Si nos preguntamos cual es el tipo de coche más representativo del mercado europeo, y más en concreto del nuestro, la respuesta oscilaría entre un segmento B y un C. Hemos dicho coche, pero en sentido restrictivo, pensando en la carrocería de un turismo; porque con la interferencia cada vez más acusada de los SUV (más o menos falsos) el panorama podría variar de forma notable. Pero sigamos con el coche clásico, que es el que nos interesa de cara a la prueba que viene a continuación.
Como ya hemos dicho, ha habido años en los que dominaba un segmento u otro, pero nunca por diferencias abultadas; al menos en promedio, porque si descendemos al análisis por países, entonces sí que hay diferencias más marcadas, como es lógico. Pero, unas cosas con otras, lo que sí es cierto es que a un segmento C actual, incluso el de tamaño más compacto, que es el de dos volúmenes (que ya está entre 4,20 y 4,40 metros), todo el mundo lo considera ya como un coche “hecho y derecho”. Por el contrario, al segmento B equivalente (que está apenas por encima de 4 metros), todavía hay gente que, quizás injustamente, todavía lo tiene por un “cochecito”.
Teniendo en cuenta que los SUV desplazan el fiel de la balanza hacia un mayor volumen, ya que no siempre mayor longitud, parece claro que el segmento C es el que mejor conjuga las cualidades para ser considerado como el coche más representativo. Y dentro de ello, y mucho más que en el segmento B, sería la carrocería de dos volúmenes y cinco puertas la que mejor personifica el coche-tipo que estamos buscando.
Y todavía nos quedan por despejar un par de incógnitas, relativas a la motorización: tipo de combustible y cilindrada. En la primera, y si hubiésemos elegido al segmento B, la gasolina ya está comiéndole terreno al gasóleo: son coches de consumo más bajo, por lo que la diferencia de precio del litro ya no pesa tanto, y en cambio en la adquisición sí se nota la diferencia. Pero en el segmento C y mal que bien, el turbodiesel sigue siendo el que manda por ahora, especialmente en los mercados del Sur y Centro-Sur de Europa. La progresión de los híbridos (prácticamente en su totalidad con gasolina) todavía no es suficiente para invertir la tendencia; aunque hacia ello vamos, más o menos rápido.
Y en cuanto al cubicaje, ahora ya no hay discusión: los motores centrados en torno a 1,6 litros (con una oscilación de no más de 100 cc arriba o abajo) son los que dominan el mercado. Los 2.0-TD, todos ellos con 140 CV y 320 Nm en adelante, son ya para versiones prestacionales. Y acaban en manos de una minoría de usuarios que aprecian ese plus de capacidad de recuperación y aceleración, ya que no de velocidad de crucero, puesto que a ese respecto tanto da 1.6 como 2.0. Así pues, el retrato-robot de nuestro turismo más representativo es un segmento C 1.6 turbodiesel de 5 puertas. Y con ello podemos ya presentar a nuestros dos protagonistas de esta prueba, que encajan a la perfección en dicha definición; y además, ambos acaban de ser sometidos a una renovación en los últimos meses.
Lo de la novedad es un tema espinoso, que exige relatar en qué consisten los cambios incorporados, porque actualmente lo mismo da que se trate de un facelifting que de un restyling o de un radical cambio de plataforma. A efectos publicitarios –que es lo que le llega al ciudadano medio a través de TV, radio, vallas y prensa en sus múltiples variedades- siempre se trata de un coche “nuevo”; para los creativos publicitarios, el “mantra” básico consiste en meter el adjetivo “nuevo” a tornillo, aunque la única novedad consista –como acostumbro a decir con frecuencia- en haberle cambiado el cerquillo a los faros.
Pero mientras no se llegue a dar (y no se dará) el siguiente paso, que sería crear la categoría “nuevo de verdad”, es difícil enterarse de hasta qué punto la novedad justifica utilizar el adjetivo. Para sacar una conclusión válida es preciso analizar a fondo una confusa información en la que suele obviarse que mucho de lo que se presenta como nuevo ya estaba presente -idéntico o apenas modificado- en el anterior modelo al que se viene a sustituir. Y casi mejor no entrar en la cuestión de -sobre todo a efectos estéticos-cambiar por cambiar; con el resultado de que con cierta frecuencia, lo nuevo resulta menos atractivo (por no decir directamente más feo) que lo anterior. Pero el dios Moloch de la novedad exige que, cada tres años, se sacrifique en su altar un modelo antiguo, por bello que sea.
La cuestión es que estamos ante un Ford Focus y un Seat León muy recientemente retocados; y que ambos cumplen a la perfección, con sus carrocerías de cinco puertas y sus turbodiesel 1.5/1.6 de 120/115 CV, las condiciones para ser el “coche europeo más representativo”. Por supuesto, no son los únicos: no olvidemos la existencia del VW Golf (primo hermano del León, eso sí), del Opel Astra, del Renault Mégane y del Peugeot 308 (y de su pariente el Citroën C-4). También vemos por la calle, y con bastante frecuencia, el Toyota Auris y los Hyundai/Kia i30/cee’d; pero todos estos, como los Reyes Magos, vinieron de Oriente (aunque fabricados en Europa), y ya que hablamos del mercado europeo, nos centraremos en las marcas originarias de nuestro Viejo Continente.
También los integrantes de ese cuarteto/quinteto complementario de nuestra pareja de hoy tienen su correspondientes turbodiesel 1.5/1.6, faltaría más; pero una vez reconocida su importante contribución a darle presencia a ese hipotético “coche europeo representativo” que nos hemos fabricado, vamos a entrar ya en el análisis de ambos contendientes o colegas (según cómo de violenta consideremos su comparación). Y para ello vamos a empezar por hacer lo anteriormente preconizado: analizar las novedades que ambos presentan respecto a sus antecesores de finales de 2016 e incluso todavía inicios de 2017.
El León III es un modelo relativamente reciente, pero acaba de sufrir su primera puesta al día. Los retoques incluyen una parrilla 4 cm más ancha, el aspecto de los faros (sobre todo con LED); paragolpes retocados (ya eran distintos según acabados, así que difícil distinguir la novedad); pilotos con LEDs; consola central más elevada, tapicería y materiales del interior de mejor calidad (esto ya es importante), y freno eléctrico de estacionamiento.
