No sé si han estado ustedes alguna vez metidos en un bucle de nostalgia. Es fácil entrar, basta con recordar una monstruosa cantidad de detalles (que a otros/as les parecerían insignificantes) sobre personas que ya no están en su vida. Personas especiales (quizás hasta ‘esa’ persona) que marcaron momentos enteros de su existencia. Personas tan determinantes que la vida tras ellos es aún más compleja que la propia vida. Con eso en mente, se aplican los cinco sentidos a esos recuerdos, de tal forma que uno puede recordar conversaciones enteras, el sonido de una carcajada, la frase hecha que se repetía continuamente, el olor de una tortilla de patatas o un paseo aparentemente irrelevante.
Por supuesto, el proceso lleva adherido una idealización de la memoria. Los malos momentos se minimizan, los días grises se borran, todo se focaliza en ese instante mágico que definía su relación, la complicidad infinita. Las confidencias que brotaban a todas horas. Especialmente porque jamás pensaste que iba a ser finito. Porque, amigos y amigas, todo es finito. Todo caduca aunque luchemos con uñas y dientes por evitarlo.
Para eso sirve el bucle de nostalgia, para anclarnos en esos recuerdos y no partir jamás.
Lamentablemente, no somos como esos viejos relojes de bolsillo que se atrasan un minuto cada hora y te dan la impresión de poder engañar al tiempo. Somos más bien relojes de arena a los que nadie puede dar la vuelta.
Y ahora viene lo malo: es muy fácil entrar en un bucle nostálgico, lo difícil es salir. En algún momento la realidad te placa como un luchador de sumo y te das cuenta de que todos esos momentos solo son un retal del pasado. No importa lo fuerte que cierres la mano en torno a ellos, en cuanto la abras te encontrarás con la palma vacía.
Y ahí reside el gran truco del bucle, que solo funciona en la inmediatez de la perdida. Es entonces cuando te asalta y se niega a dejarte ir. Había un poeta hindú que decía que “la luz entra por las heridas”. Yo no lo creo, pero me gustaría pensar que tiene razón.
Háganme caso: jamás se dejen llevar por la nostalgia, es una cabrona desalmada sin respeto por nada. Es mejor resistir en el lado pragmático de la vida: se sufre menos; se vive mejor.
Yo jamás he aprendido esa lección, así que me veo obligado a transitar por un montón de alambicadas (y muchas veces dolorosas) conexiones neuronales que empiezan con algo tan simple como un nombre. Me temo que no hay pastillas para eso pero si alguno de ustedes dispone de una receta casera, haga el favor de compartirla. De momento, y como si fuera un budista, me he prometido no pensar en el futuro, nada de anticipación negativa… pero que me lo haya prometido no significa que pueda cumplirlo. Lo sé: estoy averiado.
Pasado el momento de mi terapia en voz alta, les recomiendo dos películas para evitar Ocho apellidos catalanes (si es que encuentran alguna sala que no la programe).
La primera es Conexión Marsella, que es básicamente el reverso europeo de aquella obra maestra llamada French Connection. Si en aquella ocasión se trataba de contar la guerra contra el narcotráfico desde la perspectiva estadounidense, en Conexión Marsella esa misma lucha se contempla desde el lado europeo, con la acción concentrada en un juez que no piensa tomar rehenes a la hora de acabar con la plaga.
Una película magnífica, excelentemente rodada y uno de los mejores thrillers que he visto en lustros. No sale Dani Rovira, pero no deberían perdérsela.
La otra es un documental curioso, que se ha estrenado de forma muy limitada, y que habla de la historia de David Prowse, el actor que daba vida a Darth Vader en la trilogía original (la buena). Prowse tiene ciertas cuentas pendientes con George Lucas, que no le dejó utilizar su voz en la película (se la puso James Earl Jones) y cuando puso mostrar su rostro le encargó el trabajo a otro intérprete. Una pieza para los fans de Star wars, entre los que –naturalmente-me cuento.
Les dejo que sigan con sus tareas dominicales que yo tengo que tratar de huír de mi bucle.
Abrazos/as,
T.G.
