La verdad es que el tema lo tenía en cartera para un futuro no muy bien definido; pero como acabo de recibir los datos de una encuesta que lo roza, ha producido un efecto detonante, por lo que ya tenemos el argumento para esta entrada: la mujer al volante, y su corolario casi imprescindible, ¿lo hacen mejor o peor que los hombres? Vaya por delante que este asunto es uno de los que suelen tener un tratamiento menos serio, mayor cantidad de prejuicios y “a priori”, encuestas chapuceras en su planteamiento, malas en su realización, irreflexivas en las respuestas y sesgadas en su tabulación. Lo que se dice un primor, vaya; de modo que, a poco que nos esforcemos yo en la entrada y los blogueros en los comentarios, malo será que no saquemos algunas conclusiones un poco más sensatas y razonadas de lo que suele ser habitual en este asunto. El cual, por lo general, reaparece en verano como la serpiente del Lago Ness, cuando los medios de comunicación genéricos no tienen otros temas que los muy recurrentes de los atascos, los incendios forestales, quemarse al sol en la playa y las inundaciones por “gota fría”.
La citada encuesta es un ejemplo de la poca precisión conceptual con la que suele enfrentarse este tema; empieza diciendo que “el mito de que los hombres conducen mejor que las mujeres es falso, o al menos lo echan abajo los seis de cada diez españoles que consideran que la capacidad de conducir un automóvil no tiene nada que ver con el sexo del automovilista”. La confusión es muy grave, ya que mezcla la capacidad para conducir bien, con el hecho de conducir bien; si empezamos así, ya se puede suponer a qué conclusiones podríamos llegar. Nos falta por saber cómo era la redacción exacta de la o las preguntas; pero a la vista de la impávida tranquilidad con la que sus realizadores ponen como titular la citada frase, da la impresión de que la claridad de conceptos no era su mayor preocupación.
Así que vamos primero con el aspecto más teórico: el de la capacidad, ya sea innata o adquirida por formación. Puesto que el esfuerzo físico que exige un turismo actual es realmente muy bajo, pues todos llevan dirección y frenos asistidos, las eventuales diferencias de capacidad habrá que buscarlas en el campo intelectual y psicológico. Respecto a inteligencia, casi no hace falta ni plantear la cuestión: la enorme cantidad de mujeres de brillantísima ejecutoria intelectual y profesional nos ahorran tener que entrar en el asunto; los aspectos psicológicos ya podrían ser otro cantar. Una vez más, recurriré a citar alguna de mis anteriores entradas sobre el tema; me parece más práctico que obligar a los blogueros a tirar de ratón y estar arriba y abajo buscando entradas y párrafos concretos. Y para el caso que nos ocupa, repetiré algo que se decía en la entrada sobre “Conducir bien”, en una cita al alimón entre una previa del psicólogo Roger Piret y un pequeño añadido de un servidor de Vds: para conducir bien es preciso disponer de una “atención difusa, entendiendo como tal a la capacidad de percibir y analizar simultáneamente informaciones diversas. Atención que, además, debe ser selectiva; es decir, la que automáticamente descarta, para no atiborrar el cerebro, aquellas señales que no son significativas de cara al desarrollo de los acontecimientos”.
Pues bien, en principio, está comúnmente admitido que las mujeres tienen una mayor capacidad para estar atendiendo simultáneamente a varias cosas a la vez (lo demuestran a diario en las faenas domésticas), mientras que el hombre tiende a centrarse, en profundidad, en una única cuestión. Así que, sobre el papel, la mujer debería ser superior en el aspecto de esa atención difusa y selectiva. Pero, ¿utiliza en la práctica esa capacidad?; pues a lo mejor (más bien peor), unas sí, otras no tanto, y algunas nada en absoluto (y a los hombres también les puede ocurrir, pero menos). Y esto es debido al interés con el que cada cual se enfrenta la tarea de conducir un coche. Siempre hablando en términos muy generales, pero estadísticamente aceptados como correctos, el hombre enfoca el aprendizaje de la conducción y el posterior manejo del coche como un reto, herramienta y demostración (por orden más o menos ascendente, y no para todos por igual) de capacidad, habilidad, control, dominio, superioridad, competitividad, agresividad, machismo y compensaciones psicológicas diversas. Y para ejercitar todo ello precisa, y con mayor o menor interés intenta alcanzar (otra cosa es que lo consiga) un buen nivel de control técnico en el manejo del coche. Por el contrario, el arquetipo femenino tiende a considerar al automóvil como una herramienta útil e incluso placentera (para algunas; para otras, una tortura), pero sin poner en la habilidad de su manejo ni mayor interés ni el menor timbre de gloria. Y ya se sabe: es difícil aunque no imposible, hacer bien algo que no nos gusta o, como mucho, nos resulta indiferente.
Así pues, mi base de partida es que la mujer, potencialmente, está igual o incluso más capacitada que el hombre para la conducción normal y corriente en el tráfico cotidiano (otra cuestión podría ser la competición pura; y aún ahí habría mucho que hablar, pero no aquí y ahora, al menos por mi parte). Pero esa ventaja inicial puede quedar parcial o totalmente anulada, o incluso en saldo negativo, a causa del poco o nulo interés, cuando no rechazo, a profundizar en las técnicas de manejo del coche, más allá de la llave de entrada y contacto, los pedales, el volante y la palanca, y los mandos de luces y climatización. Repito que esto es, más o menos, un promedio estadístico, con todas las excepciones que se quiera. Por el contrario, es también bastante evidente que las mujeres manifiestan al volante un comportamiento menos competitivo que el de los hombres; este es un factor positivo, ya que elimina conflictos.
Y ahora vamos ya a los aspectos prácticos, aunque condicionados por todo lo anterior. En la entrada citada más arriba, se hacía la distinción entre conducir, como simple manejo del coche, y circular, como hacerlo interactuando con todos los demás protagonistas del tráfico. Y aquí aparece otra de las causas de que, al hablar de la mujer al volante, la mayor parte de las veces no esté muy claro de qué se habla, pues los comentaristas saltan de la conducción a la circulación sin mayores puntualizaciones. Aquí sí que las vamos a hacer, y volveré a la cómoda práctica de la autocita: “Conducir bien creo que es la optimización o armonización de seis parámetros, que bien se pueden agrupar en tres parejas: una, consumo y promedio de marcha; dos, trato a la mecánica y a los eventuales pasajeros y tres, seguridad y desgaste del conductor por mayor o menor tensión y concentración al volante. Conviene recordar que hay una gran cantidad de actividades humanas en las que hacerlo más rápido, siempre a igualdad de perfección en los resultados, es sinónimo de hacerlo mejor. Escribir en un teclado sin faltas, con dos dedos y sacando la lengua por la comisura de la boca lo hace cualquiera, pero ¿a qué velocidad?; ese es un mal mecanógrafo. Pero que quede claro que se puede ser un buen conductor sin ser especialmente rápido: el que al menos sea capaz de mantener el ritmo medio de marcha del resto de los usuarios de la vía por la que circula (o sea, que moleste menos de lo que le molestan a él, entendiendo por molestia la maniobra del adelantamiento) puede ser, si no un excelente, al menos un buen conductor, si bien no muy dotado de habilidad al volante; esto es, si es capaz de optimizar a buen nivel las seis condiciones antes señaladas”. Hasta aquí la cita, para centrar un poco el tema.
¿Cómo cumplen las mujeres con estos seis parámetros? Para empezar, cuando se habla del asunto, los seis se suelen reducir a uno: seguridad; y habría que saber lo que cada cual entiende por seguridad (propia o ajena, por ejemplo). Así que no vamos tampoco a complicarnos demasiado la vida: obviaremos si obtienen mejores o peores consumos que los hombres (cosa prácticamente imposible de dilucidar), y admitiremos que, siempre en términos generales, conducen más despacio que los hombres. Y también que su trato de la mecánica, por falta de interés o conocimientos, suele ser algo más lesivo, aunque pretenda ser más suave, que el de los hombres. Pero no es menos cierto que las jóvenes generaciones cada vez lo hacen algo mejor.
De manera que pasaremos al aspecto más nuclear del asunto: cómo circulan las mujeres. Y aquí también suele aparecer un enfoque parcial del asunto: en la mayoría de los casos, se habla de cómo circulan por ciudad o, como mucho, en las áreas metropolitanas, como si no condujesen en carretera o autovía. Y esto, como casi todos los lugares comunes, tiene un trasfondo de verdad; ya que, proporcionalmente, se ven más mujeres al volante en zona urbana que en carretera abierta, donde lo más frecuente es que, si viaja al menos la pareja, sea el hombre el que conduce (de nuevo salvo excepciones). Pero antes de entrar en su conducción en uno u otro entorno, voy a volver a recordar algunas definiciones y premisas que nos pueden ser de utilidad:
“La definición más corta (válida para conducir y para circular) es que se trata de prever, anticipar, prevenir, incluso adivinar; en segundos, en ocasiones sólo décimas, profetizar lo que va a ocurrir, con suficiente margen de maniobra. Se trata de reducir los conflictos al mínimo. O sea, molestar lo menos posible y evitar o esquivar que otros nos molesten; al límite, evitar verse envuelto en un accidente, no creándolo, y procurando zafarse de los peligros creados por terceros”. Otras dos definiciones que también son de interés son: procurar anticipar lo bastante para poder hacer todas las maniobras, de manejo del coche y de circulación, con suavidad, y conducir de manera que nuestra actuación sea predecible para los demás.
Aquí ya tenemos dos cuestiones concretas donde hincar el diente: las mujeres, al conducir, ¿molestan más o menos que los hombres?, y muy en paralelo con ello, ¿las mujeres son predecibles conduciendo? Recordando, una vez más, que hablamos en términos estadísticamente globales, creo que hay que reconocer que, en estos dos aspectos, las mujeres arrojan un saldo comparativamente negativo. Mucho más en ciudad, evidentemente, ya que en dicho entorno la interacción con el resto de usuarios es prácticamente continua; pero con más peligro en carretera, ya que las velocidades son mayores, las inercias de los coches mucho más importantes, y tanto las distancias de frenado como los cambios de trayectoria requieren muchos más metros de espacio libre.
Ya he defendido en alguna ocasión que tengo una interpretación muy liberal de la utilización de los intermitentes, la cual resumo en que hay que utilizarlos “siempre que transmitan a los demás usuarios información de relevante interés para su conducción”; eso sí, no se puede fallar una, y el que no esté seguro de ser capaz de discernirlo, que los dé siempre, incluso en medio del desierto. Y la verdad es que el manejo de esta palanquita, siempre por comparación y admitiendo excepciones (no sé cuantas veces más voy a decir esto, pero más vale que “zozobre”), no brilla precisamente por su fiabilidad en la típica conducción femenina, que no es precisamente muy previsible. Ni tampoco lo es, aunque lo acaben avisando con la lucecita, su previsión para situarse en el carril adecuado para hacer un giro con suficiente antelación.
En cuanto a lo de molestar, de forma genérica, y admitiendo que tener que adelantar siempre supone un momento de potencial peligro, y puesto que ellas están situadas mucho más en el grupo de los adelantados que en el de los adelantadores, sí que molestan más que el promedio. Pero esto no tiene mayor importancia; y además, siempre habrá un 50% de conductores que vayan a una velocidad media superior a la del otro 50%, con independencia de su sexo. La observación del tráfico cotidiano nos permite verificar que en este segundo 50% hay más proporción de mujeres que en el otro 50%, pero nada más. Ahora bien, no me vendan la cabra de que lentitud equivale a seguridad: el conductor prudente pero torpe podrá poner el máximo interés en conducir seguro y sin molestar; no lo conseguirá. Cortesía y prudencia no son sustitutivos de un mínimo decente de pericia en el manejo del coche. Otra cosa es que tengamos que convivir con este tipo de conductores.
Lo que sí suele practicar la mujer conductora es lo que se denomina “conducción defensiva”, consistente en bloquear el tráfico, dejando amplia distancia por delante, pero cerrando el paso a posibles adelantamientos, para rodearse de una especie de isla de seguridad. Y ello lo hacen de modo instintivo, porque no creo que hayan leído ningún manual sobre dicho tipo de conducción. Invito a los que todavía no se hayan dado cuenta, a que en vías con tres o más carriles de circulación, observen la frecuencia con la que una mujer se sitúa en el más extremo, bien sea junto al arcén o la mediana, y se pone a la misma velocidad que otro coche que circula por el inmediato; no le adelanta, ni tan siquiera se empareja con él, sino que circula en diagonal, manteniendo su faro del orden de uno o dos metros por detrás del piloto del otro. De este modo, no lo tiene al lado, ni tampoco al que vaya detrás de él, ya que esto sería ir demasiado próximo; y así circula sin ningún coche a su lado, y bloqueando todo adelantamiento, lo que en su experiencia supone una situación “estresante”.
En cuanto a la autovía, con frecuencia manifiestan un defecto que también atenaza a muchos conductores masculinos; pero, como ya he dicho, en mayor proporción estadística a las mujeres: no atreverse a adelantar en curva, y muy en especial a vehículos pesados, sean estos camiones o autobuses. Alcanzan a dicho vehículo, pero como en los próximos 100 o 200 metros se vislumbre una curva, por suave que sea, levantan el pie y se hacen todo el recorrido de la misma (que puede tener perfectamente 600 metros, o más) por el carril de adelantar, en la posición reseñada en el anterior párrafo. Y una vez que el trazado se endereza, y ya ven cientos de metros de línea recta, pisan y adelantan. Por lo visto, temen que el vehículo pesado tenga la costumbre de tomar las curvas andando medio de lado, como los cangrejos, y espachurre a los turismos contra el guard-rail.
Y también es frecuente, tanto en ciudad como con mayor razón en carretera o autovía, verles conducir bajo una gran tensión, detectable con observar su postura al volante (sí, también lo hacen muchos hombres): van, tanto unos como otras, echados hacia delante, comiéndose materialmente el volante, como si llevar la cabeza un palmo más delante de la posición natural le confiriese mejor visibilidad, con los hombros separados del respaldo, y con los nudillos blancos por apretar con fuerza el volante. Esto cansa, tanto física como psicológicamente; y lo peor es que indica, pese a la velocidad moderada que mantienen, que ya van por encima de sus posibilidades.
