De nuevo repetimos la fórmula de la prueba en paralelo de dos coches; en este caso, dos versiones de un mismo modelo (y de la misma marca, por lo tanto). Se trata de dos Kia cee’d, modelo situado en el centro de gravedad de la gama de turismos de la marca, que también tiene varios representantes en las categorías MPV y SUV. Por encima del mínimo Picanto (segmento A) y del polivalente Rio (segmento B), pero por debajo del amplio Optima (segmento D), el cee’d milita en el segmento C, el que actualmente pesa más en el mercado europeo de turismos, y en el que es frecuente encontrar múltiples variantes de carrocería. Y esto es lo que ocurre con el cee’d, cuya batalla de 2,65 metros es lo bastante elástica para admitir tres de ellas: el clásico cinco puertas, el pro_cee’d de tres puertas (un coupé de 4/5 plazas, lo que tiene su mérito), y el práctico SportsWagon. Un familiar este último cuya sigla SW podría interpretarse como la de un StationWagon de toda la vida, lo que le cuadraría mucho más que Sports; que para eso ya está el pro_cee’d, especialmente en la versión GT que hemos probado, a la par que el SW con el motor 1.6-CRDi.
El grupo coreano Hyundai/Kia -en el que la primera de las dos marcas absorbió financieramente a la segunda- ha llevado a cabo un proceso muy bien pilotado de ir aumentando, sin prisa pero sin pausa, tanto su capacidad industrial y la calidad de sus productos, como su presencia en los más distintos mercados. Por supuesto que en los denominados como de Asia/Pacífico tiene una fuerte presencia, dado su origen geográfico; pero también está ya muy asentado en USA, y no menos en Europa, que es lo que más nos interesa. En concreto para nuestro mercado, parece que Kia ha dado un paso más que Hyundai en su europeización: ambas marcas tienen una presencia muy fuerte en múltiples programas publicitarios y promocionales, y comparten un moderno centro de investigación y desarrollo en Rüsselsheim (Alemania); pero además Kia tiene factoría en Zilina (Eslovaquia), que es donde se fabrican los cee’d. Luego en este caso sí se cumple aquello de “diseñado y producido en y para Europa”, que tantas veces nos han colocado algunas marcas orientales, cuando realmente no era así. Y hasta tal punto están orgullosos de ello en Kia, que al modelo que nos ocupa le han inflingido el incomprensible nombre de “cee’d”, que por lo visto significa algo así como “Diseñado en la Comunidad Económica Europea”.

Los frontales se distinguen básicamente en la zona inferior: las tomas de aire, los antinieblas y las luces diurnas, que en el GT forman un cuadrado muy característico, con 4 LEDS en cada elemento (16 en total a cada lado).
De las tres variantes de carrocería hemos probado, en dos semanas consecutivas, las dos que comercialmente podríamos considerar como más marginales, pero también más personales. Y en cuanto a carburante, uno de gasolina y uno diésel; con turbo ambos, como mandan las tecnologías más recientes (con perdón de Mazda y sus sorprendentes SkyActiv atmosféricos de gasolina). Ya hemos dicho que la plataforma de los cee’d es exactamente la misma para los tres: batalla y vías, y también anchura, siendo la longitud casi idéntica entre el tres y el cinco puertas, y la altura otro tanto entre cinco puertas y SW. Pero a pesar de todas estas similitudes, cada coche tiene una personalidad, y sin duda un usuario-tipo, bien marcados. Todos son muy recientes en sus actuales versiones: en Ginebra 2012 aparecen el 5 puertas y el SW, y en París del mismo año, el pro_cee’d (GT incluído).

En cuanto el ángulo de visión se escora un poco, aparecen las evidentes diferencias ente ambas carrocerías; ambas muy perfiladas aerodinámicamente, dentro de su tipo respectivo.
El pro_cee’d –y empezaremos por él, ya que su prueba es doble, a ritmo tanto de economía como interesante, y con ficha técnica completa- es uno de esos coupés a los que hace unas semanas dedicábamos una entrada: con línea inequívocamente distinta a la del 5 puertas, ofrece 4/5 plazas, y un maletero con idéntico cubicaje; visto en planta, ocupa el mismo espacio en el asfalto. Pero su motor con más de 200 CV –que en otros mercados también lo tiene el 5 puertas- le permitiría entrar en liza con los denominados “hot-hatch” de portón trasero, ya sean de línea 3/5 puertas, o claramente coupés (como el VW Sciroco). No obstante, y diseñado por Gregory Guillaume –de nuevo asoma la conexión europea-, en Kia no quieren entrar en esa guerra, y para este cee’d (GT o no) han acuñado el novedoso título de “warm-hatch” (cálido, por oposición a caliente), indicando que pretende ampliar la base de potenciales clientes, ofreciendo una personalidad no tan radical como la de muchos otros más tradicionales hot-hatch.
Creo que han acertado, pero no adelantemos acontecimientos. Ahora bien, en lo que siguen desvariando es en la denominación; si la genérica de todo el modelo, en sus tres versiones, ya es bastante ridícula (es el calificativo más suave que se me ocurre), para el coupé ya se han coronado de forma sublime, poniendo como prefijo un “pro_” con guión bajo, por si fuera poco (no sé qué significa, ni me importa). ¡Qué manera de colgarle un sambenito al pobre coche! Y tanto mas lamentable cuanto que los cee’d en sí resultan tremendamente atractivos tanto por la estética como por la calidad (apreciada y creo que también la real) y por su comportamiento; pero a pesar de los pesares, seguiremos adelante.

