El agua hierve a 100 grados centígrados en un cazo abierto (o a los que sea) y por mucho calor adicional que le demos nunca pasará de la temperatura de ebullición. Hervirá más deprisa, pero no subirá de temperatura.
Esta información, que la sabemos todos desde pequeños, se nos olvida delante del fuego. Casi mejor, porque tenerla presente siempre me ha convertido en un maniático. Mi chica me reñía cada vez que bajaba el fuego (por eso me dejó creo yo). En cuanto entro en una cocina y veo el agua hirviendo a borbotones, bajo el fuego. No lo puedo resistir. A continuación me toca explicar que no sirve de nada que el agua hierva mucho, con grandes burbujas, que los huevos no se pondrán duros antes por mucho que hierva el agua, ni tampoco el arroz.
Es posible que para cocinar algunos tipos de pasta sea necesario que el agua hierva con gran tumulto y también es posible que sea necesario para reducciones. Lo que yo propongo no incluye consumir menos gas para cocinar peor, sino consumir menos para cocinar igual de bien. Bajar el fuego cuando se pueda y dejarlo alto, que fluya la energía, el calor y los borbotones cuando sea necesario.
Ahora que llega el invierno, no se trata de pasar frío en casa, pero tampoco de ir con manga corta, ni de abrir las ventanas porque no hay ser humano que resista con la calefacción central echando fuego.
En definitiva, gastar menos y mejor. Porque desperdiciar la energía no beneficia a nadie.
Sé que soy un maniático, pero ¿no es normal serlo en estos asuntos?
No está mal acordarse de los detalles en el día a día. Por cierto que si el agua tiene sal o comida dentro, puede variar su punto de ebullición.
Por otra parte, está el hecho de tener o no razón. A veces es mejor dejar que los demás se equivoquen. Al fin y al cabo ¿Qué coste tiene que una persona se sienta más feliz o menos alterada por dar un poco más de calor?
Seguro que ha conocido a alguien que compra un gasolina porque no le gusta el motor diésel a pesar de que la segunda opción era mucho más razonable. ¿Qué coste tendrá para esa persona? Pues despreciable porque seguramente no se sentiría a gusto con ese diésel.
Hay muchos ejemplos, pero a menudo es mejor dejar que los demás hagan lo que quieran si se sienten mejor así y son más felices. Si ya se ha explicado y no atienden a razones ¿Para qué insistir? Cuando hierva usted, hágalo con el fuego flojo y cuando hiervan los demás que lo hagan como quieran 🙂
Existe otra variación: el agua varia su punto de ebullición en función de la presión atmosférica. Eso supone que la pasta o el arroz no tardan lo mismo en cocinarse un día de anticiclón que uno de borrasca. Mas que nada, porque hierven a temperaturas levemente distintas.
Es por sugerirle otra manía mas, si eso 😉
Saludos
y aparte de eso, si hierves pasta/huevos/patatas/lacabezadelvecino a toda mecha, se pone todo perdido de agua!!
Lo que comenta y que parece tan obvio, ya que en definitiva significa ser eficiente en el uso de los recursos, no lo es para mucha gente.
Pequeños detalles como cerrar el grifo, apagar las luces, poner la calefaccion o el aire acondicionado cuando son necesarios, pero a temperatura moderadas y no estar abriendo ventanas por el calor en invierno o ponerse una chaqueta o jersey por el frio del aire (P.ej Hoteles en Florida en el mes de Marzo), son buenas prácticas que son desconocidas para muchos, no ya niños, sino sobre todo adultos.
Y lo peor es cuando estos recursos son públicos.
¿Quien no ha escuchado la famosa frase? ¨para que apagar la luz/agua, si yo no la pago, la paga la empresa, universidad…etc¨ La gente no se da cuenta que los recursos o la energia no tienen dueño en sentido abstracto y el malgastarlos significa no poderlos utilizar en el futuro o pagarlo a un precio mayor.
