Tras de un cambio de fechas, debido a problemas de agenda de la persona que iba a presidir el acto, el pasado viernes 19 de Mayo acabé recibiendo la invitación definitiva:
“Tenemos el gusto de enviarle la invitación al acto de presentación del trabajo de investigación, realizado dentro de la Cátedra Eduardo Barreiros-UPM, “Mujeres Conductoras en España. Implicación en Accidentes de Tráfico y Comparación con los Conductores Varones”, que, bajo la presidencia de la Excma. Sra. Dña. Ana Pastor, Presidenta del Congreso de los Diputados, tendrá lugar el lunes 29 de mayo, a las 13:00h, en el Auditorio de Fundación MAPFRE en el Paseo de Recoletos nº 23 de Madrid.
Un abrazo, Mariluz Barreiros Presidenta Fundación Eduardo Barreiros”.
Con cierta frecuencia asisto a los actos relacionados con el mundo de la automoción que se celebran en dicho Auditorio, puesto que MAPFRE tiene una actividad destacada en el campo de la Seguridad Vial. Y a este acto no podía permitirme el lujo de faltar, tanto por el cargo de quien iba a presidir el acto (ahí es nada, estar “presidido” por la misma persona que también lo hace para todo el arco parlamentario, de Mariano Rajoy a Pablo Iglesias), como por el tema del estudio, que siempre me ha parecido muy sugerente y generador de encendidas polémicas, en las que por lo general se esgrimen muchas más opiniones preconcebidas que argumentos razonados.
El tema de encuestas e informes me fascina; bien lo saben Vds. Una encuesta es una herramienta valiosa pero también muy peligrosa, cuando no hay plena certeza –y es muy difícil tenerla- de que ha sido realizada con las mayores garantías. Porque luego nos aplastan con el peso de “lo dice tal o cual encuesta”, y no tenemos más argumento para rebatir un resultado que nos huele a chamusquina que decir “pues a mí me da en la nariz que eso no es así”. Por ello, no transijo con encuestas o informes a los que les encuentras los pies de barro, a poco que escarbes; y especialmente cuando se ha invertido dinero (a veces mucho) para dotarlos de medios suficientes como para conseguir unos datos de los que “van a misa”. Porque una cosa es dar una conferencia exponiendo una opinión personal, que se puede compartir o no, y otra presentar un informe/encuesta como argumento irrebatible.
Así que todo parecía indicar que, por fin, íbamos a tener un estudio en serio sobre la cuestión de mujeres frente a hombres, puestos al volante unas y otros. Estudio realizado, a lo largo de varios años, por un equipo de cuatro ingenieros (una mujer y tres hombres), miembros del INSIA (Instituto Universitario de Investigación del Automóvil, integrado en la Universidad Politécnica de Madrid), bajo los auspicios económicos de la citada Cátedra Eduardo Barreiros. Y el estudio es serio; vaya si lo es: en la pantalla aparecieron docenas y docenas de cuadros estadísticos, analizando los múltiples aspectos de la comparación objeto del estudio.
Resultaba absolutamente imposible intentar tomar notas, habida cuenta de la cantidad de datos y porcentajes, y de la velocidad a la que pasaban. Pero, al menos en principio, esto no debería suponer mayor problema: en conversación mantenida “fuera de carta” (como en los restaurantes) con la ingeniera correalizadora y presentadora del estudio, se nos aseguró -a los poquísimos que nos acercamos para puntualizar algunos aspectos- que en nuestro correo recibiríamos el estudio al completo. En efecto, si estábamos localizados para recibir la invitación, también lo estábamos para lo mismo con el estudio, pensé yo.
No obstante, una primera nube negra apareció en el horizonte cuando un colega, en dicha conversación post-presentación, preguntó si se habían utilizado algunos datos más que los de la DGT (Dirección General de Tráfico), referencia que aparecía habitualmente en casi todos los cuadros. Y en concreto, se refirió a UNESPA como posible suministradora de dichos datos complementarios. UNESPA, como probablemente sabe la gran mayoría de nuestros lectores, es la Unión Española de entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, en la que se integran 223 entidades, las cuales gestionan el 96,22% del mercado español del Seguro. Pues bien, la respuesta fue que no; los únicos datos consultados habían sido los de la DGT.
Esta respuesta me pareció sorprendente de primeras, y preocupante de segundas. Porque, con todos los respetos para la DGT, hay alguien que también sabe mucho de accidentes de tráfico en España, y es UNESPA, ya que aquí se juega dinero de por medio. Y así como hay accidentes que sólo la DGT conoce –vehículos implicados sin seguro alguno, o de un único vehículo con seguro a terceros-, hay muchos otros que sí pasan por las compañías de seguros, pero sin que se haya levantado atestado de los mismos. Y algunos otros de los que se tiene conocimiento a través del Fondo de Compensación, y de los que también podría no haber atestado. Pues todos ellos también son accidentes, sean más o menos graves, y tener conocimiento de los mismos daría una panorámica indudablemente mucho más completa de cara a la comparación que era el objeto de tan laborioso trabajo.
Posteriormente se ha ido formando la tercera (sí, tercera) nube negra; el prometido envío por correo todavía lo estoy esperando, y han transcurrido tres semanas desde la presentación hasta el momento en el que redacto este párrafo. No sé de qué sirve montar un acto con tanto boato, si luego no se comunican a los medios los resultados completos. Salvo que se tratase de un acto básicamente social, para que la información que pudiera aparecer citase nombres conocidos de personajes con repercusión mediática, y acabar diciendo que la conclusión era que las mujeres conducen igual de bien, o incluso mejor que los hombres; conclusión que es la que yo acabé sacando de lo que oí, aunque no de lo que aparecía en algunos cuadros.
Naturalmente, más de uno podría plantearse que yo debería haber reclamado el envío del estudio, y que probablemente me lo hubiesen hecho llegar; y sin duda es así en ambos casos. Pero es que para cuando salí de las instalaciones de MAPFRE, tras del cocktail posterior a la presentación, ya tenía claro que el informe apenas me serviría para nada; y digo apenas porque había dos datos que conservo de memoria y que sí me parecen muy significativos. Pero la clave de por qué el estudio ya no me interesaba reside en la segunda nube negra, que también apareció en la conversación con la presentadora, en respuesta a la pregunta que yo ya tenía preparada en la recámara para el turno de preguntas, pero que quedó inédita para la inmensa mayoría de asistentes, al no tener lugar dicho turno.
Según iba avanzando la presentación, yo cada vez iba viendo más y más claro que sin una respuesta para la pregunta que me rondaba por la cabeza, el estudio se venía abajo. Así que la planteé en esa conversación posterior; y la pregunta era la siguiente:
“¿Han tenido Vds en cuenta el kilometraje medio anual que recorre la mujer conductora frente al de su oponente masculino?”
