Estamos en puertas del Salón de Ginebra, para muchos (me incluyo) el mejor de los salones del automóvil.
El motivo de tal predilección suele ser la combinación de varios factores. En primer lugar es, como corresponde a Suiza, terreno neutral (a diferencia de Fráncfort, París, Detroit, Tokio o Detroit) en el sentido que no hay marcas de origen suizo (excepto algún preparador) que impliquen el que las marcas locales tengan más protagonismo. También es idílica su ubicación, anexa al aeropuerto y que permite en prácticamente 30 minutos después de desembarcar del avión poder estar visitando los diferentes stands sin necesidad de coger un taxi.
Es también un salón muy compacto, con stands de tamaño razonable sin llegar a ser verdaderas catedrales, lo que permite poder ver a todas las marcas caminando poco. La presencia profesional es también del máximo nivel, con los altísimos directivos de todas las marcas haciendo declaraciones de primer orden y con verdadera relevancia para los periodistas (¿Irá Toyoda? ¿Cuál serán sus declaraciones? ¿Quién responderá por parte de GM al cierre paulatino de Hummer y dará las últimas noticias sobre la situación de Opel? ¿Veremos a la nueva directiva de Saab? ¿Anunciará Rajan Tata el inicio de la comercialización del Nano en Europa?).
Pese al aire elitista, la cordialidad es la tónica reinante. Es una buena ocasión para acercarse a los stand de marcas para las que uno trabajaba antes y saludar a viejos amigos, la prensa dialoga con más tranquilidad con los responsables de las marcas, y es normal ver a competidores compartiendo la características de sus novedades presentadas con rivales directos y en un ambiente cordial.
Por supuesto, no es un salón perfecto. Los precios del alojamiento y manutención son desorbitados, y los hosteleros locales lo saben. Es imposible conseguir que un hotel te reserve habitación por sólo una noche (lo ideal para llegar una mañana, ver la mitad del salón y, al día siguiente, ver el resto y volver a casa por la tarde), ya que te obligan a comprar “packs” de tres noches a precios absolutamente prohibitivos. Es normal que la llave de una habitación haga “relevos” entre tres responsables de una marca ocupando cada noche una persona diferente la habitación.
Pero ¿Se ven coches? Pues sí, y relevantes. Insisto que no es un salón enorme (Madrid o Barcelona ocupan muchos más metros) por lo que las marcas seleccionan con mucho cuidado lo que exponen. El resultado es que cada marca muestra un equilibrio interesante entre sus últimas novedades que confirman su inminente comercialización a través del salón, y prototipos o “concepts” que testean la aceptación de clientes, concesionarios, prensa e incluso rivales. No son simples reclamos, ya que ves a los diseñadores con auténtica tensión en sus rostros mientras esperan el veredicto de los espectadores cuando descubren su nuevo concept que “intuye las líneas de nuestra próxima generación de coches de producción.” Como no sea bien aceptada, el diseñador sabe que le esperan muchos meses de duro trabajo por delante.
Este año no voy a Ginebra, por causas muy lógicas de contención de costes. Estoy convencido que Km77.com nos mantendrá informados a todos los que nos quedemos en casita esos días.
Otro motivo de no asistir es que, paradojas de la vida, estos son días en los que cobra forma el Salón de Madrid, que pasa ahora a denominarse Salón del Vehículo Ecológico y de la Movilidad Sostenible. Es un formato mucho más reducido en duración (tres días para el público general), en tamaño de los stand (se establece un máximo de metros por marca para evitar la espiral de costes) y en la cual los coches expuestos deben estar relacionados con el nombre del salón (con una temática enfocada hacia la ecología y la sostenibilidad). Los costes son más reducidos y eso le da al Salón la posibilidad de tener lugar, ya que si fuera en el formato tradicional es más que probable que las marcas no asistieran debido a la reducción de presupuestos. Aun así, no está todavía claro qué marcas van a asistir bajo el nuevo enfoque.
No hay precedentes de un salón tan tematizado (excepto una acción muy reciente en Valladolid) por lo que las marcas no tenemos claro si el Salón será un éxito o un fracaso. Los salones nacionales (entendiendo como tales a Madrid y Barcelona, que se alternan en fechas) se han basado no en presentar novedades, sino en ofrecer un entorno en el cual el comprador era el protagonista, y podía comparar, probar e informarse de los modelos que le interesaban en un entorno en el que todas las opciones estaban representadas, y en la que se podía beneficiar de ofertas específicas si cerraba su compra en el mismo stand.