Todo el conjunto de lo dicho hasta ahora conforma un cuadro en el que se observa que la mujer conduce con lo que ella considera mucha prudencia, pero algo peor que el promedio de los hombres; y sin duda, porque no se plantean en serio no ya el hecho de conducir, puesto que lo hacen, sino el de conducir bien, disfrutando de la satisfacción de la obra bien hecha, como decía D’Ors. El coche es, para muchas de ellas, un electrodoméstico, mientras que para la mayoría de los hombres es todo lo contrario; en ocasiones, incluso con un exceso de erotismo entre hombre y máquina.
Pero vamos al apartado final; con gran frecuencia, cada vez que asoma su largo cuello esta serpiente de verano, oímos que alguien dice, como quien ha descubierto América: la mujer conduce mejor porque tiene menos accidentes. Es la siniestralidad como baremo; que podría serlo, y bueno, a condición de ser suficientemente precisos en la selección e interpretación de estadísticas, cuando éstas existen (ésta es otra). Porque los parámetros respecto a los que tabular los accidentes pueden ser todos los siguientes, y tal vez me olvide de algunos: tiempo total (accidentes/año), tiempo de conducción (accidentes/tiempo al volante), kilometraje (accidentes/km), entorno (urbano/extraurbano), y gravedad (de chapa y parte al seguro, o más grave y con atestado). Porque las estadísticas de la DGT no casan con las de las compañías de seguros. Y, finalmente, todo ello prorrateado entre el número de conductores de uno y otro sexo, y el kilometraje total que cubre uno y otro colectivo. Nunca jamás he visto alguna estadística confeccionada de acuerdo con estos criterios; tampoco sé, y sospecho que no, si existen datos fiables para poder hacerlo. Y no una estadística, sino todas, para poder cruzar conclusiones parciales y llegar, tal vez, a una más general.
Mientras llegan estas estadísticas, lo único que me atrevo a afirmar es: las mujeres podrían conducir igual, o incluso algo mejor que los hombres, dada su reconocida capacidad para tener una atención dispersa; por el momento, manejan peor porque no se han propuesto en serio hacerlo mejor; y molestan algo más, por su relativa lentitud, por su prudencia unida a falta de soltura, y por lo impredecible de algunos de sus comportamientos. Hasta aquí llego; al menos de momento. Es casi seguro que los comentarios descubrirán nuevas facetas dignas de un buen coloquio.
Una entrada interesante, como de costumbre.
A mi sólo me gustaría puntualizar el tema de la molestia y/o peligrosidad en carretera abierta. No dudo que una chicane móvil estacionada en el carril izquierdo, o incluso en el central si el derecho está desierto, es una molestia, aunque relativa en el segundo caso.
Pero personalmente me parece mucho más molesto y peligroso comportamientos cómo no dejar la distancia de seguridad mínima incluso a alta velocidad, hasta el punto de no poder ver la luces del coche de atrás por el retrovisor de lo cerca que va o cruzar la toda la autopista de izquierda a derecha sin ningún miramiento sólo para adelantar aun coche. Y yo diría que estos son comportamientos típicamente masculinos.
A mi me gusta conducir deprisa como el que más, pero siempre con respeto y seguridad.
Este tema va a traer mucha cola, como siempre que se trata…
Quería añadir un dato (a pesar de que no se debe generalizar), y es que al igual que en muchos estudios se demuestra que por lo general las mujeres son más inteligentes que los hombres, también está demostrado que tienen una percepción espacial peor. Sin duda, esto afecta a la forma de conducir de cada uno.
En cuanto a mi experiencia viajando con hombres y con mujeres y viendo el percal que hay todos los días en la carretera, me quedan dos cosas claras (de nuevo generalizando pero sin ánimo de ofender) y es que las mujeres suelen ser más responsables al volante, pero manejan el vehículo bastante peor que los hombres.
Sobre cuatro ruedas no me voy a atrever a opinar, pero sobre una motocicleta, y desde la perspectiva que me da llevar montando en moto desde los 12 años, si puedo afirmar que no estan nada capacitadas.
En las disciplinas de campo, como el enduro, su falta de perspectiva y resistencia física las descarta automáticamente.
En carretera, no se si es por una falta de percepción y sensibilidad, aboca a una nula compenetración con el vehiculo que hace que su discurrir por la carretera sea mas una aventura que un paseo.
En mi opinión, entrar en quien es más listo, más inteligente, mas torpe, si hombres o mujeres… es perder el tiempo. Hay hombres listos y tontos, y mujeres listas y tontas. Si la mujer no conduce mejor, es porque no lo hacen más, o no se les hace más participes. Es como decir que la mujer limpia mejor; no limpia mejor que un hombre, simplemente por «inercia social» y por costumbre las obligan a limpiar desde pequeñitas, y por eso y sólo eso limpian mejor, no por ser mujer.
No se la gente, pero yo estoy un poco cansado de la manida guerra de sexos, de quien es mejor conductor, estudiante, blablablabla…
Año 2010…pero todavía andamos con estas historias…¿ y qué tal conducen los homosexuales? (caro, como son muy sensibles) ¿ y los negros? ( claro, como tienen el ritmo dento del cuerpo).. ¿ y los que saben de geometría descriptiva? ( claro, como conocen las tangentes).. año 2010…
Me resulta curioso y al mismo tiempo me alegra que una persona que sí tiene verdadera autoridad para opinar sobre este tema haya sacado exactamente la misma conclusión que yo. Es el mejor análisis que he visto sobre el tema, sin calenturas, sin prejuicios y basándose en la pura experiencia.
Y es cierto: el problema es de aCtitud, no de aPtitud. No es que no puedan conducir mejor, es que les da igual. La mayoría en cuanto aprenden a llevar el coche de A a B desconectan. Tal cual.
Es un tema espinoso en el cuál es difícil no acabar despreciando a alguno de los sexos. Además de ser un tema que si se debate en presencia de miembros de ambos sexos la lucha se torna encarnizada. Y como todo tema que se trate bajo el prisma de la comparación entre sexos, las conclusiones reales, fiables y sobre todo útiles, son practicamente inexistentes.
Estando de acuerdo con la mayoría de sus apreciaciones, sobre todo en la última sobre la relación entre siniestralidad y habilidad en la conducción femenina, quisiera incidir en un aspecto que aunque no forma parte de la circulación en sí, sí que entraña ciertas habilidades que permiten establecer diferencias entre hombres y mujeres. El tema del aparcamiento.
Del mismo modo que las mujeres tienen más desarrollada la habilidad para realizar distintas tareas simultáneamente, los hombres tienen más desarrollada la visión espacial. Por tanto tienen una predisposición de antemano para aparcar mejor (aunque hay excepciones, como siempre, en ambos bandos). Mi experiencia personal corrobora que las mujeres aparcan peor, si bien discernir la línea que separa si el motivo es la dejadez o la falta de habilidad no es asunto mío. Ni sabría tampoco determinar hasta que punto la falta de entusiasmo en la actividad de conducir influye negativamente en la calidad de la conducción femenina.
Siguiendo en la línea del desapasionamiento con el que las mujeres enfocan el mundo del automóvil, también existiría una estadística de gran interés para el tema que trata. El número de mujeres y hombres que padecen amaxofobia frente al número de conductores varones/hembras que están en posesión del carnet de conducir y que conducen habitualmente.
D. Arturo, mi mujer, que es conductora, está profundamente de acuerdo con usted. Yo tambien. Ella dice, no sin orgullo, que sus compañeros le dicen que conduce como un tío, lo cual me escama. Porque yo la veo conducir y creo que conduce simplemente mal, como si domara el coche. Lo cual me indica que, o sus compañeros la ven con buenos ojos, lo cual me debería poner en guardia (o no) o que no tienen ni pajolera idea de lo que significa conducir bien, lo que es mas plausible. Pero he de reconocer que tiene una capacidad inhata para manejar la radio, abroncar a los niños que están tocando las narices y negociar un par de curvas. Eso si, cuando hace eso, un servidor, se acojona. Y mucho.
Me sumo a lo que indica cupraboy! me habría gustado un parrafo más a cerca de este tema.
También se me ha adelantado Exeo, pues me doy cuenta que la mayoría de las mujeres que me tachan MUY a la ligera de machista al decir que la mayoría de las mujeres conducen peor que la media son aquellas que ni siquiera tienen carné de conducir, pues la mayor parte de las que conducen y conocen el medio, me reconocen que es cierto aún sin sentirse orgullosas de ello.
Para mí la frase clave en este artículo es: «Y ya se sabe: es difícil aunque no imposible, hacer bien algo que no nos gusta o, como mucho, nos resulta indiferente.» hablando de este tema he llegado a esta conclusión.
Un saludo
Totalmente de acuerdo. Básicamente es falta de interés.
Sólo una reflexión: en un coche comartido:
– ¿cuántas veces pone gasolina ella i cuántas él?
– ¿y la presión de las ruedas?
– ¿y el nivel del aceite?….
Creo que acabo de leer el primer artículo sobre el tema, que intenta aportar datos objetivos y llegar a conclusiones constructivas más que preparar el terreno para dar lugar a una estúpida batalla. Bien por usted A. de A.
Tengo que suscribir una de sus observaciones: la tensión que, en general, parecen desprender circulando a velocidades no demasiado elevadas, o en circunstancias no demasiado exigentes. Eso es lo que más miedo me da, con esa inseguridad al volante en circunstancias normales, ¿que se puede esperar en situaciones complejas?. Recuerdo una anécdota reciente -con mi novia, en Pirineos- en la que el vehículo sobreviró a baja velocidad a causa de hielo. Ellá gritó (esa sensación era nueva para ella). Yo hice contravolante y me rei (conocía la sensación, puesto que soy el «típico irresponsable» que cuando nieva se va a un descampado a «trompear» para ver como responde un automóvil en esa situación). Esto viene a cuenta del aporte que supone el interés en la técnica para con la conducción.
Por cierto, en mi casa no se cumple la estadística de que las mujeres tienen menos accidentes. Mi madre nos gana, abultadamente, a mi padre ya mí.
Muy buen articulo, aunque un poco extenso para mi gusto.
YO hablare desde mi experiencia, y es que todas las mujeres que conozco, que no son pocas, la mayoria no conduce. Las que lo hacen, salvo 2 excepciones, lo hacen de forma lenta y desodenada, y absolutamente no sabrian que hacer en caso de una eventual perdida de adherencia de cualquier tipo, ni se han interesado por ello. Con ir a 80 es suficiente para estar seguras. Asi tambien conozco dos, que conducen muy bien y a las que he visto varias veces reaccionar bien ante casos de sobreviraje, pero representan tan solo el 5% de mi muestra, podriamos decir.
En cambio, de los hombres que conozco, la mayoria conducen de forma suave, aunque tambien conozco salvajes, el tipico de » La Coruña-Cadiz en 3 horas oiga! «. Y tambien conozco algun «muñones», pero son minoria, y tambien conozco el caso del que cree que conduce muy bien y luego da miedo ir con el por su conduccion desordenada y por encima de sus posibilidades.
Yo personalmente, con mi vehiculo diario conduzco con suavidad, y practico desde que le tengo la conduccion que se describe para las pruebas de consumo de este blog (Como si pagase la gasolina, pero no las ruedas). Reconozco que con mi otro vehiculo, me gusta «tramear» y mi conduccion se vuelve mas brusca (cosa logica por otro lado).
Son capaces de conducir muy bien, casuísticamente, todas las mujeres que conduzco lo hacen entre mal y estrepitosamente mal salvo una, que es piloto.
Paso mucho miedo de copiloto, tanto que no me subo casi con nadie, todos mis amigos y familiares tienen asumido que si hay que conducir, conduzco yo y están contentos con que sea así. Sin embargo, por alguna razón, no me importa ir de copiloto con una mujer. Las que conozco conducen peor que mis amigos masculinos y pese a que lo hacen fatal sé que voy seguro, además me divierte observar la ausencia de lógica de sus decisiones, lo antojadizo de sus maniobras, la incompetencia general y una coordinación de movimientos rayana en algún desorden neurológico. Y me gusta.
Una de mis amigas en concreto, destaca. Tiene un Ford C Max. Su posición al volante ya es un disparate. Va tensa, esforzada, incómoda. Lo pasa mal. Ella mueve la palanca de cambios como si hubiese una obligación de hacerlo pero sin entender bien cuál. Si va en tercera por ejemplo y llega a un punto en el que hay que frenar, lo hace e introduce una relación más, la cuarta. Si va a un régimen sostenido y hace tiempo que no cambia, lo hace, aunque no sea necesario. A veces a una relación inferior, a veces a una superior. Es de las que a la salida de un semáforo pone la primera cinco veces antes de iniciar la marcha, como si una vez no fuese suficiente. A veces va a 30 kilómetros por hora en quinta y cuando el pobre coche no responde por su bajo régimen, ella acelera más. Es una tortura a la que somete el motor de su Ford. Se le ve alerta y tensa. Yo, a su lado, aprovecho para apretar todos los botones que puedo del coche, y eso le pone aún más nerviosa. Le enciendo la resistencia térmica, le cambio la temperatura, le pongo la función de desempaño, los warnings, ella se enfada, me grita y se pone más nerviosa aún y hace las cosas peor (no tiene mucho margen para hacerlo peor, pero siempre se consigue algo).
Y lo mejor de todo es que esa conducción tan aberrante, ausente de coordinación y hasta de inteligencia me parece incluso erótica.
Adoro subirme en su coche, yo siempre me invento algo para subirme a su lado y disfrutar del caos, la aletoriedad y la tensión de la comprensión insuficiente de un vehículo a motor.
JM
Señor A.deA. como lea este post la ministra de igual dá, me lo fusila aquí mismo, pero la verdad es que coincido con usted en la mayor.
Ahora bien, en concreto el concepto “atención difusa” lo veo de forma totalmente diferente.
Como está probado la mujer tiene mayor capacidad para centrar su atención en varias cosas a la vez mientas que el hombre es más de centrarse solo en una, digamos que la mujer es Windows7 y el hombre es el viejo MSDOS ( no hay lugar a dudas, W7 es mucho más bonito)
Pues NO creo que la atención difusa ayude a conducir, me explico: el tema no es monotarea=manejo de volante, otra tarea=manejo del cambio, otra tarea=mirar por retrovisor, etc.
La monotarea del hombre es “conducir”, que si está bien programado tendrá imputs de volante, cambio, retrovisores, visión central, visión periférica, predecir movimientos de otros vehículos, etc.
Mientras que como apunta Exeo, la capacidad multitarea de la mujer le permite manejar la radio, abroncar a los niños que están tocando las narices y negociar un par de curvas… y añado; llamar a su madre por el manos libres, repasar mentalmente la agenda de trabajo, pensar que tiene que pedir hora en la peluquería, preparar la cena del viernes con sus hermanos… son tantas ventanitas del W7 abiertas a la vez que no se sabe muy bien donde está la de conducir.