La respuesta fue brutalmente sincera, y se me quedó grabada; hasta el punto de que puedo reproducirla textualmente, porque fue corta y concisa:
“Mataría por disponer de ese dato”. No puedo asegurar que dijese “disponer de” en vez de “tener”; pero el resto es absolutamente textual.
O sea que un estudio que ha ocupado (no sé si a tiempo completo) a cuatro ingenieros del INSIA durante varios años, y cuyo objetivo fundamental y casi único era comparar la siniestralidad de la mujer conductora frente a la de su equivalente masculino, se ha realizado utilizando, en primer lugar, únicamente los datos de la DGT y sin añadir los de las aseguradoras; y finalmente, sin tener en cuenta que la mujer pudiera conducir en promedio la mitad de kilómetros anuales que el hombre. Y me da igual decir la mitad que el doble, la tercera parte o el triple. La cuestión es que, sin ese dato, los porcentajes realmente significativos se van al carajo; porque para conocer la auténtica realidad habría que -según el enfoque de cada comparación- multiplicarlos, o dividirlos, por dos o por tres, o por lo que corresponda.
Pero la realidad es que todo el trabajo se apoya en datos absolutos: accidentes protagonizados por conductores de uno u otro sexo, obviando olímpicamente el kilometraje medio de cada colectivo. Por supuesto, sí se ha tenido en cuenta –para algunas comparaciones y porque el dato es fácil de conseguir- el número de permisos de conducir para mujeres y hombres, año tras año, a lo largo de la época de los datos tabulados. Y luego la siniestralidad se ha ajustado en función de dicha proporción; pero, desde luego, sin tener en cuenta el kilometraje medio recorrido por unas y otros.
Por supuesto, no parece que el estudio pretenda analizar de forma global el impacto en la accidentalidad que tiene el colectivo femenino frente al masculino, sin importar el nivel medio de presencia sobre el asfalto de uno y otro. Sería como si se tratase de un partido de fútbol de “mujeres contra hombres”, sin importar cuantos jugadores saltan al campo por uno u otro equipo, ni su tiempo de permanencia sobre el césped. Pero lo que sí resulta bastante evidente es que la corrección comparativa y unitaria se debe medir en base al kilometraje medio anual de cada colectivo; aunque se podría hacer (pero sería mucho más difícil todavía) en función del tiempo real de permanencia al volante; y tendríamos datos de siniestralidad por hora de conducción, en vez de por kilómetro recorrido.
Por supuesto que, puestos a afinar, además de kilometraje y tiempo de permanencia al volante, también se podría añadir el dato del porcentaje de conducción en núcleo urbano, en perímetro metropolitano (básicamente de las grandes urbes), y en carretera, separando en este último caso -puestos a ser exquisitos- entre carretera convencional y vía de sentidos separados por una mediana. Pero si para conseguir el kilometraje medio haría falta matar (es evidente que en sentido figurado), para conseguir el tiempo de conducción y los tipos de calzada utilizados llegaríamos casi al genocidio (también en sentido figurado). Lo cual nos lleva a que lo del kilometraje medio, sin más, ya sería una más que válida corrección comparativa de los valores globales, y daría un resultado suficientemente significativo.
Y para conseguir ese dato están las encuestas; ésta no habría sido ni más ni menos difícil que tantas otras; es cuestión de medios y de tiempo. Porque el estudio que se ha hecho es más bien una tabulación de datos ajenos (de la DGT), y no una labor de elaboración propia; al margen del trabajo estadístico, nada despreciable por otra parte. Pero no ha habido ningún trabajo de campo, que es lo que habría hecho falta –sin matar a nadie- para conseguir ese dato tan crucial. Un montón de becarios (lo mejor pagados posible) preguntando en los semáforos, o en las estaciones de servicio, o en los peajes, o en los atascos, cuántos kilómetros cree cada entrevistado que recorre al año, en promedio.
Por supuesto que las respuestas a la encuesta serían de lo menos fiables, al menos a nivel individual; pero compensando unos datos con otros, la “ley de los grandes números” –o la curva de Gauss si se prefiere- nos darían algo aceptablemente próximo a la realidad. Todo es cuestión de hacer muchos, muchos miles de entrevistas (de una única pregunta) y no unos pocos cientos. Todavía no estamos en la época de disponer de Big Data (¿o sí, al menos para algunos asuntos?); pero con la simple encuesta habría bastado, al menos, para que este trabajo sirviese, a su vez, para algo.
Lo asombroso es que conociendo, y desde un principio, que el factor del kilometraje medio es fundamental para que el estudio tenga algún valor –de lo contrario no tendría sentido “matar” por conseguirlo-, y a pesar de ello, se haya seguido adelante alegremente con el proyecto durante varios años. Esto me recuerda la cínica expresión relativa al trabajo periodístico: “No dejes que la realidad te estropee un buen titular”.
No sé cual ha sido el presupuesto que la Fundación Barreiros ha invertido para la realización del estudio; simplemente escuché el agradecimiento a la misma y el reconocimiento de que, sin su apoyo, no hubiese sido posible su realización. Y al margen de los emolumentos de los realizadores, y de algún equipo informático (humano y material) para la realización de los cálculos, no se me alcanzan más gastos. Pues hubiese valido la pena añadir el de los equipos de encuestadores, porque así tendríamos en las manos un trabajo válido, y no el vacío absoluto.
Aunque, como ya he dicho antes, recuerdo un par de datos que sí me sirven; pero antes de glosarlos comentaré cómo se trató un tercero de entre los muchos aparecidos en pantalla. Se trataba, en el caso de accidentes ocurridos fuera del ámbito urbano, de cotejar el número medio de víctimas (heridos o muertos) entre los ocupantes, según que condujese el vehículo un hombre o una mujer. El resultado era bastante superior en el caso de que condujese un hombre. Pues la deducción –apoyada con amplios movimientos de cabeza en señal de aquiescencia por gran parte de los (y no digamos las) asistentes a la presentación- es que esto se debía a la mayor velocidad a la que conduce el hombre, y al mayor nivel de riesgo que asume al conducir.
Como no hubo preguntas al final, no pude hacer notar el hecho de que, cuando un coche viaja en carretera con las plazas ocupadas en buena o total parte de su capacidad (viaje habitualmente familiar, o de grupo de amigos), es más que evidente que suele ser un hombre (el padre en el caso familiar) el que conduce. La causa de que sea así es otra cuestión; el hecho en sí, irrebatible; por lo cual, a coche más ocupado, más víctimas para un mismo accidente. Pues con este tipo de planteamiento se fue conformando un caldo de cultivo para llegar al resultado previsto de antemano: la mujer conduce igual de bien, o mejor que el hombre. Lo que se puede entender por “conducir” lo dejo para el cierre de esta entrada; pero ahora vamos a los dos datos que ya he reseñado como interesantes.
