Probablemente la gran mayoría de los asiduos de este blog ya se hayan enterado de que el motorcito que protagoniza la prueba de hoy ha arrasado en los premios del “Motor Internacional del Año”; no sólo se ha llevado el triunfo absoluto, sino que también ha ganado en todas las categorías en las que podía participar: la de su cilindrada (menos de 1 litro), la de “Mejor Motor Nuevo” y la de “Mejor Motor Ecológico”. Evidentemente, en la de “Mejor Motor Prestacional” no participaba; ahí el triunfo ha sido para un primo lejano (también del Grupo Fiat): el V8 del Ferrari 458 Italia. Probablemente, los mismos también sabrán que yo soy miembro del jurado que concede esos premios; único representante español entre 76 miembros de 36 países distintos de los cinco continentes. Y probablemente, supondrán que sacar ahora la prueba del 500 Twin-Air es un comprensible oportunismo para hacer coincidir lo uno con lo otro. Pero en este caso se equivocarían, pues la prueba de este coche del segmento A con tan interesante motor sale cuando le correspondía, al cabo de casi dos meses de haber sido realizada; muy en concreto, se llevó a efecto en la semana del 21 al 27 de Marzo. Y dado que vengo manteniendo un colchón de unas siete pruebas adelantadas, pues ahora es cuando le tocaba aparecer.
Lo que también es coincidencia es que, precisamente esa misma semana, Fiat organizó un viaje de doble destino, al Centro Técnico de Orbassano (Turín) y a la fábrica de Bielsko-Biala (Polonia), donde se produce el motor, para que los miembros del jurado pudiésemos conocer a fondo tanto la tecnología como el proceso productivo de dicho motor. Y es evidente que este conocimiento, y sobre todo las pruebas realizadas por cuenta de cada cual, han surtido efecto, a juzgar por el resultado de la votación. Pero este viaje ha tenido otro efecto colateral muy positivo, como disponer de una amplia documentación respecto a la tecnología de Fiat y a cómo ven en este grupo industrial el futuro desarrollo de las energías alternativas. Así que, ya puestos, y antes de entrar en faena con el 500 Twin-Air como coche, me voy a permitir compartir con los lectores aquellos aspectos que considero más importantes de todo lo mucho que nos comunicaron.
En primer lugar, en Fiat están muy orgullosos, y con razón, de los diversos avances, auténticas primicias en algunos casos, que en el último cuarto de siglo han aportado a la automoción: en 1987, la inyección diésel directa en turismos (Croma 1.9 i.e.); en 1990, el primer eléctrico puro (Panda Elettra); en 1997, el primer turismo con inyección diésel directa “common rail”( Alfa 156 1.9 JTD); en 1999 el cambio mecánico automatizado y secuencial Selespeed (Alfa 156 de nuevo); y últimamente, la tecnología Multi-Air de distribución variable de mando electrohidráulico, de la cual el Twin-Air es la aplicación más llamativa, por ahora. Resulta raro que un grupo con semejante poder tecnológico tenga un relativo mal cartel entre el público; ello se ha debido, sin duda, a que durante décadas se centraron mucho más en lo tecnológico que en los detalles, y el nivel de acabado, y en algunos aspectos de fiabilidad, dejaban un tanto que desear. El tándem formado por Luca de Montezemolo y Sergio Marchione está peleando muy duro por enderezar la situación; pero una vez hecho el daño, está costando años darle la vuelta a la situación. La disparidad de marcas del grupo, con un gigante especializado en coches pequeños y medianos, como es Fiat, junto a otras que gozan de una larga y mítica historia, como son Lancia, Alfa-Romeo, Ferrari y Maserati, tampoco ayuda a homogeneizar las soluciones.
Así pues, antes de entrar en los temas del Multi-Air, el Twin-Air y su aplicación al 500, me parece muy interesante transcribir algunos párrafos de la documentación en la que Fiat (que, como todos los grandes grupos, explora las más diversas posibilidades) plasma su postura respecto a las energías alternativas:
“La propulsión por hidrógeno (ya sea en motor de combustión interna o como célula o pila de combustible) es teóricamente la opción más limpia, pero no tendrá un impacto apreciable en el mercado en un futuro previsible debido a los inconvenientes relativos a la producción de dicho elemento, su distribución, almacenamiento tanto en estaciones de servicio como sobre todo en los propios coches, y de seguridad.
