Hola señores y señoras,
¿Cómo están ustedes? Yo aquí sigo, en la cuesta de enero, que calculo se me acabará en marzo de 2017. Menos mal que estamos en año electoral y los autónomos seremos cortejados por cada político (de derecha, izquierda y centro) con tal de que les votemos, para a continuación volver a jodernos (perdonen mi vocabulario) el resto del lustro.
En fin, amigos y amigas, este fin de semana tenía que ser sensacional. Y tenía que serlo, sencillamente, porque se estrenaba la última película de uno de los más grandes directores de cine de la historia.
Así de simple.
Un servidor tiene varias obsesiones (cinéfilas, de las otras también, pero no hay suficiente espacio en internet) que paso a enumerarles:
- John Carpenter. Desde que vi Asalto a la comisaria del distrito 13 (una de las primeras películas que alquilé en VHS). Luego vi Halloween, La cosa, 1997: Rescate en Nueva York y La niebla y me enamoré.
- David Fincher. Desde Alien 3, sí, desde Alien 3. Luego ya El club de la lucha y Seven. Y Millenium, Perdida y The game.
- Michael Mann. Desde que vi Manhunter. Pero claro, que tiene Heat, El dilema y Collateral.
Pues bueno, Fincher se toma su tiempo para hacer películas; John Carpenter hace años que está retirado (aunque a veces haga cosas para la tele que no tienen más importancia para un hombre de su talento). Finalmente, Michael Mann tarda tres, cuatro, cinco o seis años en hacer una película, y para mí cada vez que lo hace es una auténtica celebración.
Es verdad que su última película, Enemigos públicos, me pareció una película muy flojita. También es verdad que soy un grandísimo fan de Miami vice pero entiendo que haya personas que la consideren una frivolidad sin más tela que la que hay.
La cuestión es que después de la gigantesca trilogía de Los Ángeles (las mencionadas Heat y Colateral + la maravillosa Ladrón) uno espera otro atropello fílmico de Mann, una de esas obras que te deja patitieso.
Es obvio que uno rueda algo como Heat o El dilema una vez en la vida, y tampoco podemos pedirle peras al olmo, ni siquiera a Michael Mann. También es obvio que el hombre está cumpliendo años a velocidad de vértigo y ha perdido –incluso- esa fama de workaholic que viene arrastrando en Hollywood desde tiempos inmemoriales.
La cuestión es que se estrena Blackhat: amenaza en la red, su último thriller, que a priori se presentaba como una magnífica oportunidad de sentarse a ver otro peliculón del maestro Mann… pero no.
Visualmente, esta historia de un hacker que trata de evitar la Tercera guerra mundial (no les voy a hacer spoilers, pero se supone que la Tercera guerra mundial va a ser on-line), es deliciosa y contiene esos grandes sets de acción que han hecho famoso el director. Incluso el actor, un tipo guapo que sabe actuar (Chris Hemsworth), está francamente bien.
El problema es que el guión está tan lleno de tópicos, tan rebozado de lugares comunes, que es imposible no cabrearse un poquito. Uno puede ver la intromisión del director en todas las áreas y –creo yo- a veces debería dejar ciertas cosas a tipos que saben más que él.
Ojo, comparado con la media del cine comercial americano esta película es fantástica; comparada con la media del cine de Michael Mann no tanto.
La recuperaré en blu-ray, con las expectativas más bajas y con una copa de vino en la mano. Sé que me gustará más.
Lo sé, soy un tramposo.
Sean buenos.
Boas noites,
T.G.
Querido compañero obsesivo…
El meter en el mismo saco a Mann y a Carpenter, es una de las mayores genialidades que he leído en mucho tiempo.
Muchas gracias por esta pequeña alegría dominical.
PD Comisaría, Distrito y 13
Oiga, ha comentado ya la de del pájaro ese de IÑARRITU?
