Desde que Jaguar/Land-Rover recibió la inyección de un sustancioso caudal de rupias hindúes (léase Tata), ha entrado en una fase de hiperactividad casi febril: nuevos modelos y rápidos restylings de los ya existentes –todo lo cual estaba “congelado” en los armarios por falta de financiación-, tecnologías de punta, potenciación de los múltiples departamentos de atención a su rica herencia histórica, y profusión de acciones publicitarias del tipo de “apadrinamiento” de modelos por parte de figuras populares de los mundos del deporte, la moda o las artes escénicas. Y también la realización de eventos y “performances” espectaculares que no tienen otro objeto que llamar la atención sobre la buena salud tecnológica y comercial de sus dos marcas; todo lo cual es perfectamente legítimo.
Lo que ya no resulta tan digno de aplauso es cuando en dichos eventos se nos intenta vender gato por liebre, haciendo que los aspectos puramente publicitarios y de imagen popular enmarañen y falseen la realidad técnica de lo que están presentando. Y menos de recibo aún es tratándose de una corporación que tiene tanto una tradición como una realidad de muy alto y serio nivel tecnológico. Ya sé que mucha gente tiende a pasar por alto los detalles y a perdonar las exageraciones o falseamientos de la realidad, dando por buena la práctica de que “se trata de que hablen de uno”, sin importar demasiado el cómo ni el por qué. Por mi parte, ya he repetido en múltiples ocasiones mi creencia de que la prensa debe ocupar –en nuestro caso concreto del mundillo de la automoción- una posición de representante a dos caras: del usuario frente a la industria, y viceversa. Y cuando uno de estos dos actores intenta romper el “fair play”, lo menos que podemos hacer es ponerlo de manifiesto; sin acritud, pero dejando las cosas claras.
Y algo de esto es lo que ha ocurrido con la ceremonia de presentación de la muy profundamente renovada berlina Jaguar XF, mediante una ceremonia televisada consistente en “realizar la más larga travesía del mundo en la cuerda floja de un coche sobre agua”. Travesía que ha tenido lugar el 24 de Marzo en Londres, concretamente sobrevolando la dársena del Canary Wharf, en pleno London Business District; el coche fue oficialmente presentado en el Salón de Nueva York, días después. No es que un automóvil sea la herramienta ideal para practicar el funambulismo o el equilibrismo; aunque lo de rodar largas distancias sobre dos ruedas sí que es una habilidad que los “cascadeurs” vienen realizando con frecuencia. Pero, en todo caso, lo que cuenta es realizarlo de acuerdo a unas normas no creo que escritas, pero al menos sí unánimemente consensuadas.
Por supuesto que hay variantes en la realización de ejercicios en la cuerda floja; o más exactamente en la “cuerda tensa”, que es la variante que se puso (o se pretendió poner) en práctica con el Jaguar XF. Porque en la cuerda floja se puede trabajar en la playa, a menos de un metro de la arena, con el único objetivo de demostrar la habilidad de no caerse. Pero la “cuerda tensa” es otra cosa, lo mismo que el trapecio: por supuesto que interviene el factor de habilidad, pero también el factor “riesgo”, puesto que se realiza a mucha mayor altura. Luego, en el caso del trapecio en concreto, se podrá o no poner debajo una red; pero la habilidad, el equilibrio, la agilidad, la fuerza y la sincronización entre portor y saltador son imprescindibles. En el caso del funambulismo, que suele ir acompañado de la vara manejada a mano que hace de contrapeso, la habilidad cuenta mucho menos que el riesgo, que es el componente básico.
Es como en la fiesta de los toros; por supuesto que torear requiere de una técnica, de un arte estético, de un conocimiento de los terrenos y del comportamiento del astado, y por supuesto de bastante arrojo; pero todo ello está condicionado, y puesto en valor, porque se realiza bajo la continua y constante amenaza de la cornada. Se podrá estar a favor o en contra de las corridas de toros; pero en todo caso, partidarios y detractores están de acuerdo en que supondría un engaño hacerlo con toros “afeitados”. Sin riesgo, o con éste artificial y engañosamente disminuido, tanto el aspecto artístico como el técnico pierden casi por completo su valor. Pues para el funambulista, o para el “hombre-araña” que trepa por la fachada de un rascacielos, es lo mismo: el mérito reside en el precipicio que tienen por debajo. Hacerlo a nivel del suelo tiene la misma dificultad, sólo que entonces lo harían miles de personas; pero a gran altura, sólo unos pocos.
Pues bien, la travesía del XF nos la han vendido como una hazaña muy arriesgada, cuando el mayor mérito ha sido fundamentalmente estructural y técnico; de riesgo, poco o nada. Pero en los comunicados (británico original y español traducido), se nos dice que el público que lo presenció en directo, y se supone que también el televisivo, asistió asombrado al hecho de que el piloto del XF “consiguió lo que parecía imposible”. Como a continuación vamos a ver, lo que hubiese sido casi imposible es no haberlo conseguido. De momento, señalemos que en la traducción española desaparece lo del récord “sobre agua”, quedando como absoluto de distancia para un coche. Y también se plantea como una dificultad que los dos cables sobre los que apoyaban las cuatro ruedas del coche eran de sólo 34 mm de diámetro, como si el conductor tuviese que irlos buscando con el volante.
Creo que lo de menos es si la travesía era más larga o más corta; por supuesto que, cuanto más larga, podría producirse algo más de cimbreo y variación de separación entre los dos cables, pero enseguida veremos que esto no hubiese supuesto mayor problema. Quede como dato que el recorrido fue de exactamente 240 metros (0,15 millas), y que la altura sobre el agua, en su punto más bajo, fue de 18 metros (20 yardas), lo que corresponde a un edificio de seis pisos; una altura de mucho respeto. Y vamos ya con los aspectos concretos de la travesía, dejando los de tipo material para el final y empezando por el lado humano, que se centra muy específicamente en el piloto, un veterano “stuntman” americano de reconocido prestigio.
