(Me estoy riendo solo en casa, no les engaño)
Corrupción y tomates: la combinación que nos faltaba.
Lo siguiente será el tráfico de latas de sardinas en escabeche y la trata de cebollas (blancas, naturalmente).
En fin. Cómo no vamos a querer a este país, si es que somos la Meca del despiporre.
Bueno, hablemos un poco de cine, empezando por Juegos sucios.
Juegos sucios es mi película favorita de la semana.
Un tipo desesperado llega a uno de esos bares poco recomendables y conoce a otro tipo (algo singular) que le ofrece dinero por realizar una serie de acciones. Naturalmente, las acciones empiezan mal y acaban mucho peor.
Es una comedia negra que podría ser una mezcla de Un día de furia con Funny games pero que podría acabar siendo de Tarantino. Créanme, si les va a ustedes la marcha esta es su película.
Más cosas.
Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo.
La verdad es que esta película me ha sorprendido bastante. Es divertida, eléctrica y tiene un ritmazo maravilloso. A mí siempre me ha gustado Fesser (los cortos, sobre todo: El secleto de la tlompeta el que más) pero la traslación de su universo visual al mundo de la animación me interesa, y me interesa muchísimo.
Yo me llevaría a los críos a pasar un buen rato sabiendo que ustedes/as, bribones/as, también se lo pasarán bomba. Ya saben que no es poca cosa.
Y –finalmente- está una película que verán ustedes reflejada en la prensa con docenas de críticas de cinco estrellas.
Es la última película del señor Godard, ese señor que lleva 30 años riéndose de sus seguidores (yo creo que a conciencia) y que en su última obra maestra (risas) se atreve con las tres dimensiones.
La película, obvia decirlo, es un auténtico coñazo: 70 minutos de blablablabla y de dejadez fílmica que los gurús de siempre compararán con el momento en que Moisés abrió las aguas del mar Rojo (era el mar Rojo, ¿no?).
Mi recomendación es que huyan ustedes a toda prisa de cualquier cine donde proyecten esa cosa con cualquier excusa. Si su pareja es una buena persona jamás les obligaría a visionar semejante bobada así que si es el caso hagan las maletas y váyanse al aeropuerto.
Les dejo. Volveré pronto.
Abrazos/as,
T.G.
En primer lugar decir que le envidio profundamente. Es curioso como un mismo suceso despierta en usted una ironía (por aquí arriba dícese retranca) que le hace mantener cierta calma. A mi, unas ganas de separar cabezas de cuerpos que no vea. Ya sea por corte, por fuerza de tracción, o cualesquiera que sea el método.
A lo que voy.
Creo que compartimos (más o menos) los mismos gustos en cuanto a cine se refiere «tenemos los mismos gustos, rapaciño» y todavía no le he visto comentar nada a cerca de la calidad de las series que se están realizando últimamente.
Siempre he sido un fanático (tal vez esté exagerando y me quede solo en aficionado) del cine. A mis 31 años ¿ya? he llegado a una conclusión que en realidad no me gusta pero a la que me estoy adaptando. Si quiero ver buen cine, he de ver series. Y creo que es porque la pasta se está desplazando hacia Fox o HBO, cuando antes estaba en la Columbia, por ejemplo.
Con tanta saga crepuscular, remake de tal, y no se que mas chorradas, se me han quitado las ganas de ir al cine. ¿Para qué voy a ir si puedo ver 45 min. de cine en estado puro en casa? Y la gente se queda en casa……
Gracias a eso, he disfrutado como un enano viendo la miniserie Fargo (a la altura de la película, casi) o con The Wire. El primer capítulo de The walking dead es simplemente de 10 aunque la serie esté perdiendo fuerza. Y ahora he de nombrar la que para mí es el mejor pasatiempo que he tenido nunca, Breaking Bad. ¿Alguien en su sano juicio va a ir al cine a ver sabe dios lo que, teniendo pendiente un capítulo de esta serie?
Que no, no quiero ir al cine. Prefiero saber que le acontece al señor White. Y creo que el señor White está a la altura del señor Montana o del señor Vincent Vega, así de rotundo me muestro.
Dicen que preparan una miniserie basada en El show de Truman. Con esa idea y sin nuestro querido (o no tanto) Jim, puede ser una joya. Ese argumento, no se tiene todos los días.
Un inciso para el que me lea de casualidad: vea Memento, he dicho.
Un saludo efusivo. Le leo con asiduidad
En primer lugar decir que le envidio profundamente. Es curioso como un mismo suceso despierta en usted una ironía (por aquí arriba dícese retranca) que le hace mantener cierta calma. A mi, unas ganas de separar cabezas de cuerpos que no vea. Ya sea por corte, por fuerza de tracción, o cualesquiera que sea el método.
A lo que voy.
Creo que compartimos (más o menos) los mismos gustos en cuanto a cine se refiere «tenemos los mismos gustos, rapaciño» y todavía no le he visto comentar nada a cerca de la calidad de las series que se están realizando últimamente.
Siempre he sido un fanático (tal vez esté exagerando y me quede solo en aficionado) del cine. A mis 31 años ¿ya? he llegado a una conclusión que en realidad no me gusta pero a la que me estoy adaptando. Si quiero ver buen cine, he de ver series. Y creo que es porque la pasta se está desplazando hacia Fox o HBO, cuando antes estaba en la Columbia, por ejemplo.
Con tanta saga crepuscular, remake de tal, y no se que mas chorradas, se me han quitado las ganas de ir al cine. ¿Para qué voy a ir si puedo ver 45 min. de cine en estado puro en casa? Y la gente se queda en casa……
Gracias a eso, he disfrutado como un enano viendo la miniserie Fargo (a la altura de la película, casi) o con The Wire. El primer capítulo de The walking dead es simplemente de 10 aunque la serie esté perdiendo fuerza. Y ahora he de nombrar la que para mí es el mejor pasatiempo que he tenido nunca, Breaking Bad. ¿Alguien en su sano juicio va a ir al cine a ver sabe dios lo que, teniendo pendiente un capítulo de esta serie?
Que no, no quiero ir al cine. Prefiero saber que le acontece al señor White. Y creo que el señor White está a la altura del señor Montana o del señor Vincent Vega, así de rotundo me muestro.
Dicen que preparan una miniserie basada en El show de Truman. Con esa idea y sin nuestro querido (o no tanto) Jim, puede ser una joya. Ese argumento, no se tiene todos los días.
Un inciso para el que me lea de casualidad: vea Memento, he dicho. Y si quiere una lección de moralidad (yo lo tengo claro, pero cada uno decide si buena o mala) Dogville.
Un saludo efusivo. Le leo con asiduidad.
Yo también era fan de Fesser. Pero me pareció a mi que no fue capaz de evolucionar de su propio éxito y sus gags tempranos. Siempre lo mismo, ya cansa.
Tengo esperanzas en este Mortadelo. Me parece que el formato elegido ¡¡POR FIN!! es el correcto para dar vida en el cine a esos personajes. Qué necesidad había de gastar el dinero en un mundo real para ellos. Sólo el gag de Mortadelo haciendo de Tejero en el trailer me provoca mucha hilaridad.
@1,
Acerca de Fargo, he de decir que ha coincidido en el tiempo que haya visto la serie justo despues de ver la no menos fantastica «Utopia». Inglesa esta.
El «villano» en Fargo esta a la altura de «el villano» en Utopia. De los mejores que he visto.