Me hallaba yo en Florida, paradisíaca ubicación al otro lado del Atlántico donde pude disfrutar de los deliciosos mosquitos y de la no menos maravillosa temperatura de 42 grados a la sombra. Créanme amigos/as, hay que ser muy valiente para vivir allí y de hecho sólo los jubilados, los taxistas, los amantes de la cirugía plástica (el único sitio donde estos deliciosos profesionales tienen más trabajo es en Beverly Hills, Los Ángeles) y la comunidad cubana parecen felices con el hecho de sudar a chorro día sí, día también. A mi es que me gusta eso de primavera, verano, otoño, invierno.
No es que busque excusas pero pensé que el cine podía ser una buena idea. De hecho en Florida los cines funcionan muy bien, está fresquito, los asientos son reclinables, está todo muy limpio y las condiciones de proyección son impecables. Además son puntuales y el cliente es importante… igualito que aquí vamos.
Total que me fui a repetir Origen, esta vez en un Imax, y aunque sigue pensando lo mismo (no funcionó aquello de “la segunda vez lo entenderás”) tengo que decirles que ver esa película en un pantallón de ese tamaño es jodidamente impresionante (ya me perdonarán el vocabulario).
Mi segunda incursión al cine fue para ver Salt. Sí, lo sé, ya estarán ustedes/as pensando que qué tendría yo en la cabeza en ese momento para optar por esa película en lugar de ninguna otra. Yo les cuento: la cartelera estaba copada por tonterías que hubieran convertido a Ghandi en Conan. Había peliculillas infantiles de medio pelo, comedietas para estúpidos, imbecilidad en tres dimensiones… y luego estaba Salt.
Confieso que dos cosas me atrajeron, así de primeras: el director, un artesano llamado Phillip Noyce y que duraba 95 minutos.
Lo primero puede traerles al pairo pero reconocerán que lo segundo es sumamente atrayente. Encima salía Angelina Jolie, que aparte de ser un mujer atractiva es una actriz de primera clase (sí, he dicho “ de primera clase”).
Pues bueno, ahí que fui.
El guión, lo diré ya de entrada parece el producto de una noche aderezada con infusiones de marihuana y una bañera llena de sangría. Todo lo de los agentes rusos, los durmientes, el gurú del espionaje y ese final en los sótanos de la Casa Blanca merece un lugar en el Museo de la Memez.
Ahora bien, como producto de acción Salt es impecable. Las persecuciones (la primera, con los camiones, espectacular) hechas con doble, a pelo, prescinden totalmente de los efectos especiales y eso le da a la cosa un rollito realista que, francamente, mola. El montaje es esplendido, no hay altibajos y la cosa avanza a toda ostia, con nervio, con tensión. Tanto que se olvida uno de las gilipolleces de la trama y florece en su rostro esa sonrisa de “joder, que bien me lo estoy pasando”.
Ese soy yo señores/as, no quiero quejas si después van ustedes al cine y la encuentran farragosa y absurda ni se les ocurra venir a reclamarme. Yo estaría de acuerdo en lo segundo pero podríamos acabar a tiros por lo primero: de farragosa nada, que nos conocemos.
La música, de James Newton Howard, es magnífica y le añade al conjunto un plus de calidad. En estos últimos tiempos donde todo se soluciona con la cancioncita de marras da gusto ver que quedan por ahí tipos capaces de utilizar una orquesta para marcar el tempo de una película.
Lo repito: la narrativa es buena, la historia apesta.
Igual soy viejo y si me das una de acción, donde me crea los mamporros y los cacharrazos me haces un tipo feliz. Si además el director sabe como contar la historia ya no hay nada más que hablar: dime en que ventanilla hay que pagar los seis euros (que es lo que me valió la entrada para un señor cine).
Y ya está.
El/la que la haya visto que salte a la palestra…
Buen fin de semana amigos/as,
T.G.
P.D.: ya de vuelta he visto Centurión y me ha encantao. Igual si que tengo un problema.
Insisto. Hasta hace unos meses tenía usted el pelo recogido y constreñido en estético moño. Ahora cada vez tiene usted el pelo más suelto, está usted más ligero, transmite mejor y nosotros nos divertimos más.
Dos críticas más y estará usted como la del anuncio del champú Timoteii y será el despelote.
Ole por la frescura.
Croq.
Croq, cuánta razón.
T.G. a mí también me gusta cada día más. Será que también me hago viejo.
Cuídate amigo. Te llamo o te escribo o te voy a ver o todo hoy o mañana.
¿Podríamos decir que, comparativamente a «Los mercenarios», «Salt» al menos tiene algo de acción? Porque en ambos casos comenta que los actores están desaprovechados y que el guión no tiene por dónde cogerse.
Un saludo
Salt tiene mucha acción y muy bien conducida. Desconecte el cerebro y es una película perfectamente disfrutable. Si le da por pensar está perdido, es bastante probable que si lo hace acabe metido en una trifulca con el taquillero a cuenta de la devolución del dinero de su entrada.
Fui a ver Salt este Miercoles pasado, a insistencia de mi mujer (yo queria ver Inception), y la verdad, me siento estafado.
Suscribo su opinion de que la Jolie esta muy buena y tal, ademas de ser practicamente la unica actriz creible en un papel de accion. Pero siento discrepar, T.G: yo no creo que Salt este bien dirigida: creo que esta dirigida «a la moda».
