A mediados del pasado Agosto publicamos la prueba Interesante nº 80, relativa al Opel Insignia GrandSport 2.0-CDTi de 170 CV y cambio manual; y pasado cierto tiempo, Opel anunció el lanzamiento de una versión denominada GSi, apelativo típico de los Opel de carácter más deportivo. De modo que me planteé la posibilidad de intentar probarlo, para verificar las diferencias que los cambios en la suspensión –aunque fuesen algo menos drásticos de lo que el anuncio por parte de Opel daba a entender- hubiesen podido aportar al comportamiento del Insignia. De modo que cuando pasé por Opel para organizar las pruebas de los Crossland-X y Grandland-X (ésta ya próxima ser publicada) y vi desde lejos en el garaje un Insignia equipado con unas llantas enormes, pensé “éste va a ser el GSi”.
Pero estaba equivocado; el coche en cuestión seguía siendo un Insignia GrandSport, si bien equipado con la opción de neumáticos más alta existente. Jose, el encargado del parque de coches de pruebas de Prensa, me aclaró que la “gracia” del coche radicaba en disponer de una transmisión automática de ocho velocidades. Así que se me encendió la lucecita: ¿no sería todavía mejor que probar unas diferencias de suspensión, verificar lo que supone la combinación del ya conocido turbodiesel de 170 CV con un cambio automático de ocho marchas?
Porque el motor sigue siendo exactamente el mismo; de hecho, todo el coche seguía siendo un GrandSport idéntico al anteriormente probado, con dos salvedades: los enormes neumáticos de los que luego hablaremos (en el texto y pies de fotos), y la utilización de la caja automática en vez de la manual de seis marchas. Y como consecuencia de ambas incorporaciones, unos desarrollos finales algo distintos; cosa lógica por otra parte, dada la diferencia en el número de relaciones del cambio.
Así pues, presentamos ya la ficha técnica resumida, para glosar a continuación las características más destacadas del cambio, y pasar luego a tratar del comportamiento y consumo de este coche, que es lo que constituye el objetivo final de la prueba:
Opel Insignia G.S. 2.0-CDTi automático:Motor: 1.956 cc; 170 CV de 3.750 a 4.000 rpm; 40,8 m.kg de 1.750 a 2.500 rpm. Transmisión: Tracción delantera; caja automática de ochos marchas Aisin-GM AF 50-8, con 40,4/49,9/60,0 km/h a 1.000 rpm en 6ª/7ª/8ª. Neumáticos: 245/35-20 (Conti SportContact-6). Cotas (longitud/anchura/ altura): 4,90/1,86/1,46 metros. Peso (sin conductor con depósito lleno): 1.538 kg. Velocidad máxima: 223 km/h. Consumo extra-urbano: 4,5 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 145 g/km. |
El motor tiene un excepcional empuje para un 2.0; hay más de 30 m.kg desde 1.200 a 3.900 rpm. El cigüeñal y las bielas son de acero forjado; hay un árbol de equilibrado, y la bomba de aceite es de caudal variable. Los árboles de levas son huecos y no van sobre casquillos lisos, sino que se apoyan en rodamientos de bolas (para fijación axial) y de agujas (para la simple rotación). El corte de inyección puede subir (innecesariamente, con ocho marchas)) hasta 5.100 rpm (y ya con poca fuerza); y para controlar las emisiones dispone de instalación con aditivo AdBlue.
Es curioso que, siendo un motor radicalmente distinto por número de cilindros, su disposición, el tipo de combustible y el tipo de alimentación (atmosférico con carburador frente a turbodiesel de inyección), este motor viene a tener unas cifras de rendimiento muy similares a las ofrecidas, hace 60 años, por el casi único motor que, en la segunda mitad de la década de los 50s, también disponía de transmisión automática: un V8 americano de 4,6 a 5,4 litros de cubicaje. La diferencia es que los consumos, cada cual con su tipo de combustible, vienen a estar en la proporción de dos y medio a uno, poco más o menos. Y la otra diferencia es que, debido sobre todo a la de aerodinámica, aquellos coches (más o menos del tamaño del Insignia) apenas si sobrepasaban las 100 millas/hora (160 km/h), mientras que nuestro Opel es capaz de ir 60 km/h más rápido.
