Hola señores y señoras,
¿Cómo están? Todo en su sitio, espero.
Ayer supimos que nuestro querido presidente de la comunidad extremeña, José Antonio Monago, estuvo yendo a ver a su chati a Canarias durante un año (32 veces, concretamente) a cuenta del erario público. Y en business class. Sí señor, con dos cojones.
Lo mejor son las voces (de los voceros de costumbre, por supuesto) diciendo que no hay que entrometerse en la vida privada de las personas. No, oiga, si yo no me meto, lo que pasa es que querría que su vida privada se la pagase él, después como si quiere calzarse a la Reina de Inglaterra o a Carmen de Mairena.
Pero, ojo, que hay algo aún más excitante: 1) Sale Soraya y dice que el señor Monago ya ha explicado todo (el señor Monago no ha presentado ni un solo papel, ni un solo justificante, ni su agenda; 2) Sale Soraya y dice que no se puede exigir a Congreso y Senado que sean transparentes con los gastos de diputados y senadores; 3) Sale el PP de Extremadura y dice que los viajes de Monago eran para reuniones políticas con las fuerzas vivas de allí; 3) Salen los senadores del PP de Canarias y dicen que ellos no tenían ni idea de que Monago fuera por allí y que no se han visto con él ni una sola vez. Que ni idea, vamos.
¿No es sensacional?
Es para quererle, coño.
(En el momento en el que escribo estas líneas veo como un auditorio lleno de políticos del PP ovaciona a Monago. No me extraña, yo también lo haría)
Y ahora hablemos de lo importante: Interstellar.
Seguro que muchos de ustedes no soportan a Christopher Nolan. Yo debo confesar que no soporto Origen y que el último Batman me parece muy inferior a los otros dos, pero aún así adoro Following, Memento, Insomnia y las dos primeras entregas de El Hombre Murciélago.
A esta lista sumo ahora, la espectacular Interstellar, que es una de las películas que más me ha impresionado en los últimos tiempos, no solo por su imaginario visual, sino por ser la primera vez que Nolan se atreve a mostrarse emocional, casi vulnerable.
La película cuenta la historia de un mundo que se extingue. La tierra, nuestra tierra, se muere. La NASA, los ejércitos, y la industria alimentaria han desaparecido o han sido desmantelados. No hay suficiente comida para todos y extrañas tormentas de polvo asolan el planeta y destruyen lo último que nos queda: las cosechas. En este panorama, y sin lugar al que huir, un ex astronauta descubre algo que podría cambiar el destino de la raza humana.
La película tiene tres partes muy definidas que son presentación, nudo y desenlace y que se pueden resumir como una sucesión de: ‘sacadme de aquí’, ‘sacadme de aquí por favor’ y ‘¿cómo cojones he llegado aquí?’. El viaje de Nolan es claustrofóbico, oscuro y nunca sencillo, de la misma forma que el protagonista (un fabuloso –como de costumbre- Matthew McConaughey) atraviesa el infierno tratando de llegar al otro lado mientras ve como su familia se desintegra (en ocasiones, literalmente).
Obviamente, la película incluye todas las obsesiones de Nolan, empezando por su magistral uso de las cámaras Imax (si alguno de ustedes viaja a Londres, París, Nueva York o a cualquier país avanzado, no pierdan la oportunidad de verla en 70mm y en ese formato (Imax).
Es un filme brillante, con una arquitectura visual tan sofisticada que uno desearía ser un experto en física cuántica para descifrar alguno de los laberintos que ofrece Interstellar: la terrorífica aplicación de la teoría de la relatividad, los agujeros negros, la tecnología robótica (y los matices que le otorgaría la inteligencia artificial), la sola idea de los viajes espaciales y la exploración planetaria. Créanme, el libro de astronomía de Nolan y su construcción (tanto visual como conceptual) de los planetas que visita la película, es algo espectacular. Pocas veces se ha visto un diseño de producción igual.