La propulsión eléctrica es más antigua que el motor de combustión interna. Desde 1990 (Panda Elettra) la fiabilidad de las baterías ha aumentado considerablemente, y su capacidad energética se ha más que duplicado, pero todavía siguen estando un orden de magnitud por debajo de lo que sería necesario.
La propulsión por Gas Natural es la única alternativa real a los hidrocarburos líquidos en un futuro previsible, y ya está saliendo del mercado de nicho para pasar a la producción de gran serie en muchos mercados mundiales.
El motor de combustión interna seguirá siendo la tecnología de propulsión dominante hasta por lo menos 2030, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías punteras en la ignición por chispa durante estas próximas décadas.
La propulsión híbrida simplificada inteligente, debido a su desfavorable relación entre coste y reducción de CO2, sólo se extenderá ampliamente cuando se desarrollen tecnologías para abaratar el conjunto de de las propulsiones térmica y eléctrica, y de su transmisión a las ruedas.
La sinergia intrínseca entre las tecnologías avanzadas del motor de gasolina (miniaturización, sobrealimentación y Multi-Air) y el Gas Natural permitirá reducciones de CO2 del orden de hasta un 50% con una prestación equivalente o incluso superior.
Las mezclas de hasta un 30% en volumen de Hidrógeno se podrán utilizar en motores de Gas Natural con mínimas modificaciones en los componentes y en los sistemas de almacenamiento de gas, aportando un 12% suplementario de reducción del CO2, con un impacto muy limitado en la autonomía del vehículo.
Entre las opciones de biocombustibles, el Biometano ofrece el mayor potencial, por su grado de conversión y su independencia respecto al sector alimentario. La utilización progresiva del Biometano proporcionará un reducción adicional de emisiones equivalentes de CO2, gracias al ciclo cerrado de CO2 y, simultáneamente, a evitar la emisión directa de metano a la atmósfera.”
Sobre estos temas, en Fiat saben de lo que hablan, ya que el nivel de emisiones conjunto de su gama está en 125,9 gramos de CO2, incluyendo a Ferrari, Maserati, Lancia y Alfa-Romeo; nivel que desciende a 123,1 gramos si nos quedamos sólo con Fiat. En Renault, según dijeron en la presentación de su nuevo e interesante turbodiésel 1.6-dCi Energy de 130 CV, pretenden arrebatarle este liderato europeo a Fiat, bajando a menos de 120 gramos para 2013; pero, teniendo en cuenta que actualmente están en 135 gramos para el conjunto de su gama, lo van a tener muy difícil para batir a Fiat, que ya parte de sus 123 gramos actuales. Pero volvamos al tema concreto que nos interesa: la tecnología Multi-Air y sus aplicaciones. Sobre el Multi-Air, genéricamente, no me voy a detener; hace ya meses que en este blog se le dedicó una entrada específica, y por este y otros cauces, es seguro que los lectores lo conocen de sobras. Pero sí puede ser de interés comentar algo de lo que nos dijeron respecto a futuras evoluciones.
Del Twin-Air, este mismo año se presentarán la versión atmosférica de 65 CV, y la de gas natural de la actual turbo, con 80 CV (se pierden 5) y 80 gramos de CO2, y que también es apta para funcionar con biometano. Ya en 2012, aparecerá una variante más apretada, con 105 CV, que se montará en el Fiat Punto Evo. Y ya hay un prototipo para utilización híbrida, utilizando una transmisión ligera del tipo DDCT (doble embrague en seco) inaugurado en el Alfa-Romeo Giulietta. Por su parte, el sistema Multi-Air ya está en pruebas, como fase Multi-Air 2, tanto para el diésel (ligeros para turismos y pesados para industriales) como para la inyección directa de gasolina con EGR interno, lo que dará otro 3,5% de reducción de CO2, con lo que cumplirá las futuras normas EU-6 de emisiones. Con todas estas incorporaciones, y en el caso concreto del Twin-Air, será plenamente competitivo frente al turbodiésel en los segmentos A y B, por su menor nivel de emisiones de NOx, de CO y de HC (partículas de hidrocarburos inquemados).