Jim Dowdall tiene una experiencia de más de 35 años de profesión en Hollywood como especialista primero y coordinador actualmente (ya está mayorcito para ejercicios que exijan excepcionales aptitudes físicas); se ha encargado de estos menesteres en diversas películas de las sagas de James Bond, Bourne, Indiana Jones y Superman, y en Salvar al soldado Ryan. Y actualmente suele dar conferencias sobre dicha especialidad en escuelas de cinematografía y TV, e incluso en Universidades. Vamos, un profesional de la máxima cualificación; así que el aspecto técnico estaba más que sobradamente garantizado.
Y vamos con dicha parte técnica: la base de apoyo para la rodadura se componía de dos cables de fibra de carbono de 34 mm de grosor (1 pulgada y 11/32”); en inglés dicen simplemente “carbon”, puesto que acostumbran a comerse lo de “fibra de”, por lo que en castellano lo han traducido por “acero al carbono”, pues el traductor no concebía que la fibra de carbono sirva, entre otras muchas aplicaciones, para hacer cables. El acero siempre es “al carbono” (en mayor o menor proporción); sin él, sería simplemente fundición de hierro. Y los pelillos que se observan al aumentar a tamaño real la foto nº8 indican claramente que es fibra de carbono; si un cable de acero tuviese pelillos, sería una pésima señal. Pero todo esto no es más que un detalle anecdótico.
El XF se apoya, pues, sobre dichos dos cables, sujetos al suelo en ambas orillas del canal, con sendas grúas que hacían de “punteros” para dar altura, y se da por supuesto que muy pesadas y firmemente ancladas al pavimento. Las ruedas del XF iban calzadas con unos neumáticos Pirelli P-Zero Nero de la medida 255/35-20, que tenían una peculiaridad: su banda de rodadura estaba cortada y eliminada en su centro, en una anchura algo superior al diámetro del cable. En realidad, a cada lado del canal de la llanta quedaban el talón, el flanco, el hombro y un poco de banda; el fondo plano del canal metálico era lo que apoyaba sobre el cable, y los dos trozos laterales de neumático servían (junto a otros elementos para dicho fin) de guías laterales para que el cable fuese siempre guiado por el centro del canal o garganta de la llanta.
Pero no era éste el único ni más importante guiaje lateral del cable respecto a las ruedas, y por tanto al coche: tanto por delante de las delanteras como por detrás de las traseras, y a la distancia de un palmo de ellas en ambos casos, había cuatro juegos de dobles rodillos verticales que abrazaban estrechamente el cable. Los rodillos iban sujetos a unos chasis atornillados al frontal y la zaga del XF; y en los mismos travesaños de los que pendían los rodillos, e inmediatamente detrás y delante suyo en los respectivos trenes, también se anclaban cuatro robustas abrazaderas en forma de U. Las cuales, al estar cerradas por abajo, impedían que el cable pudiera separarse en vertical de la llanta, en el muy improbable caso de que un golpe de viento fuese tan fuerte como para llegar a producir un salto del coche respecto a sus puntos de apoyo.
Y no sólo estas cuatro sino que, a mitad de la batalla del coche, otro travesaño llevaba un par de abrazaderas más, para controlar un eventual abaniqueo del cable en los menos de tres metros de batalla. Por otra parte, el juego vertical que las abrazaderas le dejaban al cable era tan ajustado que impedían que los trozos laterales de neumático pudiesen montarse en un momento dado sobre el cable; siempre se tendrían que mantener a uno y otro lado suyo, al margen del trabajo de los rodillos. O sea que los cables estaban absolutamente y firmemente posicionados, lateral y verticalmente, respecto al centro del canal de la llanta metálica.
Según el propio Jim Dowdall, el mayor (y casi podríamos decir único) riesgo provenía de los imponderables meteorológicos; o sea, de las eventuales rachas de viento cruzado. Pero mucho tendría que soplar para volcar lateralmente un coche tan fuertemente anclado respecto a los cables, haciendo que éstos se cruzasen y el coche quedase boca abajo. Pero incluso para este caso ya estaba todo previsto: el chasis posterior iba conectado mediante dos cables formando una V y mediante una argolla deslizante, a un tercer cable longitudinal todavía más grueso que hacía el mismo recorrido que los dos de apoyo, sólo que unos cuantos metros más arriba y centrado con ellos. De modo que, si el coche volcaba y además se rompían la seis abrazaderas, quedaría colgando boca abajo, pero sin caer al agua.
Pero como toda precaución es poca, en la orilla de final de trayecto había una grúa-pluma de tipo articulado para recoger el coche si caía en su zona de posible actuación. Y también estaba dispuesta una lancha rápida de salvamento; en cuanto al interior del coche, no hay documentos gráficos. Lo que sí podemos ver es que Dowdall llevaba un equipo de escalada para subir al coche una vez situado éste en altura sobre los cables; equipo que de poco le iba a servir una vez iniciada la travesía. En todo caso, mejor sería un chaleco salvavidas (igual lo llevaba en el coche, y se cambiaba de equipo una vez instalado), y con un buen cinturón-arnés de seis puntos (y apertura rápida), para las eventuales y temidas sacudidas del viento, que parece ser no hicieron acto de presencia.