Uno de ellos era el de los accidentes por alcance; se entiende por tal cuando un vehículo embiste por detrás a otro, que está ya parado o que al menos circula a menor velocidad que el que llega por detrás. No se hacía, que yo recuerde, distinción entre zona urbana o carretera, aunque la más elemental observación de lo que ocurre en el tráfico nos lleva a deducir que el ámbito de dichos accidentes es el tráfico urbano; y también los atascos, más o menos inesperados, en carretera o sobre todo autovía. Pues bien, en estos accidentes, el porcentaje de conductores implicados, sin tener que recurrir al kilometraje medio (por otra parte no disponible, como ya sabemos), era claramente superior en el caso de las mujeres.
Segundo dato: salidas de la vía de un único vehículo, sin implicación de terceros, una vez en vía extraurbana (carretera o autovía). Creo que el dato arrojaba un 21% superior en el caso de las mujeres; no estoy seguro del dato, que reproduzco fiándome de mi memoria; pero en cualquier caso, era bastante superior al de los hombres.
Única conclusión posible: a pesar de circular habitualmente más despacio (hecho aceptado por el informe, los asistentes al acto y creo que por la mayoría de la ciudadanía), y según algunos con mayor prudencia (más sobre esto al final) las mujeres se “tragan” al coche de delante, y se salen de la carretera sin que en ello intervenga otro vehículo, con bastante más frecuencia que los hombres. Y repito una y otra vez, sin tener en cuenta el kilometraje medio anual; con él, sería todavía mucho peor.
Llegados a este punto, y para dilucidar lo de “quien conduce mejor”, creo indispensable aclarar la diferencia entre dos aspectos fundamentales de la utilización del automóvil: el puro y simple “manejo” del mismo, y la interacción con los demás usuarios de la vía, en un entorno que puede ir de los diez a los trescientos metros, según el tipo de vía y la velocidad operativa. Según quien sea el opinante, cada cual pondrá más énfasis en uno u otro de los aspectos, y probablemente para volcar el resultado hacia el lado que ya tiene decidido de antemano. Pero lo cierto es que establecer un porcentaje entre manejo e interacción, para decidir luego quien es el mejor conductor, resulta imposible; ya que depende de presupuestos previos, como valorar más o menos el promedio conseguido en el desplazamiento (el automóvil tiene como uno de sus mayores objetivos hacer ganar tiempo), el consumo realizado (a igualdad de coche), el margen de seguridad respecto a los propias capacidades (reales, y no subjetivas) y las potenciales situaciones de peligro por las que se atraviesa o se crean.
¿Cómo conducen las mujeres? Lo único que se desprende de los cuadros del informe que yo recuerdo haber visto más o menos fugazmente en pantalla, es lo ya reseñado: manejan más lento y peor, y esas dos estadísticas citadas no dejan lugar a muchas dudas. Pero ese no es el único criterio, y el de la accidentalidad debe tenerse muy en cuenta. Ahora bien, hasta que no se disponga de ese dato por el que valdría la pena matar (en sentido figurado), no sabremos realmente cuánto más seguras son -si es que lo son- las mujeres que los hombres. Y ese resultado habría que balancearlo con el de alcances y salidas de carretera, entre otros. Porque una cosa es ser prudente, y otra muy distinta ser seguro.
Mientras tanto, yo me quedo con lo que la observación cotidiana, a través de muchas décadas de conducción y varios millones de km recorridos, me ha permitido ir acumulando como experiencia. Y dicho sea de paso, pero antes que nada, proclamo que la situación ha ido mejorando paulatina pero constantemente. Pero ¿cómo lo hacen, en mi opinión? Pues lo diré, dejando bien claro que hablo, como no debe ser de otra manera (porque para muchos sí puede ser de otra manera) en función del promedio estadístico de lo que he ido viendo a lo largo de este tiempo.
Pues bien, en promedio repito, manejan con menos soltura (si por prudencia o impericia, no lo sé, aunque pueda sospecharlo), circulan algo más despacio, obstruyen más (involuntariamente en la mayoría de los casos), aparcan igual de mal o incluso un poco peor que los hombres, y son algo más impredecibles en sus actuaciones: giros, desvíos, cambio de carril, señales con los intermitentes. Es decir, que manejan más lento y con menos soltura (peor técnica de conducción, dicho de modo más preciso), pero ello tamizado a través de una mayor prudencia, entendiendo por tal cierta desconfianza tanto en su propia capacidad de manejo como en la de atreverse a predecir los comportamientos del resto de los usuarios.
Para poder ser más precisos, están muy bien los datos manejados en este exhaustivo informe, estarían mejor cruzados con los datos que pudiera facilitar UNESPA, y el conjunto de ambos quedaría perfecto cuando alguien se atreva a hacer, pero bien hecha, la encuesta que permita conocer el kilometraje media anual que cubren al volante los colectivos femenino y masculino. El volumen de cada colectivo, obviamente, es bien conocido. Y con todo ello, una vez sacados los oportunos porcentajes, únicamente podríamos dictaminar cual de los dos tiene, unitariamente y por kilómetro recorrido, menor siniestralidad. Porque lo de “conducir mejor” seguiría estando en función de cómo valorásemos los datos de promedio conseguido, ocupación y obstrucción de la calzada, y sensación de manejo errático que unas y otros difundan en su entorno más o menos próximo. Y para impartir esos coeficientes correctores, tendríamos organizado un lío probablemente más complejo que el de la siniestralidad; y con toda seguridad, todavía más difícil de resolver a plena satisfacción de todos.
Estoy de acuerdo con su apreciacion global. No disponer de un dato tan basico como el numero de kilometros conducidos hace que el estudio sirva de bien poco.
Pero ahora planteese dos cosas:
1. A que el «estudio» venia a decir que las mujeres tenian menos accidentes? Lo contrario hubiese sido machismo, heteropatriarcado y falocentrismo. Y eso no se lleva.
2. Lo desconozco, pero posiblemente el estudio estuviese financiado / subvencionado por alquien. Y aunque no lo estuviese, no se si se han fijado en la cantidad de chorradas en las cuales se tira el dinero de las subvenciones. La mayor parte, asignadas a dedo por mamandurrias politicas.
Y creen vds. que habida cuenta de la falta de un dato basico para desarrollar el estudio alguien va a decir: «senyores, esto no tiene sentido, vamos a hacer algo mas productivo y no a perder el tiempo»?
No. Claro que no.
Aqui esta la subvencion (en caso que la hubiera), aqui estan los datos, vamos a cotejar, A con B, B con C… y ya esta. Que no sirven los resultados? Es igual, ya he hecho mi ejercicio de boxticking, he cumplido con la ISO 9001 y ya puedo ir a reclamar la subvencion. Ahora hago un evento donde espero que vengan a comerme el rabo y ya esta. Ah, y de paso dire que las mujeres tienen menos accidentes, que asi podre justificar en la solicitud de subvencion que «tengo en cuenta aspectos de diversidad de genero».