La línea en cuña de las cinturas es muy similar, pero está algo más acentuada en el GT, en el que destaca más al ser más corto. El equipo de ruedas (18” en el GT y 17” en el SW) es muy generoso en ambos casos.
Por lo que respecta al SW diremos que es el clásico familiar derivado de un segmento C de 5 puertas; aunque en el límite de lo comúnmente aceptado en cuanto a longitud, puesto que rebasa por un soplo los 4,5 metros que vienen a ser el tope para familiares y sedanes de este segmento. En cuanto a denominación, hay que coger aire para prenunciarla toda seguida de una vez, puesto que a la de cee’d SW añade el 1.6-CRDi del motor, apostillado por Eco-Dynamics en cuanto a la tecnología mecánica, y rematando con Emotion para el acabado concreto de equipamiento (el más alto), en la unidad concreta probada. La cual ya nos había llamado la atención en el EcoMotion Tour de ALD de la pasada primavera, que fue la causa de pedir su prueba; en cuanto al GT, ya llevábamos varios meses tras de él, y la casualidad nos ha permitido empalmar ambas pruebas seguidas.
Así que vamos ya con las respectivas fichas técnicas y las oportunas puntualizaciones, para luego ofrecer los resultados y comentarlos:
Ficha técnica: Kia pro_cee’d GT 1.6T-GDiMOTOR CICLO POSICIÓN ESTRUCTURA COTAS ALIMENTACIÓN DISTRIBUCIÓN RENDIMIENTO TRANSMISIÓN DISPOSICIÓN EMBRAGUE CAMBIO CONTROLES GRUPO RELACIONES ● DESARROLLO FINAL (km/h a 1.000 rpm) BASTIDOR SUSPENSIÓN DIRECCIÓN FRENOS CONTROLES RUEDAS CARROCERÍA TIPO COTAS PESO CAPACIDADES AERODINÁMICA PRESTACIONES DINÁMICAS CONSUMO EMISIONES |
Al margen de los datos bastante completos de la ficha, podemos añadir que el aluminio del bloque ha sito tratado térmicamente de modo especial para reforzar su dureza, y que tanto cigüeñal como bielas y pistones han sido reforzados respecto a la versión de serie, para adecuarlos a las mayores cargas a soportar. No hay Stop/Start, para eliminar eventuales problemas de respuesta inmediata del turbo en la arrancada, ya que la economía a ultranza no es la primera de las preocupaciones en un motor de estas características. El valor del par máximo, y el régimen inicial para disfrutar de él, son los equivalentes a los de un turbodiesel de similar cilindrada, pero la meseta de máximo constante se estira, en este caso, hasta las 4.500 rpm; y su decaimiento es mucho más lento, por lo que la potencia máxima llega a 6.000 rpm, cuando todavía se dispone de 24,3 m.kg.
Es lo que ya hemos comentado varias veces: a igualdad de par máximo, un turbo de gasolina moderno dispone, respecto a un turbodiesel, de unas 2.000 rpm suplementarias, tanto para mantener el par máximo como para subir a tope de vueltas; tope que en este caso se sitúa en 6.500 rpm. Por lo cual permiten una conducción todavía mucho más elástica en cada marcha, si bien a través de desarrollos más cortos. Pero si la 4ª de un turbo de gasolina tiene el mismo desarrollo que la 3ª de un turbodiesel (como ocurre en el caso de estos dos cee’d), seguirá siendo verdad que la gama de velocidades reales en las que ambas disponen de par máximo, o de más del 90% del mismo, sigue siendo mucho más amplia. Así que este motor no sólo tiene ya 66 CV a las 1.750 rpm en las que inicia su meseta de par máximo, sino que llega a 170 CV a 4.500 rpm; potencia absolutamente fuera del alcance de un 1.6 turbodiesel de los más modernos (136 CV para el muy reciente de Opel).

El GT repite en la zaga, para los antinieblas y la luz de marcha atrás, el tratamiento cuadrangular de las luces auxiliares delanteras; los pilotos traseros, por su parte, mantienen en ambos el típico diseño de trazo horizontal que actualmente está muy en boga.
Por otra parte, los desarrollos de transmisión de este GT están en la zona tirando a ligeramente corta, habida cuenta de las prestaciones máximas disponibles: la punta de 230 km/h se alcanza a 6.190 rpm en 6ª; aquí, como corresponde a un deportivo que no está desaforadamente sobrado de potencia, no hay una 6ª en plan “overdrive”; sino que es lo que los italianos denominan como una 6ª “de potenza”, que se puede exprimir hasta llegar casi al tope de vueltas con un poco de cuesta abajo. Pero deberíamos olvidar esas potenciales velocidades que no casan nada bien ni con la legislación vigente, ni con salvaguardar los puntos del permiso, ni con la economía de consumo, ni con el sentido común, e ir más a lo práctico. Y esto se corresponde con que justo a 4.000 rpm –todavía dentro de la zona de par máximo, e incluso con un poco de margen- ya vamos casi a 150 km/h, que es un crucero más que respetable (incluso en Alemania) para equilibrar un buen promedio de viaje y un consumo que no sea realmente disparatado.
