Ayer, César Molinas, firmaba en el diario El País un artículo cuya lectura recomiendo: «Una teoría de la clase política española«.
Hoy, Ignacio Escolar, le contesta con otro artículo titulado: «También hay élites y calamares vampiro más allá de la política» y cuya lectura también recomiendo porque nos sirve como primer paso para establecer el debate.
En la respuesta de Ignacio Escolar no me queda claro si él defiende mantener el sistema electoral en España o modificarlo por otro diferente al que propone César Molinas. En cualquier caso, el debate sobre estos asuntos me parece imprescindible en España y podemos debatir sin saber qué defiende exactamente Ignacio Escolar.
Les pido que se olviden de las personas que firman los artículos. Ni siquiera he enlazado sus nombres. Ya saben que rechazo el principio de autoridad en las ideas. Las ideas tienen que ser falsables o demostrables, nada más.
Saben que considero imprescindible el debate. Lo necesitamos en España y en todo el mundo. Sólo con debate mejoraremos nuestras ideas, nuestra política, nuestro sistema electoral y seremos capaces de aprovechar mejor los recursos disponibles.
Espero que disfruten leyendo los artículos y que podamos discutirlos para aprender.
Me he leído los dos artículos, y unos cuantos comentarios en twitter a favor y en contra del artículo de César Molinas… y especialmente la izquierda se defiende con uñas y dientes el argumento que los políticos no son los únicos culpables y que la reforma electoral propuesta solo beneficia a la mayoría.
¿Son los políticos los únicos culpables?
Sin duda no son los únicos culpables, pero debido a que están pagados y elegidos por los ciudadanos son probablemente los más culpables, y son sobre los que tiene que existir una exigencia de transparencia máxima.
Si un banquero, por ejemplo la pifia, debe intervenir la justicia, o sus accionistas para conseguir que le echen. Una sociedad debe tener mecanismos judiciales para defenderse de aquellos que hacen algo ilegal. También nos podemos defender de nuestros políticos… el problema viene cuando los políticos hacen lo posible para que el sistema judicial les pertenezca.
¿El cambio de sistema electoral que propone Molinas es el bueno?
A mí, excluir las minorias de una representación parlamentaria, me da pavor… la verdad. Las minorias también auditan, fiscalizan, controlan… Ahora bien…
En las Cajas de Ahorro por poner un ejemplo, la representación en el consejo era grande, no solo los grupos mayoritarios estaban ahí. No olvidemos que estaban los partidos políticos con representación en los municipios y los sindicatos, y los representantes de los depositantes… etc, y todos llegaron a un entente cordial para mamonear tranquilamente.
No sé cual es el sistema electoral bueno, pero creo que hay dos puntos fundamentales para mejorar el sistema actual:
1) Independencial absoluta del sistema judicial respecto a los políticos de turnos
2) Transparencia. En este siglo XXI, con capacidad de tener y distribuir información facilmente, deberíamos ser los ciudadanos los que tengamos la capacidad de auditar a nuestros representantes… y en caso de fraude (fraude de compromisos, fraude de ley, fraude electoral, …) deberíamos los ciudadanos tener la capacidad de denunciar (ante la ley y ante la opinión pública) a esos tipos.
A mi me pasa lo mismo que a mi amigo David. Lo de la reforma del sistema electoral me parece lo de menos en el artículo. Lo que me encanta, y por eso lo he empujado en mi modesto twitter es que ha puesto en negro sobre blanco y con la dosis justa de teoría algo que todos tenemos en la cabeza.
De hecho, en lo que Escolar parece que tiene razón (no me he leído el artículo) es que no son sólo los políticos. Y es que ese es el problema y de eso habla también el artículo: es que hay cada vez más sectores regulados, que significa pasteleados. Los medios (y por eso Escolar salta como salta) son uno de los más significativos. No hay prensa libre entre los grandes generalistas. Y es un problema espantoso.
Sr. Moltó, no entiendo porque enlaza estos dos articulos para el debate cambio si cambio no del sistema electoral.
Ambos dedican bastante mas letra a otras cuestiones antes que a plantear un abanico de alternativas con pros y contras. Particularmente en el caso de molinas parece un coitus interruptus, cuando se mete en faena acaba abruptamente como si tuviera cosas mas importantes que hacer. Escolar responde en plan sepordondevasbribonliberal, me figuro esperando algo mas desarrollado.
Mi propuesta, muy original: circunscripción única y listas abiertas.
Ale, siguiente pregunta.
Sorry, y reparto proporcional.
Todo junto no tiene mucho sentido.
Habra que meditarlo más.
Sorry again.