Ademas en el caso de las empresas, a mayor gasto, menor beneficio contable, y a la larga posibilidad de sufrir en las propias carnes del individuo el efecto de una conducta poco sostenible. Todo está relacionado. Al final lo que cuenta son tener actitudes eficientes en los ámbitos en que uno se mueva.
Es más, considero que estas técnicas y conocimientos de usos eficientes en nuestro dia a dia, deberían formar parte de los conocimientos que se adquieren en los colegios, ya que al final, lo que está en juego en la competitividad de la economía y por ende nivel de vida de un país.
Si su chica le dejó, por ese motivo, no pierda el tiempo recordándola, ya será ella quien se acuerde de la importancia de que no desborde agua caliente sobre una vitrocerámica, placa de inducción y no digamos fuego de gas en una cocina.
Ráfagas, GTO.
Juas, ser más eficientes y ahorradores… trabajo en un gran edificion en el que nunca se apagan las luces a pesar de no trabajar nadie de noche y tener unos enormes ventanales por los que entra la luz. La climatización en verano está a 23º con lo que te hielas y en invierno a 26º con lo que te asas. El 90% de los trabajadores de este centro nunca apagan el ordenador a pesar de que no les supondría más de 5 minutos al día el proceso de arranque y apagado (y ya voy largo). Cabe decir que en cuestiones lumínicas o termostáticas el edifio es de esos que llaman «inteligente» por lo que la mano humana que habita en él no tiene capacidad de manipulación alguna en estos sistemas.
Así un largísimo etcetera. No se si GreenPeace o alguna otra organización de las que se preocupan por el medioambiente clama porque el 30% (no recuerdo la cifra con exactitud) de la energía consumida es, en realidad, energía tirada a la basura (y eso que no se puede destruir!!!) y si se ahorrara permitiría prescindir de casi la totalidad de las centrales nucleares (pero yo creo que el futuro a largo plazo es nuclear, nos guste o no).
En Madrid parece que las campañas del CYII si tuvieron efecto en el ahorro de agua por parte de la «cuidadanía». No entiendo porqué a nivel estatal no se hacen campañas DE VERDAD concienciando de lo sencillo que sería ahorrar energía (y dinero) por parte de todos, en vez de regalar bombillas de 100W fabricadas en China.
JC
-Prefiero la gasolina al Diesel.
-Me encanta la cálida luz incandescente y odio las frías fluorescentes que tardan en cargar.
-Odio ducharme con agua fría.
-Conduzco con las ventanillas medio bajadas en cuanto puedo.
-En la cocina peco de gula y cocino de más.
-No puedo evitar subir el coche de vueltas y hacer estiradas en las salidas de peaje.
Odio las personas cicateras que pierden su vida ahorrando céntimos y enjuiciando a los demás.
Quien más quien menos tiene sus manías. Hay un tipo de personas que se abanderan en gurús morales y en seguida les encuentras incongruencias y derroches. Confort y eficiencia no siempre van de la mano, cada cual elige en cada caso qué prefiere. Pero dejémonos de moralinas.
miniyou no podría haberlo dicho mejor. Y paso de que se me quede duro el arroz por sus proclamas en favor del menú a medio cocinar.
Entiendo a miniyou.
Hay personas que odian que se extienda una ideología del buenismo, de lo que se debe hacer y no hacer, una ideología única que nos diga qué es bueno y qué malo.
«Ahora toca ahorrar, pues a ahorrar, toca medioambiente, pues medioambiente, ahora comer uvas, pues todos a comer uvas».
Pero creo que tan poco criterio tiene quien sigue los lemas oficiales por sistema, como quien los rechaza por sistema.
Los catalanes decimos «entre pocs y massa» (entre pocos y demasiados), y en toda españa decimos «ni tanto, ni tan calvo».
Yo prefiero pasarme de ahorrativo, que de derrochador. Es cuestión de la convicción de cada uno, y no de los mensajes que a modo de proclamas nos mandan unos y otros.
No se trata de vivir obsesionado. SE trata de que unos céntimos por aquí, y otros por allá, hacen un euro, y uno por aquí, y otro por allá, pues hacen un fondo.