Y manteniendo a su vez una buena capacidad de recuperación, ya que a dichos 150 km/h tenemos disponibles bajo el pie, si lo metemos a fondo, nada menos que 152 CV; una potencia que sería suficiente para ir a 210/215 km/h, lo cual nos da una idea del empujón que puede dar el coche si pisamos a fondo, sin necesidad de reducir a 5ª. Y eso que los saltos del cambio son francamente cerrados, ya que entre las cuatro marchas más largas, de 3ª a 6ª, son del orden de 1,29:1, 1,24:1 y 1,17:1; lo cual permite manejarlo con toda soltura pero conservando la mecánica, si no queremos sobrepasar, por ejemplo, las 5.000 rpm. Y puestos a llevar las cosas al límite, las 6.500 rpm de la línea roja del cuentavueltas corresponden a 51, 86, 128, 165 y 205 km/h; que ya está bien para realizar todo tipo de adelantamientos, ya sea en 2ª a un camión lento, como en 4ª a un SUV que de pronto se pone levantisco cuando le estamos adelantando en autovía (digamos que en la zona de 120 km/h reales, para evitar suspicacias).

Aunque también muy trabajada, la zaga del SW es relativamente clásica para un familiar; en cuanto al GT, ya busca más distinción, con la matrícula encastrada en el parachoques, y la doble salida de escape.
Hasta aquí, lo relativo a la prestación pura en línea recta. Pero en un deportivo interesa tanto -o incluso más si la prestación ya es suficientemente brillante- el comportamiento rutero. Para acompasar ambos factores, el GT lleva una suspensión rebajada nada menos que 40 mm, con unos muelles más cortos que son sólo un 10% más duros que los de serie; por ello, tiene cierta tendencia a llegar a tope con relativa facilidad, por lo cual lleva unos topes de goma más largos que de serie para suavizar este contacto, cuando se produce en una irregularidad del terreno (guardias dormidos, por ejemplo) algo más brusca de lo normal. Y es que para mantener ese concepto de warm-hatch, no se ha querido poner una suspensión todavía más dura; de las estabilizadoras no se dice nada, y se supone que siguen siendo las mismas. Pero en cuanto a la amortiguación –cuyo endurecimiento no repercute tan directamente en perjudicar el confort- sí se han tomado medidas más radicales: un 10% más dura en compresión y 30% en extensión en el tren delantero; y un 20 y un 50% respectivamente, en el trasero.

Todo el conjunto de puesto de conducción, salpicadero y consolas es prácticamente idéntico en ambos modelos; el acabado es muy bueno y el diseño francamente impactante, empezando a bordear en lo recargado. A efectos prácticos, la cantidad de mandos en el volante hace que los botones resulten muy pequeños, y exigen demasiada atención para accionarlos.
La dirección, que es la de serie de todos los cee’d, resulta un poco lenta para un deportivo, con sus 2,85/2,9 vueltas de volante; en el GT no existe la posibilidad de la Flex-Steer de la que hablaremos en el SW, y lleva fijo el reglaje de menor asistencia. La aerodinámica es francamente buena para llevar unos neumáticos de 225 de sección; y en cuanto a la autonomía, los 11 litros extra de capacidad que llevan la del depósito hasta los 64, garantizan poder hacerse jornadas de 600 km sin parar, si está uno de humor (o necesidad) para semejantes alardes. Finalmente, no olvidemos los siete años de garantía que ofrece Kia; supongo que habrá que leerse con cuidado la letra pequeña, aunque no más que en cualquier otra marca. Pero aquí viene serie, y no como una extensión que hay que pagar aparte. Y sobre todo, refleja la confianza de la marca en su calidad.
Con lo cual, pasamos ya a la ficha técnica, en este caso resumida, del cee’d de carrocería familiar y mecánica turbodiesel:
Kia cee’d SW 1.6-CRDi: Motor: 1.582 cc; 128 CV a 4.000 rpm; 26,5 m.kg de 1.900 a 2.750 rpm. Transmisión: Caja de seis marchas, con 42,0/49,4 km/h a 1.000 rpm en 5ª/6ª. Neumáticos: 225/45-17 (Hankook Ventus Prime-2). Cotas (longitud/anchura /altura): 4,51/1,78/1,49 metros.Peso (sin conductor, con depósito lleno): 1.420 kg. Velocidad máxima: 193 km/h. Consumo extra-urbano: 4,0 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 116 g/km. |
El SW, por su parte, es bastante más clásico; la cilindrada 1.6 está de moda entre los turbodiesel de tipo medio, y aquí la tenemos ofreciendo una potencia de las del grupo de vanguardia (de 120 CV en adelante), si bien con un par máximo que no es de los que se meten en 30 m.kg o más. Es decir, es un motor que juega más al régimen medio que al tirón espectacular en el bajo; por lo tanto, es de esperar, a juzgar por sus cifras, que sea de un comportamiento suave y muy progresivo. De hecho, esta versión de 128 CV (la más potente en esta cilindrada, puesto que existe un 1.7 que no es sino una extrapolación del 1.6) ya la habíamos probado un par de ocasiones en 2012 y 2011 en las otras dos carrocerías: el 5 puertas y el pro_cee’d.
Nos faltaba este SW, y su buen rendimiento en el EcoMotion Tour ha sido la justificación para llevarla a cabo, ya en versión Eco-Duynamics, que en apariencia tiene idénticas características, pero que trae Stop/Start y alternador inteligente. Y vaya Vd a saber si también alguna variación en la gestión que no modifique las cifras de máximo rendimiento que aparecen en la ficha, pero sí el funcionamiento en aceleraciones y a carga parcial sostenida. Suposición que no es tan descabellada, como veremos al analizar el resultado del circuito de pruebas.

Los asientos de cuero del SW Emotion Eco-Dynamics son francamente lujosos; los del GT, mucho más envolventes, son Recaro (lo pone en la zona inferior del reposacabezas), pero no los típicos “buckets”, sino un tipo intermedio entre deportivos y confortables butacas.