Pero tras de este salto atrás de más de medio siglo, volvamos a la actualidad; aunque de nuevo sea para comparar, frente a un automático antiguo de tres marchas y convertidor (Chrysler Torque-Flite) o de cuatro marchas y simple embrague hidráulico (G.M. Hydra-Matic), el gran salto adelante que supone este Aisin-W de ocho marchas y convertidor bloqueable mediante un embrague multidisco en baño de aceite. Porque la historia del fabricante entronca muy directamente con todo lo anterior.
Aisin (unas veces con W y otras sin ella) es ya el primer fabricante mundial de transmisiones automáticas. Pero sus inicios en el campo de la automoción se remontan a la época antes comentada. Y concretamente en el terreno de las transmisiones automáticas, Aisin comenzó fabricando bajo licencia productos de la Borg-Warner americana. La denominación inicial era Aisin-Warner, que luego pasó a Aisin-W cuando la firma japonesa empezó a volar por su cuenta, y finalmente sólo mantiene la W para algunos productos muy concretos. En la actualidad, su accionista mayoritario es Toyota.
Una vez más, esta evolución viene a confirmar que la industria japonesa automotriz (y en general, de otros muchos tipos) no es muy fértil en el lanzamiento de auténticas innovaciones; pero sí excelente primero en copiar sin el menor rubor (los chinos mejoran esto de largo), luego en fabricar bajo licencia, y finalmente en independizarse para incluso mejorar el producto. Porque una vez conocida y dominada la idea fundamental y básica, mejoran el producto final gracias a su teoría del desarrollo continuo, a su meticulosidad y amor a la perfección en el detalle; y a la utilización, en muchos casos, de materias primas de la mejor calidad.
Los desarrollos finales de las marchas, teniendo en cuenta que son nada menos que ocho, resultan francamente contenidos. Gracias a ello, los cuatro últimos saltos entre marchas, de cuarta a octava, oscilan entre 1,24:1 y 1,19:1. Los cambios, por lo tanto, resultan muy suaves, incluso imperceptibles si no se mira el cuentarrevoluciones; y es que, además del salto tan cerrado, en la maniobra de cambio hay de por medio un convertidor hidráulico de par auxiliado por un embrague. Pero en cuanto al desarrollo en sí, no siguen la teoría de una última relación desaforadamente larga para economía; aquí la 8ª de 60 km/h es totalmente neutra: 225 km/h (máxima oficial 223) a las 3.750 rpm en las que ya se dispone de la potencia máxima oficial. La cual luego aguanta hasta 4.00rpm, para poder llegar a 240 km/h en una buena cuesta abajo rectilínea (en una Autobahn alemana, claro está).
En cuanto a las ruedas, Opel sigue con su tradicional costumbre de utilizar una “zapatones” claramente excesivos para el peso y potencia de los coches en los que se montan; costumbre que ya llega a la exasperación con las montas opcionales. Para los Insignia, el diámetro de llanta oscila entre 17 y 20 pulgadas, y la anchura de sección de 225 a 245. En el caso de nuestra unidad concreta de pruebas, el equipo de neumáticos corresponde a la opción máxima: una 245/35-20. Vamos, como para ir a correr a Le Mans; si no fuera porque allí se utilizan llantas de 18” o, como mucho, 19”.
