Al entregar los premios al final de la comida, a nosotros no nos tocó ni el de consolación: habíamos sido cuartos (aunque entonces no lo supimos) y sólo había para los tres primeros “scratch”; tampoco éramos ni híbridos, ni comerciales, ni con GLP. Qué se le iba a hacer; pero yo quería escribir esta crónica en cualquier caso, y a base de insistir, más tarde conseguí los datos de los doce coches de los que venimos hablando, pero sin las penalizaciones del Seat León y del VW Golf. Así que, con una semana larga de retraso respecto al final del Tour, empecé a revisar los datos, en los cuales se incluía el consumo contra el que se validaba el obtenido por cada coche; obsérvese que no digo consumo “homologado”. Y ahora sí que viene el “susto gordo”; porque después de tantos años dándole a lo del consumo para arriba y para abajo, tengo una idea bastante aproximada de cuáles son las homologaciones lógicas de un coche, en función de su tamaño y peso, y de su tipo de carburante.
Y la mayoría de las cifras no me cuadraban con lo que debería ser el extraurbano de la mayoría de los doce coches. De modo que empecé a cotejar con la base de datos de km77, el anuario de la Revue Automobile, y con el inacabable listado DAT alemán, donde sólo el VW T5 comercial ocupa unas seis o siete pantallas, a línea por versión o variante. Y el resultado, ahorrándome adjetivos, fue el siguiente: de los doce coches, sólo tres habíamos comunicado el extraurbano, ocho habían metido “de matute” (o por error) el ponderado, y uno (Audi A6 Hybrid) no se sabe, puesto que homologa 6,2 en las tres casillas, como varios híbridos. Pero para el Audi Q3 sí que habían puesto el ponderado, luego la intención estaba clara. Lo raro es que en el Tour no se habían molestado en verificar los datos facilitados, dando por bueno el “fair play” de las marcas; un alarde de ingenuidad y buena fe que, como está muy claro, no fue correspondido en absoluto.
De modo que, entre la dispersión de kilometrajes y el lío de las homologaciones, pensé que la clasificación iba a dar un vuelco; bueno, la que voy a sacar más adelante con los datos correctos, porque la oficial la copio a continuación, basada en kilometrajes y homologaciones bastante erróneos. La información, muy comprimida, incluye modelo, consumo comunicado, repostaje en litros, consumo en l/100 km según cuenta-km, penalización en minutos, y porcentaje entre el consumo verificado y el comunicado:
Modelo
|
Consumo comunicado
|
Repostaje
|
Consumo l/100 km
|
Penalización
|
Porcentaje
|
1º: Ford Tourneo Connect 1.6-TDCI 95 CV:
|
5,0
|
25,58
|
4,193
|
4’
|
-8,13%
|
2º: Kia cee’d SW 1.6-CRDI 128 CV:
|
4,3
|
19,57
|
3,273
|
9’
|
-2,96%
|
3º: Hyundai i40 berlina 1.7-CRDI 116 CV:
|
3,7
|
20,20
|
3,406
|
9’
|
+16,39%
|
4º: Mazda-6 berlina 2.0-G 145 CV:
|
4,6
|
31,58
|
5,281
|
2’
|
+19,15%
|
5º: Volvo V-40 D2 familiar 1.6-D 115 CV:
|
3,6
|
22,11
|
3,625
|
11’
|
+31,24%
|
6º: Audi Q3 RS 2.0-TSI quattro S-tronic:
|
8,8
|
65,97
|
10,779
|
8’
|
+31,58%
|
7º: Opel Astra Tourer 2.0-CDTI Bi-Turbo:
|
5,1
|
32,10
|
5,433
|
14’
|
+33,99%
|
8º: Audi A-6 Hybrid 2.0-TFSI DSG 245 CV:
|
6,2
|
42,94
|
7,121
|
16’
|
+40,66%
|
9º: Honda CR-V 1.6 i-D-Tec 120 CV:
|
4,5
|
28,62
|
4,616
|
22’
|
+51,47%
|
10º: Renault Mégane 5-p 1.5-dCi 110 CV:
|
4,4
|
23,20
|
3,867
|
28’
|
+51,52%
|
11º: Seat León Style 1.4-TSI 140 CV:
|
5,2
|
33,67
|
5,448
|
??’