¿Funcionará un salón orientado al coche ecológico y sostenible?
Me encantaría conocer su opinión.
Los mismos fabricantes han potenciado y potencían la cultura del caballaje como reclamo de ventas.
La idea es buena pero no veo un intencióin clara de realizar coches razonables y los modelos «ecológicos» que comercializan todos los fabricantes son un poco afeminados y cutrillos para diferenciarlos de sus productos deportivos o del alta gama. Parece que digan: eres ecologista? Pues toma coche austero y con acabados un poco cutres para que todo el mundo lo sepa.
Considero que la idea ecológica en un vehículo ha de dar sensación de vanguardia, futuro, juventud y modernidad. Para mi todos los modelos de bajo consumo actules dan más sensación aburrimiento, contención y castigo por la opción empleada.
La extensión tan agobiante del término «sostenible» va a llevarnos a una situación insostenible.
Me parecen bien ciertas medidas para el «nuevo» salón de Madrid, como la limitación de metros y presupuesto, pero ya no veo tan lógico limitar el tipo de vehículo a presentar, sólo los ecológicos y los razonablemente sostenibles.
Hasta que no produzcan coches realmente poco dañinos con el medio ambiente casi todas las alternativas actuales son mero maquillaje y «aprietes» de cinturón de lo que había hasta ahora. Mucho «start/stop», compuestos «urea-blue» y demás, que sí, vale, bajan la media de emisiones del vehículo, pero que cuando están circulando por autovía o ciudad contaminan prácticamente como los otros.
Hemos llegado a un punto de cantidad de (des)información que muchos usuarios de vehículos (que no entienden ni necesitan entender de mecánica) ya no saben si comprar gasolina, diesel, híbrido o tracción animal, porque todos en mayor o menor medida contaminan, son costosos de mantener y poco sostenibles. Que si preguntas por un gasolina de 150 CV y te miran como diciendo -¿A dónde irá este Fitipaldi?, y si miras un diesel en Madrid te pueden acusar de contribuir a la EPOC o al cáncer de pulmón.
Mi apuesta por el salón eco-sostenible es que será un fracaso, y ojalá me equivoque.
Saludos.
McRae, me ha gustado mucho tu crónica, la descripción del Salón Ginebra y sus ventajas e inconvenientes. Si algún día quieres dedicarte al periodismo a tiempo completo, dímelo (como te vayas con la compe no respiro). Gracias.
Nosotros llevamos varios años yendo al Salón de Ginebra por nuestros medios, a un hotel barato para Ginebra (menos de 100 euros la noche sin obligaciones de más de una noche), en vuelos baratos y en transporte público por Ginebra. Ir a Ginebra, pasar dos noches y volver nos cuesta unos 500 euros por persona, comidas y gastos incluidos. No es un coste excesivo. He ido a Ginebra los últimos diez años, si no recuerdo mal. Incluso en las épocas de mayor crisis para esta empresa nos salía rentable ir.
Este año van dos periodistas de km77.com a Ginebra, Jaime y José. Yo no tenía intención de ir, pero a última hora no he sabido decir que no a una invitación de BMW. Así que también iré a Ginebra este año, como invitado de una marca por primera vez en muchos años. «Empiezo a ser importante» (Miento. Muchas marcas me han invitado muchos años a ginebra y casi siempre les he agradecido el detalle y les he dicho que no. Esta vez en cambio, no he sabido negarme. Como no tenía billete sacado para mí no tenía excusa. Y he dicho que sí a mis amigos de BMW. Cualquier día empiezo a aceptar regalos en las presentaciones. Estoy pensando seriamente en hacerlo, aunque sólo sea para poder contarlo 🙂 )
Me gustaría que algún día hablaras de la rentabilidad y de si todavía tienen sentido los salones para las marcas.
Lo salones de un tiempo a esta parte están perdiendo parte de la esencia. Al menos, así me lo parece.
Anteriormente, uno iba con ilusión a un salón. Había novedades no vistas.
Ahora, en la era de Internet, casi todo el pescado está vendido de antemano.
Sin embargo, este año parece que Ginebra viene más cargada de novedades que otros.
Pues sera un fracaso.
¿Que vehiculos ecologicos se enseñaran?