No hay palabras para algunos de los momentos que un espectador puede sentir viendo Interstellar porque es una obra que plantea preguntas fundamentales y otras que –probablemente- no nos planteamos pero que nos golpean. Fuerte.
Prefiero no contarles mucho más, simplemente les invito a que vayan y se dejen llevar por las casi tres horas de la película. A mí me dejaron pegado en el asiento, pero claro, yo soy raro.
Luego no olviden venir aquí y cascarlo.
Abrazos/as,
T.G.
Ayer mismo la pude ver (aunque en una sala cinesa tercermundista con su obsoleto Dolby Digital) y suscribo todo lo que comenta; es una maldita maravilla que se te hace corta y que tiene ciertos momentos que te provocan un colapso nervioso por la tension que hay en pantalla
Buenas tardes. ¿no la ponen en la sala IMax de Parquesur en Leganés?
llevo meses esperándola y precisamente este finde imposible ir, maldición! no sabe lo largos que me han puesto vds los dientes.
He ido a verla, la verdad es que hacia tiempo que echaba de menos el genero de pelicula espacial.
La pelicula esta bastante bien, un poco lacrimógena, no obstante bastante buena. La resolución de esta un poco…cogida por los pelos.
Me pregunto cuanto habrá pagado Hamilton (relojes) por la publicidad…
Buenas tardes, confirmo que en Madrid (Bueno, en Leganes…) se puede ver esta pelicula en formato IMAX. Ayer fuí a verla alli.
Por cierto, me gustó un monton.
La vi el finde pasado grandísima, aún estoy buscando explicación sobre parte de la trama y comparto teorías con mis amigos.
Respecto a Nolan me parece un grandísimo director prácticamente me han gustado todas sus pelis. La de origen es buenísima (no entiendo porque no la soporta) y la segunda de batman increíble también
Peliculón. Un pequeño toque de rayada pero peliculón.
Lo siento pero debo discrepar. El argumento no es que tenga agujeros negros, es que no tiene ni pies ni cabeza. La parte «científica» es un verdadero despropósito, incluyendo los robos a «Contacto», «2001», «2010» y los autoplagios. Coño, si hasta los roboces, que es lo mejor de la peli, son el monolito con HAL incrustado! De verdad yo ya sólo echaba de menos a los plegadores del espacio y los gusanitos de Dune.
La parte melodramática es el truño sentimentaloide habitual en la pelis yankees (¿qué coño es eso de «el amor salvará al universo?») , el final feliz es de tener espasmos de vergüenza ajena, y como les digo la parte científica es de tirarse por la ventana…
Me entristece que a la gente le guste esta peli porque demuestra muy poco criterio. Supongo que si te tragas «Interestellar» también perdonarás a Monago porque cloar, lo hizo todo por Amor…
Lo único bueno es el tono desesperado, deprimente y apocalíptico de la peli, poco habitual en el cine comercial y completamente aunlado con el final feliz, la fotografía en pantalla grande (si consigues que te la proyecten enfocada, claro) y la recreación de la «habitación del tiempo».
A mí, más allá de la construcción de ambientes desasosegantes y alguna escena que te deja pegado a la butaca, tampoco me gustó.
El argumento no tiene ni pies ni cabeza: desde ese agujero negro imposible, «alguien lo uso ahí» y se quedan tan panchos, a un final tan previsible/decepcionante como el de Contact y todas aquellas películas que quieren jugar con el espacio-tiempo sin lograr solución a las parajodas que de ello se derivan.
Por no hablar de la pretenciosidad pseudotrascendente con la que pretenden aureorarla.
Dejé cosas más importantes que hacer por ver la peli -trabajo, no se crean-y me arrepiendo de haberlas dejado por ella (más los 8,80 de la entrada).
Disculpen pero es que no puedo parar.