Y vamos ya con el Twin-Air en su versión actual, y única por ahora. Para un cubicaje de 0,9 litros, definido de antemano como el ideal para conseguir, desde atmosférico hasta turboalimentado, la escala de potencias deseada, se puede elegir teóricamente entre dos, tres y cuatro cilindros. La contraindicación del bicilíndrico viene por el lado de las vibraciones y el equilibrado, y también por las pulsaciones del escape a bajo régimen en la versión turbo. Todo lo demás son ventajas; en cuanto a la cilindrada unitaria para dicho motor 0.9, el rendimiento termodinámico con los 225 cc de un cuatro cilindros está en un nivel 95,8; el cual sube, con los 300 cc de un tricilíndrico, hasta 98,7; para pasar a 102,8 con los 450 cc del bicilíndrico. También hay ventajas en cuanto al tamaño: respecto a un cuatro cilindros, un tricilíndrico es un 12% más corto, y el bicilíndrico, un 23%. Concretamente, el Twin-Air es 105 mm más corto de lo que sería un cuatro cilindros del mismo cubicaje. En peso también hay beneficio, pero no tanto, debido a que los elementos periféricos, que también cuentan, son los mismos con independencia del número de cilindros; en este caso concreto, el Twin-Air pesa 85 kilos, lo que supone una disminución del 10% respecto al teórico cuatro cilindros, que pesaría 95 kilos. Pero esos 10 kilos de aligeramiento se consiguen exclusivamente entre bloque, culata y lo que llevan dentro. Y para redondear, este bicilíndrico monoárbol de cuatro válvulas por cilindro es más barato: menos piezas, aunque sean un poco más grandes, salen más baratas que el doble número de ellas, pero más pequeñas.
Como ya se ha dicho, la contraindicación es por parte del equilibrado y las vibraciones; hay una primera decisión: los dos pistones en paralelo, con una explosión cada 360º y regularidad cíclica, o bien calados a 180º entre sí y explosiones alternadas a 540º y 180º, pero con mejor equilibrado, aunque no perfecto. El equipo diseñador se decantó por los dos pistones en paralelo, y poner un árbol de equilibrado, lo cual incrementa el peso y los rozamientos; para minimizar estos últimos, la transmisión de movimiento se hace por pareja de piñones, el eje va sobre rodamientos de rodillos, y se monta la bomba de agua en su otro extremo.
Gracias a la distribución Multi-Air, se puede utilizar una compresión muy elevada para un motor turboalimentado, ya que es nada menos que de 10,0:1. Y ello gracias a que, con la flexibilidad que confiere el Multi-Air, a partir de más o menos media carga la distribución desfasa aperturas y cierres para irse aproximando a un ciclo del tipo Atkinson/Millar, compensando así el peligro de detonación debido al efecto conjunto de semejante compresión y de un turbo que, girando a 260.000 rpm a plenos gases (a 950ºC), llega a generar una presión absoluta de 2,4 bar. El turbo, para evitar las pulsaciones de escape a bajo régimen, lleva una turbina especial, de sólo ocho álabes, cuando lo normal en su tamaño hubiesen sido doce. De este modo, se sacrifica un poco el rendimiento a media carga para mejorarlo, y sin problemas, a poca carga y bajo régimen. Además, entre ambas válvulas de admisión, una nervadura de separación sirve para incrementar la turbulencia de tipo “tumble” o torbellino horizontal.
¿Qué rendimiento se obtiene en esta primera versión de 85 CV? Pues de momento, 97 CV/litro, que no está nada mal; y ello, a un régimen de 5.500 rpm, bastante tranquilo. La evolución del par motor, que es todavía más interesante, es la siguiente: a 1.000 rpm, 6,4 m.kg; a 1.250, 8,0; a 1.500 11,2; a 1.750, 14,2; y 1.900, 14,8. Este par máximo de 14,8 mkg sigue fijo hasta 3.500 rpm, y a partir de ahí desciende de forma prácticamente lineal hasta los 11,1 m.kg a 5.500 rpm, correspondientes a los 85 CV. Pero no hay que olvidarse de la función “Eco”, que mediante un botón en el cuadro, modifica el rendimiento del motor, que partiendo a 1.000 rpm de los 6,4 mkg antes citados, sube más suavemente hasta 10,2 m.kg a 2.000 rpm, par que se mantiene constante para acabar ofreciendo 77 CV de potencia máxima a las mismas 5.500 rpm que sin la función “Eco”.
