Mi destino es el Círculo Polar Ártico. No debo olvidarlo. Pero estoy en el sur y esto no mejora. O las matemáticas fallan o me equivoco yo. Si menos por menos es más, ¿por qué Sur por Sur no es Norte? Voy hacia el Sur y sigo hacia el Sur. Sur por Sur parece Sur. Como más por más. En fin, un disparate.
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Me levanto en Essaouira el miércoles, segundo día de mi viaje, después de dormir más de lo deseado. No me pongo despertador porque el día anterior (noche del lunes al martes) no he dormido.
Nuestra costumbre con el Golf es hacerlo dormir en garaje, pero en el sur de Marruecos no puede ser. Me aseguran que hay un guarda por la noche. Que no había peligro. De mañana, me acerco a la puerta del hotel. Ahí está.
Durante el desayuno intento conectarme a internet, con poco éxito. Segundo contratiempo. Voy a repostar y en muchas gasolineras en Marruecos no puede pagarse con tarjeta de crédito (aunque ponga que sí). Pierdo mucho tiempo en busca de un cajero, lleno el depósito y me lanzo finalmente hacia el sur. Es tarde, poco más de las 12:00. Sé que si quiero llegar al trópico, con los plazos que tengo, no puedo dormir a más de 500 km del trópico. Eso significa que tengo que dormir al sur de El Aaiún, a unos 800 km. El número de kilómetros está claro. De lo que no tengo ni idea es de a qué velocidad promedio podré ir.
Tercer contratiempo. Sólo salir de Essaouira (menos de un kilómetro) me paran los gendarmes por exceso de velocidad. El límite era de 40 km/h. Me dicen que voy a 61. Lo dudo, porque los coches que vienen de frente me han avisado y creo que voy a 40 todo el tiempo. Es posible que haya acelerado antes de tiempo, cuando he visto la señal de 60. No discuto. Esta vez no hay descuentos. Pago los 400 Dirhams y continúo (cabreado). Me doy cuenta de que no he sacado suficiente dinero para multas y gasolina. No he tenido en cuenta las multas.
Media hora más tarde me doy cuenta de que me he perdido. La multa me ha despistado y en no sé qué cruce me voy hacia Chichaoua en lugar de hacia Agadir. Doy la vuelta. Pierdo una hora. Me doy cuenta de que no hago fotos. Tendría que hacer muchas, por el paisaje y por miles de detalles. Pero no puedo. Voy concentrado en conducir. (Conducir en Marruecos me requiere más atención que conducir en España). La carretera es preciosa, muy lenta, con tráfico, y muchas curvas. Mi promedio de velocidad es muy bajo. 65 km/h y no estoy conduciendo despacio. Por fin vuelvo a ver el mar. No me resisto y lo fotografío.
A este ritmo no llego. Paso por playas muy aparentes alrededor de Thagazoute, que me llama la atención y finalmente veo Agadir sobre las 4 de la tarde. Me quedan 700 kilómetros. Busco un cajero para sacar más dinero y sigo. Agadir no parece tener ningún encanto.
A la salida de Agadir me para la policía municipal. Iba a 71 km/h en lugar de a 60. Curiosamente siempre voy a algo terminado en uno. Me hacen un descuento, me cobran 100 DHS. Les doy pena porque ya me han puesto una multa antes. Me tratan muy amablemente y me dejan seguir. Diez kilómetros después, me vuelven a parar: 91 km/h en un sitio de 80. Creo que les llama la atención el coche extranjero. Ya no aguanto más. Es la sexta vez que me paran por exceso de velocidad en dos días. Siempre con cifras acabadas en uno. Esta vez estoy seguro de que es mentira. Me he tenido que apartar de la carretera para que me pasara un coche de emergencias que venía más rápido que yo. Justo en ese momento me doy cuenta de que mi error quizá sea empezar a acelerar demasiado pronto. Unos 50 metros antes del final de la prohibición empiezo a acelerar, porque voy con el tiempo justo. Quizá midan justo en esa zona. Pero ya es casualidad que siempre me midan en una velocidad terminada en uno.
Todas las veces que me paran, lo policías me preguntan que a dónde voy. Siempre les contesto que a Dakhla, la ciudad grande más al sur de Marruecos, en el Sahara, muy cerca de Mauritania. Esta vez le digo lo mismo y añado: «Iba a Dakhla. Pero ahora mismo doy la vuelta. Es la sexta vez que me paran por exceso de velocidad».