Pero volvamos al tema de aPtitud/aCtitud
Volviendo a los tópicos, a los “tíos” nos gusta hablar de fútbol, de coches y de tías, a ellas por el contrario les gusta hablar de temas mucho más elevados y sensibles como las relaciones, la familia, la moda… es decir, a ellas los coches se la traen “al pairo” y muestran interés en el tema cuando les toca comprar uno, momento en el que los criterios se centran en “es seguro” (ahora TODOS los coches son seguros) y en tal color es “mono” con lo cual la aPtitud puede ser igual o superior, pero la aCtitud es inexistente, “es difícil aunque no imposible, hacer bien algo que no nos gusta o, como mucho, nos resulta indiferente” ese es el asunto.
En fin don Arturo, el tema lo ha clavado.
Hola a todos.
Estoy completamente de acuerdo con lo expuesto por d. Arturo, e incluso se me ha hecho corto acostumbrado a los artículos tan generosos a los que nos tiene acostumbrados.
Supongo que el tema está tan claro que no da más de sí, y leyendo los dos últimos párrafos te ahorras todo lo demás.
Según mi experiencia (unos 300.000 km. en todo tipo de vías) en carreteras de un carril por sentido la diferencia entre sexos es todavía más abierta. Para ellas no existen los adelantamientos, ni mucho menos la facilitación a los vehículos siguientes para que puedan hacerlo (para qué si ellas van las primeras).
Y las luces intermitentes, esas grandes desconocidas …
[Muy bueno lo del W7. Es más eficiente una aplicación que utilice la mayoría de recursos del sistema que varias ejecutándose en segundo plano.Me lo apunto para las discusiones del café de sobremesa.]
Saludos desde Zgz.
Totalmente de acuerdo A.A en sus consideraciones sobre el tema.Ha sido además especialmente políticamente correcto en esta entrada,aun así seguro que alguno discrepa con su exposición,aunque sólo sea por llevar la contraria como demasiados políticos acostumbran a hacer.
Sólo añadiría que en demasiadas ocasiones las mujeres conduciendo son incapaces de ceder el paso a otros conductores no se sí por falta de cortesía,de conocimiento o algún complejo no superado.
Muy bueno el articulo, que por el titulo podria traer cola,pero que ante la impecable exposicion y la riqueza de argumentos que contiene, dificil es poner un pero.
Creo que se ajusta al 100% a la realidad. En mi casa por ejemplo, me ha sorprendido para bien mi hermana; sus principios, como todo el mundo,fueron algo dificiles, pero despues de unos 6 meses aprox. fue cogiendo un nivel que en pocas mujeres he visto. Su ritmo,tanto en conduccion urbana como sobretodo en carretera tipo redia o nacional es muy vivaz, que no nervioso, con un manejo despreocupadamente eficaz,un perfecto calculo de espacios y distancias y con mucha educacion y correccion..,siempre y cuando no le hagan una jugarreta, entonces saca el Mr.Hyde que lleva dentro.
En mi opinion falla en un aspecto, como tambien fallan muchos hombres; le falta tener un mayor conocimiento de las capacidades reales de un coche.A veces,por ejemplo, conduciendo yo su coche ( un clio 1.2 16V)y ella de copiloto, para realizar un adelantamiento o una incorporacion no dudo, al ser algo limitado de motor, en llevar el motor a 6000 rpm en tercera,y es cuando me empieza a abroncar de porque hago esto, que si le voy a romper el motor,etc..luego le explico que un motor de gasolina, si conviene no pasa nada en llegar a estos regimenes ( en caliente) de forma momentanea;a lo que me responde que ella no suele pasar nunca de 4000rpm porque,por el ruido, le da la impresion de que se va a romper.
Y ya que hablamos de mujeres, si alguien duda de lo bien que pueden llegar a conducir-pilotar algunas si se lo proponen que busque en youtube o donde sea,videos de la gran Michelle Mouton en la epoca de los grupo B de rallyes llevando el Audi Quattro o el 205 turbo 16. Gallina de piel,oiga!
«está comúnmente admitido que las mujeres tienen una mayor capacidad para estar atendiendo simultáneamente a varias cosas a la vez (lo demuestran a diario en las faenas domésticas)».
Viva el siglo XXI.
Reto a todos los que han elogiado este articulo, lo comenten con su mujer, novia o amiga con derecho a roze cuando este sola o con sus amigas. Que van a saber lo que es bueno…
¡Señores que bonito es el anonimato internáutico!
Y que conste que no es ni una critica ni un elogio, que nunca se sabe quien puede leer esto.
A 2 zetecs:
Totalmente de acuerdo en el primer punto, que alguien debería desarrollar más. Y también de acuerdo en el segundo, con las lógicas excepciones, que demuestran, como no deja de decir, que la falta es más de interés que de capacidad.
A 18 Chandler:
Totalmente de acuerdo, además de ingenioso y divertido. Pero por favor no veamos un drama donde no lo hay:
1.- En este injusto mundo, todavía más de hombres que de mujeres, se puede demostrar (científicamente, si quiere) que hay muchas más mujeres que hombres dedicándose a las faenas domésticas. Además, una gran mayoría de las que trabajan fuera siguen encargándose -para vergüenza de los hombres que no lo hacemos, o hacen- de estos menesteres al finalizar su jornada. Ya me dirá usted qué tiene de malo alabar o admirar una de las cualidades de las que hacen gala en las citadas tareas, y qué actividad hubiese usado usted como ejemplo para ilustrar lo ampliamente repartida que está esa cualidad, sin el riesgo de circunscribirse a un grupo más reducido de ellas.
2.- Por otra parte, y aunque supongo que ya le contestará él (si no lo ha hecho ya) el responsable de estas entradas, que como sabemos ha ganado muchos, si no todos, los concursos o competiciones de consumo en las que ha participado, ha citado en alguna ocasión que para ganar se ha valido de la ayuda que tiene en su propia casa, pues su mujer también ha ganado alguna de esas competiciones. Un modo elegante y «poco machista» modo de expresarse, cuando, al menos yo, no puedo dejar de pensar que la ayuda habrá sido más bien a la inversa. (Y no por falta de capacidad en ella, sino, a falta de conocer sus aficiones y, a riesgo de equivocarme, por presuponerle, al menos, un menor interés, o dedicación, que a su marido).
3.- Y por supuesto Chandler, me gustaría leer, y creo que a los demás también, sus comentarios sobre el resto de la entrada.
A Arturo:
«…está comúnmente admitido que las mujeres tienen una mayor capacidad para estar atendiendo simultáneamente a varias cosas a la vez (lo demuestran a diario en las faenas domésticas)…».
¿Podría por favor justificarnos un poco más esta mayor capacidad? (Imagínese las explicaciones que le estarían pidiendo si el comentario hubiese sido a la inversa).
Hay mujeres que conducen muy bien, pero es cierto que los tópicos se cumplen con las mujeres. La gran mayoría tiene una conducción defensiva.
El hombre varía más con la edad. El joven va alocado por regla general y el mayor es más lento aún que las mujeres de cualquier edad.
D. Arturo: He de reconocer que me gustaría discrepar de sus argumentos, pero estos parece que me los hubiera extraído del cerebro y los hubiera pasado por su teclado. Que no sirva de precedente, o me tendré que empezar a preocupar.
@19 Joan: Al poco de publicarse el artículo se lo dí a leer a mi mujer, que se ha reído mucho y ha mostrado su total conformidad con los argumentos de D. A. de A.
A continuación ha sacado su Vtec 2.4 de 200 cv y se ha ido a dar una vuelta.
#26 Su santa esposa está de acuerdo con los comentarios de D. Asclepiades. Su santa esposa, acto seguido, se ha marchado a dar una vuelta con un coche de 200 CV.
¿Sabe su santa esposa lo peligroso que puede ser, para ella y para los demás, manejar 200 CV con el mayor de los desintereses y sin el más mínimo propósito de hacerlo bien?
A mi esposa, que no tiene nada de santa, no le es posible saber lo que ud. pregunta por que tiene gran interés en la conducción y lo hace bastante bien, ergo está fuera de la generalidad de las mujeres en cuanto a su relación con el automóvil y la conducción/circulación (y en muchas otras cosas).
Y ud. ¿ Se incluye dentro de las conductoras interesadas y bien intencionadas?
Servidor de ud.
Ejotaveinticincoemetecinco.
#28 ¡Ah! Es que no le había entendido bien. Cuando dijo que su esposa (aunque no sea santa; me fío de su palabra) «ha mostrado total conformidad con los argumentos de D. A. de A.», entendí que se sentía identificada con lo descrito y daba la conformidad con conocimiento de causa.
Con frecuencia se me olvida que, en este foro, todos somos conscientes de lo mal que conducen «los demás».
@18Chandler
Tiene usted razón, menos mal que es el siglo XXI, en otro anterior A. de A. no podría expresar su opinión sin ser juzgado de misógino.
Un saludo
A 16 Enrique:
«… Sólo añadiría que en demasiadas ocasiones las mujeres conduciendo son incapaces de ceder el paso a otros conductores no se sí por falta de cortesía,de conocimiento o algún complejo no superado.».
Totalmente de acuerdo Enrique, pero ¿es el número de esas mujeres mayor que el de hombres?.
Siglo XXI : año 2010
la entrada y el 90 % de los comentarios, parecen estar hechos acodados en una barra, con un copa de coñá, y un palillo en la boca.
Animo, a seguir justificando comportamientos edificantes…
Sería interesante desarrollar la idea que JotaEme expone en el comentario #13:
¿Se puede conducir mal, pero de forma segura?
No me parece bien, ni normal, que estéis todos tan de acuerdo. Yo también pienso que este señor es de lo mejor de lo mejor a la hora de elegir, razonar y ordenar los factores necesarios para analizar un objeto, una actitud o un fenómeno. Pero en un tema tan delicado y controvertido como este, ¿todos tan de acuerdo?. ¿Todo lo que se ha escrito queda perfectamente resumido y explicado en este par de folios? ¿No hay forma de contribuir a mejorar el, eso sí, excelente punto de partida que constituye la entrada?.
#34 Ni todos, ni tan de acuerdo.
La argumentación de D. Anacleto parece un tanto… peregrina (por ser suave).
Comienza trayendo a colación una encuesta (la que da pie a su entrada), de la que no aporta datos ni fuente, pero que acusa de inconsistente por su poca precisión conceptual.
Tras ello, se lanza a trazar el «mapa del clítoris automovilístico» basándose en… ¿otras encuestas? ¿otros estudios? No aporta ni un solo dato. Habla alegremente de capacitaciones, actitudes, aptitudes, focos de interés (femeninos)… que debe sacar de su amplia experiencia ¿como mujer? No entiendo nada.
Si hubiera aportado datos que sostuvieran sus aseveraciones, estaríamos debatiendo en serio. Se intentaría rebatir sus datos con otros datos (cuando se me acabaran los argumentos, recurriría a su senectud). Ya se sabe, la debilidad de mi carácter sólo es comparable con la de mi inteligencia.
Su artículo, que podría haber quedado redondo con datos, se abortó (como bien dicen) en conversación de barra de bar, con abundante retórica (que epata a la fiel cuadrilla) y sazonada con no pocas curas en salud («salvo excepciones»). Digo una barbaridad, arranco aplausos entre el respetable, añado un «salvo excepciones» y a correr.
Voy a cubrirme. Si le da por ignorarme, bien; como le dé por atizarme, miedo me dan las «leches» de los septuagenarios.
Yo lo que si me estoy fijando es que ultimamente es harto habitual ver una pareja en la que conduce suele ser mujer; si es una familia ya es mas dificil ver que conduzca ella,excepto en largos viajes, generalmente en autopista,para hacer relevos de conduccion.
Por otro lado, tambien es cada vez mas frecuente oir decir en boca del publico femenino, que la mujer en general conduce peor que el hombre.El otro dia en un programa de radio que se tocaba este tan trillado tema, varias feminas eran las que lo reconocian.
Tambien debemos tener en cuenta que,en nuestro pais, la mujer ha accedido,en general, tarde a la conduccion. En otros paises europeos llevan tiempo conduciendo y eso se nota.
Ah!, y para quitar un poco de hierro al asunto, no me podran negar el indudable atractivo de una mujer vestida con un mono ignifugo de carreras, casco en mano y melena al viento; en nuestro pais la piloto Marta Suria seria un buen ejemplo.En EE.UU. la mediatica Danicka Patrick.
Para cuando alguna chica en F1?
A 35 ZSQ:
No creo que haga falta llegar a ese tono ZSQ. No creo que sus argumentos necesiten el añadido de la descalificación. No entiendo qué pretende. Le agradecería que me lo explicara.
#32 Easonense
Si no le gusta este bar ya explicará para qué ha entrado a opinar.
¡Ah!, y yo ni llevo palillo ni bebo coñac, bebo 0’0: por eso me consideran un humano listo 😉
Tampoco soy machista e incluso admito sin reparos que las mujeres hacen otras tareas mejor que los hombres (no sólo las tareas domésticas), por lo que pensar y decir que las mujeres conducen en general peor que los hombres ni es machista, ni justifica comportamientos de ningún tipo ni pajas mentales que usted se haga.
Váyase al blog Aído.com que allí encontrará comprensión.
Mou, ponme una copa de Europa, que ya va siendo hora …
#37 He utilizado la descalificación, que no el insulto, para expresar que el artículo de D. A. de A. me parece carente de crédito o autoridad salvo que me presente datos corroborables. Está repleto de afirmaciones más o menos gratuitas, avaladas por los tópicos más rancios y la anécdota. Si discutiéramos sobre alguno de sus artículos sobre consumos o sobre mecánica, yo tendría muy poco que decir, porque entiendo lo justo de esas materias.
Sobre mujeres ya entiendo algo más y, cuando poco, lo suficiente como para rebatir la opinión de cualquier otro hombre (e incluso de alguna mujer).
Descalificar es eso, dudar del crédito o credibilidad de otra opinión. ¿Qué encuentra de malo en ello? Mi opinión será descalificada en breve (o no) y no me rasgaré las vestiduras por ello. Es un sano ejercicio de dialéctica.
#38Barney Gumble
Pues precisamente porque no me gusta que este blog se convierta en un bar rancio y cutre.
Esos comentarios son dignos de un comportamiento casposo y a desterrar.