Y ya llega el momento de ofrecer la habitual ficha técnica resumida:
Fiat 500 Twin-Air:
Motor: 875 cc; 85 CV a 5.500 rpm; 14,8 m.kg de 1.900 a 3.500 rpm (en modo Eco: 77 CV a 5.500 rpm; 10,2 m.kg de 2.000 a 5.400 rpm). Transmisión: Caja de cinco marchas, con 36,1 km/h a 1.000 rpm en 5ª. Neumáticos: 185/55-15. Cotas (longitud/anchura/altura): 3,55/1,63/1,49 metros. Peso (sin conductor, con depósito lleno): 930 kg. Velocidad máxima: 173 km/h. Consumo extra-urbano: 3,6/3,7 l/100 km. Emisión ponderada de CO2: 92/95 g/km. |
Este coche trae de serie Start/Stop, pero no alternador inteligente, y cuando se utiliza el modo “Eco”, básicamente para tráfico urbano, la dirección eléctrica Dual-Drive se pone en modo “city”, ofreciendo una mayor asistencia; lo cual es un relativo contrasentido, ya que, a cambio de un poco más de confort en la conducción, tiene mayor consumo eléctrico, en contra del planteamiento “Eco”. La estructura del motor es de cotas de “carrera larga” de 86 mm, para 80,5 mm de diámetro. Y por supuesto, la labor del turbo se ve complementada por el correspondiente “intercooler”. Según que la transmisión, siempre con las mismas relaciones y grupo, sea de manejo exclusivamente manual o secuencial/automática Dualogic, las cifras de homologación varían un poco. No alcanzo a comprender el motivo, ya que manualmente se podría cambiar a las mismas revoluciones y carga que con la Dualogic, y entonces los consumos y emisiones deberían ser los mismos, y no favorecer al método automatizado. Pero esto es un aspecto marginal.
Lo que sí tiene interés es la comparación que la propia Fiat hace de los rendimientos de este motor frente al mismo coche equipado con el 1.4 de culata doble árbol, 16 válvulas y 100 CV. La pérdida de 15 CV se salda con que la velocidad punta cae a 173 desde 182 km/h; el 0-100 km/h sube a 11,1 segundos frente a 10,5; y la recuperación de 80-120 km/h en 5ª, al tratarse de un turbo, baja hasta 13,1 segundos, en vez de 17,1. Esta última mejora compensa más que sobradamente las otras dos pérdidas, ya que la elasticidad es mucho más interesante, en utilización cotidiana, que la aceleración a fondo subiendo a tope de vueltas, o la punta. Pero además hay una aparatosa mejora en los consumos, ya que el 1.4 de 100 CV tiene una homologación de 5,1 l/100 km en extra-urbano y 140 gramos de CO2 en combinado; lo cual supone, tomando la media de los valores del Twin-Air en Dualogic o manual, una rebaja de nada menos que un 28,5% y un 33%, respectivamente. Sin duda, una economía más que notable, sobre todo si se confirmasen en la prueba real estos datos de homologación. Podemos comprobarlo, ya que el 500 de 100 CV, con caja de seis marchas y 34,2 km/h de desarrollo en 6ª, lo probamos a primeros de Enero de este año.
Y estos son los resultados de la prueba, realizada un día con la tecla en Normal y al otro, pulsada en “Eco”:
Fiat 500 Twin-Air:
Consumo: 7,70 l/100 km. Promedio: 107,6 km/h.