—¿Hoy?
—No entre ayer y hoy. Es demasiado. No aguanto más. Me vuelvo— le digo en mi francés de andar por casa.
—No, no, por favor. No dé la vuelta. Usted es un turista y queremos que se quede. Le perdono.
Barástolis, me digo. (Esto de barástolis se lo he leído a Rafael Reig. Como me gusta se lo copio. A saber de dónde lo habrá sacado él. En el diccionario RAE dicen no saber nada de este vocablo). Ya tenía la excusa perfecta para volver. «Es muy tarde, no voy a llegar al trópico. (Cada parada de la policía se demora unos 20 minutos). Si sigo avanzando y tengo algún contratiempo, no me va a dar tiempo de solucionarlo. Esto de volverse ha funcionado muy bien para que no me pongan multa, pero ahora mismo ya veo que no voy a llegar a tiempo. Mi promedio de velocidad es de 71 km/h, sin contar las paradas de la policía, en las que quito el contacto. Lo bueno de las paradas es que aprovecho para comer. En el coche llevo fruta y agua. No necesito más para llegar hasta Dakhla. Si llego.
150 kilómetros después, a las siete de la tarde, me para un policía municipal en Guelmim. Faltan 500 kilómetros para llegar a Boujdour, unos 100 kilómetros al sur de El Aaiún. Me acusa de pasar el semáforo en rojo. Le digo que no, que estaba en naranja. (Si me llego a parar me arrasan los que venían por detrás, que pasan con un naranja más oscuro que el mío. Me para a mí, claro. De los dos semáforos uno está fundido, yo voy con el grupo de coches y creo que el semáforo está apagado y que se entra en la rotonda por preferencia de paso. Cuando me doy cuenta de que el semáforo de la derecha está en naranja, miro al del centro, lo veo apagado, vuelvo a mirar al derecha y lo vuelvo a ver en naranja. Creo que está en intermitente en naranja. Se lo digo al poli.
Me hace bajar del coche, me lleva hasta el semáforo, me enseña que no está en intermitente, le digo que hay uno completamente fundido (en los tres colores), contesta que eso no importa, que el otro sí funciona y volvemos hacia el coche. Estoy tranquilo. Sé que me voy a dar la vuelta.
Le pido que se aparte del coche y le hago una foto, con mi sombra incluida:
—¿Por qué lo fotografía?
—Porque me doy la vuelta. No aguanto más multas. Es la quinta vez que me paran hoy.
—No hombre no, siga. No le pongo la multa.
—Me da igual. Me doy la vuelta de todas maneras.
—No puede darse la vuelta. Si le quito la multa tiene que continuar.
Pocos kilómetros antes de Guelmim la carretera ha cambiado. Parece que se acaban las estribaciones del Atlas y se puede correr más. Hasta este momento llevo una media de 71 km/h, por carreteras de curvas continuamente y tráfico abundante. En una de esas carreteras tuve que parar (porque ya no aguantaba más) y aproveché para hacer una foto fuera del coche, del paisaje bellísimo.
Había parado porque me daba igual perder unos minutos. No había forma de adelantar la enorme cola de camiones, que volví a encontrar pocos kilómetros después:
En cambio en Guelmim las cosas pintan mucho mejor. Todo parece que el Atlas ha acabado y que las carreteras por fin son rectas. Si me arriesgo a conducir por la noche (desoyendo el consejo de Guillermo en este mismo blog), con carreteras rectas, con la esperanza de que por la noche no pongan multas, puedo intentar llegar a Boujdour.
Las carreteras se enderezan y el límite es de 100 km/h. Ese es el límite genérico de todas las carreteras nacionales en Marruecos. Y esta es una carretera nacional. Sin arcenes como siempre y en muy buen estado, como en alguna ocasión. Ya puedo ir más rápido.