Vamos, que un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Por cierto, para hervir: tapar siempre el cazo.
Respecto a las bombillas: las incandescentes son menos eficientes… pero no lleva componentes tóxicos. Y los fluorescentes y las bombillas eficientes, llevan mercurio; para una bombilla que se va a encender con frecuencia: la de mercurio, para una que se va a encender de uvas a peras, pues seguramente tiene menos impacto la convencional.
Aunque en general las bombillas al final de su vida útil se llevan a un punto verde… muchos ciudadanos no lo harán.
Y seguramente esta campaña de cambio de bombillas y de prohibición de bombillas incandescentes… acabará haciendo que suba el nivel de concentración de mercurio de nuestras aguas subterráneas, de ríos y lagos, etc.
Eso no sucedería si el 100% de los ciudadanos reciclara sus nuevas bombillas eficientes cuando se fundan (que se funden, igual que los fluorescentes, ya que en esencia son lo mismo que un fluourescente)… pero mucha gente no lo hará, y acabará como digo.
corrección:
Lo que decimos es «entre poc i massa» (entre poco y demasiado), me había liado.
#6miniyou
Entiendo que la energía se pueda gastar para satisfacer el «placer» de conducir un V8 o la necesidad de calentar una casa a 23º centigrados para poder estar en maga corta. ¿Por qué no? Pero un V8 puede consumir 12l. a los 100 o 24l, con la misma conducción, en función de la eficiencia del motor en si y del vehículo que impulsa. Lo mismo para la casa a 23º. Puedo necesitar para ello hasta un 30% mas de energía si el aislamiento de la misma no es lo suficientemente eficiente. La eficiencia no se trata de perder confort, o al menos yo no lo veo así, se trata de gastar menos para obtener lo mismo. Dicho esto, siempre hay prácticas extremas tanto para el exceso como el defecto, que se salen de lo justificable.
#4GTO
Muy de acuerdo con lo que comenta sobre la eficiencia energética. Esta claro que, cada individuo es libre de decir «ser o no ser eficiente» y no es un problema que pueda ser arreglado con leyes ni obligaciones. Si queremos que futuras generaciones lo sean, será necesario formarlas para que entiendan qué es la energía, una gran parte de la población no sabe lo que es ni como se genera, y porque no hay que malgastarla.
Si aquellos que somos conscientes de su importancia queremos que, estos otros individuos que no lo son, sean mas eficientes, no veo otra solución que eliminarles esta responsabilidad mediante la tecnología. Un ejemplo que se me ocurre, los grifos con detector de presencia. Estos grifos solo se abren cuando las manos están debajo del mismo. Con esto se ayuda a que nadie pueda dejarse el grifo abierto mas de lo necesario. Lo mismo podría hacerse, y se hace, con la iluminación.
Creo que estos pequeños remedios tecnológicos pueden marcar una gran diferencia en el futuro a medio plazo si, desde ya, empezamos a aplicarlos.
Muchas prácticas ahorradoras no lo son tanto, o pueden ser contraproducentes. Ejemplo 1. Solía tener cerrado el radiador del recibidor, para ahorrar, hasta que un técnico me dijo que el calor en la entrada de la casa producía una barrera términa (o algo parecido) que ayudaba a mantener el calor de la casa. Por eso en los grandes almacenes te dan la bienvenida con un chorro de aire frío (o caliente según el caso) cuando entras desde la calle.
Ejemplo 2. Un amigo se tiró un invierno cerrando y abriendo la calefacción en función de la temperatura, haciendo de «termostato inteligente sensorial humano». Al año siguiente dejó la calefacción a piñón fijo. Gastó exactamente lo mismo.
Lo del diésel tiene su aquél. Sí, el km te sale más barato, pero yo ya he tenido algunas averías típicas del diésel que me han echado por tierra los números.
(Por cierto, al leer el título del artículo pensé que iban a contar el viejo chiste: ¿A qué temperatura hierve el agua? – A 90 grados. – No idiota, esa es la del ángulo recto)
Buenas!