Consumo: 6,83 l/100 km. Promedio: 105,0 km/h. |
Nuestro gozo en un pozo, ya que el 500 con el 1.4-16v consumió a razón de 7,42 l/100 km, bien es cierto que a una media de 103,6 km/h; debió de ser un día de perros. Y como ya se comentó en dicha prueba, había otras tres anteriores del mismo motor: dos del propio 500, con resultados muy dispares (7,20 y 7,84 l/100 km), y otra del Panda 100HP, con 7,70 l/100 km. Pero aunque hagamos el promedio de las cuatro pruebas, lo cierto es que el motor atmosférico, de características bastante deportivas, sale a un consumo promedio de 7,54 l/100, más económico que el del Twin-Air en modo de manejo Normal, el más propio en carretera.
Eso sí, al pasar a “Eco”, la rebaja es espectacular, y sin perder nada más que siete minutos, que tampoco es tanto habida cuenta de la economía lograda. Con sus 10 mkg de par máximo constante, y sus 77 CV (que nunca se llegaron a utilizar, por el estilo de conducción), el 500 se defiende muy razonablemente en carretera; muchos otros coches, por las causas que sean, han tardado bastante más en cubrir el recorrido que las 4h 48m empleadas por el Twin-Air en “Eco”.
Otro dato más, antes de pasar a sacar conclusiones; la propia Fiat nos facilita el de una prueba realizada por “Quattroruote”, comparando los consumos en Normal y en “Eco”; sólo que ellos sobre un recorrido mixto urbano/carretera y en conducción más suave, sin superar nunca los 105 km/h (supongo que sin pasar de 110 de aguja). En ambos casos, la media general de marcha estuvo alrededor de 48 km/h, y el consumo bajó de 6,43 l/100 km en Normal, a 5,62 en “Eco”; es decir, una economía del 12,6%, un resultado muy próximo al que hemos encontrado nosotros, que corresponde a un 11,3%. En ambos casos, muy alejada de los optimistas 33% en combinado (para la prueba italiana) y 28,5% en extra-urbano (para la nuestra). Una vez más, si es que ya hiciera falta, se demuestra que los resultados de los ciclos de homologación tienen muy poquito que ver con los de la conducción real. Y la prueba de “Quattroruote” era bien distinta de nuestro circuito rutero.
Otra conclusión que los italianos sacaron fue que en “Eco” los consumos son mucho menos dependientes del estilo de conducción, al haber realizado la prueba (de menor kilometraje que la nuestra) con diversos conductores. Es lógico que así sea, puesto que al manejar una curva de par absolutamente plana, y más baja, el conductor pronto se habitúa a cambiar antes, pues no sirve de mucho estirar el motor, y sobre todo, se ahorran esos “picos” de aceleración aprovechando los casi 15 m.kg que proporciona el motor en Normal, que hacen ganar tiempo, pero que cuestan combustible.
Eso sí, el resultado en “Eco” es el mejor que hemos obtenido, en gasolina, después de los híbridos de Toyota. Pero una vez más comprobamos que el 500 es el coche menos adecuado para conseguir buenos resultados, entre los pequeños, debido a su aerodinámica. En Fiat insisten en potenciar la imagen del 500; está muy bien comercialmente, pero como rendimientos, el Punto Evo, aunque más voluminoso y pesado, mejora sus rendimientos, como ya comprobamos con el Multijet II de 95 CV. Pero para saber lo que el motor Twin-Air puede dar de sí en el Punto Evo, tendremos que esperar hasta el año que viene, cuando aparezca la versión de 105 CV.
¿7,70 litros en modo normal el 500 con motor 0.9 de 85 cv? ¿7,42 litros el 500 con motor 1.4 100 cv y neumáticos algo más anchos? ¿Donde está el ahorro para ese motor miniaturizado?
Salvo que se pueda pasar del modo eco(6,83 litros) al estándar(7,70 litros) de modo fácil e inmediato (y eso es algo que desconozco) no tiene mucho sentido renunciar a cilindrada y potencia y finura de equilibrado para consumir lo mismo si no más.
Y no creo que se pueda decir que un motor turbo de 85 cv montado en el pequeño 500 vaya forzado para el ritmo de la prueba con poco tráfico y a coche lanzado…..
¿Toyota Auris 1.6 132 cv 7,5 litros?
¿Seat León 1.2 TSI 105 cv menos de 8 litros?
¿Motor 0.9 105 cv montado en un Punto? ¿Motor apretado y escaso en baja para un coche del tamaño del Punto?