En realidad, muchas de las novedades consisten en incorporarle al León lo que de nuevo aportaba su variante SUV, el Ateca, aparecido unos pocos meses antes. Hay algo más de equipamiento, y su manejo se hace más a través de la pantalla, y menos utilizando teclas, botones o interruptores. A algunos esto les gustará más, y a otros menos, pero es lo que hay. En cuanto a acabados, se empieza por el Reference, sigue el Style (al que correspondía nuestra unidad de pruebas), y vienen luego los Xcellence y FR.
En cuanto al Focus, el nuestro era de acabado ST-Line; por supuesto, el modelo en su conjunto recibió este año una cura de rejuvenecimiento, difícil de distinguir por otra parte. Pero de lo que disponemos con más exactitud es de las peculiaridades del acabado ST-Line, consistentes en incorporar parte de los detalles –sobre todo estéticos- del auténtico ST: diseño de las llantas de aleación; forma y tapizado de los asientos; volante, y demás detalles del interior. Por fuera, parrilla con diseño de panal, antinieblas con reborde negro, faldón delantero, spoiler/alerón trasero, y difusor. Casi nada de ello aparece en las fotos, puesto que las ciento y pico disponibles estaban exclusivamente centradas en el modelo más normal (en otras ocasiones ocurre justamente lo contrario).
Pero lo realmente interesante es que el ST-Line incorpora la excelente suspensión de tarado Sport, de la que hablaremos en su momento; y también –y esta es la mayor novedad- el motor TDCi rebajado de 1.6 a 1.5, aunque sigue teniendo la clásica y muy veterana estructura con culata monoárbol y ocho válvulas. Hay mucho más que contar de este motor, pero lo haremos después de presentar las correspondientes fichas técnicas, que son las siguientes:
Ford Focus 1.5-TDCi:Motor: 1.499 cc; 120 CV a 3.600 rpm; 27,5 m.kg de 1.750 a 2.500 rpm. Transmisión: Caja de dos ejes y seis marchas, con 44,4/52,7 km/h a 1.000 rpm en 5ª/6ª. Neumáticos: 215/50-17 (GoodYear EfficientGrip). Cotas (longitud/anchura/ altura): 4,36/1,82/1,48 metros. Peso (sin conductor, con depósito lleno): 1.268 kg. Velocidad máxima: 193 km/h. Consumo extra-urbano: 3,4 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 98 g/km (con Stop/Start). |
Seat León 1.6-TDI:Motor: 1.598 cc; 116 CV a 3.250 rpm; 25,5 m.kg de 1.500 a 3.250 rpm. Transmisión: Cambio DSG de triple eje y siete marchas, con 43,4/51,6 km/h a 1.000 rpm en 6ª/7ª. Neumáticos: 205/55-16 (Michelin Energy Saver). Cotas (longitud/anchura/ altura): 4,28/1,82/1,46 metros. Peso (sin conductor, con depósito lleno): 1.205/1.242 kg (fábrica/ficha). Velocidad máxima:197 km/h. Consumo extra-urbano: 4,0 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 108 g/km. |
Manteniendo prácticamente intacta la estructura, como ya hemos dicho, Ford rebaja el tradicional 1.6 a 1.5, probablemente con la intención de llegar a cumplir Euro-6b sin necesidad de recurrir al AdBlue, y lo ha conseguido. Ahora lleva inyectores de ocho en vez de siete orificios, con lo cual se mejora la pulverización y se disminuye el riesgo de formación de partículas. También se ha trasladado la bomba de aceite a la punta del cigüeñal, eliminando reenvíos y rozamientos; y finalmente, el circuito de refrigeración se ha sofisticado, desdoblando sus recorridos, como ya empieza a ser relativamente habitual.
No deja de ser curioso que las dos corporaciones que comparten desde hace casi dos décadas la estructura de este motor (todo él de aluminio) hayan elegido dos caminos distintos para acabar llegando al mismo resultado, que son los 120 CV de potencia. PSA mantiene la cilindrada original; pero desde hace ya algún tiempo, incorpora la inyección de AdBlue a todos sus motores, y se quita de problemas. Su motor consigue los 120 CV a 3.500 rpm, y dispone de 30,6 m.kg de par a 1.750 rpm. Por su parte, Ford ha preferido rebajar 100 cc la cilindrada, y afinar al máximo la gestión de inyección, aunque manteniendo un control de emisiones más clásico.
Con ello consigue los 120 CV (que nunca tuvo en el 1.6) si bien a 3.600 rpm, pero se queda 30 Nm por debajo en par máximo, porque la pérdida de esos 100 cc se puede compensar en potencia manteniendo soplado e inyección un poco más fuertes en el tramo alto del régimen; pero en par el cubicaje no tiene tan fácil sustitución, pues requeriría llevar esos dos factores hasta unas temperaturas generadoras de demasiados óxidos NOx. Y no obstante, este motor 1.5 de Ford todavía le saca 20 Nm de ventaja al 1.6- TDI del grupo VAG, que además lleva culata doble árbol de 16 válvulas.
Es curioso que este TDI, el pionero si mal no recuerdo en disponer de semejante culata en esta cilindrada, lleve una década anclado en ese par máximo de 250 Nm, cuando empezó con 105 CV, para pasar luego a 110 y finalmente llegar a los 115 actuales. Y dada su estructura, nada debería impedirle subir a los 136 CV de los que disponen sus “alter ego” de Opel y Renault, por no hablar de las versiones un tanto disparatadas de 160 CV que ya hemos probado en alguna ocasión. Es curioso todo esto, especialmente cuando en el 2.0-TDI (que monta una culata similar) hay versiones biturbo con más de 200 CV.
La explicación de por qué VAG se acantona en este motor con 115 CV y 250 Nm de par es un misterio, pero vamos a buscarle tres posibles justificaciones. La primera, muy razonable en sus inicios, es que el cambio DSG de 7 marchas y embragues en seco tiene un límite de precisamente 250 Nm; y no quieren molestarse en modificarlo. Por ello los 1.4-TSI de todas las potencias, desde 110 CV hasta los 180 del antiguo con compresor más turbo, los ACT con desconexión de cilindros con 140 y 150 CV, e incluso el nuevo 1.5 EVO ACT de 150 CV, siempre se han mantenido en la frontera de los 250 Nm de par máximo. Son demasiadas coincidencias para ser casualidad.