En lo que no hay variación es en la aerodinámica, ya que las carrocerías no han modificado en estos dos años, salvo quizás en algún detalle insignificante. Los tres cee’d anuncian el mismo Cx de 0,30, por lo que su S.Cx oscila en función de su sección frontal, que va aumentando progresivamente del pro_cee’d al 5P (tiene un 0,666) y apenas de éste al SW (20 mm). Por esta causa, la punta del 5P sube de 193 km/h en este SW a 197 en el 5P y en el pro_cee’d con el motor de 128 CV. Ahora bien, en donde sí hay diferencia es en los desarrollos, ya que tanto la berlina como el coupé tiran de una 6ª de 56,1 km/h; mientras que el SW (más pesado y para más carga), se queda prudentemente en los 49,4 que se reflejan en su ficha.
Todos los cee’d de pruebas, sean de la carrocería que sean y con cualquier motorización, los hemos probado siempre con neumáticos de sección 225; parece que es el uniforme oficial de los coches del parque de pruebas, aunque existen montas de 195 y 205 en llanta 16”, pero nunca hay forma de conseguirlas, y eso que salen perdiendo los coches de cara al consumo. Del pro_cee’d hemos citado lo cerrado de los saltos entre las relaciones de su cambio; y algo similar, pero menos acusado, ocurre también en el SW. En este caso, los saltos cerrados son sólo dos: de 4ª a 6ª, con 1,20:1 y 1,18:1; esto permite mantener con facilidad el motor al régimen deseado en las zonas de carretera fácil o mixto/rápida; y en bajando de 4ª, los saltos se abren mucho más, para una utilización en plan “trotón” cuando el coche va subiendo un puerto y cargado hasta los topes.

Una buena característica del pro_cee’d es que mantiene, respecto al 5 puertas, los mismos cubicaje de maletero y habitabilidad, en la que sólo pierde un par de centímetros de altura en las plazas traseras. Por supuesto, la capacidad posterior del SW es mucho mayor, y dispone de guías para compartimentar el maletero.
El SW lleva los mismos frenos delanteros de 300 mm que el GT, y además los traseros pasan a ser de 284 mm, ya que su tren posterior va a soportar cargas mucho mayores. En cuanto a la dirección, es del tipo Flex-Steer, que permite elegir entre tres niveles de asistencia, que exigen de mayor a menor consumo eléctrico, y a su vez le dan al conductor de menos a más transmisión de lo que ocurre en el tren delantero, a cambio de un esfuerzo progresivamente mayor. Otros detalles son que la climatización llega directamente a las plazas traseras, y que en este acabado Emotion los faros son mixtos: de xenón para el cruce, y lámpara halógena en largas. Y un detalle relativo a la calidad: la unidad de pruebas tenía ya 15.000 km cuando la recogimos, pese a lo cual la amortiguación daba la impresión de encontrarse como con el coche recién estrenado.
Y llega ya el momento de comunicar el resultado de los circuitos; labor en la que empezaremos por el GT, que los realizó a los dos ritmos de conducción, con los siguientes resultados:
Resultado del Kia pro_cee’d GT 1.6-T GDi en el circuito habitual: A ritmo “económico”: Consumo: 8,42 l/100 km. Promedio: 107,6 km/h. |
Los promedios realizados corresponden a unos tiempos de 4h 41m y 4h 27m respectivamente; una diferencia de 14 minutos entre sí, exactamente la media que habitualmente venimos observando cuando se realiza a ambos ritmos con el mismo coche. Son tiempos muy buenos, sin llegar a excepcionales, y ello indica que el coche se comporta muy bien, pero también que su planteamiento no acaba de invitar a conducir en plan “ataque” como ocurre en otros más o menos similares; la diferencia entre “hot” y “warm” vuelve a aparecer aquí. Por su parte, los consumos están en la zona alta de lo que venimos consiguiendo con coches deportivos; tanto a uno como otro ritmo de marcha, sólo el Giulietta 1.4T MultiAir de 170 CV consumió claramente más.
Esto puede deberse tanto al desarrollo más bien corto (aunque otros de similar planteamiento también lo llevaban) como al hecho de que en el grupo Hyundai/Kia todavía no le tienen bien tomado el pulso al turbo de gasolina. Porque se da el caso de que en 2012 probamos el Hyundai Veloster con el motor 1.6-GDi atmosférico -140 CV y 17 m.kg de par, que no está nada mal-, y a ritmo “interesante” no consumió más allá de 7,84 l/100 km. Lo cual significa casi litro y medio menos que el pro_cee’d GT, con una carrocería bastante similar. Para hacer un recorrido similar, parece mucha diferencia entre las versiones atmosférica y turboalimentada del mismo motor; que el Veloster llevase una 6ª un poco más larga, de 42,5 km/h, no justificaría, por sí sola, semejante diferencia.

Tal y como ya se dicho antes, y pese a su línea deportiva, el GT ofrece cinco plazas auténticas; no se trata de un 2+2, lo que constituye todo un logro.
Claro que ese desarrollo tiene una ventaja: si se quiere ir tranquilo, el coche pasa en 6ª prácticamente por todas partes; y esto es lo que hicimos en plan económico (aunque no lo resultase tanto y tanto), y de haber conducido de otra forma, hubiese bajado de 4h 40 m, ya que los neumáticos Pilot Sport ofrecen una adherencia impresionante, que permite tirar el coche a las curvas en 6ª con total tranquilidad. Para cambiar un poco el método, al hacer el circuito interesante cambiamos mucho más, a 5ª e incluso 6ª, ya que de lo contrario hubiese resultado muy similar al otro, descontando el frenar algo más tarde. Y quizás esta sea la causa de ese segundo consumo algo elevado, aunque también lo fue a ritmo tranquilo.

