Tal vez sea por el encierro al que nos tiene sometidos la pandemia, pero los más veteranos en la redacción de km77.com nos estamos poniendo nostálgicos, y eso que a mí lo de trabajar desde casa no me pilla de nuevas tras dieciséis años practicándolo. Mientras leía el borrador de este texto de Enrique Calle me estaba acordando de mi primer texto en km77, de mi primera sesión de fotos, de la primera vez que fui a «probar» unos coches.
Mi primer artículo fue sobre la historia de Cosworth, allá por el año 2000. Me lo encargó el, por aquel entonces, director de km77, Juan Manuel Pichardo. Sin ninguna duda, en mi vida he visto un texto con tantísimas correcciones. Eran de todo tipo, pero básicamente seguían un mismo mantra «no escribas como se escribe en las revistas de coches». Y es que, como es bien sabido por nuestros lectores, los textos de km77 son asépticos, salvo excepciones. Primera lección. Difícil para quien desde pequeño empleaba la propina para comprar esas revistas.
Cuatro años más tarde, y tras alguna que otra colaboración más, hice mi primera sesión de fotos a los mandos de un coche. Fue durante una visita de placer a Madrid cuando además y sin esperarlo, me ofrecieron formar parte de la plantilla de km77.com.
Increíblemente (o a mí me lo parece), no me acuerdo de cuál fue el primer coche que conduje ese verano, pero pasaron por mis manos entre otros, durante más o menos kilómetros, un Audi A3 3.2, Mitsubishi Colt, un Volvo S40 e incluso un Clase E. Con el S40 recibí una merecida bronca por salir en una foto cogiendo así de mal el volante. Con el Colt fue la primera vez que me llevaron con otros dos coches —un 407 HDI 136 y otro que tampoco recuerdo— a conducir por nuestros recorridos habituales de pruebas. Estar charlando sobre nuestras sensaciones, al lado de los tres coches, es de esas escenas de la vida que se me han quedado marcadas a fuego. También recuerdo muy bien cómo iba ese E 500: imperturbable en vía rápida.
Tampoco me he olvidado de mi primera presentación. Fue de Toyota, en Murcia. Por aquellos tiempos, anualmente, Toyota organizaba la Aventura Toyota 4×4 (o parecido). Durante un par de días podíamos probar todos sus modelos 4×4 fuera del asfalto, en condiciones que, según el coche (no era lo mismo un RAV4 que un Land Cruiser), podían ser realmente exigentes. Llegué al aeropuerto, donde nos citaban a los periodistas de los medios, sin conocer a nadie. En el avión tuve mi primer y único incidente con un pasajero en todos estos años. Fue con una compañera. Como yo era el novato me dejé llevar por la prudencia (no sabía quién podía ser ella, ¿periodista?, ¿de Toyota?, ¿una pasajera más?) y evité aumentar el encontronazo. Ya en Murcia, en el hotel, conocí a los dos primeros «colegas». Sergio y Willy. Tras presentarme les pregunté si sabían quién era la del avión. Se echaron a reír. Voy a ser elegante y dejarlo ahí. De esa primera presentación recuerdo perfectamente la sensación de temor pensando que iba a hacer el ridículo conduciendo. El miedo se volatilizó cuando el compañero que me tocó en el coche, y con el que me iba a turnar conduciendo esos dos días, me dijo que él nunca había conducido un coche automático. En ese momento supe que al menos ya iba a ser el penúltimo menos malo.
Con el tiempo descubrí que, en la profesión, como en botica, había de todo. Gente que conducía mal, gente que lo hacía bien, algún temerario que afortunadamente ya no va a presentaciones y afortunados, como nuestro excompañero Víctor Fernández, que han nacido con un don para esto de manejar el volante. Como ejemplo de buen conductor siempre cito a Miguel García-Vidal, hoy ya exempleado de Motorpress. En todos estos años sólo compartimos coche durante la presentación del Ford Focus ST de 2012 en Niza, pero me quedé fascinado con su forma de conducir. Hay dos maneras de ir rápido, a lo burro o con delicadeza. Miguel sabe hacerlo de la segunda manera, con una suavidad exquisita con el volante, en los cambios de marcha, en todo.