|
?????%
|
12º: VW Golf Variant 2.0-TDI DSG 150 CV:
|
4,5
|
29,52
|
5,281
|
??’
|
?????%
|
Y ahora vamos a ver cómo quedaría esta clasificación unificando el kilometraje, y contrastando contra la homologación correcta; pero ¿cuál de ellas?. Porque la mayoría optó, equivocadamente o no, por el ponderado. Así que vamos a reorganizar la clasificación anterior de nuevo frente al ponderado, pero adaptando el resultado de los tres coches “honrados”, y corrigiendo algún otro error que luego comentaremos:
Modelo
|
Consumo comunicado
|
Repostaje
|
Consumo l/100 km
|
Penalización
|
Porcentaje
|
1º: Kia cee’d SW 1.6-CRDI 128 CV
|
4,5
|
19,57
|
3,237
|
9’
|
-8,07%
|
2º: Ford Tourneo Connect 1.6-TDCI 95 CV
|
5,0
|
25,58
|
4,231
|
4′
|
-7,38%
|
3º: Mazda-6 berlina 2.0-G 145 CV
|
5,5
|
31,58
|
5,223
|
0′
|
-1,40%
|
4º: Hyundai i40 berlina 1.7-CRDI 116 CV
|
4,3
|
20,20
|
3,341
|
9′
|
-1,37%
|
5º: Volvo V-40 D2 familiar 1.6-D 115 CV
|
3,9
|
22,11
|
3,657
|
11′
|
+21,97%
|
6º: Opel Astra Tourer 2.0-CDTI Bi-Turbo:
|
5,1
|
32,10
|
5,309
|
14′
|
+31,55%
|
7º: Audi Q3 RS 2.0-TSI quattro S-tronic
|
8,8
|
65,97
|
10,911
|
8′
|
+33,08%
|
8º: Audi A-6 Hybrid 2.0-TFSI DSG 245 CV
|
6,2
|
42,94
|
7,102
|
16′
|
+40,35%
|
9º: Renault Mégane 5-p 1.5-dCi 110 CV
|
4,4
|
23,20
|
3,837
|
28′
|
+50,84%
|
10º: Honda CR-V 1.6 i-D-Tec 120 CV
|
4,5
|
28,62
|
4,734
|
22′
|
+54,09%
|
11º: Seat León Style 1.4-TSI 140 CV
|
5,2
|
33,67
|
5,569
|
??’
|
?????%
|
12º: VW Golf Variant 2.0-TDI DSG 150 CV
|
4,5
|
29,52
|
4,883
|
??’
|
?????%
|
Las modificaciones que dan lugar a los cambios de porcentaje y, por tanto de clasificación, son las siguientes: el consumo ponderado del Kia, aun siendo incorrecto, estaba equivocado, y le perjudicaba: ese 4,3 no aparece en las tablas por ninguna parte, sino que es un 4,5. Nuestra penalización del Mazda era un hermoso “cero”, como nos lo reconocieron de viva voz, pero luego nos han aparecido dos minutos “de clavo” que no eran tales; supongo que alguien se hizo un lío con los segundos, cuando el Reglamento decía bien claro que se trabajaba con minutos enteros, por defecto. Pero algunos cronometradores se empeñaban en poner los segundos, y al hacer la resta, pasaba lo que pasaba. No sé qué pudo ocurrir respecto a algún otro participante, pero he arreglado nuestro entuerto, aunque tampoco modifica mucho el orden (subimos de 4º a 3º).