Y con ello llegamos al aspecto más sofisticado del montaje, para evitar que tanto el tercer cable superior, y más aún la grúa-pluma y la lancha, tuviesen que entrar en acción: la prevención del eventual vuelco lateral debido a una ráfaga de viento muy fuerte. En varias de las fotos se advierte que a los chasis tanto delantero como trasero se conectan unos cables que tiran en diagonal y hacia abajo desde ambas orillas, placando al coche contra sus cables de apoyo. E incluso me cabe la sospecha (elucubración exclusivamente mía) de si el delantero no sería el que tiraba del coche para realizar la travesía, y el trasero sujetaba reteniendo un poco, para así llevar el coche debidamente presionado contra los cables de apoyo. Porque en la información no se dice “ni mu” respecto a la propulsión del coche, salvo que era la versión más ligera -la cual pesa en vacío 1.545 kilos-, con el motor Ingenium 2.0 turbodiesel de 163 CV y cambio manual.
De ir propulsado por su motor, ello hubiese requerido ir en 1ª a medio embrague, porque el desarrollo en 1ª de esta versión –rodando sobre el fondo del canal de una llanta de 20”- es de 7,3 km/h (el dossier llegó el 1 de Abril); y aunque el ralentí estuviese a 700 rpm, me parece que cruzar por los cables a 5 km/h (velocidad de andar a pie muy deprisa) me parece un poco demasiado rápido para una travesía que se nos ofrece como de altísimo riesgo. Por cierto, tampoco se dice ni palabra del tiempo invertido; así que es bastante probable que el motor no estuviese ni siquiera en marcha, y fuese el cable central delantero el que se encargase de controlar el desplazamiento. Por otra parte, la adherencia de una llanta de aluminio sobre un cable de fibra de carbono no debería ser de lo más apropiado para garantizar una propulsión (trasera) a medio embrague sin resbalones ni tirones; todo lo cual me hace confirmar mi sospecha.
Bien, ya tenemos dos cables (controlando o no el desplazamiento; para el caso es lo mismo) tirando en diagonal hacia abajo por delante y por detrás, a fin de apretar el coche contra los dos cables portadores; pero es que hay mucho más. En las fotos se aprecia que del coche cuelga un vistoso “medallón” con la efigie de la cabeza del felino americano que da nombre a la marca. Medallón que mucho me sospecho no era precisamente de plástico; tampoco al respecto -ni de su peso ni de su presencia ni su función, al margen de la evidentemente publicitaria- hay la menor referencia en el texto de los comunicados. Pero sí se aprecia que, a diferencia de las demás sujeciones, aquí el medallón no cuelga de cables, sino de cuatro barras que podrían ser de aluminio; por su longitud constante, forman con el coche un todo solidario, con un único cdg (centro de gravedad). También hay una maroma central muy tensada, que alivia de buena parte, o de todo el peso, a las barras de aluminio, cuya función es mantener al medallón solidario con el coche. Así, aunque haya rachas de viento, el cdg del conjunto oscila de forma solidaria, no el del coche por un lado y el del medallón por otro.
Una oportuna medición con regla graduada, sobre la imagen ampliada de la foto nº5 (la más adecuada para estos menesteres), nos permite observar, con casi total precisión, que la distancia del techo del coche hasta los cables de apoyo (no a la zona inferior del neumático, que no trabaja), es exactamente la mitad que de los cables al centro del medallón. El coche mide 1,46 metros de altura, pero el “truco” de los neumáticos cortados le quita 11 cm de altura (9 cm de perfil del neumático, y al menos dos hasta el fondo de la canal). Así que del techo al cable quedan 1,35 metros; en un coche como este Jaguar XF, podemos dar por bueno que, con un mínimo error, su cdg viene a estar a 46 cm del suelo, con neumáticos sin rebanar. O sea que en este caso, el cdg queda a sólo 35 cm por encima de los cables. Y teniendo en cuenta el peso del coche y la relación de distancias antes calculada, podemos concluir que, con 192 kilos de peso del medallón, ya tendríamos el cdg del conjunto coche/medallón situado exactamente al nivel de los cables de apoyo. Cada kilo de peso del medallón que sobrepase esos 192, haría que el cdg conjunto quedase más y más por debajo de los cables.
Un curioso alegato del comunicado en castellano es que la realización de la travesía “confirma las credenciales de ligereza” del nuevo XF; el cual, al utilizar una estructura mayoritariamente de aluminio, pesa 190 kilos menos que su predecesor. Qué tendrá que ver ese aligeramiento con el baile (más bien poco) en la cuerda floja, es algo que no llego a entender; como mucho, habría permitido que todos, o algunos cables, fuesen un poco más finos, y que el medallón pudiese pesar algo menos para situar el cdg conjunto a la distancia por debajo de los cables portadores que se hubiese considerado conveniente. Por lo demás, aerodinámicamente, cuanto más ligero es peor; ya que el tamaño del coche, y su sensibilidad al viento, seguirían siendo los mismos.
Así pues, lo que se nos intenta presentar como una emocionante y arriesgada travesía “en la cuerda floja”, en realidad se asemeja más bien a un viaje por ferrocarril no “de vía estrecha”, sino “de vía por cables”, siendo éstos los raíles; y el conjunto de rodillos, abrazaderas y neumáticos seccionados, el equivalente a las pestaña de las ruedas de un tren. En realidad, lo más parecido sería un funicular de montaña de los manejados por cable, esos en los que un vagón sube y otro baja, ambos al extremo de un cable único que da la vuelta al final del trayecto superior, y se cruzan a mitad de camino en una desviación “ad hoc”. Y con la ventaja de que el descarrilamiento del Jaguar resulta casi imposible, gracias a las abrazaderas, los cables que tiran en diagonal hacia abajo, y el medallón colgando que sitúa el cdg “bajo tierra”, y posicionado siempre de perfil al eventual viento reinante. Todo lo que no sea una rotura mecánica de cables o tornillos es absolutamente incapaz de conseguir que el coche vuelque.
