Ilustro mi tesis. Entre los años 1.996 y 1.999 los tipos de interés bajaron mucho en Europa y en España. sin embargo, los precios al consumo bajaron más que la inflación. Si de verdad la bajada de tipos influyera negativamente en los precios ¿Cómo se puede explicar que en 1996 bajaran tantísimo los precios, después de la bajada de 2005 y cuando los tipos ya habían bajado considerablemente?
Hay más factores que influyen. No pretendo imponer una tesis. El precio del petróleo era muy bajo en aquellos años. Recuerdo que el barril de petróleo, por aquellos años, cuando yo informaba de asuntos económicos, tenía un precio de alrededor de 10 dólares por barril.
Aun así, ahora los tipos llevan tiempo subiendo, y el IPC le sigue hacia arriba como un poseso.
En algunas economías, la relación inversa entre precio del dinero y precio de los bienes quizá sea clara. En la economía española, los datos no lo corroboran. Considero que los economistas debieran estudiar con seriedad la posibilidad inversa. Mi impresión es que en España ese dogma económico no se cumple.
Voy a exponer una teoría absurda de por qué el modelo económico español es un poco diferente a los de nuestro entorno.
Partiré de unas premisas, que por supuesto son discutibles, pero son las mías:
– El modelo productivo y mercantil español se basa más en criterios de volumen que de calidad. La sociedad se ha adaptado rápidamente a las corrientes consumistas propias de un país capitalista, pero sin dar importancia al valor añadido de una mayor calidad o innovación, por lo que somos poco competitivos.
– A diferencia de los países de nuestro entorno, en España existe una tradición terrateniente, fomentada desde la posguerra. La meta del español medio es poseer vivienda en propiedad, aún a costa de otras contrapartidas; una de las más importantes es la escasa movilidad geográfica, que redunda en una menor competitividad empresarial.
– La bajada de los tipos de interés a finales del milenio pasado se tradujo en un desplazamiento de los inversores al sector inmobiliario, en parte fomentado por los dos puntos anteriores.
Así, la vivienda pasó a ser a principios de este milenio el primer bien de consumo y el principal objeto de inversión. Eso fue un binomio terrible para provocar la catastrófica burbuja inmobiliaria.
Quizá en el resto de Europa tengan otros problemas y otros motivos; en España, tengo bastante claro que la primera consecuencia de una nueva bajada de tipos de interés iba a ser otra escalada de los precios de la vivienda. Y, ya sea en propiedad, sea en alquiler, una sociedad sana no puede asumir el coste de una vivienda tan cara (más del 50% de los ingresos familiares, y subiendo).
El sector de la construcción se covirtió en uno de los principales motores productivos del país. Al caer las constructoras, cayeron lógicamente la mayor parte de empresas asociadas. La pérdida de poder adquisitivo global sacudió por tanto al cómputo del consumo interno. Ahora todo son pérdidas, y en todos los sectores (salvo las funerarias, que son de las pocas seguras).
Si bajamos los tipos de interés, vamos a retomar el camino terrible que llevábamos. La agonía se alargará quizá un par de años más, pero luego la muerte será más dolorosa.
No hay nada que hacer sobre los tipos de interés porque los decide el BCE y no tenemos posibilidad de influir.
Estoy de acuerdo con lo que dice sobre la burbuja inmobiliaria y sobre otros posibles perjuicios colaterales de una posible bajada de tipos. (que seguramente habría que intentar solucionar de otras maneras si mi tesis sobre los precios y los tipos fuese correcta)
Un saludo
Javier