La segunda justificación –que no es incompatible con la primera- es que en VAG sigan pensando, como cuando lanzaron el primitivo 1.6-TDI de 105 CV, que esta cilindrada es para unos turbodiesel de enfoque utilitario y económico; y que para prestaciones, ahí está el 2.0-TDI. Pero que ahora haya aparecido un 1.5 de culata monoárbol y ocho válvulas que obtiene una ventaja de 5 CV de potencia y 20 Nm de par es como sacarle los colores. Lo cual nos lleva a la tercera justificación: tras del escándalo del “VW-gate” en VAG están ya tan escaldados con el asunto del los turbodiesel, que prefieren andarse con pies de plomo. Y más en el caso de Seat, después del fiasco del Ateca 2.0-TDI de 150 CV, tracción 2WD y sin AdBlue; versión que sigue durmiendo el sueño de los justos.
La cuestión es que la diferencia entre los motores de estos dos coches de la prueba, casi clónicos en tamaño y peso, se aprecia en la vivacidad de respuesta, aunque no de forma exagerada. Entre la diferencia de 3 m.kg de par y lo que siempre roba una transmisión DSG (aunque sea de embragues en seco), el caso es que el Focus, con 6 marchas, se permite el lujo de llevar más de 1 km/h de mayor desarrollo en 6ª que el León en 7ª. No es que esto, por sí solo, apenas pueda llegar a tener consecuencias en prestaciones y consumo; pero es indicativo de que al TDI le falta un poco de resuello para tirar de este coche y con esta transmisión.
En cuanto al bastidor, la tercera generación del León ha perdido una de sus señas de identidad, al abandonar el tren posterior multibrazo (sigue existiendo de 180 CV en adelante) y retornar al eje torsional. No es que no vaya bien, pero el hecho es –y véase el retorno del Civic de Honda al multibrazo, después de una generación con torsional- que el multibrazo algunas ventajas tiene. Y la cuestión es que, en el segmento C, se les ha cedido la primacía al Ford Focus, al Civic y a los modelos del grupo Hyundai/Kia. Por lo que respecta a frenos, el León tiene una ligera ventaja con unos discos delanteros de 288 mm, frente a los 278 del Focus; Ford sigue con su política de discos tirando a discretos en diámetro, buscando menor peso y compensando, según ellos, con la calidad de las pastillas.
Y respecto a ruedas, el montaje original tanto de Focus como de León es el que montaba nuestro Seat: 205/55-16, y con neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Pero en el caso del Focus, al llevar acabado ST-Line, se pasa a llanta 17”. No es que el Focus sea pesado, pero es que el León es muy ligero, incluso dando como más fiable la cifra de la documentación que la oficial: pero es que tiene motor con bloque de hierro, y cambio DSG-7 que, aunque sea en seco, tiene muchas más cosas que rozan y roban energía que uno manual de 6 marchas y dos ejes. Y pese a ello, la nueva plataforma MQB cumple sus promesas, y todavía le rebaja el peso al Focus en 26 kilos.
En el caso del León encontramos un detalle curioso: pese a la utilización en esta unidad de neumáticos de baja resistencia a la rodadura (que tantas veces habíamos echado de menos en otras unidades de pruebas), y que son nada menos que unos Energy Saver, la denominación Ecomotive (ni la Ecomotive Technologies) ya no aparecen por ninguna parte. Y es que en el León de tercera generación ya no existen, pura y simplemente; y en el Ibiza sobrevive exclusivamente en el 1.4-TDI de 75 CV, mientras que en el Ateca hay Ecomotive a tutiplén en los motores de 115 CV, ya sea el 1.0-TSI o este 1.6-TDI. Quizás sea para sugestionar al posible comprador con la idea de que, pese a ser un SUV, el Ateca consume poco. Así que nuestra unidad de pruebas era un Style de serie (aunque con alguna que otra opción), con llanta 16”; falta por saber si todos los Style llevarán el mismo neumático, al margen de que sea de estas dimensiones.
Pero vamos ya a colocar aquí el resultado de los recorridos, porque luego hay unas cuantas consideraciones de interés que hacer, en base a dichos datos, que son los siguientes:
Resultado del Ford Focus 1.5-TDCi 120 CV en el circuito habitual: Ritmo de consumo NUEVO: Consumo: 5,05 l/100 km. Promedio: 98,8 km/h. |
Resultado del Seat León 1.6-TDI DSG-7 115 CV en el circuito habitual: Ritmo de consumo NUEVO: Consumo: 5,30 l/100 km. Promedio: 97,2 km/h. |
Lo segundo que resulta curioso en el León III Style 1.6-TDI es la influencia del cambio DSG-7 en los consumos; según los propios datos de fábrica, el homologado extraurbano con cambio manual es 0,2 l/100 km más bajo (3,8) que en el de DSG. Proporcionalmente a unas velocidades promedio reales un 40% más altas en nuestra prueba que en el ciclo (98 frente a 70 km/h), la diferencia entre el cambio manual y el DSG subiría a 0,25/0,3 l/100 km; rebajando el consumo del León, si se hubiese hecho la prueba con cambio manual, a 5,00/5,05 l/100 km (más o menos, lo mismo que el Focus).
La tercera curiosidad referente al León, que ya resulta más bien asombrosa, es la evolución de sus consumos homologados. En 2014 probamos un León II Ecomotive de 110 CV (también con la Energy Saver 205/55-16), que tenía un extraurbano homologado de 3,1 l/100 km; y que consumió, al ritmo de marcha antiguo, 5,26 l/100 km (casi lo mismo que el Style DSG al ritmo nuevo, 20 km/h más lento en sus cruceros). Según la conversión que venimos utilizando, este consumo hubiese sido de 4,66 l/100 km al ritmo nuevo más lento. Pero conviene recordar que el antiguo Ecomotive llevaba una serie de optimizaciones aerodinámicas que en el León III parecen haber desaparecido, y además disponía de un cambio “largo”, con un juego 5ª/6ª de 47,4/58,6 km/h a 1.000 rpm, que eran exactamente 4 y 7 km/h más que en el Style actual. Todo lo cual justifica la diferencia de consumo real en carretera.
Pero lo asombroso es que el homologado extraurbano, en dos coches por lo demás bastante similares (Ecomotive de 2014 frente a Style de 2017, ambos con cambio manual), haya podido subir de 3,1 a 3,8 (nada menos que un 22,6%) sólo por optimización aerodinámica y alargamiento del desarrollo, y en una prueba a un promedio de 70 km/h. Cuando el consumo real en nuestra teórica comparación a ritmo nuevo habría subido de 4,66 a 5,05, lo que supone simplemente un 8,4%. Y luego resulta que, en la realidad, el Style actual consumiría más o menos igual que el Focus llevando ambos cambio manual (lo cual es bastante lógico), y que la diferencia real de consumos entre el Ecomotive de 2014 y el Style actual no hubiese llegado más allá del 10% (también razonable), cuando la de homologación se nos va al 22%.