A la mierda ya, hombre.
¡Puajjjj que asco!
¡Seguro que ustedes hasta conducen con las piernas abiertas!
¡Machistas!
Para hacer un informe en base a unos datos que son públicos y cualquiera puede encontrar en internet (los de la DGT), no hace falta 4 ingenieros.
Basta un estudiante de ingeniería que quiera hacer ese informe como su Proyecto de Fin de Carrera (actualmente «proyecto de fin de grado»).
La utilidad habría sido la misma: CERO.
Pero habría sido gratis.
Además de la pérdida de dinero de una fundación en un estudio estúpido (que podría ser interesante, pero que viene ya tan viciado de origen que es imposible salvarlo), está la pérdida de tiempo de políticos (Ana Pastor) que tienen cargos importantes y deberían dedicar su tiempo a otra cosa, y no a figurar en un estudio que está chachi, porque demuestra que las conductoras conducen tan bien o mejor que los hombres.
(defender lo contrario sería un escándalo).
Alguna observación personal:
Tengo carnet desde hace 25 años.
Mi mujer lo tiene desde hace 10 años.
Llevo recorridos cientos de miles de km.
Mi mujer debe haber recorrido unos pocos cientos. No debe llegar ni a mil.
Conduzco cada día.
Mi mujer no conduce desde hace 3 años.
Me consta que no es una rareza. Cuando tengo compañeros que comparten coche, cuando entre ellos hay hombres y mujeres, en la inmensa mayoría de los casos, quien conduce es el hombre, y se trae el coche del hombre.
Y eso es independiente de la edad.
En la inmensa mayoría de casos en los que un coche es compartido por hombres y mujeres, quienes conducen son hombres.
En un futuro (no sé si lejano o cercano), de automóvil interconectado y capacidades Big Data, cada vehículo debería ser capaz de proporcionar información sobre cuantos pasajeros van a bordo, quien conduce y por tanto su género, y cuantos kms se han recorrido de esa manera. También la tipología de trayectos (cortos, largos), etc.
Combinado con datos de GPS, cuantos de ellos son urbanos o por carretera.
También con horario específico o sensor de luz, kms de conducción diurna/nocturna. Sensor de lluvia (kms con lluvia o no).
Y así sucesivamente, incluyendo cualesquiera sensores adicionales que se desee (cámaras, etc).
No sé si lo veremos.
Yo creo que tecnología para ello ya existe… otra cosa es que al usuario no le haga gracia entregar datos de este estilo (por ejemplo porque también se pueden proporcionar datos de velocidad y se metan de por medio las aseguradoras o la DGT…), que las marcas no se involucren porque les dé miedo la reacción adversa de los potenciales compradores, o que no haya voluntad desde las instituciones para impulsar un sistema unificado para ello.
@4,
«En un futuro (no sé si lejano o cercano), de automóvil interconectado y capacidades Big Data, cada vehículo debería ser capaz de proporcionar información sobre cuantos pasajeros van a bordo, quien conduce y por tanto su género»
El coche sera capaz de conducir de forma autonoma, de estar conectado y tener capacidades Big Data.
Pero determinar el genero de quien conduce, eso si que no. Que se cree vd., que es tan facil como «hombre» o «mujer»? Estamos locos? Quiere asignar vd. genero en funcion de su apariencia, de si tiene pene o no? Que pasa con los CIS, los trans, los animalistas o los que se sienten un tejon encerrado en el cuerpo de una mujer de 40 anyos?
Eso si que es un reto para la tecnologia.
4 y 5. De verdad no les da miedo que el PODER (así, con mayúsculas, el único que existe en el capitalismo) nos pueda tener tan controlados?
Aún si ese control lo ejerciera un estado totalmente democrático (algo utópico en la actualidad) ….
Si, por eso conservo lo mejor que puedo mi actual coche tonto 😉
D. Arturo, esto se publica un Viernes para echar unas risas. La España que somos.
Siempre quise tener una pareja (femenina) que condujera.
La 1ª no tenía carnet.
La 2ª lo tenía oxidado.
La 3ª lo tenía, lo usa, y conduce los 2 coches de casa.
Eso sí, al salir de casa para recorridos de ocio (independientemente de que coche se use) me encuentro:
1º, 45 kilos de perro en el maletero
2º, mi parienta esperando para cerrar el portal del jardín
3º, el asiento del conductor vacío y unas llaves en el contacto.
¿Será que tardo mucho en salir de casa?
Resultados.
40.000 km año yo / 7.000 ella.
Accidentes con daños personales 0 yo, 1 ella.
Alguien mas se anima a dar sus datos? con 100 resultados ya podemos decir el XXX% de los encuestados….
Por lo que se ve es el típico estudio hecho con un resultado final en mente: decir que las mujeres son iguales o mejores que los hombres, una afirmación muy del agrado de la población actual. Hay que constatar como sea que la mujer no está por debajo del hombre en ninguna circunstancia, o de lo contrario será tachado de machista, cavernario, heteropatriarca y poco menos que de cerdo animal.
Bajo mi experiencia como conductor, y emitiendo una opinión de «cuñado» total, creo que las mujeres en general conducen peor por algo que constata el susodicho informe: manejo del vehículo. Eso no quita para que haya energúmenos del género que sea, pero mi apreciación personal es que «molestan» más que los hombres, y es algo que constato yo … y mi propia mujer.
Saludos.
@9,
A mi lo que me sorprende es lo sesgado del estudio. Que pasa con los…
Asexual
Female to male trans man
Female to male transgender man
Female to male transsexual man
F2M
Gender neutral
Hermaphrodite
Intersex man
Intersex person
Intersex woman
Male to female trans woman
Male to female transgender woman
Male to female transsexual woman
M2F
Polygender
T* man
T* woman
Two* person
Two-spirit person
Agender
Androgyne
Androgynes
Androgynous
Bigender
Cis
Cis Female
Cis Male
Cis Man
Cis Woman
Cisgender
Cisgender Female
Cisgender Male
Cisgender Man
Cisgender Woman
Female to Male
FTM
Gender Fluid
Gender Nonconforming
Gender Questioning
Gender Variant
Genderqueer
Intersex
Male to Female
MTF
Neither
Neutrois
Non-binary
Other
Pangender
Trans
Trans Female
Trans Male
Trans Man
Trans Person
Trans*Female
Trans*Male
Trans*Man
Trans*Person
Trans*Woman
Transexual
Transexual Female
Transexual Male
Transexual Man
Transexual Person
Transexual Woman
Transgender Female
Transgender Person
Transmasculine
Two-spirit
Eh? Eh? Puede vd. afirmar que un Male to Female TransWoman tiene menos accidentes que un non-binary?
@11 Los antenistas que no tienen la ñ en su teclado, ¿se consideran otro genero más? Debería.
Moderense caballeros, que como por algun imposible pase por aqui alguna parienta, van a pagar sus palabras muy caras.