Quizás el mayor riesgo al que se expuso Jim Dowdall fue la escalada para introducirse en el coche, y el momento de desengancharse del arnés del que colgaba; es de suponer que tendría suficiente juego lateral para abrir la puerta y entrar, y soltarse una vez dentro. En cualquier caso, nada que ver con el funambulista que camina por el cable sin más ayuda que la barra transversal en sus manos, y el vacío por debajo. Pero lo cierto es que en Jaguar ya consiguieron lo que querían: retransmisión televisiva, seguro que muchas fotos y resúmenes más o menos largos de su comunicado en toda la prensa (especializada y de información general), e incluso esta entrada de crítica que, en el fondo, no hace sino añadirse al conjunto de la atención que se buscaba. Está claro: los de Marketing de Jaguar son unos figuras.
Evidentemente, ningún coche está hecho para funcionar así… por lo que técnicamente, los «trucos» usados para hacer esta «cosa», en realidad, no tienen mayor relevancia.
Pero al parecer, en cuanto a herramienta publicitaria, sí ha tenido su sentido, ya que usted está hablando de ello.
En cualquier caso, creo que en general, las personas somos cada vez menos impresionables con estos retos, por lo que esta publicidad, es eficaz hasta cierto punto.
Pero probablemente, el reto, dentro de su complejidad técnica… haya sido relativamente barato…. por lo que sí haya sido una campaña eficiente (eficaz, para que se hable de ella, y mucho más económica que una campaña masiva de publicidad en medios tradicionales).
Los anglosajones, técnicamente, están al nivel de todos los demás. Pero a la hora de vender… son unos hachas.
Tendencioso y sensacionalista titular, don Arturo. Que uno ya avizoraba una crisis en JLR.
Por cierto: ¿es sostenible ese ritmo de inversión y nuevo producto con poco más 400.000 unidades vendidas en todo el mundo, sólo 80.000 de ellas Jaguar? Por comparación, BMW registró 2.200.000 ventas, por ejemplo. Y es que de momento el impacto de JLR, pese a sus aparentes beneficios, sobre las cuentas del Grupo Tata parece más negativo que positivo, según algunas informaciones.
Esperemos que esa crisis no suceda.
Por lo demás, mera cultura del espectáculo. Hay que llamar la atención de alguna manera frente a la competencia germana. Y mejor aún si es manteniendo la percepción de marca británica con el skyline londinense por fondo.
Parece que lo están consiguiendo. Ojalá perseveren. Aunque, en foto, y sin dudar de las mejoras técnicas y de espacio introducidas -supongo de que ahí la solución de la tercera ventanilla- ya les adelanto que me gustaba más el anterior XF que el recién presentado.
Yo no sé si Jaguar nos ha dado gato por liebre, pero lo que si sé es que usted nos acaba de cascar tropecientas líneas sobre el evento publicitario, ergo: ha sido muy acertada la estrategia de Jaguar.
Ahora solo falta Slayer.
¿Se ha pasado a la prensa amarilla, Arturo? Yo que entraba esperando ver una última cuenta de resultados desastrosa y me encuentro con este pseudo-post que tiene como intención decirnos que los de Jaguar a usted no le engañan. Esperaba más de usted.
@4
Yo también esperaba lo mismo. Es una marca que me ha decepcionado bastante. Sus interiores cálidos y nobles (para viejos como dice mi hermana) de los jaguar «pre-tata» me encantaban. Su diseño conservador también. No es que estos no me gusten… pero son fríos y sus interiores aún más. Tampoco consigo acostumbrarme a eses «culos» cuadrados en vez de redondos. Esas ópticas agresivas traseras y delanteras tampoco ayudan mucho. Quizás la parte delantera siga con personalidad aunque rompa con la tradición. Pero la trasera me parece vulgar y con poco «estilo» para un jaguar.
Muchos ingleses de la vieja escuela también dijeron no más jaguar. Creo que jaguar tiene que hacer muchos equilibrios… más ahora que no tiene un coche de acceso «barato» como el x-type. El cual, en su tiempo, también fue criticado, no era más que un mondeo, tracción delantera… Pero una vez que uno se sube dentro sus acabados nobles hacían pensar acerca de los interiores de BMW y compañía. Quizás fueran para viejos… pero sus acabados interiores me cautivaban (no así otros muchos defectos) y si lo que se buscaba era un ambiente acogedor, cálido, de calidad, tanto visual como al tacto, con personalidad y, por encima de todo, cómodo, no tenía alternativa.
Aún así no he mirado sus ventas. ¿Van parejas a mis impresiones? ¿Tiene más ganancias?
Vaya tostón. Esperaba algo más sustancial y sesudo por su parte, la verdad. Al ver las primeras imágenes del nuevo XF (en 3/4 delantero y trasero) me defraudó pues parecía que en Jaguar comenzaban a inspirarse en la política de clones Audi -hoy afortunadamente en vías de rectificación- pero al verlo de perfil constato que finalmente llevaron a cabo lo que yo pedía, léase una berlina estilizada con el tercer volumen más marcado que en los XE y XJ, demasiado ‘fastback’ para mi gusto y teniendo en cuenta la tradición de la marca. Puestos a pedir, yo le habría enderazado algo la inclinadísima luna posterior alargando visualmente la tapa del maletero aunque ello supusiera la pérdida de un par de puntos a nivel aerodinámico. Si ofrecen el cambio manual con la variante V6 sería una joya teniendo como único rival el BMW 535i de próxima generación.
Relanzar una marca es siempre un reto difícil.
Problema es que Jaguar no está muy claro qué debe vender como marca.
Han optado por hacer piruetas.
En el mercado chino se lo tomarán en serio.
@3,
Oiga, a mi por que me mete, para una vez que puedo estar de acuerdo con el fondo del articulo?