Lo decía alguien, no recuerdo si en twitter o dónde demonios fue, que el problema de España es que aquí, cuando estaba de moda, no actuó la guillotina lo suficiente. Esto no significa más que: la Gran Pérdida de España y lo que la relegó en todos los puntos de vista de la modernidad del mundo occidental fue haber ganado la guerra de independencia a los Franceses.
No todo habría sido mejor, pero nuestra historia contemporánea, incluyendo la casta política que sufrimos y la cultura que nos asombra, abría sido otra. El problema de España como país no es tener una clase política interesada sólo en lo suyo y en saquear a la administración pública para después privatizarla y liquidarla, sino el tener tan poca cultura política, sí, de esa de que el hombre es un animal político que decía Aristóteles; todos somos políticos, desde el punto de vista de que vivimos en la Polys,y la Cosa Pública nos atañe a todos. Si los políticos son corruptos la culpa es nuestra que también lo somos, aquí un sinvergüenza mete la mano y dilapida montones de millones de euros en obras faraónicas, dádibas a sus amiguitos del alma y pérdidas de caudales por el sumidero del colegueo, mientras otros millones de corruptos les siguen votando sin castigo alguno porque, sí, no nos equivoquemos, esos millones de votantes son totalmente igual de corruptos e hijos de sumadre que los políticos a los que votan.
Es triste, en efecto, pero tenemos a los políticos que nos merecemos como pueblo y, mientras educacionalmente no cambiemos, seguiremos con los mismos problemas y claro, ¿que leches vamos a cambiar educacionalmente si cada uno de los partidos que gana las elecciones trata de adoctrinarnos según su inteligença? El problema no son los políticos, caballeros, el problema somos nosotros como pueblo, somos nosotros como seres incultos, somos nosotros como borregos que siguen a un desgraciado pastor tanto o más inepto que su rebaño. Demasiados siglos de judeocristianismo nos contemplan, demasiados lustros de siguesotanas ora pro novis, demasiados años de clase media que se cree que es clase de algo y que está en el medio de cualquier sitio.
Señores, la solución se llama más educación, se llama más ciencia, se llama menos religión en la Cosa Pública, menos maguferío y más sentido común.
Salud y perdón por el ladrillo que acabo de escribirles.
A mi me llama la atención que ninguno de los dos artículos mencione la transparencia, de forma directa o indirecta. La solución a una clase política «extractiva» pasa porque sus administrados controlen lo que extraen o dejan de extraer y su gestión sea absolutamente transparente. (Por poner un ejemplo reciente, Eurovegas y Barcelona World han llevado aparejadas reuniones y mamoneos de los que creo que todos deberíamos estar perfecta y rigurosamente informados) Me llama la atención del de Molina que pretende encontrar unos culpables de forma excesivamente singular para mi gusto. (Esto es, creo que la clase política es culpable pero no son los únicos culpables)
Por último, creo que el debate sobre el sistema electoral es estupendo y necesario pero parte de ese debate debería incluir una reflexión sobre el papel que los ciudadanos queremos jugar en la sociedad. Más que nada, porque si, nuestra aspiración última, es encontrar una élite de seres angelicales que, sin control alguno, gobiernen de forma perfecta de principio a fin a lo mejor tenemos que pedírselo a los Reyes Magos y no a un sistema electoral mejor.
Salud
Gracias por los enlaces.
Francamente, me llama la atención que ninguno de los dos autores mencione a los españoles dentro del grupo de responsables. Hace siglos que políticos, banqueros, reyes, curas y demás adoptaron el pragmatismo al entender que el español funciona mejor a latigazos que con razonamientos. Los que quisieron cambiar esto fueron siempre eliminados por las élites con fanática aprobación del populacho.
Ninguna reforma servirá de nada mientras los españoles no superen la mayoría de edad social, cultural, económica y política. «Los pastores serán brutales mientras las ovejas sean estúpidas.»
Será bueno debatir, sin duda, quizás ayude a que algún vecino deje de repetir consignas prestadas y elabore las suyas propias. Pero me temo que esta generación también está programada para repetir.
El señor #8 ha dicho lo que venía a decir, ergo poco puedo añadir. Siempre me caen yoyas por repetir lo mismo, pero es lo que pienso: hay mecanismos de sobra para que la transparencia sea real y efectiva, así como para auditar a los políticos y garantizar que las cosas se hagan bien. También para cambiar el sistema socio-económico-político de arriba a abajo, cada vez que se desee, si fuese necesario. Lo que pasa es que nos da absolutamente igual, y los políticos lo saben, así que van a lo suyo. La culpa es nuestra, y punto. No es que tengamos lo que nos merecemos, tenemos lo que somos. El primer paso es reconocer el problema, y nos cuesta horrores hacerlo.