Qué bueno es que cada uno ponga su granito de arena en materia de ahorro energético. Qué estupendo sería si las manías o costumbres las adoptáramos o nos educaran para adoptarlas de cara a una eficiencia energética. Y por supuesto, qué poco cuesta adaptar esos comportamientos a nuestra vida diaria y cuanto ganaríamos si lo hiciéramos todos.
Es un pensamiento colectivo por el bien de todos.
Y tres apuntes: Señor Moltó, seguro que el detalle que nos cuenta esconde un comportamiento que hace que, como bien dice GTO, no haga falta que la recuerde.
Lo de los edificios inteligentes es una patraña, todos esos «gadgets» e inteligencias tecnológicos son parches, y caros, a una mala arquitectura. Visiten, si tienen la oportunidad, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en verano y en invierno y me cuentan si hay mucho cambio de temperatura en el interior, y si se está incómodo. Eso es un edificio inteligente, mantiene una temperatura invariable independientemente de las condiciones externas. Y data de la época en la que España fue un imperio, hace ya.
Finalmente en relación a las bombillas de bajo consumo, si que es verdad que el rendimiento es de 6 a 10 veces mayor que las incandescentes, pero al encenderlas es cuando más consumen (necesitan un pico de arranque) y su vida útil baja mucho al encenderlas y apagarlas en intervalos cortos.
Saludos!
Angel, lo que le dijo el instalador es falso.
Muchos instaladores no tienen ni idea.
Muchos te dicen que la calefacción gasta menos si se deja todo el día a temperatura más baja… es falso. Se gasta menos si se enciende y se apaga.
Al final, puedes ver cualquier equilibrio energético, como una caja misteriosa, en la que no sabes qué pasa, pero al final, entra y sale energía (siempre sale la misma energía que entra).
Con la calefacción, pues la energía que entra es electricidad (o gas), y la energía que sale es calor que se va fuera de la casa.
Esa energía sale de la casa en forma de aire caliente (si hay algo mal cerrado, o cuando se ventila), y sobretodo, por transmisión de calor a través de superficies que nunca son perfectamente aislantes.
(por radiación, y por transmisión… sobretodo por transmisión).
Las pérdidas de calor por transmisión son proporcionales a la temperatura. A más diferencia de temperatura entre interior y exterior, más pérdidas.
Si apagas el radiador del recibidor, éste se pondrá a una temperatura más o menos intermedia entre la del salón, calentado, y la de la calle. Es verdad que del salón se perderá un poco más de energía… pero nunca tanta como la que se perdía antes del recibidor.
Por lo tanto, es más eficiente cerrarlo.
(otra cosa es que la diferencia sea pequeña, y no se note, porque la diferencia queda camuflada entre otras variables, como un día un poco más frío, otro que nos olvidamos cerrar la ventana, etc).
Lo de los centros comerciales, es otra cosa. Es una cortina de aire. Pero es aire que está dirigido, con ventiladores y aspiradores, para que haga de barrera con el ambiente interior, y para que no se cree una corriente de aire del exterior (frío) al interior (caliente).
Es muchísimo menos eficaz (se derrocha mucha más energia) que una simple doble puerta… pero es más estético ver el acceso abierto (y no tras una puerta), e incita más a entrar.
Por eso centros ubicados en una zona en la que se puede paserar, como el corte inglés no mantienen puertas cerradas (para incitar a la entrada), pero en cambio, hipermercados de centros comerciales (en los que ya vas allí a posta), sí la suelen instalar. Es mucho más barato instalar esa doble puerta, y además es más eficiente.
Por consejo de una amistad me compre una olla a presión. He conseguido un ahorro del consumo del gas del 10 al 15 %. En todos los casos ahorro demostrable. Ademas que los tiempos de cocción son muy inferiores de aqui la reducción del consumo. No se ensucía tanto la cocina y no limpias tanto. Y se puede hacer casi de todo. Hasta arroces si le coges el truquilo. Y si ,lo he probado, me gusta cocinar.