Es decir, no entiendo el porque de este y otros lanzamientos rimbombantes, y siempre pienso que el dinero destinado a estos actos estaria mejor invertido en otros sitios, pero bueno, es su gato (nunca mejor dicho) y se lo follan cuando quieren. Pero no comulgo. Prefiero presentacion, coche plano, simple, y cuantos mas datos tecnicos, precios y de equipamiento mejor.
Claro, que esa es la interpretacion de un servidor, ajeno a las vicisitudes del marquetin mas marquetiniano.
Eso si, el titular de esta entrada parece sacado de Marca Motor. En ese sentido estoy de acuerdo con @4. Y bueno, a la vista de las fotos (de prensa, seguramente) que acompanyan al articulo, no creo que nadie haya querido enganyar a nadie acerca del «como se hizo».
Tiene razón, tiene toda la razón, tiene más que la razón… Solo que me recuerda Ud. a alguien contándonos los trucos de Juan Tamariz, o a mi padre explicándome que los reyes son los padres…
El mundo de la publicidad funciona en algo muy lejano, onírico, explicable en el subconsciente subjetivo del que habla Freud o en el cerebro de reptil del que habla el señor Duró en sus conferencias. Búsquenlo en youtube. ¡Alguien piensa que un nº 1 de tenis español sabe algo de automóviles para salir en la tele promocionando una marca! ¡Y la gente lo sigue! O la gente lo seguimos. Es así. Hay muchos más ejemplos. Cito este porque sale en la tele mientras escribo. Los teóricos de la publicidad podrán teorizar sobre el asunto.
El numerito: feliciten al equipo de efectos especiales. Diga Ud., lo que diga, con toda la razón, es un tinglado para poner en manos de profesionales. Que si no, yo no me subo.
Y por lo demás, el circo es el circo, disfruten con la mujer serpiente, con nuestros enanos volatineros, y con los perritos sabios. Somos así todos, bendito sea. Tiro ra ri, tiroriro rariro rari… Pongan Uds. la música.
Si no les gusta el número, pueden ir a un mitin de algún partido político. Regalan el crecepelo definitivo.
Una acotación, si me permite, un acero al carbono varía, grosso modo, de 0,25 a 0,50 de % de carbono, de acero dulce a duro. Una fundición de hierro comienza a partir de un 2 % de carbono. Elementos de aleación aparte en ambos casos.
Sinceramente este tipo de montajes me resultan innecesariamente ostentosos en un mundo plagado de miseria. Me hubiera gustado más que me explicaran las bondades objetivas del vehículo sin tanto espectáculo que tampoco explica nada.
Mención aparte es el tema de la ligereza. No entiendo por qué muchos fabricantes actualmente inciden es este punto ¿Es por el consumo? Porque no entiendo cómo esta ligereza puede mejorar el comportamiento…
«adding power makes you faster on the straights, subtracting weight makes you faster everywhere.» Colin Chapman.
Añadir potencia te hace más rápido en las rectas, reducir peso te hace más rápido en todos los sitios.
A parte del consumo.
@10 Intente mover/correr con un carrito de la compra lleno hasta arriba y uno vacío.
¿Con cuál le cuesta más esfuerzo empezarlo a mover (aceleración), correr (consumo), girarlo en movimiento (comportamiento)?
@ todos:
Advierto que algunos de Vds están sedientos de noticias sensacionalistas, o incluso catastróficas; sólo con el titular, y sin molestarse en echarle una ojeada a las fotos, ya estaban ansiosos por conocer el cataclismo de Jaguar, más o menos por la senda de Saab. Y también advierto que algunos son altamente concesivos con los esfuerzos de la publicidad y el marketing por vendernos el famoso gato por liebre. Una cosa es no hacerse mala sangre por ello, y otro darlo por bueno, como moneda corriente. Porque hay en el mundo mucha gente un tanto más ingenua que el comentarista habitual y promedio de este blog, gente a la que la engañan como al proverbial chino.
En este caso el engaño no radicaba en que el Jaguar XF cruzase sobre unos cables; lo hizo, indudablemente. El intento de engaño era presentarlo como una maniobra arriesgadísima, más o menos como cuando Pinito del Oro daba en el trapecio el triple mortal y sin red; aquello sí era riesgo auténtico, y en una ocasión en la que falló, estuvo a punto de irse al otro barrio. En este caso, maldita la falta que hacía contratar a un «stuntman» de prestigio, puesto que todo el mérito estaba en los especialistas en estructuras a base de cables, que fueron quienes hicieron los cálculos de resistencias, tensiones, grosores, centros de gravedad, etc. etc. Y sobre el aspecto del riesgo, que era la clave de la crítica que yo hacía (con documentos gráficos y amplias explicaciones), ni el más mínimo comentario. La verdad, me he quedado un tanto decepcionado con las generosas tragaderas con las que los comunicantes han aceptado un intento de presentarnos como una hazaña del mundo del funambulismo (especialidad circense muy respetable y arriesgada) lo que no era más que un ejercicio absolutamente tecnológico, por más que muy vistoso.
Hombre, don Arturo, algunos ya hemos dicho que era mero espectáculo. En realidad, como uno más de esos programas de supuesto riesgo, controlado y guionizado.
Apenas queda nada espontáneo en el mundo del marketing y los media. Jaguar, simplemente, se sube a ese carro, buscando el aparentemente «más difícil todavía» intentando rugir más que los germanos con los que pretende competir y, si acaso, rejuvenecer un poco la percepción de marca, tan señorial y llena de madera y cromo a la par que fortalecer su carácter british.
Piense usted que a los ejecutivos de 45-55 años las hazañas deportivas de Jaguar -incluso la propia gloria de la marca- le queda tan lejos como las arriesgadísimas piruetas de Pinito del Oro, que apuesto lo que quiera a que la mayoría de sus comunicantes desconocen.