Yo abundaría en otro gran ausente en estas estupendas teorías inculpadoras de los terceros y consecuentemente exculpadoras de la propia responsabilidad de quien las expone y desarrolla. A fin de cuentas lo que tenemos es una sociedad golfa que tiene que dotarse de mecanismos de vigilancia que supervisen la honestidad de los poderes del Estado en el ejercicio de las funciones que tienen encomendadas.
El poder político (legislativo y ejecutivo) ha fagocitado al judicial, tanto que se ha inventado un tribunal absurdo cuya última finalidad es poner de rodillas, más bien pasarle por encima, al Poder Judicial, me refiero obviamente al Tribunal Constitucional, que desde su misma creación no ha hecho más que manifestar su pertenencia, ni tan siquiera sumisión, al poder político.
¿No hay nadie más en democracia que fiscalice la actuación de los poderes? ¿no hay manera para mostrar a los ciudadanos la corrupción endémica del sistema?, sí la hay, y es la función del cuarto poder, de la prensa.
¿Y cual es la situación de la prensa? pues la que se deduce de las partidas de publicidad institucional, de las concesiones del espacio radioeléctrico, de los permisos para editar una publicación, de lo penoso que resulta que la televisión pública tenga, o tuviera, unos servicios «informativos» con credibilidad ante la población, cuando estos dependen de la dotación presupuestaria que se le asigne por el gobierno de turno.
La brutal corrupción que existe en este país es conocida por muchos ciudadanos a poco que tengan roce con la casta política, y aunque el gremio periodístico sabe hacer su trabajo en cuanto a obtener información, luego esta no ve la luz, ni tan siquiera a pesar de tener un privilegio del que no disfrutamos los demás ciudadanos, la libertad información, el secreto de las fuentes.
¿Y para qué dar información acerca de la corrupción con pelos y señales? ¿ para que el ayuntamiento de turno deje de publicitarse en el periódico? ¿para que dejen de invitarle a las presentaciones de turno? ¿a los piscolabis de todo sarao público? ¿para que dejen de tenerle en cuenta a uno para entrar en un gabinete de comunicación de un ministerio, comunidad autónoma o ayuntamiento? En definitiva, para qué morder la mano que te alimenta.
Pero para cubrir las formas se crea una ilusión de información, alimentada en la magia del bipartidismo: el sectarismo y la polarización de la ciudadanía. Los partidos mantienen su régimen, y la prensa se adscribe a uno u otro bando, dando caña al contrario pero parte del mismo juego, un mismo trampantojo.
Finalmente los ciudadanos mostramos nuestra aquiescencia a este sistema, vemos la tele y creemos que todos son unos golfos, escuchamos las tertulias y rápidamente pensamos: fulano es un rojo y mengano es un facha, a ver si haciendo un mejunje con lo que dicen me quedo con algo que me valga (para entretenerse hasta el próximo semáforo, no para nada de más altura por supuesto).
Conocedores de la farsa concurrimos a las elecciones con nuestras filias y fobias, participando en este gran Monopoly cuando todavía había fichas en nuestra manos, dinerito que nos permitía vivir preocupándonos por chorradas, ahora por el contrario algunos descubren que el juego está depende de que fluya un dinero que no tenemos, ahora los políticos quieren mantener el Monopoly sin dinero para jugar, pidiendo más y más prestado no para nuestro bienestar sino para no cerrar el tablero, para mantener la red que entre todos hemos tejido y que no todos pagan.
Mientras tanto, el vigía desde su redacción reserva espacio en la página ocho y espera ansioso el cheque desde el ministerio.
Mis opiniones:
1) Yo optaría por un sistema mayoritario de circunscripción unipersonal (creo que en Gran Bretaña usan algo parecido). Reduce el chalaneo y acerca mucho al elegido a sus electores (no sólo tiene que temer a su partido).
2) Por dios, que los que hablan de circunscripción única y listas abiertas me expliquen en qué urna se meten unas papeletas con 350 candidatos por cada partido que se presente.
3) El sistema electoral no obra milagros. Se ponga el que se ponga, en una guardería con niños de 3 años el resultado va ser muy similar: las espinacas no tienen nada que hacer frente a las gominolas.
4) Hay que asumir que el voto universal tiene también consecuencias negativas (la definición de democracia como peor sistema de gobierno a excepción de todos los demás no era sólo un juego de palabras).
5) La creencia en que la educación y la información generalizadas hacen sociedades más maduras es un mito. Hay mucha gente completamente impermeable a lo que lee, ve o visita. Y tiene derecho a voto.
