Este va a ser un fin de semana triste, bastante triste, de hecho.
Bueno, también va a ser un gran fin de semana, por el mismo motivo se estrena la última de Miyazaki.
No quiero decir que sea la última película que ha hecho (que también), sino que esta es su ÚLTIMA película. El gran Hayao Miyazaki se retira del mundo del cine. Tiene 73 años, está cansado y ha decidido que con las películas que ha hecho ya deja suficiente herencia. Su hijo también ha empezado con esto del cine (tiene talento, pero veremos qué tal le va en el futuro) y el padre se dedicará a la buena vida, dirigiendo los legendarios estudios Ghibli y dando cancha a nuevos directores, esperando a dar con otro genio japonés que nos alegre las próximas décadas.
Para los que no sepan quién es Miyazaki (que alguno/a habrá), sólo digamos que fue el primer director de la historia en ganar un festival de categoría A con una película de animación (Berlín, en 2002) y en 2003 ganó el Oscar con esa misma película: El viaje de Chihiro. El filme, huelga decirlo, era una auténtica obra maestra.
El mismo Miyazaki dirigió cosas como Porco rosso, El castillo en el cielo, Mi vecino Totoro y la maravillosa La princesa Mononoke. Además, este señor, al que entrevisté en Venecia hace años y que transmite más tranquilidad que el Dalai Lama, fue el responsable (o uno de ellos) de la mítica Heidi, que tantos lloros provocó en su día y que era una apología del sadomasoquismo para futuros sufridores.
Su ultima película es un poco demasiado larga, lo cual sería la única crítica negativa que puedo hacerle. El resto tiene la misma sencillez, sensibilidad y tirón por lo onírico (y lo espiritual) que ha caracterizado su obra en los últimos 40 años.
El viento se levanta (que así se llama la película) es la historia del hombre que diseñó algunos de los cazas utilizados por el ejercito japonés en la 2ª Guerra mundial. La historia aborda además la historia de esa nación (antes abonada a las batallas, de todo tipo) en la primera mitad del s. XX y explota la flagrante contradicción de un tipo absolutamente pacífico y poco dado a los conflictos colaborando en el perfeccionamiento de una máquina de guerra.
En el sentido artístico, la película es tan apabullantemente bonita (ya se que la palabra “bonita” está en desuso, pero no se me ocurre ninguna mejor) que si uno se relaja y disfruta de la pasión de Miyazaki por el detalle y de la fantástica música de su colaborador habitual, el compositor Joe Hisaishi, es imposible no disfrutar de esta pequeña joya.
Como siempre, se verá en cuatro cines, en capitales de provincia e (imagino) doblada. En este caso, y con una prominencia tan clara de la imagen sobre cualquier otro elemento (y sin que sirva de precedente), pueden ir con toda tranquilidad a ver la película aunque no sea en versión original.
Eso sí, siempre que sean ustedes fans de la animación y mantengan un listón alto: esto no es una película para niños, como se deduce de la sinopsis, y de hecho tiene momentos bastante jodidos (de lágrima, vaya), así que no se lleven al crío pensando que van a ver una de Disney porque se van a dar un morrazo.
Vayan, no lo dejen. Piensen que después de esta ya no hay más. Ni una.
Abrazos/as,
T.G.
Preciosos dibujos, tendencias belicistas, algo de exceso de azúcar, y en algunos momentos el guión pierde el ritmo, quizá le sobren 10 o 15 minutos, pero una maravilla.
El terremoto, realmente impresionante.
Un placer, pero puestos a destacar algo de su obra, me quedo con «el viaje de Chihiro», no es lo mismo un cuento sutil salido de la imaginación de Miyazaki que una hagiografía patriótica.
De todas formas altamente recomendable, sobre todo para aquellos que disfruten con los aviones.
Del que no tengo referencias es del ingeniero Italiano que usaba los V-12 como propulsores (Caproni)
Pues es una putada, hay gente que no debería retirarse nunca. Es más, no me importaría que fuesen eternos.