¿Alguien dijo algo de machista?… usted.
A estas alturas ( 2010) pretender que los grupos humanos, tienen formas de hacer iguales por el mero hecho de pertenecer a alguno de ellos, es de un simple que asusta.
Vuelvo a repetir: no todos los negros bailan bien, ni todos los andaluces son chistosos…
A 39 ZSQ:
Le agradezco su aclaración. (Continuará).
A ver, que si no le gusta lo que se dice en el Blog, participe sólo cuando considere que haya gente VIP que haga comentarios que no le parezcan casposos y que hable de temas políticamente correctos.
Explíquenos que entiende usted por «comportamientos edificantes» y así no habrá malentendidos sobre qué es lo que le parece mal en concreto: si percibe algo de machismo gratuito (que es lo que creo que hemos interpretado todos, y que ya le he dicho que yo de machista cero patatero -y por eso se lo he aclarado de antemano-), si le fastidia que hablemos del modo de conducir del sexo femenino en general (lo que sí es simple es definir a más de la mitad de la población como «grupo humano»), o si no hay ningún tipo de estadística que respalde razones a favor y en contra y sólo podamos opinar por nuestra experiencia.
Y lo de que hay singularidades en todas colectividades, vaya descubrimiento, pero la mayoría son de una manera lo queramos o no: los negros en general bailan muy bien y desde luego casi todos los andaluces (los que yo conozco al menos) tienen mucho arte para hacer reír a los demás.
Hay cada vez más mujeres en todos ámbitos pero eso no significa que desarrollen su labor mejor que los hombres ni que no podamos hablar de ello si lo hacemos con respeto, sea el año que sea.
Otra birra sin, Mou, que la Supercopa de España, aunque sean dos partidos, se la ha llevado el Barça (no le molestará que hablemos así por encima de fútbol también ¿no?).
Dígame A. de. A, de dónde saca éstas petulancias, pues me gustaría estar igual de informado y contestar con las mismas fragancias. Dicen algunos comentarios que si estamos en el siglo XXI o año 2010, pero a tenor de lo que dice la mayoría, uno podría pensar, que estamos todavía, en el siglo XVI. Mas ya no reina Carlos I (y V de alemania) sino Juan Carlos I, y la manida frase «mujer al volante, peligro constante», ya no es de actualidad.
Anonadado me encuentro leyendo semejantes disparates, acerca de los manejos al volante de damas y botarates, los cuales son barajados como churras y merinas o como unos San Fermines en Sevilla. Pues no, me niego a seguir leyendo sus dislates. Ya le tuve aguantar muy esforzado en cierto castillo milanés (por si no fue suficiente con el invernadero) y puedo añadir que mi comportamiento fue el de un marqués. 14 folios de rancio machismo preconstitucional no es algo que uno esté dispuesto a aguantar ya más, por lo que le pido que nos deje Vd. en paz.
Para 43 eduardix, no cree que se pasa algun que otro pueblo, en su apreciacion del articulo de A. de A.?,diria que se lo ha leido muy por encima.
Como ya dije mas arriba, el que una persona tenga interes en conducir bien es clave.
Un ejemplo, pocos camioneros ( hombres) le van a discutir o poner en duda la capacidad de las mujeres llevando un camion. Porque? Pues porque desde el momento en que se apunta a la autoescuela ya pone un interes en esforzarse para hacer-lo bien. Luego,cuando ya ejerce profesionalmente procurara perfeccionar al maximo su tecnica, pues sabe que de ello dependera, ente otras cosas, el ganarse las habichuelas; esto no se da(en general) en el caso de las que se sacan el carnet B. Por supuesto que esto tambien pasa con los hombres, aunque quiza en menor medida.
Y esto asi en el siglo XIII como actualmente. Hay muchas, y muchos, que van pregonando la paridad hombre-mujer,pero solo de lo que les interesa,en muchas ocasiones les falta tiempo para autodescartar-se de muchas facetas ( lease actividades duras o sucias) que, vaya por donde, resulta que si son propias de los varones.
#42 Usted, mi santa esposa, las santas (y no santas) esposas de otros blogueros, los otros blogueros, D. A. de A. y servidor somos humanos. Humano: forma de denominar al homo sapiens, que es la especie animal a la que pertenecemos (salvo que alguien aporte un dato en contra); ya sabe, de la familia de los homínidos, en el orden de los primates.
Cada vez que se escinde mentalmente un grupo identificable de humanos: hombres – mujeres – blancos (caucásicos) – negros (afroamericanos) – inspectores de Hacienda (hijos de… del Estado), estamos hablando de «grupos humanos». No es una simplificación, es llamar a las cosas por su nombre.
#44 No creo que sea una cuestión de paridad hombre-mujer. Los hombres y las mujeres somos diferentes (el simple hecho de que se nos pueda distinguir con la denominación lo indica); ni mejores, ni peores. Fisiológicamente, cada género tiene una serie de limitaciones y también de ventajas respecto del otro (hablando de un individuo modelo).
Como bien dice D. A. de A. (cuando estoy de acuerdo con él se lo reconozco): «…el esfuerzo físico que exige un turismo actual es realmente muy bajo… las eventuales diferencias de capacidad habrá que buscarlas en el campo intelectual y psicológico…»
El problema es que los estudios sobre la psique humana y la actividad cerebral están en una fase muy temprana (les recomendaría algún libro de Eduard Punset). Discernir diferencias de aptitud (y de actitud) por géneros es totalmente gratuito. No hay ningún estudio serio que lo avale, sencillamente porque aún no hay datos. Tan sólo se pueden basar en encuestas o estadísticas tan peregrinas como la criticada por D. Arturo al principio de su entrada.
Si algo he aprendido en esta vida es que generalizar conduce casi siempre a equivocarse (o a acertar por casualidad, que no es mucho mejor). Afirmar cosas, sentenciar, parece algo más propio de la juventud y la inexperiencia; cuantos más años echo sobre mis espaldas, más cuenta me doy de lo relativas que deben ser las afirmaciones. Todas las personas mayores y sabias que conozco me han aconsejado siempre que parece mucho más sensato expresar una duda que sentenciar.
Por eso, D. A. de A. me desconcierta siempre cuando asevera de la forma en que lo hace.
Sí. Soy el que fue poniendo varios mensajes el martes, cada uno con un nombre que en realidad era su título. Pero es que no se me ocurrió ningún nombre con el que firmar. Y no poner el NIF podría facilitar robo de identidad. Como poner datos personales en Facebook ya está facilitando secuetros y robos. Bueno, está claro que sigue sin ocurrírseme ningún nombre.
Pero al grano, que tengo varias preguntas. Una retórica y otra a los que han hecho de la diferencia de géneros un tema tabú. Supongo que no son ginecólogos ni andrólogos. Ni tan siquiera médicos. Puede que incluso ni padres conscientes. No diré ya si acaso son selectivos en sus relaciones (y esto lo detallo enseguida).
En un futuro, esperemos que lo más cercano posible, cuando ya no se produzcan accidentes ni tan siquiera leves, ¿en qué se basarán los que dicen que las mujeres conducen mejor o peor? Si ese futuro se demora más de lo deseable, podemos hablar de cómo conducen las mujeres y los hombres que nunca han tenido accidentes. O de los que sí los han tenido, me da lo mismo.
A ver si así nos vamos centrando un poco ya en que se habla de cómo conduce la gente. Independientemente de los accidentes.
Y otra pregunta, ¿por qué no hablar de si las mujeres esto y los hombres lo otro? ¿Acaso alguien cree que cuando se hace una entrevista de trabajo los de RR.HH. no piensan si eres hombre o mujer? ¿Acaso tu pareja se acercó a ti sin pensar si eres hombre o mujer?
Las diferencias existen y se puede hablar sobre ellas. Otra cosa muy distinta es que se usen para hacer de menos, para ofender, para discriminar o incluso para asesinar a la gente.
Don Arturo, apunte un próximo tema de debate: ¿Los que no tienen problemas económicos conducen de una forma menos económica que los demás? También es una diferencia, ¿no? Y en mi opinión, mucho, pero que mucho más determinante que el hecho de ser hombre o mujer. Y, en mi opinión, estamos hablando de un tabú mucho mayor que el de los géneros.
La experiencia personal
A lo largo de los años no he visto especial mejor o peor comportamiento entre las mujeres que entre los hombres. He visto maníacas imprudentes (y no exagero), algunas que conducen con el orgullo en vez de con las manos, bastantes despistadas, la mayoría muy normalitas, taxistas, autobuseras, policías, (bomberas aún no), algunas que conducen muy rápido (por carreteras conocidas) e incluso una que disfrutaba haciendo trompos sobre grava.
Es decir, lo mismo que entre los hombres. Salvo un par de casos particulares. (Dejando a un lado el asunto de las bomberas).
No he visto mujeres que cometan con el coche actos delictivos (ajenos a la conducción). Hombres sí. Un caso extremo fue el de un ibiza en conducción errática a muy alta velocidad al que pude ver en los tres espejos en menos de tres a cinco segundos sobre tres carriles diferentes acelerando mucho el motor para salir de la M-40 antes de que pasasen 10 segundos más. Y la policía detrás, pero alejada. Eran delincuentes a la fuga. Y pude ver que conducía un chaval.
Tampoco he visto mujeres hacer tonterías de modo voluntario, por diversión. Como sí lo he visto en bastantes casos masculinos, alguno con el subsiguiente accidente delante de mis ojos, vueltas de campana, corte de la autopista, heridos dentro del coche, embotellamiento de casi una hora hasta la llegada de guardia civil, ambulancia y grúa.
Acabo de caer en la cuenta de que cada vez me intereso menos por si las personas que conducen a mi alrededor son hombres o mujeres. Será la edad.
La teoría, aún más personal
¿Que si las mujeres conducen mejor? Lamentablemente, como no puedo conozco a todas, solo puedo explicar mi experiencia mediante una estadística (sí, otra) aún más general, sobre la distribución de inteligencia según el género. Sin duda, la inteligencia tiene algo que ver con la conducción. (Aunque muchas veces mi propio comportamiento, no solo el ajeno, me hace dudarlo).
Según el estudio en cuestión, tanto en hombres como en mujeres la inteligencia sigue una distribución de Gauss. Era de esperar, ya que es la más común en la Naturaleza. Para el que no recuerde su estadística de octavo de EGB (o como se llamase en tiempos de Maria Castaña), la distribución de Gauss se puede representar como una campana (vista de perfil). El centro de la campana es más alto. En él hay más cantidad de individuos. En los lados, a izquierda y derecha, estan los bordes de la campana, muho más bajos, con muchos menos individuos.
Pues bien, como es de esperar, una estadística sobre la inteligencia muestra que la mayoría de las personas están en algún punto más o menos cercano al centro, a lo más alto de la campana. La inteligencia media, diríamos. A la derecha hay menos gente, en el extremo muy pocos genios. Y a la izquierda lo mismo, cada vez menos gente, Homer Simpson, George W. Bush, Naomi Campbell, el presidente de Georgia y lamentablemente, al final están las personas con alguna discapacidad intelectual severa.
Si volvemos a nuestro interés, en el estudio se veía que la campana de la inteligencia de las mujeres era mucho más alta por el centro y más baja por los lados que la de los hombres. Es decir, hay más mujeres mediocres a cambio de que haya menos «genias» y menos «tontas». Por el contrario, la campana de los hombres es más plana. La mayoría están en el centro, pero un centro más amplio, al estilo del gorro del PizzaHat, donde hay muchos individuos que tiran a más inteligentes que la media, pero también muchos que son menos inteligentes que la media. Además, también hay más proporción de genios entre los hombres, igual que más «zotes», que entre las mujeres.
Esto mismo es lo que he visto yo en el caso de la conducción. Las mujeres son más uniformes en su llamémoslo mediocridad. Aunque hay casos, y qué casos, de absoluta incapacidad, incluso aversión a la conducción. Y alguno que otro de mujeres que controlan más que la mayoría de los hombres. Pero en ambos extremos hay menos mujeres que entre los hombres.
Aún así, me inclino a opinar como don Arturo. La actitud, aunque no única, es una gran influencia en la consecución de los resultados. Yo lo he visto en mi caso particular. Desde pequeño me interesaron los coches e incluso más la conducción. Me sentaba en el sitio adecuado para ver cuándo mi padre cambiaba de marcha y movía el volante, además de ver el tráfico por delante. Mi hermano siempre se dormía en el coche. Y le costó bastante más coger el punto a la conducción.
Pero es que hay otro factor importantísimo que incide sobre la actitud: La educación. Me gustaría saber el comportamiento de los padres de las mujeres y hombres que conducen extraordinariamente bien y extraordinariamente mal. En algún caso muy cercano lo conozco y se nota. Pero son pocos casos para generalizar conclusiones.
Hoy no hay judiones. Solo una pizza. Estoy vaciando el frigorígico de cara a su limpieza. Que los hombres también nos dedicamos a las tareas del hogar. Sí, yo soy «amo de casa». Y aunque también trabaje fuera, ninguna administración ha propuesto darme un dinero. ¡Qué estupidez que se lo den a cualquiera! Aún así, si alguna vez la oferta de algún político se llega a realizar, tendré que ir al Tribunal Constitucional para denunciar la «ley» de marras por discriminación de género contra los hombres que trabajamos dentro y fuera de casa.
¡Qué sociedad tan inverosimil estamos haciendo!
Si bien es cierto que la conducción femenina presenta por lo general unas características propias, hay un detallito sin importancia que estamos pasando por alto.
En una sociedad de libre mercado, donde el dinero tiene vida propia al margen de prejuicios, observaciones y opiniones varias, resulta que las compañías de seguros, prefieren las clientas a los clientes.
Ese es un dato objetivo dificilmente refutable; las mujeres conducirán todo lo mal y con todos los vicios que se quiera, pero el dinero, el capital, apuesta por ellas, ergo algo tenemos que revisar en nuestras impecables y sesudas argumentaciones en las que siempre se echa de menos unas gotitas de autocrítica.
#49 Pedro Brona: Las estadísticas en las que las aseguradoras basan sus precios son las mismas que el autor del post argumenta que son sesgadas por no tener en cuenta múltiples factores. Las aseguradoras las preferirán a ellas porque por norma general realizarán un menor número de kilómetros, por un entorno generalmente urbano, donde los accidentes tienen unas consecuencias nimias. Suelen circular a una velocidad menor, que reduce las consecuencias de un eventual accidente. Por tanto, a las aseguradoras les sale más barato tener a una mujer que a un hombre, pero nunca bajo un prisma de quien conduce mejor, sino bajo un prisma de la economía.