6) Un país es básicamente reflejo de sus ciudadanos. Puede haber momentos históricos concretos (y breves) en que le vaya claramente mejor o peor de lo que merece, pero a medio y largo plazo un país tiene los dirigentes, los médicos, los medios de comunicación, los estudiantes… que se merece.
7) Una gran parte de las personas no piensan casi nunca y les da miedo hacerlo. Toman opciones por motivos variopintos y luego las siguen ciegamente (en política, economía, deporte, religión…). No necesitan cosas que les hagan reflexionar, sino consignas claras que seguir (lo de el pastor y las ovejas de la Biblia tampoco era un juego de palabras).
@11 Yo se lo explico (objeción en punto 2)
1) haciendo unos libritos con los tropecientos mil nombres
2) haciendo más urnas, o más grandes y claro está, con ranuras mas gorditas.
Es un lio, si, pero votar es algo de cierta importancia (igual no) y sólo se hace de vez en cuando. Creo yo que nos podemos permitir la complicación.
Si esto no le convence, no hay razón para que los diputados sean 350. Con el sistema actual (votamos unas siglas), bastaría con que cada partido designe un número limitado de elegibles y éstos tuvieran un voto ponderado en función de los apoyos recibidos via urnas.
La prueba de madurez definitiva serían las listas abiertas sin partidos.
De esta opción no habia oido hablar.
http://www.demopunk.net/sp/sp/pool/stv01.html
Es un poco largo, pero creo que es muy interesante leer este artículo relacionado con los políticos y lo que nos está pasando:
http://www.monde-diplomatique.es/?url=mostrar/pagLibre/?nodo=6d1ef750-1296-4611-8583-3c670a6cacf1
El problema me parece que es la concentración de poder (excesiva, claro).
Se produce por el nepotismo, los nipotes estan en los centros de poder económico (bancos y empresas), político (partidos, ayuntamientos, diputaciones, comunidad europea), y judicial.
Y también en los medios, como ya se ha dicho. Y son parientes de pesebre y de otras cosas.
Deshacer ese nudo múltiple (El PP está en los puestos interesantes del ayuntamiento de Madrid, de CajaMadrid, de la CE, de las diputaciones,etc…..Y el PSOE igualmente donde puede mete a sus secuaces/as) parece tarea de supermanes, se ponga el sistema electoral que se ponga (salvo quizá que se prohiba directamente que se presenten a las elecciones los partidos mayoritarios, que se hagan listas abiertas, que se hagan preliminares en circunscripciones mas pequeñas, se vote a gente conocida a la que se pueda controlar después con facilidad, poniendo los medios adecuados, y que antes de las elecciones dimitan TODOS los que estan en puestos de poder. Y aun así).
¿Y quien tiene el poder de hacer esto, aunque fuera LA IDEA?
Solo me sale una respuesta, y es mala.
En mi opinión el debate sobre los sistemas electorales está actualmente monopolizado por unas minorías que defienden a ultranza el sistema de representación proporcional, despreciando el sistema mayoritario como si les fuera la vida en ello, por eso se explica porque son tan parciales en sus valoraciones repitiendo exactamente los mismos conceptos que predican otros como si hubieran sido adoctrinados previamente en esta cuestión.
No hay ningún sistema electoral perfecto, pero para valorar los pros y los contras debemos antes establecer cual es el ideal político que debe sustentar el modelo electoral. Si defendemos una ideología extremista y nuestro ideal es ejecutar dicha ideología en la sociedad, entonces defenderemos aquel sistema electoral que más oportunidades nos de, sin embargo si nuestro ideal es la democracia, entendiendo la misma como organización del Estado donde se garantiza la separación de poderes y los ciudadanos pueden elegir a sus representantes sin que se los impongan las oligarquías políticas o financieras, entonces llegamos a la conclusión que el sistema mayoritario es el que más se acerca a este ideal. Lo malo es que poca gente explica que hay detrás de esa aparente bi-tripartidismo que se da en el sistema mayoritario, porque si explicamos las cosas desde nuestro punto de vista y no tenemos en cuenta factores como la democracia interna de las formaciones políticas, el sistema de elección de candidatos, las oportunidades de cualquier ciudadano para acceder a la política, la escasa disciplina de partido, la escasa importancia de las ideologías en pro de la eficiencia en la gestión política y administrativa, el proceso de selección de los políticos, el control de los mismos por parte del poder legislativo, la importancia del interés general sobre el particular o partidista, el acceso que tiene el ciudadano para exponer sus problemas al representante de su circunscripción, etc etc.., entonces no nos limitaríamos a criticar vehementemente dicho sistema y tendríamos una visión mucho más imparcial y menos dogmática sobre este asunto de vital importancia.