Naturalmente, estos “rodillos” pasan factura a la hora del consumo de combustible. Un aspecto en el que vamos a entrar a continuación, ofreciendo ya los datos obtenidos en nuestros recorridos habituales:
Resultado del Insignia 2.0-CDTi automático en el circuito habitual:Ritmo económico NUEVO: Consumo: 5,92 l/100 km. Promedio: 96,9 km/h. A ritmo Mixto/Rápido: Consumo: 7,14 l/100 km. Promedio: 110,0 km/h. |
Los tiempos de ambos recorridos fueron de 5h 12m y 4h 35m, respectivamente. De tipo medio, tirando ligeramente a lento para el Nuevo; y claramente lento –aunque mucho más rápido que los mejores del ritmo Antiguo- para el supuestamente Interesante. Esto nos está ocurriendo con frecuencia con la cada vez mayor proliferación de coches que no responden al esquema clásico de carrocería de turismo, sino que presentan alguna peculiaridad como línea SUV con centro de gravedad más alto, transmisión automática, propulsión híbrida, etc.
El resultado del ritmo Nuevo supone un incremento de nada menos que un 23,3% respecto a los 4,80 l/100 km que consumió el modelo 2017 con cambio manual mecánico, que además había sido bastante más rápido (5h 05m). Claro que las causas de este incremento hay que repartirlas –en un porcentaje que por ahora no sabemos cuál es- entre las influencias de la transmisión automática por un lado, pero también del aumento de sección de los neumáticos, puesto que el de hace unos meses calzaba unas 225/55-17”. Algo muy similar ocurre al ritmo más rápido, puesto que el incremento respecto al del verano pasado es de un 25,5%, ya que el de cambio manual se conformó con 5,69 l/100 km. En este caso, el promedio de velocidad conseguido fue prácticamente idéntico, ya que el anterior invirtió 4h 36 m (un minuto más).
Así que, en promedio de ambas pruebas, tenemos un incremento de consumo (muy igualado en ambos casos) de un 24,4%; pero se mantiene la ya citada interferencia de no saber con exactitud qué porcentaje adjudicar a cada uno de los dos factores: tipo de transmisión, e incremento de sección de los neumáticos. Pero, por fortuna, una prueba todavía más antigua nos permite hacer un cálculo bastante aproximado de la influencia del neumático sobre el consumo de estos Insignia. Y es que una unidad de 2015/16, también con cambio manual, pero con neumáticos Good-Year Eagle F.1 de 245/40-19, hizo el recorrido a ese ritmo mixto en un tiempo muy similar (en un caso) e incluso idéntico (4h 36m, en el otro) al de los dos más modernos. Y el consumo fue entonces de 5,99 l/100 km. Luego podemos deducir que el aumento de consumo, al pasar de una sección 225 a una 245, es de 0,3 l/100 km.
Teniendo en cuenta que la resistencia a la rodadura, a las velocidades de nuestras pruebas es prácticamente constante (empieza a aumentar en mayor proporción a partir de 150 a 180 km/h, en función del tipo de carcasa), podríamos atrevernos a suponer que nuestro automático, con un neumático 225 más razonable, hubiese tenido unos consumos del orden de 5,62 l/100 km a ritmo Nuevo, y de 6,82 l/100 al ritmo Mixto/Rápido. Lo cual hubiese rebajado los incrementos porcentuales respecto al de cambio manual a un 17,1% a ritmo Nuevo y a un 19,9% a ritmo Mixto/Rápido; dejando el promedio en un 18,5%, que sería atribuible en exclusividad al influjo del cambio automático. Por supuesto que esto es jugar con los números, pero resulta bastante razonable, puesto que se trata de un cambio automático de tipo clásico, por mucho que lleve un embrague de bloqueo de convertidor con poca carga y ya a régimen bastante bajo. Y son muchas las piezas y trenes de piñonaje que se mueven ahí dentro bañadas en aceite; y eso frena.
