He probado un Mercedes-Benz GLE 500 e 4MATIC durante una semana y he recorrido casi 2000 kilómetros. Con 442 caballos de potencia es obvio que puede correr muchísimo. Y de hecho confirmo que corre. Pero no voy a hablar de eso. La unidad que he probado tenía unos neumáticos de medidas 265/40 en llanta de 21 pulgadas que a mi juicio son excesivos para este coche. No porque vaya mal con ellos, pero seguramente hacen que consuma más y que algunos cambios de apoyo de la suspensión sean poco progresivos. Me gustaría probarlo con los neumáticos de serie, seguro que menos aparentes visualmente, pero con lso que probablemente el coche sea más confortable de conducir. La transición entre el funcionamiento del sistema eléctrico y la entrada del motor de combustión se produce con suavidad en casi todas las situaciones. De hecho, la transición generalmente es inapreciable. sin embargo, en algunas ocasiones, generalmente en torno a los 40 km7h de velocidad, se produce con cierta brusquedad al acelerar. Nada para echarse las manos a la cabeza, pero sorprende porque el cambio de motor eléctrico a motor de combustión generalmente pasa desapercibido.
Quería comparar el GLE con el BMW X5 híbrido enchufable, pero en BMW no disponen en estos momentos de unidades de prueba con estas caracatrísticas, por lo que me he quedado sin comparativa.
A mi juicio, lo más interesante de este coche, con este sistema de propulsión, son los consumos en diferentes situaciones. A continuación explico todas mis mediciones y las situaciones en las que he obtenido estas cifras de consumo.
En mi primer recorrido, de Madrid a Zaragoza, a 125 km/h de velocidad de crucero según el marcador y 105 km/h de velocidad media, el consumo ha sido de 9,7 litros cada cien kilómetros. (Error del indicador de un 3%, por lo que debiera indicar 10,0 litros cada 100 km)
Desde Zaragoza fui hasta el Valle de Arán y del Valle de Arán de regreso a Madrid. En todo momento a velocidades legales y con pocos adelantamientos. En las zonas más empinadas de la carretera, si había que acelerar a la salida de una curva, el consumo se situaba por encima de los 20 litros cada 100 kilómetros durante esos tramos, pero el indicador nunca marca más de esa cifra.
Al volver a Madrid, en casa, cargué completamente la batería. Era la primera vez en 1670 kilómetros que tenía oportunidad de cargar la batería.
Con la batería llena, el indicador señala invariablemente 30 kilómetros de autonomía. El consumo promedio en esos 1670 kilómetros fue de 11,0 litros cada cien kilómetros, paradas muy largas incluidas, con el contacto puesto, que no contribuyen al consumo pero sí que reducen la velocidad media. El 60 por ciento de los kilómetros lo habré recorrido a crucero de 125 km/h de marcador, un 30 por ciento en carretera a 100 km/h de crucero y sólo un 10% de los kilómetros los he hecho a unso 50 km/h. Sin embargo, la velocidad promedio es muy baja, porque el coche ha estado detenido seis horas con el contacto dado por un error mío.
Ya en Madrid, en una mañana templada, pero de gran atasco, los 30 kilómetros de autonomía se esfumaron después de recorrer únicamente nueve kilómetros (con la calefacción puesta).
En el último repostaje, para medir el error del ordenador de viaje, no han cabido más de 5,08 litros. Había que sumarlos a los 188,33 litros que le había añadido hasta ese momento en diferentes repostajes, con lo que según mis cálculos el consumo real ha sido de 11,4 litros cada 100 kilómetros.
Sale ese dato de consumo porque en el momento del repostaje final el recorrido sumaba 1704 kilómetros recorridos con todos esos litros de combustible.
Después del repostaje y con la carga de la batería vacía, he realizado el mismo recorrido que hice el día anterior con energía eléctrica. Este segundo día era más frío. Con el coche frío, por la mañana, también en un atasco de aquí te espero, a una velocidad media de 13 km/h (el día anterior habían sido 14 km/h), el consumo de combustible ha sido de casi 18 litros cada 100 kilómetros. En estas circunstancias, con la batería vacía, este coche consume mucha gasolina. De esos 12 kilómetros, 4 han sido con el motor de combustión parado. aunque la batería estuviera prácticamente descargada, a muy baja velocidad y en las arrancadas circula en modo eléctrico.
Por la noche, de nuevo a cargar la batería.
Estas son las imágenes que muestra el coche cuando tiene el cable de carga enchufado. Parece el ratoncito Pérez.