En realidad, lo de Pinito y el XF es una metáfora de la vida: lo que va de la conducción técnica a la conducción autónomo. O, si lo prefiere, dado su razonabilísimo escepticismo, a la conducción asistida. Aunque sea por el asistente de arranque en rampa.
Y es que la creatividad y el riesgo ya no son patrimonio de la habilidad para conducir la máquina, sino que pertenece a sus creadores y programadores. Ahora basta que parezca que conducimos o que hacemos funambulismo. Y la creatividad, como usted bien dice, queda en manos de los ingenieros de sistemas o los que idearon el mecanismo para cruzar el Támesis.
Signo de los tiempos. Que nos guste o no -que a mí, no demasiado, tanto que incluso empieza a aburrirme lo de conducir- es otra cosa. Eso sí, puede dar por seguro que serán pocos los que se partan el espinazo en el trapecio o los fallecidos en accidentes. Esa es la parte más amable de estos tiempos.
Diga usted que sí, Arturo. Una gran mayoria de lectores del blog le dicen que el titular es tendencioso y usted se enroca diciendo que esperaba más de nosotros.
Es como el chiste del kamikaze.
Creo que Pragmatico ha dado bastante en el clavo, ahora el tema esta en hacer tortilla sin romper huevos, si quemarse un dedo con la sarten y sin saber darle la vuelta. Lei recientemente que BMW ha inventado un automatismo que permite que el coche haga drifting el solito, lo cual tiene para mi el mismo interes que cortar inyección en vacio cual tunero de discoteca.
Pero estoy seguro de que si una marca lo desarrolla es porque sabe que hay una clientela para ello, cliente que si se perdona a si mismo quemar ruedas tan tontamente no le costara nada perdonarle a Jaguar que su pantomima sea una pantomima.
Por lo pronto estamos todos hablando de gatos, y al menos estos sacan de vez en cuando campañas que molan muchísimo.
Gracias @11y @12. Un carrito de la compra es algo muy mal diseñado: no llevan manillar para cambiar de dirección.
Entiendo que un coche ligero va a tener menos resistencia a tomar una curva, pero a la vez más adherencia y por tanto no sé cuál es el resultado final. También supongo que no se trata de si es simplemente más o menos ligero, sino de dónde está el centro de gravedad.
Si luego el coche va a velocidad de autopista con alguna racha de viento…
quise decir ‘menos adherencia’. Disculpas.
En el mundo del circo también existen las medidas de seguridad aunque, claro, alguna vez hay accidentes. Pero el impacto de una demostración de estas características hay que buscarlo en el sentido estético del asunto. Nadie espera realmente que se caiga, aunque el jefe de pista diga aquello del «mas dificil todavía».
¿Contratar a shuntman? ¡Hombre, posiblemente para ahorrarse la discusión con el Jefe de Pruebas de Jaguar! Imagíneselo. Ala, subete ahí y dale. No te preocupes, que los de las gruas dicen que todo esta bien…
Ya metidos en gastos, pues lo contratamos, y punto.
El caso de Pinito del Oro fué un caso excepcional en la historia del circo. Se negó en rotundo a actuar con red. Creo que a última hora de su carrera accedio a actuar con «cinturón de seguridad». Un arnés sujeto al techo para parar la caida. Y lo hizo por que las normas de seguridad del circo le obligaban, al menos en normas internacionales. En el Circo también hay normas.
Tuve la suerte de ver su actuación en el antiguo Circo Price y a pesar de los años, aún la tengo grabada en la cabeza. Un prodigio. Y por cierto, era trapecista del tipo que creo se llama trapecio fijo. Su número se basaba en el equilibrio. No daba saltos mortales, ni este tipo de volatines.
@13 hablando de engaños. https://www.youtube.com/watch?v=MQJA0BMTEdQ Por lo menos los de Jaguar te muestran los cables. Creo que es publicidad sin más y por lo que parece, bastante efectiva.
https://www.youtube.com/watch?v=nvKFtNRgyRQ
Don Arturo, me acaba usted de dar un disgusto de campeonato. Yo pensaba que habían tirado dos cuerdas del Carrefour de orilla a orilla del Támesis, habían puesto un coche encima y a un piloto dándole gas al coche para cruzar el río. Y van y ponen seguridad y tonterías de esas. Se empieza por cables y se acaba poniendo GPSs hackeables por ondas hertzianas. Me alegra que alguien opine como yo y esté en contra de esta locura en los coches. Antes, Arturo, en nuestros tiempos de juventud, esas cosas sobraban y hombres de pelo en pecho como usted y yo no precisábamos de esos cachivaches para conducir. Ahora todos amariconados, lo que yo le diga.
@Elisa Le explicaré mejor el asunto para que lo entienda. Imagínese que está en la cocina. Pues bueno, deje de imáginar y vaya, que está todo para fregar. Muchas gracias
@10.- Tampoco veo que vaya desencaminada del todo, ni mucho menos. Lo que si es cierto es que un móvil cambia de dirección tanto mas fácilmente cuanto menos pese, por generar menos inercias, aunque es cierto que el incremento de presión produce un incremento de agarre que compensa esto, pero solo en parte y conllevando un mayor consumo de combustible y de «consumibles».
Después esta la sensación de aplomo, mas fácil de conseguir en un coche pesado, y la sensibilidad al viento lateral, donde el peso es un factor positivo mas pero no mas importante que los condicionantes aerodinámicos, el reparto de pesos o el trabajo de las suspensiones. Un autobus pesa mucho y es un autentico asco conducirlo con viento lateral.
Al analfabeto de birutas iba a llamarlo maleducado, pero he decidido sero yo mismo y llamarlo payaso, que le pega mas. Cuando haga unos cuantos comentarios interesantes como suele hacer Elisa lo retiro.
