Buenos días, amigas y amigos.
¿Qué tal todo?
Disculpen esta prolongada ausencia. A veces la vida te atropella y resulta difícil volver a ponerse en pie. Parece uno de esos aforismos de escritor sureño: ‘hijo mío, un día la vida va a golpearte de un modo que no puedes ni imaginar. Ese va a ser el día en que descubras si encajas o no, en este infierno que llamamos mundo’.
La cuestión, más allá de dramas, frases trágicas y referencias a Mark Twain, es que llevo bastante tiempo sin escribir por aquí y eso no está bien. Bueno, no me parece bien a mí, que siempre he utilizado este blog como cajón de sastre, confesionario, diario y guía de viaje, todo a la vez. Así que vuelvo con todos y todas ustedes y ustedes con un viaje fuerte al sentido común llamado ‘Made you look’.
Encontrarán este documental cuasi marciano en Netflix, en uno de esos extraños casos de marketing inexistente que resulta ser incomprensible después de ver la pieza, que es singular, aguda y tronchante.
Déjenme contarles.
Todo empieza con una mexicana que para un día su coche delante de una de las mejores galerías de arte de Estados Unidos, en el centro de Nueva York. Una vez allí, saca un lienzo del capó y pregunta por la responsable. La responsable la recibe y la mexicana se inventa una historia rocambolesca sobre el cuadro en cuestión, que ella afirma: ‘es un Rothko’. A pesar de que todo tiene una pinta pésima, la marchante compra el cuadro. Y luego sigue comprando cuadros de la misma vendedora durante dos décadas.
Si no quieren un spoiler y prefieren ver el docu sin saber nada de nada, dejen de leer aquí mismo. Quedan advertidos.
Obviamente, todos esos cuadros eran falsos. Y lo peor del caso es que fueron certificados por algunos de los mayores expertos en arte de los Estados Unidos. Hasta que a un millonario mosqueado se le ocurrió pedir un análisis de la pintura y descubrió que el flamante Jackson Pollock que había adquirido por tropecientos mil dólares, había sido realizado con pigmentos que aún no habían sido inventados cuando Pollock murió. Fin de la cita.
Ojo, si no quieren comerse otro spoiler aún mayor, dejen de leer aquí.
Quedan advertidos.
Resulta que el tipo que había perpetrado todo el asunto, el cerebro en la sombra, era (es) un señor gallego de Lugo, llamado Bergantiños.
Es decir, que un señor de Parga les robó ochenta millones de pavos a lo más granado de la alta sociedad neoyorquina y luego se río en su jeta. No puedo decir que no me caiga simpático. Pero es que la galería tuvo que cerrar, la señora marchante sigue vendiendo cuadros pero ha quedado tocada de por vida, la mexicana fue a la cárcel y trabaja de camarera, pero el señor Bergantiños (la justicia española ha denegado en diversas ocasiones su extradición) sigue en su casa de Lugo diciendo que él no sabe nada de nada. Joder, vaya puto genio.
No les haré más spoilers, porque el final de Made you look es épico. De no dar crédito.
Les recomiendo que le echen un ojo rápidamente y acudan aquí a cascarlo.
Estaré esperándoles.
Abrazos/as
T.G.
P.D.: vuelvo en breve. Lo prometo.
Que la directora de una de las mejores galerías de arte de Estados Unidos, en el centro de Nueva York, compre un dudoso cuadro que le trae una mejicana en el capó de su viejo Toyota mal aparcado frente a la galería no es que resulte increíble, es que pertenece al genero idiota, al mismo que los estupendos guiones cinematográficos que inventa Homer Simpson. Pero si de verdad ha ocurrido, la directora de la galería bien merece haber sido victima del «tocomocho» en versión gallega. Pero yo no me lo creo, que quieren que les diga, la realidad supongo que habrá sido algo un poco más elaborado, si no las directoras de todas las galerías serían posibles víctimas de gallegos espabilados. Si ha colado una vez…..
Joer Tartarín de Tarancón, no permita que la realidad le estropee el titular. Además últimamente la realidad supera a la ficción, así que yo no sería muy tiquismiquis. Si nos ponemos finolis se nos fastidian la mitad de las series.
Yo ahora estoy viendo Suits, y lo estoy disfrutando. Ahora bien, el planteamiento inicial es que un abogado superexitoso de NY que se levantará varios cientos de miles de dólares al año, contrata como ayudante a un chaval que no ha estudiado Derecho, por supuesto no en Harvard (sinequanon para entrar en ese bufete), porque le han pillado ayudando a otros a hacer trampas en sus exámenes, y tras una entrevista a la que el aspirante llega de carambola en medio de un delito de drogas que le admite en la entrevista. ¿Really, George? ¿Ese tío se metería en un fregao así por puro aburrimiento? ¿Por muy fiera que sea el chaval?
Breaking Bad era mucho más creíble, le diagnostican enfermedad terminal y se mete en l´íos por dejar bien cubierta económicamente a la familia (luego el desarrollo posterior sí es más increíble, pero el detonante no).
En fin, se agradecen las recomendaciones.
@1 Tartarín,
Ocurrió, vaya si ocurrió. Y parte de que haya ocurrido tiene que ver con la ambición, otra parte con la presunción de que esos autores casi regalaban sus primeras obras. Y por supuesto con que el falsificador era técnicamente un gran pintor, y los especialistas que revisaron las obras «puede» que no revisaran tanto como debieran.
Leí el caso hace años pero no le presté mucha atención.
Hoy me toca ver el documental.
@ 2 corsario,
si se quiere reir y no le importa que el formato sea 4:3 con estética de hace 20 años, yo llevo desde las pasadas navidades abducido por larry david- curb your enthusiasm (hbo). capítulos cortos y argumentos delirantes, pruebe 🙂
saludos,
@4 radiocasete gracias
Disfruto de Netfllix y Disney, y no quiero más acceso a nada, y menos aún a series, porque me pasa lo que intuía cuando no tenía nada. Me gustan, me engancho, y me roban demasiado tiempo. 🙂
Mi única excepción sería House of Lies, porque por lo poco que he visto se identifica mucho con un entorno laboral en el que trabajé mucho tiempo y me hace mucha gracia. Pero no he encontrado una manera buena de verlo.
Gracias de todas formas.