Pero no puedo confiarme:
A la llegada a Tan Tan vuelve a pararme la policía. No es policía de carretera. Empiezan los controles rutinarios por la cercanía del Sahara Occidental. Me preguntan la profesión. Lo había declarado al entrar en Marruecos. Les digo que soy periodista. Mejor me había callado. Cada control requiere llamadas de confirmación, toma de datos a mano en papel, esperas infinitas. Me paran cuatro o cinco veces. En El Aaiún, me hacen esperar todavía más. Viene un jefe de policía desde la ciudad. Me tienen parado más de media hora. Les cuento que no soy periodista político. Les da igual. Quieren saber el medio para el que trabajo. Siempre preguntan por El País. Me paran en cada pueblo. Es un martirio. Pero ya no doy la vuelta. Estoy cerca de Boujdour. Sólo me quedan cien kilómetros. Ya no me rajo.
No me rajo porque el motivo de este viaje es el sol. Ayer vi la puesta en Essaouira y hoy entre Tan Tan y Tarfaya. Me he parado para hacer la foto. Ya no hay vuelta atrás.
Una desde dentro del coche.
Y otra desde fuera.
Llego a Boujdour a las cuatro de la mañana hora española. He conducido de noche con tranquilidad, sin nada de tráfico y carreteras aceptables. El promedio ha subido hasta 92 km/h, pero ha habido muchas paradas de policía, siempre muy amables. Hace fresquito, menos de 20 grados. Uno de los policías que me ha parado en Dawra me recomienda el hotel de un amigo. El Akra y me da el teléfono. No quiero llamar a estas horas. Busco por la ciudad y no lo encuentro. Veo otro, con pinta de edificio moderno. Llamo a la puerta y me abren. Son 280 Dirhams, unos 28 Euros. Saco las bolsas del coche con las cámaras, la cámara de video, el ordenador y la ropa. El coche se queda en la calle. Hay un vigilante con chilaba que no habla francés. Le doy 20 Dirhams por indicación del hombre del hotel. La habitación es perfecta, con un buen colchón. Pongo el despertador a las ocho.
La verdad que lo del os policias es para darse un tiro,menos mal que has sabido tratar la situacion de la mejor manera posible….
por cierto el sur es el polo magnético + por esi sur por sur da sur 😉
animo con el viaje!
La verdad q la policia es casi como aca (argentina) nada mas q me arriesgo a decir aca son un tanto mas civilizados ajajja.
Pero ojala en la zona donde vivo yo alla esos paisajes tan increibles.
Como ha sido el tema de las luces cuando manejaste en la noche?
Que tal el sistema de audio, como se a comportado todo el viaje?
me hacen falta la quejas sobre el radio…
Es increíble el tema de las multas pero en un país corrupto es normal que la policía sea corrupta y ese dinero caiga a sus manos. Es normal que a los turistas extranjeros los acribillen a multas y no es la primera vez que pasa esto.
Si no lo leo no lo creo, por las multas, y por las conversaciones con los policías.
Gracias también por seguir adelante, por usted y por sus lectores.
Y gracias por ser tan paciente y contarlo.
Hay algunos lugares que parecen sacados de la película Babel. Pero no me parece que sean tan diferentes a los que tenemos en España, la única diferencia remarcable que veo entre ellos es la ausencia de la huella del hombre en forma de construcción. Parece que circula por la España de hace 40 ó 50 años.
Magnífico relato, D. Javier, me encanta.
JM
Lo suyo es paciencia y lo demas son tonterias.
Gracias por continuar. Gracias por el relato.
Me encantan estos textos, pero éste concretamente parecía sacado de un libro de humor y aventuras… Has encontrado más policías y controles que los que he visto yo en los últimos 3 o 4 años…
Al 2º control que me dijeran que iba a X1, Y1 o Z1 km/h en lugar de 11 o 21 menos que dicen que es el límite, pago y me doy la vuelta más rápido que Carlos Sainz haciendo una horquilla en un rally… Qué paciencia hay que tener para seguir tanto, ¡es que me he puesto nervioso solo con leerlo!
Bueno, ¡y qué peligro la carretera esa cortada!
¡Saludos y a seguir viajando!
Ya comenté lo de la multa comodín, aunque ni yo, que ya sabia algo del tema, esperaba que fuera para tanto… Tienes una paciencia de santo. A seguir con ella, ¡Qué hay que volver!