Supongamos que somos un granjero, pero no, en realidad somos un astronauta porque ahora los astronautas son granjeros, y resulta que de puñetera casualidad vivimos a unas horas en coche de un megacentro secreto de la NASA que es descomunalmente grande y tiene que tener un presupuesto de la leche y cientos de trabajadores pero que es secreto y está protegido por una valla y un timbre. Y como un fantasma nos ha dicho que vayamos (Como en «Encuentros en la 3ª fase) pues nos ponen de capitán de una misión que lleva mogollón de años desarrollándose para salvar al mundo, así sin un rodeo, en plan «hola, eres astronauta? Pues mira, somos la NASA y llevamos un guevo preparando esto, pero siéntate aquí y sálvanos el mundo». Entonces nos meten en la nave con la guapa, el negro, y un robot mu salao completamente cuadrao pero que se mueve como Nureyev, y casi no nos matamos varias veces hasta llegar al agujero de gusano que «alguien» (Como en «2001») ha puesto ahí (como en «Contacto») al lado de Saturno (como en «2001») y nos metemos dentro (como en «2001» y en «Contacto») donde se ven las estrellitas en círculo (como se representa en las DOS versiones de «Cosmos») sin que importe que como todo el que ha leído dos páginas de cualquier libro de divulgación sabe, los agujeros de gusano son agujeros negros, y los agujeros negros son grandes y chungos, pero venga, en nuestra historia puede haber un agujero negro dentro de un sistema solar y no al revés, como si pudiera haber un balón de playa dentro de una canica. Entonces por alguna misteriosa tecnología no somos machacados por el agujero negro (como en «Contacto», pero ahí la nave la diseñaban los «marcianos») y salimos a otro sitio (como en «Contacto») donde hay un planeta al lado de otro agujero negro que nos viene muy bien para hacer juegos temporales y fastidiar al negro mientras ignoremos un poco que los agujeros negros son chungos y el planeta tendría que ser triturado y absorbido por la gravedad del agujero negro literalmente en cero coma. Y ya vamos y venimos y pasan cosas y las pasamos putas y el amor salva al mundo y nos hacemos los mártires para salvar a la chica (Como en «Armaggeddon» y «Gravity») pero los «marcianos» intangibles (como en «Contacto») velan por nosotros y hacemos cosas de fantasma en el mundo real (como en «2010») hablando con el robot (como en «2010») para preparar nuestro propio futuro (como en «Regreso al futuro»), y salimos flotando al lado de Saturno (como el feto del final de «2001») y nos encontramos con los familiares ya muy mayores (como en «Aliens») y todo ha salido medio bien y somos amargamente felices (Esto es nuevo).
Ojo, espoilers.
Yo la vi, y me gusto razonablemente. No me parece la mejor peli de Nolan, ni siquiera la mejor peli del mes (aunque de otro mes si podría serlo), y comprendo tambien a quien lo le haya gustado, no es tan buena como para no hacerlo.
Pero, y es un pero muy grande, me parto la caja con todos los que argumentan que desde el punto de vista científico es aberrante. Pero vamos a ver, cómo no va a serlo, coño, es que respetando la física que dominamos los viajes espaciales son un coñazo, como mucho llegamos a un cometa que nos viene a ver. Si nos ponemos asi lo normal es que cualquier prota de esos a los que acecha el peligro tras cada esquina palme en el primer cuarto de hora de la peli, por pura estadística. Y que decir de todas las pelis que tratan de fenomenos paranormales, o de fenomenos naturales «ampliados». Que son pelis, joer, no tienen que parecer verdad para molar.
Lo que si es cierto es que la peli al completo tiene esa estructura que funciona bien para recaudar mucho, y que es la que hace que a uno le apetezca ver La jungla de cristal cada vez que la ponen en Telahinco un domingo resacoso. Y como Nolan es mucho Nolan la cosa sale bien aunque yo prefiero Memento. Por cierto, a mi el robot me gusto tanto que quisiera traerme uno para casa, era tan majo que yo le perdono que no sea original.