¿Eran demasiado optimistas los 3,1 l/100 km del Ecomotive, o demasiado pesimistas los 3,8 del Style, ambos con caja manual? Probablemente ambas cosas, pero más la segunda que la primera. Porque no tiene mucho sentido que el Focus esté homologado para 3,4 en extraurbano, y el Style en 3,8, cuando liberando a este último del hándicap del DSG-7, parece que hubiese consumido igual que el Focus, décima arriba o abajo. La única conclusión es que, a partir del “VW-gate”, en VAG tienen un lío con los datos de homologación que ni ellos mismos entienden, y acaban dando datos perjudiciales para sus propios modelos. ¿O tal vez los demás siguen presentando a homologar coches “trampeados”? Lógicamente no, sería muy arriesgado, y eso en la suposición de que alguna vez lo hubiesen hecho; siempre hay que acogerse a la presunción de inocencia.
La única conclusión válida de todo esto es que lleguen cuanto antes los datos de la nueva homologación, algo más exigente en cuanto a ritmo de marcha y, sobre todo, en control de la gestión de los motores y en que las unidades que se utilicen respondan realmente en todo a las características del modelo y acabado que dicen representar. Y podremos correr un piadoso velo sobre estos últimos años de las actuales normas, en las que ya se ha observado, desde todos los ángulos, que el desfase entre los datos de homologación y los de consumo real iba siendo proporcionalmente mayor de año en año: mientras la homologación bajaba, el consumo real subía.
Volvamos a nuestra prueba, para cerrarla. Los tiempos empleados en estos recorridos fueron 5h 06m para el Focus, y 5h 11m para el León. En cuanto a condiciones, en ambos casos fueron favorables, sin mayores dificultades ni climatológicas ni de tráfico. El ligero déficit del Seat en par, más la rémora que supone el cambio DSG (a cambio de su comodidad de utilización) viene a justificar esos cinco minutos de diferencia; a lo cual también contribuyó, aunque muy poco, el hecho de que el Focus llevaba gomas de sección 215 en vez de 205, y en llanta de mayor diámetro.
El renovado motor del Focus, pese a su disminución de cilindrada, ha resultado ser una agradable sorpresa. Gira muy suave, y aguanta en 6ª a 1.200 rpm (63 km/ reales) incluso en suave subida. Lo cual es realmente notable para un motor 1.5 que tira de un desarrollo de 52,7 km/h. Por otra parte el bastidor, con la suspensión Sport, es perfecto para nuestro gusto, pues el coche va firmemente sujeto, pero sin resultar duro. Como muchos otros Ford, transmite una sensación de facilidad de conducción, de que lo está uno haciendo muy bien, aunque en realidad el mérito sea del coche. En su conjunto, esta versión concreta resulta ideal para el usuario medio.
Frente a ello, el Style probado ofrece la comodidad de uso de su cambio DSG, por más que el manual de Ford sea muy agradable de utilizar; pero no deja de exigir pisar el pedal de embrague y mover la palanca simultáneamente. Su bastidor también es bueno, pero como ya se dijo al principio, ya no lleva el tren posterior independiente, y su reparto de pesos está más recargado sobre el tren delantero (cambio DSG más bloque de fundición), haciéndole algo más subvirador y menos ágil que el Focus.
El manejo del DSG lo realizamos a base de ir en D en lo fácil y en manual en zona de curvas, y siempre en programa Eco (economía es lo que se busca en esta prueba); y pese a ello, se sigue yendo más rápido que la mayoría de usuarios de esas carreteras en las zonas fáciles, y que la totalidad de ellos en las más difíciles. En autovía, y al ritmo actual, ya depende. Aparte del Eco hay otros tres programas de conducción: Confort, Normal y Sport. Y para la palanca D, manual y Sport, aunque sin levas; este Sport es independiente del programa de conducción, y afecta sólo a la transmisión.
La conducción resulta fácil y sencilla en cualquiera de sus combinaciones, aunque el tiempo empleado resultó ser de tipo medio, tirando un poco a lento. Y es que el DSG, sobre todo puesto en D, acaba llevando al conductor a lo mismo que casi todos los automáticos: a manejar con un ritmo un poco más pausado. Y por otra parte, tampoco el motor da para mucho más, con su curiosa limitación de par a 250 Nm. De todos modos, es ampliamente suficiente para el usuario medio, y ofrece una conducción muy relajada.
Sr. A de A, supongo que este comentario ya lo conocerá.
Allá por los 90 a un comercial de Citroen España (de los de nómina en Doctor Esquerdo) le pregunté por qué decían «nuevo Citroen AX» si no le habían cambiado nada, o casi, y me contestó que Citroen solo vende coches nuevos y sus clientes quieren coches nuevos.
Y este viernes parece que (De Spiegel) las autoridades europeas han recibido una carta de VAG y Daimler auto inculpándose -y metiendo en el carro a BMW- acerca de competencia desleal en relación a pacto de precios y consignas en diversos ámbitos; entre los cuales se encuentran las tecnologías anticontaminación.
Ya lo he dicho varias veces pero cada día estoy más convencido. Aquí no se salva nadie, han pillado con todo el equipo a VAG pero absolutamente todos tienen algo que decir. En fin vamos a pensar en otra cosa porque esto amarga.
Cada vez que sale un nuevo coche o motor pienso casi lo mismo. Más seguro, más moderno y menos contaminante al menos en teoría. Pero en la práctica más complicado, sofisticado, menos intuitivo de manejo sus mandos principales y menos fuerza en baja por la miniaturización de sus motores. Mejor para el usuario medio? No estoy nada seguro al menos en esto último
En cuanto a la denominación de coche nuevo no siempre es verdad. Un simple restyling que cambie tapicerías, colores y frontal y parachoques bastantes veces sólo estropea el bonito diseño original. A veces se introducen mejoras mecánicas, incluso motores nuevos y eso sí es un cambio apreciable, otras veces se introducen chasis nuevos, con mayor batalla y anchura de vía y nueva carrocería, eso también es un cambio muy importante. Y pocas veces un coche es totalmente nuevo de verdad cambiando chasis, carrocería y motorizaciones.
