Cualquier tiempo pasado fue mejor. Ya no se hacen las cosas como antes. Los tiempos cambian. (Añada aquí su frase preferida para decir que hemos ido a peor).

Pero, ¿en el mundo del automóvil hemos ido a peor? Pues en general, no. Rotundamente. Un coche actual es mucho más seguro que el de hace 30 años. También está más y mejor equipado. Es más eficiente y menos contaminante (al menos durante su uso). Pero en otros aspectos podemos discutir si hemos avanzado o retrocedido, como es el caso de los salpicaderos, los cuadros de instrumentos y las pantallas.

He elegido tres modelos. La elección es semi-azarosa: de los tres tenemos imágenes en km77 desde las primeras generaciones de cada uno y los tres han sido y son coches habituales en nuestras carreteras: BMW Serie 1, Renault Mégane y Toyota Yaris.

 

Toyota Yaris. Arriba, abajo, al centro y adentro.

El Yaris es un coche urbano, popular por su tamaño contenido y por haber sido durante unos cuantos años el único híbrido de su tamaño. Cuando salió —aún no habíamos entrado en los dosmiles (información del Yaris 1999)—, tenía un salpicadero supersencillo con un cuadro de instrumentos colocado en el centro y orientado al conductor. El diseño del salpicadero permitía compartir la parte principal entre los modelos que llevaban volante a la izquierda y a la derecha.

En 2006 Toyota lo renovó, ya no parecía un coche tan simplón, pero conservó el cuadro en el centro; eso sí, con orientación neutra, no hacia el conductor. Esta generación fue la primera en tener un navegador con mapa (la primera tuvo uno de flechas) que iba colocado en medio del salpicadero.

Y ahí seguía esa pantalla en 2012, cuando Toyota sacó la tercera generación, pero el cuadro de instrumentos fue desplazado al lugar más habitual: detrás del volante. De paso, Toyota añadió una pantalla en el cuadro, pequeña al principio y más grande y vistosa con la actualización de 2017.

En 2020, con la cuarta generación, las pantallas tomaron el protagonismo y los indicadores de aguja pasaron a mejor vida en las versiones más equipadas. La pantalla del sistema multimedia es la que se mudó en esta ocasión, pasando del centro del salpicadero a la parte superior.

Renault Mégane, de la mano de Google

Francia, cuna del Art Decó, del Art Nouveau y del Renault Mégane, ese superventas que fue y ya no lo es por culpa de los SUV.

El Mégane vio la luz en 1995 como reemplazo del Renault 19. km77.com aún no había nacido, así que hasta 1999 no tuvimos una información del Mégane en la web.

Con la segunda generación, que llegó en 2002, las curvas del salpicadero se volvieron rectas y una pantalla brotó en la parte superior del salpicadero para mostrar los mapas de TomTom.

Seis años después el salpicadero se hizo mayor y sus formas se volvieron un poco más conservadoras, convencionales. En el cuadro, una pantalla circular daba parte de las informaciones en alguna versión; en otras se mantenía un indicador de aguja.

En 2016, con la cuarta generación, esa pantalla era más grande, pero se conservaba la apariencia tradicional de la información. Simultáneamente, la pantalla del sistema multimedia dejó de ser un apéndice sobre el salpicadero y quedó integrada en él. En 2020 llegó una pequeña actualización que trajo de la mano una pantalla completa para el cuadro.

La quinta generación está a la venta desde 2022. Desde entonces el Mégane es un modelo exclusivamente eléctrico. El salpicadero tiene un diseño nuevo pero con una disposición idéntica a la del Mégane anterior conservando la pantalla orientada verticalmente. Lo que ha cambiado ha sido cómo se muestra la información en el cuadro. No sé lo qué opinan ustedes, pero mi opinión es que era mil veces más bonito e informativo cualquier cuadro anterior. No digo más fácil de leer, porque en la imagen de ejemplo se muestran tan pocos datos que no da lugar a la distracción.

Hay dos aspectos que en km77 valoramos positivamente del Megane E-TECH. Uno es que conserva botones físicos para el climatizador. Otro, que el sistema operativo es Android Automotive, con lo que hay mucha gente que está acostumbrada al manejo de algunas funciones, como el navegador (que es Google Maps).

A diferencia de las extravagancias orientales y los gustos rococós de los vecinos del norte de los Pirineos, los alemanes tienen fama de ser cuadriculados. Aún nos queda la esperanza de que ellos no hayan cambiado lo que era bonito, sencillo y funcional por algo que no cumpla alguna o todas esas cualidades. 