Y cierto es que la posibilidad de que una femina pase por este blog es remota, una capacidad innegable de que disponen, a parte de no conducir bien, es el de la oportu idad.
D. Arturo: a las compañias de seguros les importa el numero de accidentes por prima. Por tanto el numero de km año es un dato irrelevante.
Nada une tanto como el machismo, hasta el antenista cascarrabias pierde aquí su rigor ya mítico y compra el mismo tipo de argumentos que denosta cuando el tema es otro.
Ale, sigan comiendose las pollas.
pd 1.- En todo caso el heteropatriarcado sería la razón por la que a los hombres les gusta mas conducir que a las mujeres.
pd 2.- A mi el estudio también me parece una mierda, pero la observación de la realidad a pelo para confirmar lo que pensamos de antemano me parece una mierda mayor.
pd 3.- Recuerdo haber leído por aquí comentarios escritos por un mínimo de 2 mujeres, alguna más habrá que lea esto.
pd 4.- Si, es machismo.
pd 5.- Si quieren saber por qué lo es lean, que esta todo en internet.
@4 en realidad no hace falta coche conectado, la amplia mayoría de personas llevamos siempre encima un dispositivo conectado, el smartphone y de ahí se pueden sacar muchos datos.
¿Te has fijado de desde hace tiempo Google Maps te muestra una capa indicando el tráfico y que suele ser bastante precisa? Pues supongo que todos esos datos los sacará de todos los que llevamos el móvil con nosotros.
Y obviamente, no solo sabe la posición (y el género) sino otras muchas cosas mas de nosotros. Si Google quisiera, bien podría hacer un completo estudio de km/por conductor, áreas donde conduce…
Me encanta como rajáis del estudio sin haberlo leído.
Creo que soy el único que ha tenido acceso a él (no es tan difícil, tal y como plantea el llorón de Arturo…).
La muestra analizada es de más de 10.000 accidentes en más de diez años. Poco riguroso?
La muestra está ponderada. Esto quiere decir que, aunque existan más hombres que mujeres conductores, se introduce un coeficiente multiplicador para que los resultados no aparezcan desvirtuados.
Cuánto borreguismo junto…
Sr. Zap:
¿Podría compartir el acceso a dicho estudio? Gracias.
@16 Querido Zap.
Tengo a bien no juzgar sin datos. Y por lo que he leído los datos no valen.
Me toca en la profesión leer muchos informes de este tipo y separar el grano de la paja.
Mi parienta circula muy bien, pero como piloto, conduce como el culo, lo sabe, no se atreve a hacer un curso de conducción y discutimos a menudo sobre ello. No tiene idea (ni quiere saber) como funciona el coche que lleva entre manos.
¿Es eso malo?, no lo sé, pero todos los días enciende el coche, circula de noche con viento, con lluvia a mas de 100km/h. Y discutimos. Hacemos miles de km al año juntos y seguimos juntos. Intentamos aprender juntos.
No me considero un borrego, tampoco soy el pastor. Me quedo con el papel del perro pastor que está entre medias.
Pero si podemos entender que lo mas importante es llegar sin accidentes a nuestro centro de trabajo la discusión merece la pena.
¿O no?
El discurso del machismo lo tenemos mas que superado. Por ello podemos discutir sin imponer.
Saludos
Como dijo Mark Twain hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas.
Este se puede retorcer como se quiera para que diga lo que le interesa a quien la paga.
Y para decir que la mujer es mejor conductora, o que las carreteras de doble sentido son más peligrosas, hay que retorcerla mucho. Como se puede ver en este enlace de El Progreso que, sin querer decirlo, muestra que con el 94% de los km solo tienen el 80% de los accidentes.
http://elprogreso.galiciae.com/noticia/703077/las-vias-secundarias-se-usan-para-evitar-los-controles-y-tienen-el-80-de-los
@Zap.
Sería bueno que pusiese el enlace a dicho informe, el cual según usted es la «polla» en vinagre. Estoy seguro de que el estudio ha sido muy laborioso, y que ha implicado a muchas personas en él trabajando a destajo, pero sinceramente ya por el simple hecho de omitir un dato tan relevante como el kilometraje, invalida cualquier utilidad que tenga. O mejor dicho, es perfectamente válido para dos cosas:
– alimentar el ego del género femenino de cara al público general.
– como papel para limpiarse los bajos cada vez que visite el servicio.
Saludos.
Por aportar un punto de vista diferente, en 15 años conduciendo y cientos de miles de kilómetros, la inmensa mayoría de situaciones peligrosas que he vivido han sido provocadas por hombres (con 2 excepciones, ambas por ir hablando por el móvil).
Todos ellos (¿nosotros?) haciendo gala de su gran pericia: adelantamientos demasiado ajustados, incorporaciones salvajes, trazadas imposibles, trompos en la calle porque somos guays, y hasta carreras (2 idiotas frenando a 0 en la autopista para «competir» en aceleración).
Me da igual si las mujeres hacen menos kilómetros (probablemente así sea) o si conducen con menos agilidad (probalmente así sea también), lo que a mí me preocupa es ese atajo de conductores poniéndonos en riesgo a todos con su conducción agresiva.
Los despistes de muchas conductoras me han supuesto algún susto y una ligerísima pérdida de tiempo. Las temeridades de muchos inútiles han estado a punto de costarme accidentes muy serios.
De cualquier manera mi conclusión es: freno de emergencia automático obligatorio en todos los coches, pero ya mismo.
¿En ese estudio se tenía en cuenta el mayor % de hombres conductores? O solamente se daban datos tipo:
-Chopocientos accidentes provocado por hombres.
-Chiquicientos accidentes provocado por mujeres.
El estudio me parece una mierda, ya de por si es machista por no gastar esos esfuerzos en mejorar para todos (feminismo-igualdad), y no hacer hincapié en la separación de sexos.
@Valhmö , aunque hay algo de cierto en su primer pd, no tiene por que darse esa circunstancia, también habría que asumir que tal vez, es posible, cabe esa remota idea, que exista una mayoría de mujeres frente a hombres a los que no les guste conducir, y la educación no tiene que ver con ello, no somos iguales físicamente, ni el cerebro está igual formado, por ejemplo, la orientación. Habría que añadir la generación de adrenalina dopa de manera natural en mayor cantidad y de forma diferente y aunque parezca mentira, esto acarrea diferencias en comportamiento.
No descarto aún así, leer algún estudio que desmienta las diferencias físicas entre hombres y mujeres a la hora de entender e interpretar situaciónes de riesgo, que a mi entender, van por ahí las diferencias en gustos.
21. Clint Eastwood, tradicionalmente la mujer es más miedosa (otros dicen prudente) que el hombre (menos testosterona es lo que tiene) pero por desgracia parece que las cosas están cambiando, ayudadas por alcohol y cocaína las féminas ya se dedican a arrollar ciclistas.
