Entrevisté a Carlos Sainz por primera vez a mediados de la década de los 80. En aquella época, había dejado de correr con el Renault Tour de Corse y estaba poniendo a punto el Maxi Turbo, cuyo potencial se resistía en los primeros rallies. Él era entonces un piloto novato (para lo que ha alcanzado después) y yo un periodista principiante. Aquella entrevista la titulé «Con prisa». Carlos Sainz me habló de su objetivo de participar en el Campeonato del Mundo de Rallies en un equipo oficial. En aquella época, aquellas aspiraciones, en España, parecían un sueño inalcanzable.
Carlos Sainz consiguió primero jubilar a Antonio Zanini, el permanente Campeón de España de rallies (Recuerdo una conversación entre ambos antes de un rally de tierra en Madrid, hablando sobre la posibilidad de montar ruedas de diferente diámetro en el Ford RS200 que conducía Carlos y que antes había conducido Zanini. Zanini le decía que no podía ser, que el Fergusson central no lo admitía, mientras Carlos Sainz lo miraba con cara de escepticismo).
Recuerdo también que Hermenigildo Baylos, entonces ingeniero de Renault, me contó en una ocasión la capacidad de Carlos para notar todo lo que le sucedía al coche y para transmitírselo con detalle. «Un día —me contaba— en unas pruebas antes de un rally, nos dijo que oía un ruido en el grupo posterior que nadie más éramos capaces de percibir. Lo desmontamos y efectivamente tenía un defecto que nos hubiera obligado a abandonar.».
Esa capacidad de poner los coches a punto permitió a Carlos Sainz hacer que los vehículos con los que participaba fueran siempre competitivos, salvo raras excepciones. Dos títulos de Campeón del Mundo de rallies y cuatro subcampeonatos lo confirman. Uno de los subcampeonatos se debió a una lesión en el hombro (por aquella época decía que llegó a temer no poder coger a sus hijos en brazos) que le impidió participar en varias pruebas cuando era líder destacado del mundial. Averías mecánicas y accidentes le impidieron conseguir esos títulos. Curiosamente, por estar siempre muy cerca de conseguirlos, se generó fama de gafe en torno a su nombre.
Una fama de gafe que sólo mencionan quienes no conocen lo bien que pilota Carlos Sainz. Luchar por ganar el Campeonato del Mundo de Rallies en tantas ocasiones únicamente está al alcance de los privilegiados, de quienes tienen magia en las manos y de quienes se preparan con mucho esfuerzo para estar siempre entre los mejores. Carlos Sainz no es gafe, es un enorme campeón. Nadie en España ha conseguido unos resultados tan buenos como él en el mundo del motor. Por eso me duele que le hayan dado el premio Príncipe de Asturias a Fernando Alonso y no a Carlos Sainz, que tiene más triunfos que Alonso y que había ganado más Campeonatos del Mundo cuando se le concedió al piloto asturiano.
Recuerdo una anécdota de Carlos Sainz en el circuito del Jarama, un fin de semana en el que él estaba probando el Maxi Turbo en la pista. No me resisto a contarla.
En la recta había una serie de conos y Sainz los enfiló hacia arriba en un eslálom espectacular en sentido contrario al habitual en el circuito. Sobre el último cono dio un giro de 180 grados y entró en la recta de boxes a toda velocidad. Asomados al muro estábamos unos cuantos espectadores boquiabiertos. En aquella época había una barrera en la entrada de boxes que dejaba un paso estrecho. Antes de llegar a la barrera, Sainz cruzó el Maxi Turbo (un coche carísimo, por cierto) y pasó entre los dos puntos de la barrera dejando escasos centímetros a un lado y a otro del coche, hasta detenerse justo delante de todos los que mirábamos extasiados.
Eugenio Ortiz, «Genito», piloto oficial de Renault en aquella época y al que Carlos también jubiló, le espetó cuando ya había bajado del coche: «Te ha salido de chiripa».
«¿De chiripa?» preguntó con sorna Carlos. Se volvió a enfundar los guantes, subió al coche, volvió a realizar el eslálom de bajada y de subida, giró de nuevo 180 grados en el último cono situado en la parte alta de la recta, enfiló la entrada de boxes a la misma velocidad que la vez anterior y cruzó el coche justo antes de la barrera, con tres centímetros de margen por delante y otros tres por detrás del paragolpes del Maxi Turbo.