Si para salir de la Tierra necesitas un cohete espacial con la fuerza y cantidad suficiente de combustible para romper la fuerza gravitacional que ejerce la Tierra, yo pregunto: ¿cómo es posible que en un planeta cuya gravedad es mayor que en la Tierra (lo dicen los que chapotean por el agua) puedas volar cual Halcón Milenario hasta el espacio sin problema alguno? ¿Cómo se explica que sin combustible alguno en la nave de la protagonista pueda aterrizar en un planeta sin hacer un boquete exponencialmente tan grande como lo dejaria una nave cayendo en picado?
Esto del combustible fósil en ese futuro apocalíptico con el que llenan los depósitos tampoco queda claro. Por no hablar de los filtros de los coches y el polvo tan malote que se mete por doquier, ni un coche funcionaria.
Este tío viene ha decir lo mismo que yo pero en plan tesina.
http://www.larealidadestupefaciente.com/2014/11/peli-interstellar-mas-rapido-que-la.html
Si se os hace largo avanzad hasta «cada de lujo».
«viene a decir», perdón.
Me ha encantado. Es increíble la peli, con una historia bonita a más no poder. En cuanto al tema científico, le daría el premio Nobel a Nolan. Yo obviamente no me he enterado de nada. Vaya cabecita tiene el amigo. Hoy me iría a verla otra vez.
Fui a verla hará dos semanas. En algo que dicen que es IMAX, pero que para mí que no.
Pero eso me dio igual en cuanto se produjo la conjunción Évole-Garci.
Sí. A los pocos minutos de película tuve exactamente la misma impresión que cuando en aquel «episodio» de Salvados sobre el golpe de estado de 1981 se dijo que habían llamado a José Luis Garci para [CENSURADO].
Como en Salvados, cuando en Interestellar empezaron a suceder [CENSURADO] volví a tener la clara conciencia de que iba a perder un poco más del tiempo de mi vida. Entretenido, sí. Pero como cuando el prestidigitador hace grandes gestos con una mano mientras te levanta el peluco, la cartera y una muela de oro con la otra mano.
Se dicen algunas cosas interesantes, sin profundizar ni la mitad de lo que se debiera. Y se nota, porque hay incongruencias evidentes. Y no me refiero a los viajes, sino a la mera supervivencia. Tiene más pinzas cogiéndola que las fachadas de una ciudad dormitorio de los 60.
Y otras cuestiones que no tienen el menor interés se tratan demasiado. Claro, porque si no, no saldrían las tres horas y el disco (DVD, BlueRay, loquehayaen2015) se quedaría como vacío.
Aunque las vistas no están nada mal, claro. Al ver tantísimos libros juntos tuve un lapsus y creí ver al hermano Severino persiguiendo al robot humorista para que devolviera los chistes al libro prohibido.
Sí, ese fue el momento en que recordé que los hijos de Juancar ese día se quedaron los tres en casa, sin ir al colegio y acompañados por un médico. Y los militares yanquis, sin salir de la base de Torrejón. Y algunos oficiales considerados «desleales» retenidos durante toda la noche en el polígono de armas especiales que hay en [CENSURADO]. Sí, aquí mismo, entre medias de seis millones de madrileños que como un día se le vaya la mano al sargento Arenzibia de turno, no vamos a dejar ni el recuerdo de quienes fuimos.
Resumiendo, que a la madre de Évole le volvieron a sonar los oídos. A la de Nolan no, porque no esperaba ni la mitad de él.
Después de ver por fin el blu ray, pienso que Interestellar no es sólo una peli que no me ha gustado. Es más. Es también un peligro, un mono con dos pistolas. Negativa por lo que representa como película realizada por supuestamente uno de los realizadores más brillantes del panorama, al que tanto crítico y gente sigue y encumbra.
No hay por dónde agarrarla como unidad narrativa -quizá es que Nolan ha inventado el cine cuántico y no nos hemos enterado-, a lo mejor nos lo cuenta en la décimo octava dimensión y media de su próximo estreno.