23. Troko, las diferencias más que físicas son sicológicas (que por supuesto que está influenciada por lo físico, no existe la diferencia entre cuerpo y mente) y es natural: la función biológica de la hembra es protegerse ella y su cría si hay alguien que corra con los riesgos.
En mi opinión, el mayor o menor interés que se pone en una actividad suele repercutir de forma directa en el desempeño final. El problema que aquí se plantea entre hombres y mujeres siempre se acaba exacerbando porque hay mucha gente empeñada en medir cómo de mejor puede ser el hombre respecto a la mujer, o viceversa, basándose en el resultado final. Ahí, donde surgen las diferencias, es en donde la gente se engorila, en un sentido u otro. Ojo, no digo que el resultado final (tasas de accidentes, muertos y heridos) no sea relevante. Lo que pretendo decir es que lo que sería verdaderamente machista es establecer (al menos actualmente) absurdas diferencias de base:
Desde mi punto de vista, ambos sexos parten de la misma línea de salida, es decir, no creo que exista ningún hecho físico o intelectual que implique que un colectivo cualquiera de los dos esté peor dotado que el otro para la conducción. Los vehículos actuales están tan dotados de servos por todas partes que el factor más evidente del dimorfismo entre hombres y mujeres, que es la clara diferencia de fuerza física (hay excepciones) queda completamente anulado.
Pero las diferencias empiezan por el interés: la mujer no suele estar interesada en la conducción. En muchos más casos que en el hombre, la mujer usa un coche para ir de A a B, y si pudiera evitarse esa actividad, lo haría. Para muchos más hombres que mujeres, conducir es un fin en sí mismo, relacionado con el placer de controlar un automóvil. Cuando les cuentas esto a muchas mujeres, te miran como las vacas al tren: «¿Qué gusto le encuentras tú a esta actividad?»
Es más probable que acabes haciendo bien una actividad que te guste o te resulte gratificante.
Obviamente, estoy hablando de gente (hombres, mujeres) normal y razonablemente civilizada al volante. Después tenemos un pequeño porcentaje de animales, muchos más hombres que mujeres, que ven en el coche una prolongación de su polla (aquí podrían aducirse razones de tipo antropológico, que por lo visto el barniz de cultura y civilización no consigue borrar ni a tiros). Creo sinceramente que éstos son los que estropean la estadística de siniestralidad, en lo que respecta al género masculino.
Y un comentario respecto a la privacidad: de la misma manera que el perfil de consumo de electricidad en el hogar es un dato sensible y que cae dentro de aquello que se considera confidencial, pienso que los datos de consumo de coche (es decir, su uso) también deberían ser tratados de la misma forma. En todo caso, que sea el interesado particular el que, por propia iniciativa, publique sobre su vida lo que le dé la gana, pero creo que hay cosas que caen estrictamente dentro de la esfera privada. Acabarán con ello, pero no me harán cambiar de opinión. Cosas como:
– Mi destino final.
– Mi ruta.
– Mis horarios.
– Quién va al volante o deja de ir.
– Los ocupantes del vehículo en un momento dado.
son cosas privadas (me importa un bledo que un hombre lleve en su coche a su señora o a su amante, que vaya a su casa o a un burdel, no entro en juicios de valor, y en todo caso no es algo de la incumbencia de nadie más que los directamente implicados). Y si resulta que, por no poder acceder a esos datos, no se puede hacer una estadística seria, pues que le den por ahí a la estadística.
La información es control, señores, y cada vez estamos más cercados.
Saludos.
@Xabier.
Pues parte de un punto de vista erróneo. Es un hecho biológico que la orientación espacial en el hombre es mejor que en las mujeres, un aspecto que ya condiciona ciertas habilidades a la hora de manejar un aparato de 4-5 metros de longitud.
Desde luego, ni todos los hombres se orientan de puta madre, ni todas las mujeres se hacen la picha un lío, pero sí que se puede establecer un patrón objetivo de las habilidades «innatas» que nos ha proporcionado la naturaleza a cada uno de los sexos.
Tuve una conversación al respecto con mi profesor de autoescuela hace eones, y él me decía: «si acaso la mujer es menos decidida y se bloquea ante imprevistos lo que provoca accidentes, mientras que el hombre es más decidido y a veces se pasa de osado, lo que también provoca accidentes».
Moraleja. A ver si la mujer va a conducir igual de mal que el hombre, y hay que taparlo como sea, no vaya a ser que las Femen saquen sus pechos en forma de protesta en la central de la DGT.
Saludos.
@6 @7 y especialmente @24
Estoy totalmente de acuerdo en lo que comentan sobre la privacidad, el control/poder que se puede ejercer sobre nosotros a través de datos proporcionados de manera más o menos involuntaria…
Ya apuntaba en mi primera respuesta, allá por @4, que la insumisión de los conductores/clientes/usuarios es un factor muy importante en esta historia.
Dicho esto, revisen el último post del Toyota Mirai y comprueben uno de los requisitos para la compra del vehículo en cuestión:
«También nos avisó que el coche tiene sistemas de transmisión de información que proporcionan datos estadísticos sobre el funcionamiento de los distintos sistemas del vehículo con el objetivo de mejorar la segunda generación cuando ésta llegue al mercado. Como consecuencia, deberíamos firmar un documento dando permiso a Toyota a recopilar dicha información.»
Que sí, que estoy seguro de que se tratará datos de consumo, de utilización del sistema, de la recarga, etc etc… ¿o no? ¿Incluye ese papel firmado detalle sobre los datos a proporcionar? ¿qué les impide recopilar información acerca de velocidad de circulación por poner un ejemplo sensible? ¿sólo que te digan que no lo hacen?
¿Y si el estado decide que un sistema similar es obligatorio para todo coche nuevo vendido (al igual que el ABS o el ESP)?
En definitiva, es hacia donde vamos, me temo.
@5 Slayer
Es usted un liante hombre. Pues no tenemos suficiente jaleo aquí entre hombre y mujer, jaja 🙂
A mí lo que sería el propio sistema de detección no me parece especialmente problemático: arranque por huella dactilar y lo que diga el DNI, carnet de conducir o cualesquiera otros documentos de identificación existentes y comprobables telemáticamente (uno también es antenista… de formación).
Lo que sí tiene su miga es la categorización que comenta en @10… y a ese respecto sí que no pienso meterme en ningún jardín. Eso que lo hagan los del DNI.