Afortunadamente, durante estos dieciséis años no he tenido ningún accidente importante probando coches. En la presentación del Jaguar F-PACE, un periodista portugués detuvo su coche contra el mío bajando un puerto, para mi sorpresa y la de mi amigo Pablo Poza (de la revista Fórmula Todoterreno), que era quien iba al volante; buscando fotos para acompañar este texto he visto las del Z4 M Roadster, coche que aparqué en la puzolana del circuito de Jerez (¿o del de Estoril?); y el más serio: yendo de copiloto en un 911, golpeamos de pleno el lateral derecho contra la bionda de una carretera del Montecarlo tras deslizar de las cuatro ruedas en una curva húmeda, con el resultado de una carrocería amarilla marcada de delante a atrás y la incredulidad y cabreo del, por entonces, jefe de prensa de Porsche en España, que no se creía la explicación de quien conducía cuando le decía que el golpe había sido con el control de estabilidad conectado (doy fe de que sí lo estaba, el control conectado; también el jefe de prensa cabreado).
Solo recuerdo un susto, y esta vez por mi culpa. Estaba en la oficina, escribiendo. Enrique había regresado de probar el M6. Estuvimos comentado cosas sobre el coche, entre ellas cómo él había configurado el botón M del volante. Esa misma tarde me fui a conducir el M6 por una carretera de montaña, con curvas, sin tráfico y con buena visibilidad; llevaba ya varios kilómetros probando el coche por esa carretera, cuyos carriles se le quedaban pequeños. Cuando ya estaba casi terminando, decidí probar el modo permisivo del DSC. Enrique me había dicho que el botón M lo había dejado con esa configuración (el sistema dejaba algo de derrape antes de ponerse a controlar la situación). Fue en una curva a izquierdas, en bajada; una curva cerrada desde la que se veían despejados los siguientes 500 metros de carretera. Seleccioné segunda y, en pleno apoyo, aceleré a fondo. Lo que ocurrió a continuación es como si una caricia en la cara se convirtiese en tortazo. La cruzada del coche fue tan grande como inesperada, algo parecido a estar mirando por el balcón y que alguien te empuje por detrás. Tras un par de zigzagueos controlé el coche. El susto fue lo siguiente a morrocotudo. De hecho, tras pararlo, me bajé para mirar las marcas de los neumáticos (y a respirar…): durante ese zigzag el coche barrió todo el ancho de la carretera, hasta el punto que había una huella en la tierra de la cuneta (la carretera no tenía arcén) de una de las ruedas del lado izquierdo.
Voy a poner fin a esta especie de anecdotario preapocaliptico. Mientras el problema del codvid19 siga existiendo, en km77 no podremos probar coches ni asistir a presentaciones, así que supongo que podremos dedicar tiempo a escribir sobre cosas un poco diferentes. Por ejemplo, del foro de km77…
Que envidia me dais los que probáis coches y luego redactáis el artículo, sensaciones, impresiones , etc… etc… !!!
Soy un amante de los coches desde que tengo 18 años y he realizado más de 5 cursos de conducción, podría trabajar de esto hasta por amor al arte !!!
«Por ejemplo, del foro de km77…»
No se de que esta hablando. Hubo alguna vez, uno?
Un saludo para todo el equipo de Km77 en estos tiempos de incertidumbre. Os sigo desde hace años y no me habéis defraudado ni una sola vez, así que continuaré con vosotros mucho más tiempo. Deseo que pronto podamos volver todos a nuestra vida normal y vosotros a probar más coches y a contarnos vuestras impresiones de forma tan profesional como sabéis hacerlo.
Un abrazo.