Eso, eso, estaría bien que todos los gendarmes corruptos unidos abrieran una cuenta en el feisbuc en la que comunicarse entre ellos y coordinarse, y que hicieran pagar a los viajeros una multa proporcional a los señoríos a recorrer, y que el conductor viajara con una multa-pasaporte que le fueran sellando por cada punto de control, como de si un rally se tratara, tantos puntos de control sellados, tantos dirjams pagados, ojo Mamhoud que mañana llega a tu zona el español del Golf rojo y tiene malas pulgas, si saben usar un radar con pistola con tanto arte no van a saber manejar el intenné.
PD: ¿Ha sospechado si alguno de los gendarmes llevaba una espada láser de Star Güars en lugar de un radar?
¡Genial el texto! Lo disfruto mucho. Un saludo
Es lo que tiene África, nunca deja de sorprender, sus gentes sus paisajes…en fin yo creí conocerlo todo o al menos una gran parte, pero con este relato me ha sorprendido. Yo fui el primero en advertirle de las multas pero ni siquiera en el peor de los casos me imaginé que pudiera tener tan mala suerte por llamarlo de alguna manera. He circulado por Marruecos particularmente, en turismo español, en turismo alquilado matricula marroquí, en 4×4…y en todo viaje he tenido conatos de multa y alguna vez multa de verdad, pero desde luego ¡¡no la cantidad que usted a llegado acumular en solo tres días!! Es cierto que el ser un coche nuevo es agravante pero el hecho de tratarse de un extranjero es desagravante (si es que existe esa palabra), como muy bien comenta ellos son los primeros interesados de que vallamos a su tierra. Situaciones como las vividas no dan una buena imagen, y una mala experiencia se cuenta a mucha más gente susceptible de ser potenciales turistas en un futuro…lo que se dice tirarse piedras sobre su propio tejado comúnmente.
En fin si nos quedamos con que esa es la parte anecdótica del viaje (menuda anécdota) estará conmigo en que recorrer Marruecos de norte a sur es una experiencia, conforme te vas acercando poco a poco hacia la pobreza. No es que en el norte no sean pobres es que en el sur lo son aún más. Otro tipo de pobres…
Me ha encantado su relato, sigo esperando el siguiente y cuantos vengan, es un placer leerle.
Por cierto me alegro de que circulando de noche no tuviera problemas (a priori y en el primer relato) es cierto que hacia el sur hay menos trafico, menos gente, en fin menos de todo…
Un saludo.
Ha estado fantástico el relato. Me ha puesto en tensión y lo he disfrutatado mucho.
Pues ha tenido suerte de que no le ocurriese nada de noche. Le explico:
Un conocido empresario español viajaba con su chofer (marroquí) por marruecos de noche, cuando de repente cayó sobre la luna delantera una piedra del tamaño de una cabeza, e impactó sobre el conductor, partiendole literalmente la boca. Suerte que al empresario le saltó la chispa y obligó al conductor que acelerase. Cuando llegaron a una comisaría de policía, le advirtieron de que esa piedra no habia caido por sí sóla sino que hay bandidos nocturnos, que atracan y en ocasiones no sólo eso… Era carretera secundaria por cierto, que supongo que será lo que más hay por esos lares.
El relato muy bonito pero sugiero que debería actualizar el post mostrando el recorrido hecho con un mapita del googlemaps, muy sencillo. Tambien podría mostrarnos la zona donde se han tomado las fotos y echo en falta comentarios sobre el coche, porque todo ha sido viajar pero ninguna sensacion del golf. Sé que no ha tenido tiempo o no sé si lo tendrá pero le animo a que lo haga cuando termine el viaje.
Yo tengo pensado hacer un viaje parecido, pero dentro de 2 años con mi golf, modelo anterior, por toda europa, cuando cumpla el coche 6 años. Lo mismo escribo para entonces un artículo para el blog que teneis de los coches usados (no recuerdo el nombre)
Perdón por el tocho y seguid asi. Saludos
Me gustaría hacer dos preguntas al protagonista o a cualquiera que haya viajado por la zona. Primera: es una kilometrada de miedo con un coche de gasolina, ¿sería posible hacer un recorrido similar con un coche diésel?, lo digo porque quizá no es un combustible habitual en esos lares. Segunda y sin ánimo de ser gafe (toquemos todos madera): ¿y si el coche tiene alguna avería durante el viaje? arreglar un Seat Panda por ejemplo no tiene mucha complicación, pero un coche como éste, moderno, pueden fallarle mil cosas que echen al traste el viaje. Imaginaros en el Sáhara Occidental que se os estropee el motor de la dirección, por ejemplo. Dios ! solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Por si acaso vuelvo a tocar la madera del escritorio.