El enorme techo de cristal del SW es además practicable; todo un alarde que unos celebran mucho y a otros nos deja más bien indiferentes.
En cuanto al comportamiento rutero, es sobre todo muy fácil de gestionar, y muy tranquilizador: empieza siendo prácticamente neutro (los neumáticos tienen una mínima deriva) y se va convirtiendo en subvirador según nos acercamos al límite; una actitud muy recomendable para dar seguridad, a cambio de perder un poco de eficacia si se quiere obtener la quintaesencia, pero volvemos a lo de “warm”. El balanceo es mínimo, pero no porque la suspensión sea dura, sino por la colaboración entre muelles y estabilizadoras; gracias a ello, lo que sí resulta es muy ágil al enlazar curvas alternadas, pese a que ya tiene una batalla de cierta entidad.

El motor del GT, al margen de la habitual mezcolanza de cables, tubos y manguitos, ofrece un rendimiento más que sobradamente potente, y es sumamente agradable y fácil de controlar y utilizar.
Añadamos que los Recaro son casi demasiado “butacas” para una conducción deportiva, porque además son muy anchos, como para usuarios muy corpulentos; la mecánica suena relativamente poco para más de 200 CV (incluso hay quienes lo critican porque le quita carácter); el cambio es muy suave y preciso; y hay posibilidad de alternar la pantalla que se tiene enfrente, para acabar teniendo casi los mismos datos, pero en dos presentaciones distintas. Es decir, que todo en el coche coadyuva a dar una sensación deportiva pero no exasperada: elevada prestación y comportamiento rutero fácil, seguro y de alto límite, pero claramente distinto de un planteamiento como el un Abarth, donde se busca transmitir la sensación de ir conduciendo en competición. O sea que se pierden algunos clientes por un lado, pero probablemente se ganen algunos más por el otro, si se prueba el coche antes de comprarlo a ciegas, ya que el incremento de confort y suavidad pesará más, para muchos usuarios, que la deportividad a ultranza.
Y vamos ya con el resultado del SW en el circuito, que en su caso fue exclusivamente a ritmo económico; y consiguiendo las siguientes cifras:
Resultado del Kia cee’d SW 1.6-CRDi en el circuito habitual:
A ritmo “económico”: Consumo: 5,97 l/100 km. Promedio: 106,1 km/h |
En este caso, los resultados están en la zona templada, tirando a buenos: menos de 6 l/100 km, para un tiempo totalmente neutro, de 4h 45m. Y eso que el día estuvo bien de tráfico, pero con 10 km de lluvia, y 80 de piso mojado. Se le nota el peso, pero el comportamiento es muy bueno, aunque lógicamente más pausado que el del GT; como hay más peso en la zaga, tiende a derivar un poco más de atrás que las otras dos carrocerías, por lo que subvira menos y es muy neutro. Y dadas estas características y peso, el resultado de consumo es realmente interesante, para un desarrollo en 6ª inferior a 50 km/h. Gracias a lo cual, se defiende en 6ª bastante bien; cosa que no se conseguía, lógicamente, en los cee’d y pro_cee’d con este motor y desarrollo de 56 km/h.

También en la consola central, la profusión de teclas y botones hace que su tamaño resulte un tanto diminuto para manejarlos con soltura.
Pero lo interesante es que, a pesar de todo ello, el consumo es mejor que el de los otros dos modelos probados con anterioridad: el 5P consumió 6,18 l/100 km, si bien tardando 4h 41 m (es más ágil y ligero), y el pro_cee’d bajó a 6,04 y 4.43; es decir, que la carrocería más pesada, y con el desarrollo más corto, ha mejorado los resultados de los coches teóricamente más eficientes. Por algo decíamos que quizás en estos dos años, se le hayan hecho al motor unos retoques que no se aprecian en los datos de máxima prestación, pero sí a cargas y regímenes transitorios. Y también se confirma lo anticipado respecto a su entrega de potencia: empieza a tirar a 1.350/1.400 rpm, sin excesiva fuerza, que ya aparece a 1.700 rpm; todo ello muy progresivo, para luego aguantar muy bien en regímenes medios, que es donde se encuentra en su elemento.
La prueba la realizamos con la dirección en Sport, con menor asistencia y sintiendo el coche mejor en el volante; y también con la tecla de Eco presionada, por si acaso la respuesta más suave del pedal de acelerador colaboraba en algo, aunque es dudoso. Finalmente, y esto es común par ambos coches -que tanto por fuera como por dentro resultan muy similares a estos efectos-, la calidad apreciada es irreprochable. Digamos como resumen que se trata de dos productos que, cada cual en su segmento y para su público, son tremendamente honrados y ofrecen lo que es lógico esperar de ellos, y para un abanico muy amplio de potenciales clientes.
«…la carrocería más pesada, y con el desarrollo más corto, ha mejorado los resultados de los coches teóricamente más eficientes. Por algo decíamos que quizás en estos dos años, se le hayan hecho al motor unos retoques que no se aprecian en los datos de máxima prestación, pero sí a cargas y regímenes transitorios.»
No, no. Hay que cenyirse a la tabla inferior:
() Kia miente con la aerodinamica para no dejar mal a los equipos de disenyo
() El peso genera mas inercia y por lo tanto el SW no tiene que reducir tanto a una relacion inferior
() Kia miente con el dato del peso para dar sensacion de “mas coche” y para que los desarrolladores no se enfaden
() El SW hizo un tiempo inferior y eso explica la diferencia
() El SW hizo un tiempo superior y eso explica la diferencia
() La monta de neumaticos era diferente
() El recorrido le viene como anillo al dedo a los desarrollos del SW
() Kia conoce de la existencia de esta prueba y ha optimizado el SW para su recorrido.