Entrañable e íntimo articulo. Me encanta leer vuestras pruebas y comentarios de la que considero mejor pagina del motor en España (incluyo a las publicaciones en papel). Aunque no podáis deleitarnos con pruebas recientes a causa del confinamiento por el covid-19, os agradecemos estos artículos de otro tipo de experiencias. Ah, es loable que también nos refiráis algún que otro susto al volante, nos hacéis sentiros más cerca de nosotros, resto de usuarios y aficionados al motor que aunque tratamos de esforzarnos por conducir cada día mejor que el anterior también sufrimos nuestros sustos al volante. Un abrazo, a seguir trabajando tan bien como nos tenéis acostumbrados y a cuidarse mucho. El coronavirus lo paramos entre todos.
Daniel, de BAHIA BLANCA, Argentina. hace màs de 10 años fanàtico de vuestra pàgina, la que miro no menos de 2-3 veces por dìa… EXCELENTE TODO, informaciòn, datos tècnicos, fotos, etc…. FELICITACIONES¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Gracias por compartir con nosotros ese punto de vista más personal del mundo de la prensa del motor.
Salud-os a todos.
Hay experiencias inolvidables, buenas y malas, por supuesto. Recordar aquella forma de conducir, con la atención puesta al máximo y la mano puesta en el cambio con frecuencia, tiene su alegría. También contribuian esas carreteras que se han anulado. Carreteras sinuosas, carreteras de un sentido, carreteras del peligro…
Pasabas por pueblos, parabas si te apetecía, comías, tomabas algo, comprabas, conocías el pueblo…hacer un viaje largo se convertía en toda una aventura…, no era tan autómata, conducias tu, mandabas tu. Sin tantos cientos de km de autovía, sin velocidad de crucero, sin tantos radares, sin tantos controles, sin tanta monotonía….
La conducción era más entretenida, más alegre, más disfrutada y se comentaba con los amigos. Ir detrás de un camión durante muchos minutos era desesperante, pero esperar, buscar el momento adecuado, vigilar los espejos retrovisores, poner el intermitente, reducir una marcha, ver cómo suben las revoluciones acelerando con ganas, meter otra marcha superior y adelantar sin tener que vigilar la velocidad, pero con sumo cuidado, viendo por el espejo retrovisor interior los metros que le metías al camión, era una gozada al cuadrado. El motor respondía, rugía y después se relajaba. Y esa situación, en aquellas carreteras, se repetía con frecuencia.
Comparar con la forma de conducir ahora, y no tiene nada que ver. Aquello era disfrutar de la conducción y ahora es monotonía al cuadrado…
Sí, quizás tardabas más en hacer un trayecto. Pero cuando tenías que repetirlo, sabías que era una aventura. Y me ilusiona recordarlo desde el confinamiento, ya que eran buenos tiempos y no como ahora, que nos hacen vivir los amos del mundo, una película de psicosis en directo, que está destrozando la salud mental de mucha gente…
Eran tiempos de alegría en la conducción, libertad, confianza y sanidad social..
Aquellos tiempos nunca volverán…
Que envidia en estos tiempo que no se puede coger el coche para disfrutar de la conducción.
Me encantan estas entradas.
Sorprendido, eso sí, por lo que parece una escasa cualificaci´ón de algunos probadores. Hace años, más de 30, conocí a uno que hacía alguna prueba para una revista del motor. El tipo acababa de sacarse el carné, apenas sabía nada de coches, pero comentaba sus impresiones sobre un BMW Serie 5 sin el menor rubor.
Siempre pensé que era una excepción, pero veo que no. Entiendo que para probar coches hay que saber de coches -mecánica, dinámicas, industria, producto- y tener una sensibilidad muy desarrollada para captar matices al volante, compararlos y obtener conclusiones.
Cuelgo aquí un documento curiosísmo que narra los inicios de otro conocido periodista del motor.
https://www.pieldetoro.net/web/bricos/bricosdetal.php?brico_id=75
Enhorabuena por el texto.