#39 Descalificar es eso, dudar del crédito o credibilidad de otra opinión .
La descalificación es muy barata, es el refugio de una mente perezosa o incapaz para la argumentación contraria. Cuando no se tienen argumentos, o no se sabe cómo exponerlos se recurre a la descalificación. A veces recurrimos a la descalificación cuando no nos merece la pena el tiempo de hacerlo con quien no lo merezca.
Decir «eso no vale», «eso es cavernario», «eso es una tontería», «me lo pruebe» es evidenciar la falsa impostura de creerse por encima de quien ha emitido una argumentación pidiéndole que la revise sin aportar otro valor opuesto.
JM
50 cupraboy, ha dado en el clavo,breve y conciso. La humanidad hace tiempo que se » autoconoce» y las aseguradoras no son una excepcion, y no se si, a base de estadisticas o no, pero tambien conocen perfectamente a la mujer y saben que les diferencia de un hombre.
49 pedro brona; autoctitica?, la que quiera; a mi no se me caen los anillos por decir que quiza mi punto flaco sea la conduccion urbana, entendiendo como tal la practicada en grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia o por el estilo. Quiza porque para moverse en estos ambientes con comodidad hace falta un poco de morro y caradura y saber » morder» antes de que te muerdan. Es muy probable que hay un gran numero de mujeres se sepan desenvolver mejor que yo. Chapo por ellas.
Luego ya en carretera hacen falta otro tipo de cualidades, entre otras la cortesia, y ahi son muchas las mujeres que fallan; quiza por no querer reconocer su falta de pericia en estos ambitos, muchas son las que tienen actitudes tipo, » para chula yo» o » por mis..ovarios que no pasas», ralentizando y entorpeciendo el trafico, por no hablar de las que parece que van como metidas en una burbuja en la que la unica accion posible es mirar al frente sin tener en cuenta ningun retrovisor. Claro que tambien hay hombres que actuan asi, pero uno solo tiene que salir a la carretera para darse cuenta de la realidad.
Y ya me pueden llamar lo que quieran, me da lo mismo, para hablar politicamente correcto ya estan otros.
@45 «Afirmar cosas, sentenciar, parece algo más propio de la juventud y la inexperiencia» ha de ser usted muy joven, ya que afirma y generaliza 😀
Yo en cambio, siendo jóven voy a lanzar una duda:
¿Quién cree más en la igualdad entre hombres y mujeres, el que las defiende?
Sinceramente pienso que aquél no está nada convencido, pues si confiase en la capacidad que tienen las mujeres para defenderse, no sentiría la necesidad de anteponerse a modo de protección ante acusaciones en su opinión (de hombre) infundadas en contra de las mujeres.
Un saludo
Hola.
El nivel intelectual del foro es altísimo…
Y al volante, ¿qué tal al volante?
Cómo evaluar-ponderar esta faceta?
La natural tendencia del macho a competir nos arruina las estadísticas, así que números en mano las mujeres nos abruman.
Acudamos a los intangibles,pues en este caso nos conviene.
Intangibles y dificilmente mensurables propongo.
Por qué no hay mujeres en las carreras más que de forma testimonial?
Por qué para el 85% de ellas es más fácil aprobar una oposición sencillita…pongamos a notarías, que efectuar un adelantamiento limpio?
Un saludo.
A 39 ZSQ:
Pienso lo mismo que 51 JotaEme.
#51 Si dice que mi mente es perezosa, aún sin conocerme, he de darle la razón porque acierta usted de pleno. Si dice que padezco de cierta incapacidad para la argumentación contraria, seguiré dándole la razón porque la tiene, así, sin más.
No obstante lo anterior, la diferencia que siempre he encontrado entre un argumento y una opinión es que el primero se apoya en datos y la segunda no. Lo que usted ha hecho en #51 es dar su opinión, respetable como cualquier otra, pero simple opinión. Lo que ha hecho D. Anaximandro en esta entrada es dar una opinión, la suya, que no ha fundamentado en datos verificables.
Aunque no pecara de esta pereza mental galopante, difícilmente podría argumentar en contra de la opinión de D. A. ¿Qué sentido tiene argumentar contra una opinión? Cuando él avale su opinión con datos verificables, yo intentaré refutarla también con datos (si fuera capaz de ello y siguiera sin estar de acuerdo). Hasta que tal cosa no ocurra, me reservo el derecho de seguir descalificando esa opinión.
Y respecto a la suya, la #51, le confieso que usted está entre los que me merecen más tiempo para emplear entre lecturas y refutaciones. Pero es que no sabría cómo refutar su opinión; quizá, si me la convierte en argumento, le prometa hacer un intento.
#53 Verá que la inclusión de la palabra «parece» introduce el matiz de opinión, que descarta la aseveración. Sí es cierto que he generalizado, siendo consciente, eso sí, de que mi opinión puede estar muy equivocada.
Soy joven. No tanto como me gustaría; más que muchos, menos que otros. Soy joven. Joven, pero no sobradamente preparado, para mi desgracia. La juventud se cura dejando pasar el tiempo; no es enfermedad tan grave.
#55 Créame que pensar lo mismo que JotaEme significa aproximarse mucho a la verdad en una gran cantidad de ocasiones. Otras no, en mi modesta opinión (no se lo argumento porque me da pereza).
A 56 ZSQ:
Ahora sí ZSQ. Se escribe, así. Y además, estoy de acuerdo con lo que dice. Con todo.
jose #54
No hay más mujeres porque, curiosamente, en las competiciones del motor no suele haber separación de sexos (largos a la izquierda, anchos a la derecha).
Sí hay las mismas mujeres que hombres en cualquiera de las disciplinas olímpicas. Las mismas saltadoras que saltadores. Salvo en aquellos deportes como una de las dos gimnasias, el baseball (que no sé si sigue siendo olímpico), y las categorías relativas al peso de las artes marciales.
Advierto que yo soy de los que son capaces de presenciar el final de la Copa de la Reina de balompié. Y de maravillarme al ver cómo las chicas se parten la cara y el pecho, _literalmente_, y siguen jugando. Cosa que algún que otro hombretón no aguanta sin que le saquen en una camilla motorizada y le metan a hacerle un TAC por si se le ha movido un diente. Dejando aparte a Piqué, que este mundial fue un pupas pundonoroso donde los haya.
Una vez que el tema ha derivado a experiencias personales, van algunos apuntes (y nadie duda que en el año de garcia de nuestro señor de 2010, todo el mundo asume que las mujeres tienen alma, que tienen derecho al voto, que no necesitan permiso de su marido o tutor para abrir una libreta en el banco… que evidentemente tienen absoluta igualdad de derechos que los hombres y en consecuencia de obligaciones):
Quien tenga el privilegio de llevar a sus hijos al colegio y/o tenga que pasar a diario por la puerta de cualquier colegio… digamos que entre el 80 y el 90% de los vehículos son llevados por mujeres.
Suelo observar a ese 10-20% de padres que en la mayoría de los casos intentan aparcar aunque sea a una cierta distancia, si los niños son pequeños les acompañan hasta la puerta del centro y si son algo mayores les sueltan un «arreando» y se van.
En el caso de las mujeres, la gran mayoría no aparca en segunda fila, directamente «tira» el coche donde les sale de la sensibilidad y como son muy buenas madres y quieren mucho a sus niños les ayudan a sacar la mochila del maletero, les repeinan, les besan reiteradamente, les dan instrucciones y se quedan mirando como entran en el colegio y a veces hasta como entran a las clases (aunque el niño en cuestión tenga ya unos pelos en las patas como escarpias)… proceso que repetido «n» veces simultáneas por «n» amantísimas mamás provoca ciertos inconvenientes al tráfico de la zona.
Muchas veces antes de concluir el proceso de entrega de sus retoños al centro, se encuentran con otras mamás y deciden intercambiar opiniones sobre la evolución académica de sus criaturas, sobre enfermedades variadas o sobre últimos criterios de decoración del hogar… todo ello sin retirar sus coches (principalmente monovolúmenes) de esa situación de tercera fila o de obstáculo atravesado en que quedó minutos antes.
No es una opinión, es un hechos constatable en cualquier centro de enseñanza público, concertado o privado de cualquier municipio.
Y esto no es conducir mejor o peor, estamos en un momento de NO circulación, pero ya apunta una aCtitud del binomio mujer-volante.
Estoy básicamente de acuerdo con D. Arturo.
Generalmente la mujer ve el coche en su función principal, un electrodoméstico que hay que manejar sin otro remedio, para ir de un sitio a otro. Sin profundizar más allá. Muchas obtienen el manejo básico que permite desplazarse sin mayor incidencia real, poniendo en juego la prudencia subjetiva y objetiva aprehendida, lo que las hace mejores en las estadísticas de siniestralidad y muerte frente al hombre. Echando cuentas creo que hay que agradecérselo, que nuestras mujeres, hermanas e hijas antepongan el concepto, más o menos acertado, de prudencia al volante, aunque a veces las veamos agarrotadas, sufriendo al volante, o interfiriendo una circulación en un momento dado. Incluso que a nivel familiar depositen mayormente la responsabilidad del acto en el hombre. Que ha de corresponder con esa confianza aplicando responsabilidad (que no tiene que ver con el peresianismo) Que todos se sientan seguros.
Pero el caso del hombre es muy diferente. Muchas veces hay algo en el coche más allá del mero electrodoméstico. Herencia de nuestros ancestros, competitividad, exhibicionismo, juego, vanidad (hay un dicho que viene a rezar que el hombre se diferencia del niño simplemente en que sus juguetes son más caros) que actualmente se proyecta en este artefacto a nivel de la gran masa (a la mayoría no le da para avionetas, por ejemplo) No hay más que ver el mundo del automóvil en todas sus ramificaciones, está copado por hombres en una abrumadora mayoría. El hombre necesita proyectar sus «desbordes» más allá y más prolijamente que la mujer, está programado genéticamebte. El coche es una cosa muy a mano para este propósito, y como casi siempre que el hombre toca algo, es para lo mejor y para lo peor.
Estoy muy de acuerdo con 59 stradale sobre el tema de los colegios, aqui creo que la diferenciacion con el hombre es clara y no hace falta tirar de ninguna estadistica, basta con ir a la puerta de cualquier colegio para comprobarlo. Donde ponen el ojo ponen el coche; coche, que por otra parte no siempre es un utilitario,al contrario, cada dia es mas habitual ( quiza de ahora en adelante no lo sea tanto) ver grandes monovolumenes,suvs y todo terrenos.
La cuestion,como ya hemos dicho veces,es el interes para hacer-lo bien.Por ejemplo,yo normalmente no me importa hacer tareas en casa;barrer,fregar,planchar,poner lavadoras,etc.., es la ilusion de mi vida hacer esto? En absoluto.Pero lo hago e intento poner el maximo interes en hacer-lo bien;probablemente muchas mujeres ( y algunos hombres) podrian mejorar mis maneras, porque ciertamente no son actividades de mi agrado como si que lo seria la conduccion,pero interes no me falta.
A propósito del comentario de 59, que sucribo de «pe a pa».. ¿y si llueve?
Se me viene a la caebeza la figura de silvester stallone con su cinta y su cuchillo…
Ahhh el claxon ese gran invento.
Un saludo.
Un pequeño comentario, así a vuela pluma, sobre las mamás repartidoras/recolectoras de retoños.
Alguien da por ahí el dato del 80-90% de mujeres respecto a hombres (en horquilla amplia, que compromete un poco menos) entre los progenitores en función de children delivery (and deliverance). El hecho de que se produzca una masificación confluyente en tiempo y espacio, en infraestructuras normalmente mal calculadas para tal acontecimiento, ¿no influye?
Quiero decir, el embotellamiento producido, ¿lo achacan ustedes a esa confluencia espacio-temporal o al diferente desarrollo hormonal?
Sigo queriendo decir, en un partido de fútbol (confluencia ésta también espacio-temporal), en el que el porcentaje hombres-mujeres probablemente ande cerca de la inversión, ¿todos esos hombres, amantes de sus coches y con gran interés en lo que hacen, estacionan sus vehículos con pulcritud suma sin causar embotellamientos?
A veces creo que este tema es más un problema de pajas. No pajas mentales, no; pajas que vemos en los ojos femíneos, a pesar de las vigas en propiedad. Pero es una simple opinión (de barra de bar) la mía.
En esta ocasión don A. de A. se ha lucido (al cual profeso gran admiración y respeto). Más que uno de sus habituales artículos, extensamente documentados, se parece a una anécdota, pretendiendo la complicidad de los «lectores» para acabar convirtiéndose en un coloquio de barra de bar, como algunos comentan.
En estos tiempos de lo «políticamente correcto» es muy arriesgado, don Arturo, expresar publicamente opiniones (aunque estemos absolutamente de acuerdo) sin aportar datos y datas, estadísticos y estadísticas, argumentos y argumentas… Por mi parte, me quedo con las opiniones de ZSQ, al cual de nada conozco, pero comparto al 100%.
Seguramente la mayoría de lectores de este blog sean varones, aunque me consta que también tiene «lectoras». Tal vez planteado el artículo de diferente forma, hubiéramos podido gozar de alguna opinión femenina, por alusiones, de las que en 63 comentarios hasta éste, brillan por su ausencia.
ZSQ, sin entrar a valorar comentarios, creo que no ha entendido lo que quería expresar stradale. Decía algo así como:
Varón: Si puedo aparco en la puerta, si no hay sitio me alejo hasta encontrar un sitio.
Fémina: Aparco en la puerta sí o sí.
Esto es independiente de como están diseñados los aparcamientos del lugar, lo que el comenta -creo- es la reacción ante la situación de falta de aparcamiento.
Por cierto, A. de A., mi novia ha leído su texto, y está de acuerdo con lo que escribe. Elogia además el tratamiento objetivo -y no peyorativo, como en ocasiones es habitual- que hace del tema.
Como dice 65 jav, yo tambien creo haber-lo entendido asi.
Pues si, es una lastima que entre la concurrencia no haya aparecido alguna femina para dar su opinion, aunque mantengo que habria sorpresas en el sentido de critica hacia su propio bando, algo cada dia mas habitual como estoy comprobando con asiduidad a diario.