Un saludo.
No hay ningún sistema electoral a prueba de Trolls e incompetentes. Me disgusta la frase hecha que dice «la culpa es de los políticos» como si saliesen de un sitio distinto al resto de los ciudadanos. Si tenemos unos políticos mangantes, es porque tenemos unos ciudadanos mangantes. Hasta que no cambiemos de actitud y eduquemos a las futuras generaciones en que los atajos y las trampas son malas seguiremos siendo un pais de chiste.
@15 Otro igual.
Ya me explicará porque un sistema que deja sin representación a la mitad menos uno de los votantes es el que mas se acerca al ideal de democracia. Y que coño tiene eso que ver con la separación de poderes, dejar sin efecto a grupos de presión, lobbies y oligarquias, etc, etc, etc.
@17 El sistema mayoritario dejaría a la mitad menos uno sin representación si fuese con circunscripción única. Si la circunscripción es unipersonal es mucho más fidedigno que uno proporcional con circunscripción muy amplia.
Y, por favor, dejen ya lo del la circunscripción única, que da risa sólo con pensarlo (aunque se redujese el número de diputados -haciendo imposible entonces el acceso a minorías).
Pero, vamos, que cinco siglos de amiguismo y tráfico de favores no hay sistema electoral que los cure.
#17
Es muy sencillo de explicar, pero para entenderlo hay que tener una mente abierta y dudo que usted la tenga, no obstante lo voy a intentar.
La representatividad en el sistema de representación proporcional esconde una trampa que nadie de sus acérrimos defensores quiere reconocer, cuando un partido político que ha conseguido una mayoría relativa pacta con una formación política minoritaria que pongamos el caso sólo tenga un diputado, el partido mayoritario que quiere formar gobierno tiene que plegarse a las condiciones programáticas de esta minoría con lo cual podría traicionar no sólo al electorado de la oposición sino también el suyo propio. Ahora imagínese que ese partido minoritario es de extrema derecha y a cambio de su apoyo consigue aprobar puntos de su programa electoral que no son aceptados por la mayoría de la sociedad.
Por otro lado el sistema de representación proporcional dificulta la elección de candidatos por parte de la militancia y acentúa las diferencias ideológicas entre la población, con lo cual las cúpulas de los partidos adquieren mayor protagonismo en la designación de candidatos y se dificulta enormemente la comunicación entre el elector y el representante al no quedar claro quien representa a quien, esto lleva consigo que el poder legislativo sea dependiente de las consignas de las élites partidistas y sea más fácil que las oligarquías corrompan a la clase política. Con el sistema mayoritario, se disipan las diferencias ideológicas y se da más importancia a otros factores como la capacidad y honestidad del político o su fidelidad a su circunscripción, pues es el militante (también simpatizante) es quien elige al candidato evitando así la formación de cúpulas en los partidos y la presión que ejercen los lobbies de poder (siempre y cuando se regule la financiación como ocurre en Francia).
En resumidas cuentas, el sistema de representación proporcional representan a las ideologías dejando de lado a un importante sector de la población de ideologías opuestas, con el sistema mayoritario las ideologías quedan en segundo lugar y se da más importancia a la buena gestión del político que se debe a TODOS los ciudadanos, no a un sector ideológico de la sociedad, por eso en los sistema mayoritarios hay una menor fidelidad a los partidos y más al representante, que al deberse al elector tiene mayor iniciativa propia y puede contradecir la línea oficial del partido al que pertenece.
Lo que digo no es una teoría, es un simple ejercicio de comparación entre un sistema y otro.
Un saludo
#18
Exacto, cuando la circunscripción es pequeña y unipersonal, el que fue elegido representante se debe a sus electores y de traicionar sus intereses no sería reelegido, con la circunscripción única el parlamentario se debe al partido y el militante carece de poder de decisión excepto para elegir al cabeza de lista (poder ejecutivo) pero no a su candidato a representante que en un momento dado es el que realmente puede controlar al ejecutivo, así el poder legislativo es independiente y se previene la corrupción y demás chanchullos por parte de los gobernantes.
Me gusta el análisis de César Molinas, no tanto la conclusión. Para mí está claro que los partidos políticos (la casta política) ha acumulado poder y prebendas, esto fomenta la corrupción y su propia estuctura promociona al mediocre y al pelota. Y posiblemente Escolar tiene razón en la relación de los partidos con la gran empresa y la banca (más corrupción).