Me ha hecho recordar que les sigo desde hace «mil años», más concretamente desde comienzos de siglo. ¡Cómo pasan los años! Quizá me falle la memoria, pero fue el artículo sobre el M3 E46 del citado Juan Manuel Picardo con el que me enganché a su web. Y desde entonces, una visita diaria no falta por mi parte.
Mientras dure la cuarentena y no tengan coches que probar, sigan contando «interioridades» y anécdotas, por favor.
Ya me hubiera gustado trabajar con vosotros, redactar, probar coches, mantener la web… cada vez que os leo y ya van muchos años, prácticamente desde que empezasteis, incluso recuerdo que el señor Moltó llegó a valorar mi CV en una ocasión, pena que fue durante la crisis pues han pasado casi 10 años de aquello jajaja
Un abrazo
Muchas gracias a km77.com por estos textos en estos tiempos tan extraños.
Ande, díganos quien era la del avión.
Otro artículo que se agradece en medio de este yermo coronavírico. Enhorabuena.
A pesar de que su trabajo es envidiado por muchos, no me deja de maravillar con lo bien que capean con ciertas dificultades, ya sea por sus capacidades o por su experiencia.
En una ocasión coincidí con el señor Moltó y no se me va de la memoria una toma de contacto de minutos con un nuevo modelo. Ambos habíamos accedido a las mismas posibilidades, pero él fue capaz de conducir siempre con el mismo margen a los límites del vehículo. Lo simultaneó con una suavidad asombrosa para la rapidez de la prueba y las condiciones del vehículo. No contento con esto, al salir, comentó unas cuantas sensaciones como si las hubiese escrito en un bloc de notas. Yo no pude ni hacer la mitad en pista y, al terminar, apenas podía relatar un par de detalles sobre la prueba. Ahí fue cuando me di cuenta que su trabajo parece sencillo y gratificante. Pero sólo lo parece, detrás hay mucho más.
Un abrazo y continúen así.
«No se de que esta hablando. Hubo alguna vez, uno?»
Pues eso, a pesar de que como dice Slayer es posible que nunca lo hubiera:
¿Qué razones hay para abandonar esa interactividad tan amena?
¿Acaso les da miedo, prevención, perdida de protagonismo?
¿Prefieren que solo sean ustedes los que tengan voz?
¿Evitan las críticas inmediatas?
Me gustaría -creo que nos gustaría- saber las razones del abandono de ese foro que probablemente ha caído en el olvido.
Si hubiera existido, sería uno de los principales activos de Km 77
Siempre me pregunté cómo se atreve un tío de veintipocos, sin apenas experiencia y sin ser piloto o un superdotado del volante, a juzgar aspectos «sutiles» de la conducción de un coche. Bueno, a juzgar si, porque creo que lo hacemos todos, pero a escribirlo ya me parece mas arriesgado. Que vd. estuviera acongojado al inicio de su carrera como probador habla bien de su inteligencia.
El foro… el foro… el foro sigue ahí, en un formato incómodo de narices pero idéntico al que había. ¿No será que echan de menos ser jóvenes y haber hecho amigos ahí? Pero pueden seguir entrando. Yo no lo hago porque llegué tarde y ahora da un poco la sensación de llegar a un restaurante y sentarse en una mesa de desconocidos que son todos amigos. No parece ese su caso. Aunque si el foro hubiera seguido siendo un elemento central de esta casa se hubiera convertido en lo que se convierten todos los foros de motor generalistas, en una mierda mayúscula.
Slayer!
Está vivo! oiga, tengo un segmento B nuevecito, el cuadro es una pantalla configurable, no me han cobrado como opción por ella!.
Bienvenido.
Diga un taco por favor!.