Cualquiera podría decir que aquello era una macarrada inútil. Y posiblemente tuviera razón. Pero en cualqueir caso, fue un espectáculo digno de contemplar una y otra vez.
Los que estábamos allí vimos la repetición de la jugada exacta en vivo. Ése es Carlos Sainz. Un mago del volante, un piloto profesional que se cuida, que se empeña en conocer al dedillo los coches que conduce y que sabe todo lo necesario y tiene la sensibilidad necesaria para ponerlos a punto como nadie.
Está cerca de los 50 años, pero él asegura que sigue disfrutando con lo que hace y está en buena forma. Quizá busque ahora otros retos, como las 24 horas de Le Mans. No conozco sus planes, porque hace años que no lo entrevisto. Pero me ha hecho vivir tan buenos momentos, tantos rallies disputados hasta el último centímetro, como este Dakar recién ganado, que me gustaría que no se retirara nunca. Para mí siempre ha sido un placer seguirle. Y las pocas veces que me he montado a su lado ha sido un gustazo acompañarle.
¡Gracias Carlos! Me alegro de que te hayas entendido bien con Lucas Cruz y que hayáis conseguido esta victoria en el Dakar con el Touareg. Espero que sigas con ganas de repetir, para que todos sepamos que no ha sido de chiripa.
La última vez que estuve cerca de Carlos Sainz, que pude hablar con él despacio y desearle suerte fue en el último Rally de Turquía que corrió con Citroën. Este es el reportaje de aquella ocasión.
He visto, leído u oído más de una anécdota de Carlos Sainz, y no me cabe la menor duda que es un profesional absolutamente dedicado a su trabajo y que tiene historias para llenar un libro.
Ya saben, el próximo «bloguero» oficial de Km77, el Sr. Sainz. 🙂
Saludos cordiales,
James Marshall.
me ha gustado mucho leer esta entrada… yo estaba ya harto de la gente que nada mas oir el apellido «sainz» conestaba «gafe». Opino igual que usted javier, el premio príncipe de asturias se lo merece mas carlos que alonso… pero que le vamos a hacer… Carlos Sainz para mi es lo mejor que ha dado españa tras un volante, tengo 20 años y tampoco esque haya seguido toda su carrera, pero es un piloto al que siempre he admirado mucho, enhorabuena por el dakar!!! y a ver si nos puede dedicar unas líneas!!!
Es un pedazo de piloto como la copa de un pino. Y el «culpable» de que un servidor sea aficionado al automovilismo deportivo (y también Luis Moya, no me puedo olvidar de él).
Aún recuerdo sus hazañas a finales de los 80 y principios de los 90 a bordo del Toyota Celica, cuando yo era todavía un chaval. No se me olvidará jamás verlos celebrando la victoria del 1000 lagos (con su compañero sueco Mikael Ericsson y su copiloto sosteniendo la bandera española), o sobre todo, la apertura del telediario aquel día de diciembre que acabó el RAC rally de 1990 viendo a los dos campeones celebrando sobre el capó la victoria en el mundial.
Diga que sí señor Moltó. Pienso que Fernando Alonso ha hecho méritos para llevarse el Príncipe de Asturias merecidamente, pero a Carlos se lo deberían haber dado antes claramente. A mí lo que me duele es que sea más reconocido en el extranjero que en España (me consta cuando he vivido y viajado) y que le hayan puesto el sambenito de gafe en nuestro país por puro desconocimiento.
Secundo: Carlos Sainz bloguero de km77, aunque solo sean unas letras. Te esperamos Carlos.
Gracias por escribir este artículo (o como se diga) Javier, creo que se lo merece.
Saludos
Sainz es un fuera de serie, un revolucionario de los Rallys. Si quereis leer miles de historias del Mundial de Rallys os recomiendo el blog de Ponseti
http://ponseti-rally.blogspot.com/
Como rezaba una pancarta el día de su despedida de los Rallys:
¡¡¡ Carlos Sainz Champions Forever !!!