Ahora bien, esta comparación de tres Insignia consecutivos, dos de caja manual (uno digamos “antiguo” de modelo ’15/’16, y otro de 2017 y ya Grand Sport), y un tercero GrandSport pero automático, nos permite, una vez más, descubrir el desbarajuste ocurrido a raíz del descubrimiento del “VW-gate”. Porque la homologación extra-urbana de los modelos con cambio manual (en ambos casos sería con neumático 225 de llanta 17”, el más favorable para homologar), sube de 3,8 a 4,3 l/100 de 2016 a 2017 (0,5 l/100, o sea un 13,2%), mientras que los respectivos consumos reales lo que hacen es bajar 0,3 l/100 (en la zona de 6 litros, y no de 4), que es la diferencia admitida como razonable teniendo en cuenta que el coche de pruebas más antiguo llevaba neumáticos bastante más anchos. Parece evidente, pues, que el motor no ha variado en estos tres años; pero la homologación antigua, hasta que surgió el escándalo, estaba a su vez escandalosamente falseada.
El recorrido a ritmo Nuevo se realizó siguiendo el comportamiento más habitual del conductor tranquilo de coche automático: palanca siempre en D y toque de freno cuando hacía falta; salvo utilizando más retención a base de manejo secuencial manual en las bajadas de dos puertecillos que tenemos en el recorrido. Y en cuanto a programa de utilización, también se mantuvo la versión confortable Touring, aunque resulta un poco demasiado blanda en su tarado de amortiguación. En cuanto a la combinación entre transmisión y motor, éste tira más que sobradamente de la 8ª de 60 km/h como para pasar en dicha marcha prácticamente por todo el recorrido; al menos si se tiene la prudencia de no pisar muy bruscamente el pedal del acelerador. Yendo en D, esto se verifica por la posición de la aguja del cuentarrevoluciones, que no acusa una reducción a 7ª más que contadas ocasiones, como curvas muy lentas, o travesías urbanas.
Siguiendo en el recorrido Nuevo, a lo largo de 2016 tuvimos la oportunidad de probar tres coches con un motor bastante similar al de Opel, y con la misma transmisión automática Aisin-W de 8 marchas. Se trató de los Volvo con motor D-4 BiTurbo 2.0 de 190 CV, en modelos V-40 Station Wagon (65,0 km/h en 8ª, gomas 225/40-18 y 1.540 kilos de peso), berlina S-90 (63,2, 255/35-20 y 1.730 en los mismos datos) y SUV XC-90 (64,2, 275/45-20 y 2.000 kilos). El motor es algo más potente, pero sólo el primero es de peso equivalente al del Insignia y con gomas razonables; los otros dos son bastante y mucho más pesados, y los tres llevan desarrollos algo más largos en la 8ª marcha.
Los tres, curiosamente, realizaron el recorrido en el mismo tiempo, y muy rápido: 5h 06m. Y los consumos, por el mismo orden de menor a mayor tamaño y peso, fueron 5,24 l/100 km, 5,76 y 6,77 respectivamente. Habida cuenta de que nuestro Insignia automático consumió a razón de 5,92 l/100 km, esto parece indicar que el motor de Volvo tiene mejor rendimiento, ya que el familiar más o menos equivalente le rebaja el consumo en 0,7 l/100 km; bien es cierto que con neumáticos 225, así que dejemos la diferencia real en 04). Pero es que la gran berlina S-90, mucho más pesada y en este caso ya calzada con gomas incluso una medida más ancha todavía, consume 0,16 l/100 menos. Está claro que el motor Opel está simplemente muy bien; pero el de Volvo resulta excepcional.
Por el contrario el recorrido Interesante se llevó a cabo en programa Sport y mando manual del cambio. El comportamiento cambia radicalmente, no sólo por cierta mayor vivacidad en las aceleraciones, sino sobre todo gracias a la amortiguación variable, que pasa a ser apreciablemente más enérgica. Con ello y la adherencia de los enormes y deportivos neumáticos SportContact, las curvas se pueden trazar como con tiralíneas, con una deriva en la trayectoria prácticamente nula. Claro que este comportamiento, mucho más propio de un deportivo que de una señorial berlina de casi 5 metros, está un tanto fuera de lugar, ya que penaliza innecesariamente un consumo que ya sufre, lógicamente, al llevar cambio automático; pero es la consecuencia de un política de opciones que permite combinar componentes que son casi contradictorios entre sí, como es una transmisión automática suavísima con unos neumáticos casi de competición.
