Amigas y amigos,
Qué tal todo?
Espero que sigan viviendo la vida con prudencia y alegría, y -sobre todo- que no practiquen el horterismo. Cada vez hay más horteras, es un fenómeno imparable. Ahora hacen memes, hablan con refranes y citan a filósofos imaginarios, pero son auténticos horteras. EL neohortera se disfraza ahora de youtuber, influencer o twitcher.
Por qué les hablo de este asunto? Porque es importante detener esta plaga de farsantes y volver a ser gente seria. Yo cerraría todas las redes sociales y los Starbucks, pero no tengo tiempo de ponerme a trabajar en ello.
Nada. Hasta ahí mi dolorosa reflexión.
Hoy tengo una gran recomendación para ustedes: Reality.
Es la historia de Reality Leigh Winner (juro que se llama así; no me lo he inventado). Winner era una soldado estadounidense, destinada a la fuerza aérea, que acabó trabajando para una empresa privada que a su vez respondía ante el ejército. El problema fue que la soldado decidió filtrar a la prensa algunos documentos secretos. La pillaron, porque sería difícil haber hecho una película sobre el tema si no lo hubieran hecho.
No les contaré el final, ya pueden echarle un ojo en Google. Tampoco es lo importante, francamente.
La película la protagoniza una de las caras más conocidas de Euphoria y White Lotus, Sidney Sweeney. Una actriz excelente que en Reality da todo un recital de interpretación en un espacio casi claustrofóbico.
La cosa va tal que así: dos tipos esperan a una mujer en la entrada de su casa. Uno de ellos es extremadamente amable, tanto que uno sospecha que no tiene buenas intenciones; el otro es pasivo-agresivo: un hombre fortachón que podría arrancarte la cabeza con el meñique.
Los dos se identifican desde el inicio como agentes del FBI. Aunque no sabes muy bien qué demonios están buscando.
Lo que sigue es el interrogatorio que esos agentes del FBI realizaron en casa de Reality Leigh Winner. El interrogatorio literal.
Hace años me compré en una librería de viejo en Washington DC un manual de interrogatorio. No pensaba interrogar a nadie, pero me interesaba saber cómo se activan los mecanismos que provocan que alguien quiera ponerse a confesar, más allá de la privación de sueño o de comida.
El libro era interesantísimo, hablaba de lenguaje, de tempo, de determinadas pautas en el vocabulario. Básicamente, se meten en tu cabeza y la hacen implosionar. Hablo de los interrogadores profesionales, gente que se dedica 24/7 a este trabajo.
Reality es la película en la que mejor se refleja todo este submundo de personas adiestradas para que largues cosas que ni siquiera sabías que habías hecho. Es una película tensa, muy bien articulada, deliberadamente pequeña porque sirve a sus propósitos. Demuestra que si tienes talento, puedes apañarte con recursos muy limitados y salir airoso del reto.
Muy buena peli.
Porque no todo podían ser buenas noticias, en Prime se ha estrenado una cosa llamada Wilderness. En España la han llamado Senderos peligrosos.
Cuenta la historia de una mujer que descubre que su novio la engaña. Cuando se encuentra cara a cara con la amante del tipo en cuestión, todo se complica.
Episodios de una hora en los que no pasa nada de nada; actores que pasaban por allí, vieron la luz encendida y entraron y un final ridículo. Esta serie inacabable y completamente irrelevante e innecesaria, debería servir de faro a cualquiera que quiera hacer ficción. Si la ven, corran.
Ahora bien, si quieren echarse una siesta de seis horas es un producto ideal.
Les dejo que lo mediten mientras procedo a hacerme la cena.
Abrazos,
TGR