Necesitamos una verdadera división de poderes, eliminar la política de donde no hace falta, sea justicia, empresas públicas (o antiguamente públicas) o en la regulación de los mercados. Y transparencia, mucha transparencia. ¿Menos políticos en las empresas y más empresarios en la política?
Dudo que un cambio de ley electoral (que perjudica a «nuestros representantes» y no van a permitir) sea la prioridad, y seguro que no es suficiente (no me gusta ni la circunscripción única ni el sistema inglés, dicho sea de paso). Creo que esto necesita cocteles molotov.
Muchas gracias a todos por escribir. Han dicho cosas brillantes.mgracias.
Quizá la más brillante de todas es que «las espinacas no tienen nada que hacer frente a las gominolas»
No pretendí presentar el debate únicamente sobre el sistema electoral, porque no es el único aspecto relevante, como ustedes dicen bien. Yo siempre mantengo que la responsabilidad es de los ciudadanos. Tenemos la responsabilidad y por eso fomento el debate y la lectura en este blog. Tenemos la responsabilidad y tenemos que encontrar la herramienta que nos permita ejercer esa responsabilidad.
La prensa tenemos mucha responsabilidad. Estoy totalmente de acuerdo. Pero esa también es parcialmente responsabilidad de los ciudadanos. Si lo que vende son un par de tetas en la contraportada de un diario en el que todo el mundo se chuta, para ué vamos a esforzarnos en investigar y en pasar malos ratos.
Dicho esto, el conchabeo de la prensa con el poder es un problema grave en el que los ciudadanos tendríamos que intervenir.
La decisión sobre el sistema electoral es peliaguda. Sé que el actual no sirve, que las listas cerradas no son herramientas adecuadas, pero tengo muchas dudas. Intuyo que un sistema mixto como el alemán es lo que más se acerca a un sistema que otorgue capacidad real de decisión a los ciudadanos.
He penado que para castigar a corruptos también sería bueno que se pudiera votar en contra, no solo a favor. Un debate largo, con simulaciones e ideas como el voto negativo o el escaño en blanco son necesarios. Es un debate complicado y técnico, pero la herramienta electoral tiene que ser una herramienta mejorable continuamente. Abandonarla durante 30 años es adejadez de responsabilidad de todos.
«Si lo que vende son un par de tetas en la contraportada de un diario en el que todo el mundo se chuta, para qué vamos a esforzarnos en investigar y en pasar malos ratos.»
Esta respuesta no le pega nada, aunque se lo perdonaría si sustituye al redactor con pelo afro en las sesiones de fotos por una buenorra con las tetas al aire.
@20 Confunde churras con merinas, muestra un manejo de eslogans que me repele y atribuye propiedades maravillosas, casi misticas, a lo que no es mas que un apaño (uno entre muchos) para dirimir quien nos pastorea. En estas condiciones un debate constructivo se me antoja imposible. Los milagros a lourdes, Francia.
Y pregunte a Moltó como se califica al que recurre a las descalificaciones personales, a falta de argumentos con algo de enjundia, me temo.
@18 El sistema mayoritario deja sin representación a la mitad menos uno de los votantes por circunscripción, haya una o trescientas cincuenta, en el peor de los casos. Esta opción está diseñado para bloquear el acceso a las minorias, o de forma menos cruda, para favorecer la gobernabilidad. En el caso español, este sistema, que es un D´hondt a lo bestia, favorece a los dos grandes y a los nacionalistas, y machaca a los minoritarios nacionales. Y no es ni bueno ni malo, pero a mi no me gusta, en la medida en que dificulta la renovación.Tampoco me gusta que la circunscripción sea unipersonal; viendo como funcionan las cosas en este pais, me parece que tenderá a convertirse de facto en un sistema de lista cerrada unipersonal.
Para mi gusto el metodo irlandes combina las bondades de ambos tipos, mayoritarios y proporcionales, sin sus efectos secundarios. Si resultara muy marciano, el sistema aleman también es una buena opción, mas facil de importar.
PD. Lo de la fidedignez melosplique. En este enlace un valiente se atreve a hacer una simulación sólo para madrid (el esfuerzo para toda españa es de tesis doctoral) y las conclusiones son claras, aunque si se modifican algunas variables los resultados son muy interesantes.
http://politikon.es/2011/12/05/una-simulacion-de-un-sistema-mayoritario-con-distritos-uninominales/
@25 Lleva razón en lo de que se queda siempre fuera la mitad menos uno. No me he expresado bien. Quería poner de manifiesto que tan importante o más que el sistema (mayoritario o proporcional) es el tamaño de la circunscripción. Con circunscripciones grandes las minorías lo tienen muy crudo, aunque sólo sea por la dificultad de acceso a la financiación y a los medios. Haga una prueba y pregunte a sus vecinos el nombre de algún diputado o senador de su circunscripción actual (que es provincial). Sin embargo, al alcalde seguramente lo conocerán muchos (ya sé que no es la misma elección, pero la proximidad influye).