Los consumos, debido al kilometraje unificado, salen ligeramente modificados, pero ahora están en relación directa con el consumo en litros totales. Parece estar claro que, combinando tanto consumos como penalizaciones bajas, fueron cinco los participantes que, por suerte o habilidad, consiguieron unos resultados “serios”: el Volvo V-40 D2, al margen de sus 11 minutos de penalización, está perjudicado por una homologación ponderada muy baja (3,9), que sólo aumenta en 0,3 la extraurbana, y por ello mejora proporcionalmente menos que el Mazda y el Hyundai. Pero está claro que los cinco destacan mucho respecto al resto, y también que los dos primeros son intocables, lo mires como lo mires.
Ahora bien, se supone que el Tour estaba planteado sobre la base de comparar con el consumo extraurbano; aunque esto no influiría para nada en la forma de manejar los coches, puesto que siempre habría que buscar el mínimo consumo, dentro de no penalizar. Pues ya metido en cálculos, también he sacado la clasificación de esos 10/12 coches tomando como referencia el extraurbano y, por supuesto, siempre con el kilometraje real unificado y las cifras homologadas correctas; este es el tercer resultado:
Modelo
|
Consumo comunicado
|
Repostaje
|
Consumo l/100 km
|
Penalización
|
Porcentaje
|
1º: Ford Tourneo Connect 1.6-TDCI 95 CV
|
4,6
|
25,58
|
4,231
|
4’
|
+0,67%
|
2º: Kia cee’d SW 1.6-CRDI 128 CV
|
4,0
|
19,57
|
3,237
|
9’
|
+3,42%
|
3º: Hyundai i40 berlina 1.7-CRDI 116 CV
|
3,7
|
20,20
|
3,341
|
9’
|
+14,62%
|
4º: Mazda-6 berlina 2.0-G 145 CV
|
4,6
|
31,58
|
5,223
|
0’
|
+17,89%
|
5º: Volvo V-40 D2 familiar 1.6-D 115 CV
|
3,6
|
22,11
|
3,657
|
11’
|
+32,14%
|
6º: Audi A-6 Hybrid 2.0-TFSI DSG 245 CV
|
6,2
|
42,94
|
7,102
|
16’
|
+40,35%
|
7º: Opel Astra Tourer 2.0-CDTI Bi-Turbo
|
4,4
|
32,10
|
5,309
|
14’
|
+52,48%
|
8º: Honda CR-V 1.6 i-D-Tec 120 CV
|
4,3
|
28,62
|
4,734
|
22’
|
+61,26%
|
9º: Renault Mégane 5-p 1.5-dCi 110 CV
|
4,0
|
23,20
|
3,837
|
28’
|
+65,92%
|
10º: Audi Q3 RS 2.0-TSI quattro S-tronic
|
6,9
|
65,97
|
10,911
|
8’
|
+69,72%
|
11º: Seat León Style 1.4-TSI 140 CV
|
4,5
|
33,67
|
5,569
|
??’
|
?????%
|
12º: VW Golf Variant 2.0-TDI DSG 150 CV
|
4,1
|
29,52
|
4,883
|
??’
|
?????%
|
Primera y evidente conclusión de esta tercera tabla, que corresponde realmente a lo exigido por el Reglamento (excepto que en ella se unifican los kilometrajes, que me sigue pareciendo el único enfoque correcto): ni un solo vehículo consiguió rebajar su consumo extraurbano homologado, al menos sin penalizar. Solamente los tres primeros lo consiguieron, pero al precio de “pinchar” en el cronometraje; es decir yendo más lentos no ya del mínimo exigido, y más aún si hubieran intentado crearse un colchón de margen por si las cosas se ponen difíciles, como hicimos (y de milagro) los del Mazda.
Segunda conclusión: hay dos motores turbodiésel que han brillado especialmente: el 1.6 monoárbol de 8 válvulas de origen PSA-Ford, que equipaba tanto al Tourneo ganador como al Volvo V-40 D2, y el 1.6/1.7 del grupo Hyundai/Kia, montado en el cee’d y el i-40. También sabemos que tanto el 1.6 i-DTEC de Honda como el 1.5-dCi del Mégane son motores muy sobrios; pero habiendo entrado con 22 y 28 minutos de retraso, lo menos que podían haber hecho era unos resultados algo más económico en consumo, como valores absolutos. La suerte, y la habilidad, marcan los resultados conseguidos, y no se pueden sacar conclusiones exclusivamente respecto a los coches, sino al combinado coche/tripulación/suerte.