¿Qué tal una prueba del Ibiza 1.4 85 cv.del Yaris 1.3 100 cv para comparar?
Que prueba más interesante! Por fin un boton ECO que sirve para algo! Ya se sabía que un motor tan pequeño iba a gastar con un tramo a 140km/h, pero ahí lo tenemos con un nuevo record, y en recorrido desfavorable!
Complementando la comparativa con Quattroruote nos viene a decir que este coche es ideal para salir de la ciudad por sus rondas con bajo consumo hasta 3000rpm y cuando un día queramos chicha no hay más que quitar el ECO. Tambien habrá que tener en cuenta que lo bajos costes de producción hará que se le pueda ajustar mucho más el precio haciendolo más competitivo que los diesel, y más teniendo en cuenta la inminente igualación de impuestos del diesel con la gasolina.
En cuanto a Renault-Nissan buena revolución tienen preparada a la vuelta de la esquina, no hay más que ver el reciente 130cv, Miller inminente(que habrá que comparar con este), electricos, y veremos que más sorpresas nos tienen preparadas… Se va a hinchar a pruebas don Arturo!
Gostaria de llamar la atencion para la prueba del Audi A1 1.2 TFSI 86, que considero el coche más próximo en termos de filosofia, sinó categoria…
Motor miniaturizado de 86cv, algo más pesado pero también más aerodinamico… LAs Cifras que se han obtenido me parecen algo mejores en termos de consumo que las del TA de 85cv:
Audi A1 1.2:
Consumo: 7,17 l/100 km.
Promedio: 106,9 km/h.
Fiat 500 Twin-Air:
Consumo: 7,70 l/100 km. Promedio: 107,6 km/h
Me gustaria ver un comparativo entre estos dos coches, no en una prueba tan especifica como estas, mas si en transito citadino+pequenos cursos de estradas secundárias, que me parecen ser el habitat natural de este tipo de coches (Ya no tanto el A3 Leon e restantes segmento C)
Antes de que nadie se escandalice, se debería recordar que el sistema multiair está hecho especialmente para optimizar la eficiencia en cargas parciales.
A plena carga funciona prácticamente igual que un coche con distribución normal. (Con el pie a más de medio gas, los motores son casi todos «más o menos» igual de eficientes, y ya entra más la aerodinámica).
Es muy posible que en ese coche, gasolina, en modo económico, se puedan sacar consumos de alrededor de 4 litros en conducción normal.
La conducción de la prueba (en la que, si no me equivoco, se alcanzan velocidades de hasta 140 km/h), es bastante más deportiva de la que hace hoy día el común de los mortales (hoy ya casi se podría definir como «conducción extrema»).
Esa velocidad media de más de 100 km/h durante 500 km, difiere bastante del «arranca-para», «vamos todos a 70 pegados unos a otros» típico de las rondas y vías de acceso a las ciudades, que es donde hoy se hacen la mayor parte de los km en los coches.
Amen emprendeitor, yo diría que en el tramo de 140 habrá hecho unos 9-10 L/100, en el de carretera abierta y baja carga unos 4-4.5 y en la secundaria de tirar de recuperaciones unos 5-6. Todo en modo ECO.
Como me gusta este motorcillo, estaría bien que fuera 77cv eco y 105 cv en normal, aunque supongo que cambiará el turbo y no será tan sencillo.
Lo de «conducción extrema» me ha dejado ojiplático…..
#6 Creo que al alcanzar semejante velocidad de crucero, algunos vasos sanguíneos se le reventaron…
La DGT y su campaña de alienación, parece que van teniendo cada día más afectados.
Rianse lo que quieran… pero en mi opinión, hoy en día llegar hasta los 140 km/h, ya está lejos de ser lo habitual.
Ni alienación, ni gaitas. Personalmente, he descubierto el placer de la conducción eco (-lógica o -nómica, elijan), del ahorro de combustible (mi monovolumen ya va de forma permanente por debajo de lo s 5 l/100).
Por mí, ya pueden subir el límite a 140 o 180, que yo voy a seguir circulando por la autopista entre 80 y 100.
El que tenga prisa, pues que me adelante, que para eso voy por mi derecha.