() Lo hizo un mago
() Una combinacion aleatoria de las anteriores
() Cualquier otra razon no imputable al metodo de la prueba ni a las condiciones de la misma
Muy buena la pinta que tienen ambos; aunque por gustos y conduccion me quedaria con el GT ( deportivo pero sin extremismos), el SW tambien parece muy redondo; y aunque los precios ya no son los de aquella primera Kia, claramente «low cost», su calidad tampoco lo es, y ya se sabe que nadie regala nada, pero como dice al final, ambos son productos sumamente honrados que valen lo que cuestan, ni mas ni menos.
@1. Este resultado es paranormal. Deberíamos llamar a Iker Jiménez. Si es más pesado, tiene peor aerodinámica y desarrollos más cortos, debería gastar más si o si. Ahora en serio, renuncio a sacar cualquier tipo de conclusión a las pruebas de este blog.
@3. Tiene su lógica dentro de las características en las que se desarrolla las pruebas, que no en una conducción exclusiva de autovía mas o menos llana, donde con el desarrollo mas largo se pueden obtener alguna décima menos.
1º- Indicar que el consumo del GT prácticamente no se diferencia del consumo en «conducción interesante» (+0,8 l/100) por que la conducción en ESTE CIRCUITO a ritmo de «consumo» es muy rápida, seguramente para la mayoría de nosotros en ese mismo recorrido para igualar los tiempos en A. de A. en conducción económica deberíamos llevar el cuchillo entre los dientes y algunos mas que otros, los eggs de corbata. De ahí que los coches menos potentes (la mayoría con downsizing) salgan peor parados que los que son comparativamente bastante mas prestacionales y de mayor cilindrada.
2º- En este tipo de recorrido y realizado con esta media de velocidad alta, un desarrollo final neutro o tirando a corto puede dar mejores resultados que un desarrollo final que largo que es a lo que están tendiendo todas la marca para homologar mejores consumos en el ciclo NEDC, pero que en conducción real y fuera de las autovías llanas puede no ser beneficioso, puesto que un desarrollo final mas corto nos permitirá mantener durante mayor tiempo esta ultima marcha en carreteras secundarias, resultando con total seguridad un mejor consumo final.
Muy interesante la prueba. Y como usuario habitual de la red nacional de carreteras, aquí se corrobora que una 6°larga con la orografía que tiene este país es inútil por qué al final en un repecho de autopista tienes que reducir a 5° y creedme, a parte que la 6° sea muy larga, los fabricantes tienen tendencia a dejar un salto enorme entre 5° y 6°. Con lo cuál casi influye mas la sobrecarga del motor que el peso del vehiculo en sí. Siempre sera preferible montar una 6° con un desarrollo de 49 y una 5° con un desarrollo de 40-42 qué montar una 5° de eso 40-42 Y una 6° de 56 o mayor como algunos fabricantes.
Y para muestra de que para ser eficiente no hace falta abrir y alargar tanto, dentro del grupo kia hyundai esta el ejemplo del carens y del i40, que van bastante cortos y con escalonamientos tirando a cerrados, sobre todo el carens en su configuración crdi 115.
Buenos productos los coreanos y en franca progresión.Dicho esto, personalmente prefiero pagar un poco más por un europeo o japonés bueno y disfrutar de una tecnología más avanzada,menor consumo,mejores ajustes,mayor cantidad de servicio postventa y mejor valor de reventa.En un caso se ahorra una vez y luego no se disfruta el resto de la vida del coche.En el otro caso se paga y duele sólo una vez,y hala a disfrutarlo el resto de la vida del coche.
@6 Enrique: Excepto en lo del valor de reventa (y aun), en lo demas, los coches de esta marca, asi como los de su hermana Hyundai, son perfectamente equiparables a la mayoria de marcas Europeas y/o Japonesas generalistas. Me va a perdonar, pero creo que es un punto de vista un tanto pasado de moda, de cuando las marcas coreanas eran claramente otra cosa..
@4. Y por eso el record de este circuito lo tiene un coche con una sexta de 49. Ah no que lo tiene un 1.6 TDI con una sexta de 58,8. Si mira los mejores consumos entre los 1.6 turbo diesel que han pasado por este blog, ninguno baja de 50 de desarrollo. Este desarrollo está bien para un coche que se supone va a ir más cargado como es el caso de este SW, pero de ahí a decir que circulando vacío este desarrollo le favorece hay un mundo.
@8. Pero ese 1.6 TDi que citas con una sexta de 58,8 que ha obtenido el récord de consumo de este circuito, no citas que aparte de tener un desarrollo así de largo, tiene «UNAS POCAS» optimizaciones para obtener ese consumo, optimizaciones que no tienen sus hermanos con ese mismo motor y desarrollos mas cortos.
En el caso que nos ocupa no es así, y con el mismo motor, una peor aerodinámica, un mayor peso y el mismo tamaño y características de neumático consigue mejores consumos, me quiere Ud. explicar si es tan amable… ¿por que?.
@9. Por lo que ya se ha dicho aquí cuarenta veces. Porque las condiciones meteorológicas no son siempre las mismas, porque el conductor no es un robot y porque hay una serie de factores que el autor del blog no puede controlar. Ya ocurrió con el Qasqhai y el Megane 1.6 de 130cv. Dígame qué coche diesel teniendo un desarrollo por debajo de 50, ha sacado un buen consumo en este circuito. Por cada ejemplo que usted ponga, yo le pongo diez de más de 50.