La saga de Bourne ha hecho un enorme daño al cine de accion. Son tres grandes peliculas, pero han dejado el liston demasiado alto, y cada pelicula nueva que pretende estar a su altura fracasa estrepitosamente. Donde Vd ve accion bien dirigida yo veo primerisimos planos en peleas y persecuciones, que dan una sensacion de mucho dinamismo, pero tambien impiden percibir la totalidad de la escena. Al final las escenas de accion se reducen a «cosas», vistas de muy cerca, pasando a toda leche por la pantalla. Yo lo llamo «accion difusa».
Donde mas se observa esto es en la nefasta Quantum of Solace; en Salt el efecto no es tan acusado, pero todavia notorio.
Y si, la trama es completamente ridicula. Y perdone, pero no puedo pasarlo por alto, porque para ver una de explosiones y mamporros y no tener que pensar, me habria ido a ver El Equipo A.
Amigo Balu, siento disentir. Entiendo lo que quiere decir con «acción difusa» pero no es lo mismo Michael Bay que Paul Greengrass. Noyce no quiere jugar en ninguna de esas dos ligas y se inventa la suya propia, como ya hizo en la magnífica Juego de patriotas. Ya que es muy anterior a Bourne le aconsejo que la recupere: el estilo es el mismo que aplica en Salt, donde -por cierto- el montaje es estupendo, evitando la consabida táctica del tres por uno (tres planos por segundo).
Y la diferencia entre El equipo A y Salt es que la primera dura una eternidad y es un tostón, y la segunda dura un ratito y es entretenida. Qué quiere que le diga, ya advertí que igual me estoy haciendo viejo.
Vi Salt hace tres semanas en VOS. Entretenida sí es. Previsible, también. Aburrida, desde luego.
¿Qué? ¿Que cómo puede ser una película entretenida y aburrida a la vez? Porque yo no me he hecho suficientemente viejo y no sé desconectar totalmente mi cerebro.
Era un proceso más o menos así: Tiro – Explosión – Carrerita – Movimiento de pelo – ¡Qué buena está! – (¡Qué chorrada!) – (Sí, sí… ¡Claro! ¿Qué más?) – (Esto es insufrible.) – [¡Calla, cerebro, collons!] – ¡Qué rica está! – ¡Uy! Otra explosión. – Pero ¡correee…! – ¡Qué bien se mueve la «jodía»…!
La pongo en el cajón de PTP*.
* Película totalmente prescindible.
Yo no me aburrí… a ver si ahora va a resultar que tendré que pedir disculpas por disfrutar de una chorrada veraniega.
La pongo en el cajón de SAMMM (Sí, a mi me mola)
No, no, oiga. Ni pedir disculpas, ni leches. A usted le moló, a mí no. Usted tiene sus cajones y yo tengo los míos.
¿Usted también los tiene ordenados alfabéticamente? ¿Los pinta de colores? ¿Es igual de grande su cajón SAMMM que su PTP? ¿Cuál tiene más lleno?
Demasiadas preguntas, ¿es usted policía?.
P.D.: en mi cajón PTP ya no queda sitio oiga, cosas de ver 400 pelis al año. No se lo recomiendo.
No, soy un «private eye». ¡Shhhhh…! Entre usted y yo.
Lo que todos queremos saber realmente es cuántas películas tiene usted en el cajón PQMQTC*. Todo lo demás son minucias, dimes y diretes, por un quítame allá esas pajas, y aquellos polvos trajeron estos lodos.
* Películas que molan que te cag… (exoneras el vientre).
«Juego de patriotas» me gusta. Es parte de una buena racha de thrillers que protagonizó Harrison Ford, que incluye películas como «Único Testigo», «Frenético» o «El fugitivo».
Lamentablemente, Ford también hizo «Air Force One» y su carrera a partir de ahí parece una parodia. Lástima.
He estado repasando la carrera de Noyce en imdb, y la verdad es que a parte de las aventuras de Ryan, lo demás se va al cajón de lo prescindible. Por no hablar de bazofias como «El Santo» o «Sliver», cuyo lugar está en el cajón MS+EDdHV (Me Siento más Estúpido Después de Haberlas Visto).
No hace mucho, he comprado «los hombres que miraban a las cabras fijamente» en Bluray, película que no fui a ver en su momento a una sala comercial y que acabo de terminar de ver.
Creo que me he perdido algo, porque semejante reparto de lujo no puede estar al servicio de algo tan majadero como lo que acabo de ver, me he sentido insultado.
¿Qué es lo que no he sido capaz de ver?.
JM
Igual es que no ha mirado todo lo fijamente que debía a las cabras. No sé, por aventurar una hipótesis de trabajo.
Yo si que vi lo de las cabras. Realmente espeluznante. Disparos a mansalva en gasolineras. Cantidad de Blazers con cristales negros. Paisajes Irakies de pega. Desiertos ficticios. Generales americanos de tipo extraterrestre (Petraeus será así?). Guion inexistente.
Pero…¡Que reparto!
Lo que tiene mas huevos es que hayan ganado dinero con eso (lo han ganado?).
Vengo de soportar dos horas y media de parida pretenciosa. Un sueño dentro de un sueño con un soñador que sueña lo que el otro sueña y los demás proyectan y no se qué… VENGA YA, qué manía con pretender hacer cosas intensas.
No he puesto el menor empeño en tratar de entender la parida.
Y el broche final jujuju… fundo a negro y así no saben si sí o si no y les dejo que hablen, jujuju, si es que soy la polla, vaya obra maestra he firmado…. GILIPOLLAS, MAJADERO.
Vale, ahora puedo dormir más tranquilo.
JM