@8 Leí en un estudio hace poco (un par de semanas o así) que la velocidad media de la (parte catalana) AP-7 es de 134km/h.
#8 emprendeitor: Cualquiera que lea el blog más o menos habitualmente sabrá que está usted empecinado en ir estorbando incluso a camiones y autobuses. Lo que no es de recibo es que crea que su conducta es generalizada, o que está asumida por la mayoría de los conductores. Cada uno con su bolsillo hace lo que le viene en gana. Si a mí me apetece no hacer una conducción eco, es problema de como quiero invertir mi dinero. Usted irá despacio por convicción propia. La mayoría lo va por miedo y represión.
Que hayan bajado el límite a 110 km/h no significa que ahora 140 km/h sea una velocidad extrema.
Cupraboy;
Completamente de acuerdo, no se puede decir mejor.
Emprendeitor, esta claro que en lo referente a los cruceros por autovía no nos vamos a poner nunca de acuerdo. Y sospecho que en los de carreteras convencionales tampoco lo haríamos.
Y ojo, me parece perfecto que realice una conducción tremendamente ecológica, económica y aburrida, siempre y cuando lo haga sin molestar a los demás ocupantes de la vía como afirma que lo hace.
Yo todavía no he realizado ningún viaje de más de 100 km con los nuevos límites, pero ya he observado que en cuanto hay un pequeño grupo de coches, todos nos ponemos a monear a 110 clavados, hasta que alguien se pone a 115 o así, y se empieza a romper el grupo, volviendo todo el mundo a la velocidad con la que se encuentra cómodo conduciendo. La mia suele estar entre 130-140 km/h (en buenas condiciones de visibilidad, trazado, etc, etc, etc..). Seguro que gasto más, y encima voy en vilo por si me echan una foto, pero es que si no, un viaje en coche pasa de poder ser (no siempre, claro) una cosa agradable, entretenida, y en la que uno disfruta con su coche, a convertirse en un suplicio tedioso y sin final…
Al final, lo que era una medida temporal, apuesto a que se queda ahí para siempre. Y lo que menos me gusta es que hay gente a la que le parece bien que decidan qué hacer con su tiempo unas personas que se pasan esas leyes por el forro cuando van en su coche oficial, que es practicamente todos los dias del año.
Lamento la dispersión y no se lo tome como un ataque personal emprendeitor, ya he empezado a entender que su actitud no es para provocar, aunque (yo) no pueda evitar entrar al trapo.
Saludos.
Hola, a todos.
Efectivamente, muchos medios habéis repetido el dato de 77 cv para el modo ECO, incluso una revista española(Coche Actual, no recuerdo qué número) les dió 81,9 cv en modo ECO(eso sí el par motor en vez de ser los escasos 100Nm llegó a ser de 112Nm a menos de 2000 r.p.m.) apenas 5 cv menos que en modo «normal», aunque en modo «normal» el par motor llegó a ser de 156 Nm…
De ahí que la pérdida de prestaciones fuera más «abultada» de lo que cabría esperar(entre paréntesis en modo ECO).
0 a 100k/h: 11,5(14,2)
0 a 400mts:17,9(19,0)
0 a 1kmt:33,7(35,9)
60 a 120k/h en 3ª): 12,1(16,1)
80 a 120k/h en 4ª):10,3(18,1)
y en 5ª): 14,1(32,0)
La velocidad máxima apenas habría variado, pero sus aceleraciones y recuperaciones sí que habrían empeorado bastante,que ya es decir…
Pero resulta que la revista alemana Auto Motor und Sport en su correspondiente prueba (número 1/2011 que salió publicada en la segunda quincena de diciembre de 2010) publicó las curvas de potencia y par motor tanto en modo «normal» como en modo «ECO» y daba para el modo ECO una potencia máxima de tan sólo 43kW(58 cv), lo que haría que su velocidad máxima en modo ECO apenas llegara a 150 k/h…
¿Será que cuando en modo «Eco» no funciona tan «bien» da mejores resultados en «alta»(afortunadamente, claro está)?