Te contesto Javi King según mi experiencia
La primera, es mejor, infinitamente mejor hacer estos viajes en vehículos Diesel sobretodo si es por zonas poco pobladas o deshabitadas. Allí el 98% de los vehículos funcionan con gasoil. Y si no hay gasolineras mucha gente por lo menos alguno del pueblo tiene barriles con gasoil, de dudosa procedencia, calidad y precio pero gasoil a fin de cuentas (en Marruecos lo único que tiene precio no negociable es el combustible). Creo que esta bastante claro.
En cuanto al tema de las reparaciones. Es increíble lo que se puede hacer cuando los medios con los que cuentas son limitados y las ganas por trabajar muchas, he visto reparaciones que jamás imaginarías, que sacarían los colores a cientos de casas oficiales, todo ello en unos talleres que no son más que un cuarto diáfano de apenas 20m² con una puerta de chapa hacia la calle. Ahora bien la mayor parte de componentes que he reparado en Marruecos son de la suspensión, frenos, chasis, motor en general…no se como responderán ante un error de la centralita causado por un inyector piezoeléctrico…
Al margen de lo anterior si circulas por carreteras asfaltadas es muy dificil quedarte solo y sin ningún tipo de ayuda…
Y sobre lo de conducir de noche, sobre el comentario del «italiano», desconozco esa faceta de Marruecos, hasta ahora a mi siempre me ha parecido un país muy seguro. Mis recomendaciones iban en otra dirección, directamente intrínsecas a la conducción en sí y los peligros que pueda tener la carretera, como socavones, desprendimientos, animales sueltos, personas, bicicletas, niños, burros…e infinidad de seres u cosas inimaginables para nuestras mentes.
Un saludo.
Es muy dificil que un carro relativamente nuevo te deje «tirado», por lo general son muy confiables.
Recientemente hice un viaje con mi familia algo parecido, desde Bogotá nos fuimos a conocer el Ecuador (La linea del ecuador y «el centro del mundo») en una SpaceFox (o Suran, de VW). Afortunadamente todo salio bien, pero sí los policias ecuatorianos nos pararon muchas veces aunque por suerte sin pagar multas, solo controles rutinarios por tener placa colombiana, y eso a pesar de que las relaciones entre ambos paises no estan en buen estado.
Don Javier, lo felicito por el viaje, que siga asi y por muchos mas km y viajes, que es una de las mejores cosas que uno puede hacer en la vida.
Mucho Ánimo Javier,me sorpende sobremanera tu paciencia con los gendarmes,ojo no pruebes nada fumable autóctono,eh.Un abrazo y hazte una foto con turbante hombre.
Histórico.
Gracias a todos por sus comentarios. Me hacen mucha ilusión. Imaginen que abro ahora el ordenador y encuentro que no hay nada escrito. Me tiro por la ventana que no se abre de este hotel.
Tengo muchas cosas apuntadas sobre las que hablar. Primero acabo con el relato del viaje (aún me quedan tres entregas). Una ya está escrita. Otras dos en la cabeza.
Después les cuento cosas del coche, de las carreteras y de consejos de conducción por Marruecos (o algo así). Lo haré. Prometido.
Gracias por estar ahí.
Le esperamos con ganas. Yo por lo menos.
Un saludo!!
Mucho animo y muchas gracias por hacer este viaje, imagina que todos los lectores de este blog vamos contigo al lado del conductor, asi que lo dicho gracias y venga que ya queda menos para el norte por el sur (casi parece la pelicula de bienvenidos al norte si no fuera porque vas por el sur)
El relato es perfecto, porque nos hace sentir como si fuésemos en ese Golf (de copiloto o cantando en los asientos traseros).
Sólo hay una cosa que no entiendo: si ya ha vuelto (ahí están las fotos del Prius), ¿por qué no nos actualiza este blog más a menudo? ¡Estamos en ascuas!
Genial relato.