Consejo: Debería empezar a añadir también la información de cuanto Adblue ha consumido el vehículo. Cuando los camioneros lo «eliminan» será por algo.
@1: No creo que sea un dato demasiado determinante..
El último vehículo que he usado con ad blue, creo que con un deposito de este, hacia unos 7 mil y pico de kms, si no mas incluso,haciendo un poco de todo y no variaba demasiado..
En la prueba de Arturo no creo que ni siquiera llegue al cuarto de litro, asi que ya me dirà si merece la pena añadir dicho dato..
Opel ya no es lo que era, quizás por el cambio de política, pero dudo que de ahora en adelante vaya a superar a Peugeot y Renault. Este insignia no está mal en diseño, prefiero otros más definidos, estilizados y elegantes. Y el aumento del tamaño de neumáticos, pues una prueba más del mínimo cálculo que realizan. Pero sí que contribuye al aumento de combustible y aumento del precio final del Insignia. Además del aumento para futuros cambios de neumáticos. Estos aumentos de precio no importan para quien adquiere un vehículo de este tipo sin analizarlo.
Y por estos motivos y una profesionalidad más elevada de los japoneses, prefiero en muchos casos a estos últimos. Mejorar un producto que ya está lanzado y comercializado es demostrar que la calidad y organización en el trabajo es superior.
En aire acondicionado, por ejemplo ya hace años que los japoneses superaron a marcas americanas y europeas. Después trabajaron el diseño, disminución de sonido, disminución de consumo, aumento de unidades interiores….en fin dieron una paliza al resto de marcas. Demostrando que están en un nivel superior. Daikin, Fujitsu, Mitsubishi…
Volviendo al Insignia, creo que no han evolucionado. Ese consumo es un atraso en un diesel, aunque se detecta que hay una preocupación máxima en aumentar consumos en diesel y derivar la compra a tricilíndricos de gasolina. Cambios en la política de fabricación, que da como consecuencia más beneficios en la compra de litros de petróleo. Hay mucho petróleo y hay que consumirlo rápidamente. Se premia a los motores que consumen más. Es muy llamativo como están aumentando el consumo de los motores diesel y la obligación de emplear ad blue. Pero es mi opinión…hay personas que prefieren vehículos tochos, ciclados…como los 2008, 3008, 5008 y otros…
Cuestión de gustos…
Hablamos de coches y su contaminación….los barcos mercantes, contaminación armamento, fábricas, centrales nucleares… son para otros foros…
Oiga, Soni,
Dice que «Opel ya no es lo que era, quizás por el cambio de política» –> A que se refiere? Que era antes y que no es ahora? A que cambio de politica se refiere y en que se ha reflejado en este Insignia?
Por otra parte, continua con «Y por estos motivos y una profesionalidad más elevada de los japoneses, prefiero en muchos casos a estos últimos» –> A que profesionalidad mas elevada se refiere? Nos puede dar ejemplos? Aun espero los ejemplos que le pedi de empresas alemanas que le compran el cableado a sus competidores japoneses, entiendo que se le ha olvidado.
Por otra parte, el baile de cifras, conjeturas de «los neumaticos afectan esto, el cambio lo otro» y demas malabares numericos sin elementos de entrada minimamente comparables es simplemente demencial.
@1 Konrrad,
Relleno AD Blue cada 6.000 km religiosamente desde hace un año, se supone que el depósito debería llegar a 12.000.
Con un consumo medio (de ordenador) de 5.5l el consumo de Ad Blue es de 5l (redondeo) cada 6.000 km. El ultimo AD Blue lo he pagado a 0.64 €/l. Total 3.2€. O sea menos de 6 cts /100 km.
Creo que mas importante que el coste es la localización del tapón de llenado. En mi vehículo está perfectamente localizado al lado del tapón del combustible y se llena perfectamente con la boquilla del surtidor de la gasolinera.
Saludos.