@9,
https://www.youtube.com/watch?v=GM60a_-Qfs8
@10. Ya… pero hay ciertas cosas que usted no esta teniendo en cuenta y si las pasa por alto esta cometiendo un error fatal… y me voy a explicar:
Las marcas hoy por hoy «no suelen» elegir como antes el desarrollo final dependiendo de la curva de par/potencia y del coeficiente aerodinámico del vehículo (el peso para el desarrollo final prácticamente no tiene influencia), para que dicho ultimo desarrollo sea neutra, o ligeramente larga y por lo tanto plenamente utilizable, escalonando por debajo 5 velocidades mas, y dicho desarrollo será de 50 km/h/1000 ó 54 km/h ó 56 km/h o lo que convenga, dependiendo de las características de la motorización y como hemos dicho del coeficiente aerodinámico del vehículo.
Ahora muchas marcas lo que buscan es HOMOLOGAR el menor consumo posible en el ciclo NEDC europeo, puesto que esto es una carrera general al que casi todas las marcas se han apuntado y lo consiguen a base de manipular en lo que pueden los vehículos para tal fin. Una de esas trampas en dicho ciclo consiste en poner una marcha final ABSURDAMENTE larga para las características del motor y Cx del vehículo en cuestión, sabiendo que en dicho ciclo de homologación se simula el rodar completamente en llano, así pues los desarrollos mas largos tienen ventaja y se bajan unas décimas, esas décimas tan buscadas hoy en día que nos puedan separar de la competencia. Así se ponen unos desarrollos tan absurdos como los citados CASI 59 KM/H 1.000 RPM, del 1.6 Tdi para un motor que no desarrolla mas de 25 mkg de par y 110 Cv, y que aun con los añadidos de mejoras aerodinámica… no tiene un Cx que podamos tildar de extraordinario. Pero es que en esa misma motorización pero en su versión de 90Cv y 23 mkg de par en toda la gama que monta dicha versión le ponen una 5ª (solo 5v), de mas de 54 km/h, cuando hace unos años, y no se crea que muchos, ese desarrollo lo llevaban coches de 140-150 cv y 10-15 mkg mas de par, potencia y desarrollo que les hacia coger los 215-220 km/h reales a 4.000 r.p.m, «en circuito cerrado» claro esta… la diferencia es abismal… esta claro que demasiado abismal.
Que esta pasando… pues que fuera de esos ciclos de homologación y en conducción real, aun por autovía, y gracias a nuestra orografia dichas relaciones finales en muchos casos perjudican mas que benefician, y no digamos ya si hablamos de carreteras secundarias donde en muchas de ellas no se puede superar los 100 km/h. Para mantener la velocidad en dichos vehículos «hiperdesarrollados», es necesario mantener una mayor carga sobre el pedal al menor repecho, y si el terreno se complica reducir de marcha donde con otro vehículo parecido pero con un desarrollo mas acorde no haría falta… esta mayor carga sobre el acelerador y esas reducciones de mas suponen lo mire como lo mire un mayor consumo, eso se lo puedo asegurar.
Así se pueden dar casos tan curiosos como que un Ceed 1.6 crdi 3p y 110cv y 25 mkg de par con unos neumáticos de 195 de sección y un desarrollo final de 56 km/h, logre peores consumos en un trayecto de 67 km de ida, «día tras día», que un Honda Accord 2.2 Cdti 140cv y 34 mkg de par, con neumáticos de 225 de sección con un desarrollo final de 54 km/h… ya sabemos que el Cx de cada uno es muy determinante en el consumo final, pero le aseguro que no es lo único, puesto que llevando ambos coches, te das cuenta en cuanto viene un ligero repecho cuanto es necesario «pisar» a uno y otro para mantener la velocidad y cuanto se dispara el consumo parcial de uno y otro en ambos casos.
Después de esta parrafada, usted siga creyendo lo que mejor le convenga, faltaría mas. 🙂
@12 Hueso:
Coincido contigo, a partir de determinados niveles de potencia, llevar el motor 6%-8% mas rápido apenas tiene influencia en el consumo, y bastante en la capacidad de ganar velocidad del coche.
@12. Señor Hueso. Yo digo que en este circuito un 1.6 Turbo diesel saca mejores consumos sí o sí con un desarrollo de 55 que con uno de 49 y usted se me va por los cerros de Ubeda para justificar mínimamente su argumentación. Ya se que en la vida real, hay repechos. Ya se que en la vida real también montamos a cuatro personas en el coche y sus correspondiente equipaje, ya se que la vida real tiene otras variables, pero en este caso el debate está en este circuito y con A. de A. a los mandos, sin equipaje ni más gaitas. Por cierto, deberían ustedes dejar de pensar que España es el centro del Universo. Este coche se fabrica para toda Europa y en varios de estos países, la limitación en Autopista es 130 Km/h. Un coche con un 55 estaría por encima de las 2.300 rpm. Más que suficiente. Aun poniendo el ejemplo de España, estaríamos hablando de 2.200 rpm. También más que suficiente. Como dije en mi primera entrada, en este circuito este coche de esta prueba debería haber gastado más que sus compañeros de marca, más ligeros, con mejor aerodinámica y con un desarrollo más largo. Hay algo que no cuadra y como ha dicho el señor Slayer, las excusas dadas por A. de A, son peregrinas. Todavía estoy esperando que me ponga el ejemplo de coche que en esta prueba ha logrado un buen resultado de consumo con un desarrollo menor de 50 Km/h.