Sainz es un fuera de serie, un revolucionario de los Rallys. Si quereis leer miles de historias del Mundial de Rallys os recomiendo el blog de Ponseti
http://ponseti-rally.blogspot.com/
Como rezaba una pancarta el día de su despedida de los Rallys:
¡¡¡ Carlos Sainz Champion Forever !!!
Pues a parte de verle bajar las eses de Bugatti con el maxi-turbo y el suelo mojado (que miedo), creo que lo mejor de Carlos Sainz estuvo con el Sierra Coshworth de tracción trasera en el mundial y bajo la niebla. Pero que nos lo cuente él, a ver si Javier Moltó consigue que nos escriba unas líneas.
Aún tendrá ocasión de jubilar a Walter Röhrl en el empleo de probador jefe de Porsche. El alemán es grande de verdad. Carlos es como mínimo igual de bueno.
El problema del Príncipe de Asturias es que el titular, como su progenitor, gusta de dar la mano a la estrella del momento y no asocia su imagen a los que han quedado segundos. Aquel año pensaron que si no se lo daban a Fernando, quizás ya nunca podrían hacerlo.
Un saludo.
Bravo Carlos, caballero y campeón.
Yo recuerdo también una exhibición en un improvisado circuito urbano en Txurdinaga, Bilbao, el primer o segundo año que tuvo el Sierra Cosworth para el nacional de Rallys de asfalto, qué espectaculo dieron Carlos, Guillermo Barreras con el Maxiturbo, Jose Mª Servía con el Ibiza bimotor …
Yo también espero que Carlos siga en activo muchos años más, me da igual en qué montura, mientras sea en algo que huela a gasolina (o gasoil …) y que le permita divertirse y con ello hacernos tambíén a nosotros disfrutar.
Yo me aficioné al mundo del motor gracias a Carlos Sainz, cuando corría con el Toyota Celica WRC. Siempre me ha parecido un personaje atípico dentro del panorama del deporte español: mucha más cabeza y muchísima capacidad de trabajo. Que a día de hoy siga estando entre los mejores dice muchísimo a su favor. Enhorabuena, Carlos y Lucas y gracias a Lucas por contarlo todo tan bien.
Me ha encantado el artículo, Javier. A mi la afición a los rallys me la inculcó mi tío, que era el que me llevaba, siendo yo un niño, a ver los todos los rallys que podíamos. No tendría yo ni diez años cuando a la vuelta de un rally Costa Blanca al que yo no pude acudir, le pregunté a mi tío por Zanini. Su respuesta fue clara y me quedo grabada: “Olvidate de Zanini, hay un tal Sainz con un R5 que es increíble como va”
Desde entonces he seguido su carrera con pasión, y Carlos Sainz siempre ha merecido todos mis respetos. Ha sido y es un deportista enorme, un as del volante, profesional y perfeccionista hasta la extenuación. Solo espero y deseo que algún día sea reconocido como se merece, un grandísimo campeón, y no como el piloto gafe que nos quieren vender.
Un saludo.
Como casi siempre, concuerdo con usted en casi todo. Desde la inmerecida fama de gafe de Sainz, hasta la también inmerecida medalla de Alonso.
Aprovecho para preguntarle si usted es consciente de la enorme suerte que ha tenido a lo largo del tiempo, como aficionado al automovilismo, de haber podido conocer a grandes leyendas de este deporte. Sin ir más lejos, en sus dos últimos post, habla de su experiencia personal con Rohrl Y Sainz. Para este humilde servidor, el contacto con cualquiera de ellos sería una experiencia única.
Grande Carlos Sainz.
El Principe de Asturias se devalúa a sí mismo con elecciones como esa que comentas, aunque antes que a Carlos quizá se lo deberían haber dado a Jordi Tarrés.
saludos
Pues si: completamente de acuerdo contigo, Javier. Sin duda, una alegría para el deporte español el tener otro triunfo más en «nuestro» haber. Pero sobre todo, una alegría que haya sido con Carlos Sainz, que haya podido darle un «zas en toda la cara» a aquellos que le llaman gafe. Y con 48 años, que se dice pronto. Espero que su carrera todavía de mucho más de sí y que tengamos unas cuantas alegrías más gracias a él.