Yo opino, Joan, que la olla a presión es todo un ejemplo de eficiencia en sí. Se sabe que para cocinar hace falta calor y que el agua solo puede llegar a 100ºC a presión atmosférica… Por ello se inventó el recipiente en donde se pudiera multiplicar la presión mediante el calor, y así el calor aumentar con la presión. Si la olla es capaz de resistir 5 veces la presion atmosférica (una olla a presión normal), estaremos trabajando con agua a 500ºC. Y por tanto si a 100ºC el arroz necesita X minutos, a 500, sería X/5, osea que además del consabido ahorro energético, se ahorra tiempo. En fin, una idea de 10.
Y por otra parte, coincidiendo con Borjads, la eficiencia no es salir perdiendo, sino que es aprovechar cuanto más mejor, el «algo» que utilizamos para conseguir un fin, dígase energía para calentar una casa, combustible para generar movimiento, tiempo para desarrollar una tarea…
Albert, estoy de acuerdo con usted en que los edificios antiguos proporcionan menores cambios de temperatura, pero a costa de ser salvajemente derrochadores en materiales, en tiempo de construcción y en peso sobre el terreno. Se imagina si los pisos de ciudad tuvieran muros de un metro de espesor y tabiques de medio? Cuanto se gastaría en hacerlos, y cuanto peso estaría sufriendo el suelo?? Cuanto tiempo tardarían en aparecer las grietas por asientos diferenciales en el terreno? Volvemos a la eficiencia… hay que tratar de conseguir, con el menor gasto de materiales, de tiempo y de peso, la menor pérdida de energía posible. Por ponerle un ejemplo, creo recordar que 50mm de lámina de poliestireno extruido aislan más que medio metro de espesor de ladrillo con mortero. Todo esto lo puede consultar en el CTE DB HE y se puede extrapolar de la construcción a cualquier ámbito.
Sr. Emprendeitor, le creo, porque mi fe en los instaladores es más bien baja. Gracias por la explicación de los centros comerciales.
No obstante, insisto en dudar que abrir y cerrar la calefacción mejore la eficiencia, al menos en hogares donde la gente viva (frente a hogares donde la gente simplemente duerma y sólo necesite climatización un par de horas al día). En cualquier caso, ahora tengo suelo radiante/refrigerante, con una inercia térmica importante que me condena al uso continuo. Eso sí, es tremendamente eficiente.
#14 ¿No se referirá usted a una olla rápida? (término comercial) Impresiona la rapidez de cocción.
Sr. Moltó
Cuando ha llegado a «porque desperdiciar la energía no beneficia a nadie», me he acordado instantáneamente de don A. de A.
También de una paradoja que creo que Vd. explicó aquí sobre romper ventanas, «porque de algo tenía que vivir el cristalero», y que he tenido que explicar esta mañana delante de la máquina del café, cuando contaban que los libros de texto del colegio son una pasta, pero «de algo tiene que vivir la industria del libro». ¿De empobrecer por decreto a todos los padres de niños en edad escolar? No, gracias.
Y sobre las calefacciones, mi receta es fácil:
– Enciéndala al entrar, y si puede programarlo, 15 minutos antes. Abrir la puerta de casa y que esté calentita, es glorioso. Y apáguela cuando se vaya.
– No suba demasiado el termostato. No lo toquitee continuamente. Sólo conseguirá un resfriado.
– Apague media hora antes de acostarse y encienda 15 minutos antes de levantarse.
O, resumiendo: Si no la va a disfrutar, no la tenga en marcha.
@17 Angel: ¿Me podría dar alguna pista sobre esa climatización radiante tan eficiente? gracias.
a 100º si es agua pura 100%
#18. Es un tubo que forma un circuito cerrado de agua que se calienta o enfría según sea invierno o verano y que se ubica bajo el suelo y entre un cemento especial, que tarda lo suyo en coger temperatura, pero que la mantiene igual de bien. El coste resulta económico para el confort que da, otra cosa es la instalación.
A que extremos hemos llegado!
Un blog de calefacciones y cocimientos!
Donde estas Doctor?