Claro, porque un coche con una quinta de 50 y una sexta de 60 consume mas que otro identico con una sexta de 50. No se yo. Pero vamos, que desde que un Ibiza 1.4 fr gasto 1 litro mas que un Cupra no me tomo en serio los resultados de aqui, aunque siempre se aprende algo. Por ejemplo a ser esceptico respecto a los resultados «afinados» de las pruebas de consumo que se hacen fuera de un laboratorio. Y a las de frenada tambien, claro.
@14 Basauri:
Claro que con una 6º de 55 gasta menos que con una sexta se 50 por ejemplo, pero ante determinadas situacione con una 6º de 55 tendré que reducir a 5º y esa 5º hará que gaste más que con las 6º de 50 por ejemplo. Una sexta muy larga puede provocar que no la podamos usar en muchas ocasiones. Ese es uno de los problemas con las 6º de los toyotas atmosféricos de gasolina, son tan largas que praácticamente no las puedes engranar, mientras que en los hondas son algo más cortas y por tanto se pueden engranar con más frecuencia.
Copio y pego del texto de la prueba:
«Y dadas estas características y peso, el resultado de consumo es realmente interesante, para un desarrollo en 6ª inferior a 50 km/h. GRACIAS A LO CUAL, se defiende en 6ª bastante bien; COSA QUE NO SE CONSEGUÍA, lógicamente, en los cee’d y pro_cee’d con este motor y desarrollo de 56 km/h.».
Ahora Basauri, lo que se esta diciendo (no solo yo), es que los desarrollos finales excesivamente largos, perjudican el consumo en vez de favorecerlo en condiciones de utilización «REALES», y usted se quiere seguir encerrando en que le ponga turbodiesel con desarrollos finales de menos de 50 km/h… pero no ve usted que lo que se ha producido aquí y lo que se esta citando es solo un ejemplo, ahora se agarra como clavo ardiendo a ello para no ceder de su postura… faltaría mas, pues nada, a seguir.
Ahora le voy a decir una cosa, cree, que ese coche que ha conseguido el Top consumo de estas pruebas en este recorrido, con los mismas mejoras aerodinámicas y de reducción de consumo, con un desarrollo mas corto como el de sus hermanos sin optimización de 54 km/h, o un supuesto desarrollo final todavía mas bajo de 52 km/h ¿no conseguiría mejores consumos?, me apuesto lo que quiera con usted a que así seria, yo por lo menos no tengo duda y no le digo ya nada extrapolado a nuestro uso diario… con su circulación extra-radial de las grandes urbes cargada de trafico que no nos deja pasar de 80-100, autovía a 120/130 km/h con sus repechos, carreteras secundarias con sus limitaciones legales… vamos… a ver cuanto tiempo puede mantener esa 6ª de casi 59 km/h en esas condiciones.
Señor Hueso, es usted un vendedor de humo. «Me apuesto con usted bla bla bla…» No está usted en condiciones de apostar nada. Hasta ahora no ha sido capaz de decirme un coche que con un desarrollo inferior a 50 haya sacado un buen resultado en este blog. Yo le puedo sacar 10 ejemplos de coches que con una última marcha de mas de 55 si lo hacen. Vuelva a leer mi comentario número 3, ese que a usted le pareció mal. Hablo yo del uso real? No. Solamente me refiero a esta prueba. En esta prueba, a igualdad de motor, la aerodinámica, el peso y los desarrollos del cambio son los que marcan la diferencia. Obviando los desarrollos aunque sigo pensando que tengo razón, me gustaría que me explicara lo del mayor peso y la peor aerodinámica Bueno mejor no porque es usted muy cansino. No argumenta nada y eso me aburre. Cómo dice Slayer «otra vez pim pam pum toma lacasitos». @16. «Esto es como un toro no».
Si usted tiene razón, pero no sabemos hasta que punto un desarrollo de 55 mejora a uno 50, porque para ello deberíamos con el mismo coche y motor probar con 2 cajas de cambio distintas, lo único que comparamos son coches distintos.
Solo un pequeño aporte. Las cajas de cambio de 6 marchas están de más en muchos motores pequeños. Tenemos en casa un 1.6 JTD. Y es un coñazo. En ciudad la 3 va larguísima…..y hace que el coche caiga por debajo de las 1500 rpm. Y tengas que recurrir mucho al cambio. Tenemos en casa tb un 1.9D de Seat y un 1.9 TDI 110cv de Seat y son muchos más cómodos en una ciudad como la que yo me muevo. Y la 6 del JTD no vale de mucho salvo que pases de 110km/h. Hablo de una ortografía del País Vasco, Cantabria. Ya me gustaría que el 1.6 JTD, es un Bravo del 2009 con 105cv tuviera unos desarrollos diferentes. Ya lo ha dicho el Sr. De Andrés, en motores de cilindradas medias/pequeñas con 5 marchas vas de cine.
A mi me interesan los consumos, y más al precio de los combustibles. Que están disparados. Pero pienso que esas cajas de cambio con relaciones tan largas, son un coñazo. Hace poco alquile en unas vacaciones un Yaris de los nuevos, 1.3 100cv. Y la sexta no valía pata nada…..como mi Bravo 1.6 JTD. Y tengo tb un gasolina atmosférico de 100cv, 1600cc y en mis recorridos habituales en mi ciudad…..tan cómodo como el Ibiza 1.9D o el Toledo 1.9 tdi. Todos de 5 relaciones. Así que señores, quiero cajas de 5 relaciones.Aunque coche consuma un poco más.