Al final no hay grandes diferencias y casi todos los coches de un segmento andan parecido, se agarran parecido y consumen parecido. Así que la elección viene mucho más por la fidelidad a una marca, su fiabilidad, servicio posventa, precio de adquisición y por qué no la estética del coche, que una vez dentro ya no apreciamos.
En cuanto a los premium y a parte de su mayor o incluso mejor imágen social no siempre cumplen lo que prometen, y no son más fiables ni mejor fabricados. Sí que es cierto que en general se tiene acceso a mayores equipamientos y novedades tecnológicas y motores más potentes y sofisticados pero eso sí a un precio que hace pensárselo dos veces antes de comprarlos. Y ya ni siquiera esto es seña de identidad de ellos, ahí están las tracciones totales y motores muy potentes de los generalistas como Seat, Renault y Ford y algunos otros màs.
Sr. A.de A.
Una puntualización al realizar su comparativa en el siguiente párrafo:
«Lo segundo que resulta curioso en el León III Style 1.6-TDI es la influencia del cambio DSG-7 en los consumos; según los propios datos de fábrica, el homologado extraurbano con cambio manual es 0,2 l/100 km más bajo (3,8) que en el de DSG. Proporcionalmente a unas velocidades promedio reales un 40% más altas en nuestra prueba que en el ciclo (98 frente a 70 km/h), la diferencia entre el cambio manual y el DSG subiría a 0,25/0,3 l/100 km; rebajando el consumo del León, si se hubiese hecho la prueba con cambio manual, a 5,00/5,05 l/100 km (más o menos, lo mismo que el Focus)»
Está usted comparando un coche que calza sección 215 (Focus) con otro que calza 205 (León). Puestos a ser justos, y puntillosos como hace usted cuando quiere, según este análisis, a igualdad de condiciones el Focus debe consumir algo menos.
Por favor, no de usted baza a quienes le tildan de proVAG….
Y una última aportación. Estoy seguro de que mi actual León 2.0 TDI (sin FAP, sección 205 y casi 210000 km) hace ese recorrido, a ese crucero, con no más de 4.7-4.8 l/100km.
Sr. A de A., si no estoy equivocado el primer 1.6 diesel multiválvulas fue el 1.6 hdi de 110. El cual deriva del 1.4 hdi de 90, tambien multiválvulas. La segunda generacion del 1.6 hdi, con 115 CV pasó a monoarbol y 8 válvulas, posteriormente ya con adblue subia a 120 CV. El próximo 1.5 hdi de 130 recupera el doble arbol.
Sr. de Andrés, enhorabuena por un artículo tan completo y lleno de detalles y conocimientos técnicos . Gracias.
Me gustaría preguntarle de que forma se puede potenciar el motor del Focus ? Gracias de nuevo.
«La línea del acristalamiento lateral es absolutamente idéntica en ambos coches. Probablemente una carrocería de dos puertas en cada lateral, para una batalla en el entorno de 2,65 m y una longitud en el de 4,3 m, no les deje a los diseñadores mucho más margen de maniobra.»
Hola. Somos un VW Golf, un Peugeot 308, un BMW Serie 1, un Renault Megane o un Mercedes Clase A, por citar algunos europeos, y venimos a saludar a AdeA.
«La única conclusión es que, a partir del “VW-gate”, en VAG tienen un lío con los datos de homologación que ni ellos mismos entienden»
Si, la UNICA conclusion es esa, no hay otra. Como cuando Opel miente con la aerodinamica, era la UNICA explicacion. O cuando las marcas dan datos falsos para no dejar mal a algunos equipos de disenyo.
«La zaga del Focus está muy trabajada»
Y fiable, por su motor Honda.
Inventarse la información, opinar sobre diseño en plan maestro barra de bar, especular sobre datos de producción y homologación de los que no se tienen ni puta idea, medir la aerodinámica con papel milimetrado, hacer proyecciones de consumo con cálculos disparatados, no tener en cuenta ni los neumáticos ni las condiciones ambientales de las pruebas, analizar a fondo y sacar punta notas de prensa que no interesan ni a quien las ha escrito… esto debe de ser lo que algunos llaman «los frikis» de la prensa del automóvil, ¿no? Pero en plan güisqui DYC sobre barra de aglomerao.
La caja de cambios manual de 5 velocidades del grupo VAG también está limitada a 250nm.
8.- Es que a lo mejor el público de la prensa del motor es ese, el que quiere eso. Saber lo que no sabe el vecino, poder pensar que menudos mongoles son en tal marca al hacer eso así, añorar tal modelo que ellos no probaron pero que a los periodistas de referencia les gusto mucho, y ultimamente antes todo esto era campo en cualquiera de sus variantes.
O a lo mejor es que lo que nos gustaría es algo parecido a lo que nos cuenta d. Arturo pero bien hecho. Y eso no existe.
@10 Valmhö
Estoy de acuerdo con su ultimo párrafo. Este señor no es perfecto desde luego pero yo no he encontrado nada mejor en España, aunque si otros que me han gustado; Los Luike -padre e hijo-, E Azpilicueta, A. Mallo, F. Roses y algunos otros de los 70-80 que escribían en Autopista, Auto Mecánica y Automóvil. Por supuesto me gusta en general km77 y considero que es a día de hoy lo mejor para leer aunque en mi opinión tenga defectos también.
A hilo de esto si alguien sugiere otros y que sigan en activo me encantaría que lo compartiese.
Cada vez me resulta más desagradable entrar a leer las entradas de este blog, y no por el autor, si no por ciertos comentaristas. Es una pena, pero ellos son los que mandan.
@12. Completamente de acuerdo. Echo en falta a gente que aportaba y resultaba educada, como Ferrer y algún otro. Esos a quien usted se refiere son unos borrokas del teclado, que para una cosa que aportan de interés de vez en cuando, esparcen basura en cada intervención.
Algún día sabremos la razón de tanto odio, porque esa inquina no es normal, deben existir algunas cuentas pendientes de ajustar desde hace años.
Si el blog fuera mío los baneaba directamente y les privaba de darse el gustazo de ver impresa su porquería.
@ 11 Creo que David Ayala sigue escribiendo en periodista motor, a mí me gustaba desde luego.
Y José María Alguersuari, el fundador de Solo Moto, tiene un blog de motos que a mí me parece interesante.
@13 Efectivamente mejor comentaristas que aporten, y si es con buenas maneras pues mucho mejor.