No me equivocaba al pronosticar que el tema de la mujer al volante iba a dar lugar a un jugoso conjunto de comentarios; y así ha sido, y con muy buen nivel, incluyendo a los que en mi opinión (siempre MI opinión) se desvían un poco hacia esos cerros próximos a Úbeda. Así, a continuación de un comentario preguntándose cómo es posible que en el siglo XXI todavía nos estemos preguntando estas cosas (¿y por qué no?, ingenuo que soy), había otro informándonos de que acababa de ver en TV un coloquio sobre el mismo tema; coloquio que, a su vez, supongo nada tenía que ver con la encuesta que dio pie a que yo metiese esta entrada; sobrepasado o no, en opinión de algunos, parece que el asunto sigue dando juego. Y tampoco me equivoqué mucho al pronosticar que, por mucho que dijese que hay excepciones de todo tipo y que trabajamos sobre la base de promedios estadísticos (basados en la observación directa y personal, porque no hay estadísticas buenas, ni malas tampoco, en muchos casos), siempre habría quien saldría agarrándose a la excepción que él conoce (que como anécdota puede ser divertida, incluso interesante), o negando la mayor, echando por tierra lo que una amplia mayoría solemos observar a diario con nuestros propios ojos.
En este aspecto el que se ha llevado la palma en esta entrada (bueno, ya en alguna otra se ha empeñado, con desigual fortuna, en sentar cátedra como polemista) ha sido “ZSQ”, a cuyos planteamientos, y pidiendo perdón al resto de comentaristas por saltarme el orden, voy a responder lo más esquemáticamente posible, en parte porque ya lo han hecho en gran parte los propios blogueros y, en parte, para poder pasar a tratar con más relajo acerca del conjunto de opiniones expresadas. Empieza, en sus comentarios 27/29, por negarle a la señora de EJ25MT5, de forma bastante incorrecta (y más con una dama), el derecho a coincidir con mi planteamiento y a conocer la forma de conducir de muchas otras mujeres; un enfoque un tanto machista, diría yo. Pero donde se enroca en razonamientos peregrinos es en sus comentarios 35,45 y 56, pidiendo a voz en grito datos y estadísticas como si un blog fuese el terreno adecuado para exhibir tesis doctorales. Aquí nos basta con apoyarnos en nuestra propia observación, razonarla y, en todo caso, citar estudios y teorías muy válidos, pero sin bombardear con datos numéricos ni estadísticas. Y luego retorna a su ya conocida postura de “como nadie se reconoce mediocre, no existen los mediocres, a efectos prácticos”, postura aquí transformada en doctas disquisiciones entre opinión y argumento. Pero ¿dónde se cree que está ZSQ: en el Aula Magna de una Facultad de Filosofía, o en un blog? Si aquí no se pueden emitir opiniones, por arriesgadas que sean, ¿dónde, en la carrera de San Jerónimo? Porque en las Cortes se oye a veces cada cosa que ya, ya…
Comenta ZSQ que es joven, aunque no sobradamente preparado. Que no se aflija por eso; sobrado de preparación no estamos ninguno, siempre se puede mejorar, y mucho. Pero de lo que sí está sobrado es de osadía, al meterse en polémicas en las que se lo pone al contrincante, tan fácil, tan fácil, que casi da pena rebatirle. Si cito una encuesta, para darme pie a elaborar MI entrada, me basta con la incoherencia del titular que cito; el resto de la encuesta, ni me va, ni me viene (como en otro blog de esta web). Pero, mientras por un lado me pide que aporte datos y estadísticas para defender lo que no es sino MI opinión (cita textual: “si hubiera aportado datos que sostuvieran sus aseveraciones, estaríamos debatiendo en serio”), por otro afirma, en apoyo de la suya, que “discernir diferencias de aptitud (y de actitud) por géneros es totalmente gratuito. No hay ningún estudio serio que lo avale, sencillamente porque aún no hay datos”. O sea, que a uno le pide datos, y cuando él debería aportarlos, admite que no existen; lo cual, por otra parte, no es cierto, pues hay estudios a manta sobre psicología comparada. Pero si procuro no ser radical y digo “salvo excepciones”, me critica; y si no lo digo, soy un prepotente que no admite errores e impone su opinión. Claro que para eso cuento con mi “fiel cuadrilla” (el variable conjunto de blogueros que, en unos casos sí y otros no, coinciden en cada entrada con mi opinión); deben ser esos que cuando grito “A mí la Legión”, calan la bayoneta y vienen en mi auxilio. No sé si es consciente de que está insultando a todos esos señores, puesto que, en el Código Penal, la actuación “en cuadrilla” es agravante, lo mismo que la alevosía y la nocturnidad. Les está tildando de bandoleros de Sierra Morena, y yo debo de ser “el Tempranillo”. Claro que a lo mejor lo decía Vd en la otra acepción de cuadrilla, como si yo fuese Enrique Ponce; en tal caso, y puesto que parece que Vd se considera nuestro contrincante, un mínimo de delicadeza me impide ser más explícito en cuanto al papel que Vd juega en el acertijo.
Pero creo que, respecto a opinión y argumento, la mejor manera de taparle la boca es recordarle a un personaje de hace ya 400 años, que respondía por René Descartes, y considerado por muchos como el iniciador de la filosofía moderna; vamos, que no era precisamente tonto, ni mediocre, ni incompetente, al menos en su terreno. Pues bien, Descartes escribió un tratado llamado “Discurso del Método”, en el que utilizando la herramienta de la “duda metódica”, y partiendo de su primera y famosa aseveración de “sólo sé que no sé nada”, acabó construyendo toda una herramienta de pensamiento filosófico como la conocida por “método cartesiano”. Todo ello sin datos, ni estadísticas, sino simplemente con observación y raciocinio. En un par de cursillos (un trimestre cada uno) sobre Sociología Positiva, que realicé hace millones de años, se me quedó grabada una frase: ante la realidad hay que ser muy humilde, y aceptarla. Hay que contemplarla sin prejuicios, analizarla, compararla con nuestros conocimientos previos, y sacar CONCLUSIONES. Si hay datos estadísticos fiables en los que apoyarse, miel sobre hojuelas; pero en muchas ocasiones una estadística sólo nos sirve para confirmar lo que ya hemos observado, si hemos sido agudos y neutrales observadores.
Para 1.Ferrer: El tema de esta entrada es la conducción femenina, si bien ciertamente por comparación con la masculina; casi todo en esta vida es bueno o malo por comparación, no en valor absoluto. Pero si afinamos tanto como quien se cruza de carril a carril sin mirar, podríamos estar aquí hasta altas horas de la noche sin llegar a un acuerdo; incluso alguno podría replicarle que es más peligroso hacerlo despacio, con mayor peligro de alcance, que hacerlo “a lo burro” pero rápido, si se ha visto el hueco, aunque al precio de darles un susto a uno o dos, pero sin chocar. Por ello creo que, en las comparaciones, es mejor quedarse en las que son muy evidentes (bueno, algunos no quieren ver ni lo que tienen delante suyo).
Para 2.zetecs, 7.cupraboy y 22.JoséÁngel: Ahora que lo dicen, sí creo recordar, más bien nebulosamente, haber leído alguna vez algo sobre lo de las diferencias de visión o percepción espacial entre hombres y mujeres (en uno de esos estudios que, según ZSQ, no existen). En cuanto a lo de la capacidad de atención difusa y dispersa, recuerdo que hay publicado un libro, evidentemente humorístico (pero algún trasfondo existirá) titulado “Por qué los hombres sólo saben hacer una cosa a la vez, y las mujeres no saben leer los mapas”. Los que hayan viajado con frecuencia con mujeres como copiloto, mapa en ristre, que aporten anécdotas. En cuanto a la amaxofobia, que tanta tinta hizo correr hace unos años (más que nada por el nombrecito, que sólo conocía la investigadora que realizó otro más de los estudios sobre conductismo al volante cuya existencia niega ZSQ), en el fondo no es más que la actitud sincera (cosa rara) de quien no conduce nada bien, lo sabe y lo admite (he ahí la rareza). Y claro, siendo una persona racional, va absolutamente agobiado al volante, pues no se siente capaz de dominar las eventuales situaciones comprometidas. Tiene miedo a conducir, pero no intenta echarle toda la culpa a los demás (o sólo en parte), sino que lo convierte en “stress” propio. ¿Que probablemente hay más mujeres que la sufren que hombres? (ya no recuerdo la estadística); muy posible, lo cual no haría sino apuntalar nuestra argumentación.
Para 13.JM, 17.Sisu y 21.JoséÁngel: Me salto el orden de respuestas, porque así encaja mejor con el tema a tratar, y a su vez entro en el terreno de las anécdotas personales. Mi mujer aparca mejor que yo; a la primera lo clava, y con cualquier coche. Hay que advertir que no es representativa; también pertenece al submundo del periodismo del motor. Durante trece años ha estado probando coches, y publicando dichas pruebas, en una publicación quincenal; así que 13 por 24, son más de 300 coches de su propia cosecha, más bastantes de los que he probado yo, que también los conduce con frecuencia. Ahora bien, no le pidas que coja un mapa; a los treinta segundos está en la bolsa de la puerta derecha. Ella prefiere preguntar (cosa a la que yo, en un rasgo también perfectamente tipificado entre los hombres, me niego); cierto que, por cada uno que te orienta bien, hay tres que te mandan a las chimbambas (siempre he dicho que orientar es todo un arte). También es cierto que su época de motorista (urbana y campera) la tiene mucho más próxima que yo; razón por la cual, en tráfico urbano, sistemáticamente me deja atrás cuando vamos con dos coches (no hace putadas a la gente; simplemente encuentra huecos que yo ya me he aburrido de buscar, salvo si viene “el de la furgoneta”, faltaría más). A mí también me ocurre como a J.M., que en todo el entorno familiar y de amistades, sistemáticamente conduzco yo; en parte porque me ofrezco (soy un poco más tolerante que JM en cuanto a que me lleven, pero no mucho) y en parte porque me lo piden, aunque nunca falta alguno que se descuelga con el consejito de ¿pero no correremos mucho, verdad?; suelen ser los apóstoles de las seguridad, a los que hay que convencer para que se pongan el cinturón en los asientos traseros. Es lo que tiene la profesión, todo el mundo se cree que vas siempre desempedrando.
Quizás no me expliqué bien cuando comenté lo de que me ayudó a ganar algún trofeo de consumo; yendo ella como copiloto, varios; pero a la inversa, conduciendo ella y yo de “copi”, ganó el más valioso de todos los que tenemos en la estantería. Una última anécdota suya: casi todos los años Porsche organiza unas jornadas de conducción para las integrantes de la prensa femenina (del motor, unas cuantas; pero del colorín, algunas más). El espectáculo, por lo que me han contando (no sólo mi mujer) es dantesco, con los nervios de ponerse al volante de un Porsche (con lo que la simple mención de la marca supone) para las que sólo manejan su Opel Corsa (es un ejemplo, como podría serlo un Clio). En esta ocasión el evento era en el circuito del Jarama, y tras lo habitual del slalom, pista mojada y frenada evasiva con ABS, venía el plato fuerte: una vuelta al circuito, con monitor al lado. A mi costilla le tocó en suerte Miguel Ángel de Castro (a J.M. no creo que haga falta darle más explicaciones); arrancan, dan la vuelta (o dos vueltas tal vez), paran en boxes y entonces ella le preguntó, un poco extrañada: no me has comentado nada; y él le respondió que no había nada que comentar, que lo había hecho todo perfecto. Ella le dijo que bueno, era periodista del motor, lo cual no le impresionó mucho al piloto; y para que la cosa quedase más clara, ella apostilló: mi marido es Arturo de Andrés. ¡Ah, bueno! dijo Miguel Ángel, como único comentario. Estoy orgulloso de la anécdota por ella, que pasó la prueba con “flying colours”, que dicen los británicos; y también un poco por mí, ya que parece que para algunos mi nombre significa algo, sin tener que “batirme el cobre a diario”, como me exigía hace algunas semanas un bloguero. Y en el terreno anecdótico, creo que es reseñable que, junto a los evidentes conocimientos del mundo de la conducción y del Derecho que atesora J.M., tiene una nueva y hasta ahora desconocida faceta: el sadomasoquismo, porque las cosas que le hace a su amiga del C-Max cuando ella conduce, y no obstante se sigue subiendo de copiloto, indican una preocupante tendencia a emociones un tanto oscuras.
Para 14.Stradale: Creo que corremos el riesgo de entrar en uno de esos coloquios que tanto le gustan a “pgonzalezs” acerca de lo que es mono o multitarea, o de lo que podría considerarse mono o multidisciplinar. La definición de Roger Piret respecto a la atención difusa es bastante clara: la capacidad de percibir y analizar simultáneamente informaciones diversas. Que cada una de estas informaciones dé lugar a una actuación, mientras le adjudicamos la categoría de tarea al conjunto de la conducción, no estoy yo nada seguro de que afecte al hecho en sí de ser capaz de dispersar la atención. ¿Y por qué no ha de ser tarea el llevar las riendas del manejo doméstico, y actuación cada una de esas cosas a las que una mujer atiende casi simultáneamente?; creo que, en cualquier caso, estamos más bien ante una cuestión semántica. Me planteo el caso de llegar a una rotonda con unas seis entradas/salidas y tres carriles, en terreno desconocido, y con bastante tráfico; el conductor debe enfrentarse, en unos segundos, a las siguientes acciones, simultaneando varias de ellas: frenar, reducir, mirar el panel de direcciones para buscar la salida que debe tomar y fijarla en la memoria, mirar si debe ceder el paso a quien ya está dentro, decidir cuál será el carril bueno a tomar, situarse en él y trazar adecuadamente, mirar a la derecha por si alguien entre “a saco” sin respetar la prioridad, poner el intermitente para salir, y coger la salida correcta. No tengo la menor idea de si esto requiere más o menos trabajo de las circunvoluciones cerebrales que acordarse de todo lo que Vd señala sobre peluquería, menús, etc; quizás sea un trabajo mental distinto pero me parece que, básicamente, lo que requieren ambas cosas es capacidad de dispersión. La que no aplica en la conducción, aunque la tenga por ser mujer, esa que, como nos recuerda 60.Wilfredo “la veamos agarrotada, sufriendo al volante, o interfiriendo la circulación en un momento dado”. Y es que, al no tener soltura técnica ni en el manejo del coche ni en el manejo del tráfico, el simple hecho de mantener una trayectoria más o menos rectilínea ya le absorbe todas sus potenciales capacidades de atención difusa, dispersa y selectiva.