En toda la prensa especializada (guía del ocio, Metrópoli etc.) le dan las máximas estrellas y entonces piqué….y fui a verla; realmente había pensado que tanto crítico junto no podía equivocarse….
Pues yo tengo curiosidad por saber su opinión sobre Red Army, a usted que le gusta tanto el ruido y la furia.
@2,
Vi Birdman ayer.
Valiente mierda.
A mí Birdman me gustó mucho, y no suelo estar de acuerdo con los críticos. Con T.G. coincido más de lo normal, pero no del todo 🙂
Lo último que vi de Carpenter fue un teleflin, como bien dice, y fue abominable. Una merde con unas jóvenes en un psiquiátrico.
Collateral está en mi lista de películas top. Algún día será reconocida como lo que es, una cuasi obra maestra del cine. Y la primera peli de jolibú grabada en vídeo. Viva Michael Mann. Corrupción en Miami y Sony Crockett con ese Ferrari y apretando las mandíbulas para hacerse presa de un tic nervioso de preocupación están muy hondo en mi interior.
También le dan muchas estrellas a ese coñazo infumable donde sale una niñato taciturno con cara de Scarlet Joahnsson llamado Boyhood, hasta a El Niño le dan estrellas. Fíense de las putas estrellas.
¿Boas Noites?.
¿Seica veu «A Esmorga» en Galego?. ¿Merece a pena?, ¿é como as da Coixet?
Venga, una crítica arriesgada.
Jodó, Slayer, por una vez estamos de acuerdo. Habrá que brindar!
¡Hombre, por Dios! ¡¿Cómo se le ha olvidado?!
No puede decir John Carpenter, enumerar tres o más de sus obras y no incluir «Están vivos». No puede. Sencillamente es inconcebible que una plasmación tan clara del pensamiento de semejante artista multimedia (no, ahora ya no se dice artista polifacético ni genio multidisciplinar ni hombre del Renacimiento, solo artista multimedia).
Ala, ya está. Ahora mismo le borro a usted de mi lista de amigos de Fasciobuch.
Ya que es Ud. autónomo, independícese.
No, en serio, hay que expulsar a nuestros señores feudales, proclamarse cantón independiente y unirse a la Confederación Helvética. Una democracia de verdad donde no solo el Parlamento Federal, sino el propio Gobierno Federal cuenta con miembros de no recuerdo si cinco o siete partidos.
Sobre todo ahora, que tras el golpe de mano del presidente del banco central suizo, los empresarios suizos están pidiendo a sus empleados que trabajen horas gratis. Vamos, como en España. Solo que con sueldos decentes y derecho efectivo al voto directo de las cuestiones públicas en referendos vinculantes.
Yo votaré a quien ponga eso, el voto directo para evitar que un barbas, un cejas o un coletas haga lo que le dé la gana con la vida de 47 millones de españoles.
Y en las municipales, al que proponga poner un peaje en la M-30 para que quienes de verdad la usen devuelvan los 3.000.000.000 € de deuda que nos dejó Gallardón, que los dioses inmortales le maldigan. (Sí, espero sentado, pero es que los mandrileños serían capaces de volver a votarle aunque empeñase sus almas y las de sus hijos).
Que el Thor en la de Blackhat es un buen actor. ¡¡Si no cambia el gesto en ningún fotograma y encima no pega ni con cola como hacker!!!! ¡¡¡Válgame el cielo!!! En Rush daba muy bien el papel, pero aquí parece y tiene la misma expresividad que un armario ropero. Yo creo que está puesto ahí para atraer a alguna señora a una peli de esas.
Por lo demás, aunque este año ha habido muy buenas pelis (Boyhood, Whiplash, Hotel Budapest, Isla Mínima, Relatos Salvajes, etc etc) Birdman es lo mejor. De calle.
Por cierto, ’71 está muy bien.
Y nombrar a Carpenter y no nombrar «Dark Star» también tiene telita.