Buen verano para todos
@3 «En cuanto a los premium y a parte de su mayor o incluso mejor imágen social no siempre cumplen lo que prometen, y no son más fiables ni mejor fabricados. Sí que es cierto que en general se tiene acceso a mayores equipamientos y novedades tecnológicas y motores más potentes y sofisticados pero eso sí a un precio que hace pensárselo dos veces antes de comprarlos. Y ya ni siquiera esto es seña de identidad de ellos, ahí están las tracciones totales y motores muy potentes de los generalistas como Seat, Renault y Ford y algunos otros màs.»
Desde mi experiencia personal, no estoy de acuerdo con ello. Durante unos dos años hubo en casa un Mercedes-Benz A220 CDI 7G-DTC y un Alfa Romeo Giulietta 2.0 JTDm TCT (175CV). Son dos coches perfectamente equivalentes, compactos de 5 puertas, traccion delantera, motores diesel de 4 cilindros al entorno de los 170CV y cambios automáticos de doble embrague.
Yo era muy escéptico con los premium, especialmente con coche tipo Audi que más bien consideraba VW glorificados que otra cosa. En resumen, coches con unos acabados pijos y poca cosa más.
Pues bien, después de haber recorrido muchos kilómetros con ambos puedo decirle que el Clase A es un producto muy superior al Giulietta. Sólo había dos aspectos donde el Alfa era superior, confort de marcha (y pienso que es más por reglajes y tarado que no la calidad de la suspensión en si misma) y rumorosidad (calidad, que no cantidad ya que el Mercedes iba muy bien aislado). En todo lo demás (consumo, prestaciones, cambio, calidad interior, equipamiento, frenos etc.) el Clase A era desde como minimo equivalente hasta no haber color.
Claro que el Mercedes costó alrededor de 14.000 € más (también iba un poco más equipado y el Alfa estaba a precio de derribo) y si merece la pena pagar o no es otro debate, pero objetivamente como producto es mejor.
Por otra parte tampoco sé si esta diferencia se mantiene en las versiones bajas de gama, pero sospecho que sí (aunque quizá la diferencia es más pequeña).
@15,
Pues desde mi punto de vista, sabiendo la fiabilidad y calidad de acabados de Alfa, Mercedes, por desgracia hará mejores productos que Alfa pero ambos dejan bastante que desear, me temo.
Ya se apuntó recientemente en Km77 que Mercedes, respecto a calidad e acabados dejaba últimamente bastante que desear con guarnecidos y plásticos en general. Mucho mejores las de un Audi (por ejemplo).
Y si me preguntan, siento decir que la peor experiencia que he tenido al volante en estos últimos años ha sido al volante de un Clase B. Coche más tosco, ruidoso, mal acabado y peor calidad de conducción, con un cambio automático decepcionante y poco fiable fue lo que me encontré. Cualquier Skoda se lo merienda o incluso un Megane plasticoso da mejor sensación general. (Hablo de la anterior generación del Clase B).
Ya tiemblo cuando veo por la calle más de un Mercedes (de clase premium) con motor Renault.
En definitiva. Me temo que Mercedes ya no es referencia en sus gamas bajas y medias. Existen coches con mejor sensación al volante. Un A6 e incluso un Superb diría, transmiten mejores sensaciones.
Slds.
@16 Tengo poca experiencia con las dos primeras generaciones del Clase A, aunque curiosamente hace un par de semanas tuve la ocasión de conducir un A170 automático.
Por lo que recuerdo era un coche más refinado que la primera versión (probé un A160 manual) que sí era bastante deficiente, aunque curiosamente espacioso por dentro.
Pues bien, el de segunda generación no iba mal, especialmente de chasis buen confort pero con un balanceo moderado, eso sí muy subvirador.
La caja de cambios CVT tenía un comportamiento curioso con tendencia a subir y bajar de revoluciones a no ser que se pisara a fondo en cuyo caso si clavaba el motor en el regimen que supongo que debía ser de potencia máxima.
Como resultado los 116CV del motor cundían bastante, sobre todo en rangos de velocidad bajos y medios (por ejemplo en adelantamientos en carreteras de un carril por sentido o en incorporaciones). A alta velocidad al final lo que manda es la potencia así que tampoco había milagros. El motor en si mismo era tirando a «normal» por ruido y vibraciones.
Para poner peros, el interior si que no era de altisima calidad (el coche debía tener unos 10 o 12 años y unos 100.000km), la posición de conducción era un tanto extraña y la caja de cambios era en ocasiones un poco brusca al salir desde parado. Luego a mi personalmente no me gustan mucho las caja de variador (especialmente con motores poco potentes) pero este ya es un tema de apreciación personal.
En cualquier caso, mi experiencia con la actual generación del Clase A es buena, sobretodo en cuanto a calidad y rendimiento. Para poner un ejemplo claro cuando compré el Giulietta había dos unidades al mismo precio, un diesel de 150CV manual y el de 175CV automático por el mismo precio. Yo no era muy partidario del automático, pero siendo de doble embrague y teniendo la experiencia del Mercedes decidí optar por el motor potente.
Fue un error. La caja de cambios puede ser del mismo tipo, pero dista mucho de ser tan rápida y suave como la del Clase A. Y luego está el problema realmente gordo: la gestión electrónica de la caja de cambios del Giulietta es horrorosa hasta el punto de ir muchas veces en modo manual, cosa que nunca me ha pasado con el Mercedes.
Hay un punto flaco en mi argumento y es que solo tengo dos ejemplos muy concretos del segmento C cuando hay muchas opciones en el mercado. He conducido otros coches del segmento, pero no tantos kilómetros como estos dos.
Por lo que sin queres estar ciego o cerrado a otras posibilidades parece ser que es posible que los premium sí que tengan «algo más».
Me gusta ser educado pero dice el refrán que lo cortés no quita lo valiente.
No puedo leer por parte de un periodista de motor con 50 años de bagaje esto y no comentarlo. » ¿O tal vez los demás siguen presentando a homologar coches “trampeados?».
¿Tiene conocimiento el autor del blog de que GM / PSA / Renault / FCA / HKMC / Daimler o BMW y alguno que se me escapará hayan presentado a homologar coches trampeados?. Si lo tiene debería denunciarlo.
@13, efectivamente, aquí hay gato encerrado, quizá simplemente sea una guerra de egos. Me temo que no pasará, pero creo que desde km77.com se debería haber hecho algo al respecto.