Para 18.Chandler: Pero hombre, no irá a creer que cuando yo escribo que “las mujeres tienen una mayor capacidad para estar atendiendo simultáneamente a varias cosas a la vez (lo demuestran a diario en las faenas domésticas)”, hay en ello el más mínimo matiz despectivo, estemos en el siglo que estemos. Es, simplemente, la constatación de una evidencia, a la que con posterioridad se han sumado bastantes blogueros; al margen de que cada vez más hombres se vayan sumando a la realización de estas tareas, en paralelo a la cada vez mayor cantidad de mujeres que trabajan fuera de casa, creo que sigue siendo cierto que esa capacidad de dispersión la siguen teniendo bastante más desarrollada que nosotros. Baste con fijarse en la cantidad de chistes que hay a cuenta de los destrozos que los modernos “cocinillas” causan en el mobiliario, equipamiento técnico y el propio producto acabado de una cocina cuando se ponen al frente de los fogones (salvo los cocineros profesionales, claro está). Por algo será.
Para 44.Sisu: Creo que su ejemplo sobre las profesionales zanja el asunto a través de un prisma que ninguno habíamos considerado previamente. Seguirá sin haber estadísticas, pero el que no quiera reconocer que hay una notable mayor diferencia de calidad de conducción entre una mujer taxista y el promedio de las mujeres conductoras, del que hay entre el taxista medio (los hay que da espanto verles manejar) y el conductor masculino medio, es que no tiene ojos en la cara. Y si pasamos al tema del transporte pesado (no de las furgonetas de menos de 3,5 toneladas, que no precisan de nivel profesional en el permiso), entonces ya no hay discusión: primero, porque los camiones sólo los manejan profesionales; segundo, porque los del género masculino reconocen que ellas lo hacen igual de bien.
Para 46/48.”troceador de mensajes”: Muy cachonda su propuesta de analizar el comportamiento consumístico de los millonarios (o de sus chóferes). Lástima que la encuestación sea difícil, por no decir imposible de realizar (a lo mejor los que las piden, ya no sólo ZSQ, podrían aportar algún dato concreto acerca de cómo conseguirlas). Pero podríamos llevarnos alguna sorpresa, porque hay cada millonario “más agarrao que un chotis”• En cuanto a lo de la forma del sombrero o campana de Gauss, según que se aplique a hombres o féminas, ¡en vaya berenjenal se ha metido! Le pueden llover palos desde todas las direcciones; y conste que yo no dudo de que sus datos sean buenos, porque yo sí creo que algunos datos científicos, quizás no muchos, sí existen en sociología. Pero como el terreno que pisamos, y ya lo advertí desde un principio, está plagado de subjetivismo y “a priori”, ya puede Vd aportar los datos que quiera, que el que de antemano ya tenga su posición tomada, seguirá “erre que erre”.
Para 49.pedro brona/50cupraboy: Un comentario equilibra perfectamente al otro; ya dije en mi entrada que las estadísticas de la DGT no casan con los de las aseguradoras. La siniestralidad, y más utilizada de modo sesgado, no es ni la única ni tan siquiera le mejor referencia sobre el tema de conducir bien o mal. Y siempre habría que hacer referencia al kilometraje medio anual, y en qué entorno vial se lleva a cabo.
Para59.Stradale: Su ejemplo de los colegios (como el de las profesionales de Sisu), muy bien traído a colación, ha servido para poner de manifiesto, si es que era precisa una vez más, que los “inasequibles al desaliento” no tienen el menor empacho en negar la evidencia, con tal de seguir manteniendo sus “a priori”. No confío en que ni tan siquiera la exacta, concisa y clara explicación de 65.jav sirva para mover posiciones. ¡Ah, y gracias a la novia de este último! Como dice 66.Sisu, es cierto que va creciendo el porcentaje de mujeres críticas con la conducción de sus congéneres, aunque este dato (no hay estadísticas, claro) también se les ha escapado a los “negacionistas” de la observación de la realidad.
Para 60.Wilfredo: Es cierto que “el mundo del automóvil, en todas sus ramificaciones, está copado por hombres en una abrumadora mayoría”. Pero dentro de la industria (donde, por cierto, conozco a varias ingenieras que acuden, e incluso imparten la presentación técnica en el lanzamiento de nuevos modelos) sí que hay un nicho que lo tienen reservado, a la inversa, casi en exclusiva. Me refiero al diseño interior del automóvil, y muy en concreto, a la selección de colores, tapicerías y sus tejidos. Casi todas las jefas, por no decir también las integrantes de estos equipos, son féminas. Podría ser un tema interesante para que McRae, perfecto conocedor de los entresijos de la industria, descienda de su “torre de marfil” y se atreva a terciar (con sumo cuidado eso sí, porque su magnífico blog es una balsa de aceite) en la explicación de este fenómeno.
Para 64.AAA: Le agradezco su admiración y respeto, pero después de todo lo que he polemizado más arriba con ZSQ, ya poco puedo añadir. Es Vd muy libre, faltaría más, de compartir opiniones con ZSQ, por más que estén resultando minoritarias; pero esto es un blog abierto a todas ellas. Lo que me extraña es que también Vd exija al conductor del mismo que adobe sus entradas con datos y estadísticas, reservando para los comentaristas el derecho a emitir simples opiniones, mejor o peor fundamentadas (no todo son datos numéricos). No se preocupe por los tiempos “políticamente correctos” en los que vivimos; me tocó vivir, y arriesgarme, en otros en los que la cosa iba bastante más en serio; pero eso podría (y quizás lo sea) tema para otra entrada, del tipo anécdota que a Vd le parece que no tienen sitio en este blog; ¿y por qué? La entrada sobre la vida y milagros de Polo Villamil parece ser que recibió una unánime favorable acogida, y no eran más que anécdotas. Sobre lo de si esto es o deja de ser una barra de bar, remito a los lectores a una respuesta un poco más abajo. Cierro preguntándole: ¿por qué sabe Vd que yo escribo “pretendiendo la complicidad de los lectores”? ¿Tal vez porque de antemano, sin necesidad de datos estadísticos, es Vd precisamente el que ya sabe (y presupone que yo también lo sé) cuál va a ser la opinión mayoritaria? ¿Y por ello hay que eludir un tema que ha dado lugar a casi 70 comentarios (por ahora) en este blog?
Vuelvo marcha atrás con unas respuestas más polémicas; la primera para 4.Manolo: Está Vd en su perfectísimo derecho de estar, no ya un poco, sino muy cansado de la guerra de sexos, o de quien es mejor conductor, o de quien limpia mejor. Hasta el punto de que, bajo ese prisma, lo más lógico es que nos hubiésemos perdido su comentario. Pero no; nos lo envía y, por si acaso, se adorna explicándonos por qué entrar en el tema es una pérdida de tiempo. Se le agradece la explicación en lo que vale; pero ¿no es la suya una postura un tanto incoherente?; si es una pérdida de tiempo, ¿por qué perder el suyo explicándonoslo?: ¿sólo para decirnos que también nosotros perdemos el tiempo?. ¿Y si resulta que somos felices así?
Para 5/32/40.easonense: También Vd parece interesado en regir los destinos de este blog: y no sólo controlar los temas a tratar, sino la forma de participar en él, e incluso el ambiente que debe reinar. La verdad es que semejante manifestación del instinto de propiedad (“no me gusta que este blog se convierta en un bar rancio y cutre”) resulta sorprendente en un comunicante que, si no me equivoco, es la primera vez que participa, al menos bajo el seudónimo empleado. He hecho memoria para recordar, tal vez, a algún “donostiarra” o “easotarra” (que suele ser la forma más frecuente en la que “los del Norte” indicamos nuestro lugar de residencia); pero tampoco me suena. ¿No le parece que, para ser su primera intervención, entra Vd un poco fuerte y “sobrao”? Porque “Doña Croqueta”, al fin y al cabo, tiene ya toda una tradición tras de sí, y además, sus comentarios suelen estar bastante más afinados y, puestos a decirlo todo, con bastante más gracia que los suyos. Así, de entrada, llamar “casposos” a todos los blogueros cuyos comentarios no coinciden con su muy particular punto de vista no parece que sea el colmo de la buena educación; quizás sí en un bar rancio y cutre (creo que en el Barrio Viejo no hay de esos; desconozco cuál es su experiencia en dicho tipo de establecimientos). Pero el nuestro es un bar muy limpito y aseado, donde el personal se toma desde la 0,0 de Barney Gumble (después de haberle puesto a Vd en su sitio en 38/42), hasta quizás la copita de un buen brandy de reserva; pero sobre todo, una cañita con un buen pincho de tortilla, cuyo palillo tal vez, los que se estén quitando de fumar, sujeten entre los dientes para calmar el “mono”. Como ya dije más arriba, este blog no es, ni nunca ha pretendido ser el Aula Magna de una Facultad de Filosofía; aunque en él participen blogueros que en absoluto desentonarían en tal ambiente. Pero que también saben tomarse la caña en el bar, hablando de lo divino y lo humano, y sobre todo del automóvil, sin que por ello pierdan profundidad al tratar los temas, ni la buena educación.
Para 43.eduardix: Resulta propio de una mente inconexa poder emitir, una tras otra, estas dos siguiente frases: “me niego a seguir leyendo sus dislates” y a continuación “por lo que le pido que nos deje Vd. en paz”. La única explicación que no requeriría el diván de un psiquiatra (y aun así) sería que se está ofreciendo voluntario para que Javier Moltó me quite el blog y se lo ofrezca a Vd para que lo dirija. Pero no le aconsejaría que hiciese una encuesta previa entre los blogueros; a lo mejor, como se dice ahora, “iba a ser que no” (que no le quieren a Vd, me atrevo a vaticinar). En cuanto al resto de su mensaje, lo único que me sugiere, y creo que lo único que merece, es esto: “¡¿XXX?!”. En “XXX” ponga lo que quiera; creo que tiene práctica.
Sr. de Andrés, yo creo que ZSQ es una Sra o Srta. y por eso le escuece tanto el tema.
Sr. de Andrés, me siento incapaz, totalmente incapaz, de seguir rebatiéndole en este hilo. Digamos que tenemos opiniones encontradas. Si a usted, las suyas, le parecen mejor estructuradas y apoyadas en mejores argumentos y/o experiencias, no puedo por menos que alegrarme por usted. Si sus opiniones son mayoritarias (en contraposición a las mías), siempre podrá encontrar abrigo y consuelo en la muchedumbre, llegado el caso de que sus convicciones empezaran a zozobrar (cosa que dudo). Usted, como muchos de la vieja escuela, hace gala de aquello de «sostenella y no enmendalla». Cada uno escoge su camino.
Desde que participo en estos blogs y, sobre todo, desde que lo hago en el foro de Km77, y va para cuatro años, he comprobado una cosa: uno es esclavo de lo que dice y dueño de lo que calla. Así, suscribo todas y cada una de mis entradas (incluso las menos afortunadas). Lo que me quede por decir (si es que me quedara algo), optaré por callarlo.
Amén.
Para 69.ZSQ: Me parece razonable que, agotados sus argumentos, se sienta incapaz de seguir rebatiendo los míos. Que nuestras opiniones son encontradas, es una evidencia; que Vd busca la confrontación, y no sólo en un tema, sino en casi cualquiera de los que van surgiendo (y quien los presenta «ex novo» soy yo), también es otra evidencia que parece irse abriendo camino. Que en esta entrada mis opiniones tienen un apoyo mayoritario, es otra evidencia. Que si mis razonamientos me parecen bien asentados, y no veo enfrente otros del mismo nivel, me importa un comino si tienen o no apoyo mayoritario, es algo evidente para mi fuero íntimo. Que recurrir al viejo (ese sí que es viejo) y manido truco de citar «Las mocedades del Cid» cuando no se tiene mejor argumento, también está muy próximo a la evidencia. Y en cuanto a lo de decir y callar, no sé si un blog (basado en el «decir») es el escenario más adecuado para esa cita, pero en todo caso, lo que se debe hacer es aplicarla «a priori», en vez de citarla «a posteriori». No le puedo decir otra cosa, en la tesitura en que se ha puesto; salvo que, por supuesto y casi sobra decirlo, este blog y su conductor están abiertos a todos sus futuros comentarios, sobre los temas que vayan surgiendo y, faltaría más, sean o no coincidentes con las opiniones vertidas en la entrada.
Al Sr. de Andrés ( y sus mariachis):
Dos precisiones iniciales: donostiarra sí, easotarra no, no existe eso. Tampoco existe Bario Viejo, sino Parte Vieja donostiarra…
Estoy en esta web desde antes de que intentara ser de pago, seguramente cuando usted no conocía ni de su existencia, a tenor de como se comportaba en sus escritos, ( al empezar a colaborar aquí no sabía ni por dónde le daba el aire en «internet»). Ahora tampoco.
Pues se toma todo como un ataque personal, que luego se siente obligado a rebatir, de un modo cuando menos obtuso y farragoso, ( de bielas vamos bien, pero de prosa…)
Y en esas estamos… que en cuanto se sale de los temas propiamente automovilísticos y asépticos… pues patinazo al canto, y se acaba esto convirtiendo en un berenjenal en el que priman los comentarios de amigotes, los jejes, los de que machotes somos, los de que el director de tráfico es…, los de los límites me los paso por…, los de la Aído esa, los de «le voy a poner en su sitio» …
Y ese tono cañí y cuartelero: » a la Srta. le escuece…»
@ easonense: Lo del tono cañí y cuartelero no sé por que lo dice, sobre todo cuando yo tengo con el Sr/Srta ZSQ una controversia sobre su género real. Si tengo que atenerme a la última respuesta que me dió, tiene bigote por la mañana y lleva una boa para salir por la noche. Vamos que es del genero cambiante, que no indeterminado. Y el escozor no es por donde ud, (malamente) quiere asignarlo. Léaselo mejor, ya que me parece que en cuanto a mi frase está ud. un poco fuera de onda, o mal sintonizado, como prefiera.
Para 71 easonense:Primero, lo de mariachis sobra, a menos que sea una nueva definicion del lector de blogs tipo.
Segundo, creo que nadie nace ensenado y A. de A. tampoco ( usted tampoco) y como esto de internet dicen que es universal y no excuyente de nadie, A. de A. tiene, por lo menos, el mismo derecho que usted y que yo de estar presente; tampoco puede pretender que tenga el caracter y la forma de expresar-se que usted le gustaria, para bien o para mal es su manera de ser ( que aburrido seria expresarnos todos igual,no?) y por el tiempo,poco, que llevo participando en su blog, jamas he visto un insulto o una falta de respeto hacia nadie.