Me ha encantado, el terremoto es increíble y las imágenes de los aviones y la guerra te ponen los pelos de punta. Yo de todas sus películas me quedo con mi vecino totoro. Una vez leí que la casa en la montaña de » lobezno» es la casa de verano de miyazaki, así q no va a tener mal retiro el hombre… Lo echaremos mucho de menos.
La hélice que adorna el morro de los Mitsubishi es la misma de los «Zero», magníficos cazas japoneses.
Me ha gustado mucho, aunque al terminar la película me quedé con una sensación extraña.
Por un lado sigue teniendo toda la sensibilidad de sus películas, pero por otra parte, al tratarse de una biografía, pierde buena parte de la fantasía que tanto enriquecía sus otros filmes. Lo que no es un defecto, ojo.
Sin gustarme tanto como Totoro, Porco o Chihiro, y sin tener un dibujo tan impactantemente detallista como en ésas, es una película que se disfruta plenamente. Y más para los amantes de los aviones o la mecánica en general.
Y que decir de la banda sonora? Pero no solo de la música, si no de todos los ruidos naturales, del viento, del terremoto, de los aviones, de los balancines en movimiento del bicilíndrico, del rugir de los V-12 italianos, del ominoso movimiento de los dirigibles del Wermacht….
#1 Joaquín,
Caproni fue el primer italiano en construír aviones. Se especializó en los de transporte. Durante la primera guerra mundial fabricó bombarderos no solo para el ejército italiano, sino para el francés y el británico. Eran unos bichos enormes para la época, de ahí su éxito.
En 1940, creó uno de los primeros aviones con motor de reacción. Antes que los soviéticos, que los estadounidenses y que los británicos. Solo se le adelantó el alemán Heinkel.
Tras la guerra, como había sido partidario del régimen perdedor, el nuevo régimen italiano estuvo a punto de encarcelarlo. Así que se quedó sin clientes y desapareció del panorama industrial.
Lo que se aprende de niño con pequeños libros bien ilustrados y con una redacción sencilla. En uno de ellos vi la foto en color de este primer reactor. En su momento me fascinó la anticipación de Caproni al resto de competidores.
Ahora lo que me rebela es que ningún español haya diseñado y construido un motor de reacción para un avión fabricado en serie. Y ya han pasado 74 años desde que un italiano lo hiciera.
@7, gracias por la información, se agradece.
Lo que no se es la veracidad de los dibujos en que aparecian motores V12 llamenates en lugar de los típicos motores en estrella de aviación. ¿decían algo sus ilustraciones?
Por cierto, ¿el diseño de los Saeta españoles no era nuestro?
#8 Los motores de aviación no eran solo de estrella. Busque fotografías y planos de Spitfires, Hurricanes (motor Rolls), de Heinkel 51 ó 111, de Messerschmitt 109 ó 110, de los P-38, 39, 40 ó 51 americanos . Todo motores en V.
El diseño de los Saeta era «nuestro» (yo no había nacido) en cuanto que el Estado se lo compró a herr Messeschmitt, que fue la persona que diseñó ese avión. Salvo el motor, que era francés. Lo único español eran las pesetas que costó hacerlo y los pilotos que lo usaron.
En los años 20 y 30 se puede decir que España estaba dentro de la 1º division de la aeronautica, ya cerca del descenso pero manteniendo el nivel. Si que habia pioneros en el motor de reaccion, al igual que en otros temas candentes en aquel momento como el helicoptero, aunque hay buscarlos bien porque en los libros anglosajones nunca salen.
http://www.alpoma.net/tecob/?p=8342
@9, me refería a aviones grandes como los que diseñaba Caproni, transportes, bombarderos, etc., que siempre me pareció que llevaban típicamente esa fea nariz con los cilindros alrededor
Los Spitfire y demás cazas, por la forma del morro, los escapes, etc. ya se ve que son motores lineales.
Pero además, el V2 que aparcaba en el tejado de su casa me parece precioso, y desde luego tampoco era en estrella.
Gracias de nuevo por sus informaciones