Por seguir con otras cosas que influyen mucho, es completamente injustificable que los tiempos de campaña en los medios se repartan en función de los resultados obtenidos en las últimas elecciones (es un mecanismo brutal de perpetuación del poder establecido). Imagínense si el ganador del último mundial de F1 empezase el año siguiente con 30 puntos de ventaja.
Otro elemento higienizante es la limitación a dos mandatos (que alguien lleve 30 años en un cargo sólo fomenta el nepotismo y la necesidad de mantener un modo de vida al precio que sea). Aunque los hay que llevan más de 30 y van de antisistema por la vida, y les cuela.
Sobre la simulación: 1) puede haber dos vueltas o no; 2) Madrid es un ejemplo poco representativo del conjunto y 3) lo más importante, es un error craso suponer que el comportamiento del electorado sería el mismo si cambian las normas electorales (por algo los partidos mayoritarios son reacios a tocarlas lo más mínimo).
Queda para otra vuelta lo del Senado (absurdo en su configuración actual) aunque ejemplificativo de lo inútil que puede ser poner listas abiertas (el Senado las tiene y a ver si encuentro una estadística del porcentaje de votantes que hace uso de la posibilidad de combinar candidatos de distintos partidos -que además, suelen ser un montón).
@26 Lo de la circunscripción única (o varias muy grandes) y listas abiertas queda como muy molón y tal y tal, pero es inviable, no por los tropecientosmil nombres en la papeleta de voto, sino por el absoluto desconocimiento que va a tener un votante respecto de los meritos de la inmensa mayoria de los nombres del susodicho papelote. Lo que usted apunta en su primer parrafo, por otra parte.
Puestos a optimizar el paripé, yo haría una circunscripción única sin nombres, sólo con los partidos. Absolutamente proporcional. Ya está bien de que una minoria provincial saque diputado con siete votos y una minoria nacional lo saque con dos millones. O de que el voto de un jubilado abulense valga bastante mas que el mio, residente en una gran metropolis, culto, educado, buena presencia, hombre de mundo…
En el blog «Nada es Gratis» se ha tratado en profundidad el asunto de los sistemas electorales. En este post se hace un resumen de las conclusiones, con enlaces al desarrollo de las ideas: http://www.fedeablogs.net/economia/?p=13012
Despues de leer todos los comentarios, creo que el error más común es el que apunta @26 respecto a las simulaciones: suponer que si se toca una parte del sistema, el resto seguiría comportándose como hasta ahora.
Soy partidario de un sistema mayoritario, ya que doy prioridad a que quien me represente sea competente, que a que sea «de los mios». En estos sistemas, los independientes son pocos, efectivamente, pero los partidos no son homogéneos, y los candidatos no son peleles (o al menos, no necesariamente).
Ahora mismo, por mi provincia van a Madrid unos pocos de un partido, unos pocos de otro. Todos mentecatos que van a seguir ciegamente las consignas de sus respectivas cúpulas, que son quienes les colocarán en su sitio cuando vuelva a haber elecciones. Si el sistema fuera mayoritario yo tendría un sólo representante, que quizá no sería de mi partido. Pero si resultara ser un mentecato, no volvería a ser elegido…por lo que por la cuenta que les trae, empezarian a ser un poco más razonables.
@27 Lo que Ud propone (circunscripción única sin personas), haría que los partidos no tuvieran siquiera la restricción de presentar candidatos fotogénicos! Dónde vamos a parar? 😛
@28 Gracias por el enlace.
El sistema mayoritario es atractivo, pero mucho mas si no es unipersonal. Es que todo eso de que silohacemalnovolveraaserelegido pues mireuste no me lo trago en españistan. O no me lo trago mientras salga una y otra vez el pp en valencia, el psoe en andalucia o la ciu en catalonia, con los mismos fulanos en listas.
En esta nuestra monarquia bananera el rebaño vota conforme a una marca al fuego, o si se prefiere contra alguien, sea éste el socialismo ladrón o la derechona rancia.
Cuestionar las simulaciones les está quedando un poco feo: en la que he enlazado plantean una serie de hipotesis previas que reconocen son subjetivas. Los resultados son en realidad un abanico de ellos; pero son una aproximación con alguna base empirica.
¿y por que una circunscripción grande como madrid no es representativa? ¿Lo serian mas Soria o Guipuzcoa?
