Buenas tardes señores/as,
En primer lugar, y ya que no lo dije en mi último post: muchas gracias a los que me leen y se toman la molestia de opinar. Incluso a los que sólo me leen (pero menos que los que se toman la molestia de opinar). También a los que piensan “ya está el mamarracho otra vez con sus memeces”. Pero menos que a los dos anteriores. Hasta quiero dar las gracias a los que hicieron un crowdfunding para que un par de sicarios colombianos me dispararan en las rodillas. A todos gracias, son ustedes/as buena gente, aunque les gusten tanto las latas con ruedas y los motores y las tuercas: son buena gente. Espero que les vaya todo de primera, menos que a mi que soy muy envidioso, pero muy bien de todas formas.
Y ahora les pongo unos deberes para el verano. No es que me gusten los deberes (de hecho los odio) pero siempre he querido atormentar a otros niños de la misma manera que yo fui atormentado (¿quién se acuerda de los jodidos cuadernos de Santillana y sus malditos problemas del puto tren que sale a las tres de Almería y el otro que sale de Madrid y cuál llega antes a no-se-dónde?). El problema es que se me pasa la edad, así que lo tengo que hacer es tratar de atormentarles a ustedes/as, pero como al final soy bueno lo hago con algo de primera calidad.
Sé que aunque ustedes lo nieguen no paran de bajarse cosas del internes. Pandilla de viciosos.
Bueno, pues esta vez háganlo con conocimiento de causa y usen ese instrumento del infierno con teclas y demás para hacerse con Homeland. No, no es ninguna película, sino la serie más cojonuda del año. Son solo 13 episodios (igual son 12, soy famoso por mis imprecisiones) de puro goce. Si tienen ustedes Canal + seguramente ya la habrán visto en Fox.
Les cuento de qué va, sólo para aquellos/as que no la hayan visto. No hay spoilers, no les jodo ningún capítulo, pueden seguir comiendo ganchitos y bebiendo horchata mientras leen esto (no mientan, les encantan ese tipo de combinaciones, como el batido de chocolate con berberechos).
Homeland arranca con la liberación de un marine que ha pasado ocho años en Afganistan como prisionero, retenido por los talibanes. Así empieza la serie: con este señor volviendo a casa.
Por otro lado tenemos a una agente de la CIA obsesionada con sus cagadas, que de alguna manera le impidieron evitar el 11-S. Esta buena chica (que tiene algunos problemillas, como ya veremos a medida que avance la serie) recibe, el mismo día de la liberación del citado marine, un chivatazo terrorífico: el próximo atentado en suelo americano será perpetrado por un soldado al que los talibanes han logrado convertir. Una célula durmiente totalmente inesperada.
Ya ven, qué cosa tan sencilla (o no).
La cuestión es que con Damien Lewis (el inolvidable protagonista de Hermanos de sangre) en las botas del marine, Claire Danes dándolo todo como la agente de la CIA (impresionante esta actriz) y Mandy Patinkin como jefe de los servicios secretos (qué pedazo de actor es este señor, verlo para creerlo) los creadores de la serie cuecen un manjar que puede no ser para todos los paladares pero que desde luego es exquisito.
No sólo eso: cada capítulo de Homeland está diseñado como una montaña rusa que divierte, marea, asusta y –finalmente- sorprende por la suprema inteligencia de su guión. El original israelí (un país donde hacen MUY buena ficción televisiva) ya era estupendo pero hay que reconocer que el remake estadounidense es simplemente sensacional.
Háganse el favor: vean la primera temporada de esta maravilla y después van y lo cascan.
Su admirador y luz del norte,
T.G.
P.D.: y el jueves hablamos de Prometheus.
En cuanto acabe Breaking bad voy a ello.
¡Gracias!
PD: ¿Usted ha visto The wire?
Prometheus, prometeus…
Vd siempre está prometiendo publicaciones que siempre llegan fuera de plazo. Pero se lo perdonamos, porque nos gustan mucho sus entradas.