El nuevo Insignia, a pesar de ser más ligero y estilizado que el anterior (pasa de 4842 a 4897 mm de longitud, de 2737 a 2829 mm de batalla, de 1498 a 1455 mm de altura, y de 1674 a 1613 kg de peso), homologa 136 g CO2 /km con el motor 2.0d 170 en su versión manual, cuando el antiguo sí logró bajar de los 120 g CO2.
Con cambio automático, apenas cambia nada, ya que pasa de 147 a 145 g CO2/km (lo que se gana en circuito urbano, bajando de 7,8 a 7,4 l, se pierde en el interurbano, subiendo de 4,2 a 4,5 l), pero resulta llamativo que casi todos sus rivales consiguen homologar 2 litros menos de consumo en entorno urbano, así como bajar de los 120 g CO2/km en el cómputo total (Peugeot 508 2.0d aut. 5,1 l/100 km, 114 g CO2 -por cierto, modelo descatalogado incluso antes de que aparezca el nuevo 508-; Ford Mondeo 2.0d 180 Powershift 5,3 l, 120 g CO2; Passat 2.0d 190 DSG6 5,4 l, 119 g CO2;…), «ahorrándose» el IM.
Respecto a los neumáticos de esta unidad, su mayor anchura permite reducir su temperatura de trabajo a alta velocidad, y si no se fuerzan demasiado en curvas lentas, creo que en principio, deberían durar más km que otros más estrechos con el mismo compuesto. De todos modos, yo sólo los recomendaría si no se va a circular con ellos por zonas nevada, ni por caminos.
Por todo lo anterior, creo que en la escala de objetivos a alcanzar con este Insignia, primaban la estética y las sensaciones al volante sobre el ahorro de combustible y la habitabilidad. En todo caso, estoy impaciente por ver cómo va el nuevo motor 1.5t.
Saludos
Es extremadamente improbable que el cambio automático suponga semejante aumento de consumo.
Llevo a menudo coches de empresa y alquiler con todo tipo de cambios, y jamás he observado esa diferencia en los últimos años entre un manual y un automático. Habría que remontarse a los cambios de 4-5 marchas para ver algo así.
De hecho, aunque no sea directamente comparable, si filtramos en Spritmonitor los Insignia diesel a partir del 2017 con diesel o diesel-Adblue los manuales tienen 6,95 y los automáticos 7,24 Litros.
Hay multitud de otras explicaciones para esa diferencia de consumo, como ya se ha comentado en muchas ocasiones.
Lo que yo no llego a comprender es que el Insignia anterior, del mismo tamaño pero mas pesado, montase una sexta larguísima y el de ahora con ocho marchas tenga un desarrollo sustancialmente mas corto.
O el pliego de condiciones de dos coches iguales es muy diferente, o se ciñen al piñonaje que hay o se lo juegan a los dados.
A mi me parece mas acertado el «corto», y me resulta curioso que cuarta, quinta y sexta tengan un escalonamiento tipico de un cambio manual de 6, y haya 5 marchas cortas por debajo. No alcanzo a ver la ventaja.
Tampoco las que pueda tener un neumático de perfil tan bajo en un coche de este tipo. Bueno, ni de ninguno.
Vaya, se me ha escurrido una morcilla con las marchas, me refería a la 6, 7 y 8 de este automatico que son muy parecidas a la 4, 5 y 6 de uno de este número de relaciones.
#8 A mi también me extrañaron tales desarrollos, pero la teoría que Ud. propone de «se ciñen al piñonaje que hay» no la acabo de ver, especialmente si el nombre de la caja es Aisin-GM (y GM se refiere a General Motors)
10.- A saber, no lo decía pretendiendo hablar en serio. En todo caso desde la ignorancia me inclino por la opción dados.