@29 Uy, por mi en el parlamento podrian poner un totem por cada partido con representación (o un cartel electoral de los que sobran) con un leyenda que diga: valgo por 180 votos.
@30, es normal no tragarse las cosas cuando uno las desconoce, la organización interna de los partidos políticos en los sistemas mayoritarios no tienen absolutamente nada que ver con lo que ocurre en España, por tanto no se pueden valorar las cosas desde nuestro limitado punto de vista. En UK por ejemplo, los dirigentes de los partidos políticos son aquellos que consiguieron escaño en el parlamento, si no salen reelegidos pierden todo poder de decisión dentro del partido, además no hay un grupo de poder quien designe candidaturas porque las mismas son elaboradas por la militancia (los que realmente mandan en los partidos), la dedocracia es mas propia de sistemas de representación proporcional y es así porque los candidatos no tienen que competir con otros candidatos como suceden en las circunscripciones de distrito y uninominales. La fórmula es sencilla, a mayor competencia mayor selección de candidaturas y mayor democracia interna en los partidos políticos, claro que si quieres tener un cenutrio de representante, lo mejor es que otros decidan por ti.
Si es por el sistema electoral, pienso que un parlamento bien compuesto debe ser proporcional, donde los votos de cada circunscripción tengan valor. Sino, se genera un bipartidismo que arruina la libertad, como en Estados Unidos y España. Propongo que se divida al país en provincias, y que cada provincia tenga un diputado cada 150.000 habitantes y un senador cada 250.000 habitantes aprox, con un mínimo de tres y dos.
Con 50 millones de habitantes, el tamaño de las cortes se mantendría igual. Lo que cambiaría es que dentro de cada provincia, habría varios escaños en juego (hasta 40 diputados en Madrid y Cataluña). Eso permitiría que los partidos chicos consiguieran escaños más fácilmente. Además se podría establecer que la cantidad de escaños por partidos sea proporcional a la votación nacional, como se hace en mi Uruguay.
Listas individuales generarían individualismo. Lo que debería haber son listas de sectores partidarios, que no sé si las hay en España. Eso da margen a que un votante de cierto partido tenga varias opciones de parlamentarios.
Un sistema electoral malo causa muchos problemas. Pero sólo con arreglar el sistema electoral no se resuelven los problemas políticos.
#32
Sobre el papel suena bien lo que dices pero en realidad el sistema de representación proporcional es la escusa que tienen los partidos políticos para secuestrar la soberanía popular. Las listas que te refieres, cuando las elabora el partido, aunque sea proporcional el reparto de escaños, al final esos parlamentarios representan a sus formaciones políticas, luego suceden situaciones muy poco democráticas cuando un partido que no gana por mayoría absoluta tiene que pactar con una, dos o mas formaciones políticas con lo cual, dejarían de representar a los ciudadanos que votaron a otros partidos y también a los propios votantes cuando se tienen que plegar a las exigencias de esos partidos minoritarios para que les den su apoyo para gobernar, ni que decir la inestabilidad que supondría para el país (ej: Cuarta República Francesa).
Deberías saber también que los sistemas mayoritarios, penalizan a los partidos que representan ideologías, y eso es un reflejo de una sociedad madura y responsable a quienes les importa más un buen representante que un ideólogo, aparte de que con la democracia interna de los partidos a la hora de designar candidaturas, el ciudadano participa directamente con lo cual la representatividad acaba siendo mucho mayor que en los sistemas proporcionales.
En conclusión, las ideologías no tienen sentido en las sociedades avanzadas ya que no hay tantas diferencias entre gobernantes de izquierdas o derechas, de hecho las enfrentan y corrompen, caminando hacia la decadencia más que al desarrollo social, económico y político.
Añado que concuerdo con usted que las minorías deben estar representadas, pero de ningún modo que condicionen la política a todos los ciudadanos. Alemania por ejemplo maneja bien ese equilibrio con su sistema mixto, quizás este sistema sea el más avanzado de todos.
Yo no creo que un cambio en el sistema electoral sirva de algo por sí mismo mientras exista la disciplina de voto, el secuestro de la democracia que menciona #33 Txomin, un mecanismo de creación de bloques que evita representar a los electores para representar cuotas de poder dentro de los partidos según cómo se organicen internamente. Sirva el caso de la peculiar relación del PSOE con el PSC, que implica que cada gobierno socialista en la breve historia democrática española tiene una amplia cuota de ministros, secretarios de estado y directores generales (obviamente, con su entramado de intereses y mamandurrias) catalanes por el mero hecho de su procedencia y a cambio del voto dócil de sus diputados.