Siga haciéndonos recomendaciones y yo seguiré con mis mejillones y mi café con leche.
Antes he escrito un comentario que se ha ido al limbo.
Reciba ud. también todo el agradecimento y animo posible.
Más comentarios de series serán bienvenidos.
Mis deberes de verano son Los Soprano (qué diferencia con los deberes de antaño 😀 )
Homeland me la recomendaron y no me acabo de convencer el primer capítulo. Lo intente, ya que su protagonista me encanto en «Hermanos de Sangre». Para mi la mejor serie bélica realizada, the pacific no acaba de llegar. Haremos un esfuerzo.
Prometheus me gusto pero falla en algunas cosas lo de los humanoides etc…
Deberes hechos, jejejeje
Ratifico que es excepcional. Aunque no sabía yo de su gusto por las series. Puede hablarnos de tantas como desee.
Homeland ya me la tragué entera hace algún tiempo. Me encantó.
Ahora estoy con Alphas y Falling Skies, esperando el regreso de Game Of Thrones y Doctor Who.
Y habría que prenderle fuego a alguien por haber cancelado Firefly, (aunque esto ocurrió hace ya demasiados años y debería haber prescrito, yo le prendería fuego igualmente al culpable).
Saludos,
Gabriel.
P.D.: Me va más el pulpo con membrillo. 😀
El argumento éste me suena a peli de Frank Sinatra sobre fulano abducido por las hordas comunistas.
Sólo puedo decir que The Wire es espectacular, se merece los días de insomnio que sufrí con ella.
¿El jueves? Demasiado tarde. Ya van dos meses tras el estreno en la capital del Imperio.
Yo, una vez concluido el fin de semana y desaparecidos los ruidosos columbofrumentariófagos, tardones y calvos deslumbrantes, iré a verla mañana mismo.
Si los dioses de la Biomecánica no lo impiden.
#8 ni hao, honorable Sera para tanto. Pero el término oficial de la República Popular para lo que usted describe es «cambio de corazón».
Aunque los occidentales lo llamen «lavado de cerebro», los especialistas chinos lograron algo muy superior. La gracia del proceso reside, precisamente, en no tocar el cerebro. Porque lo que inventó un odioso psiquiatra canadiense y que denominó «lavado» es similar al lavado que produce una torrentera veraniega: Se lo lleva todo, dejando el cerebro vacío no de patriotismo o ideología, sino hasta de lo más simple. Tocar la guitarra, cocinar, los nombres de tus hijos, si estabas casado e incluso qué es estar casado. Lo olvidas todo.
Es decir, el lavado de cerebro es inútil para llevar a cabo planes de infiltración. Mientras que el cambio de corazón puede ser mucho más práctico en semejantes operaciones.
Acabo de ver Prometheus y hay algo que me ha llamado la atención. En una de las escenas aparece un decorado con una reja que sigue una teselación de Penrose. La verdad, eso es un detalle muy… es una exquisitez científica.
Gracias por la recomendación. Acabo de ver el primer episodio de Homeland y me ha encantado. Voy a por el segundo.
OJO, SPOILERS!!
Yo he visto la serie y he de reconocer que me ha gustado mucho y estoy deseando ver la segunda temporada.
Es de esas series en las que el espectador tiene mucha más información que el protagonista y eso te desquicia un poco porque en este caso quieres que ella tenga su momento de gloria, que todos la quieran, la valoren, la mimen, la perdonen, sustituyan la estatua de la libertad por una suya y ese momento nunca llega. Te deja chof porque su papel termina igual o peor que comienza y da entre rabia y mucha pena. Esperemos que se redima en la segunda temporada!
Pero bueno, es genial, al principio te hace dudar todo el rato de si el marine será bueno o malo y al final descubres en lo más profundo de tu ser que hasta LO AMAS!! Pero también a ella. Os dejo el trailer de la T2 con una versión del «Every breath you take» que te pone la piel de gallina: http://www.youtube.com/embed/Xh_TPjZJCRc
Gracias T.G. por sus entradas en el blog 🙂