@18. Ahora resulta que A. de Andrés no puede exponer sus dudas, más que razonables, sobre un posible ¿fraude? generalizado para homologar los consumos. Creo que usted se la coge con papel de fumar…
16 RRQ, no sé que tiene vd en contra de los motores renault, pero debe de ser de los pocos que no se fía de ese motorista, marcas como Red Bull o Williams sí lo han hecho y con excelentes resultados.
El resultado del Focus me parece bueno.
Sobre el debate premium/generalista, en los coches de empresa que conozco, los premium tienen notablemente más incidencias.
Y las diferencias en tacto van a menos, sobretodo desde que el «lujo» cambió de comodidad y silencio a suspensiones duras, mucho ruido falso de brum-brum, y cambios muy rápidos que acaban dando sacudidas a los 3 años.
@20 Red Bull y Williams …. ¿de verdad nos está comparando los motores de F1 con los motores de calle?. ¿De verdad?. Toma rigor, Paco.
Alejandro del Valle, estoy hablando de motoristas, no de motores. Y si uno de los grandes motoristas se fía del motor 1461 dci por algo será.
Sobre el tema de las cilindradas en las gamas económicas diesel, creo que Ford ha echado un ojo Renault en este caso. El 1.5 dCi es seguramente el motor más económico en consumo en la vida real. Y lo hace a base de sencillez. Poca cilindrada, monoarbol y un turbo equilibrado para el tamaño del motor. Conozco bastante gente con estos motores en sus coches, y sacan consumos de risa. Doy la razón a Arturo en que para prestaciones ya están los 2.0 de más de 150CV. La propia Ford/PSA ha hecho varios retrocesos de diseño al intentar meter más válvulas a su motor económico. Yo mismo conduzco uno de sus 1.6 Tdci 16 válvulas y los dCi me sacarían más de un litro de ahorro en la misma ruta.
He subido en un Clase A de la actual generación motor diésel 136 cv y la verdad es que no aprecié una calidad fuera de lo normal por ninguna parte.
Los motores Renault DCI van muy bien ,otra cosa es que vayan instalados en un Mercedes que venden a precio de Mercedes. Cuando uno paga por un Mercedes o BMW parte del precio va en exclusividad, y si eso no se cumple.
Mi opinión personal es que en los premium se nota la diferencia en las gamas medio altas por posibilidades de equipamiento. finura y también precio. Digamos a partir de un Serie 3, o clase C por lo menos. Y eso gastándose el dinero porque si compramos un pequeño tres cilindros de origen generalista pues no se yo…
En cuanto a los Alfa, desconozco su calidad actual pero sí que tengo referencias directas de dos Alfa 33 que consumían bastante aceite, la dirección se salía de cotas, el cambio era duro, etc. No se puede extrapolar ni generalizar desde luego.
Y también creo que la diferencia entre generalistas y premium se ha reducido mucho en los últimos años
@19 Javier, ¿con papel de fumar?. No perdone, con papel de lija
¿Sabe cuanto le está costando el asunto a VAG?.
¿Dudas razonables basadas en que?.
@25 «Y eso gastándose el dinero porque si compramos un pequeño tres cilindros de origen generalista pues no se yo…»
El otro coche que hay en casa es un Smart Forfour Turbo automático. Me encantaría echarle mano a un Twingo TCe automático y ver cuales son las diferencias en un uso real.
@23, estimado Manolo XVI, obviamente comparar motores o motoristas (como quiera llamarlo) entre vehículos de altas prestaciones y genéricos es un error grave. Nada te habilita o te hace mejor motorista por fabricar motores para la F1. Sencillamente dice que puede hacerlos, nada más.
Pero sí es cierto que tengo cierta inquina a los motores de Renault de última hornada. Ello es sólo una apreciación personal que nada dice al respecto. Saben que no soy docto en nada aunque mi experiencia con ellos ha sido mala. He tenido varios y son motores en líneas generales con vida muy limitada (aunque siempre saltará el que diga que tiene un dCI con 500.000Kms, como no). No digo que no sean más refinados que muchos (ejemplo algún Tdi) o tenga mejores consumos que un (DiD) pero no, no me parecen motores en líneas generales especialmente fiables.
Respecto a los CVT, Sr. Ferrer coincido con usted en casi todo. A mi tampoco me gustan aunque sean más fiables que los actuales de doble embrague pero es que el pobre Mercedes W245 B170 era tosco. De los peores CVT que tuve en mis manos, claro que para gustos, colores.
@25. Enrique. Opino igual.
Saludos cordiales.
@14 Enrique
Gracias por la información.
Efectivamente David Ayala tiene ese blog aunque ahora dentro de su propia web (motorgiga). Particularmente me parece mediocre pero me gusta la amplitud de las video pruebas que realiza; esto te da una perspectiva de imágenes y su contexto muy buena.
Por cierto y aunque no tenga nada que ver, en una de sus últimas video pruebas -la del Insignia- he visto algo que hacía mucho pero que mucho tiempo que añoraba………un cuadro de instrumentos con voltímetro y termómetro de aceite, ambos analógicos aunque esto es lo de menos. Bien por Opel
@26, usted que es tan listo, ya debería haberse dado cuenta, así que no le daré el gusto.
Y por cierto, me importa un bledo lo que le cueste esto a VAG. Para discutir sobre eso le sugiero que pregunte a los otros pedantes del blog.
Saludos.
@23 Manolo xvi, estoy hablando de motoristas, no de motores.
Tampoco creerá que el mismo equipo que diseñó el motor D7D de 999cm3 y ocho válvulas del Twingo hizo el motor del F1 de Alonso. Digo.
Habla usted de los motoristas como si hubiese un chef Michelin que hace todos los platos en Renault: camiones, furgonetas, turismos, competición y F1.
Como aportación de datos sin más.
Bmw 116d automático.
Es el motor de tres cilindros.
120.000 kms en dos años.
6.6 litros a los 100 de media.
Una avería, el radiador de la egr se ha perforado. Sustitución en garantía.
Por lo demás una maravilla.
Pd: El coche va siempre a todo lo que da, que es mucho, le cambié los discos de freno delanteros por otros de mejor rendimiento.
Por ponerle un pero.
@32 6,74l/100km en mi Alfa, 70-75% de autopista usualmente a velocidades de dos puntos . El resto repartido entre ciudad, carreteras de circunvalación y de montaña/comarcales.
A mi el Alfa no me parecía especialmente económico, pero visto lo visto igual no está mal…
Por cierto.
He gastado 3 juegos de continental.
Perfectas en seco pésimas con agua.