BMW Serie 1, la esperanza alemana

El parto del Serie 1 fue en 2004. Es por tanto el modelo más joven del trío tratado en este articulo. En aquel momento era un BMW como todos los BMW, aunque más pequeño: un cuadro de agujas de una claridad de lectura sobresaliente, un salpicadero sobrio y sencillo y….tracción trasera.

BMW lo renovó en 2012, pero en esencia todo se mantenía igual en esta segunda generación. En el cuadro aparecieron dos pequeñas pantallas donde se mostraba la información del nivel de combustible y del consumo instantáneo. BMW lo hizo integrándolas con sutileza, conservando el diseño del cuadro. La pantalla multimedia creció a un tamaño considerable.

La actualización de 2016 no dio sustos. Estos llegaron en 2020 con la pandemia de la COVID. Nos dijeron que esa (mala) experiencia nos haría mejores, pero no debían referirse a este modelo porque, desde entonces, los cuadros de instrumentos del Serie 1 tienen diseños rarunos y las revoluciones del motor se incrementan en sentido contrario a la velocidad. Peugeot style. A partir de esa fecha todo se muestra en una pantalla, ¡fuera las agujas!.  Además, en ese Serie 1 2020 las dos pantallas, cuadro y multimedia, se casaron y se fueron a vivir juntas, una pegada a la otra.

La pandemia fue tan puñetera que incluso el motor dejó de mover las ruedas traseras: el Serie 1 2020 fue el primero de tracción delantera. (N.d.A.: Lo siento por los taliBMW —precursores de los Tesla fanboys—, pero los Serie 1 de tracción delantera van estupendamente bien, aunque ya no se pueda hacer drifting en las rotondas del polígono).

Quizás en esos momentos no supimos ver que todo era susceptible de mejorar, pero también de empeorar. La última generación del Serie 1, modelo año 2025 (código F70), es en lo básico similar a la anterior (la plataforma es la misma). El salpicadero conserva un diseño en el que la simpleza es elegancia, algo que en mi opinión ha sido una característica que no ha cambiado desde el primer Serie 1, pero los diseñadores han vuelto a ganar el piedra-papel-tijera-lagarto-spock a los ingenieros y el cuadro de instrumentos es aún peor (bajo mi gusto): escalas en ángulo y degradados con mucho (como dice mi hijo pequeño) colorinchi.

Hazlo tú, tío listo

Muchos años antes de jubilarse escribiendo en nuestros blogs, el ilustre Arturo de Andrés había empezado su andadura profesional probando coches en los que los únicos mandos eran básicamente los de las luces, los del limpia y el estárter. Hoy tenemos una baraja de asistentes a la conducción, calefacción en los asientos y el volante, cámaras por la periferia del coche, por no hablar de suspensiones regulables, válvulas que cambian el sonido de escape, techos de vidrío que pueden ser traslucidos por secciones y otras exquisiteces.

Todo eso hay que gestionarlo y a la vez ponérselo fácil a quien conduce. Un botón por función no parece razonable si no queremos que un coche parezca la cabina de un avión. Si hubiera una única solución perfecta seguro que la utilizarían todos (salvo Alfa Romeo. Aún recuerdo lo que tardé en encontrar el botón que abría el maletero del 159; no sé cómo no se me ocurrió pensar que estaba en el techo, junto a la desconexión de los sensores de aparcamiento…).

Todos, en mayor o menor medida, opinamos de lo que no sabemos. Algunos llevan un entrenador dentro. Otros un político, un arquitecto, un ingeniero de chasis o, incluso, un diseñador de cuadros de instrumentos. Los hay hasta que tienen todas las titulaciones. Así que les dejo por aquí tres preguntas, por si quieren opinar. Lo mismo encontramos una solución genial 🙂

1.-¿Creen que hemos ido a mejor o a peor en los diseños del cuadro? Pueden valorar por separado cada uno de los tres coches de los que he hablado o lanzarse a lo general.

2.- ¿Hay más margen para el minimalismo o habrá una pequeña vuelta atrás en la gestión de los dispositivos de los coches? Por un lado es evidente que el uso de pantallas es, en muchos casos, una fuente de distracción. De hecho EuroNCAP va a penalizar a partir de 2026 a los coches que no tengan botones para algunas funciones básica. Por otro lado, el desarrollo de las marcas parece que lleva un rumbo fijo: pantallas, cada vez más grandes; botones, cada vez menos. Un ejemplo es el  BMW Panoramic iDrive que BMW ha mostrado recientemente  y que va a implementar es sus modelos futuros (de aparición inminente).

3.- ¿Cuál es para ustedes la solución ideal (o la menos mala)?