# 15 Titobiturbo, ¿como la presión es 5 veces superior, la temperatura es cinco veces superior? ¡¡Qué sencillez!!
Hasta luego.
Buenas!
#15Titoturbo yo sólo he dicho que un edificio antiguo de sillares como puede ser el palacio de El Escorial es igual de eficiente o más que uno moderno de los inteligentes por un razonamiento que luego ha desarrollado emprendeitor y que se puede resumir en que, en principio, lo importante es la inercia térmica de los cerramientos.
¿Por qué digo que es más eficiente El Escorial? Me explico: tiene razón en las demás apreciaciones, pero si va usted a considerarlas, entonces el análisis se debería extrapolar a todos los campos del proceso de construcción del edificio. Le aseguro que es más eficiente una construcción del s. XVI que una ibérica actual. Habría que compararlas ubicándose en momento y lugar. En la época de Felipe II la mano de obra o el tiempo no eran significativos; la resistencia del terreno tampoco fue determinante (si lo fuera no estaría en el estado de conservación en el que está); comparar una fábrica de ladrillo con un aislante rígido es como comparar un Dacia con un BMW, si entonces el material de mayor inercia térmica, y con el que se construyó el monasterio (no con ladrillo), era el sillar de granito, entonces hoy lo tendríamos que extrapolar, por ejemplo, con un cerramiento activo de circuito cerrado de agua en hormigón o vidrio (como la calefacción de #16_Angel, pero en fachada) o un complejo muro cortina de vidrio electrocrómico, carísimos (éste último a 600eur/m2). Entonces quizás sea más eficiente El Escorial con su piedra y su madera de la sierra de Guadarrama.
Como usted bien dice, hoy en día el modelo de conservación energética (control y contención en el uso de recursos y eficiencia de las transformaciones, siguiendo la 1ª ley de la termodinámica) ya no sirve, ya no es sólo inercia térmica, habría que introducir la entropía, que valora el paso del tiempo y la degradación del entorno. Por eso los edificios de hoy en día no son eficientes energéticamente hablando. Como dice Anne Lacaton: «Desde hace treinta años se es cada vez más consciente de la rápida obsolescencia de los edificios. Sin embargo, se sigue recurriendo a principios constructivos y funcionales que no tienen en cuenta ni el inicio, ni el fin, ni la duración del edificio»
En E.E.U.U. se emite un certificado de eficiencia energética (como el de los electrodomésticos) para los edificios y en él se tiene en cuenta hasta la distancia existente desde el solar hasta el lugar de manufactura de todos y cada uno de los elementos constructivos.
Si tiene en cuenta todo eso y al hilo de lo que dice usted y de lo respondido a #6miniyou por #Borjads, habría que definir que se entiende con eficiencia energética, lo relativo y subjetivo que puede resultar, y la enorme perversión que tiene el término, junto con el de sostenibilidad, para los políticos. Como dijo un catedrático de Arquitectura de la UPM: «El arquitecto caga hormigón, y eso no es sostenible»
#16_Angel, estoy totalmente de acuerdo con usted en que el suelo (que no techo) radiante con tarima de madera es actualmente la mejor opción de las disponibles, aunque se empeñen en vendernos climatización por aire (que ya se usaba en la Roma clásica).
Para que vean que nos venden lo que les interesa, a quien le interesa y cuando le interesa.
Un saludo!
Rectifico, no es Titoturbo, es Titobiturbo. Lo siento.
Saludos
Lo que quería decir es (a ver si ahora me explico mejor) que al aumentar la presión, el agua alcanza una temperatura mayor antes de ebullir, y esto es lo que hace que los alimentos se cocinen antes. El ejemplo numérico que he puesto es solo eso, un ejemplo. Una olla a presión normal permite alcanzar en su interior temperaturas de 125 a 140ºC del agua sin que esta ebulla. Y esto tiene tambien su efecto inverso, al disminuir la presión, el punto de ebullición del agua disminuye, en la cima de una montaña el agua hierve antes que en la orilla del mar. Y creo recordar, porque no tengo como demostrarlo, que el punto de ebullición del agua es proporcional a la presión en donde se encuentre.