Tal vez una Jaguar XF que pesase 700kg tendría problemas de aplomo y viento, pero en el rango de pesos lógico para un coche de estos, pongamos entre 1.5 y 2 tn. creo que el mas ligero solo aporta ventajas.
@23 Gracias por su explicación, ciertamente muy clara. Circulo a menudo en zonas de viento y cuando sopla, una de las prácticas habituales por esa zona es, precisamente, cargar el coche.
Valmhö, las fantas, ¿las compra en lata o en botellas? ¿Qué espera vd de la defensa de la dama Elisa? ¿Enfundar el sable?
@25 birutasf1 Por favor, ¿puede dejar ya de decirme si tengo que ir a la cocina o si soy una dama? Ya tuve que tragarme sus comentarios en otro post anterior.
@20,21. Que interesante el «making off» nunca imaginé que ese anuncio hubiera sido algo tan controlado, si bien debido a mi juventud apenas lo recordaba, lo que queda claro es que sin todo ese equipo de personal y cables ese coche no habría subido tal desnivel en esas condiciones.
@birutasf1 Es usted el perfecto ejemplo de personaje misógino, cínico y cargado de complejos al que no merece la pena prestar menor atención, y menos en un blog en el que la calidad y educación de los comentaristas lo deja, si es posible más en evidencia. Buenas noches.
Birutas, esta vd. a la última, ¡que audacia lo de la fanta! Pero no lo ha pillado, no lo hice por defender a Elisa, que se puede defender ella si le da la gana, era solo que me apetecía llamarle payaso. Y lo reitero.
AdeA pasándose al siglo XXI. Ya sabe titular al estilo internet, ¡felicidades! Ahora acompañe el titular con una moza de buen ver apoyada en el coche, y ya tiene el completo.
Como decía no se quién mofándose de nuestro país, en el siglo XIX, «un tema como ese sólo le puede interesar a un profesor español».
Aunque no sé qué es peor, si el tema de la entrada, el titular que lo acompaña o el debate de saloncillo de té con moqueta roñosa montado alrededor del mismo, discutiendo trascendentemente que si galgos o podencos.
Me voy, me voy corriendo de aquí.
Por cierto, Sr. de Andrés, a mi me importa un carajo que la campaña de Publicidad y Relaciones Públicas de Jaguar para promocionar su coche, usándolo sobre unas cuerdas.
El mero hecho en si ya me parece una operación de propaganda que no me suscita el más mínimo interés, no quiero conocer ningún detalle, ni mucho menos que venga un señor con monóculo y un teclado a contarme los entresijos para dejarlos en evidencia.
Quizá el problema lo tiene usted, y no los demás. Parece Vd. como el chiste del conductor suicida.
Yo voy a lo importante de todo esto:
¡Quiero conocer el chiste del conductor suicida!
Un conductor va por la autopista, y por la radio interrumpen la programación.
– Atención. Interrumpimos la emisión para avisar a los conductores de la zona de la presencia de un conductor suicida circulando en sentido contrario. Extremen la vigilancia y la precaución.
Y el conductor dice:
– Uno noooooo, todos, ¡¡todooooooooos!!
@13 A de A
No soy experto en marketing y no se si si este despliegue de medios ha sido o no una «azaña» publicitaria.
Aunque creo que el propósito de esta «azaña» equilibrista ha salido bien. Pues ya corren 32 comentarios acerca de una noticia de lo más absurda, la cual que me recuerda al tema del bulldog y del mini. Con razón no me he leído en profundidad el artículo (suelo hacerlo). Y quizás aún sea más tontería perder el tiempo escribiendo esto.
¿Alguien se imagina poder poner al servicio de la gente toda esta cantidad de recursos humanos y técnicos al servicio de la gente? Esto es un auténtico desperdicio (en términos sociales y humanos). Por muy eficiente y eficaz que fuese la campaña publicitaria. ¿Es esta la finalidad de la imaginación humana? Fue tan duro el contraste de lo que esperaba y de lo que leía en esta entrada que tuvieron que pasar unos segundos y ver que, efectivamente, era real.
Por mi parte he pasado de mandarle esta absurda noticia a mis amigos, por no crear una bola de nieve aún más grande y dar bombo a algo que me parece una tontería y hacerle más rentable a jaguar su inversión en esta campaña publicitaria… Pero quien sabe, quizás con mis dos intervenciones sobre esta noticia (y la de otros más) les comiencen a salir los números.
Yo también pensaba en algo «sensacionalista» o quizás más técnico (cuentas, gestión, competencia, visión de futuro, nuevos modelos rompedores…). Pero es que el título de esta entrada (que es lo que primero se lee) lo daba a entender. ¡Nadie, Don Arturo se espera semejante noticia!, el ver un coche por la cuerda floja. Quizás un gol por parte de división de marketing de jaguar y, como bien explica @pragmático es una metáfora de la vida de jaguar. Equilibrios que debe realizar una vez cortada con toda tradición y que no sabe a donde va… Igual que el futuro del automóvil.
Definitivamente, creo que tenemos acuerdo en que el numerito de Jaguar es una chorrada circense, fuera de lugar en este mundo tan serio, medido. No me compraré un Jaguar.
El próximo coche que me compre va a ser un KIA. Si lo anuncia Rafa Nadal, con lo buen tenista que es, y lo majo que parece, tiene que ser bueno.
O quiza Nissan, que hará que el paseo al trabajo con un falso todoterreno sea una aventura en la selva.
O mejor, el Golf ese, que hace que la parienta se ponga cariñosa.
…
¡No se que coche comprar!
@34 jenio15.
Está claro que tiene que comprarse un Opel, que dice la Chiffer que un coche alemán no se rompe nunca.