@15
No sé si Google llevará a cabo una recopilación de información como la que comenta…
Lo que sí puedo decirle es que la Diputación de Bizkaia ha llevado a cabo un montaje más o menos experimental, en algunas de las zonas de tráfico más intenso alrededor de Bilbao, en 6 puntos concretos, para detectar el tiempo que tardan los vehículos en pasar de un punto a otro, mediante la detección de los dispositivos Bluetooth que los vehículos llevan en su interior. Hacen una detección de la MAC, un descarte de dispositivos que se supongan que van en un solo vehículo para quedarse con uno solo y un control de tiempos de entrada (paso por un punto) y salida (paso por otro). Tienen una incertidumbre de algunos segundos debido a que el Bluetooth cubre varias decenas de metros, pero en definitiva:
– Establecen rutas (entrada por A salida por C)
– Miden tiempos medios de paso
– Análisis de comportamiento de tráfico o de rutas (todos los días a las 8 atasco, etc) para acometer mejoras
– Mostrar estado del tráfico online
Existen soluciones para ello (bitcarrier por ejemplo, https://www.youtube.com/watch?v=B5M6ZcBnTPs); aunque por otro lado la nueva generación de Bluetooth así como por ejemplo iOS a partir de cierta versión ya soportan MACs dinámicas (cambiantes) precisamente para evitar que te traceen así que se considera que este tipo de soluciones, tanto basadas en BT como en WiFi, no tienen futuro comercial.
¿Que me comentaban por ahí de privacidad?
Pero si aceptamos por defecto todas las políticas de cookies, todas las condiciones de los programas que nos instalamos, damos acceso en el Smartphone a que las aplicaciones utilicen datos de todo tipo…
La verdad es que también hay datos que no son opinables, porque son una realidad, sujeta a interpretación, en la que no quiero entrar. Por ejemplo:
% de mujeres en las distintas competiciones de automovilismo.
% de mujeres en las distintas competiciones de motociclismo o karts
% de mujeres que se apuntan a cursos de conducción.
% de mujeres suscritas a revistas del motor
% de mujeres que ven las competiciones de motor en TV
Yo tuve como pareja una mujer que si había realizado cursos de conducción y me pareció una excepción. Pero cuando me estampó el tercer coche tuve que cambiar de opinión.
Venga. No me creo que aún nadie lo haya dicho.
M…. al v……, p…… c……..
Y me vuelvo a la cueva.
Clint. Gran verdad dice Ud. Para corroborar podemos preguntar a D. A de A, que ha tenido piques hasta con la escolta del generalisimo, cuantos de sus oponentes eran mujeres.
por aportar algo.
mi parienta, que conduce bastante bien, estuvo trabajando en un curro en el que todas sus compañeras eran mujeres, todas tenían coche de empresa (llevando cada una habitualmente el mismo) y todas hacían un buen porrón de km con ellos.
no me consta que tuviesen más accidentes de lo normal. eso sí, todos estaban rayados, con golpes y sucios que daban asco, pero es habitual en coches de empresa.
y sí, yo opino por mi estadística personal que las mujeres conducen peor, y hago muchos km al año. y sí, siempre conduzco yo si vamos los dos, y pasa igual con mis amigos. pero eso no tiene valor estadístico ninguno. a día de hoy tenemos datos de la dgt y de unespa, ambos sesgados porque no indican la cantidad media de km por sexo o si son el conductor prioritario en la unidad familiar. total, cero datos fiables al respecto.
Siguiente artículo a la vista:
Foreros aficionados a los Blogs de Km77. «Análisis clínico-psicológico».
No nos salvábamos ninguno. Yo el primero!. Tendríamos temita para rato.
P.D: Cualquier mujer conduce mejor que yo. Es un hecho porque yo siempre llevo el coche, ergo ellas conducen mejor que yo. 😉
Un saludo y buen inicio de semana. 😀
Parece que no hay muchas mujeres leyendo esta entrada, o al menos considerando interesante publicar un comentario.
Yo creo que los hombres conducen bastantes más kilómetros, que tienen más interés en la técnica automovilística, que se apuntan a cursos de perfeccionamiento de la conducción, que participan en blogs sobre el tema, que compran revistas especializadas, realizan un mantenimiento adecuado de su vehículo,etc.
Y todo lo anterior para saber conducir con seguridad,agilidad y prudencia pues viene muy bien, y creo es condición necesaria aunque no suficiente.
Las mujeres tienen menos interés en este tema, y eso no es peyorativo pero no es el mejor input para conseguir buenos resultados.
En cuanto a conducir deprisa hoy ya no lo hace casi nadie.
Pero en mi opinión saber conducir deprisa puede resultar un buen seguro de vida ante situaciones apuradas, y eso no lo tiene todo el mundo.
Obviamente si el estudio desconoce los kilómetros realizados por ambos sexos, difícil por no decir imposible será ponderar la accidentalidad y seguridad de ambos.
Pero no deja de ser curioso que la inmensa mayoría de conductores profesionales, camioneros, ambulancias, autobuses, taxistas, chóferes,escoltas sean hombres.
Probablemente es un tema cultural más que otra cosa.
Por cierto. me resulta notablemente infrecuente ver conductoras y conductores revisando la presión de sus neumáticos o los niveles de aceite y otros líquidos, mientras los túneles de lavado están llenos de coches a veces bastante limpios.
Por cierto, tengo dos amigas que conducen francamente bien, y otras cuantas que no saben ni poner las manos en el volante y además no admiten que nadie les corrija, allá ellas.
Habría que hacer una ITV a muchos conductores cada cierto tiempo, por el bien de todos.
Vamos a ver, que hay mucho lío, mucha opinión, mucho dato y mucho anti-dato. A ver si me he enterado:
La conclusión clara es que un tejón conduce mucho mejor que los hombres porque tiene muchísimos menos accidentes al volante.
Creo que lo he comprendido bien, lo he cogido a la primera: tengo, pues, la esencia de esos estudios estadísticos.
https://m.youtube.com/watch?v=G9XDB9rTFWM
Pues como dicen que no se pasa por aquí ninguna mujer…
Supongo que si a una mujer le gusta conducir y se hace 1000km por semana, conducirá al nivel de hombres que tengan un kilometraje semejante. Si deja (como tradicionalmente) el rol de ‘conductor principal’ a un hombre, pues poco va a aprender. Aunque creo que esto va a cambiar, porque si vemos veinteañeros, comienza a ser muy usual ver que es ella quien va al volante, mientras él va con su móvil.
Y no voy a negar lo de la visión espacial, pero que yo sepa las mujeres tienen mejor visión periférica, lo cual tampoco es nada despreciable en medio del tráfico.
35 Elisa. No pongo en duda lo de la visión periférica (tiene sentido evolutivo) pero me gustaría saber de dónde son los datos (si es que los hay) porque yo lo que veo es que muchas mujeres (no todas, por supuesto) no se enteran de lo que ocurre a su alrededor cuando van conduciendo.
@36 manolo xvi: y hombres que tampoco se enteran, todavía más.
37 Clint Eastwood, no lo sé, no tengo los datos; pero si ellas tienen mejor visión periférica deberían de enterarse de lo que ocurre a su alrededor.
Y mi experiencia me dice que no es así.
Raro es conocer a una mujer que tenga una técnica más o menos depurada al volante.
