Ayer compuse una canción preciosa. Guardé la letra y la partitura en el primer cajón de mi escritorio. La tarareé por la noche antes de acostarme y me asusté de que mi vecino pudiera oír tanta belleza.
Hoy no he podido quitármela de la cabeza. Nunca más podré, porque es mía. Nadie la escuchará jamás. Su valor es infinito. Si alguien cree que podría comprarla por un millón de dólares (como en las pelis) va listo. No hay dinero en el mundo para pagarla. Ya he quemado la partitura y la letra.
La tengo sólo yo.
Las ideas son lo más valioso de uno mismo, estoy de acuerdo.
Las ideas son el inicio del proceso de materialización/ejecución de algo. Por sí mismas no son nada.
¡¡ Qué pena lo suyo sr. Moltó !!
Su exclusiva obra condenada y desintegrada es tan inútil como un MB Goldwing – el bueno, no el hipervitaminado de ahora – en un garaje sin puertas (aunque la haya transformado de formato papel a formato neuronal).
Saludos desde Zgz.
No solo no voy a hacerle oferta alguna sino que además me parece fenomenal que se la guarde para usted. Nos importa un bledo.
Por hacerse el interesante, hombre.
JM
Usted lo que quiere es subirse al carro del cobro de derechos de autos tan de moda en estos momentos…..
Yo pasaría por casa de su vecino. Si ha escuchado algo, que pague. O igual le cierre él a usted su casa a cal y canto por no tener lo suficientemente aislada su casa y estar compartiendo con otros canciones con derechos de autor…..quién sabe!!
Hoombre Palomares, depende cuál sea el carro de los derechos de autor. Bueno, sea cual sea, si se trata de un carro seguro que quiero subirme. ¡Es mi trabajo!
Sr Molto
Mal momento para dedicarse a la música. De cualquier forma y para aclararle algún concepto ser un virtuoso no quiere decir que se hagan obra virtuales.
Disfrute de su canción mientras tenga memoria.
saludos
Me refería a la moda esta de la sgae. No estoy en contra, por supuesto, de los derechos de autor, de la propiedad intelectual y estas condiciones que hacen posible gran parte del desarrollo. Pero si estoy muy en contra de tener que pagar preventivamente unos supuestos derechos de autor cada vez que compro un cd, un disco duro, etc, etc.
Pero este es un tema que se sale del tono de esta cadena, es demasiado aburrido para un viernes víspera de puente 🙂
Buenas, soy de la SinGAE, le ofrecemos nuestros servicios por dicha obra, a cambio cobrara por cada retransmisión , cada vez que se escuche su melodía en algún sitio.
En caso contrario de no querer ceder su pensamiento, tambien puede registrar los pensamientos, y nosotros cobraremos por pensar a quien se le ocurra hacer tal cosa.
Así, entonces, sí sera el más millonario de todos, bueno, de todos no, nosotros más.
Firmado:
SinGAE
XD
Sr. Moltó, mis más sinceras felicidades. Es usted como el sabio, que no cambió París por su aldea.
Menos mal que la ha destruido y que no ha tenido la fatal idea de grabarla en un cd… sino, habría dejado de ser rico usted y lo serían los de la sgae… esas alimañas… (yo, que soy diseñador gráfico, tengo que pagar el canon por guardar mi propia obra…).
Ah! Saludos a tod@s, que es mi primer post en este blog.
A este paso la SGAE conseguirá que pongan el canon también a las bebidas alcohólicas.
Por aquello de que inducen al canto. 😀
Saludos,
Gabriel.
Gabriel, no les de usted ideas.
Patoaparato:
carro=coche
Gabriel, a eso me refería.
Soy incapaz de componer ni un estribillo fácil. Yo apenas escucho música.
Lo que quería contar con esta fantasía es que de lo que se debate con los músicos es el precio que los escuchantes de música están dispuestos a pagar por reproducir sus canciones. No el precio que están dispuestos a pagar por el envase.
Hasta ahora se ha pagado por el envase de la música, por los gastos de marketing, por los sueldos de las personas de las discográficas, por los derechos de autor y por el margen de las empresas que gestionan esos envases y los derechos de autor.
Ellos dicen que la piratería va en contra de la cultura, pero es mentira. La cultura es independiente de su capacida de vender y de generar márgenes. Que haya menor volumen de producción musical o de películas de cine no tiene nada que ver con la cultura.
La riqueza cultural no depende del dinero que los otros paguen por la creación artística. Mi canción imaginaria podría ser cierta y de serlo, si fuera sublime, no me la guaradría para mí. Quizá no le sacaría rentabilidad directamente si la pusiera en internet, pero sería una forma como otra cualquiera de conseguir que muchas personas vinieran a mis conciertos.
Muchas personas crean belleza al hablar o cuando tararean canciones en el baño o tienen otras habilidades que no les reportan dinero. No es obligatorio que los músicos lo ganen. El negocio de la creación artística que puede reproducrse con ceros y unos ha cambiado. Irremediablemente. Quienes creen en soporte que pueda hacerse digital tendrán que cambiar su forma de ganar dinero o buscar otra forma de sobrevivir.
El problema que ha surgido con lo digital, internet y la creación artística es que, entre los emisores y los receptores está la industria. Y la industria sabe que tiene los días contados porque interet permite que se le puentee. Al menos en su papel actual de árbitro absoluto. Si la industria es inteligente, acabará adaptándose Y si no, acabará como las empresas de diligencias o los diseñadores de acueductos.
Lo que me cuesta más entender -y me toca de cerca, profesionalmente hablando- es la posición de los directores, músicos y guionistas. ¿De verdad tienen tanto cariño a la industria que les ha puteado todos estos años? ¿De verdad creen que su futuro debe depender de los derechos de autor? Los derechos de autor son una renta de un trabajo pasado. Yo no haría depender mi futuro de las rentas de un trabajo pasado. Mi futuro tiene que depender de mi trabajo futuro y sus rentas. Si no, me estaré convirtiendo en algo que no me gusta nada.
En «Pagafantas» hay un personaje entrañable, tocayo mío, que se pasa media película empeñado en seguir vendiendo carretes de fotos y cámaras fotoquímicas en su tienda de fotografía. La ministra debería ver esa película.
Saludos