En España es casi imposible comprar un coche electrico,y los que hay son de pena.
Con la reciente cruzada del Ayto de Madrid hacia el diesel (creo que acertada),solo cojen un par de hibridos.Pues con una carpa en medio del Retiro lo han apañado.
Asi, sí sera sostenible, la movilidad,tanta que el año que viene el salon se movera a Barcelona,sin causar mas contratiempo.Y el año que viene..ya veremos que nombre le ponen, si es que se hace. A ver los resultados del de este año.
El nuevo Salón de Madrid, un fracaso. Ahora me arrepiento de no haber ido al de Barcelona del año pasado.
De Ginebra, muy buena crónica. No sabía que el espacio fuese tan reducido. A ver si me lo planteo para una próxima ocasión, ya que me gustaría empezar a visitar los principales salones europeos.
Sr. Moltó, ¿nos va a hacer la crónica de su viaje pagado por BMW desde un portátil regalado? 😀
… y luego nos quieren vender la moto de que esto es un medio independiente.
Que no Tocomocho. Que nadie le quiere vender eso. Que no somos independientes. ¿Quién le ha dicho eso? Yo le pido que no se crea a nadie que le diga eso. Lo que yo le recomiendoa todo el mundo es que desconfíe, que analice lo que le decimos y que no se crea nada. Para lo único que puede servir km77.com es para dar ideas a los lectores de lo que tienen que mirar en los concesionarios cuando van a comprar un coche. Se lo digo totalmente en serio. Si alguien se fía de nostros, peor para él.
Chandler, me llevo mi ordenador. Espero enviarles muchas adivinanzas.
Para #7 Tocomocho.
Has picado.
Has entrado al capote casi hasta como un cabestro.
Has caído en el timo de los «regalitos».
Desde que llegué a Ginebra en 2003, no me pierdo un salón.
En cuanto a lo de Madrid, ya lo dije una vez en forma de «boutade»: dedicar un salón del automóvil a la ecología es como dedicar un salón del erotismo a la abstinencia. No me ataquen con matices. Sé que es una afirmación efectista, pero no creo que esté desencaminada.
El automóvil arrastra una mitología íntimamente ligada, entre otras cosas, al motor térmico, a la velocidad gozosamente innecesaria y al muy insostenible placer de conducir sin ir a ningún lado en particular. Sin esos ingredientes, sigue siendo posible hacer coches (siempre se han hecho), pero no salones. Hoy en día (la cosa cambiará, imagino, pero todavía es pronto), el Prius no despierta la lujuria de nadie y el Tesla a penas franquea el umbral emocional de algunos sofisticados vibradores de sex shop.
Seguramente estaré reincidiendo si digo que yo caminaría descalzo hasta Roma para ver a Sofía Loren en sus años mozos, pero no cogería un metro para ir a Expoabstinencia 2010.
Joder sr molto, vas a entrar usted en terreno trincón….?
No sé si usted debe o no coger regalos, pero deje al menos que sus chicos decidan lo que deben hacer por sí mismos.
Gracias por su explicación de Ginebra. No he ido nunca, pero después de lo que ha contado entiendo la feria perfectamente.
Respecto al salón de Madrid, mi opinión es que se trata de una medida desesperada por parte de una organización empresarial ahogada por la pérdida de cuota de resultados e influencia.
Durante años se han dedicado a organizar un salón en el que lo único importante era la cifra de asistentes, meter a una oveja más en el redil y ganar al vecino (en este caso Barcelona).
Cuando esa política ya no les funciona, reaccionan con un cambio radical que es crear un salón al que no va a ir nadie, con el único objeto de hacer un guiño a la administración pública, entiendo que a las marcas no, aunque ellos crean que sí, porque un guiño a las marcas hubiera sido reconstruir el salón bajo otras premisas y dar cabida a la marca entera, no a la parte de la marca donde el viento sopla más a favor (cuánto olor a oportunismo y ventajismo desprende la refundación del salón).
En este sentido, estoy seguro que los de la feria han intentado mil cosas para seducirles y hacerles atractivo gastarse las perras en meterse en el salón de Madrid. Ustedes no quieren ir, entiendo que por una combinación de factores, entre ellos el económico el más importante.
Habría que plantearse también si las instituciones feriales no han estado intentando competir en una liga que no es la suya. Esto es España, para bien o para mal.