Más aún que conocer a un hombre que haya adquierido esa técnica depurada.
Y no hablo de nada en especial: sentarse en la postura adecuada, colocar máso o menos bien las manos en el volante, llevar el motor al régimen de giro adecuado a cada circunstancia, embragar, cambiar y desembragar con suavidad, tomar las curvas correctamente, saber adelantar,… Nada del otro jueves. Y saber qué se lleva entre manos y cómo pueden influir determinadas variables en la conducción.
No creo que sea nada discriminatorio. Simplemente, creo que todos estaremos de acuerdeo en que a los varones tiende a gustarnos más el mundo del motor, la velocidad, incluso cierto riesgo, que a las mujeres. Si elloes genético o adquirido, lo desconozco.
Todo ello no impide que haya excelentes conductoras y un montón de varones patanes en nuestras carreteras.
Más allá de eso, si desconocemos el número de kilómetros recorridos por unos y otras -no sería dificil averiguarlo, más aún cuando los desplazamientos en coche tienden a ser rutinarios- y, atención, una desagregación por grupos de edad -sospecho que la afición al motor se ha igualado bastante, a la baja en el caso de los varones, entre los más jóvenes- el trabajo tiene poco interés.
Por cierto, la investigadora que «mataría», no tiene necesidad de hacerlo. Una buena encuesta puede darnos pistas muy fidedignas sobre el particular sin necesidad de «matar»: basta con «molestar» -minutos o días- a una muestra representativa de conductores y conductoras y de pagar lo que cuestan esas molestias.
Como investigador en ciencias sociales (porque este tema tiene más relación con las ciencias sociales y humanas que otra cosa) siento que tengo que decir bastantes cosas al respecto. No voy a citar fuentes, porque no creo que sea necesario llevar a cabo un paper, pero acá voy.
En primer lugar, la integración de la mujer al espacio público es de bastante menos data que la del hombre. Esto es así en casi cualquier parte del mundo occidental y se puede observar en buena parte de las profesiones (a excepción del ámbito educativo). Dado a que la mujer en el transcurso de la historia se ha desenvuelto más en el plano privado que en el público, tiene una experiencia cultural diferente que el hombre en torno a determinados aspectos de la realidad social. Como tal, sus dominios son diferentes dado a dichas características socioculturales que han configurado la realidad.
Dicho lo anterior, el acceso de la mujer a especialidades técnicas y no sociales es y ha sido bastante reducida en los últimos 50 años (desde los 90 ha ido cambiando bastante, pero basta con observar la proporción hombre-mujer en carreras de ingeniería). Esto justificaría que la mujer en su globalidad no se interese tanto en aspectos técnicos de distintas áreas del conocimiento (léase automoción, programación y otras áreas de esta índole, donde haya una suerte de vínculo «hardware-software»).
Por otra parte, dicho rol privado/público que históricamente ha tenido la mujer hace que en muchas circunstancias sea el hombre quien maneje. Obviamente se puede indicar que eso ha ido cambiando en los últimos años, pero cuando hay que movilizarse como familia, es el hombre el que maneja, lo que responde a la lógica tradicional de la organización familiar. Por otra parte, que la mujer no lo haga es porque también las condicionantes culturales que se han construido le indican que ser copiloto es su «rol» y no el de conducir a la familia.
¿Qué quiero decir con todo lo anterior? Que los roles de género están muy presentes en todo lo que el señor A de A invisibiliza. No sacamos nada con decir que no son comparables los datos porque, evidentemente, no son comparables en la medida de que no existe posibilidad cultural de que se equiparen. El hombre, por las características de la cultura desde una perspectiva histórica, tiene un rol determinado frente a determinadas acciones (la conducción es una de ellas) por lo que la mujer indudablemente realizará menos kilómetros que un hombre y los resultados son difícilmente comparables.
El objetivo de un estudio de este tipo va mucho más allá de mostrar los datos en sí mismos, pues el dato vacío es un sinsentido. Lo que probablemente se busca al realizar estudios así, y es lo positivo, es que la mujer tiene la posibilidad de modificar por medio de sus prácticas cotidianas (como es el caso de la conducción) las condicionantes culturales que existen en una sociedad determinada, lo que es positivo ya que genera heterogeneidad de pensamiento en las distintas esferas de acción social del hombre (en tanto humanidad), lo que permite que hayan distintos caminos de acción que no necesariamente están condicionados por el género de un individuo (esto incluyendo la lamentable ridiculización que se hace más arriba del mundo lgbtq).
En resumen: hace falta mayor y mejor capacitación a los conductores.
40,
«Como investigador en ciencias sociales»
https://www.youtube.com/watch?v=Lnk1eoE8CbE
#40. Sí, de veinte años a esta parte -bueno, en realidad, desde Simone de Beauvoir, sino antes- la corrección política impone la construcción social del género.
Sin embargo, parece que las últimas investigaciones no influidas por el corsé de la corrección política -que de cara a la ciencia, empieza a parecer una especie de Inquisición- apuntan más bien a la genética, no ya como factor clave en la construcción del género, sino de buena parte de nuestra identidad.
Es cierto que las consecuencias morales pueden ser notables. Pero lo que sí es inmoral es ahormar la verdad a la corrección política.
Más allá de eso, supongo que una compañía de seguros necesita conocer los factores de riesgo reales en función de variables como la edad, el sexo, la formación, etc. para ajustar al máximo primas y rentabilidad.
Y ese es, más allá de titulares más o mnenos mediáticos, supongo, el objetivo del trabajo que nos trae don Arturo: tratar de medir cual es la realidad del riesgo de siniestro al volante en una sociedad en el que los roles en la conducción tienden a igualarse (pero que no implica mejor conducción, ni afición, simplemente, distribución más equitativa de roles, en parte por el menor interés de los varones en el automóvil).
#Slayer
Me va a costar recuperarme, no sé si el año que viene voy a correr. Que me adelanten los que llevan wedge, o plataforma, pase, pero que me adelante ud. con los stilettos, eso acaba con cualquier carrera…
Pues que interesante! Un acto relacionado con la seguridad vial presidido por
la Excma. Sra. Dña. Ana Pastor, Presidenta del Congreso de los Diputados…
Y no se admitían preguntas , que raro (ironía), pues yo le preguntaría a esta señora que le parece la seguridad en los vehiculos sobre railes (trenes) y la implicación de su gobierno y gobierno anterior del Psoe en la NO colocación del sistema RTMS en los aledaños de la estación de tren de Santiago.
Gracias (ironía) sra. ministra (si, en minúsculas como ella) por preocuparse por nuestra seguridad. Extiendase el agradecimiento también a pepe blanco, feijoo y el ahora ministro catalá (si, todos en minúscula).
Las conclusiones de A de A se pueden resumir en lo que siempre he dicho: los hombres conducen mejor, las mujeres circulan mejor