Como escribí una vez no todo lo nuevo es bueno, la pantalla no me da nada mas que un buen cuadro analógico (en el plano conducción) pero mola un montón, tiene un montón de posibilidades «coloristicas» diferentes. El cacharro es muy chulo. Es nuevo, funciona bien y lo han conseguido ahorrando un montón de pasta en proceso de fabricación haciendo que parezca mejor que el anterior.
Un gusto leerle por aquí. Esto está aburrido ultimamente. A ver si estos días encontramos algo para entretenernos.
P.D. Me entregaron el coche el Viernes 13 de Marzo por la tarde, del concesionario a casa, al garaje y solo puedo usarlo para salir de la parroquia al super de la parroquia de al lado. Hay que joderse!.
Saludos
@16,
Seguimos vivos, si. Espero que vd. este bien.
Si el cuadro digital entonces es mas barato, por que esa marca no lo integra tambien en sus modelos del segmento A?
Porque Renault sigue esa politica cutre de cuadros en el Clio? Porque, en aquellos vehiculos en los que se ofrece tambien un cuadro «analogico» (que no lo es) este se reserva para las versiones de entrada?
A dia de hoy, un display sigue siendo mas caro.
@17, perdón me he explicado mal, «el cacharro» es el coche al completo. Se han ahorrado dinero en otros componentes del coche, asientos mas espectaculares, pero con peor sujeción ahorrando en la estructura, en el tapizado. Han hecho mas espectacular el aspecto externo en la estampación de la chapa, pero han hecho ahorros en determinados componentes de carrocería, eliminando adornos multi-elemento… y si, se han gastado mas en el salpicadero completo incluyendo el cuadro y la pantalla accesoria que vende mas. Algo que configuras un par de veces hasta que das con lo que mas te convence y luego ahí se queda.
Al final me he quedado con el cuenta revoluciones a la izquierda y el velocimetro (en dígitos) a la derecha. He perdido la posibilidad del ordenador de consumo permanente en la pantalla accesoria, cosa que me j**e mucho, no he encontrado manera de configurarla.
También (por ahora) he perdido la conexión Mirror Link, por mucho que he probado con 2 móviles diferentes no hay huevos a que funcione, aunque supongo que será algo que solucionaré cuando pueda acudir al concesionario.
Pero bueno es lo que hay.
Cuando llegue a los 6 años que utilicé el anterior veremos si el resultado final es mejor.
Cuídese mucho.
Ánimo, fuerza e higiene!
Excelente artículo! Bueno, como todos.
Antes de que empiecen a caer mensajes de demostración de sabiduría de Slayer y rivales si que quería recordar que, a parte del foro, también existe Teruel, y a parte de eso, los artículos técnicos de «otras secciones».
Es algo que comenzó Pichardo y sus amigos supongo, y que desde que éste no escribe, no ha salido ninguno más. Me parecían muy útiles y fascinantes. Una pena que no salgan más, a ver si se animan en estos tiempos.
Diréis ahora que existen los blogs, pero no es lo mismo, ya que en los últimos se comentan las cosas de un modo más literario.
Y de los comentarios de los expertos en estos blogs también se aprende a veces, pero cuesta…
Muy gracias, Alfonso Herrero,
bienvenido ha sido el conocer de primera mano tus primeras experiencias y anécdotas. Testimonio que articula sobre una profesión chula, chula, como pocas, para esos a los que los coches más que gustarnos, nos conmueven y apasionan.
AP: hmmm….¿María de Villota?
Info de la tía del avión!! Qué sucedió??
El foro de km77… Recuerdo la emoción del día que obtuve acceso. Los nervios y el respeto que me acompañaban al poder, por fin, interactuar con toda aquella gente que tanto me había hecho aprender, disfrutar, reir.
Ah, el foro… Lo que molaría que hubiese existido algo así. ¿Se lo imaginan?
#19
Estoy de acuerdo con usted. Yo también hecho de menos los artículos técnicos de Pichiardo. Si, ya se (y es lo que más aprecio) que las pruebas suelen tener un apartado técnico, pero esos generales eran muy interesantes.