Me parece que un cambio automático de 8 marchas (y más en un coche de 170 caballos, además aerodinámico) se debe permitir un desarrollo en octava de 70 (mínimo) o incluso 80 km/h por cada 1000 rpm. Menos consumo, menos ruido y fatiga del motor y ya hay 7 marchas por debajo si hace falta más aceleración, que el coche cambia solo! Inexplicable…
Una subida de dos o tres tallas en el tamaño de la llanta (sin tocar diámetro exterior de rueda), con otras dos tallas de ancho de neumático, llega a dar casi un 10% de incremento de consumo. Lo comprobó Car&Driver hace ocho años:
https://hips.hearstapps.com/amv-prod-cad-assets.s3.amazonaws.com/images/media/51/effects-of-upsized-wheels-and-tires-tested-chart-678-photo-568637-s-original.jpg
@13,
Se equivoca. Si el impacto son 0.3 litros como dice AdeA, son 0.3 litros. Quienes son los de Car&Driver para contradecir el METODO con mas de 40 anyos de experiencia?
PD: Estamos ya llegando a nuevos niveles de trolleada. No solo se conjetura con causas totalmente aleatorias y surrealistas, sino que ya estamos al nivel de especular con hipoteticos consumos de unidades no probadas, usando promedios de otros coches.
De aqui a usar los posos del cafe como metodo media un paso.
Muchas veces tenemos que acudir a la experiencia de las pruebas y de los cálculos. Al igual, que muchas veces en los libros, páginas de internet, catálogos…no dicen la verdad. Quién no ha leído libros y posteriormente ha detectado las mentiras? Dentro de unos años otras personas tendrán que leer y estudiar mentiras para examinarse y sacar títulos…a no ser que les compren los títulos y les den los puestos…
Por eso muchas veces tiene más importancia la experiencia, claro que hay excepciones. Personalmente la experiencia de la vida me dice que hay escuchar a los profesionales, porque tienen una valoración más precisa que los libros y demás informaciones…
Pero siempre se escribirán libros…esto es un negocio que no puede parar…
Puede haber variaciones en los cálculos sobre el consumo debido a muchos factores, empezando por el motor y continuando por neumáticos, aerodinámica, estado del tráfico, climatología, política de petroleras…las matemáticas en algunos casos no son perfectas, pero se aprecia un retroceso y estancamiento a la hora de mejorar consumos… y eso es por alguna razón…
@15,
La tierra es plana y el sol gira a su alrededor. Eso decia la gente con experiencia, que tenian una valoracion mas precisa.
Dejese de no decir nada y responda a las preguntas que le llevo haciendo un tiempo.
O acaso hablaba por hablar?
Soni, las matemáticas son siempre prefectas, otra cosa es que sean irreales.
El incremento de los consumos no es algo reciente, ya en 2008 (o 9), en Automóvil, AdÀ publicó un reportaje comparando los consumos de los coches viejos frente a los nuevos, y los últimos consumían más.
Por no hablar de las modas de las camionetas (principalmente en USA) y los SUV en Europa, vehículos que gastan bastante más que las berlinas equivalentes; esto podría tener una explicación un tanto conspi: el que la gente crea lo del antropoceno y no piense en el capitaloceno (ver El Correo de la UNESCO de abril-junio)
@13,
Creo que los datos que aparecen en la tabla no concuerdan con ese 10% que indicas.
De hecho si tomamos saltos de tres tallas el incremento va en un caso (195-225) entre 2,1% y 6% (en función de llanta-perfil) y en el otro caso (205-235) es del 6%. En saltos de dos tallas, entre los neumáticos de 205 y 225 en un caso casi no hay incremento (0,4%) y en el otro (en función de llanta-perfil) es del 4,4%, entre 225 y 235 hay un 3,7% de incremento de consumo.
Tampoco parece que las condiciones de la prueba hayan sido «mas controladas» que las de AdA porque varían tipos de neumáticos (en función de disponibilidad) y no indica ni velocidades, ni tipología de ruta ni forma de conducción,… solo que anda en consumos en torno a 10 litros.