Un saludo,
Del Golf no has dicho nada, pero la verdad, lo que has contado ha sido magnífico y seguro que más interesante, por un momento he tenido la sensación de estar ahí. Cuídate y suerte
Felicidades por la paciencia desplegada con los gendarmes, a ese ritmo yo ya no habría pasado ni de ceuta. Por cierto, curioso que hasta la velocidad media del viaje acaba en 1…
Chandler,
Ya hago fotos mientras conduzco, pero escribir no puedo. ¿Más a menudo? No tengo manos.
Me gustaría pensar lo textos y las fotos y que se colocaran aquí automáticamente, pero eso no pasa.
Pronto habrá más actualizaciones. No tardaré (mucho)
Ánimo no todos los que leemos este blog escribimos en el, pero hoy quiero hacerlo para que véas que estámos pendientes de tu aventura, suerte.
Vaya paciencia!!! Es increible la cara que le echan, pero ya has descubierto la respuesta ideal, dos multas que te has quitado de encima diciendo que te das la vuelta!!!…aunque en el regreso no te valdra no?? xDDD
Agradecemos tu esfuerzo y dedicación, no te desanimes!!!
Hola a todos.
Felicidades. El texto y las fotos son tan buenas que has conseguido que nos olvidemos del 6336 y que estemos más preocupados de tus andanzas.
Ahora muchos entenderán por qué en este blog los consumos o el agarre de las cubiertas son algo secundario.
Ánimo, yes we can.
Saludos desde Zgz.
Lo del sur x sur muy fàcil ay, ay, esta geografía: seguir directo hasta el polo sur. Una vez allí seguir de frente (Norte obligado). Bromas aparte, Javier felicidades por tu estupendo reportaje.
Estoy disfrutando mucho de sus relatos sobre este viaje. Espero con impaciencia la siguiente entrega…
Un saludo.
Vuelva pronto, hombre. Que nos tiene en un sinvivir. ¿Se ha llevado calzoncillos suficientes para tantos días? Mire que se lo digo por propia experiencia…
Enhorabuena por su decisión y por su relato.
🙂
J.
Estimado javier,
Es usted todo un aventurero, pero ya ha pasado lo peor, según se vaya adentrando no tendrá tantos problemas, ya que sobre todo es en la zona turística. Le auguro un buen viaje y las mejores puestas de sol del mundo.
Esperamos todos que vuelva perfecto, y nuestro chiquitín también, ya nos contará la respuesta del chiquitin con esas calores tan secas.
Gracias, Un saludo, busque riads a la hora de descansar son unos 600 dirhams, pero es una experiencia inolvidable. Se lo aseguro, se quedará engancahado para toda la vida.
A por los 250.000km
hola de nuevo Javier.
Si tienes pensado ir hacia el circulo polar artico te aconsejo un sitio por donde he tenido suerte de viajar en coche, las Islas Lofoten. Estan muy al norte de Noruega, y cada 4 curvas nos parabamos para hacer fotos ya que era un espectáculo. Deciamos este es el mejor paisaje que he visto en mi vida, mentira porque era el siguiente. Llegamos al fin del mundo, un pueblo que se llama A, pueblo de pescadores lleno de secaderos de Bacalao. Le aconsejo o que coja un barco hacia el sur o de la vuelta y vuelva por suecia. Nosotros lo hicimos al revés, desde Kiruna hasta Oslo.
Espero que le sirva un saludo.
Hola italiano. Muchas gracias por la recomendación. Es muy posible que le haga caso.
Javier
valla, con los ptos polis de mierda no tenia pensado ir pero aora con lo que cuentas ami no me pillaran para denunciarme que les den,valla polis aki ai malos pero alli valla valla mierda de polis corruptos.
Descubro este blog a raiz de la información de KM77.
Viajo mucho en coche a Marruecos, por trabajo, siempre con coche de alquiler y si puedo por autopista. El tema de las multas es controlable, según mi experiencia, ir siempre a la velocidad máxima permitida. 80 pues a 80, 40 pues a 40. La última que me pusieron fue por entrar a 50 en un peaje – típica situación de dejar ir al coche hasta la dentención- cuando marcaba 50. De eso hace 1 año y no menos de 2500kms por carreteras marroquies.
El tema de la concentración es real, los kilometros en Africa desgastan el doble que en Europa.
Un saludo y felicitaciones por el blog….