Qué duros son ustedes con AdeA. ¿Ustedes qué quieren? ¿que se vaya de aquí? ¿volver a leer pruebas-publireportaje?
Elisa: ¿unas fantas juapa? (no, es coña…)
un coche, en general, tiene mejor dinamismo cuanto más ligero es… menos inercias significa menos energía para acelerar y para frenar, y menor «sufrimiento» en los neumáticos y en la dirección para girar.
Lo de los recursos, etc. ¿qué tontería es esa de poner el talento al servicio de la gente?
Problema (o reto) -> Solución.
Problema: tenemos un nuevo Jaguar y queremos darlo a conocer con los menores recursos posibles.
– Solución 1: damos una aburrida charla, acompañada de datos y fotos… como los otros 10 mil coches que se venden en la actualidad.
– Solución 2: gastamos una enormidad de recursos en márketing, para que nuestro Jaguar salga en todas las series de TV americanas, en todas las cadenas, y en el escaparate del Precio Justo.
– Solución 3: con cuatro duros (en comparación con la opción 2), montamos una especie de espectáculo circense, lleno de simbolismo (un coche británico «volando» sobre el Tamesis con Londres de fondo)… y con eso, toda la prensa del motor nos hará publicidad gratis… y aún saldremos en más de un telediario.
A ver a veeeeer, cosa sosa que no ve nadie…. millones de euros en publicidad para la tele….. unos pocos miles de euros en una campaña imaginativa….
Coño… lo del cable sobre el Tamesis es una genialidad parida por un equipo que ha realizado innovación publicitaria de forma cojonuda.
«Cuatro duros (comparados con el precio de una campaña de publicidad estándar)…. y todo el mundo habla gratis de nosotros».
Luego ya vendrá, inevitablemente, la campaña publicitaria «normal»…. pero de momento, todo el mundo ya sabe que «Jaguar ha hecho algo… no sé muy bien qué, pero algo nuevo ha sacado».
Para mí, unos genios.
@36
Mi correo era una respuesta al comentario de A de A sobre «Vds están sedientos de noticias sensacionalistas, o incluso catastróficas». Nada más lejos de la realidad. En ente blog he dejado claro que siempre me habían gustado los jaguar, pese a todos sus defectos.
No tengo idea de quien es el CEO de jaguar, de como están sus cuentas, cual es su volumen de negocio en Europa y Asia, si va mejor con TATA, cuales son sus líneas maestras para el futuro. ¿Es esto sensacionalismo? Me encantaría que me hablaran de las «maniobras» que hacen las marcas en el mercado. Y de esto, que es información, (y de la que escasea) nada de nada. Estoy seguro que la mayoría de los que participamos habitualmente nos gustaría leer algo así.
Dejo claro que no critico la entrada de este blog. El autor pone lo que quiere y lo lee quien quiere. Lo que no me gusta no lo leo. Si he comentado aquí, esta cosa tan absurda, es por eso mismo, por lo absurdo de tal azaña.
Dice usted: Lo de los recursos, etc. ¿qué tontería es esa de poner el talento al servicio de la gente?
Me puede decir que es una utopía, que se malgasta el dinero en no se que…Pero con esta pregunta que ha realizado ya se yo que clase de persona es usted… aunque pienso que no lo dice con mala intención. El mundo del automovilismo es supérfluo a partir de cierto punto (o dinero) igual que muchas otras cosas.
Lo dije antes. Puede que esta azaña publicitaria sea eficaz y eficiente. Pero me parece un absurdo por muchas innovaciones y retos que se hicieran para hacerla. Parece que todo lo que consiga atraer dinero es bueno y que justifica las absurdidades y el despilafarro de recursos con tal de que traiga un retorno importante de dinero. Si así piensa usted pues… que pena. Puede que la realidad sea así. Otra cosa es que «deba» ser así. En el saco que meto a jaguar hay sitio para muchos más, quizás todos los demás.
No se que malo hay en servir a la gente y poner buenas ideas al servicio de ellas. Así nos va. Cada uno puede pensar lo que quiera, es libre de opinar y de actuar. Pero pensar que servir a los demás es una tontería ni lo apruebo ni lo respeto y lo criticaré. Pueda que no consiga nada con esto, puede que incluso me traiga problemas. Pero la cosa está muy mal por todos los lados como para tener que soportar esa clase de opiniones.
@22 birutasf1
He disfrutado siempre, literalmente, cuanto ha caído en mis manos de lo que el autor de este blog escribe. De ahí que me moleste e irrite, aún más si cabe, que en cuanto paso a los comentarios me encuentre con uno que me provoca náuseas (este al que contesto), y ya no es por defender a Elisa, que también, aunque no dudo de que pueda hacerlo ella sola perfectamente, como apunta Valmhö (@28), es que además quiero hacerlo; uno es de la vieja escuela, qué se va a hacer. Pero también se da la circunstancia de que uno pertenece al género masculino y me produce vergüenza ajena que todavía haya tanto descerebrado que en el siglo XXI viva en el fondo de la caverna emitiendo gruñidos ofensivos -que bien se cuidaría de expresar a la cara- y perjudicándonos a todos los demás. Lo siento mucho, pero a mí me enseñaron que cuando en un saco de manzanas sanas hay una podrida esta se saca y se tira al “prau”, que la coman los gusanos y que fermente la tierra.
Por otra parte, birutasf1, ¿acaso no sabes que tu madre es mujer? Sólo por haberte parido se merece un respeto que tú le niegas cuando insultas o haces burla de cualquier otra. Y no sólo insultas a Elisa, insultas a tu madre y a las nuestras, a nuestras hermanas, esposas, hijas, amigas, compañeras… ¿Cómo te atreves? Muy grandes han de ser ingratitud e ignorancia para tanta osadía.
Otros han hecho lo mismo sin tanto artificio
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