Ni qué decir tiene que tanto las aceleraciones como las recuperaciones hubieran empeorado aún más…
Y, sin embargo, las diferencias de consumo fueron apenas del 14% entre el modo «normal» y el modo «eco»…
Otra cosa que tampoco me «cuadra» es que en la prueba de Coche Actual el Fiat 500 0,9 Twin-Air llegó a un peso de 1067 kgs!!!…
Cuando A.M.S. publicó que el Fiat 500 0,9 Twin-Air les pesó 949 kgs ¡¡¡en su correspondiente prueba!!!…
O que al menos al principio el Fiat 500 llevaba un grupo demasiado largo(G.:3,444:1) que hacía que la 6ª marcha llegara a algo más de 40 k/h(40,5) a 1000 r.p.m., aunque parece ser que Fiat lo cambió por un grupo de 3,867:1) que hizo que la 6ª marcha fuera de tan «sólo» 36,1 k/h a 1000 r.p.m….
Y por otra parte…
¿De dónde «salen» los 118 kgs de diferencia(y eso que estamos hablando de la misma versión y hasta a versión C de techo descubierto no pasa de 65 kgs de diferencia respecto de la versión techo «cerrado»)?
Saludos.
Manolom.
@13,
Ha mirado como dan el dato? Depositos llenos o vacios? Conductor a bordo o en vacio?
Efectivamente, Slayer, no cabría otra «lógica»…
Aún con todo Coche Actual siempre(o al menos casi siempre) ha medido el peso de los coches con el depósito lleno pero sin tener en cuenta el peso del conductor…
Así que tampoco saldrían las «cuentas»…
Por no hablar de lo anterior,
¿cómo se explica lo de disponer en modo «eco» 58 cv según la curva de potencia publicada por AMS frente a los 77 cv en modo «eco» en la mayoría de las revistas y casi 82 cv en la prueba realizada por Coche actual?
Saludos.
Manolom.
Un artículo muy interesante. No estoy deacuerdo sobre el posible desarrollo futuro del coche eléctrico puro y el de autonomia extendida. Mas con los actuales precios de los combustibles. En esto creo que el grupo fiat la está cagando. Como la cagaron en su dia en inventar cosas en vez de preocuparse también de la fiabilidad.
En mi opinion hay que aplaudir que todavia queden marcas dispuestas a desmarcarse un poco de lo politicamente correcto, aunque sea intentando recorrer antiguos caminos, como es el caso, salvando las distancias, de este 500 en relacion a su ancestro, y tambien, recordemos, al anterior modelo, el cinquecento ( este en letras), que tambien tuvo una version bicilindrica en el modelo suite, de acceso a la gama, de planteamiento mucho menos ambicioso y elitista que la presente.
De todas formas creo que, nuestro mercado todavia no esta suficientemente maduro para aceptar que un coche de menos de un litro de cilindrada y dos cilindros se le puedan sacar 85 cv, y si el el inventor resulta que es del pais de la bota y que con todo lo que lleva no logra consumir por lo menos igual que un diesel, entonces apaga y vamonos.
En resumen, una buena idea, pero quiza para un poco mas adelante para que tenga un cierto exito (ojala me equivoque).
Sisu, el Cinquecento bicilíndrico se denominaba (al menos en España) Siena; el Suite era la versión de 900 cc de cuatro cilindros equipada con aire acondicionado y algún extra más.
Saludos.
Stelvio,gracias por la correccion,lleva ud. toda la razon.
Me encantan los motores pequeños. Yo tuve un marbella de 0,9 l atmosférico y de inyección indirecta y en circulación exclusivamente carretera daba 4,5 l/100. Tenía bastantes espectativas sobre este motor de Fiat, la verdad. Creo que la última marcha de este coche es muy corta y por eso penaliza mucho en la prueba de A. de A. Por otro lado, opino lo mismo que emprendeitor: A. de A. prueba los coches a unas velocidades «extremas»(no hace mucho daba a entender que las zonas de 50 se las saltaba), y esto no es una conducción ni legal, ni segura ni ejemplar. Para lo único que valen los datos de A. de A. es para comparar entre modelos.
Aprovecho también para pedir la prueba de un Clio 1.5 Dci, más penalizados en el ciclo homologado respecto a los 1.6 TDI, aunque en carretera creo que todo lo contrario.