Por otra parte las ferias de muestras tradicionales cada vez tienen menos sentido. Tiene sentido hacer un salón profesional con vocación internacional, tiene sentido hacer un salón-concesionario local. Lo intermedio lo tiene bastante chungo, pero parecen no darse cuenta.
Antes me gasto las perras en irme a Ginebra que en coger un billete de metro de Madrid, en este caso.
Señor McRae, me ha encantado su crónica de sus viajes a Ginebra. Gracias por escribirla aquí.
Yo tampoco creo que el Salón de Madrid funcione… es un lavado de cara respecto a la galería, pero sí es verdad que mañana (en el futuro), todos los salones serán ecológicos (por imperativo del mercado). Y alguno constará como el primero e innovador.
Ser el primero en algo nunca es fácil, máxime si nos quitan nuestro querido (y contaminante) motor térmico…
Un saludo.
Creo que para que un salón tenga éxito, debe tener algo que atraiga a la gente. De momento los coches «ecológicos» no tienen demasiado atractivo para el gran público. Si hubiera coincidido el salón con el lanzamiento del nuevo Prius o el Insight, cuando en todas partes se hablaba de esos coches, tal vez hubiera tenido algo más de asistencia, pero creo que de momento a la gente no le apasiona ir a ver coches ecológicos, con su aspecto inofensivo y tamaño reducido.
Un cordial saludo y gracias por el post. Les deseo que disfruten del salón (y que lo cuenten aqui con pelos, señales y muchas fotos).
Saludos
Por cierto, las ventas suben en Febrero un 47%. Entre las ayudas del estado, y la previsión de la subida del IVA, que dios les coja confesados cuando falle una o dos de esas variables. Una de ellas tiene la fecha fija.
Imagino que los departamentos comerciales están empujando mucho porque tienen instrucciones de hacer los números del año…a fecha de Julio.
Por ahí se rumorea que podría plantearse una demora o aniquilación de la subida de dos puntos del IVA. Imagino que ustedes «lobbyearán» de lo lindo, también.
Hola a todos.
[La subida de las ventas se debe a que las compañías de alquiler han renovado flota de cara a Semana Santa, y de cara a la más que segura subida del IVA.]
Siempre estamos muy bien informados de los Salones gracias al buen trabajo de los component@s de esta web, tanto los que se quedan en España currando hasta las tantas como los que se van fuera, pero se agradece otra visión profesional del evento.
Lo del Salón de Madrid me parece casi una obligación de cara a la galería impuesta un poco por el desGobierno para justificar su plan Movele; no va a aportar nada que no conozcamos. De los prototipos que se presenten, probablemente no veremos ninguno a corto plazo, a no ser que la subvención sea tan brutal que compense al fabricante lo que pierde con cada unidad fabricada.
Saludos desde Zgz.
Si los organizadores de un salón quieren hacer dinero a base de meter mucho público, deben hacer que toda la familiar quiera ir. Los niños querrán ver autos descoumunales, así que no pueden faltar superdeportivos, camionetas más altas que un basquetbolista y autos de carreras. Y cuando se aburran de caminar tanto, querrán ir a una zona de juegos. Si son videojuegos de carreras, mucho mejor. Los hombres jóvenes querrán ver mujeres además de autos, así que además de colocar «azafatas» esculturales, el salón debe tener cosas que atraigan a mujeres jóvenes (no tengo idea de cuáles). Los más maduros querrán transporte eléctrico para no tener que caminar tanto, y un café donde conversar sobre las viejas épocas.
Si los organizadores de un salón quieren vender entradas caras, tiene que valer la pena de verdad lo que hay adentro. La proporción de novedades y autos descomunales tiene que ser mucho mayor, por ejemplo. El ambiente tiene que ser mucho más interesante.
Si os organizadores de un salón quieren hacer dinero cobrando caro el alquiler de los puestos (es una feria, ¿verdad?), deben convencer a los fabricantes que sus rivales estrenarán novedades importantes y expondrán sus mejores modelos allí, y por tanto les convendría hacer lo mismo para no quedar opacados por ellos.
Próximo post será sobre la medición de la rentabilidad de los salones, aunque me temo que mi experiencia se limita (como responsable), a Madrid y Barcelona.
Uy, pues este año cualquier comentario con fundamento sobre el salón de Madrid tendrá una enjundia considerable.
Nos vemos en Madrid, este año no me puedo escapar 😉