Por otro lado, jamas me he considerado «pelota» de nadie,ni jefes o superiores ni de nadie, nunca me ha gustado esa actitud. Tampoco me considero «amigote»,como usted dice;no tengo el placer ni tan siquiera de ser conocido o saludado. Y me sorprende que califique de cani y cuartelero su tono; debe usted moverse por estratos realmente elevados de la aristocracia para calificar con estas palabras su escritura.
No tendria porque,pero le explicare un poco como he llegado a este blog.Desde que descubri ha A. de A. en la prensa escrita he intentado seguir-le la pista alla por donde fuera; me considero muy aficionado al automobilismo en general y desde muy temprana edad he procurado empapar-me de todo cuanto podia que hablase de coches y por mis manos han pasado multitud de publicaciones de todo tipo y pelaje; ademas me considero un amante del dato y me gustan los textos en que se explayan en explicaciones y que saben » conectar» con el lector.
A. de A. reunia esas y otras cualidades y no se «casaba» con nadie,como tampoco lo hago yo.., y dentro del mundillo del periodismo me transmitia una imagen de gran profesionalidad. Todo eso ya lo valoraba yo antes de la mayoria de edad. Lo unico de que me lamento es de no haber-le descubierto antes.., al blog llegue por haber leido en pieldetoro que A. de A. se pasaba a la red.
Gracias a este blog, los que le hemos seguido ( y que seguimos haciendo),tenemos la impagable oportunidad de interactuar con el, de conocer-le un poco mas y a la vez, que el nos conozca a nosotros y nuestras inquietudes como automobilistas que somos.
Digame, tendre que ir a confesar-me por cometer semejante pecado?
De ahora en adelante le rogaria, que si vuelve a intervenir en este blog, no se refiera a sus lectores como mariachis ni amigotes ni cuadrilla ni nada parecido. Que mania en querer etiquetar todo.
Hombre y si tan a disgusto se encuentra entre nosotros, creo que la solucion es facil..no? O es que alguien le obliga a estar por aqui? Yo normalmente, cuando no me encuentro a gusto en un sitio o ambiente cojo y me voy.
Un saludo
Bueno jefe, es que no terminaba de rimar y era tarde… no le demos más importancia y ponga otro versito que quede mejor, si quiere. Si es posible, dele un toque «Venganza de Don Mendo», se lo pide un admirador.
Dicho esto, no pretendo ser un troll ni molestar mucho más, así que iré al centro de la cuestión.
Científicos de todo el mundo aciertan en separar las habilidades del conductor y su comportamiento. En la literatura técnica y científica ésto se denomina «driver’s behavior» y «driver’s performance». Estadísticas hechas en países serios arrojan unos resultados interesantísimos al respecto, le sugiero que las busque. Después de repasar el IEEExplore y Springer durante tres días, no he encontrado ningún estudio científico serio sobre diferencias en comportamiento del conductor en función de su género. ¿Opiniones periodísticas? Todas las que Vd. quiera (la suya entre otras). ¿Artículos en revistas de alto impacto? No he visto nada, lo cual no significa que no exista.
Tengo una teoría al respecto: La dicotomía observada por Vd, que no voy a discutir al no exisitir puntos en común con mi Cosmovisión, es propia de España y además, de una España muy concreta. En otros países realmente avanzados (o que lo son desde hace más tiempo, España recibió ayudas al desarrollo hasta el año 80-81), la revolución automovilística se produjo mucho antes que en España. Aquí, ver a una mujer conducir un 600 a principios de los 60 era algo bastante extraordinario y como tal, era imposible que el español medio se fijara en ello. Es el caso de mi tía abuela. Según ella, el resto de los conductores no hacían más que insultarla o lo que es peor, si tenía algún problema mecánico en carretera, asistirla como «a una débi mujer, indefensa e incapaz». Mi madre, en cambio, se crió en Mexico y, siendo la situación aun peor que en España, había que hacerse valer. Siempre fue una mujer muy beligerante y plantaba cara a todo el mundo. Al llegar a España se compró un R8 TS con el que dejaba atrás a toda esa panda de gárrulos ibéricos. Estos son ejemplillos de andar por casa, nunca mejor dicho. Simplemente resaltar la enorme importancia de la cultura y la cultura automovilística en particular. El efecto de la tradición y la cultura sobre las personas que conducen es determinante.
Conclusión: España ha sido un país machista y eso no se cambia de la noche a la mañana (y menos con leyes absurdas). Las diferencias en la conducción tienen un fondo cultural, no biológico o psicobiológico. Todo eso sigue existiendo y no hay que poner el grito en el cielo, poco a poco se irá diluyendo conforme la pirámide poblacional vaya moviéndose.
De alguna manera su razonamiento, sin entrar en los pliegues del mismo, es producto de la cristalización machista propia de aquella época. Aunque haga un enorme esfuerzo en racionalizarlo todo y ser objetivo e imparcial, sus mecanismos mentales se han desarrollado en un contexto sociocultural muy particular y determinados comentarios le traicionan. Vd. no es conscientemente machista, simplemente hay resortes y mecanismos en su mente construidos en una época que sí era machista. Ya está, así de sencillo. Cualquier razonamiento al respecto, tendrá un sesgo inevitable. ¡Oh! ¡Qué final! No podemos evitarlo
Respecto al resto de los participantes, salvo ZSQ y alguno… en fin, así nos va. ¿O es qué el conjunto de fenómenos macroscópicos que caracterizan a la sociedad, economía y política Española es producto de una conjura internacional? No, es producto de lo cretino que es el español medio (fenómeno microscópico). Y tal como apuntaba otro por ahí, que se ha atrevido con la estadística, la varianza de la distribución «cretinismo nacional» es… amplia, casi es una distribución uniforme.
¡Cretinos de los Alpes!
Hola.
De vuelta en el foro veo que, como en el tráfico, las opiniones derivan casi en retoinsultos.
Esto poco tiene que ver con el sexo ni con el automovil.
España no es diferente de otros paises más que en la medida en que somos «otro pais» y no aquel con el que nos comparemos, ni mejor ni peor.
Pero las costumbres propias del lugar (idiosincrasia para los top level de por ahí), poco o nada tienen que ver con la impericia y menos con la estulticia.
Ejemplo: adelantamiento con un BMW de alta gama negro, ráfagas del de enfrente al canto.
Misma situación con un corsa rojo del 86… saludos y sonrisa cómplice.
Por cierto lo mismo vale para la grua municipal.
Da lo mismo que los del coche de enfrente sean hombres o mujeres.
El municipal era hombre en las tres ocasiones en que la grua retiró el BMW (MAL APARCADO) y
en las cientos de veces que no se molestan con el corsa rojo del 86 en el mismo lugar.
Estacionando en sitio prohibido en el que no molestas a nadie con coches delante y detrás.
Nos vemos en la carretera.
@74 Es usted un reflejo entonces de la actual España en la que priman aquellos que consideran al resto de países superiores en todos los aspectos. Si quiere pensar eso adelante, pero la verdad está ahí fuera, podría sorprenderse algún día.
Un saludo
@76 No exactamente y no en todos los aspectos. No hay una relación de orden total en los criterios, así que es difícil comparar. Yo no he dicho «en todos los aspectos».
He hablado de:
* Cultura automovislística.
* Machismo atávico.
He nombrado, de alguna manera oculta y en segunda derivada:
* Economía cortoplacista.
* Ausencia de cultura democrática que deviene en un caciquismo recurrente.
Eso no son «todos los aspectos». Viví un año en UK y trabajo a diario con personas de Iberoamérica. Mi jefe es inglés (y no un inglés cualquiera, profesor del Imperial College de Londres), así que no estoy en la caverna ni cegado por la luz exterior. La postura es realista.
Eduardix, tocar el tema de la mujer siempre genera polemica, pero hacer-lo de una manera tan impecable como lo ha hecho A. de A. ( y que ha ratificado incluso la novia de un bloggero), creo que es de admirar. Para mi el pais que usted retrata es el que a diario se puede ver en programas de telebasura y en revistas del corazon, entre otros.
Ademas, habla como si A. de A. no hubiese salido nunca del pais, cuando si supiera un poco de su trayectoria sabria que es una persona de lo mas «viajada», mas que posiblemente usted y yo juntos ( que yo seguro), y si se ha molestado en leer anteriores entradas vera como tiene numerosos colegas de profesion y otra gente del mundillo de numerosos paises, Franceses, Italianos, alemanes, americanos,etc..; y le he leido reportajes en marruecos,EE.UU, rumania,bulgaria,etc..; usted cree que una persona » cavernaria» trabajaria a gusto en estos sitios y tendria tantos colegas extranjeros? Yo creo que no.
En todo caso esto es un blog que se habla ( o se deberia) hablar de coches y su mundo,para hablar de como estaba o como esta el pais asi como de su economia,sus gentes,su cultura y su idiosincrasia en general a buen seguro que habra muchos otros sitios en la inmensidad de la red
que se pueda hacer. No cree?
Por cierto, desde que leo el blog, jamas he visto a A. de A. ha escribir un insulto;usted, en cambio no acaba de » dedicar» uno en su comentario 74. Asi va ud. por el mundo haciendo amigos? Con los ingleses y los iberoamericanos..tambien??? Feo,feo..
Y por favor, si lo cree oportuno no deje de participar en el blog, pero con argumentos un poco mas solidos si no es mucho pedir. Y a poder ser para hablar de coches y/o su mundo.
A 75 jose: Con todos mis respetos, no entiendo a cuento de que viene su comentario.
A 78 sisu.
Idiosincrasia, atavismos, maneras de comportarse que no tienen fundamento, peculiaridades del pais.
Extrapole a la «guerra» (en sentido ABSOLUTAMENTE figurado) hombre-mujer.
A su disposición.
Un análisis sesudo y que comparto casi al 100%. Si acaso discrepo en lo de adelantar en curva. Yo soy hombre y a ciertos vehículos, sean camiones o sean utilitarios, me niego a adelantarlos en curva de autovía tras analizar la «calidad» de sus trayectorias en la recta precedente.
Pero estoy completamente de acuerdo en que, con coches en los que la fuerza del conductor es un dato irrelevante, tienen de partida tantas o más capacidades que los hombres. Pero por una cuestión de formación y/o personalidad rara vez la aprovechan y en promedio conducen peor (todavía) que los hombres.
También he defendido siempre la necesidad de la citada estadística ponderada contemplando al menos el nº de km recorridos por accidente para poder hablar con un mínimo rigor. En muchas casas el marido tiene más accidentes que la mujer porque la mujer no hace más de 1000 km anuales.
Para 80. Fernando: Evidentemente, si alcanza a un vehículo que ni en línea recta es capaz de mantener una trayectoria limpia, es como para santiguarse al adelantarlo, ya sea en recta o en curva; el no delantarle en curva no le va a salvar ni poco ni mucho más que hacerlo en recta. Aunque puede darse el caso de que vaya muy relajado o distraído (el teléfono móvil produce estragos, a este respecto), y al llegar a la curva presta la atención que no pone en recta. No obstante, yo me refiero a los vehículos realmente grandes, con una masa que a los conductores poco habituados al asfalto les impone por su amenazante (al menos para ellos) volumen, y que van conducidos por profesionales; no hablamos aquí de las tan traídas y llevadas «furgonetas enloquecidas». Si en una curva suave de una autovía no me voy a fiar de un auténtico profesional, que previamente no ha dado la menor señal de ir dormido (los accidentes inexplicables de vehículos pesados se producen, por sueño, mucho más en grandes rectas que en cualquier otro entorno), entonces apaga y vámonos; mejor no salgo de viaje. En los casos a los que me refiero es que, por principio, no adelantan nunca en curva, por más que el camión o autobús la esté ya trazando perfectamente (y entonces, malo sería que de pronto salga andando de lado). Pura y simplemente, les agobia estar adelantando sin ver la salida de la curva hasta la próxima recta.
Para 80 y 81: El miedo a adelantar vehiculos pesados es algo bastante extendido y que puedo ratificar a diario. Yo creo que aqui la mejor actitud es la de, una vez observado que el vehiculo en cuestion mantiene una trayectoria fiable, es » valor y al toro», no dudar, acelerando, con ganas de pasar-lo, jamas ahuecar. Si por h o por b se viniera hacia nosotros mejor que nos coja acelerando fuerte que no reteniendo o simplemente marchando » al trote».
A quien quiera explicarmelo.
Adelantar en autovia a un vehículo pesado (entendiendo como tal no al «pesado de turno») implica una diferncia de velocidad de al menos 30-40 km/hora entre un vehículo ligero y el susodicho pesado.
Pongamos que el «pesado» tiene 12 mts de largo y que nuestra velocidad es superior a la suya en 30 km/h qué es lo mínimo a mi juicio que va a suceder en el 90% de los casos en autovia. Haciendo un sencillo cálculo, que me corregirán si no es exacto, tardaremos 1.44 segundos en rebasar al «pesado».
Ni schumacher a los mandos del camión realiza una maniobra como para cerrar el paso sin escapatoria a un turismo en ese lapso.
Queda la posibilidad de que al adelantarle nos paremos a ver la marca de sus ruedas y comentar el tiempo pero no creo que sea lo común.
A qué le tienen ustedes miedo?
Saludos.
Yo alucino.
Para 83.Jose: Tendría Vd toda la razón del mundo… si el tipo de conductor que no adelanta en curva fuese capaz, incluso en recta, de pasarle al camión a 30 o 40 km/h más rápido. Pero, incluso suponiendo que por crucero viniese así de rápido, que ya es mucho suponer, según se acerca al camión se va acongojando, levanta el pie y cuando llega al camión ya sólo va entre 10 y 15 km/h más rápido. Si es en recta, tarda medio kilómetro en realizar la maniobra, hasta que se vuelve a abatir a la derecha; y si mientras tanto llega una cuva, se queda ahí apalancado sin adelantar, y da lugar a la situación que otros blogueros, después de haberla mencionado yo, confirman haber comprobado, para desgracia de la fluidez de tráfico.
Adelantamientos «pesados».
Estoy de acuerdo en que la situación se da… esto no admite discusión. Lo qué digo es que la maniobra en una calzada de doble dirección, representa para estos conductores un suplicio, pero en autovía o con dos carriles o más, no entiendo los miedos.
Seguramente no es más que falta de capacidad por mi parte.
Al hilo de esto se me ocurre comentar (ya se que no es el sitio y pido perdón por adelantado)
si a alguien se le ocurre cómo evitar los adelantamientos de un camión a otro, que se prolongan durante minutos, cuando no tras intentarlo largamente, desisten de adelantar…