No, no es lineal.
Aunque existen ecuaciones que modelizan el cambio de punto de ebullición, es mucho más fácil y visual consultar el gráfico de cambios de fase del agua.
¡Ah!; entonces, ¿no es tan sencillo, sr. Emprendeitor? Qué cosas
(Vaaale, ya me callo, que estoy un poco meticón 😉 Total, no es relevante al caso)
Hasta luego.
Repasando este blog, he descubierto cosas que no me puedo callar. Albert, tocayo, me deja sin palabras. Cómo una persona que no se dedica a este mundo (se delata usted mismo con sus comentarios) puede intentar dar lecciones de saber cosas que no sabe:
1. El cerramiento que usted propone es una memez, puesto que estaríamos hablando de un «calefactor» del aire que rodea al edificio por fuera. Resultado, kW y kW derrochados.
2. Esa pegatina que usted dice, desde hace 5 años en España es OBLIGATORIA. Se llama certificación energética y establece una clasificación similar a la de los electrodomésticos y ademas añade una tabla de ratios W/m2 de consumo en refrigeración y en calefacción, así como una comparación con los valores medios (que se suelen igualar o superar la mayoría de las veces) de un edificio de las mismas características.
3. La mayor perla que ha soltado: suelo radiante con tarima. ERROR! Eso es una perogrullada que lamentablemente se realiza en españa a razón del 15% de las instalaciones nuevas. Eso lo hace gente que no tiene ni idea, debido a que son incompatibles 100% ese sistema de calefacción con ese suelo. Al calentarse, la madera ya sea del parquet o de la tarima, pierde humedad, y empiezan a aparecer las primeras contracciones/alabeos/abarquillamientos, y posteriormente el levantamiento y la rotura de las piezas afectadas. (La dilatación que se podría dar con el calentamiento es muy inferior a la disminución de volumen por la perdida de humedad ocasionada por dicho calentamiento)
Me da rabia, pena, lástima, como quiera llamarlo, ver que cada día hay mas «ingenieros» de la calle, similares a los mecánicos de bar, que creen saber de todo y hablan de más. Menos mal que cuando alguien que está relacionado o afectado con sus comentarios, se entera de lo ocurrido, los deja en el lugar que corresponde. Usted limitese a ejercer la ocupación que tenga, y no hable de lo que no sabe. Sin acritud.
Un saludo, y le perdono el haberme dejado sin un turbo.
Buenas!
Por alusiones directas y evidentes, Sr. titobiturbo me parece muy bien que no se pueda callar y que le de rabia, pena, lástima o como quiera llamarlo el que cada día vea que hay más «ingenieros» de la calle, pero por favor si se dirige a mí, mantenga un mínimo de respeto y no entre en descalificaciones personales. Yo no le conozco y usted tampoco a mí, no sabe qué he estudiado, qué no he estudiado, en qué trabajo o en qué he dejado de trabajar.
Dicho esto, y aunque mi intención no es dar lecciones al que no sabe sino comentar lo que leo según lo que conozco, le explicaré las «memeces» que he escrito:
1.- Cerramiento activo de circuito cerrado de agua en hormigón: nadie quiere calentar el aire circundante, simplemente se aporta al muro la energía necesaria (en este caso en forma de agua) para mantener una temperatura constante del cerramiento independientemente de las condiciones climatológicas externas. Ejemplo: Zollverein School of management and design. Arquitecto: SANAA (premio Pritzker 2010). Puede consultarlo detalladamente en el número 14 de la revista AV Proyectos (págs. 70 – 81), o en el número 139 de El Croquis (págs. 138 – 155).
Cerramiento activo de circuito cerrado de agua en vidrio: mismo sistema pero el agua circula entre dos hojas de vidrio. Patentada por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid, se comercializa bajo el nombre de RadiaGlass.
Como cerramiento activo pero con relleno de gas entre láminas de EFTE, en Barcelona se terminó de construir el edificio Media-TIC diseñado por Cloud 9 (Enric Ruiz-Geli) en el distrito 22@.