El sistema de control te deja elegir la intensidad máxima de carga. Elijo una intensidad de carga máxima de 8 amperios, que a una diferencia de potencial de 230 V, supone cargar con una potencia de 1,840 kW. En cinco horas debe de estar la batería completamente llena y va a pasar toda la noche cargando. El objetivo es tener potencia restante en casa para poder utilizar el microondas y el secador de pelo mientras el coche está enchufado en el garaje. En mi casa la potencia contratada es de 3,3 kW. Con los 1,5 kW restantes pudo vivir con normalidad.
Las opciones son 8A, 10A, 13A y Máximo, posición en la que la potencia de carga no está limitada por el coche sino por las condiciones de la instalación.
Al cargar se puede indicar a qué hora se producirá la salida, después de la carga.
Ese dato permite calentar el coche antes de iniciar el recorrido con la electricidad de la red y no con la de las baterías.
Desconecto esta posibilidad para ver cuánto requiere la carga de la batería, sin extras de climatización del coche.
En esta ocasión el coche ha necesitado 0,3 kWh más que en la carga del día anterior para llenar completamente la batería.
En el gráfico correspondiente aparece ahora la batería llena al 100%.
La autonomía eléctrica que indica el coche con la batería llena siempre es de 30 kilómetros. El dato de autonomía total que aparece en esta ocasión, con el depósito completamente lleno, es muy bajo. Apurando el depósito he llegado a introducir 76,56 litros, por lo que con el depósito lleno es normal ver autonomías totales por encima de los 700 kilómetros.
De nuevo con la batería llena, me toca probar otra vez la autonomía eléctrica. Esta vez sin atasco y sin calefacción. en el garaje, antes de salir, hace frío. Fuera hace más, pero lo llevo bien.
En estas condiciones, a pesar del frío exterior, la batería suministra energía para recorrer 21 kilómetros. Cuidado. Son 21 kilómetros con el conductor solo, a velocidad inferior a 90 km/h, sin calefacción puesta a pesar del frío y conduciendo con mimo para conseguir el recorrido más largo posible.
El peso total de este coche, según la ficha técnica de km77.com es de 2465 kilogramos. Casi dos toneladas y media. El consumo eléctrico, es muy alto en casi todas las condiciones, salvo en bajada. El consumo de combustible también.
Aquí está el dilema de los hibridos plug-in.
O se tiene muy claro el tipo de conducción y recorridos a realizar o la teórica ventaja frente a los híbridos clásicos se desvanece en el momento en que dejan de tener el apoyo de la batería eléctrica pero están obligados a transportarla una vez desgastada con los cientos de kilos adicionales a cuestas.
A la hora de la verdad, un híbrido puro o un eléctrico puro según las necesidades es lo más eficiente frente a los plug-in, que vienen a ser un ¨ni chicha, ni limoná¨.
Ráfagas, GTO.
Estos coches solo tienen sentido por dos motivos.
El primero es que tienen pegatina de 0 emisiones, como los eléctricos y están libres de limitaciones de tráfico además de otras ventajas, mientras que los híbridos normales, son ECO y no tienen tantas ventajas.
El segundo, es si hacemos trayectos cortos, a diario, donde podamos circular todo o buena parte, en modo eléctrico. Imagino eso, 30 km al trabajo, poder dejarlo allí cargando y volver de nuevo en modo eléctrico casi todo el tiempo.
Otra cosa es si este ahorro se podrá compensar con el sobre coste, pero imagino que quien compra un coche así, no lo haga por economizar y que tampoco me parece la mejor «plataforma», por peso, tipo de motor, etc.
¿No es una locura que estos coches que pueden beberse 20 litros de gasolina puedan entrar en las ciudades y un diesel 1.6 no?
¿No nos vendieron que el enemigo era el CO2 y en función de él se pagaban mas o menos impuestos?
Una vez más el seguir el manra dominante (electrico=bueno, diesel=malo), sin matices nos lleva estas situaciones demenciales
Así es, Mario. Demencial.
Es completamente absurdo que den la etiqueta de 0 emisiones a coches con estas características (y de hecho, el propietario podría no cargar la batería en toda su vida).
En cuanto a lo de la contaminación, el problema es que hemos tardado unos años en darnos cuenta de que no sólo es malo el CO2 … cuando era evidente …
Yo tengo un gle 450 2016. A gasolina.En ciudad da 20 lit./100km es una locura.
alguien sabe como se bloquea en eléctrico, para que no arranque el motor en ciuda