Borra lo malo. Escribe lo que quieras guardar. Y vuelve a borrar. No pienses, ve hacia adelante.Y escribe. Sigue escribiendo. Sobretodo aquí
Aun sabiendo lo que usted opina sobre muchos temas, por que me encanta como narra su vida y le sigo regularmete. Me gustaría simplemente recomendarle, si vive en Barcelona, que vaya a ver a Sergi Torres al teatro Regina, sino lo tiene a mano pues tiene un buen canal en youtube. Si prefiere la lectura, pues «Un nuevo mundo ahora» de Eckhart Tolle. Se que NO debería haberlo puesto y que es meterme donde no me llaman, pero he sentido el impulso de hacerlo, no se por qué, lo siento, no suelo hacerlo…… Los dos hablan de lo mismo, y para mi fue un cambio de perspectiva en lo que hacía, que por cierto no iba muy bien. Hablan del ego (la mente) y del ahora (el presente)…..
Prowse, sí. La primera vez que le vi, con su enorme bigote y su imponente altura, me pareció ver a un híbrido entre Holmes, el ¿actor? porno de los setenta que interpretó Kilmer en una película sobre el florecer del mercado negro de los psicotrópicos en la California de la época y aquel personaje de una serie televisiva de ambiente oestuno, un tal Zebulón «Maqueijan».
Después seguí viendo a más estadounidenses altos de bigote y cabellos frondosos y asilvestrados nacidos por las mismas fechas. Todos unos ejemplares imponentes, inspiradores de gran confianza, a los que les puedes encargar cualquier tarea con la seguridad de que la completarán con éxito.
Hasta que apareció en escena Ron Jeremy, claro. A semejante individuo no le mandarías ni a comprar el pan. Y sin embargo el tío se ha pasado cumpliendo 40 años, que no es poco.
Volvamos al tema.
Que Prowse ha sido butteado profesionalmente por George Lucas parece innegable. Pero para conseguir al Vader que todos conocemos, un personaje tan auténtico, en el sentido de que no se le puede imitar, eran precisos tres actores que lo encarnaran.
Señor don Cine, la palabra clave en que debe centrarse es…
FUTURO
Vaya Ud. ocupándose de preparar el futuro. (Nada de planes de pensiones, ¿es que me han visto cara de empleado de la Banca Ninos?).
Esa ocupación al principio le librará del presente el tiempo suficiente para que el pasado termine de pasar. Y, quién sabe, a lo mejor el tratar de ocuparse de ese futuro acabe por servir para conseguirlo.
Pero no se estrese tratando de mejorar el mundo, ¿eh? No se moleste en ser generoso. Nuestra cultura, quien sabe si la especie al completo está, estamos condenados por la estúpida avaricia de no pocos y la ignorancia, la desidia y la cobardía de la inmensa mayoría. Así que no haga planes a más de 100 años vista. Es decir, no piense en los demás, céntrese en sí mismo.
Se lo traduciré a términos cinematográficos:
Nada de «¡El mundo volverá a saber de mí!» del Fu Manchú de Cristopher Lee ni el musical de la madre Teresa de Calcuta de «Agárralo como puedas 3». Más bien un «¿nos hacemos unas pajillas?» Si es con alguien que sea más de su gusto que el personaje interpretado por Cámara, lo entenderé.
Y ahora le dejo, que mi vecina se acaba de levantar. Lo sé por su mucosidad tusígena. Y la pobre debe andar cerca de la treintena. No quiero pensar cómo sonará cuando llegue a mis años. Sobre todo si en Madrid seguimos teniendo 1.000 calefacciones de carbón, más las de gasóleo, más varios centenares de miles de idiotas que corren ¿atascados? a más de 70 todas las mañanas y tardes-noches para atravesar Madrid en lugar de alquilar la casa cerca del trabajo.
Tengo que admitirlo. Las adivinanzas de animales son también mis favoritas. No me preguntes porqué.
Desde la infancia, los niños siempre han estado muy vinculados con los animales. Es por eso que cuando crecemos, nos siguen gustando.
A continuación, he preparado una selección con las mejores adivinanzas chistosas que tienen en común el tema de los animales.
Creo que es importante mantener siempre la atención del enunciado, y resulta mucho más agradable, si los protagonistas son animales, que si se trata de personas de carne y hueso, mucho más serias y aburridas.
Espero que les guste, que les parezcan lo suficientemente chistosas, y que adivinen la respuesta sin mirar la solución.
https://adivinanzaschistosas.com/de-animales/