2. No es ninguna pegatina, ni consiste sólo en calcular coeficientes de transmisión térmica (la U según el código técnico o Kg según la antigua norma técnica). Al otro lado del Atlántico para conseguir la máxima certificación de eficiencia energética hay que certificar que todos y cada uno de los materiales empleados están manufacturados a menos de 60 millas de distancia del emplazamiento, para que la energía consumida en la edificación sea mínima incluso en el proceso de fabricación y transporte de los materiales a emplear.
3.-Suelo radiante con tarima, y además de madera maciza. Si usted piensa que no se puede instalar allá usted, yo le digo que es lo más confortable del mercado (Junckers por ejemplo). Únicamente se debe tener cuidado con la temperatura del circuito, y con el tipo de rastreles que se utilizan y su ubicación. Aunque a usted le parezca mal no tiene por qué serlo.
Aún y así, cuanta razón tiene cuando dice que menos mal que está usted.
Saludos.
Sr. Albert, creo que usted me toma por tonto o por prepotente «he-venido-yo-el-salvador», o ha pretendido hacerlo creer a los demas lectores. Sinceramente me da igual lo que piense y pretenda hacer pensar de mí, pongo lo que pongo porque sé de lo que escribo.
1. Cuando leí lo del cerramiento activo con circuito cerrado de agua enseguida se me vino a la mente una especie de «muro radiante» (sin acordarme en ningún momento que sí conocía lo que dice usted, pero con otro nombre) y rápidamente eché espuma por la boca al imaginarlo. En cuanto a los proyectos que me comenta, están bien (de hecho creo que los artículos parecen más un publireportaje que otra cosa porque sí, los he estudiado entre otros muchos) y me siguen pareciendo una manera muy cara (para cerramientos no de vidrio, porque el de vidrio sí me parece muy interesante, todo hay que decirlo) de conseguir algo que se podría conseguir con otros medios (una cámara de argón presurizado funciona mejor que la de agua).
2. El tema de la certificación americana tiene mucha controversia, ya que se puede obtener la maxima calificación siempre y cuando, como usted dice, la distancia de transporte no supere las 60 millas. El tema está en que no se contempla si el material en sí, o su fabricación, sigue siendo igual de sostenible, porque no es lo mismo (por ejemplo) traer de 61 millas el material más sostenible o ecológico del mercado, que de 1 milla el producto más contaminante. «Ganará» el de 1 milla solo por estar más cerca. Se debería tener en cuenta la sostenibilidad, y no solo la distancia.
3. Y con respecto al suelo radiante con madera maciza, es un sistema que no da las ventajas del suelo radiante «puro y duro» con un suelo cerámico o pétreo ya que «hay que tener cuidado con la temperatura del circuito» (como usted comenta). Templará muy bien y es un calor que la madera soporta, y seguramente el pisar madera sea más confortable que pisar cerámica o piedra, pero no vale para nada si se trata de caldear bien una estancia cuando ya tiene cierta superficie, por escasa temperatura. Y si ya sube de temperatura asumiendo que la madera empiece a manifestar su disconformidad, seguramente le venderán un sistema elástico que absorba tales movimientos… (si no lo ha hecho, entre en la ágina de la firma que me comenta). Marketing, no se lo crea.
Sinceramente, pensé que usted sería otro ingeniero de la calle más y por eso entré a degüello, pero observo que, si no es ingeniero (o arquitecto/aparejador/lo-que-quiera), al menos lee cosas sobre el tema, pero no se crea todo lo que lea, muchos motivos comerciales están ocultos.
Un saludo
El agua hierve a 100 grados (atmósfera más, atmósfera menos), el ángulo recto a 90 grados (chiste más, chiste menos), pero a algunos la sangre les empieza a hervir por debajo de los 22-25 grados que se suponen en una habitación donde está el ordenador a través del cual debaten de manera tan crispada.
¡Haya paz! Que la temperatura se quede en el objetivo del hilo, sólo en eso.
Saludos templados para todos.
que bueno que chevere