Interestellar trata al espectador como si fuera un bebé. A los bebés no se les explican las cosas, ni se les argumentan ni se les hace razonar, ni que sea mínimamente. Simplemente, se les bombardea con acumulación de estímulos: primero usar unas llaves y agitarlas, luego un sonajero, luego música de los teletubbies, luego una galleta, luego un osito, luego unas cabriolas en el aire y luego unas llaves otra vez. Se trata de tener al bebé encandilado permanentemente para que ni un sólo sollozo nos moleste.
No me voy a molestar ni en hacer ningún paralelismo con Odisea 2001. Odisea 2001 tiene un final lisérgico e inasimilable, muy relacionado con los tiempos en que fue concebida (años 60, psicodelia, LSD), y lo hace después de habernos colocado durante toda la narración en una rampa de despegue para asistir a algo desconocido; ergo se ha ido preparando su propio terreno, como pocas películas lo han hecho en la historia del cine. Asistir en una sala de estreno en los 60 a un pase de 2001 tuvo que ser una experiencia vital inolvidable.
En Interestellar se trata, en definitiva, de atropellar al espectador con maguffins innecesarios, con una verborrea científica y pseudocientífica en su primera mitad que es imposible de entender para CASI NADIE, ni que seas aficionado o FÍSICO TEÓRICO, debido a la acumulación de conceptos puestos sobre la mesa sin ton ni son, y además somos obsequiados con constantes ridiculeces (maguffins, insisto, que sirven de marcación descriptiva de la personalidad de los personajes), del estilo de ser capaz de controlar un dron errante -con una pickup pinchada- o un ejército de cosechadores con un portátil, para luego buscar el lugar de la NASA secreta -La NASA secreta, ¡por dios!- con unos mapas de papel.
Tócate los cojones.
Se trata de dejarnos sin aliento y de supuestamente hipnotizarnos con el tintineo de las llaves, tumbaditos en nuestra cuna de efectos especiales y sonidos apocalípticos.
La película sólo se toma en serio a si misma, y abofetea al espectador con trampas y más trampas y giros y más giros de guión cada vez más inverosímiles, con la traca final, un espejo de los universos ya vistos en Inception -viva la imaginación-, como guinda del despropósito y como manía de Nolan de doblar la realidad porque tiene dinero para que le construyan el universo paralelo en 3D. A mi me parece estupendo que haya giros de guión, lo que no me gusta nada es que con el fin de desarrollar la narración y el increscendo, la película rompa una y otra vez las fragilísimas normas y reglas por las que se ha construido su relato, la biblia del mismo. La biblia de Interestellar es: «Todo vale hasta que me canso y vale otra cosa» y «después del triple salto mortal, haremos un cuádruple salto mortal».
Y para colmo, como todas la películas de directores «porque yo lo valgo» (Fincher, Nolan, Jackson / Interestellar, Perdida, El Hobbit.), osea aquellas pocas estrellas de Hollywood que tienen el control creativo y del presupuesto, es innecesariamente larga, y por ello acaba siendo irritante. Hay una especie de ley no escrita que dicta que el talento se maneja mejor con escasez de presupuesto que con el desborde del mismo. Interesatellar es un gran ejemplo. Paradójicamente, lo que más echo en falta en Interestellar, como en otras producciones «porqueyolovalgo» es a una tropa de productores ejecutivos asquerosos y tocahuevos poniendo trabas y problemas a todo. Aquí lo que veo últimamente es a directores de cine que se comportan construyendo sus películas como un panadero al que le ha tocado el euromillón y se compra el Ferrari más caro del catálogo.
Por otra parte Matthew MacConaughey -no me obliguen a buscar cómo se escribe su nombre- tiene, con esa cara que se le ha quedado o le han puesto de estar oliendo mierda permanentemente, menos registros dramáticos de Clint Eastwood, y tenerlo delante durante 3 horas delante se me hace realmente cuesta arriba.