Tercera conclusión: nuestra elección del Mazda-6 de gasolina, al menos para este recorrido y para los promedios exigidos, no fue acertada. Los cuatro turbodiesel contra los que luchamos en las cinco primeras plazas de las tablas segunda y tercera, consiguieron consumos claramente mejores respecto a cualquiera de las dos homologaciones. Aunque hubiesen consumido algo más para ir más rápido y no penalizar (pongamos un par de décimas, y ya es poner) seguirían teniendo un mejor índice comparativo. El motor de gasolina se defiende mientras se pueda ir mucho en 6ª, pero sale perdiendo cuando hay que tirar de caja de cambios.
Cuarta y también evidente conclusión: la organización se pilló los dedos con un recorrido precioso, pero con promedios excesivamente altos para lo que se buscaba, especialmente en la etapa I de la tarde del primer día: en el tramo 1º por la velocidad un tanto excesiva a la que se obligaba a llegar hasta Navalmoral, si se quería ganar un margen para rematar con tranquilidad el tramo. Y en el tramo 2º porque incluso los 60 km/h eran un poco altos, sobre todo teniendo en cuenta la sorpresa del Pto. del Portillo tan próximo a la meta. El ansiado objetivo de conseguir consumos por debajo de alguna homologación se ha conseguido; pero de rebote, gracias a que la mayoría de los participantes decidieron por su cuenta autoadjudicarse como referencia el consumo ponderado. De lo contrario, de haber mantenido el extraurbano, ni uno solo lo hubiese conseguido, tal y como hemos visto en la tercera tabla.
Pero esto es lo de menos; para próximas ediciones, y como siempre se aprende de los errores, quizás sería más lógico volver a la homologación ponderada (aunque sea menos representativa para una prueba básicamente de carretera); con lo cual se acabarían los problemas, puesto que ya es la más alta (consumo urbano al margen, por supuesto) -y también la más usual- de las dos que pueden barajarse. Con esto, afinar mejor el kilometraje, y contrastar los resultados (homologados, no “comunicados”) contra el recorrido oficial, todo entraría en un orden perfecto. Al fin y al cabo, los participantes siempre tienen que ir ajustando lo que les indican sus cuentakilómetros respecto a lo que marca el rutómetro, luego no les supondría ningún problema: y que no les midan el consumo frente a su instrumentación tampoco, ya que por cuentakilómetros pueden salir tanto perjudicados como beneficiados. Con advertir lo del margen del +/-5% para que nadie se vaya de excursión (larga o corta) respecto al itinerario oficial, problema resuelto. Y con ello el ALD EcoMotion Tour seguiría siendo, y más si cabe, una competición muy entretenida, exigente y con el magnífico ambiente que reina siempre en la misma.
Decepcionante, se mire por donde se mire el consumo del Mazda ha sido decepcionante.
No acabo de entender como una Ford Tourneo, con mayor sección frontal y peor CX puede imponerse en un recorrido de este tipo, suerte y pilotaje aparte.
Aquí lo de la aerodinámica de las berlinas parece que no ha tenido importancia. Será porque a 60 de media todavía no influye.
@ A Joaquín si se fija el Ford ha gastado más de 25 litros ósea un 25% más que 2º y 3º; y más que el 5º. Si lee el texto vera que lo importante es acercarse al consumo homologado y evidentemente el homologado de la Tourneo es más elevado por aerodinámica que él de los otros.
Pues a mi el consumo del Mazda me parece estupendo.
A mí también me lo parece. Y más para el pedazo coche que es. Mejora al del Astra diesel.
Ya me habían sorprendido, para bien, los obtenidos en la M-40.
Y, por cierto, ignoraba que estas pruebas de consumo tuvieran tanta estrategia y trabajos previos.
A mi los q me sorprenden son los coreanos, el renault y volvo !!!