He montado unas lassa a ver como van.
En seco mal.
Pero oh sorpresa, en mojado van mejores que las conti.
Son mucho mas baratas.
Jose, para hacer kilómetros mejor el X5 ¿No?
Eso de las Lassa….. no le imaginaba yo a usted cayendo tan bajo. En serio. No se lo tendré en cuenta.
Estoy aburrido de ver BMW’s con ruedas raras, muy limpios y relucientes, pero con ruedas raras (y todos de gasoil claro), ¿Por qué será? ¿Son incompatibles esos coches con la ruedas güenas? Cosas que tiene este país.
Para reducir consumos y emisiones de CO2, estos modernos motores 1.5-1.6d son ideales, pero para reducir emisiones de NOx y partículas, creo que los antiguos 2.0-2.5d resultaban más óptimos, ya que seguro que no necesitaban tantos dispositivos anticontaminación (EGR, FAP, Adblue,…), al generar su potencia a temperaturas y presiones más bajas, y con mezcla más homogénea. ¿Volverán los fabricantes a apostar por motores Diesel de más cilindrada, ahora que parece que la población es más consciente de los riesgos para la salud de los NOx y partículas, o se irán progresivamente extinguiendo en favor de los de gas (GLP, GNC,…), híbridos o eléctricos?
Saludos
@35 ej
Si le hago kms al serie 1 es porque me encanta.
Es sencillamente adictivo.
Las Lassa cumplen perfectamente para el 90% de los usuarios.
He montado michelines que han ido francamente peor costando el doble.
Me gustan las continental y volveré a ellas.
@36 Vicente
No creo que se de el camino inverso.
Gastan poco, andan muchísimo (recomiendo probar) y se ahorran kilos y espacio.
El ralentí es feo pero en marcha ruedan perfectos y no hay ruidos extraños.
Mueve en este caso un desarrollo de 66 kms por hora en 8ª velocidad y en combinación con el cambio automático el resultado es muy bueno.
Si a este motor le extraen 150cv y 35 mkg, mueve la mitad de la gama de cualquier marca.
y opino que es cuestión de tiempo.
@37,
Joder, que triste. Si no puede mantener los BMWs, vendalos y compre algo mas acorde con sus posibilidades. Pero no monte unas ruedas de mierda («Las Lassa cumplen perfectamente para el 90% de los usuarios» –> comentario TOP).
Y Mercedes, a todo esto, ha quebrado ya?
https://www.daimler.com/dokumente/investoren/praesentationen/daimler-ir-corporatepresentation-q2-2017.pdf
No lo parece mucho…
Hola 38
Espero que no le parezca mal que haga (yo) lo que estime oportuno.
Y no esté triste hombre (o lo que quiera vd que sea).
La expresión «ruedas de mierda» sin duda tiene una base técnica tratándose de Vd.
¿me la puede documentar por favor?
Mercedes bien. Está con los niños en la playa estos días.
Con su permiso.
El escándalo vag , se nota, me explico.
En los últimos tres años he tenido un seat León st skyle dsd, que lo he cambiado por otro igual, pero de la nueva generación.
En teoría el nuevo es más potente ,pasa de 105 a 115cv, y más rápido tardando un segundo menos en el 0-100 y con consumos parecidos.
La realidad es que en 170.000kms a 130 en autovía el coche nunca gastó más de 4,8 litros , cifra real y el ordenador mentía sólo 0,2 l/100 y con una aceleracion de 0-100 en 12,6 aprox.
La sorpresa viene con el modelo nuevo, para empezar el ordenador de consumo ya miente 0,4 de más, la aceleración del 0-100 es de 12,8 y el consumo medio en las mismas condiciones que el anterior es de 5,6.
Algo han tenido que modificar en la gestión electrónica.
Son ruedas para sunday drivers.
http://www.tyrereviews.co.uk/Tyre/Lassa/Impetus-Sport.htm
La primera opinión no tiene desperdicio: A very poor choice of tyre, road noise is terrible, wet handling is awful.the only positives of this tyre is they wear well, but that is it, obviously they are cheap for a reason!!!!
I used to have eagle f1 assy on my car and I will definately be going back to them for my next set of 4 tyres .they just have very poor grip,whether its wet or dry.i guess I expected to much from the the tyre,but in my opinion,if you I’ve your driving and at times can be enthusiastic,then this is definately not the tyre for you,as I have found out….And as stated earlier,the tyre noise at slow speeds etc is terrible.I will be a happy man when these tyres need replacing,the are shockingly poor in all driving conditions,well unless you are a Sunday driver,but then you will have to endure the noise!!!
@41 Lo mejor de todo es que quién alaga esas ruedas defiende el uso de coches de tracción total porque aumentan la seguridad.
Empezaba a pensar que no habría respuesta.
Vamos señores echen su cuarto a espadas.
@42 Con h de cicane.
Sr. A. de A.:
Confunde usted condiciones climatológicas con condiciones meteorológicas. Se lo comento porque sé de lo preciso que le gusta ser.
Saludos.
@jose Parece que el «nuevo» SEAT León va a hacer el «camino inverso», y va a substituir el 1.6d 115 (diámetro 79,5 mm, carrera 80,5 mm), por un 2.0d 115 (diámetro 81 mm, carrera 95,5 mm, con unas medidas muy parecidas a las del antiguo 1.9d: diámetro 79,5 mm, carrera 95,5 mm)…
Y parece que VW no es el único que va a desandar el camino: el antiguo 1.5d de Mazda, ha dado paso a un 1.8d: el 1.6d de Renault, pasa a ser un 1.7d… y éste, parece que antes o después, también substituirá al 1.5d;…
Y en el caso de PSA-Opel-FCA, el 1.5d de 4 cilindros de PSA, el 1.5d de 3 cilindros de Opel, y los 1.6d y 1.3d (ambos de 4 cilindros) de FCA, supongo que no tardarán demasiado en «fusionarse», dando origen a un «nuevo» motor Diesel, que pueda competir con los 2.0d de VW y 1.7d de Renault…
Reducir peso, espacio, consumos y emisiones de CO2, y sobre todo costes, fabricando «pequeños» 1.3d, 1.4d, 1.5d, 1.6d, está «bien»… Pero ser algo más «generosos», y fabricar motores un poco más «grandes», o mejor catalizados, o hibridados eléctricamente, que emitan muchos menos g NOx/km, creo que está «mejor», sobre todo si van a circular por grandes urbes.
Saludos