Buenas,
He vuelto de mis viajes transatlánticos… por cierto, ¿saben ustedes que en American Airlines y en los vuelos internos por Estados Unidos –yo he probado la ruta Nueva York-Los Ángeles- tienen wi-fi en el avión?. Si señores/as, wi-fi en el avión. Seguro que muchos de ustedes/as ya lo habían experimentado antes pero un servidor era la primera vez que lo probaba. A mi que autoricen los móviles en el avión me jode (lo del AVE ya es insoportable) pero lo del wi-fi me parece fantástico.
Bueno, no me distraigan…Este fin de semana he visto dos cosas: una excelente y la otra bastante menos.
Empiezo por la “bastante menos” si les parece (a veces estos diálogos literario-virtuales a modo de conversación figurada me parecen absurdos, no hay ninguna vocecilla ni impulso exterior que pudiera hacerme cambiar de opinión, si quiero empezar por la peli más floja empiezo por la peli más floja y punto) y de ahí vamos subiendo.
Cuando dije a algunos amigos/as que Green Hornet ( o El avispón verde, como he oído por ahí) la había dirigido Michel Gondry me tomaron por loco. Al menos en cuatro ocasiones escuché “lo has entendido mal”. En una de ellas tenía el cartel al lado y mi acompañante llegó a quitarse las gafas para asegurarse de que no estaba asistiendo a algún tipo de alucinación visual grave.
Obviamente no era el caso: Green Hornet la ha dirigido el señor Gondry y punto.
Sorprende, y tanto que sorprende, pero es lo que hay. Y es que es muy curioso lo que ha pasado con esta película: primero todos la pusieron a parir, luego todos se entusiasmaron con ella y finalmente todos la volvieron a poner a bajar de un burro. Hala, y si te he visto no me acuerdo, y donde dije digo digo Diego y etc, etc,
Me aburre contarles la historia de arriba abajo porque estoy seguro de que sabrán de que va la cosa: básicamente el tema gira en torno a dos colegas con alma de superhéroes. Uno más bien gordito y torpe y el otro un genio de las artes marciales con muchas ganas de zurrar la vandana a este, al otro y al de más allá.
El protagonista es Seth Rogen, un tipo que ya empieza a cargarme. Este señor es la musa del nuevo rey de la comedia Judd Apatow, que también me carga bastante. A pesar de ello tuve momentos de intensa diversión con la peli, especialmente por la resolución de las escenas de acción: hacía mucho tiempo que no veía nada tan jodidamente divertido. Se me había olvidado reírme cuando alguien suelta un manotazo y con el avispón recuperé esa carcajada sádica que me caracteriza cuando observo el dolor ajeno de las malas personas. Sí, me chifla que los malos sufran, que les den candela… si quiero verlos ganando ya tengo la vida real: me pongo el telediario y tan contento. En el cine quiero que sufran, y cuanto más mejor. ¿De qué coño sirve el cine si no es para estas pequeñas cosillas?.
La cosa es que la peli tiene una hora estupenda y luego se hunde como un yunque en una bañera. Aun así no puedo decir que lo pasara mal, los chistes me hicieron gracia, el tipo que hace de Kato es sensacional y no me aburrí ni un momento.
Por cierto, la serie original es del año 66 y en la misma el tipo que hacía de Kato era un señor llamado Bruce Lee. Sí, ese.
La otra película que vi (aunque en justicia debo admitir que la he visto en dvd ya que me la había comprado en Dubai y aún no había tenido la oportunidad) es Animal Kingdom. Es un filme brutal señores y señoras, brutal. No tiene piedad de nadie, te abofetea cada dos minutos y al final te da una buena patada en la entrepierna, por si acaso, para que no te olvides.
Cuenta la historia de una familia de cabrones que maman delincuencia cada minuto de cada hora, veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año. Más malos que la peste pero profundamente humanos (y eso molesta, que a nadie le quepa duda) y cuya historia es de una contundencia sin límites. Los actores son increíbles (todos paridos y criados en Australia) y el guión es como un bisturí de metro y medio de alto.
Una puta obra maestra (perdón por mi castellano) que arrasó en la última edición del festival de Sundance y que deberían ir a ver sin excusas. Si no les gusta les devuelvo el dinero.
Pronto más.
Pórtense bien.
T.G.