Por lo que he podido entender, tiene más probabilidades de ganar aquél vehículo cuyas homologaciones se adecuen mejor a los requisitos de la prueba, y ya sabemos que las homologaciones pueden ser más «sinceras» o más «mentirosillas». Partiendo de esta base, la prueba ya quedaría bastante desvirtuada.
La prueba queda desvirtuada desde el primer momento, ya que para realizar un evento así, tienes que tener un reglamento claro y bien definido. Si no tienes claro si la media es la ponderada o la de carretera, si no sabes los km exactos de la prueba y si no sabes con certeza el consumo homologado por cada vehículo, como vas a sacar algún tipo de conclusión medianamente decente. Otro tema es el recorrido que es poco representativo de lo que transita un conductor medio. Como bien ha dicho @2. El tipo de carreteras elegido hace que la media sea muy baja, así que la aerodinámica no importa un pimiento, ni los desarrollos largos tan de moda últimamente. Eso sí, la organización si hace bien otras cosas, como se ve en las fotos 6 y 7. El papeo, que es lo que parece que importa a la mayoría de participantes. Obviando a los cinco primeros, los demás han ido a alternar. Como se explica la diferencia tan grande entre dos coches similares como son el Kia Ceed y el Renault Megane. El del Kia ha gastado un 20% menos de combustible aun teniendo 19 minutos menos de penalización. Quiero creer eso y no la otra idea que me ronda por la cabeza. Que la prensa del motor en España, salvo excepciones, tiene un nivel muy bajo. Otro punto son los responsables de las marcas. De Opel por ejemplo, llevando un biturbo con unos rodillos de 235 para rodar a 60 Km/h. De Audi llevando un Q3 RS que parece que se dejó el tapón de la gasolina abierto, etc. Qué elecciones más cojonudas. Esa es otra demostración del nivel que tienen estos personajes de los departamentos de publicidad. Lo suyo son poner neumáticos gordos y para de contar. Claro está salvo excepciones, porque como dice @7, los de Ford han dado en el clavo, ya que han llevado un coche que se adapta perfectamente a los requisitos de la prueba. Esta prueba, si se le puede llamar así, sólo sirve para dar publicidad a los de ALD Automotive que para eso son los que ponen la pasta.
Si yo fuera el que elige los coches, cogería el que se haya homologado antes. Si por un casual tuviese en la gama un coche cuyo dato de homologacion es de hace 8 años, y no hubiera cambiado nada, elegiría ese y problablemente acertaría.
Por lo demás estoy deacuerdo con Basauri, el nivel es bastante bajo, no podría ser de otro modo leyendo lo que se lee por ahí, aunque en realidad el mecanismo de la prueba, aunque se hiciera de un modo mas riguroso y con un nivel mas homogéneo de conducción, no es una competición de bajo consumo tal y como se entiende normalmente. A mi me recuerda a la época en la que no había casi radares y lo normal era probar a cuanto podíamos poner el coche haciendo «barranquismo», esto lo mismo; pues mira, mi coche homologa X, pero yo he conseguido Y.
Lo que es seguro es que tiene que ser muy entretenido que te toque hacer un prueba de estas, obtener el mínimo consumo para una media dada es todo un reto, anda que no mola poco ser probador de coches.
Con todos los respetos, y como dice Basauri, la prueba de consumo parece que era la excusa para lo que les esperaba despues, jeje..
Jamás he participado en algo así pero visto desde fuera, y si uno se lo toma en serio -y creo que D. Arturo lo hace- buscar los mejores consumos en un tiempo determinado no me parece sencillo. Diría que es, incluso, estresante. Sorprende todo el trabajo que hay detrás, al menos en el caso de este blog.
Ahora bien, esta prueba resulta, en efecto, desconcertante y poco rigurosa; tanto por la confusión a la hora de tomar referencias de consumos como por las penalizaciones, que parecen un tanto arbitrarias. Y, en efecto, la elección combinada de algunos modelos y calzados es, cuando menos, sorprendente.
En todo caso, magnífico motor el 2.0G por sobriedad y resultado general.