Muchos «expertos» creyeron que la Tierra era plana, y que además era el centro del Universo, hasta que otros «expertos escépticos» encontraron pruebas que de que la Tierra era esférica, y que giraba alrededor del Sol, lo que llevó a los «expertos creyentes» a cambiar de opinión, y a considerar al Sol como centro del Universo. Una vez más, los «expertos escépticos» buscaron pruebas de que el Sol no era el centro del Universo, al observar como el Sistema Solar giraba a su vez alrededor de un lugar obscuro en el centro de nuestra galaxia, al que denominaron «agujero negro», y que supongo fue considerado como el centro del Universo por los «expertos creyentes» de aquel momento. Los «expertos escépticos», tras observar como los agujeros negros -que no son más que cuerpos celestes extremadamente masivos, con una gravedad tan intensa que impide escapar a buena parte de su espectro electromagnético-, estaban cada vez más separados entre sí, predijeron que el centro del Universo debería coincidir con el lugar donde supuestamente se produjo el «big bang» o gran explosión, que originó todo el Universo conocido.
¿Debemos creer que el centro del Universo es el que se obtiene tras dichos cálculos, o quizá se ha producido otra traslación o rotación de la que aún no hay constancia, y cualquier otro punto del Universo, incluida la propia Tierra, podría estar situado en el centro del Universo, ya sea de forma temporal o permanente?
Por tanto, la historia del pensamiento humano nos enseña que los escépticos debemos centrarnos exclusivamente en buscar pruebas para negar una creencia, ya las pruebas que supuestamente podrían llegar a avalarla, seguramente no son aplicables a toda la casuística existente, de modo que mientras tanto, no tenemos más remedio que conceder el beneficio de la duda a esas creencias. ¿Tiene sentido o resulta útil pedir pruebas a un creyente, sin antes darle un contraejemplo o prueba que la niegue?
Saludos
Ya en la antigua Grecia varios filósofos y pensadores indicaban se queda Tierra era esférica. Habría que plantearse porque durante siglos no se tomó en consideración. E incluso varios siglos más tarde se aseguraba por unos pocos que la Tierra plana.
Hace años ya habían investigadores que aseguraban que el empleo de energías alternativas daría lugar a una mayor limpieza en la atmósfera. Sin embargo, no se tuvo muy en cuenta y ahora poco a poco, en un porcentaje bajo y calculando los beneficios se va introduciendo. Pero hay que acabar hasta con la última gota de petróleo.
Pues esos pocos son los que retrasan los descubrimientos y los avances tecnológicos. Y para ello emplean los medios de comunicación, publicidad, internet…e incluso en aquella época utilizaron la Inquisición.
Son unos pocos, pero muy poderosos y siempre tienen alrededor un séquito que les alaba y aplaude. Quieren que la gente vea, oiga,piense, lo que ellos quieren. Autómatas humanos, eso es poder. .En la antigua Grecia, Edad Media, en el presente y en el futuro…
Su religión, su credo…money..money…money y poder….
D. Arturo. Me decepciona ud. cada vez que sale a colacion la influencia de la anchura del neumático en las prestaciones y consumo. Pero esta vez ya roza lo kafkiano cuando es ud. mismo : «Claro que las causas de este incremento hay que repartirlas –en un porcentaje que por ahora no sabemos cuál es- entre las influencias de la transmisión automática por un lado, pero también del aumento de sección de los neumáticos», quien lo dice.
De verdad un periodista del motor como ud. con su curriculum, tiene tan difícil HACER LA MISMA PRUEBA a un coche con unos neumáticos tope de anchura y deportividad y seguidamente con unos de medida mas racional ?
Pues permítame dudarlo. Y si dedicase un esfuerzo a este tema teníamos ya resuelta la incógnita.
Vamos que su viviera donde un servidor hasta le dejaria mi coche para la prueba.
La técnica a aplicar se llama Diseño de Experimentos…y nunca he visto que se haga un Diseño de Experimentos en revista alguna para comprobar cuál es la variabilidad imputable a cada factor…y me sorprendería que se hiciese.